viernes, 25 de marzo de 2022
Cuento español
Leocadio dejó de torear, apagó la tele donde estaban dando el partido del Madrid, se quitó el palillo de la boca, o se lo metió, escupió, se bebió un vaso de vino, o una palomita de anís, o una barrecha, o una copa de coñá, se fumó un farias, gritó viva el rey, gritó viva el rey, besó el retrato de Franco, se santiguó, bailó un chotis, cogió una guitarra y se puso a cantar, luego se cagó en los gitanos, en los rumanos, en los pakis, en los moros, en los catalanes, en los vascos, en los rusos, en los mariquitas, en los maricones, en las zorras, en los vagos, en los menas, en dios y en la puta y no me calientes que me cago en..., se puso a llorar viendo entrar una imagen en la iglesia, encendió la tele para ver jugar a Rafa Nadal y se durmió, se despertó para peinarse bien el pelo para atrás pero bien para atrás, entró en el bar como si el mundo fuera suyo, insultó a su mujer, ganó la batalla de Trafalgar, ganó la batalla de las Navas de Tolosa, se paró a comer en Casa Pepe, cantó yo soy español, cantó que viva españa, cantó los cuatro puntos cardinales de mi españa, contó a todos los que no son españoles, nadie es más español que él, se cabreó cuando perdió el Madrid, se cabreó cuando perdió el Atleti, se miró al espejo y era Torrente, se miró al espejo y era Abascal, se miró al espejo y era cualquiera que tuviera dos cojones, se miró al espejo y eran dos cojones, escupió al suelo, se sonó los mocos, llamó al camarero diciéndole niño, se acordó de cuando antes las cosas sí que iban como tenían que ir, se subió al caballo y recorrió sus tierras, no sé qué más cosas hizo lo que tú esperas que sea un español. Un español. Dilo tú. Un español. Y después de hacer todo eso, se tiró un par de pedos y se quedó dormido. Pero que eso también te lo puedo hacer yo.
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