martes, 18 de enero de 2022

Yellowjackets


No contiene espoilers porque no voy a decir nada más que vaya pedazo de serie que ya era hora que una serie te tuviera enganchadito a la trama para no perderte detalle porque sabes que en los detalles, en cada detalle, puede haber una clave o bien una maniobra orquestada con toda la mala leche para llevarte por el camino que no es. 

Así de primeras, Yellowjackets no parece gran cosa. La ves en el menú de Movistar y piensas que vaya, una serie sobre cosas de Instituto, americana, y sale Christina Ricci que bueno pero que yo que sé, y la Juliette Lewis que lleva sin hacer nada que medio conozcas... ni lo sabes. Yo que sé, que no atrae. Hasta que la Nuria te dice que Yellowjackets mola y entonces dices, va, una oportunidad a ver de qué va realmente esto. Y te encuentras con una de esas series, con una de esas historias con muchas historias, con muchas referencias a muchas cosas que claro que has visto antes, pero que las estás viendo ahora y las otras hace mucho tiempo que ya tuvieron su efecto. Perdidos, El señor de las moscas, porqué no algo de Stranger Things, y seguro que algo más que ahora no recuerdo. Y su poquito de música que mola, claro, porque si es una serie donde parte de la acción transcurre en los noventa, qué menos que haya música buena. Y qué menos que las protagonistas luzcan camisetas guapas, como la de los Pixies (death to the pixies) que lleva el personaje de Natalie adulta o la increíble Presidente Yo La Tengo que lleva la Shauna adulta. ¿O es Yo la tengo for President? Es igual. Solo con esas referencias ya mola. 

¿Cuál es la pega? Que no es una serie de una temporada y que está por hacerse la segunda, por lo que la espera será de un año al menos y si como he leído la cosa parece que está prevista para cinco temporadas, cagada mayúscula. Porque uno ya se ha acostumbrado a ver las series cortitas, que no le obliguen a uno a hipotecarse con lo mismo durante mucho tiempo con el riesgo que hay de cagadas, repeticiones, aburrimientos, giros que estiran como el chicle algo que ya debería estar visto para sentencia... por ese lado ya digo que mal. Son muchas las preguntas, no puede uno dejar de pensar en ese oso... yo que sé. Esas cabezas. 

Pero por otro, ganas de que llegue la segunda temporada y seguir viendo cómo se desarrolla el drama de estas jugadoras de fútbol a las que se les estrella el avión y que les cambia la vida. Por ahora, la serie del año aunque solo hayamos consumido 18 días, va a ser muy complicado encontrar otra cosa que desbanque a esta. Que siga. Pero que siga ya. 

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