Claro, decir que a ver cuando todo el mundo ha convenido ya que la serie es una pasada, es ganas de buscarte un jaleo, pero a ver, cómo decirlo. La Mesías es una serie muy interesante, una serie que nos habla de algo que parece bastante más serio de lo que es aunque nos empeñemos en buscarle el lado histriónico, excéntrico, paródico o ridículo que acompaña a una trama en la que las canciones de la girl band ultracatólica no pueden dejar indiferente. Pero es que la serie habla de algo que puede quedar oculto entre las ganas que tenemos de cachondeo y es algo muy serio y es que se habla de muchas cosas que son muy serias y que hacen mucho daño. O que no lo hacen. O que son un escape para tanta gente que ha estado ahí al borde del precipicio y solo han encontrado estos rollos, el rollo cristiano en este caso, como en otras secuencias se nos habla del rollo chamánico y vete a saber tú si los que nos dedicamos a según que cosas no estamos también recurriendo a un rollo determinado para escapar de cosas que nos asustan. La serie está bien, muy bien, aunque yo sea un tiquismiquis y haya encontrado como un desajuste entre los personajes de la infancia de los protas y quienes hacen de madre en los episodios siguientes y no acabe de ver el salto que se da entre un carácter y otro carácter, me falta algo, un hilo, un pegamento, un par de apuntes. Una vez que ya está establecido que este personaje, la madre, la mesías, va a ser eso, ya no hay nada que discutir, pero quizás me falta eso, que el personaje de Albert Pla... el personaje de Albert Pla, Albert Pla haciendo de un personaje que estoy convencido que se ha tenido que encontrar alguna vez y que habrá pretendido también redimirle a él. Albert Pla y Amaia Romero. Hay una escena en los capítulos finales en la que las chicas están ensayando una coreografía con las manos en las que Amaia hace unas cosas con las manos y su cara que te dejan en estado de shock. Pero aquí hemos venido a hablar de otra cosa, aquí hemos venido a hablar de la mejor actriz de la serie que es la niña que hace de Ania y que te deja seco cuando se pone a llorar o cuando se pone a chillar y te hace exclamar el consabido 'pero está actuando o qué pasa aquí'.
La Mesías es pues una serie que nos habla de la maternidad, de la maternidad cuando la vida se te va o no sabes cómo hacerlo mejor, de las secuelas, de lo oculto, de lo que no se dice, de lo que no acabas de sacar, de lo que quizás solo sacas mediante algo que es simétrico de lo que estabas escapando. No lo sé. A ver cómo le explicas a alguien que la serie no va solo de las canciones de Stella Maris o de los gestos de la madre hablando con Dios.
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