No estaba bien montado. Es lo primero que se me ocurre. ¿Cómo puede ser que manifestaciones con tantos medios puedan parecer, diciendo lo mismo, con los mismos llamamientos, antiguas o modernas? ¿Cómo puede ser que con tanta difusión, con medios de comunicación nacionales y nunca mejor dicho, llamando a la movilización haya sido cómo ha sido? Qué poca organización y qué falta de estilo. Pero no hay que preocuparse, ya lo irán pillando.
Escuchando la manifestación por la radio y luego viéndola por la tele, me daba la impresión de estar presenciando algo antiguo. España es antigua. Uno escuchaba pero lo peor era verlo. Ver a la gente ir a la manifestación y ver gente antigua. Bien vestida, excelentemente ataviada, pero antigua. Mayora incluso cuando parecen jóvenes. Otras manifestaciones de banderita, en cambio, son indiscutiblemente modernas. Incluso cuando la gente que asiste a estas manifestaciones sea de edad provecta, la presencia de otros jóvenes, de jóvenes con pinta de modernos, de jóvenes alternativos, de gente que es digamos y sin que parezca peyorativo, gente que está en el mundo, hace que las manifestaciones de aquí, las que se hacen por ejemplo para la Diada, parezcan mucho más contemporáneas, modernas, actuales.
En cambio, las parejas de señores mayores, las banderas. Las banderas. Nada con esa bandera parece que pueda ser actual, moderno, posible y tolerable para alguien que, y perdón otra vez por decirlo, esté en el mundo.
Barbas. Barbas recortadas, mandíbulas de 300. Mensajes de Braveheart. Barbas. Barbas afiladas, barbas resaltando el mentón agresivo y duro. Barbas y caras de estar recién afeitado para sentir el frío seco de la estepa en la cara. Porque has nacido para sentirlo. Caras de frío y el fachaleco. En las imágenes no se han visto muchos hoy, porque quizás hacía más frío de abrigo. Y la gente. Cuánta gente.
No ha habido mucha gente. O al menos no toda esa gente que se ve en las manifestaciones de aquí. En las que se organizan para la Diada, por ejemplo. Mucho mejor organizadas. España es caspa. España, vista así, vendida así, es mucha caspa. Es caspa, cara fría, cara congelada de la estepa, de Madrid, de la plaza colón. De un señor haciendo un chotis para burlarse de Jordi Pujol. Con Jota. Cinco jotas. Madrid, castizo y rojiblanco, rezaba la pancarta de ayer en el derbi madrileño. Castiza. Auténtica.
La barba. Barba recortada. Tres periodistas.
Periodistas leyendo un manifiesto. ¿Qué somos los periodistas? ¿Hemos sido objetivos alguna vez? ¿Militan? Si esos periodistas militan, no hay problema, porque yo milito. O soy activista. Pero, el papel de los periodistas como 'personas sin vinculación' que leen un manifiesto que es político y además políticamente una basura, es... pues como cuando pasa en otros lugares. Si eres activista, pues trabajo militante, y si no, pues pues.
Va a empezar el Athletic.
La nube de caspa ha tenido hoy un avance. Un ensayo. Nube de caspa que ya está aquí. Nube de caspa que habrá que saber cómo se hace frente. Por lo pronto, lo de hoy les ha quedado antiguo, lo que es una suerte. No parece que, así, tenga mucho más recorrido.
Pero son listos. Y algo saben.
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