viernes, 13 de junio de 2025
Hacerse la víctima
Hacerse la víctima. No es hacerse el víctima, es hacerse la víctima. Porque víctima es femenino. Entonces si te haces la víctima ya sabes. Víctima, hacerte la. La dama de las camelias, toser, hacerte la tuberculosa, un desmayo. Una mujer. Hacerse la víctima. ¿Qué es lo otro que ha dicho también Carlos Herrera? No recuerdo, sé que le ha llamado pendejo, el caso es que también ha utilizado algún símil para llamar algo parecido a maricón de mierda a Pedro Sánchez por su comparecencia de ayer. Igual que Feijóo que también ha dicho algo sobre la falta de hombría del presidente del Gobierno. Ayer hubo manifestaciones delante de la sede del PSOE donde se cantó el caralsol, se gritaron vivas a Franco y a José Antonio Primo de Rivera. Como poco. Hoy Vox pretende hacer una especie de marcha sobre Roma yendo hacia la Moncloa a ver qué pasa. Si uno de los pocos banderines de enganche para movilizar a la gente de izquierdas ante el maremoto derechista era la defensa pura y simple del sistema democrático ante las pruebas manifiestas de que esta gente viene para cambiar las cosas y no para romper el sistema sino para convertir este sistema en una dictadurita de tiktokers y gente guay haciendo cosas guapas, parece que han decidido atacar ese flanco con todo lo que tienen, los jueces nada menos, la guardia civil nada menos, para ir a donde más duele: la moral. El objetivo es erosionar lo que queda, el miedo a personajes como Figaredo teniendo alguna responsabilidad en nuestras vidas. Si da igual, porque Santos Cerdán es un mangante, porque Ábalo cada día parece más un personaje de Los Soprano, si da todo igual porque todos son unos manguis, y a la izquierda ya no hay nada porque qué váis a hacer qué milagros me vas a contar si estáis ahí, si todo eso da igual: Figaredo. Figaredo y que todo se vaya a la mierda y a cazarnos como ratas por las calles porque como ha dicho Buxadé, todos somos cómplices y no habrá piedad. Si nos han vuelto a pillar amb els pixums al ventre, pues se dice y no pasa nada. Si la catástrofe de una izquierda que no ha sabido superar los cálculos biliares para anteponer los intereses de su clase es la que es, lo último que podemos decir es 'pues que me pille el camión pronto y que de ahí salga algo nuevo'. Porque posiblemente no salga. Hacernos los víctimas es también pensar que todo está ya decidido y que tenemos que prepararnos para lo que viene porque no sabemos lo que viene, porque lo estamos viendo por la tele y no nos lo acabamos de creer. En los Estados Unidos han detenido a un senador demócrata por protestar. Un senador demócrata no es un diputado de Podemos, no es un diputado de ERC, no es un diputado de IU. Qué puede pasar aquí. Nada, el PP es un partido de orden finalmente. Pero no podrá gobernar solo. Y a su lado está Figaredo y su gente que tiene la vista puesta en la revancha perpetua. ¿Entonces? Que si nos sacan del gobierno sea con los pies por delante o porque se han perdido las elecciones cuando toca, que no hagamos un Portugal y nos peguemos el tiro en el pie y nos hagamos los dignos porque antes que dignos prefiero que seamos útiles. Y ya vendrán los dignos luego a salvarnos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario