Te das cuenta de que eres viejo de muchas maneras. Pero caes en la cuenta de bastantes cosas más cuando te encuentras con efemérides. Las efemérides, a las cuales tengo que reconocer que he cogido el gusto, te colocan en tu sitio. Te ponen en situación de pensar en las cosas que piensas y de decir las cosas que dices. Las dices y las haces porque tu tiempo fue otro y porque tus referencias culturales, sentimentales, están lejos. En otro tiempo.
No encuentro en casa el cd del Nevermind. Igual lo tiene mi hermano o está en casa de mis padres. Esto da cuenta del caso que le he ido haciendo progresivamente al Nevermind de Nirvana y a todo lo que fuera Nirvana en general, de manera bastante injusta. Ya sabemos. La música me gusta si me gusta a mí, pero no si empieza a gustarle a demasiada gente. Y durante algún tiempo la camiseta de Nirvana era demasiado habitual para mis exquisitos gustos.
Me compré el Nevermind de Nirvana en el viaje de fin de curso que hicimos en Tercero de BUP a Praga. El Edu creo que se compró la cinta del Incesticide al año siguiente en el mismo viaje. Así que creo que me compré el Nevermind en mitad de la explosión del Grunge, que me pillaría con 16 añitos. Con 16 añitos yo tenía en mi cabeza que me gustaba el punk y que tenía una desviación hacia algo que yo consideraba rock sinfónico o progresivo, especialmente Pink Floyd. Todavía no me gustaban de manera enfermiza ni los Beatles ni Kinks ni Who... etc. Escuchaba Radio 3 y quería estar al tanto de lo que sonaba. Y empezó a sonar Nirvana. Y molaba. Y no solo me molaba a mí, es que le empezaba a molar a mucha gente.
El Nevermind de Nirvana abre el melón del Grunge, ese estilo de rock duro, pesado, pero que se quitaba de encima la parafernalia del metal y que digamos que abre la música independiente, la música alternativa al gran público. Un grupo minoritario como The Pixies llegará un pelín tarde al Grunge, pero será el padre de la música indie. No me voy a poner a hacer genealogías, pero una vez escuché a alguien decir que el grunge, especialmente Nirvana, eran el cruce entre Black Sabbath y otro grupo que no recuerdo, vete a saber si los Beatles o los propios Pixies. Es igual.
Me gustaba el Nevermind. Me gustaban los otros discos. El In Utero me gustaba bastante. No pude ver en directo a Nirvana cuando vinieron porque tenía un examen, examen que suspendí además. El Edu sí que pudo ir a verlos. Yo tuve una camiseta de Nirvana, de manga larga. Yo llevaba las camisetas de manga corta por encima de las de manga larga. Yo me empecé a dejar el pelo un poco más largo.
El disco era como una canción, como el esquema fundacional de todo esto, el fuerte flojo. Canciones lentas, canciones rabiosas, tenía la canción comercial del Smell like teen spirit, tenía el Come as you are, tenía Lithium, tenía un montón de canciones que es que tenían que gustar y ser muy obtuso para que no te entraran. Y luego estaban ellos. El bajista que caía bien porque era el típico alto y tonto, el batería que le daba una tralla que te cagas y el rubito guaperas que en realidad era un ser humano con todos los problemas del mundo. Del mundo occidental, claro.
Te tenía que gustar el Nevermind y me gustaba el Nevermind. De eso hace 30 años. Hoy es muy difícil que ponga alguna canción de Nirvana. Digo más. En una reciente playlist de pepinacos, hemos ido poniendo canciones de aquella época. Y no sé recordar si yo he puesto alguna de Nirvana.
Justo en este mismo día se editó también el Blood, Sugar, Sex and Magic de los Red Hot Chilli Peppers. A todos nos gustaba la de Giviruwei giviruwei giviruwei nau, pero he de reconocer que ahí me quedé. Y hoy también hace 30 años del Badmotorfinguer de los Soundgarden. De ese disco no recuerdo ninguna y yo siempre era de la canción Black Hole Sun que vino después. A mucha, muchísima gente les enganchó a los Red Hot Chilli Peppers. Yo fui siempre más de sus primos mayores, los Jane's Addiction.
Nos hacemos viejos. El día que Kurt Cobain se suicidó íbamos a Falset con el Soldat y el Cucurull creo a hacer un trabajo de la Uni.
Ahora piénsalo fríamente. 30 años del Nevermind. Se abre la puerta de nuevo sobre lo antiguo, lo moderno, lo que tú te crees que es moderno y lo que ya hace tiempo que dejó de serlo.
Creo que de todo esto ya habíamos hablado antes.
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