Continuando con un reto que comenzó el año pasado y que consistía en la barbaridad de leer 50 libros, siguiendo el ejemplo de un blog de LPD, aquí están los libros que he conseguido leer en este año. Yo pensaba que iba a leer menos que el anterior, pero no, exactamente los mismos. Ahí van:
1 - Mario Puzo. El Padrino. Entretenidísimo. Se pasa uno el rato poniéndoles las caras a los personajes que salen con los que aparecen en la película, pero no pasa nada. Me gustó mucho.
2 - W.G. Sebald. Els emigrats. Los libros de Sebald es que no sabe uno cómo tomárselos. Hay partes que bueno, y otras que son un poco rollete. Bueno.
3 - Stefan Zweig - Erasmo de Rotterdam. Triunfo y tragedia de un humanista. Pues no estuvo mal. Bien. Zweig está muy bien. Arrima el ascua a su sardina pero bien.
4 - Georges Simenon. Los fantasmas del sombrerero. Muy bueno. Su lluvia, su pueblo, su todo. Mala leche este Simenon.
5 - Umberto Eco. El cementiri de Praga. Fantástico libro. Me gustó muchísimo. De inventarse las cosas y tirar para delante y salga el sol por donde quieras.
6 - Stefan Zweig. Moments estel.lars de la humanitat. Bueno. Pues un poco soso. Hay momentos que si, otros que, pfff.
7 - Santiago Segurola, Manu Leguineche, Patxo Unzueta. Cien Conversaciones en la Catedral. Un libro dialogado sobre la historia del Athletic de Bilbao. Muy interesante.
8 - John Woodall. John Lennon y Yoko Ono. Historia de una relación que descubre alguna cosa interesante. Fue una recomendación y mira, ya está.
9 - Haruki Murakami. IQ84 (3). Pues si con las dos primeras partes aguanté, con esta última me llevé un chasco. Fatal.
10 - Carlos Fuentes. Carolina Grau. Primer libro que me leía de este ilustre señor. Me pareció bien. Original. Cuentos con un personaje que se llama igual, pero que no siguen en el tiempo... bueno. Bien.
11 - Ana María Matute. Olvidado Rey Gudú. Controversia con uno mismo. No sé si me gustó, si no me gustó, si me importó un pimiento, si me enganchó, no lo sé. Vamos, que no lo volvería a leer.
12 - Javier Reverte. En mares salvajes. La conquista del paso del Noroeste. O del nordeste. No recuerdo. Típico libro de viajes de este autor. Me encantan estos libros.
13 - Belén Gopegui. El padre de Blancanieves. Jamás leí nada de esta autora. Fue una recomendación. No me desagradó ni mucho menos. Bien. Participar, el compromiso, etc. Bien.
14 - Raymond Chandler. El sueño eterno. Los libros de Chandler me gustan menos que los de Simenon, pero están muy bien. Este del sueño eterno es muy bueno, enrevesado y tal, pero muy bien.
15 - Roberto Bolaño. Los sinsabores del verdadero policía. Libro raro que parece de recortes o a medio hacer. Pero claro, tiene el qué de los libros y las cosas de Bolaño y te gana con eso.
16 - Rob Chapman. Syd Barret, el brillo de la ausencia. Regalo de cumpleaños. Completa biografía del fundador de Pink Floyd. Te lo desmitifica bastante, con lo que ya está bien. Se entera uno de muchas cosas.
17 - Eduardo Mendoza. Riña de Gatos. Eduardo Mendoza ha hecho cosas mejores. Incluso sus libros menores son mejores. Este es entretenido, intriga en las horas previas a la Guerra Civil, pero no sé.
18 - Georges Simenon. El pasajero clandestino. Libro de ambiente isleño, cosas del Pacífico, se sale del ambiente habitual de Simenon, pero mola lo mismo.
19 - Georges Simenon. Las vacaciones de Maigret. Vuelta a la costa norte francesa. Un caso de intriga y misterio misterioso resuelto con la mala follá de Maigret. Muy bueno.
20 - Carlos Fuentes. La gran novela latinoamericana. Carlos Fuentes hace a su manera un repaso de la novela latinoamericana y por sus santos huevos omite a Bolaño. Está dicho todo.
21 - Fedor Dostoyevski. L'etern marit. Pues si no es el primer Dostoyevski que me leo... no me dio tanto miedo como parecía. No mata, pero tiene sus cosas. Cosas de rusos. Leído durante el mes de agosto en la estación de Vilches, al caer la tarde. Qué calor.
22 - Georges Simenon. La taberna del puerto. Un puerto con su taberna y tal. Qué más se puede pedir.
23 - Georges Simenon. El alcalde de Furnes. Un alcalde de por ahí arriba al que se le inflan los destos y hace lo que le da la gana. Hasta que le dure. Buenísimo.
24 - Javier Moro. El imperio eres tú. Biografía novelada de Pedro I de Brasil. Pues muy bien, muy entretenido. Una figura histórica de la que no sabía nada. Recomendación de mi hermano.
25 - Juan Villoro. Arrecife. Regalo tardío de cumpleaños de Matilda Parker. Me gustó bastante a pesar del ambiente un poco... ballardiano. Pero bien.
26 - William Faulkner. El ruido y la furia. Ojo ahora. No entendí nada hasta casi que terminó el libro. Qué cosa. Qué complicado de leer. Qué tío. Menos mal de internet y de que al final parece que se explica algo que medio medio. Una y no más Santo Tomás.
27 - Eduardo Mendoza. El asombroso viaje de Pomponio Flato. Para rebajar la tensión, este libro de Mendoza, de los considerados menores. Pues te echas unas risas y ya está, que tampoco hay para tanto.
28 - Manuel Mujica Lainez. El escarabajo. Molón es poco. Estos son los libros que le gustan a uno. Venga páginas y páginas de historia dentro de la Historia. Fantástico.
29 - Karen Armstrong. Breve historia del mito. Para matar el deseo de Armstrong, un libritín sobre el mito, la religión, los héroes, etc. Muy interesante.
30 - Antonio Orejudo. Un momento de descanso. Del autor de Reconstrucción. Muy bueno. Lo mismo, sobre inventarse, inventar, gente que es lo que no es, que cuenta lo que no pasa, etc. Me gustó.
31 - Juan Eslava Galán. Rey Lobo. Te lo tienes que leer que sale tu pueblo, le dijeron a mi madre. Historia de un guerrero íbero de Jaén. Pues bueno. Me pareció algo flojuno.
32 - Nikolai Gogol. Les ànimes mortes. Qué pocos libros me he leído en catalán este año. Bueno. Este libro me ha gustado muchísimo. Cosas de rusos pero que no parecen muy lejanos a las nuestras.
33 - H. Söderberg. Doctor Glas. Historia de un doctor, sus deseos reprimidos, sus maldades, pequeñas miserias de burgueses... de mierda.
34 - Francisco Veiga - El desequilibrio como orden. Historia del mundo desde el fin de la guerra fría a cargo del autor de Slobo. El mundo no es como nos lo cuentan por la tele, eso ya estaba claro, te lo ventilas en nada y parece que vaya a ser densísimo.
Y esto es todo. Un año de lecturas muy interesantes, otras pedregosas, otras que ni fú ni fa. El año que viene tengo que leer menos y hacer más.
Si no nos vemos, buen año.
domingo, 30 de diciembre de 2012
viernes, 28 de diciembre de 2012
Miscelánea
Todos juntos a cantar: Domingas! Todos juntos a cantar: Domingas! Si hay alguien que explica muy claramente lo que siente por la persona a la que ama, ese es Jorge Ben. Porque en cada canción que habla de alguien, de la muchacha a la que quiere, él va explicando que es divina, maravillosa, la mejor, la más guapa, la más cariñosa, la más dulce, la más de todo, y venga, y le vuelve a dar la vuelta. Domingas! Aquí nos canta un cancionazo, absolutamente en vivo, llamado Domingas. Domingas es el nombre de la muchacha. La canción es tremenda. Buenísima. Está acompañado no por el Trío Mocotó si no por otros de similar enjundia. Domingas. Nótese la cara de asco con la que el público recibe la canción. Un público compuesto por señoronas muy bien vestidas y peinadas. Pero ahí está él, Jorge Ben con su guitarra y su pedazo de onda. Domingas. Domingas!! Domingas!!!!! Y no hay más que decir.
http://www.youtube.com/watch?v=RGSd-uyb39U
Y como estamos en un día especial, vamos a repetir con una de Jorge Ben. Ambas canciones, esta y la otra, son descubrimientos de ayer, ayer mismo. Cena y youtube. Vean ahora a Jorge Ben, que si no estoy muy equivocado, todavía no se llamaba Jorge Benjor, o igual sí, sacando a bailar a Gal Costa. A bailar y a cantar. Mira que es guapa y molona Gal Costa. O era. El otro día, escuchando el 'Cuando los elefantes sueñan con la música', hablábamos con mi hermano que buena parte de la música brasileña que ponen en el programa es tremendamente aburrida. Pero mucho. Y da igual si suena Maria Bethania, si es Gal Costa, o cualesquiera, de tan tan tan que son, aburren. Aquí no. Aquí vemos a Gal Costa con todo el salero del mundo y a Jorge Ben que ya no está sentado en su sillita como en casi todos los vídeos antiguos, si no de pie con la guitarra eléctrica. Está Gal Costa, más guapa que el copón, entre el público y la saca y cantan 'Que Pena'. Qué cancionaza, mama. Nota curiosa para los futboleros: el que está dándole el biberón a un niño en el público, es Zico. Ojo.
http://www.youtube.com/watch?v=4Dhn5zUjR-0
Otro descubrimiento de ayer mientras dábamos cuenta del redondo relleno de cosas de mi madre del día de Navidad, que sobró. Dead Meadow. Yo no conocía a esta gente y me los ha recomendado mi hermano. Alguna cosa tienen que me gusta. Pero tienen otras cosas que me parecen raras. ¿No tienen a nadie que cante algo más que el cantante? Hecha esta observación tan elegante, pasamos a presentar la canción. Se llama The Narrows y cómo es la intención de estas misceláneas, la tienen que tocar en directo. Y la tocan. El de la batería parece sacado directamente del año 1971, 1972, aproximadamente. Qué pinta y qué bigotón que parece que está caracterizado. Sea como sea, la canción es guapa porque sí. Habrá que profundizar en el tema.
http://www.youtube.com/watch?v=xlRyXQ22tUs
Esta mañana escuchando la radio han vuelto a poner una canción de Franc3es y ya me he tenido que quedar con el nombre. Escucho la radio en la ducha y entre el ruido del calefactor, que la radio ha de ser situada en un punto concreto del mármol de la pica porque en otro punto del mármol ya no se oye, que si esto, que si lo otro, te pierdes la mitad de las cosas. Pero la radio hay que ponerla. En fin. Que se parecen pero mucho a los Triángulo de Amor Bizarro y que es que les ha producido el disco el de los Triángulo y claro. Pues se parecen no un poco, se parecen mogollón. ¿Mogollón se sigue diciendo? Estoy un poco fuera de onda. Aquí les vemos en directo cantando una canción. El único comentario que aparece es de uno diciendo que son penosos. Toma ya. En la radio se explicaban muy de aquella manera. Sobre lo que me parece la batería, me voy a esperar a que venga mi abogado.
http://www.youtube.com/watch?v=bIT27UOooQs
También esta mañana, es cierto, han puesto una canción de Sonic Youth, una que me gustaba muchísimo 'Bull in the Heather' o algo así. Pero no es esa la que tenía pensada. Hace mil años me compré el A Thousand Leaves, con cierta desconfianza. No es un disco de los que te acuerdes mucho. No parece el mejor disco de Sonic Youth, que pareciera que después del Washing Machine ya lo tuvieran todo dicho, pero es que en este disco hay algunas canciones tremendas. De las suaves, como Snare, girl, o de las brutales como esta Wildflower Soul. La tocan en 1998 en un festival en Japón. Qué jovenes están aquí todavía. Qué impresionante la Kim Gordon, qué careja de jovenzuelo que tiene el Thurston. Vaya nombre Thurston. ¿De dónde vendrá?
http://www.youtube.com/watch?v=_AhystaUfmM
Y nos vamos con una pieza bonita para terminar. Un canto a la esperanza. Los médicos de Madrid han desconvocado la huelga después de que se haya aprobado la privatización de la sanidad en la Comunidad. Estupendo entonces. Otra derrota, hasta la victoria final. ¿Y qué sonará el día de la victoria final? Pues nada menos que el Himno a la alegría de Beethoven. Sin Miguel Ríos ni nada. A la brava, con su orquestón sinfónico y todo. Aquí lo tenemos en una maravillosa interpretación de la Orquesta Sinfónica Hispalense, el Coro de la Universidad de Sevilla y el Coro de la Universidad de Leipzig. Un canto a la victoria y a la esperanza. Claro que si.
http://www.youtube.com/watch?v=JCwXOyTcs40
Pues nada. Nos veremos antes, pero si no nos vemos, que tengan feliz entrada de año. Pero que nos vemos, seguro. Buen fin de semana, eso sí.
http://www.youtube.com/watch?v=RGSd-uyb39U
Y como estamos en un día especial, vamos a repetir con una de Jorge Ben. Ambas canciones, esta y la otra, son descubrimientos de ayer, ayer mismo. Cena y youtube. Vean ahora a Jorge Ben, que si no estoy muy equivocado, todavía no se llamaba Jorge Benjor, o igual sí, sacando a bailar a Gal Costa. A bailar y a cantar. Mira que es guapa y molona Gal Costa. O era. El otro día, escuchando el 'Cuando los elefantes sueñan con la música', hablábamos con mi hermano que buena parte de la música brasileña que ponen en el programa es tremendamente aburrida. Pero mucho. Y da igual si suena Maria Bethania, si es Gal Costa, o cualesquiera, de tan tan tan que son, aburren. Aquí no. Aquí vemos a Gal Costa con todo el salero del mundo y a Jorge Ben que ya no está sentado en su sillita como en casi todos los vídeos antiguos, si no de pie con la guitarra eléctrica. Está Gal Costa, más guapa que el copón, entre el público y la saca y cantan 'Que Pena'. Qué cancionaza, mama. Nota curiosa para los futboleros: el que está dándole el biberón a un niño en el público, es Zico. Ojo.
http://www.youtube.com/watch?v=4Dhn5zUjR-0
Otro descubrimiento de ayer mientras dábamos cuenta del redondo relleno de cosas de mi madre del día de Navidad, que sobró. Dead Meadow. Yo no conocía a esta gente y me los ha recomendado mi hermano. Alguna cosa tienen que me gusta. Pero tienen otras cosas que me parecen raras. ¿No tienen a nadie que cante algo más que el cantante? Hecha esta observación tan elegante, pasamos a presentar la canción. Se llama The Narrows y cómo es la intención de estas misceláneas, la tienen que tocar en directo. Y la tocan. El de la batería parece sacado directamente del año 1971, 1972, aproximadamente. Qué pinta y qué bigotón que parece que está caracterizado. Sea como sea, la canción es guapa porque sí. Habrá que profundizar en el tema.
http://www.youtube.com/watch?v=xlRyXQ22tUs
Esta mañana escuchando la radio han vuelto a poner una canción de Franc3es y ya me he tenido que quedar con el nombre. Escucho la radio en la ducha y entre el ruido del calefactor, que la radio ha de ser situada en un punto concreto del mármol de la pica porque en otro punto del mármol ya no se oye, que si esto, que si lo otro, te pierdes la mitad de las cosas. Pero la radio hay que ponerla. En fin. Que se parecen pero mucho a los Triángulo de Amor Bizarro y que es que les ha producido el disco el de los Triángulo y claro. Pues se parecen no un poco, se parecen mogollón. ¿Mogollón se sigue diciendo? Estoy un poco fuera de onda. Aquí les vemos en directo cantando una canción. El único comentario que aparece es de uno diciendo que son penosos. Toma ya. En la radio se explicaban muy de aquella manera. Sobre lo que me parece la batería, me voy a esperar a que venga mi abogado.
http://www.youtube.com/watch?v=bIT27UOooQs
También esta mañana, es cierto, han puesto una canción de Sonic Youth, una que me gustaba muchísimo 'Bull in the Heather' o algo así. Pero no es esa la que tenía pensada. Hace mil años me compré el A Thousand Leaves, con cierta desconfianza. No es un disco de los que te acuerdes mucho. No parece el mejor disco de Sonic Youth, que pareciera que después del Washing Machine ya lo tuvieran todo dicho, pero es que en este disco hay algunas canciones tremendas. De las suaves, como Snare, girl, o de las brutales como esta Wildflower Soul. La tocan en 1998 en un festival en Japón. Qué jovenes están aquí todavía. Qué impresionante la Kim Gordon, qué careja de jovenzuelo que tiene el Thurston. Vaya nombre Thurston. ¿De dónde vendrá?
http://www.youtube.com/watch?v=_AhystaUfmM
Y nos vamos con una pieza bonita para terminar. Un canto a la esperanza. Los médicos de Madrid han desconvocado la huelga después de que se haya aprobado la privatización de la sanidad en la Comunidad. Estupendo entonces. Otra derrota, hasta la victoria final. ¿Y qué sonará el día de la victoria final? Pues nada menos que el Himno a la alegría de Beethoven. Sin Miguel Ríos ni nada. A la brava, con su orquestón sinfónico y todo. Aquí lo tenemos en una maravillosa interpretación de la Orquesta Sinfónica Hispalense, el Coro de la Universidad de Sevilla y el Coro de la Universidad de Leipzig. Un canto a la victoria y a la esperanza. Claro que si.
http://www.youtube.com/watch?v=JCwXOyTcs40
Pues nada. Nos veremos antes, pero si no nos vemos, que tengan feliz entrada de año. Pero que nos vemos, seguro. Buen fin de semana, eso sí.
jueves, 27 de diciembre de 2012
Jordi Pujol
Filosofía barata en un jarrillo de lata. Calles muy bonitas pero no tan bonitas como en otros lugares. ¿Es Barcelona una gran ciudad o sólo es una ciudad bonita pero no es una gran ciudad?, pregunta una chica que arrastra una maleta, en inglés, a una pareja que tampoco es de aquí. Una ciudad muy bonita. En una ciudad muy bonita con unas luces de navidad que no sabemos lo que han costado y queremos saberlo, aunque sea la última cosa que sepamos. Quiero saber. Quiero saberlo todo. El mundo ha cambiado mucho en el últimos meses. Lo que parecía que nunca podría pasar, pasa. Aquellas cosas que nunca creías que ibas a ber, las ves. ¿Ves? Ver con b. La mirada firme y confiada en el futuro. El futuro está ahí, el futuro es una novela de Charles Dickens. El futuro es la caridad. Comedores sociales, gente poblando las iglesias en nochebuena para cenar, la caridad, la voluntad y el esfuerzo solidario para ayudar al que menos tiene. Cada vez son más los que tienen menos. Son. Ellos. Yo no. Yo también. Ya no puedo hablar en tercera persona. Pero todo se arregla con voluntad y ganas de aprovechar las oportunidades. Una visita a un punto clave. Aprovechar las oportunidades, liarte la manta a la cabeza. Vuelva usted otro día, mejor, ya le llamaré yo si acaso. Y piénsatelo otra vez antes de venir, que no todo el monte es orégano. Camarada. Compañero. Lo que pensaba uno que nunca iba a oír, jamás. Compañero. ¿Yo soy el compañero de alguien? Compañero. Y habla y habla uno y se da cuenta de que ha caído en las garras. Si antes uno estaba convencido, ahora está convencido y es militante. Jordi Pujol. Verlo todo con las gafas de la patria. Gafas nuevas, unas gafas vistosas, unas bonitas gafas a la moda. Una moda que ya no puedes seguir. Verlo todo con el tamiz de la nación, de la tierra, del pueblo, de la lengua. El acerbo común. El más allá y el más acá. Un año nuevo. Una vida nueva, en una nueva ciudad. Eso sería chulo. La vida es chula, dice el anuncio. Una playa en Tailandia, fiesta todas la noches, pumpumpum. Filosofía barata. Eres más apañao que un jarrillo de lata. Jordi Pujol. La nación por encima de todo. Es la nación o es la clase. Es igual. Dos finales perdidas. Dos pérdidas. Dos finales que se han ido. Dos finales que no volverán. Eran tan jóvenes y tenían tantas cosas por delante. No eran tan jóvenes y ya habían visto mucho. Quizás les vendría bien separarse. ¿No? Nadie lo sabe. A cada uno le parecerá una cosa distinta. Pero todo es posible, claro. No sé. Jordi Pujol seguro que sabe decir una cosa sobre el tema y seguro que es capaz de dejarme sin saber qué ha dicho. Felipe González sabe decir una cosa que seguro que me cabrea. El resto del mundo debate pero ellos tienen una solución porque ya la han visto. De qué cosas se preocupa uno. En una mesa arreglo el mundo, propongo teorías, hago análisis, y luego al salir a la calle, no tengo paraguas y me mojo, porque así es. Es así. De qué cosas me gusta preocuparme, y qué poco práctico que soy. Jordi Pujol. Priorizar. Lo que toca, lo que no toca. Hay que priorizar. Lo que está bien y lo que no está bien. Lo que se hace y lo que se dice. Una playa en Tailandia, un alquiler, un equipo de fútbol, los libros, me pican los ojos, los gatos, el frío, las camisetas viejas, las bambas nuevas, unos pantalones sin agujeros, un departamento nuevo, personal obsoleto, gemelos, el trabajo, los meses, los meses, el trabajo, la memoria. Acordarme. Nos tenemos que acordar más de las cosas. El año que termina. Nos tenemos que acordar.
viernes, 21 de diciembre de 2012
Miscelánea
A ver, a ver porqué no puedo yo también comentar lo del final del mundo, como hace todo dios. Claro, el final del mundo. El de los mayas. Claro. ¿No se han enterado? Pues nada. Eso. Que el fin del mundo. Los mayas y sus cosas. ¿Y porqué van a estar equivocados? A ver. Digo yo. ¿Y si realmente tienen razón y esto se va al garete? Claro, los mayas ahora, los de ahora, dicen que no, que sus antepasados se columpiaron y que no desto. Pero que vamos, que los mayas de ahora también tienen que pensárselo y decir, oye, esto ¿qué? ¿no? Y claro, si los mayas fallaron... no te digo yo que los unos o los otros tampoco estén en lo cierto. Y si los mayas fallan, claro, los hindúes porqué van a estar en lo suyo con la reencarnación, o los cristianos con el cielo, y así todo. La virgen. Pondremos una de los Beatles, la del final, y por lo menos eso que nos llevamos.
http://www.youtube.com/watch?v=gI38vPDCoao
El otro día, ya que estamos con los Beatles, Paul Mccartney volvió a ganar puntos como el crack entre los cracks y se desmarcó actuando con lo que queda de Nirvana. Queda casi todo. En resumen, que él hizo de Kurt Cobain, pero como Kurt Cobain estaba casado con Courtney Love y esta no quiere que se toquen canciones de los Nirvana, pues tuvieron que tocar otra cosa. Y oiga, pues muy bien tocada. Un cancionorro, que a veces se parecía un pelín a Helter Skelter. Pero nada, un poquito nada más. Muy bien, hace gracia ver a Sir Paul tocando con estos, que ya tampoco son tan jóvenes, cuidado. Pero que eso. Nada. Bien.
http://www.youtube.com/watch?v=ma8nDZaFp4k
Pollos antiguos. Pollos viejos. Una canción de Kevin Ayers acompañado a la guitarra por Ollie Halsall. Vaya vida divertida y agradosa la del Ollie Halsall o como vayan distribuidas las ll en el nombre. Vaya vida bonita de vivirla y de estar allí con él. Qué desastre. Por favor. Si ven el vídeo, verán que hay un rubio que es el que canta, otro rubio que toca la guitarra que es el guitarra de Police y luego ya está él, un medio calveras. La canción, aunque son dos, la canción es Shouting in a bucket blues. Una canción bastante maja, la verdad. Y si, es Andy Summers. El de Police. La relación de Andy Summers con la escena de Canterbury tiene su miga. Pero eso ya otro día. Además, en esta época Police estaban en todo lo suyo, y él ahí tocando con el jipi del Ayers.
http://www.youtube.com/watch?v=YUF8WKk7H98
Anuncios con swing de fondo. Imágenes de gente comprando, gente más o menos feliz y tal. Villancicos de esos de 'santa is coming to town'. De esos de 'rudolph de red nose...'. De esos en los que uno se imagina que es realmente un neoyorquino que va a comprar los regalos para la cena de navidad. De esos. De esos que todos nos imaginamos. De esos que tienen swing, que tienen charme, que hacen las cosas casi con un deadline. Deadline. En fin. Ahora vamos a escuchar una canción de unos que se llamaban n-634 con el señor Poch a la voz, dentro del tremendo disco 'navidades radioactivas', y la canción se llama 'Manzana sobre Manzana'. Y aquí paz y después...
http://www.youtube.com/watch?v=-_URGYEPj2w
El otro día pusieron un documental sobre Pearl Jam. No. No voy a poner una canción de Peral, digo Pearl Jam. Eso sí, acabo de ver que Pearl Jam versioneaban nada menos que el 'Don't believe in Christmas'. Una barbaridad de canción que cantaban esos bárbaros del ritmo que son los Sonics. Son, o eran, mejor dicho. No te creas las navidades. Celebra el fin de año. Ese es mi estilo. El estilo de dejar claro que yo, yo, y nada más que yo, no estoy siguiendo la corriente. Así soy yo, nena. Así soy yo, chato. Cuidadito.
http://www.youtube.com/watch?v=T7XJUeHWePw
Si han de hacer alguna fiestecilla o algo, si tiene usted que poner una canción para amenizar la cena de nochebuena, lo que sea, no se olviden de poner el 'Que bueno baila usted', de Benny Moré. Es la buena. Castellano, que bueno baila usted. Generoso. Repito mucho los mismos argumentos pero esta es también de esas canciones que merece la pena que no se terminen nunca. Que se alarguen hasta que la deidad pertinente diga basta. Los mayas mismo. ¿Hemos dicho ya que esto se acaba? Pues que sea a lomos de esta tropa. Generoso.
http://www.youtube.com/watch?v=VOrr9SRF8SE
Pues nada. Que pasen unos días fabulosos y que eso. Mary quismas!!
http://www.youtube.com/watch?v=gI38vPDCoao
El otro día, ya que estamos con los Beatles, Paul Mccartney volvió a ganar puntos como el crack entre los cracks y se desmarcó actuando con lo que queda de Nirvana. Queda casi todo. En resumen, que él hizo de Kurt Cobain, pero como Kurt Cobain estaba casado con Courtney Love y esta no quiere que se toquen canciones de los Nirvana, pues tuvieron que tocar otra cosa. Y oiga, pues muy bien tocada. Un cancionorro, que a veces se parecía un pelín a Helter Skelter. Pero nada, un poquito nada más. Muy bien, hace gracia ver a Sir Paul tocando con estos, que ya tampoco son tan jóvenes, cuidado. Pero que eso. Nada. Bien.
http://www.youtube.com/watch?v=ma8nDZaFp4k
Pollos antiguos. Pollos viejos. Una canción de Kevin Ayers acompañado a la guitarra por Ollie Halsall. Vaya vida divertida y agradosa la del Ollie Halsall o como vayan distribuidas las ll en el nombre. Vaya vida bonita de vivirla y de estar allí con él. Qué desastre. Por favor. Si ven el vídeo, verán que hay un rubio que es el que canta, otro rubio que toca la guitarra que es el guitarra de Police y luego ya está él, un medio calveras. La canción, aunque son dos, la canción es Shouting in a bucket blues. Una canción bastante maja, la verdad. Y si, es Andy Summers. El de Police. La relación de Andy Summers con la escena de Canterbury tiene su miga. Pero eso ya otro día. Además, en esta época Police estaban en todo lo suyo, y él ahí tocando con el jipi del Ayers.
http://www.youtube.com/watch?v=YUF8WKk7H98
Anuncios con swing de fondo. Imágenes de gente comprando, gente más o menos feliz y tal. Villancicos de esos de 'santa is coming to town'. De esos de 'rudolph de red nose...'. De esos en los que uno se imagina que es realmente un neoyorquino que va a comprar los regalos para la cena de navidad. De esos. De esos que todos nos imaginamos. De esos que tienen swing, que tienen charme, que hacen las cosas casi con un deadline. Deadline. En fin. Ahora vamos a escuchar una canción de unos que se llamaban n-634 con el señor Poch a la voz, dentro del tremendo disco 'navidades radioactivas', y la canción se llama 'Manzana sobre Manzana'. Y aquí paz y después...
http://www.youtube.com/watch?v=-_URGYEPj2w
El otro día pusieron un documental sobre Pearl Jam. No. No voy a poner una canción de Peral, digo Pearl Jam. Eso sí, acabo de ver que Pearl Jam versioneaban nada menos que el 'Don't believe in Christmas'. Una barbaridad de canción que cantaban esos bárbaros del ritmo que son los Sonics. Son, o eran, mejor dicho. No te creas las navidades. Celebra el fin de año. Ese es mi estilo. El estilo de dejar claro que yo, yo, y nada más que yo, no estoy siguiendo la corriente. Así soy yo, nena. Así soy yo, chato. Cuidadito.
http://www.youtube.com/watch?v=T7XJUeHWePw
Si han de hacer alguna fiestecilla o algo, si tiene usted que poner una canción para amenizar la cena de nochebuena, lo que sea, no se olviden de poner el 'Que bueno baila usted', de Benny Moré. Es la buena. Castellano, que bueno baila usted. Generoso. Repito mucho los mismos argumentos pero esta es también de esas canciones que merece la pena que no se terminen nunca. Que se alarguen hasta que la deidad pertinente diga basta. Los mayas mismo. ¿Hemos dicho ya que esto se acaba? Pues que sea a lomos de esta tropa. Generoso.
http://www.youtube.com/watch?v=VOrr9SRF8SE
Pues nada. Que pasen unos días fabulosos y que eso. Mary quismas!!
jueves, 20 de diciembre de 2012
Karpov
A ver. Yo, mover ya he movido. Me ha costado bastante mover, y casi muevo tarde, pero mover ya he movido. Ahora a ver qué pasa. Qué incertidumbre. El abanico de posibilidades del rival me tiene con los nervios a flor de piel. Porque el rival se las trae. Míralo. Ahí lo tienes, que parece que no se entera. Claro, lo ves y dices, pero este qué va a hacer, si míralo. Míralo. Si es que no tiene nada que hacer. Seguro que se achina y no hace nada. Seguro que se hace caca porque míralo. Es que míralo. Pero es que así mismo llevo ya toda la partida y la partida se está haciendo larga y larga. No sé ni el tiempo que llevamos con esta partida. Demasiado tiempo y he tenido que ir a mover demasiado tarde. O no. Es que no lo sé. Porque claro, es que veo la cara de este y... es que no veo qué. No le veo nada. Veo ahí el bigotillo que se le dibuja, pero no veo absolutamente nada. Se ha quedado como si con él no fuera la cosa. Como si no hubiera movido. Igual es que no se ha enterado todavía y necesita una confirmación o algo. No sé si avisarle yo. No hace falta. No creo. Ya lo habrá visto. Vamos, si estamos aquí es porque tenemos que mover. No sé. Se me está yendo. Estoy que no sé ni donde estoy. Bueno. A ver. Va. Porque a él el reloj también le corre. ¿O no le corre? A ver si a él no le va a correr como a mí... porque he escuchado antes de entrar que al parecer aquí hacen pirulas con el tiempo y con los relojes y con todo. Y ya lo he visto, que aquí el chiquitos este parece que sea de algodón. Todo el mundo está con él como si fuera el mismo Buda que ha venido a impartir nosequé. ¿Porqué le he comparado con Buda? Ay, que estoy perdiendo el tino. Ti-no. Cons-tan-ti-no. Tenía un amigo allá en la infancia perdida, que tenía a su vez un primo y toda la gracia que tenía el tal primo era que se llamaba Constantino. Y le llamaban Cons-tan-ti-no. ¿Por qué recuerdo esto yo ahora aquí? Tendría que estar pendiente de la partida y no lo estoy. O a lo mejor es que estoy demasiado pendiente de la partida y tengo ganas de pensar en otras cosas. Será eso. Yo que sé. La vida. ¿Qué va a mover este? Igual no mueve y deja esto corre. A que no mueve. Este es capaz de no mover. Si no mueve es peor, porque me han dicho que aquí las normas las tienen tan cambiadas que sino mueve tiene encima las de ganar. No creo que pase eso, pero oye, todo puede ser. De verdad. Qué vida esta. Ahora este no mueve y yo no sé qué va a pasar y esta partida está siendo rara de narices. No mueve. O no se ha enterado que tiene que mover. Dios qué nervios.
miércoles, 19 de diciembre de 2012
Navidad y negocios
¿Por qué no parar aquí mismo a tomarme una caña y hago tiempo? Desde fuera no tiene nada de particular el sitio. Miro y quien está detrás de la barra es un señor mayor. Señor mayor con gafas. El eterno camarero sin muchas palabras y con mucho encaje. Es Navidad. Se nota porque fuera hace frío. Se nota porque el bar está decorado con esos papelitos dorados, con esa nieve simulada en las ventanas, con algunas bolas brillantes. Aquí mismo me voy a tomar una cañita rápida, que tengo tiempo. En la tele están dando el Depor con el Valladolid. Todo el rato que llevo caminando me he ido fijando en que en todos los bares está puesto el fútbol. Es un partido de mierda y no creo que todo el mundo, aunque haya muchos gallegos y dueños de bares gallegos, sea del Depor. Pero casi todos los bares tienen el fútbol puesto. Van cero a cero, como no podía ser de otra manera. Entro y pido una 'caña, pequeñita'. Y hago el gesto así de pequeñito con los dedos. No quiero un tubo, ni una mediana, quiero una caña pequeñita, por matar el tiempo.
Pantalones vaqueros desgastados y culos anchos. Pata ancha. Chaquetas grises, gordotas. Pelos de la nuca asalvajados, grises, pocas palabras. En la barra hay tres clientes más. Entran y salen de la calle porque están fumando. Vuelven a entrar los tres. Cabeza gorda y calva, vino rosado, chaqueta de chandal clara y pantalones vaqueros desgastados. Pata ancha. Uno habla mucho. Otro es el hombre de pocas palabras. El otro es el perdido que va haciendo el tonto con lo que ve. No quiere beber más vino, porque le sienta mal. El comentario hace que uno, casi sin querer, quiera saber más y no quiera saber nada más. Entra otro parroquiano que te es familiar y se pone a jugar a la máquina. Uno que acaba de entrar de fumar y que ha ido al lavabo viene y se pone casi a mi lado. Lleva las manos mojadas, no se las ha secado en el lavabo. Le pregunto si le molesta la bolsa y me dice que no. Las manos mojadas. Se bebe un vino como un relámpago y se va.
El camarero me ha puesto un pincho de tortilla casi sin que me diera cuenta. De hecho es que no me he dado cuenta. Ha aparecido el pincho de tortilla justo a mi lado. El Depor ataca pero no llega a nada. El Valladolid sale a la contra con cierta gracia, pero el tal Manucho nunca parece estar donde tiene que estar. Y mira que tiene planta Manucho. Cambian a Valerón porque el hombre no tiene fuerzas ni para salir del campo. El del chándal empieza a hablar.
Y dice algo de que tiene que ir a hablar con nosequién, a la discoteca, que está en el polígono. Estuvo hablando con él y le dijo que tenían una cadena de puticlubs que cotizaban en bolsa. 14 puticlubs por toda Europa que cotizan en bolsa. Y que le han propuesto llevar el que van a hacer aquí. A él. Al de la chaqueta de chándal. El del pelo gris sobrante en la nuca asiente y no dice ni sí ni no. Me recuerda a alguien de otro bar. El pelo sobrante de la nuca gris, asalvajado. Hace mucho que nadie va al peluquero. Yo creo que también tengo ese pelo sobrante en la nuca, pero no es gris todavía. Cerco de sucio en la chaqueta. Chaqueta gris, pantalón vaquero azul desgastado, pata ancha. El que no puede beber más dice que su vaso se lo beban ellos. El del chándal dice que él les ha dicho que si, pero que quiere contar con su gente. Que quiere elegir él a los que trabajen. Que a él no le van a...
Yo creo que es suficiente. El Depor no va a marcar. El camarero, el dueño, está apretando una fregona. Intento cruzar con él la mirada pero no me ve. Al final le digo 'me cobra' y viene. Y yo me voy.
Estamos levantando el país.
Pantalones vaqueros desgastados y culos anchos. Pata ancha. Chaquetas grises, gordotas. Pelos de la nuca asalvajados, grises, pocas palabras. En la barra hay tres clientes más. Entran y salen de la calle porque están fumando. Vuelven a entrar los tres. Cabeza gorda y calva, vino rosado, chaqueta de chandal clara y pantalones vaqueros desgastados. Pata ancha. Uno habla mucho. Otro es el hombre de pocas palabras. El otro es el perdido que va haciendo el tonto con lo que ve. No quiere beber más vino, porque le sienta mal. El comentario hace que uno, casi sin querer, quiera saber más y no quiera saber nada más. Entra otro parroquiano que te es familiar y se pone a jugar a la máquina. Uno que acaba de entrar de fumar y que ha ido al lavabo viene y se pone casi a mi lado. Lleva las manos mojadas, no se las ha secado en el lavabo. Le pregunto si le molesta la bolsa y me dice que no. Las manos mojadas. Se bebe un vino como un relámpago y se va.
El camarero me ha puesto un pincho de tortilla casi sin que me diera cuenta. De hecho es que no me he dado cuenta. Ha aparecido el pincho de tortilla justo a mi lado. El Depor ataca pero no llega a nada. El Valladolid sale a la contra con cierta gracia, pero el tal Manucho nunca parece estar donde tiene que estar. Y mira que tiene planta Manucho. Cambian a Valerón porque el hombre no tiene fuerzas ni para salir del campo. El del chándal empieza a hablar.
Y dice algo de que tiene que ir a hablar con nosequién, a la discoteca, que está en el polígono. Estuvo hablando con él y le dijo que tenían una cadena de puticlubs que cotizaban en bolsa. 14 puticlubs por toda Europa que cotizan en bolsa. Y que le han propuesto llevar el que van a hacer aquí. A él. Al de la chaqueta de chándal. El del pelo gris sobrante en la nuca asiente y no dice ni sí ni no. Me recuerda a alguien de otro bar. El pelo sobrante de la nuca gris, asalvajado. Hace mucho que nadie va al peluquero. Yo creo que también tengo ese pelo sobrante en la nuca, pero no es gris todavía. Cerco de sucio en la chaqueta. Chaqueta gris, pantalón vaquero azul desgastado, pata ancha. El que no puede beber más dice que su vaso se lo beban ellos. El del chándal dice que él les ha dicho que si, pero que quiere contar con su gente. Que quiere elegir él a los que trabajen. Que a él no le van a...
Yo creo que es suficiente. El Depor no va a marcar. El camarero, el dueño, está apretando una fregona. Intento cruzar con él la mirada pero no me ve. Al final le digo 'me cobra' y viene. Y yo me voy.
Estamos levantando el país.
martes, 18 de diciembre de 2012
Station to Station - David Bowie
Ya es tarde para ser odioso. Ya es tarde para llegar tarde otra vez. De todos los discos de David Bowie, el último que descubrí, el último que me atreví a escuchar, (dejando a un lado el Young Americans), fue el Station to Station. El viernes pasado lo quité del mp3 para ganar espacio. Me arrepiento ahora de eso. Lo tendré que poner otra vez.
Station to Station es un disco de 1976. David Bowie ya no es Ziggy, ha hecho el disco Diamond Dogs y el Young Americans. Ya va vestido casi como una persona de orden porque quiere tener éxito en los Estados Unidos. Eso dicen. Pero no está en orden. Al parecer está bastante fastidiado por la cocaína. No se entera de nada. Pero para no enterarse este disco es bestial. El disco es raro porque tiene muchas cosas, que entre sí no parecen cuadrar pero que casan.
Se abre la historia con la canción Station to Station. De la misma manera que Kraftwerk hacen un año después el Trans Europa Express, todo parece arrancar como un tren que va despacio. Aquí si embargo no hay máquinas. Es guitarra, bajo, batería, distorsión, y un pequeño titotitotito de un sintetizador. Durante bastante rato el ritmo machacón va metiéndonos en vereda. Hay versiones en directo con la guitarra de Adrian Belew con unas distorsiones durante este tramo de la canción que son alucinantes. Al cabo de unos minutos, el ritmo se para y entra el cantante diciendo nos que ha regresado el delgado duque blanco. Y vuelve el ritmo machacón con un recitado de Bowie que si uno se lo lee en inglés dice... vaya rollito raro que me lleva el menda. No voy a decir que se parezca o que sea igual, pero la letra recuerda un poco a la de otra canción larga, la que abría el The man who sold the world. Cuando termina el recitado, vuelve a venir el duque blanco y la canción se anima, empieza a trotar y de lo machacón se pasa a otra cosa. Cómo estará la cosa para que él mismo diga que quizás todo sea efecto de la cocaína o que quizás esté enamorado. Y a partir de ahí a repetir que es muy tarde para ser odioso, que es muy tarde para llegar tarde, que es muy tarde para estar agradecido, que es muy tarde para llegar tarde. Sobre lo de que el canon europeo está de vuelta... eso no lo entiendo. Entiendo lo que entiendo. Y las frases y el ritmo en el que están enmarcadas, me dan ganas de cantar. Es muy tarde para ser odioso, es muy tarde para llegar tarde. Debo ser uno entre un millón, dice. No sé, esta parte de la canción me vale por todo lo que queda de disco. Son diez minutos de canción y esta parte debe alargarse unos cinco minutos. Me encanta. No debería terminarse nunca. Es muy tarde, es muy tarde, es muy tarde. No debería terminarse nunca.
Pero se termina. La siguiente canción es Golden Years. Cuando escuché esta canción en el disco ChangesBowie, hace un porrón de años, me encantaba. Me gustaba todo menos cuando decía 'angel', con ese falsete. No sé. Pero todo lo demás me gustaba mucho. Ahora, con el paso del tiempo o porque hay canciones que me gustan más aquí dentro, esta canción casi me pasa desapercibida. Me gusta cuando se encana al final con el ritmo, cuando ya no cantan, cuando solo dicen golden years, ua ua ua. Esa parte de la canción me gusta.
Word on a wing. ¿Es una balada? A ver. Cuando escuchas el disco, si vienes de una tradición en la que un tío cantando con el micro en plan 'profundo' te da repelús, siempre la dejas de lado. Pero a medida que escuchas la canción, hay algo que te hace meterte en ella. En la canción se habla de cambiar el esquema de las cosas. Creo, y digo creo porque me he leído la letra alguna vez, que va de alguien enamorado, que le pide al otro que cambie, que deje de mirar las cosas como las mira y que se deje querer. Creo. Digo. No lo sé realmente, porque mi comprensión lectora del inglés... en fin. Pero me gusta pensar que dice eso. Esta canción cada vez me gusta más.
En cuanto a TVC15 la cosa me va a días. No sé porqué esta canción me suena de haber sido versioneada por Iggy Pop, pero veo que no. No sé porqué, pero me parece que la primera parte de la canción no me interesa, para luego, al final, cuando la cosa se tensa y las guitarras se endurecen, si. Los gustos de uno, que son así.
La penúltima canción del disco puede parecer una tontería, pero para mí es la segunda canción del disco en importancia. Stay es una canción funky. Pero para mí es algo más que una canción funky, no sé, tiene algo que la hace oscurita y chunga. Aquí parece como si David Bowie le estuviera pidiendo a alguien que se quedara.
- Eres un lince, Tolya. Como la canción se llama Stay...
Efectvamente. Igual que con Station to Station hay unos directos en los que Adrian Belew hace unas cositas con la eléctrica aquí que son de alucinar. Una canción funky, pero que Bowie canta como angustiado, y en el estribillo casi parece que llora. O lo simula. El tramo final de la canción, un tramo bastante largo, es instrumental, machacón, con el bajo golpeando pompompom pom. Me encantaría hacer algo así alguna vez. Saber hacerlo. Meter a todo el mundo en esa especie de ritmo que parece de película de Shaft, pero sin nadie en la calle. No sé.
Y por último Wild is the wind, que es una canción que cantaba Nina Simone y que yo nunca he escuchado cantar a Nina Simone. Otra balada. Es bonita. Tranquiliza después del pasadón de Stay.
En fin. Un discazo. Un discazo que hay que escuchar aunque sea para escuchar a otro Bowie, un disco a mi juicio raro. Sobre todo por la primera canción, el resto de canciones igual es más homologable a otras cosas suyas. Pues nada. A recuperarlo para el mp3.
Station to Station es un disco de 1976. David Bowie ya no es Ziggy, ha hecho el disco Diamond Dogs y el Young Americans. Ya va vestido casi como una persona de orden porque quiere tener éxito en los Estados Unidos. Eso dicen. Pero no está en orden. Al parecer está bastante fastidiado por la cocaína. No se entera de nada. Pero para no enterarse este disco es bestial. El disco es raro porque tiene muchas cosas, que entre sí no parecen cuadrar pero que casan.
Se abre la historia con la canción Station to Station. De la misma manera que Kraftwerk hacen un año después el Trans Europa Express, todo parece arrancar como un tren que va despacio. Aquí si embargo no hay máquinas. Es guitarra, bajo, batería, distorsión, y un pequeño titotitotito de un sintetizador. Durante bastante rato el ritmo machacón va metiéndonos en vereda. Hay versiones en directo con la guitarra de Adrian Belew con unas distorsiones durante este tramo de la canción que son alucinantes. Al cabo de unos minutos, el ritmo se para y entra el cantante diciendo nos que ha regresado el delgado duque blanco. Y vuelve el ritmo machacón con un recitado de Bowie que si uno se lo lee en inglés dice... vaya rollito raro que me lleva el menda. No voy a decir que se parezca o que sea igual, pero la letra recuerda un poco a la de otra canción larga, la que abría el The man who sold the world. Cuando termina el recitado, vuelve a venir el duque blanco y la canción se anima, empieza a trotar y de lo machacón se pasa a otra cosa. Cómo estará la cosa para que él mismo diga que quizás todo sea efecto de la cocaína o que quizás esté enamorado. Y a partir de ahí a repetir que es muy tarde para ser odioso, que es muy tarde para llegar tarde, que es muy tarde para estar agradecido, que es muy tarde para llegar tarde. Sobre lo de que el canon europeo está de vuelta... eso no lo entiendo. Entiendo lo que entiendo. Y las frases y el ritmo en el que están enmarcadas, me dan ganas de cantar. Es muy tarde para ser odioso, es muy tarde para llegar tarde. Debo ser uno entre un millón, dice. No sé, esta parte de la canción me vale por todo lo que queda de disco. Son diez minutos de canción y esta parte debe alargarse unos cinco minutos. Me encanta. No debería terminarse nunca. Es muy tarde, es muy tarde, es muy tarde. No debería terminarse nunca.
Pero se termina. La siguiente canción es Golden Years. Cuando escuché esta canción en el disco ChangesBowie, hace un porrón de años, me encantaba. Me gustaba todo menos cuando decía 'angel', con ese falsete. No sé. Pero todo lo demás me gustaba mucho. Ahora, con el paso del tiempo o porque hay canciones que me gustan más aquí dentro, esta canción casi me pasa desapercibida. Me gusta cuando se encana al final con el ritmo, cuando ya no cantan, cuando solo dicen golden years, ua ua ua. Esa parte de la canción me gusta.
Word on a wing. ¿Es una balada? A ver. Cuando escuchas el disco, si vienes de una tradición en la que un tío cantando con el micro en plan 'profundo' te da repelús, siempre la dejas de lado. Pero a medida que escuchas la canción, hay algo que te hace meterte en ella. En la canción se habla de cambiar el esquema de las cosas. Creo, y digo creo porque me he leído la letra alguna vez, que va de alguien enamorado, que le pide al otro que cambie, que deje de mirar las cosas como las mira y que se deje querer. Creo. Digo. No lo sé realmente, porque mi comprensión lectora del inglés... en fin. Pero me gusta pensar que dice eso. Esta canción cada vez me gusta más.
En cuanto a TVC15 la cosa me va a días. No sé porqué esta canción me suena de haber sido versioneada por Iggy Pop, pero veo que no. No sé porqué, pero me parece que la primera parte de la canción no me interesa, para luego, al final, cuando la cosa se tensa y las guitarras se endurecen, si. Los gustos de uno, que son así.
La penúltima canción del disco puede parecer una tontería, pero para mí es la segunda canción del disco en importancia. Stay es una canción funky. Pero para mí es algo más que una canción funky, no sé, tiene algo que la hace oscurita y chunga. Aquí parece como si David Bowie le estuviera pidiendo a alguien que se quedara.
- Eres un lince, Tolya. Como la canción se llama Stay...
Efectvamente. Igual que con Station to Station hay unos directos en los que Adrian Belew hace unas cositas con la eléctrica aquí que son de alucinar. Una canción funky, pero que Bowie canta como angustiado, y en el estribillo casi parece que llora. O lo simula. El tramo final de la canción, un tramo bastante largo, es instrumental, machacón, con el bajo golpeando pompompom pom. Me encantaría hacer algo así alguna vez. Saber hacerlo. Meter a todo el mundo en esa especie de ritmo que parece de película de Shaft, pero sin nadie en la calle. No sé.
Y por último Wild is the wind, que es una canción que cantaba Nina Simone y que yo nunca he escuchado cantar a Nina Simone. Otra balada. Es bonita. Tranquiliza después del pasadón de Stay.
En fin. Un discazo. Un discazo que hay que escuchar aunque sea para escuchar a otro Bowie, un disco a mi juicio raro. Sobre todo por la primera canción, el resto de canciones igual es más homologable a otras cosas suyas. Pues nada. A recuperarlo para el mp3.
lunes, 17 de diciembre de 2012
Les ànimes mortes - Nikolai Gógol
Iba el otro día en el metro terminándome ya el libro cuando una mujer que estaba sentada a mi lado me preguntó si el libro estaba escrito en catalán y qué libro era. Me extrañó la pregunta, normalmente la gente no te pregunta en el metro sobre lo que estás leyendo a no ser que estés buscando lo que estás buscando. Miré a la mujer y no tenía pinta tampoco de ser una literata, una profesora en excedencia, una intelectual con gafitas de color. No. Era una mujer corriente, con una bolsa de plástico. Como siempre, pienso que todo el mundo que va en el metro una vez que pasa la estación de Sagrera va para Santa Coloma y pensé que, igualmente, ella sería del pueblo. Le enseñé el libro y me dijo que no lo conocía, y que le extrañaba que leyese en catalán, porque ella no encontraba muchos libros en catalán. Le dije que era de la biblioteca de Santa Coloma. Me pareció raro el comentario. ¿Pocos libros en catalán? Pues si en la biblioteca hay... la señora insistió en que no los encontraba. Hice algún comentario sobre que quizás no había muchos libros contemporáneos... no sé, alguna estupidez. La señora se bajó en Trinitat Vella.
El libro se llama Les Ànimes Mortes y en la Biblioteca tenía la etiqueta de 'Nou', nuevo. Por lo tanto es una edición reciente. El libro lo escribió Gógol a mediados del XIX. Literatura rusa decimonónica. Droga dura. Gógol, por lo poco que sé, es, en la cadena que va de Pushkin a Dostoievski, un eslabón secundario. Primero Pushkin. Luego Quizás Lermontov. Y ya Gógol. Luego supongo que Turgueniev y Goncharov. Y ya Tolstoi y Dostoyevski. Algo así.
En la contraportada y en todas partes dicen que el argumento de este libro lo cogió Gógol prestado de Pushkin, del que era amigo. El argumento es el siguiente, un personaje llamado Txitxikov (en catalán, en castellano sería Chichikov) se planta en una ciudad de provincias, se hace amigo de los pudientes y luego va por sus distintas posesiones proponiéndoles que le vendan los muertos. Aquí me van a perdonar pero de asuntos administrativos no ando bien. Es decir, en esa época, los terratenientes rusos tenían pueblos, y en los pueblos vivía gente, y esa gente era suya. Suya. En propiedad. Y los podían comprar y vender. Cada cierto tiempo se hacía un censo, y se pagaban impuestos por esos campesinos, pero si morían algunos hasta el siguiente censo, se pagaban igual. Txitxikov proponía a los terratenientes que le vendieran los muertos, que total, ya estaban muertos y así él se hacía cargo de ellos, librándoles a los terratenientes de ellos. ¿No?
Una estafa.
Pero todos los terratenientes pican. El blando paniaguado, la vieja avarienta, el loco binguero, el rudo oso ruso, el ascético miserable, todos van cayendo y le van vendiendo almas muertas. Txitxikov va haciendo, incluso se enamorisca de la hija del gobernador general, pero el dicho loco binguero se va de la boca y su plan parece que va a naufragar así que tiene que salir por patas.
Esto ocurre durante la primera parte. Luego el libro tiene una segunda parte en la que faltan hojas. Faltan partes. Pero nos explican que Txitxikov va haciendo su viaje, conociendo a más terratenientes, y siguiendo con su plan. Y se nos cuenta la historia de los distintos terratenientes, su forma de pensar, su forma de organizar el pueblo, sus manías, sus vicios, y se hacen reflexiones sobre Rusia, sus problemas, sus rusos, etc. No es un libro aburrido, porque las historias son entretenidas y los retratos de los personajes son grotescos, y los diálogos, y todo es atrayente para leer. Pero no es un libro divertido. Hay mucha mierda ahí. La gente es mala. Txitxikov es mala gente, y aunque llore, suplique, se arranque el cabello, jure que nunca más lo volverá a hacer, terminará enredando a la peña. Y los otros querrán aprovecharse de ello. Y al final se salvarán todos. Y todo seguirá siendo la misma mierda. Y Txitxikov seguirá estafando como ha estafado toda su vida. Y los siervos seguirán pasando de mano a mano como si nada.
Al parecer Gógol tuvo una vida chunga, y acabó realmente mal, incluso llegó a quemar la segunda parte de esta novela. Liberal y reformista, tuvo accesos místicos y religiosos. Con lo que ni a unos ni a otros les cayó bien. Claro, en la novela, los reformistas, los místicos, los perfectos, los viciosos, los blandos, todos van cayendo y a todos los pone de vuelta y media. Menos uno, un tal Kostanjoglo que, paradójicamente no parece ruso, y que hace que su tierra prospere y todo vaya bien, aunque se deja engañar también por Txitxikov. El resto, fatal. El libro no termina. Txitxikov parece que va a seguir con su vida cuando... el manuscrito se termina.
Pues nada. Un muy buen libro pero te deja bastante mal sabor de boca.
El libro se llama Les Ànimes Mortes y en la Biblioteca tenía la etiqueta de 'Nou', nuevo. Por lo tanto es una edición reciente. El libro lo escribió Gógol a mediados del XIX. Literatura rusa decimonónica. Droga dura. Gógol, por lo poco que sé, es, en la cadena que va de Pushkin a Dostoievski, un eslabón secundario. Primero Pushkin. Luego Quizás Lermontov. Y ya Gógol. Luego supongo que Turgueniev y Goncharov. Y ya Tolstoi y Dostoyevski. Algo así.
En la contraportada y en todas partes dicen que el argumento de este libro lo cogió Gógol prestado de Pushkin, del que era amigo. El argumento es el siguiente, un personaje llamado Txitxikov (en catalán, en castellano sería Chichikov) se planta en una ciudad de provincias, se hace amigo de los pudientes y luego va por sus distintas posesiones proponiéndoles que le vendan los muertos. Aquí me van a perdonar pero de asuntos administrativos no ando bien. Es decir, en esa época, los terratenientes rusos tenían pueblos, y en los pueblos vivía gente, y esa gente era suya. Suya. En propiedad. Y los podían comprar y vender. Cada cierto tiempo se hacía un censo, y se pagaban impuestos por esos campesinos, pero si morían algunos hasta el siguiente censo, se pagaban igual. Txitxikov proponía a los terratenientes que le vendieran los muertos, que total, ya estaban muertos y así él se hacía cargo de ellos, librándoles a los terratenientes de ellos. ¿No?
Una estafa.
Pero todos los terratenientes pican. El blando paniaguado, la vieja avarienta, el loco binguero, el rudo oso ruso, el ascético miserable, todos van cayendo y le van vendiendo almas muertas. Txitxikov va haciendo, incluso se enamorisca de la hija del gobernador general, pero el dicho loco binguero se va de la boca y su plan parece que va a naufragar así que tiene que salir por patas.
Esto ocurre durante la primera parte. Luego el libro tiene una segunda parte en la que faltan hojas. Faltan partes. Pero nos explican que Txitxikov va haciendo su viaje, conociendo a más terratenientes, y siguiendo con su plan. Y se nos cuenta la historia de los distintos terratenientes, su forma de pensar, su forma de organizar el pueblo, sus manías, sus vicios, y se hacen reflexiones sobre Rusia, sus problemas, sus rusos, etc. No es un libro aburrido, porque las historias son entretenidas y los retratos de los personajes son grotescos, y los diálogos, y todo es atrayente para leer. Pero no es un libro divertido. Hay mucha mierda ahí. La gente es mala. Txitxikov es mala gente, y aunque llore, suplique, se arranque el cabello, jure que nunca más lo volverá a hacer, terminará enredando a la peña. Y los otros querrán aprovecharse de ello. Y al final se salvarán todos. Y todo seguirá siendo la misma mierda. Y Txitxikov seguirá estafando como ha estafado toda su vida. Y los siervos seguirán pasando de mano a mano como si nada.
Al parecer Gógol tuvo una vida chunga, y acabó realmente mal, incluso llegó a quemar la segunda parte de esta novela. Liberal y reformista, tuvo accesos místicos y religiosos. Con lo que ni a unos ni a otros les cayó bien. Claro, en la novela, los reformistas, los místicos, los perfectos, los viciosos, los blandos, todos van cayendo y a todos los pone de vuelta y media. Menos uno, un tal Kostanjoglo que, paradójicamente no parece ruso, y que hace que su tierra prospere y todo vaya bien, aunque se deja engañar también por Txitxikov. El resto, fatal. El libro no termina. Txitxikov parece que va a seguir con su vida cuando... el manuscrito se termina.
Pues nada. Un muy buen libro pero te deja bastante mal sabor de boca.
viernes, 14 de diciembre de 2012
Miscelánea
Asombrosas revelaciones. Ayer mismo se enteró mi compañero de una cosa. Que Little Richard era un poquito de aquella manera. Que no pasa nada, pero dijo 'vaya, tanta voz y tanto rollo y resulta...'. ¿Resulta qué? No resulta nada. Es lo que hay. Vamos a escuchar uno de esos cancionones de Little Richard que no sea Lucille. No por nada, pero es que Lucille la pongo mucho y va a parecer que este buen señor solo tenía esta canción. Mira, una de las cosas que me molaría, leerme la biografía de Little Richard, la que se llama 'Oooh my soul'. O algo así. Aquí lo vemos interpretando Long Tall Sally en algo que debe ser una película. Aspavientos y demás. Al parecer también presentaba dificultades al andar, por lo que el figura tenía que currarse los aspavientos y las poses cosa mala. Qué figura. UUUUU.
http://www.youtube.com/watch?v=QFL047fmsgg
Se ha muerto Ravi Shankar, ya lo he dicho. Aquí tenemos una de esas apariciones en televisión de las que se fue borrando progresivamente, porque se cansó de que los hippies lo fueran paseando por ahí. No, no fue así, pero bueno. Como no, sale George Harrison, pero como invitado. ¿Si no hubiera sido por George Harrison hubiéramos conocido a Ravi Shankar o la música india? Posiblemente sí, pero de otra manera. ¿Y si en vez de a Ravi Shankar, los Beatles hubieran descubierto a, yo que sé, Manolo Caracol o Pepe Habichuela? Hombre, pues no es mala pregunta, pero supongo que detrás de Manolo Caracol o Pepe Habichuela no había un gurú o una filosofía trascendental detrás. ...
...
Anda que no.
Aquí tenemos a Ravi Shankar en la tele, con el señor a la tabla y la señora rascando.
http://www.youtube.com/watch?v=4gWCiLexilY
Un momento, que me dicen por línea interna que también se ha muerto Dave Brubeck. Ah, ¿y quién es Dave Brubeck? Pues el que hizo la canción Take 5. ¿Y esa canción cuál es? Pues esa del piano que uno ha escuchado doscientas veces y no sabes cuál es. Pues es esa. Una canción que dicen que ha servido de base para otras muchas canciones. A mí se me ocurre siempre la misma, una de los Fabulosos Cadillacs, que se llama Niño Diamante o algo así. El otro día escuché que hay una muy famosa de nosequé grupo que también cogió la base. Es igual, aquí le tenemos con las gafotas tocándola en directo.
http://www.youtube.com/watch?v=faJE92phKzI
Siento ser tan pesado, pero no lo puedo evitar. El otro día, investigando en casa, descubrí que, efectivamente Daevid Allen había cantado Caroline. Caroline es una canción de los Matching Mole, de Robert Wyatt, de las canciones más bonitas que uno pueda encontrarse. Roberrt Wyatt y Daevid Allen eran compañeros en Soft Machine. Aquí vemos a un anciano Daevid Allen, pero qué anciano, tocando a su manera esta Caroline. Él no toca la batería, que toca el glissando, que según dicen es una guitarra eléctrica que saca un sonido especial. El Glissando. Son cosas de músicos, yo tampoco las entiendo. Qué fiera Daevid Allen.
http://www.youtube.com/watch?v=OHdub8m7XnQ
Ayer me propuse escuchar en casa las 69love songs de los Magnetic Fields. Son tres discos, pero no llegué hasta el final. Me quedé en el primer disco solamente, porque me atacó el hambre y hasta ahí podíamos llegar. Con el hambre no se juega. Era la segunda vez que escuchaba el disco o que lo intentaba. Me gustan otras cosas de este grupo, pero la primera vez que lo intenté con las 69 love songs, no pude. Además, alguien me dijo que a alguien le gustaba mucho este grupo y pensé... no, yo no. Bah, prejuicios. Pues me gustó. De entre todas, me quedé con una, porque entendí que decían algo de 'beber cerveza'. La canción se llama Reno Dakota y claro, la canta la chica.
http://www.youtube.com/watch?v=o8JuG6nRhb4
Concierto de los Planetas el pasado viernes. Veredicto: para mí bien. El caso es que empezaron muy flojunos para mi gusto. No por ellos, o quizás fueron ellos, pero es que esas canciones no me hacen mucho tilín. La cosa fue remontando y al final terminaron de narices. A mi es que esa de diez minutos del final de la Opera Egipcia, la de Los Poetas, es que me mola. Es de las de cerrar los ojillos. Lo vimos el concierto demasiado atrás para mi gusto, pero bueno, no estuvo mal. No vino la I., y eso deslució bastante todo el tema. Todo el mundo esperaba que se despidieran con La Caja del Diablo. Qué clase de seguidor de los Planetas soy yo que no conozco La Caja del Diablo. Ni tarareándomela. Nada. Y aquí los tenemos en el uffff, cantándola en los directos de radio 3. Debe ser el mismo día que presentaban Una semana en el motor del autobús, aquel día lo vi yo esto en directo, que presentaban el batería nuevo, el Erik. Joder. No me suena de nada.
http://www.youtube.com/watch?v=X5Hhqjzb9AI
Y a otra cosa mariposa. Hemos salvado una semana y ya queda menos. Para bingo. A ver la semana que viene, que promete. Que pasen un buen finde, por eso.
http://www.youtube.com/watch?v=QFL047fmsgg
Se ha muerto Ravi Shankar, ya lo he dicho. Aquí tenemos una de esas apariciones en televisión de las que se fue borrando progresivamente, porque se cansó de que los hippies lo fueran paseando por ahí. No, no fue así, pero bueno. Como no, sale George Harrison, pero como invitado. ¿Si no hubiera sido por George Harrison hubiéramos conocido a Ravi Shankar o la música india? Posiblemente sí, pero de otra manera. ¿Y si en vez de a Ravi Shankar, los Beatles hubieran descubierto a, yo que sé, Manolo Caracol o Pepe Habichuela? Hombre, pues no es mala pregunta, pero supongo que detrás de Manolo Caracol o Pepe Habichuela no había un gurú o una filosofía trascendental detrás. ...
...
Anda que no.
Aquí tenemos a Ravi Shankar en la tele, con el señor a la tabla y la señora rascando.
http://www.youtube.com/watch?v=4gWCiLexilY
Un momento, que me dicen por línea interna que también se ha muerto Dave Brubeck. Ah, ¿y quién es Dave Brubeck? Pues el que hizo la canción Take 5. ¿Y esa canción cuál es? Pues esa del piano que uno ha escuchado doscientas veces y no sabes cuál es. Pues es esa. Una canción que dicen que ha servido de base para otras muchas canciones. A mí se me ocurre siempre la misma, una de los Fabulosos Cadillacs, que se llama Niño Diamante o algo así. El otro día escuché que hay una muy famosa de nosequé grupo que también cogió la base. Es igual, aquí le tenemos con las gafotas tocándola en directo.
http://www.youtube.com/watch?v=faJE92phKzI
Siento ser tan pesado, pero no lo puedo evitar. El otro día, investigando en casa, descubrí que, efectivamente Daevid Allen había cantado Caroline. Caroline es una canción de los Matching Mole, de Robert Wyatt, de las canciones más bonitas que uno pueda encontrarse. Roberrt Wyatt y Daevid Allen eran compañeros en Soft Machine. Aquí vemos a un anciano Daevid Allen, pero qué anciano, tocando a su manera esta Caroline. Él no toca la batería, que toca el glissando, que según dicen es una guitarra eléctrica que saca un sonido especial. El Glissando. Son cosas de músicos, yo tampoco las entiendo. Qué fiera Daevid Allen.
http://www.youtube.com/watch?v=OHdub8m7XnQ
Ayer me propuse escuchar en casa las 69love songs de los Magnetic Fields. Son tres discos, pero no llegué hasta el final. Me quedé en el primer disco solamente, porque me atacó el hambre y hasta ahí podíamos llegar. Con el hambre no se juega. Era la segunda vez que escuchaba el disco o que lo intentaba. Me gustan otras cosas de este grupo, pero la primera vez que lo intenté con las 69 love songs, no pude. Además, alguien me dijo que a alguien le gustaba mucho este grupo y pensé... no, yo no. Bah, prejuicios. Pues me gustó. De entre todas, me quedé con una, porque entendí que decían algo de 'beber cerveza'. La canción se llama Reno Dakota y claro, la canta la chica.
http://www.youtube.com/watch?v=o8JuG6nRhb4
Concierto de los Planetas el pasado viernes. Veredicto: para mí bien. El caso es que empezaron muy flojunos para mi gusto. No por ellos, o quizás fueron ellos, pero es que esas canciones no me hacen mucho tilín. La cosa fue remontando y al final terminaron de narices. A mi es que esa de diez minutos del final de la Opera Egipcia, la de Los Poetas, es que me mola. Es de las de cerrar los ojillos. Lo vimos el concierto demasiado atrás para mi gusto, pero bueno, no estuvo mal. No vino la I., y eso deslució bastante todo el tema. Todo el mundo esperaba que se despidieran con La Caja del Diablo. Qué clase de seguidor de los Planetas soy yo que no conozco La Caja del Diablo. Ni tarareándomela. Nada. Y aquí los tenemos en el uffff, cantándola en los directos de radio 3. Debe ser el mismo día que presentaban Una semana en el motor del autobús, aquel día lo vi yo esto en directo, que presentaban el batería nuevo, el Erik. Joder. No me suena de nada.
http://www.youtube.com/watch?v=X5Hhqjzb9AI
Y a otra cosa mariposa. Hemos salvado una semana y ya queda menos. Para bingo. A ver la semana que viene, que promete. Que pasen un buen finde, por eso.
jueves, 13 de diciembre de 2012
Hoy aquí y mañana aquí
Posible comienzo de una posible historia novelada de mis últimos años y que podría llamarse 'Hoy aquí y mañana aquí'.
Empezaremos por algún sitio. Nos subiremos al tren ya en
marcha. No tenemos tiempo que perder recordando el primer día. Recordemos algo
mejor. Recordemos uno de los momentos gratificantes. Un momento bueno. No nos
quedemos solo con lo malo, que de todo ha habido y no hay que quedarse
simplemente con lo que ha sido negativo, intenta sacar conclusiones positivas
de tu paso por aquí. No seas tan así. Intenta también extraer de todo esto algo
que te sirva para el futuro. Que no haya sido en vano todo este tiempo. Piensa,
piensa en algo que sea agradable, en la gente que hayas conocido, en las
personas que te han aportado algo durante todos estos años. Piensa en algo
agradable. Algo caliente. Algo confortable. Piensa en el L.
Nos subiremos al tren en marcha recordando aquellas tardes
lánguidas de invierno. Aquellas tardes pegados a un palmo de la estufa de
butano. La S. era
mucho peor, no tenía la estufa a un palmo, se metía la estufa entre las piernas
como… da para tanto hablar de la pasión de la S. por la estufa entre las piernas. Qué blanca y
qué pálida era la S.,
y ni siquiera, que yo recuerde con la estufa entre las piernas era capaz de
coger color. Igual si que lo cogía, pero es que yo nunca me fijé demasiado en la S.
No podía.
Piensa en algo confortable y caliente en las largas tardes
de invierno. De esto te diste cuenta mucho antes de que llegase la
S. Creo que estaba todavía la M., pero no recuerdo si con
ella lo llegué a comentar o no. Creo que no. Lo comentaría después. M. fue mi
primera compañera. Tenía que haberle hecho caso a la M. desde el primer momento. Tenía
que haberle hecho caso a la M.
y a tanta gente… A todo el mundo. Ahora ya es tarde. Quedémonos con algún
momento gratificante. Un momento gratificante y caliente.
En las largas y tétricas tardes de invierno, quizás los
jefes no habían vuelto todavía de comer, seguro que no habían vuelto de comer,
es posible que ni aparecieran porque estaban haciendo algo muy importante después
de comer. En aquellas tardes tan vacías de todo, mientras la música sonaba de
fondo y era de lo poquito que podíamos salvar, no era del todo extraordinario que
uno tuviera ganas de evacuar.
Hay quien no puede hacer lo que tiene que hacer si no es en
su casa de uno. Yo, con el paso del tiempo, he de decir que si algún lugar me
merece confianza para colocar mis posaderas era el lavabo de las empresas. La limpieza,
la pulcritud, estaban fuera de toda duda. No había nada que extrañar ni que
cortase la comunicación entre las distintas partes del cuerpo implicadas en el
asunto. Pero hacía frío. En el lavabo aquel hacía un frío del demonio y no había
narices a ir. A veces ponías papeles en la taza del váter para mitigar algo el
mal rato, pero no era suficiente.
Mejor era esperar al L. El L. era una persona que vivía allí.
No llegaba el primero, porque los primeros éramos nosotros, pero no se iba. No
se iba nunca. Él estaba allí. Con un lápiz en la boca, varado delante de un pc
antiguo mirando la pantalla intentando desentrañar el misterio de los mails
enviados y que nunca llegaron. Llamaba por teléfono y le oías con su voz
algodonosa hablar con un cliente. Le veías que a veces iba a hacer visitas. Con
su media boca. Enorme. Bajito pero enorme. El L.
El L. era el futuro. Era el fantasma del futuro. Pero era
caliente y confortable. El L. iba al lavabo y cuando salía había que apremiarse
antes de que alguna gallina del corral ocupase su lugar. Qué calentita la taza
del váter cuando ya había pasado por ella el L. Qué bien. Desde el lavabo oías
como el jefe aleccionaba al L. sobre la vida y sus misterios mientras el L. le
miraba con ojos atentos. El secreto del éxito, el porqué de todo, la silla
caliente.
miércoles, 12 de diciembre de 2012
Pandit Ravi Shankar
Cuánto ruido. Cuánto bullicio. Cuánta gente caminando con tanta prisa y tantas cosas tan importantes por hacer. No se paren, continúen, sigan, por favor, no lo dejen para mañana, háganlo ya, ahora mismo. Cuántas luces, cuánto apetito, cuánto por ganar. Dígame, claro, es verdad, si, naturalmente, se lo envío ya. Es así como tiene que ser, si quiere se lo preparo ahora mismo. Lo tendrá mañana. Vamos por aquí, no te apoyes en esa barandilla, quédate donde te vea. No, no me de esa, deme esa otra. Este me queda un poco estrecho, pero ya lo arreglará mi madre. Dónde me ha dicho que queda ese bonito restaurante, rápido, que tenemos que llegar para comer. El taxista nos ha estafado porque podría haberse ido por aquí y se ha ido por otro sitio. Me gustaría comentarle un par de cosas, pero ahora no tengo tiempo porque he quedado casi en la otra punta y si eso, ya mañana podemos concretar algo más. Qué follón, pero me han dicho que este sitio está muy bien, no sé, pero lo he leído. Cuánta gente, pero está bien. Está bien, pero es que no puedo ir porque tengo que quedarme en casa, no pasa nada, no, pero prefiero quedarme en casa. No por nada, es que no puedo ir. Tengo mucha prisa y no me he podido parar a mirarlo. ¿Qué era? ¿Tenemos que ir? ¿No nos podemos quedar un rato más aquí sin hacer nada? ¿Hay que hacerlo ahora? Cuánta gente, qué velocidad, ha quedado el segundo pero a sólo dos décimas del primero. Quizás en la siguiente ronda pueda alcanzar al primero. Esperemos que sí, todos estamos apoyándole. Lo importante son los puntos. Lo importante es jugar bien. Queremos ir arriba y tener la pelota. Posesión, es mío, lo estoy pagando y me lo llevo. Es que tengo para pagar eso y más. Tengo el dinero. Dinero. El dinero me lo debes y me lo vas a pagar. El reloj. El dinero. El reloj. Tengo que llegar allí antes de las menos cuarto o el cliente se me va a enfadar. Si no le mando eso esta misma mañana, verás. El camino es duro, pero tiene recompensa. Seamos prácticos y hagamos lo que tenemos que hacer. Tenemos que pagar una letra antes del día 4. Si no la pagamos nos tenemos que ir del piso. El alquiler viene y no tengo el dinero. Viene el alquiler y no tengo el dinero. Tengo que pagar. Tiene que haber dinero en alguna parte. El dinero. El reloj. Tengo que llegar. Tengo que pagar. Me lo tengo que comprar y no puedo. Tiene que haber alguna manera.... PEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEENNNNNNNNNNNNNNNNNNNG
Y suena una nota. Y el Pandit rasca un poquito el sitar y suena una nota, que parece al azar. Y la raga va avanzando, primero de forma aparentemente deslavazada. Como si no. Como si estuvieran probando algo. Puede estar él solo o puede haber otro más tocando. Igual no tocan los dos el sitar, y el otro toca la vina, por ejemplo. Y al cabo de los minutos van fundiéndose. Y la cosa coge cuerpo. Y ya no estás allí.
El Pandit Ravi Shankar ha muerto a la edad de 92 años.
Urlstan te ama.
Y suena una nota. Y el Pandit rasca un poquito el sitar y suena una nota, que parece al azar. Y la raga va avanzando, primero de forma aparentemente deslavazada. Como si no. Como si estuvieran probando algo. Puede estar él solo o puede haber otro más tocando. Igual no tocan los dos el sitar, y el otro toca la vina, por ejemplo. Y al cabo de los minutos van fundiéndose. Y la cosa coge cuerpo. Y ya no estás allí.
El Pandit Ravi Shankar ha muerto a la edad de 92 años.
Urlstan te ama.
martes, 11 de diciembre de 2012
La Saskia
Me habían dicho que si, que fuera, que venga, que tú sabes, que no pasaría nada, y al final fui. Con otro colega, fuimos al XIII Congreso de la Federación Católica de Contratantes, que se celebraba en un muy completo resort de las Islas Canarias y mientras esperábamos a que diesen lugar las reuniones y conferencias nos dimos cuenta de que en el mismo recinto tenía lugar el IV Congreso de la Unión Española de Pintores Acrílicos. Me acordé entonces de mi amigo Diego Gerardo y asomé la cabeza a ver si lo encontraba por allí. Y efectivamente, allí estaba. Era nada menos que el Subsecretario de la Federación Castellano Manchega de Pintores Acrílicos Reunidos. Nos vimos, nos abrazamos, nos hizo ilusión vernos y quedamos en contarnos las vidas después de que terminaran los respectivos líos.
Quedamos en un bar del hotel, de ambientación puramente mexicana, con rancheras todo el rato de fondo y camareros vestidos con sombreros iguales a los que llevan los italianos en Barcelona. Diego Gerardo me contó un poco su vida. No nos veíamos desde que se fue hacía diez años al pueblo de sus padres, Hellín, y había montado un negociete que le había ido de narices. Era un potentado. Ahí estaba. Gordo, cabezón, con la coronilla pelada, con unas gafitas finitas y una pinta de taruguillo con dinero que inspiraba total confianza. Le pregunté por su parienta, la Saskia, y me dijo que bien, que la veía poco por que se habían separado.
Vaya.
Que tenían un hijo, el Alexis, pero que se lo había llevado ella y que la veía poco.
Vaya.
Que estaba bien, que una vez al mes quedaban y eso. Que él ahora estaba muy bien, que se había vuelto a juntar con una muchacha del pueblo, que se llamaba Pili y que era muy maja y estaba muy a gusto. Que era la secretaria de la empresa y que cuando empezaron a ir mal las cosas con la Saskia ella se portó muy bien y que 'mira, nació el amor'.
Vaya.
Pues qué bien, le dije. Me alegro de que lo hayas llevado tan bien.
Pero era mentira. No me alegraba. La Saskia. Menuda elementa. Me tenía loco la Saskia cuando íbamos al instituto. Yo entonces era un pintas. Me daba todo igual, vivía al límite, estaba siempre en la calle con los chavales, tenía una motillo que me había ganado vendiendo cosejas que encontraba por ahí y me gustaba la Saskia más que el veneno. Era más mala que el demonio. Era una morena pintillas que si la mirabas no tenía mucho pero que en cuanto llegaba a un sitio dejaba a los tíos patas arriba. Su secreto no lo entendí nunca. Decía las cosas de mala ostia, siempre tenía cara de aburrida, de asqueada, de que todos le parecíamos una puta mierda, de que ella estaba por encima, de ser mayor, de que tenía un novio que había estado en el talego, la Saskia nos ponía a todos como motos. Queríamos que nos mirara mal, que nos hiciera daño.
Un día, a la puerta del Insti, le dije que me molaba. Me miró, se rió, me levantó la mano y me dijo 'no te pego dos guayas porque me das peña, niñato'. Luego me amenazó con que iba a venir su novio y me iba a calentar. Me daba igual.
No sé porqué ni porqué no, la Saskia se salió del Insti y empezó a currar en un super. Ahí siguió hasta que se fue con el Diego Gerardo. Se habían conocido al parecer en el Skay y como el Diego manejaba pues dejó de ser el puto gordo cabezón para el puto gordo cabezón con pasta. Que mal me caía el Diego de los huevos. Se ve que la Saskia se agobiaba en el pueblo y se hartó y se fue. Diego Gerardo me dijo que la echaba de menos, pero que era mala, que por mucho que él hiciera siempre tenía aquella cara de asco a todo. De agobiazo.
No me resistí a preguntarle que a dónde había ido la Saskia. Me dijo que se había vuelto a casa con el Alexis, que vivía con su hermana, la Saray.
Pero mira, lo que son las cosas. En el Congreso conocí a Maria Antonia, que era la delegada murciana de la Federación y nos caímos bien y.... que me dio miedo la Saskia, la verdad.
Quedamos en un bar del hotel, de ambientación puramente mexicana, con rancheras todo el rato de fondo y camareros vestidos con sombreros iguales a los que llevan los italianos en Barcelona. Diego Gerardo me contó un poco su vida. No nos veíamos desde que se fue hacía diez años al pueblo de sus padres, Hellín, y había montado un negociete que le había ido de narices. Era un potentado. Ahí estaba. Gordo, cabezón, con la coronilla pelada, con unas gafitas finitas y una pinta de taruguillo con dinero que inspiraba total confianza. Le pregunté por su parienta, la Saskia, y me dijo que bien, que la veía poco por que se habían separado.
Vaya.
Que tenían un hijo, el Alexis, pero que se lo había llevado ella y que la veía poco.
Vaya.
Que estaba bien, que una vez al mes quedaban y eso. Que él ahora estaba muy bien, que se había vuelto a juntar con una muchacha del pueblo, que se llamaba Pili y que era muy maja y estaba muy a gusto. Que era la secretaria de la empresa y que cuando empezaron a ir mal las cosas con la Saskia ella se portó muy bien y que 'mira, nació el amor'.
Vaya.
Pues qué bien, le dije. Me alegro de que lo hayas llevado tan bien.
Pero era mentira. No me alegraba. La Saskia. Menuda elementa. Me tenía loco la Saskia cuando íbamos al instituto. Yo entonces era un pintas. Me daba todo igual, vivía al límite, estaba siempre en la calle con los chavales, tenía una motillo que me había ganado vendiendo cosejas que encontraba por ahí y me gustaba la Saskia más que el veneno. Era más mala que el demonio. Era una morena pintillas que si la mirabas no tenía mucho pero que en cuanto llegaba a un sitio dejaba a los tíos patas arriba. Su secreto no lo entendí nunca. Decía las cosas de mala ostia, siempre tenía cara de aburrida, de asqueada, de que todos le parecíamos una puta mierda, de que ella estaba por encima, de ser mayor, de que tenía un novio que había estado en el talego, la Saskia nos ponía a todos como motos. Queríamos que nos mirara mal, que nos hiciera daño.
Un día, a la puerta del Insti, le dije que me molaba. Me miró, se rió, me levantó la mano y me dijo 'no te pego dos guayas porque me das peña, niñato'. Luego me amenazó con que iba a venir su novio y me iba a calentar. Me daba igual.
No sé porqué ni porqué no, la Saskia se salió del Insti y empezó a currar en un super. Ahí siguió hasta que se fue con el Diego Gerardo. Se habían conocido al parecer en el Skay y como el Diego manejaba pues dejó de ser el puto gordo cabezón para el puto gordo cabezón con pasta. Que mal me caía el Diego de los huevos. Se ve que la Saskia se agobiaba en el pueblo y se hartó y se fue. Diego Gerardo me dijo que la echaba de menos, pero que era mala, que por mucho que él hiciera siempre tenía aquella cara de asco a todo. De agobiazo.
No me resistí a preguntarle que a dónde había ido la Saskia. Me dijo que se había vuelto a casa con el Alexis, que vivía con su hermana, la Saray.
Pero mira, lo que son las cosas. En el Congreso conocí a Maria Antonia, que era la delegada murciana de la Federación y nos caímos bien y.... que me dio miedo la Saskia, la verdad.
lunes, 10 de diciembre de 2012
Amor mediterráneo
Nos pasa lo mismo de siempre, que nos liamos y no sabemos cuándo tenemos que decir basta. Quedamos en donde siempre, a la misma hora, nos preparamos cada uno en nuestra casa. Como siempre mi madre me dice que ya estamos con lo mismo, que si no tengo edad, que si podría ya buscarme a una muchacha y hacer una vida normal como la de mi hermano, que si qué vergüenza, que menos mal que solo se nos ocurren estas cosas una vez al año, que no me haga daño. Y yo hago como que no la oigo, pero la oigo, porque se me encoge el estómago de verla ahí, mala, porque está mala, y preocupándose por su hijo pero oigan ustedes, que lo primero es antes y hay que hacer lo que se tiene que hacer. Y ya está. Bien vestido y con la bandurria de medio lado, me voy al bar donde están los demás. Nos vemos de año en año pero las cosas funcionan como la seda. Ni telefonitos de mierda ni ostias, todos los sabemos. Primer domingo de diciembre, a las siete de la tarde. En el bar. A algunos los veo el resto del año, con alguno incluso trabajo en el Ayuntamiento, pero a otros no los veo de continuo desde yo que sé cuándo. Bueno. Al lío.
Es entrar en el bar y empezar con los abrazotes, los cachetes, los pellizcos en la mejilla. 'Qué pasa, tío, qué cabezón se te está poniendo Remiro, qué papada que pareces un buey, Hinojosa, la madre que te parió Gutiérrez si te estás quedando más pelón que mi abuela...'. Qué cosas. Todos los años lo mismo. Nos tomamos unas cuantas cañas y en cuanto nos pedimos el primer bocata de lomo, nos lanzamos a por los cubatazos. El bar es el de siempre, el dueño no ha cambiado, sigue siendo el Señor Tomás, pero ya no está la Lucinda, que era su hija, que era más fea que la revolución rusa y que se largó del bar a trabajar en una oficina porque se creía muy lista e hizo administrativo con lo fea que era. Pero tenía dos tetas y muy buenas tetas, eso sí, y oye, a veces, se echa de menos algo donde dirigir la vista. En su lugar el Señor Tomás había contratado a un camarero que no sé si era moro o de donde. Le dijimos al Señor Tomás que si el camarero podía hacer bocatas de lomo y nos dijo que no hiciéramos bromas. Pues lomo todos, y que cortase jamón, y que le diese un bocado al salchichón a ver si estaba bueno. Qué risas. Qué cara ponía el moro. Que se joda.
Pues al lío. Ya calentitos, a las doce de la noche o así, nos colocamos en formación y avanzamos por la calle. Torcemos por dos o tres sitios y finalmente llegamos al portal. Nos han colocado unos containers de esos justos en el sitio que cogíamos nosotros para... los quitamos. Todavía estamos fuertes. Los dejamos en mitad de la calle y al final con todo dispuesto nos ponemos.
'Dos ardenias para tí, con ellas quiero decir... te quiero, te adoro, mi vidaaaaaaaaa'.
'relón no marques las hordas, porque voy anloqueceeeeeeer'.
'Si adelita se fuera con otro, la seguiría por tierra y por maaaar, si por mar en un duque de guerra si por tierra en un tren militaaaaaar'.
'Lo dudo, lo dudo, lo dudoooooo, que halles otro amor más purooooo'.
'Granadaaaaaaaa, tierra soñada por miiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii'.
Y como siempre es cantar... 'Morenaaaaaa, la de los ojos de fuegooooo, la reina de las mujeereeeeeees', y se asoma.
Y ya debe tener sus cerca de cincuenta años, pero sigue siendo la más guapa. Y su marido, como todos los años, se asoma también y con la pistola reglamentaria, nos dispara a uno de nosotros al azar. Y este año no me ha tocado a mí, como el año pasado, le ha tocado a Remiro, en el brazo. Hace tres años también le tocó a él. Le tiene tirria el cabrón del picoleto. Pero nos da igual. Lo aceptamos. Ni denuncia ni ostias. A aguantarse y a joderse, que la chula más guapa de toda la facultad de derecho se quedó con el picoleto. Y los demás, a esperar nuestra oportunidad que para eso estamos donde estamos. Ya curaremos a Remiro como podamos y hasta el año que viene.
Es entrar en el bar y empezar con los abrazotes, los cachetes, los pellizcos en la mejilla. 'Qué pasa, tío, qué cabezón se te está poniendo Remiro, qué papada que pareces un buey, Hinojosa, la madre que te parió Gutiérrez si te estás quedando más pelón que mi abuela...'. Qué cosas. Todos los años lo mismo. Nos tomamos unas cuantas cañas y en cuanto nos pedimos el primer bocata de lomo, nos lanzamos a por los cubatazos. El bar es el de siempre, el dueño no ha cambiado, sigue siendo el Señor Tomás, pero ya no está la Lucinda, que era su hija, que era más fea que la revolución rusa y que se largó del bar a trabajar en una oficina porque se creía muy lista e hizo administrativo con lo fea que era. Pero tenía dos tetas y muy buenas tetas, eso sí, y oye, a veces, se echa de menos algo donde dirigir la vista. En su lugar el Señor Tomás había contratado a un camarero que no sé si era moro o de donde. Le dijimos al Señor Tomás que si el camarero podía hacer bocatas de lomo y nos dijo que no hiciéramos bromas. Pues lomo todos, y que cortase jamón, y que le diese un bocado al salchichón a ver si estaba bueno. Qué risas. Qué cara ponía el moro. Que se joda.
Pues al lío. Ya calentitos, a las doce de la noche o así, nos colocamos en formación y avanzamos por la calle. Torcemos por dos o tres sitios y finalmente llegamos al portal. Nos han colocado unos containers de esos justos en el sitio que cogíamos nosotros para... los quitamos. Todavía estamos fuertes. Los dejamos en mitad de la calle y al final con todo dispuesto nos ponemos.
'Dos ardenias para tí, con ellas quiero decir... te quiero, te adoro, mi vidaaaaaaaaa'.
'relón no marques las hordas, porque voy anloqueceeeeeeer'.
'Si adelita se fuera con otro, la seguiría por tierra y por maaaar, si por mar en un duque de guerra si por tierra en un tren militaaaaaar'.
'Lo dudo, lo dudo, lo dudoooooo, que halles otro amor más purooooo'.
'Granadaaaaaaaa, tierra soñada por miiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii'.
Y como siempre es cantar... 'Morenaaaaaa, la de los ojos de fuegooooo, la reina de las mujeereeeeeees', y se asoma.
Y ya debe tener sus cerca de cincuenta años, pero sigue siendo la más guapa. Y su marido, como todos los años, se asoma también y con la pistola reglamentaria, nos dispara a uno de nosotros al azar. Y este año no me ha tocado a mí, como el año pasado, le ha tocado a Remiro, en el brazo. Hace tres años también le tocó a él. Le tiene tirria el cabrón del picoleto. Pero nos da igual. Lo aceptamos. Ni denuncia ni ostias. A aguantarse y a joderse, que la chula más guapa de toda la facultad de derecho se quedó con el picoleto. Y los demás, a esperar nuestra oportunidad que para eso estamos donde estamos. Ya curaremos a Remiro como podamos y hasta el año que viene.
viernes, 7 de diciembre de 2012
Miscelánea Comaneci
Vamos a coger el primer tren mañana y nos vamos a pirar. Vamos! Esta miscelánea de hoy va dedicada a la compañera Nadia, nuestra Nadia Comaneci, que está teniendo unos días chungos, pero chungos de verdad, y habrá que levantarle el ánimo. Hoy no. Hoy es inútil, pero de aquí en adelante, hay que estar ahí. Vamos. Nos vamos a pillar un tren y nos vamos a ir todos. Lo mejor. La compañera Nadia Comaneci es de Big Youth. Es una fan de la música jamaicana porque si, sin necesidad de hacer alardes, música jamaicana. Big Youth y su tema estelar, Train to Rodhesia. Nos vamos a ir todos y vamos a armarla. Vamos. A movernos. Claro que si. Vamos Nadia.
http://www.youtube.com/watch?v=J_3F9yKas6w
Pregunten por alguien que siempre ha tenido una palabra amable, que siempre tiene una cosa buena que decir, que no sólo se dedica a ser buena persona, como dicen en mi pueblo 'se entretiene' en ser una buena persona profesional. Porque si. Porque habrá quien lo diga y no lo haga, pero nuestra Nadia lo hace. Que no hay más que verlo. Que no hay más que ver cómo la gente la para por la calle, porque todo el mundo la conoce, y no la conocen los más guays, los más molones, los más importantes, la conoce quien la tiene que conocer. A nuestra Nadia le mola mucho el Fidel Nadal, y por eso vamos a poner ahora mismito una canción de Fidel Nadal que seguro que le gustará. Hoy no. Hoy no le gustará nada, pero le ha de gustar. Porque todo sigue. Adelante, Nadia. Emocionado.
http://www.youtube.com/watch?v=gePuOWPy588
Se trata de que todos seamos más o menos, lo mejor persona que se pueda. Expresado así suena un poco como el mismo culo. Pero bueno, la intención es lo que cuenta. Pa, pa pa pa papaaaaaaaaaa. Pa pa pa pa papaaaaaaaaaa. Hemos nacido para hacer el indio y nunca seremos estrellas de la opera. Aquí tenemos un cancionazo de Neil Young interpretado en directo con los inefables Crazy Horse. Nunca serás una estrella de la ópera. Una canción que escuchada así en directo, no está mal, aunque casi que me quedo con la versión en disco. Eso si, siempre es alucinante ver al ínclito, al inigualable Neil Young dándole con todo. No hemos nacido para ser estrellas de la ópera, hemos nacido para rocanrolear. Opera Star.
http://www.youtube.com/watch?v=od_Im8vaKBQ
Nuestra Nadia está enamorada del Josele. Si, de Josele Santiago, el de Los enemigos. Qué le vamos a hacer. Que a uno no le guste mucho el Josele en solitario, no quita para que haya sido precisamente viendo a Los Enemigos una de las primeras veces que nos vimos con la amiga Nadia. Aquí les tenemos en la gira de despedida, que no me extrañaría que fuera por entonces y en el mismo sitio, cuando la vimos desfallecer, cantando nada menos que Señora, un clásico de Joan Manuel Serrat. Nuestros Neil Young and Crazy Horse particulares. Al final, se va a terminar el año y estos no van a venir a Barcelona a tocar. En fin. Nosotros estamos esperándoles.
http://www.youtube.com/watch?v=x9sYaCUpELE
En la vida hay muchas cosas que empiezan y otras que terminan. Lo único que sabemos es que estamos nosotros. Hola, soy un autor de libros de autoayuda que sale en anuncios de campañas publicitarias de bancos, o de recolectas de fondos para obras benéficas. Si hay solidaridad, si hay valores, si hay ética en los comportamientos de la persona con respecto a lo que somos en tanto en cuanto, pues como te iba diciendo, que eso. Que bien, que ánimo, que vamos a mirar hacia delante con un cierto entusiasmo y tal. Que si quieres puedes, vamos. Que no esperes a que otro lo haga por tí, piensa más bien en qué puedes hacer tú por tí mismo. Y eso. Una bonita canción de King Crimson del disco Red que yo no conocía pero me huelo que me va a gustar bastante. Uno va descubriendo incluso a esta edad. Red.
http://www.youtube.com/watch?v=KpJaJt3NWsM
Y bueno. Finalmente vamos a ver hoy a Los Planetas. Se viene todo el mundo. Estoy muy contento porque incluso se viene la I. Pero faltará la Nadia. La Nadia no puede venir y es una pena, porque estos conciertos sin la Nadia, valen poco. Pero bueno, habrá que hacer el alarde aunque sea simplemente a su salud. La Nadia no puede quedarse ahí, tendrá que seguir hacia delante, comandante. Así que eso. Escucharemos hoy Corrientes Circulares en el tiempo, por ejemplo, y luego que sea lo que dios quiera.
http://www.youtube.com/watch?v=eGx0XY3ZgTY
Y nada. Que ya nos vamos viendo. Que si eso, pues eso. Buen finde.
http://www.youtube.com/watch?v=J_3F9yKas6w
Pregunten por alguien que siempre ha tenido una palabra amable, que siempre tiene una cosa buena que decir, que no sólo se dedica a ser buena persona, como dicen en mi pueblo 'se entretiene' en ser una buena persona profesional. Porque si. Porque habrá quien lo diga y no lo haga, pero nuestra Nadia lo hace. Que no hay más que verlo. Que no hay más que ver cómo la gente la para por la calle, porque todo el mundo la conoce, y no la conocen los más guays, los más molones, los más importantes, la conoce quien la tiene que conocer. A nuestra Nadia le mola mucho el Fidel Nadal, y por eso vamos a poner ahora mismito una canción de Fidel Nadal que seguro que le gustará. Hoy no. Hoy no le gustará nada, pero le ha de gustar. Porque todo sigue. Adelante, Nadia. Emocionado.
http://www.youtube.com/watch?v=gePuOWPy588
Se trata de que todos seamos más o menos, lo mejor persona que se pueda. Expresado así suena un poco como el mismo culo. Pero bueno, la intención es lo que cuenta. Pa, pa pa pa papaaaaaaaaaa. Pa pa pa pa papaaaaaaaaaa. Hemos nacido para hacer el indio y nunca seremos estrellas de la opera. Aquí tenemos un cancionazo de Neil Young interpretado en directo con los inefables Crazy Horse. Nunca serás una estrella de la ópera. Una canción que escuchada así en directo, no está mal, aunque casi que me quedo con la versión en disco. Eso si, siempre es alucinante ver al ínclito, al inigualable Neil Young dándole con todo. No hemos nacido para ser estrellas de la ópera, hemos nacido para rocanrolear. Opera Star.
http://www.youtube.com/watch?v=od_Im8vaKBQ
Nuestra Nadia está enamorada del Josele. Si, de Josele Santiago, el de Los enemigos. Qué le vamos a hacer. Que a uno no le guste mucho el Josele en solitario, no quita para que haya sido precisamente viendo a Los Enemigos una de las primeras veces que nos vimos con la amiga Nadia. Aquí les tenemos en la gira de despedida, que no me extrañaría que fuera por entonces y en el mismo sitio, cuando la vimos desfallecer, cantando nada menos que Señora, un clásico de Joan Manuel Serrat. Nuestros Neil Young and Crazy Horse particulares. Al final, se va a terminar el año y estos no van a venir a Barcelona a tocar. En fin. Nosotros estamos esperándoles.
http://www.youtube.com/watch?v=x9sYaCUpELE
En la vida hay muchas cosas que empiezan y otras que terminan. Lo único que sabemos es que estamos nosotros. Hola, soy un autor de libros de autoayuda que sale en anuncios de campañas publicitarias de bancos, o de recolectas de fondos para obras benéficas. Si hay solidaridad, si hay valores, si hay ética en los comportamientos de la persona con respecto a lo que somos en tanto en cuanto, pues como te iba diciendo, que eso. Que bien, que ánimo, que vamos a mirar hacia delante con un cierto entusiasmo y tal. Que si quieres puedes, vamos. Que no esperes a que otro lo haga por tí, piensa más bien en qué puedes hacer tú por tí mismo. Y eso. Una bonita canción de King Crimson del disco Red que yo no conocía pero me huelo que me va a gustar bastante. Uno va descubriendo incluso a esta edad. Red.
http://www.youtube.com/watch?v=KpJaJt3NWsM
Y bueno. Finalmente vamos a ver hoy a Los Planetas. Se viene todo el mundo. Estoy muy contento porque incluso se viene la I. Pero faltará la Nadia. La Nadia no puede venir y es una pena, porque estos conciertos sin la Nadia, valen poco. Pero bueno, habrá que hacer el alarde aunque sea simplemente a su salud. La Nadia no puede quedarse ahí, tendrá que seguir hacia delante, comandante. Así que eso. Escucharemos hoy Corrientes Circulares en el tiempo, por ejemplo, y luego que sea lo que dios quiera.
http://www.youtube.com/watch?v=eGx0XY3ZgTY
Y nada. Que ya nos vamos viendo. Que si eso, pues eso. Buen finde.
miércoles, 5 de diciembre de 2012
Diálogo
- Hola.
- Hola, buenos días. ¿Qué tal?
- Bueno. Aquí. Hoy aquí y mañana allí.
- Anda. Antes decías 'hoy aquí y mañana también aquí', ¿qué pasa?
- Bueno. Lo que tiene que pasar. Oye, una cosa, antes de empezar con otras cosas, el otro día, hace ya unos cuantos días, vi una peli tuya en la que también iba la cosa de agua. Qué tema tan recurrente, el agua, venga agua. Iba de un piso que estaba como maldito, y llovía y caía agua y tenían goteras y había fantasmas. Era una película que ni fu ni fa, pero que al salir tú, pues... mira, la vi entera. Qué mal rollo de final.
- Ya, esa peli se llama... no me acuerdo, pero si. Agua también. Vaya rachita que llevas de agua.
- Si. Entre el grifo, el otro grifo, las películas y la ostia... si, mucha agua.
- Bueno. Son rachas.
- Rachas. Aguas. Oye una cosa ¿tú ves el futuro?
- Pues no. La verdad. Claro que no. En las pelis algún papel un poco raro he hecho, pero así en la vida real, ver el futuro, pues no. ¿Por qué? ¿Te inquieta?
- Me acojona. La verdad es que me supera. El futuro. Lo que tiene que venir. Tengo la impresión de que va a ser peor.
- No, hombre. Seguro que es mejor.
- No sé. Ayer, hablando por teléfono con Matilda, le dije que dentro de los diferentes 'lopeores' que hay, este era un 'lopeor', pero que lo que vendrá a partir de ahora seguro que es 'lopeor'. Osea, que de una cosa que era mala, pasaremos a otra peor. O igual, con lo que será peor. No sé si me explico.
- Meridianamente, aunque claro, yo estoy en tu cabezón y veo por dónde van las líneas de la argumentación. Voy a ver si encuentro algo que ponerme en los hombros, que así a lo pelón hace un frío serio.
- Si. Jennifer Connelly. Guapa entre las guapas. De las más guapas. Salías ya en la peli del Laberinto, aquella en la que también salía David Bowie. Eras una cría entonces y yo era un crío entonces, y decía uno... jopo, qué muchacha tan guapísima. No sé si habías salido en alguna película antes. Creo que en Érase una vez en América. Me parece. Si. El caso es que luego dejaste de salir o no te seguí yo mucho en las películas, pero has ido saliendo y tal y aunque la verdad es que las películas que hacen suelen ser un poco trufas, es verte y zas. Mira, me gusta.
- Bueno, pues nada. Ya si eso, me voy mirando mejor los guiones o algo.
- Miento. Mira, en una peli si que estás bien. Bueno, no tú, la película está bien. La de La muerte y la doncella. Ostia no. Perdona.
- No, no salgo ahí. Te has confundido porque salía también Ben Kingsley. Yo salgo en una con Ben Kingsley, que él hace de iraní o así y me quita la casa.
- Si, si, es cierto. Me he confundido.
- Ya pasa.
- Que por cierto, el otro día vi Gandhi y, amiga, vaya peliculón.
- Pues si. ¿Y bueno, cuenta, qué tal entonces? ¿Lo ves tan mal o qué?
- Hombre, lo veo mal. La verdad. Así como todo el mundo me dice que no, que es para mejor, que venga, que si, que tú esto y lo otro, pero yo lo veo fatal. Fatal de verdad. Pero bueno, al menos por el momento, habrá que desconectar y serenar los ánimos y hacer por poner buena cara para que los demás no lo pasen peor. Es una liberación por una parte, pero por otra... da miedo.
- Ya. Pero bueno, yo que sé. Algo saldrá, ¿no?
- Yo que sé. Está fatal la cosa, la verdad.
- ¿Y de las otras cosas qué?
- Lo demás va todo muy bien. La verdad es que eso ayuda mucho, que vaya bien. Si no, si que el drama hubiera sido mayúsculo.
- En fin. ¿Haces puente al menos?
- Hombre, qué menos. Seguro que si. Igual es puente indefinido, pero si. El viernes me voy a ver a Los Planetas. Mira, una forma de celebrar el fin de ciclo. Por la cara, ojo.
- ¿Has vuelto a hacer la pirula?
- Bueno, ahora más pirula que nunca. Porque es como una especie de pirula póstuma.
- Joder. Oye, ni con esto puesto se me va el frío, ¿tenéis puesta la estufa?
- Si, pero no calienta nada.
- Bueno, pues siendo así, me voy a ir largando.
- Pues nada. Ya nos iremos viendo.
- A ver si eso.
- Venga.
- Hola, buenos días. ¿Qué tal?
- Bueno. Aquí. Hoy aquí y mañana allí.
- Anda. Antes decías 'hoy aquí y mañana también aquí', ¿qué pasa?
- Bueno. Lo que tiene que pasar. Oye, una cosa, antes de empezar con otras cosas, el otro día, hace ya unos cuantos días, vi una peli tuya en la que también iba la cosa de agua. Qué tema tan recurrente, el agua, venga agua. Iba de un piso que estaba como maldito, y llovía y caía agua y tenían goteras y había fantasmas. Era una película que ni fu ni fa, pero que al salir tú, pues... mira, la vi entera. Qué mal rollo de final.
- Ya, esa peli se llama... no me acuerdo, pero si. Agua también. Vaya rachita que llevas de agua.
- Si. Entre el grifo, el otro grifo, las películas y la ostia... si, mucha agua.
- Bueno. Son rachas.
- Rachas. Aguas. Oye una cosa ¿tú ves el futuro?
- Pues no. La verdad. Claro que no. En las pelis algún papel un poco raro he hecho, pero así en la vida real, ver el futuro, pues no. ¿Por qué? ¿Te inquieta?
- Me acojona. La verdad es que me supera. El futuro. Lo que tiene que venir. Tengo la impresión de que va a ser peor.
- No, hombre. Seguro que es mejor.
- No sé. Ayer, hablando por teléfono con Matilda, le dije que dentro de los diferentes 'lopeores' que hay, este era un 'lopeor', pero que lo que vendrá a partir de ahora seguro que es 'lopeor'. Osea, que de una cosa que era mala, pasaremos a otra peor. O igual, con lo que será peor. No sé si me explico.
- Meridianamente, aunque claro, yo estoy en tu cabezón y veo por dónde van las líneas de la argumentación. Voy a ver si encuentro algo que ponerme en los hombros, que así a lo pelón hace un frío serio.
- Si. Jennifer Connelly. Guapa entre las guapas. De las más guapas. Salías ya en la peli del Laberinto, aquella en la que también salía David Bowie. Eras una cría entonces y yo era un crío entonces, y decía uno... jopo, qué muchacha tan guapísima. No sé si habías salido en alguna película antes. Creo que en Érase una vez en América. Me parece. Si. El caso es que luego dejaste de salir o no te seguí yo mucho en las películas, pero has ido saliendo y tal y aunque la verdad es que las películas que hacen suelen ser un poco trufas, es verte y zas. Mira, me gusta.
- Bueno, pues nada. Ya si eso, me voy mirando mejor los guiones o algo.
- Miento. Mira, en una peli si que estás bien. Bueno, no tú, la película está bien. La de La muerte y la doncella. Ostia no. Perdona.
- No, no salgo ahí. Te has confundido porque salía también Ben Kingsley. Yo salgo en una con Ben Kingsley, que él hace de iraní o así y me quita la casa.
- Si, si, es cierto. Me he confundido.
- Ya pasa.
- Que por cierto, el otro día vi Gandhi y, amiga, vaya peliculón.
- Pues si. ¿Y bueno, cuenta, qué tal entonces? ¿Lo ves tan mal o qué?
- Hombre, lo veo mal. La verdad. Así como todo el mundo me dice que no, que es para mejor, que venga, que si, que tú esto y lo otro, pero yo lo veo fatal. Fatal de verdad. Pero bueno, al menos por el momento, habrá que desconectar y serenar los ánimos y hacer por poner buena cara para que los demás no lo pasen peor. Es una liberación por una parte, pero por otra... da miedo.
- Ya. Pero bueno, yo que sé. Algo saldrá, ¿no?
- Yo que sé. Está fatal la cosa, la verdad.
- ¿Y de las otras cosas qué?
- Lo demás va todo muy bien. La verdad es que eso ayuda mucho, que vaya bien. Si no, si que el drama hubiera sido mayúsculo.
- En fin. ¿Haces puente al menos?
- Hombre, qué menos. Seguro que si. Igual es puente indefinido, pero si. El viernes me voy a ver a Los Planetas. Mira, una forma de celebrar el fin de ciclo. Por la cara, ojo.
- ¿Has vuelto a hacer la pirula?
- Bueno, ahora más pirula que nunca. Porque es como una especie de pirula póstuma.
- Joder. Oye, ni con esto puesto se me va el frío, ¿tenéis puesta la estufa?
- Si, pero no calienta nada.
- Bueno, pues siendo así, me voy a ir largando.
- Pues nada. Ya nos iremos viendo.
- A ver si eso.
- Venga.
martes, 4 de diciembre de 2012
Caminando con Jesús
Caminando con Jesús la otra mañana le pregunté que qué tal. Y me contestó que de aquella manera. Y yo le dije que porqué. Y me contestó que no estaba bien. Le pregunté que si había pasado algo y me dijo que sí. Le pregunté que si quería hablar del tema. Me contestó que no sabía, que le daba un poco de cosa. Le dije que qué cosa le podía dar, si era Jesús, que nada malo podía haber hecho y que no entendía cómo alguien como él podía tener algo que ocultar. Pero me miró un poco de aquella manera y entendí que sí, que realmente algo había pasado. Me pidió que no se lo contara a nadie y yo le dije que siendo él Jesús, por mucho que yo lo callara, su padre se estaría enterando en ese mismo momento. Me dijo que, si, que ya lo sabía, pero que su padre tenía que... bueno. Que me empezó a contar.
'Estaba yo un día sentado en una piedra, cerca de la casa de mi padre, de mi padre José, cuando se me acercaron dos personas con un atuendo especial. En torno a sus hombros llevaban una suerte de chaleco adornado con unas bandas que parecían de plata. Ambos portaban largas túnicas como la que puedo llevar yo, pero encima se vestían con esos chalecos. En un momento, uno de ellos, cuando se encontraban a tan sólo dos metros de donde yo estaba meditando y cavilando sobre mi desdichado y a la vez glorioso porvenir, chasqueó los dedos y se hizo de noche. Alarmado, vi como los chalecos brillaban como si hubiesen tornado su material hacia otra cosa. No supe entender lo que era hasta que, omnisciente como mi otro padre, supe que aquello era un chaleco reflectante. El individuo, que todavía no sabía yo cómo se llamaba, pero que enseguida averigüé que su nombre era José Carlos Adamuz Reguera, natural de Cocentaina pero residente en El Prat del Llobregat, casado con Montserrat Fernández Fernánez y con dos hijas llamadas Alba y Marta, y que no sé cómo ni porqué había ido a parar a mi tiempo y a mi lugar, y se presentaba ante mí con un fuerte olor a anís saliendo de su espectro facial, chasqueó de nuevo los dedos y se hizo de día, con lo que el chaleco reflectante dejó de brillar. El tal José Carlos me miró y se rió. El otro individuo, al que no me tomé la molestia de tomar filiación alguna, se acercó a mí de la misma manera y chasqueó a su vez los dedos. Lo mismo, se hizo de noche inmediatamente y sus chalecos brillantes volvieron a hacer su efecto. Por allí no pasaba nadie a aquellas horas. Era por la tarde y todo el mundo estaba recogido en su casa. Pudieras pensar que estaba anocheciendo y que a ello se debía el numerito, pero no, no era tan tarde para eso. Ellos, con un chasquido de dedos provocaron en varias ocasiones que se hiciera de noche y que volviera a ser de día. Cuando se cansaron se saludaron chocándose las palmas de las manos sonoramente, se rieron sonoramente, y se marcharon caminando también sonoramente.
Fue entonces cuando un sentimiento desconocido se apoderó de mí. Me habían estado vacilando. ¿Tú sabes lo que es vacilar? ¿Que te vacilen? Pues eso. Así que me levanté y les llamé. 'Esperad un momento, que os voy a dar mi bendición, hermanos', les dije. Y me levanté y bueno... Ellos irán al cielo y yo, pues que el cielo me juzgue'.
Como ya habíamos llegado al sitio al que íba, le dije a Jesús que bueno, que esas cosas pasan y que tampoco tenía que preocuparse, que por una... y me dijo Jesús que si pero que 'se empieza con una y parar...'.
'Estaba yo un día sentado en una piedra, cerca de la casa de mi padre, de mi padre José, cuando se me acercaron dos personas con un atuendo especial. En torno a sus hombros llevaban una suerte de chaleco adornado con unas bandas que parecían de plata. Ambos portaban largas túnicas como la que puedo llevar yo, pero encima se vestían con esos chalecos. En un momento, uno de ellos, cuando se encontraban a tan sólo dos metros de donde yo estaba meditando y cavilando sobre mi desdichado y a la vez glorioso porvenir, chasqueó los dedos y se hizo de noche. Alarmado, vi como los chalecos brillaban como si hubiesen tornado su material hacia otra cosa. No supe entender lo que era hasta que, omnisciente como mi otro padre, supe que aquello era un chaleco reflectante. El individuo, que todavía no sabía yo cómo se llamaba, pero que enseguida averigüé que su nombre era José Carlos Adamuz Reguera, natural de Cocentaina pero residente en El Prat del Llobregat, casado con Montserrat Fernández Fernánez y con dos hijas llamadas Alba y Marta, y que no sé cómo ni porqué había ido a parar a mi tiempo y a mi lugar, y se presentaba ante mí con un fuerte olor a anís saliendo de su espectro facial, chasqueó de nuevo los dedos y se hizo de día, con lo que el chaleco reflectante dejó de brillar. El tal José Carlos me miró y se rió. El otro individuo, al que no me tomé la molestia de tomar filiación alguna, se acercó a mí de la misma manera y chasqueó a su vez los dedos. Lo mismo, se hizo de noche inmediatamente y sus chalecos brillantes volvieron a hacer su efecto. Por allí no pasaba nadie a aquellas horas. Era por la tarde y todo el mundo estaba recogido en su casa. Pudieras pensar que estaba anocheciendo y que a ello se debía el numerito, pero no, no era tan tarde para eso. Ellos, con un chasquido de dedos provocaron en varias ocasiones que se hiciera de noche y que volviera a ser de día. Cuando se cansaron se saludaron chocándose las palmas de las manos sonoramente, se rieron sonoramente, y se marcharon caminando también sonoramente.
Fue entonces cuando un sentimiento desconocido se apoderó de mí. Me habían estado vacilando. ¿Tú sabes lo que es vacilar? ¿Que te vacilen? Pues eso. Así que me levanté y les llamé. 'Esperad un momento, que os voy a dar mi bendición, hermanos', les dije. Y me levanté y bueno... Ellos irán al cielo y yo, pues que el cielo me juzgue'.
Como ya habíamos llegado al sitio al que íba, le dije a Jesús que bueno, que esas cosas pasan y que tampoco tenía que preocuparse, que por una... y me dijo Jesús que si pero que 'se empieza con una y parar...'.
lunes, 3 de diciembre de 2012
La vida de Pi - Ang Lee
No sé si para preparar el cuerpo o qué, pero el otro día en la tele pusieron 'La tormenta perfecta', del George Clooney. Una pechá de agua que para qué. Pues en 'La vida de Pi', hay agua para dar y tomar. Pero bueno, empecemos desde el principio. Mis visitas al cine están muy restringidas últimamente, pero ayer ya no me pude aguantar y propuse una visita dominguera. En 'Días de cine' había visto algo sobre la película, que si era muy espiritual, que si los efectos especiales tan currados... la verdad es que no era la primera elección, pero luego uno piensa... y por qué no. Se propone ya en la cola y para dentro.
Ang Lee es el director. Yo he visto muchas películas de Ang Lee. Tigre y Dragón, por ejemplo, que fui a verla con mi madre al cine. Brokeback Mountain, que la vi en la filmoteca, y ya no sé si he visto más. Me parece que no. En Días de cine comentaban que la película era un compendio de diferentes espiritualidades, y uno se quedaba con la idea de que a ver qué espiritualidad iba a ver en una peli basada en un chaval en una barca con un tigre.
Piscine Molitor Patel es un chaval que vive en la India. Una India bien, ojo, su padre es dueño de un zoo y su madre es bióloga o así. Viven en Pondicherry, una India bien. La Costa Azul de la India, le llaman. La historia de porqué se llama Piscine Molitor y otras cosas que aparecen en la peli tienen su gracia, bueno, humor blanco, cosas bonitas que te van preparando y masajeando para que todo entre mejor. La historia de Piscine Molitor, que acabará llamándose Pi, se la cuenta el propio Pi a un escritor anglo que quiere una buena historia para su libro. Y en vez e inventarla, la fusila, claro. Además, la historia de Pi, lo que le cuenta Pi, va a servirle para descubrir a Dios. Porque Pi, desde pequeño, se interesa por las religiones. La hindú primero, la cristiana católica luego, y la musulmana después. Cuando es más mayorcito se enamora de una muchacha muy guapa. Cuando está tontuso perdido, su padre decide desmontar el zoo y largarse con los animales a Canadá. Toda la familia con él claro.
Van en barco, tormentón, naufragio, y empieza otra película.
El barco naufraga, y en un bote, casualmente se quedan una cebra que de un salto se ha roto casi entera, el tigre Richard Parker, una hiena y un orangután. La hiena acaba atacando a la cebra, al orangután y es el tigre el que acaba con la hiena finalmente. Se quedan solos en el bote el tigre y el chaval. Aprender a convivir con un tigre en alta mar, aislados, saber cómo alimentarse, cómo sobrevivir en definitiva, de eso va la película. O no.
Porque claro, habíamos quedado que la película iba sobre demostrar que Dios existe. Ojo. Yo no creo en Dios, pero entiendo que la gente crea en Dios. Es algo normal. Se puede entender. Y esta historia lo explica. Es mejor la historia que queremos inventar y que nos ayuda a digerir la realidad de una forma más... digerible. Perdón por mi falta de vocabulario. Es de eso de lo que trata la película, a mi modo de ver, de cómo explicamos la realidad, de qué es Dios, y qué puede ser Dios para cada persona.
La película está muy bien hecha, todo el tema de los animales, los efectos, el tigre lo bien hecho que está, lo bonito que sale todo, el agua, los peces, etc., es muy bonito, de verdad. Quizás todo demasiado bonito y demasiado bien y todo acaba tan requetebien que bueno... Ahora, se hace un pelín larga. No mucho, ojo, pero que con menos tigre el mensaje ya quedaba claro.
Vamos, que en una época de penuria y de serias, muy serias restricciones, si hay que ir al cine un domingo, pues por no pelearse y acabar la película medianamente, pues oye, se deja ver. Ahora, que yo voy a seguir siendo ateo igual, gracias a Visnú.
Ang Lee es el director. Yo he visto muchas películas de Ang Lee. Tigre y Dragón, por ejemplo, que fui a verla con mi madre al cine. Brokeback Mountain, que la vi en la filmoteca, y ya no sé si he visto más. Me parece que no. En Días de cine comentaban que la película era un compendio de diferentes espiritualidades, y uno se quedaba con la idea de que a ver qué espiritualidad iba a ver en una peli basada en un chaval en una barca con un tigre.
Piscine Molitor Patel es un chaval que vive en la India. Una India bien, ojo, su padre es dueño de un zoo y su madre es bióloga o así. Viven en Pondicherry, una India bien. La Costa Azul de la India, le llaman. La historia de porqué se llama Piscine Molitor y otras cosas que aparecen en la peli tienen su gracia, bueno, humor blanco, cosas bonitas que te van preparando y masajeando para que todo entre mejor. La historia de Piscine Molitor, que acabará llamándose Pi, se la cuenta el propio Pi a un escritor anglo que quiere una buena historia para su libro. Y en vez e inventarla, la fusila, claro. Además, la historia de Pi, lo que le cuenta Pi, va a servirle para descubrir a Dios. Porque Pi, desde pequeño, se interesa por las religiones. La hindú primero, la cristiana católica luego, y la musulmana después. Cuando es más mayorcito se enamora de una muchacha muy guapa. Cuando está tontuso perdido, su padre decide desmontar el zoo y largarse con los animales a Canadá. Toda la familia con él claro.
Van en barco, tormentón, naufragio, y empieza otra película.
El barco naufraga, y en un bote, casualmente se quedan una cebra que de un salto se ha roto casi entera, el tigre Richard Parker, una hiena y un orangután. La hiena acaba atacando a la cebra, al orangután y es el tigre el que acaba con la hiena finalmente. Se quedan solos en el bote el tigre y el chaval. Aprender a convivir con un tigre en alta mar, aislados, saber cómo alimentarse, cómo sobrevivir en definitiva, de eso va la película. O no.
Porque claro, habíamos quedado que la película iba sobre demostrar que Dios existe. Ojo. Yo no creo en Dios, pero entiendo que la gente crea en Dios. Es algo normal. Se puede entender. Y esta historia lo explica. Es mejor la historia que queremos inventar y que nos ayuda a digerir la realidad de una forma más... digerible. Perdón por mi falta de vocabulario. Es de eso de lo que trata la película, a mi modo de ver, de cómo explicamos la realidad, de qué es Dios, y qué puede ser Dios para cada persona.
La película está muy bien hecha, todo el tema de los animales, los efectos, el tigre lo bien hecho que está, lo bonito que sale todo, el agua, los peces, etc., es muy bonito, de verdad. Quizás todo demasiado bonito y demasiado bien y todo acaba tan requetebien que bueno... Ahora, se hace un pelín larga. No mucho, ojo, pero que con menos tigre el mensaje ya quedaba claro.
Vamos, que en una época de penuria y de serias, muy serias restricciones, si hay que ir al cine un domingo, pues por no pelearse y acabar la película medianamente, pues oye, se deja ver. Ahora, que yo voy a seguir siendo ateo igual, gracias a Visnú.
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