Esta noche es Nochebuena y mañana es Navidad. Con retraso, tarde, no importa si es real o no. Da igual si el tiempo ha pasado o si podría ser todo de otra manera. Resignémonos a saber que esto es así, que las estructuras están creadas y que todo ha sido dado ya y, como única solución, manejemos el tiempo como nos convenga. Vamos a hacerlo de la siguiente manera. Miremos el tablero una vez más. Intenta mover una ficha que ya no está. Puede que sea absurdo, pero al menos es lo que nos queda, parecer absurdos. Feliz Navidad para todos los niños del mundo. Felices Pascuas para los hombres de buena voluntad. De nueva voluntad. Felicidad fuera de tiempo. Felicidad veinte minutos antes de hora. Felicidad antes de las ocho de la tarde. Las ocho de la tarde, las siete de la tarde, las horas fatídicas en las que se acaba la felicidad. Felices fiestas. Te falta poco tiempo para ser feliz. Aprovecha el tiempo. Es más tarde de lo que crees. Si quieres, yo es lo que pienso hacer a partir de ahora, vamos a manipular el tiempo. Vamos a hacer que todo suceda dos o tres semanas antes. Vamos a no poner la fecha en los documentos. Vamos a poner la fecha del reloj del ordena en el 2014, por ejemplo, para que todo vuelva a pasar otra vez. Aprovecha el tiempo. Manipúlalo.
https://www.youtube.com/watch?v=pFptt7Cargc
El año que viene, mañana mismo, voy a ser yo. Durante un tiempo he sido una persona que no era yo. No ha estado nada mal. A partir de mañana, el año que viene, las cosas van a ser como antes. Me lo pasaba mejor siendo como este año o incluso como el año pasado, pero a partir de ahora voy a dedicarme a... uf. ¿Quién era yo antes? No me acuerdo. Si véis que me estoy repitiendo en los temas, me lo decís. Un toquecito en la espalda, un algo. El asunto es que a partir del año que viene, a partir de mañana mismo, voy a ser yo. Lo que significa que ya no habrá toquecitos en la espalda, ni nada. Ya no habrá encendidos discursos, intervenciones inteligentes, comentarios irónicos, lecciones magistrales de nada, defensa enardecida de la condición humana... todo se irá. Volveré a leer el periódico en el bar, comentar con el Carlitos o el Rafa, mirar el debate de la televisión, No, no. Me niego. Voy a seguir manteniendo viva la esperanza, voy a llevar la llama de la Revolución, voy a convertirme en un estandarte viviente de la lucha, voy a construir alternativas, voy a trabajar en los espacios, voy a pensar en cómo se resuelven los problemas y contradicciones a las que nos lleva el sistema, voy a no dormir la siesta mientras veo los deportes de cuatro. Voy a hacer lo que quiero hacer, voy a ser yo. Normalmente ser yo impide sistemáticamente que no pueda hacer lo que quiero. Y ahora es cuando miro a cámara y guiño el ojo.
https://www.youtube.com/watch?v=44SQPJlFfAg
Es un poco embarazoso hablar de esto, pero no me queda más remedio. El amor. El amor es un sentimento que llevo dentro del corazón. Es curioso. Estaba haciendo nosequé y me ha venido una frase que pensaba que era gloriosa. Una frase para hablar del amor que lo iba a romper. Me estoy muriendo. Poco a poco. Está empezando la cosa por el dedo anular de la mano izquierda. Lo tengo helado. Si saco la mano a pasear, el dedo se me queda congelado. Aprovecharme. No recuerdo haber escrito esto antes, aunque la idea la tengo desde hace tiempo. Quererme. Aprovecharme ahora. Me queda poco. El año que viene, como me queda poco tiempo, creo, y no tengo iniciativa ni inventiva para hacer cosas distintsa, prometo repetirme. Prometo hacer exactamente lo mismo que ya he hecho antes. Prometo hacer lo mismo del año pasado. Para que nadie se llame a engaño. Prometeo enamorado. El amor. El año que viene prometo hacer exactamente lo mismo. No voy a decir que vaya a variar ni un pelo nada. Voy a hacer lo mismo que he venido haciendo durante todo este tiempo. No sé hacerlo de otra manera ni se me ocurre nada mejor. Y con lo del dedo, cualquiera se atreve a perder el tiempo pensando cosas nuevas, intentando variar, inventando nada. Es mejor no cambiar. Creo que puede funcionar.
https://www.youtube.com/watch?v=TZIliIa5_bY
No me siento satisfecho. Este año, concretamente. No me siento satisfecho. Hay algo, algo que no me acaba de llenar. Hago el repaso, pongo en una balanza una cosa y la otra y pienso... ostia. Espera un momento. Voy a hacer el repaso real. Voy a proponerme poner en un lado las cosas buenas y en el otro las cosas malas. Ahora imaginen que estoy escribiendo en un sitio una cosa y en otro sitio otra. No haces caso de nada. Es cierto. No me siento satisfecho. No tengo lo que se dice la sensación de haber llegado al final. O al principio. He estado cerca. No se sabe si estoy cerca o no. No me siento satisfecho. Voy conduciendo en mi coche y un tío en la radio me dice que puedo tenerlo todo y me da una información de mierda que enardece mi imaginación. No. No me siento satisfecho. Esta noche iré a cenar con mi hermano, veremos vídeos musicales, nos marcararemos unos bailes, veremos más vídeos, nos beberemos el Guadiana, bailaremos mal, en alguna canción incluso puede que acertemos y lo hagamos medio bien. No me siento satisfecho. Ni un poco. Ni un poquito. Siendo una noche genial siempre, no me siento satisfecho. No lo puedo negar. Siendo todo el año un compendio de momentos bestiales, no lo puedo negar, no me siento satisfecho.
https://www.youtube.com/watch?v=oO_k4_Qy_Zs
Disfruta del momento. Que el tiempo pasa y si no te sientes satisfecho, algo debes hacer para intentar cambiar las cosas, muchacho. Entonces apoya la pierna en la valla, porque puede levantar la pierna para apoyarla en la valla y dice... si no te sientes satisfecho. No no no. He he he. Yo no puedo levantar la pierna para ponerla en la valla. No puedo hacer prácticamente nada. Ando y ando mal. Voy a peor. A peor del todo. Hoy con mi hermano en el carrefour han habido momentos en los que podríamos dudar seriamente de que mi pertenencia al mundo de los vivos fuera... no lo sé decir. No me siento satisfecho. No estoy bien. Estoy acartonado. Me cuesta andar bien, me cuesta sentarme bien, me cuesta estar de pie, tengo el dedo anular helado. Me puedo estar yendo poco a poco y el tiempo pasa y no puedo hacer lo que quiero. Es una mierda como un pan. Tampoco lo he dicho. Ojo. Ahí está el verdadero tema de insatisfacción. No me siento satisfecho porque no he sido capaz de decir lo que quiero, lo que me apetece, lo que me gustaría. No me siento satisfecho. Lo intento, ojo, pero de una manera que no resulta efectiva ni suficiente. No me siento satisfecho. El año que viene... uy el año que viene. El año que viene verás. El año que viene voy a repetir exactamente el mismo esquema. Las mismas cosas y todo igual. Que inventen ellos.
https://www.youtube.com/watch?v=80tnJUcX4FM
Aprovechemos en serio el momento. Aprovechemos que todavía somos jóvenes, que tenemos... es que yo ya no tengo edad para decir que soy joven. La canción de todos los años, antes de irme a cenar a casa de mi hermano o de que él venga a la mía (no ha pasado más que una vez, pero que no se diga), Specials sonando a todo lo que da el equipo y señalando que los años pasan... que está bien ser muy listo cuando eres joven, pero solo vas a ser listo una vez Bueno. Eso es lo que hay. Vive, ríe, disfruta, habla, no te encierres. Eso es lo que hay. Debe ser así. Suena la canción desde hace un huevo de años y todos los años dices que es que no hay otra manera de verlo. Que tiene que ser así. Los años pasan tan rápido... disfruta de la vida, que es más tarde de lo que piensas. El dedo helado. No seas tonto. No haces casos de los consejos de nadie. Aprovecha el tiempo, te lo estás perdiendo. Hay un montón de cosas que podrías hacer, un sinfin de sitios a los que puedes ir, mucha gente a la que puedes conocer. Disfruta y enriquécete. Va. Hazlo. No creas que a lo mejor el año que viene va a ser mejor. Piensa en la semana que viene. Hazlo. Como si no fueras tú.
https://www.youtube.com/watch?v=Vx_dBBUYln4
Y ya para acabar, una extra. La cabeza se supone que la tengo puesta aquí, en estos días, en lo que está pasando, en lo que se cuece, en lo que no hay, en lo que ha venido siendo, en lo que vamos a hacer, en si hará frío en la plaza de la Vila, si iremos que no iremos, y todo eso. Todo eso. Pero estoy fingiendo estupendamente. Lo estoy haciendo muy bien. Me hicieron un análisis de sangre ayer y no lloré ni nada. Estoy siendo un niño muy mayor ya. No se me nota casi nada. Todo va bien, es normal, no hay que preocuparse. Todo consiste en pasar esta noche, en mañana no hacer nada, el sábado es día 2... y así ir pasando los días. No pasa nada. No tiene ningún misterio. Claro, dos vinos más. Claro, vamos a tomarnos una birra allí. Claro, me quedo. Claro, vamos a tomar algo. Claro. Es todo divino y maravilloso. Qué días tan chulos aquellos en los que descubrí la canción de Gal Costa. Pero no, no va de eso. Son palabras de relleno. Es hablar de algo por no estar siempre con lo mismo. La cabeza se me va constante mente. Constante. Mente. El año que viene voy a repetir exactamente lo mismo hasta donde llegue. No sé hacer otra cosa. Es lo único que me gusta de verdad.
https://www.youtube.com/watch?v=MYQuKC4IcCM
Y poca cosa más. A pasar buena noche. Feliz año. Si nos vemos por ahí, díganme algo. Si les veo yo, ya si eso. De verdad, feliz año.
jueves, 31 de diciembre de 2015
miércoles, 30 de diciembre de 2015
Los libros de 2015
Poniéndome en evidencia. El repaso de los libros que he leído este año. Fiasco total. Jamás, digo, jamás he leído menos. Sea por lo que sea, no me he puesto a leer como solía. Puede ser bueno, puede ser malo. ¿Lo he echado de menos? No. A veces. ¿Por qué no he leído como siempre leo? No han tenido culpa los libros, ni que me guste menos leer... la vida. Supongo que es la vida. El reto consistía en leer 50 libros, tal y como proponían en su tiempo en La Página Definitiva. Ni siquiera tengo constancia escrita de los libros que realmente he leído y hablo de memoria. Ahí voy. Fiasco total.
1- Odei A. Etxearte - De suburbi a ciutat. El Pla Popular de Santa Coloma de Gramenet. Un libro fundamental para entender la Santa Coloma de los años setenta y de cómo evoluciona durante los ochenta hasta convertirnos en lo que somos ahora. En un libro ameno, la periodista colomense nos hace un repaso de lo que fueron las luchas vecinales y políticas en la ciudad, cómo se articularon los movimientos, cómo las demandas vecinales cristalizaron en el Pla Popular y cómo se aplicó o se dejó de aplicar. Con testimonios de protagonistas, cobra una importancia mucho mayor una vez que este mismo año nos dejó Lluís Hernàndez, uno de los protagonistas del libro. Un libro que todos los colomenses de bien deberían tener en su casa. Y las fotos son muy chula. No sé qué más.
2- Javier Pérez Andújar y Joan Guerrero - Milagro en Barcelona. Con imágenes de Joan Guerrero, Javier Pérez Andújar hace un repaso por el paisaje humano de la Barcelona, la Santa Coloma y otras ciudades de la periferia de hoy en día, en relación con lo que el propio Joan Guerrero, tarifeño, se encontró cuando llegó aquí. Fotos de la cotidianeidad, y unos textos en los que el cariño hacia la gente que menos tiene, se tiñe de una mala leche que espanta hacia los que lo tienen todo y siguen negando el pan y la sal a todos nosotros. Me moló mucho este libro, quise leer más de Pérez Andújar. Pero ahí me quedé.
3. Quima Utrera - Lluís Hernàndez. El Capellà Rebel. Una vez que falleció Lluís Hernàndez llegó a mis manos (qué forma tan repipi de decir 'me dejaron',) el libro que hace ya unos años escribió Quima Utrera junto a y sobre Lluís Hernàndez. Es un libro finito y que también debería ser un poco como el libro rojo de Mao. En todas las casas, uno. Sirve para conocer de manera sencilla y sin mucha santificación, la figura del que fuera alcalde de Santa Coloma durante las primeras legislaturas, así como un referente de las luchas vecinales, políticas y todo un personaje que merece no un libro así de finito, sino quizás una biografía de varios tomos. Sea como sea es un libro bien bonito que nos dice mucho de cómo veía la política una persona muy poco dogmática y a la que merece la pena releer.
4- Montserrat Suáñez - La Corte del Diablo. Este libro me costó una eternidad leerlo. No porque fuera malo o bueno, es que no tuve lugar. Entré en una nebulosa de implicación en diversos temas que me impedía dedicarme a leer. El libro es muy divertido. Y es la primera novela de mi amiga Montse. La Dame Masquée. Con un sentimiento de culpa enorme por no poder leer el libro al ritmo que se merecía iban pasando las páginas atoconvenciéndome de que la intriga en la corte de Carlos X me estaba gustando. Luego, otra gente a la que he dejado el libro, me reafirmaron en que, efectivamente, era un buen libro, divertido, como es La Dame Masquée como nos cuenta sus cosas en sus blogs. Que no se quede ahí.
5- Pierre Lemaitre - Vestido de Novia. Una novela de intriga. Una mujer que parece que se ha vuelto loca y que no sabe qué le pasa pero por donde pasa, siembra el pánico. El libro fue un regalo y en un principio lo acogí con recelo. No sabía nada del autor, no sabía nada de nada... qué es esto. Pero como tengo mucha fe en la persona que me lo regaló, sabía que no me iba a defrudar. Te engancha y no lo sueltas. Te lo puedes leer casi de un tirón, no por que sea facilón, sino por que es entretenido a más no poder, con un desenlace sorprendente. ¿Qué más se puede pedir?
6- Benito Pérez Galdós - Tristana. Mi primer Benito Pérez Galdós. Cuando acabé me dije... oye, este libro mola mucho y me voy a leer más libros de... pero nada. Un libro que empieza pareciendo divertido, esperpéntico, y se acaba convirtiendo en a) un dramón de tomo y lomo y b) un canto a lo irremediable de la desgracia cuando eres un desgraciado. Si naces para martillo, del cielo te caen los clavos. Está escrito de puta madre, así de claro. Es gracioso cuando tiene que serlo, chungo cuando nos tenemos que poner en lo peor, y la historia y los personajes tienen una miseria moral e interior que le deja a uno un cuerpecito bueno bueno.
7- Manuel de Pedrolo - Mecanoscrit del segon origen. Este libro ya dije que me lo tenía que haber leído cuando era chaval, pero no pudo ser. Cayó tarde, pero cayó. Y me gustó bastante. Está muy bien. Si me lo hubiera leído cuando tocaba, pues eso que me hubiera llevado. La historia de un cataclismo contada con un 'me meto en el agua y cuando salgo no hay nada', es de un morro enorme, pero oye, se lo cree uno. Y todo lo que le cuentan a uno después, pues es creíble también. No ví la película que hicieron después, ni ganas. O sí. No sé. Cuando la pongan en la tele ya me lo pensaré.
8- Neil Young - El sueño de un hippie. Uno de los regalos de mi cumpleaños que no me leí hasta... en fin. La autobiografía de Neil Young contada como a Neil Young se le va ocurriendo. Ahora me paro aquí, ahora me vengo para este lado, ahora te cuento esto y ahora me acuerdo de aquel. En realidad es un libro en el que Neil Young viene a decirnos que lo que le mola es tocar música y estar con sus colegas, que ha tenido unos hijos a los que les tenía que dedicar más cuidados de lo normal y que ha hecho lo que ha podido y que, bueno, pues que se hace lo que se puede. Con sus coches, con sus trenes, con sus guitarras. Es Neil Young y le vamos a querer igual.
9- Joan de la Vega - Bare Nostrum. El último del año. Me lo regaló el autor creo que durante la campaña electoral de las municipales... creo. Ahí lo he tenido hasta ahora. El libro le remueve a uno los recuerdos de todos esos años pasados recorriendo, peregrinando por los bares de Santa Coloma, pasando noches, tardes, mediodías, haciendo como que estar en el bar, en ese bar, escuchando esa música, era lo mejor que te podía pasar. Y no era así. O sí. Dejar las cosas en duda me permite que todo lo que escribo no sea tomado en consideración y es mejor así. Para los que hemos sido y somos muy de bar, es un libro que puede llegar a doler.
Nueve libros en un año es una auténtica vergüenza. Espero que el año que viene la cosa mejore. O no. Porque leer libros no es la vida. Prefiero vivir a leer. Si tengo que elegir, prefiero otro año sin leer, incluso leyendo menos todavía. Prefiero vivir. No sé si me explico bien.
1- Odei A. Etxearte - De suburbi a ciutat. El Pla Popular de Santa Coloma de Gramenet. Un libro fundamental para entender la Santa Coloma de los años setenta y de cómo evoluciona durante los ochenta hasta convertirnos en lo que somos ahora. En un libro ameno, la periodista colomense nos hace un repaso de lo que fueron las luchas vecinales y políticas en la ciudad, cómo se articularon los movimientos, cómo las demandas vecinales cristalizaron en el Pla Popular y cómo se aplicó o se dejó de aplicar. Con testimonios de protagonistas, cobra una importancia mucho mayor una vez que este mismo año nos dejó Lluís Hernàndez, uno de los protagonistas del libro. Un libro que todos los colomenses de bien deberían tener en su casa. Y las fotos son muy chula. No sé qué más.
2- Javier Pérez Andújar y Joan Guerrero - Milagro en Barcelona. Con imágenes de Joan Guerrero, Javier Pérez Andújar hace un repaso por el paisaje humano de la Barcelona, la Santa Coloma y otras ciudades de la periferia de hoy en día, en relación con lo que el propio Joan Guerrero, tarifeño, se encontró cuando llegó aquí. Fotos de la cotidianeidad, y unos textos en los que el cariño hacia la gente que menos tiene, se tiñe de una mala leche que espanta hacia los que lo tienen todo y siguen negando el pan y la sal a todos nosotros. Me moló mucho este libro, quise leer más de Pérez Andújar. Pero ahí me quedé.
3. Quima Utrera - Lluís Hernàndez. El Capellà Rebel. Una vez que falleció Lluís Hernàndez llegó a mis manos (qué forma tan repipi de decir 'me dejaron',) el libro que hace ya unos años escribió Quima Utrera junto a y sobre Lluís Hernàndez. Es un libro finito y que también debería ser un poco como el libro rojo de Mao. En todas las casas, uno. Sirve para conocer de manera sencilla y sin mucha santificación, la figura del que fuera alcalde de Santa Coloma durante las primeras legislaturas, así como un referente de las luchas vecinales, políticas y todo un personaje que merece no un libro así de finito, sino quizás una biografía de varios tomos. Sea como sea es un libro bien bonito que nos dice mucho de cómo veía la política una persona muy poco dogmática y a la que merece la pena releer.
4- Montserrat Suáñez - La Corte del Diablo. Este libro me costó una eternidad leerlo. No porque fuera malo o bueno, es que no tuve lugar. Entré en una nebulosa de implicación en diversos temas que me impedía dedicarme a leer. El libro es muy divertido. Y es la primera novela de mi amiga Montse. La Dame Masquée. Con un sentimiento de culpa enorme por no poder leer el libro al ritmo que se merecía iban pasando las páginas atoconvenciéndome de que la intriga en la corte de Carlos X me estaba gustando. Luego, otra gente a la que he dejado el libro, me reafirmaron en que, efectivamente, era un buen libro, divertido, como es La Dame Masquée como nos cuenta sus cosas en sus blogs. Que no se quede ahí.
5- Pierre Lemaitre - Vestido de Novia. Una novela de intriga. Una mujer que parece que se ha vuelto loca y que no sabe qué le pasa pero por donde pasa, siembra el pánico. El libro fue un regalo y en un principio lo acogí con recelo. No sabía nada del autor, no sabía nada de nada... qué es esto. Pero como tengo mucha fe en la persona que me lo regaló, sabía que no me iba a defrudar. Te engancha y no lo sueltas. Te lo puedes leer casi de un tirón, no por que sea facilón, sino por que es entretenido a más no poder, con un desenlace sorprendente. ¿Qué más se puede pedir?
6- Benito Pérez Galdós - Tristana. Mi primer Benito Pérez Galdós. Cuando acabé me dije... oye, este libro mola mucho y me voy a leer más libros de... pero nada. Un libro que empieza pareciendo divertido, esperpéntico, y se acaba convirtiendo en a) un dramón de tomo y lomo y b) un canto a lo irremediable de la desgracia cuando eres un desgraciado. Si naces para martillo, del cielo te caen los clavos. Está escrito de puta madre, así de claro. Es gracioso cuando tiene que serlo, chungo cuando nos tenemos que poner en lo peor, y la historia y los personajes tienen una miseria moral e interior que le deja a uno un cuerpecito bueno bueno.
7- Manuel de Pedrolo - Mecanoscrit del segon origen. Este libro ya dije que me lo tenía que haber leído cuando era chaval, pero no pudo ser. Cayó tarde, pero cayó. Y me gustó bastante. Está muy bien. Si me lo hubiera leído cuando tocaba, pues eso que me hubiera llevado. La historia de un cataclismo contada con un 'me meto en el agua y cuando salgo no hay nada', es de un morro enorme, pero oye, se lo cree uno. Y todo lo que le cuentan a uno después, pues es creíble también. No ví la película que hicieron después, ni ganas. O sí. No sé. Cuando la pongan en la tele ya me lo pensaré.
8- Neil Young - El sueño de un hippie. Uno de los regalos de mi cumpleaños que no me leí hasta... en fin. La autobiografía de Neil Young contada como a Neil Young se le va ocurriendo. Ahora me paro aquí, ahora me vengo para este lado, ahora te cuento esto y ahora me acuerdo de aquel. En realidad es un libro en el que Neil Young viene a decirnos que lo que le mola es tocar música y estar con sus colegas, que ha tenido unos hijos a los que les tenía que dedicar más cuidados de lo normal y que ha hecho lo que ha podido y que, bueno, pues que se hace lo que se puede. Con sus coches, con sus trenes, con sus guitarras. Es Neil Young y le vamos a querer igual.
9- Joan de la Vega - Bare Nostrum. El último del año. Me lo regaló el autor creo que durante la campaña electoral de las municipales... creo. Ahí lo he tenido hasta ahora. El libro le remueve a uno los recuerdos de todos esos años pasados recorriendo, peregrinando por los bares de Santa Coloma, pasando noches, tardes, mediodías, haciendo como que estar en el bar, en ese bar, escuchando esa música, era lo mejor que te podía pasar. Y no era así. O sí. Dejar las cosas en duda me permite que todo lo que escribo no sea tomado en consideración y es mejor así. Para los que hemos sido y somos muy de bar, es un libro que puede llegar a doler.
Nueve libros en un año es una auténtica vergüenza. Espero que el año que viene la cosa mejore. O no. Porque leer libros no es la vida. Prefiero vivir a leer. Si tengo que elegir, prefiero otro año sin leer, incluso leyendo menos todavía. Prefiero vivir. No sé si me explico bien.
martes, 29 de diciembre de 2015
En el Lejano Oeste
De la pequeña novela de Kurt Kreiner 'El indio que sabía demasiado', les ofrecemos un estracto con el que despedimos el año en cuanto a estractos ofrecidos se refiere.
'...aquel otro personaje que iba con él se llamaba Siempre Sabe. Es el protagonista de esta y de otras muchas historias, pero la primera de ellas, la que me contó el tabernero, creo que es la más importante. O al menos la que más me impresionó. Bueno. Es una historia un poco tonta, porque no dice nada, pero como fue la primera historia, es la que más me impresionó. Sucede a veces que las historias, las primeras que te cuentan son las que te hacen ver a la persona y su circunstancia. Todo lo que venga después, son adornos. A mí me pasa, no quiero decir que sea una sensación universal. Porque puede ser que una persona diga, por ejemplo, Tal es un mamón porque esto y lo otro. Al cabo de un tiempo puede ser que la percepción sobre él haya cambiado y lo que tú pensabas que era de una manera, es de otra. La primera impresión que me dió era mala, pero luego, el hombre me cayó bien. O esa gente que dice 'hay que conocerle un poco, de primeras entra mal'. Bien. Yo no soy tan así. Yo soy más bien de hacerme un retrato de la persona, incluso del hecho mismo, en una primera impresión, y luego ya ir reafirmándome en mis consideraciones. Eso es lo que me pasó con Siempre Sabe. Y me ha pasado con más gente. Me pasó con mi mujer, me pasó incluso con mis hijos. Sí. Con mis propios hijos. Con dos o tres años, me hice una idea de cómo iban a ser Ebenezer, Eliah y Laura y que me arranquen la piel a tiras si no acerté entonces con la idea que me hice de elos en ese momento. No erré en nada. Todo lo que pensé entonces se fue cumpliendo y me sirvió para poder guiar sus pasos hacia el camino correcto, menos con Eliah, que se torció y como yo ya veía que no podría ir recto ni aunque lo atase con una cuerda a una estaca en mitad del desierto, lo dejé hacer y no tengo ninguna duda de que hice lo correcto, porque yo ya ví que él no iba por buen camino y que no querría jamás hacer algo que yo le ordenase. Eso ya lo ví con tres años, cuando le dije un día que tendría que pensar en sus hermanos a la hora de comer y no importunarles siempre con bromas y riñas, a lo que me contestó que me metiera en mis asuntos y no creyese que le iba a impresionar con regañinas y sermones, que ya estaba harto. Y lo dejé. Porque yo lo ví. Y lo mismo me pasó con Siempre Sabe y con la historia que me contó aquel tabernero. El tabernero se llamaba Bully Windemaker y regentaba un muy famoso establecimiento en Deloresville, Yo no solía ir demasiado a Deloresville y por eso no conocí nunca a Bully en su taberna. A Bully le conocí en un hospital en Kansas. Me iban a quitar un bulto que tenía en la pierna y en la habitación de al lado estaba él. Al parecer había tenido un problemilla respiratorio y se estaba recuperando. Como no teníamos nada que hacer, me contaba historias del Oeste, del Lejano Oeste. Y la primera que me contó fue la de Siempre Sabe...'.
'...aquel otro personaje que iba con él se llamaba Siempre Sabe. Es el protagonista de esta y de otras muchas historias, pero la primera de ellas, la que me contó el tabernero, creo que es la más importante. O al menos la que más me impresionó. Bueno. Es una historia un poco tonta, porque no dice nada, pero como fue la primera historia, es la que más me impresionó. Sucede a veces que las historias, las primeras que te cuentan son las que te hacen ver a la persona y su circunstancia. Todo lo que venga después, son adornos. A mí me pasa, no quiero decir que sea una sensación universal. Porque puede ser que una persona diga, por ejemplo, Tal es un mamón porque esto y lo otro. Al cabo de un tiempo puede ser que la percepción sobre él haya cambiado y lo que tú pensabas que era de una manera, es de otra. La primera impresión que me dió era mala, pero luego, el hombre me cayó bien. O esa gente que dice 'hay que conocerle un poco, de primeras entra mal'. Bien. Yo no soy tan así. Yo soy más bien de hacerme un retrato de la persona, incluso del hecho mismo, en una primera impresión, y luego ya ir reafirmándome en mis consideraciones. Eso es lo que me pasó con Siempre Sabe. Y me ha pasado con más gente. Me pasó con mi mujer, me pasó incluso con mis hijos. Sí. Con mis propios hijos. Con dos o tres años, me hice una idea de cómo iban a ser Ebenezer, Eliah y Laura y que me arranquen la piel a tiras si no acerté entonces con la idea que me hice de elos en ese momento. No erré en nada. Todo lo que pensé entonces se fue cumpliendo y me sirvió para poder guiar sus pasos hacia el camino correcto, menos con Eliah, que se torció y como yo ya veía que no podría ir recto ni aunque lo atase con una cuerda a una estaca en mitad del desierto, lo dejé hacer y no tengo ninguna duda de que hice lo correcto, porque yo ya ví que él no iba por buen camino y que no querría jamás hacer algo que yo le ordenase. Eso ya lo ví con tres años, cuando le dije un día que tendría que pensar en sus hermanos a la hora de comer y no importunarles siempre con bromas y riñas, a lo que me contestó que me metiera en mis asuntos y no creyese que le iba a impresionar con regañinas y sermones, que ya estaba harto. Y lo dejé. Porque yo lo ví. Y lo mismo me pasó con Siempre Sabe y con la historia que me contó aquel tabernero. El tabernero se llamaba Bully Windemaker y regentaba un muy famoso establecimiento en Deloresville, Yo no solía ir demasiado a Deloresville y por eso no conocí nunca a Bully en su taberna. A Bully le conocí en un hospital en Kansas. Me iban a quitar un bulto que tenía en la pierna y en la habitación de al lado estaba él. Al parecer había tenido un problemilla respiratorio y se estaba recuperando. Como no teníamos nada que hacer, me contaba historias del Oeste, del Lejano Oeste. Y la primera que me contó fue la de Siempre Sabe...'.
lunes, 28 de diciembre de 2015
Unas birras y un pato volando
Qué memoria tengo. No recuerdo la cita. Era de Marx. Él la dijo mientras yo intentaba, creo, pedirle al camarero una cerveza más. O unas bravas. Recuerdo que me dijo, oye, pídete unas bravas y unos morros o algo ¿no? Me chocó. Porque a ver, uno no es Botín precisamente, y que me digan así a las bravas que me pida... unas bravas... me incomoda. Pero había que dar buen tono y no arredrarse. Ahí van las bravas y los morros. Luego cayeron unos bocatas. Se estaban enfrascando en una charleta sobre si sí o si no, porque estaba lo de la asamblea de la CUP y la conversación giraba en torno a si sí o si no. Fue entonces cuando lo dijo 'el objetivo de clase está por encima de las necesidades de la organización'. No soy capaz de afirmar si dijo necesidades de la organización, la organización a secas, o los valores de la organización. Pero el mensaje estaba claro.
Yo, ya lo sabéis, no sé nada de marxismo. Debería saber algo más, pero presumo que me va a servir cada vez para menos. Ellos, sin embargo, sí que citaban y hablaban de praxis y de condiciones objetivas. Objetivamente. La praxis. Llevo mucho tiempo hablando de la praxis y todavía no tengo yo claro de qué hablamos cuando hablamos de.
Había acabado el pleno y como no era muy, muy tarde nos daba tiempo a tomarnos algo. Fuimos a las Tanis, pero ya estaba cerrado. Parece que no haya otro sitio que las Taninas. Ellos se quedaron en los Pinos y parecía feo pasar de largo. Nos metimos con ellos a tomarnos algo. Hice la coña de sentarnos separados, pero al final caímos. Ya lo habíamos hecho alguna vez. Cervezas de confluencia. Nos sentamos y rajamos de lo que ha pasado en el pleno, de esto y de lo otro. Y repasamos momentos históricos del porqué y el porqué no. Momentos del proceso, tú me dijiste, yo te dije, la conversación aquella fue profética, ha pasado lo que dijimos que pasaría. Quién había votado qué en las elecciones, qué sensación teníamos después de haber ganado unas elecciones, no a Nuria Parlón, no, al PSC, que cómo se hace eso, que si se hubiera... creo que esto último no lo llegamos a decir, pero es algo que se masca en el ambiente. Si hubiéramos. Ellos tenían la cabeza también puesta en lo del domingo. La Assemblea de Sabadell. Que antes iba a ser en Girona, pero la cambiaron.
Unos iban a ir y otros no. Tengo ganas de ver qué dicen.
Todo el domingo pendientes de la Asamblea. Sabíamos que iba a ser trascendente, que iba a ser un momentazo, que corrían el riesgo de partirse, que estaba la cosa muy a la mitad. Pero no sospechábamos ni en sueños que iba a ser como fue al final. Después de votaciones, de entrar y salir, de ir y volver, el desenlace es un empate total en votos. A favor de investir a Mas o en contra de investir a Mas. El objetivo de clase por encima de la organización. ¿Cuál es el objetivo de clase? ¿Cuál es el objetivo del país? ¿Cuál es el verdadero objetivo de la organización? Patria o clase.
A nosotros nos ha ido de un pelo con este tema. Hemos salvado los muebles al final, pero supongo que aún nos queda una traca final. No puede ser que la CUP quede peor que nosotros, tenemos que hacer algo y ya se nos ocurrirá.
Por lo pronto, creo que no sería conveniente guardar mucho las carpas y los globitos de catsiquespot porque igual los vamos a necesitar. Patria o clase, empate. Empate total. 1515. Suena a broma chunga. Un día entero con el mundo mirándote y se te ocurre no desliar nada. Claro, si se empata, se empata, pero... la virgen.
Es bonito, por una vez, mirar estas cosas desde fuera. Que no seamos nosotros los que se ven en el trance. Por una vez.
Solo una cosa. Que de todo esto no salga fortalecido y como mártir el que está utilizando las aspiraciones de tanta y tanta gente para mantenerse en el poder a toda costa. Sé que es un anhelo imposible, pero es que es Navidad.
Yo, ya lo sabéis, no sé nada de marxismo. Debería saber algo más, pero presumo que me va a servir cada vez para menos. Ellos, sin embargo, sí que citaban y hablaban de praxis y de condiciones objetivas. Objetivamente. La praxis. Llevo mucho tiempo hablando de la praxis y todavía no tengo yo claro de qué hablamos cuando hablamos de.
Había acabado el pleno y como no era muy, muy tarde nos daba tiempo a tomarnos algo. Fuimos a las Tanis, pero ya estaba cerrado. Parece que no haya otro sitio que las Taninas. Ellos se quedaron en los Pinos y parecía feo pasar de largo. Nos metimos con ellos a tomarnos algo. Hice la coña de sentarnos separados, pero al final caímos. Ya lo habíamos hecho alguna vez. Cervezas de confluencia. Nos sentamos y rajamos de lo que ha pasado en el pleno, de esto y de lo otro. Y repasamos momentos históricos del porqué y el porqué no. Momentos del proceso, tú me dijiste, yo te dije, la conversación aquella fue profética, ha pasado lo que dijimos que pasaría. Quién había votado qué en las elecciones, qué sensación teníamos después de haber ganado unas elecciones, no a Nuria Parlón, no, al PSC, que cómo se hace eso, que si se hubiera... creo que esto último no lo llegamos a decir, pero es algo que se masca en el ambiente. Si hubiéramos. Ellos tenían la cabeza también puesta en lo del domingo. La Assemblea de Sabadell. Que antes iba a ser en Girona, pero la cambiaron.
Unos iban a ir y otros no. Tengo ganas de ver qué dicen.
Todo el domingo pendientes de la Asamblea. Sabíamos que iba a ser trascendente, que iba a ser un momentazo, que corrían el riesgo de partirse, que estaba la cosa muy a la mitad. Pero no sospechábamos ni en sueños que iba a ser como fue al final. Después de votaciones, de entrar y salir, de ir y volver, el desenlace es un empate total en votos. A favor de investir a Mas o en contra de investir a Mas. El objetivo de clase por encima de la organización. ¿Cuál es el objetivo de clase? ¿Cuál es el objetivo del país? ¿Cuál es el verdadero objetivo de la organización? Patria o clase.
A nosotros nos ha ido de un pelo con este tema. Hemos salvado los muebles al final, pero supongo que aún nos queda una traca final. No puede ser que la CUP quede peor que nosotros, tenemos que hacer algo y ya se nos ocurrirá.
Por lo pronto, creo que no sería conveniente guardar mucho las carpas y los globitos de catsiquespot porque igual los vamos a necesitar. Patria o clase, empate. Empate total. 1515. Suena a broma chunga. Un día entero con el mundo mirándote y se te ocurre no desliar nada. Claro, si se empata, se empata, pero... la virgen.
Es bonito, por una vez, mirar estas cosas desde fuera. Que no seamos nosotros los que se ven en el trance. Por una vez.
Solo una cosa. Que de todo esto no salga fortalecido y como mártir el que está utilizando las aspiraciones de tanta y tanta gente para mantenerse en el poder a toda costa. Sé que es un anhelo imposible, pero es que es Navidad.
Bare nostrum - Joan de la Vega
Santa Coloma de Gramenet tiene un huevo de bares. Hubo un tiempo en que una de las cosas de las que alardeábamos los colominos ante los atónitos barceloneses o gentes llegadas de más allá del Besós o el Llobregat, era de tener el mayor número de bares por habitante de... no recuerdo el marco en el que nos medíamos. Éramos una ciudad de bares. Bares de abuelo, bares de noche, bares musicales, bares de tapeo, bares para dejarse morir de tristeza... seguimos teniendo muchos bares, algunos han cambiado de dueño y aún así mantienen su halo original, otros no existen más, otros... otros uno se pregunta porque no desaparecen de una vez.
El libro de Joan de la Vega se llama Bare Nostrum, como uno de los bares más legendarios de la ciudad. Era un bar y era sala de baile, por llamarlo de la forma más rancia posible. Se llamó Kaos, se llamó Bare Nostrum, se llamó Blue Monk, y se sigue llamando así aunque ya no tiene nada que ver. Allí me lo he pasado bien y me lo he pasado mal. De los 50 bares que retrata Joan de la Vega, creo haber estado en más de la mitad. De algunos de ellos tengo un recuerdo muy agradable, de otros tengo el recuerdo de haber ido siempre buscando algo que no estaba allí, que otros encontraban y que y no veía, no estaba. De haber vuelto de esos bares preguntándome porqué y pretendiendo hacer propósito de enmienda. No lo volveré a hacer más. Y volver. Y regresar a casa otra vez pensando qué hago yo allí, qué se me ha perdido, quiénes son esos con los que hablo, cuándo va a ser viernes otra vez.
Muchos de los bares de los que habla Joan de la Vega son bares de día, que también podían alargar la broma hasta ser bares de noche. Otros son pubs, otros son bares sólo nocturnos de ambiente patibulario, otros bares selectos, otros bares míticos que unos pocos recordaos como en sueños (el Pato), otros lugares que abandonamos hace tiempo jurando no volver y a los que regresamos con el rabo entre las piernas, otros, sitios que no hemos pisado en la vida (¿Noelia?). Digo hemos porque yo a los bares todavía no voy solo. De vez en cuando piso las Taninas en solitario, cierto, pero eso es muy ahora y no me gusta. A los bares se va con gente. Si vas solo, malas cartas. Solo, claro, si no tienes habilidades sociales que te permitan acoplarte con este y con aquel...
El otro día fui al Yesterday con el Edu. Antes era el Trece. No me gusta mucho ir al Yesterday. En la puerta, mientras estábamos fumando (salgo a fumar con la gente desde siempre), un hombre algo puesto ya nos preguntó cuánto valía una birra mientras se rascaba los bolsillos. Dos o tres euros, entró, y cuando llegamos de nuevo había pegado la hebra con un parroquiano sin mala pinta ni nada que bebía solo. Se abrazaron al cabo de un cuarto de hora. Le había pagado una cerveza.
La noche de Nochebuena, pasé por el Moreira, a eso de las nueve. Había gente en la barra. Tristeza infinita. A la mañana siguiente el Moreira abrió. Estaban los mismos. Por la noche tampoco se habían ido. Ir solo a los bares. Estar solo en cualquier parte.
El libro de Joan de la Vega recoge 50 acrósticos referentes a 50 bares de Santa Coloma. No tengo sensibilidad para la poesía, no la entiendo, me pierdo, no capto muchas de las referencias, de las metáforas. Creo que son cosas tan personales que el que la lleva la entiende. Me puede gustar cómo suena, alguna imagen, algo. Me gustan muchos de los 'poemas' que recoge el libro. Menuda crítica. Me gusta y no lo entiendo. No entiendo nada, pero me gusta algo. Este es el nivel.
Joan de la Vega habla desde la perspectiva, creo, del que va a los bares también buscando algo. A esos bares, donde hay gente, gente interesante, gente peligrosa, gente vaga, gente basta, gente enorme, gente atractiva, gente a la que te comerías viva si te dejaran, gente a la que te gustaría chupar y lamer hasta el último poro, gente que te aburre. El ser humano. No son los bares, es la gente. Joan de la Vega quiere querer a la gente, pero algo falla. En esos bares intentamos arreglar lo que no somos capaces de atacar en la vida real. Lo que pasa en los bares, se queda en los bares. Lo que pasa en el Línea, quizás se quede en el Línea también. Lo que pasaba en el Templo, igual.
Bares en los que nos sentimos como en casa (malas cartas), bares a los que nos llevan para ver si..., bares para conocer gente, bares para jugar a los dados, para jugar a los chinos, para beber y beber y beber, para volver a ver a la chica aquella que se parecía a alanis morrisette, para ver a aquellas chicas del insti que nunca te hablaban y que allí de repente, parecían simpáticas, seres humanos. Bares y gente a los que Joan de la Vega enmarca, ambientes, gentes y vidas en diez, ocho, cuatro versos. Eso no es fácil. Ir a los bares buscando algo que no vas a encontrar nunca, no es fácil.
Joan de la Vega tiene muchos libros escritos. Hay quien dice que es el mejor poeta de Santaco y quizás uno de los mejores poetas nacionales de ahora mismo. Tiene mi edad. Lo conozco, de vista, de hace tiempo. Jugaba a basket en la Manent, como algunos de mis colegas. Le entró una ventolera guevarista, decían, y se piró por ahí. Nunca he leído nada de él. De casi ningún poeta local. Desde hace un tiempo hablo algo más con él. O al menos hablo con él. Pero me ha quitado de amigo en el Facebook. No hago preguntas.
Solo me gustaría decir que, si yo tuviera la gracia suficiente para escribir rimando libremente o con imágenes que fueran más allá de la gracieta y el chascarrillo, me gustaría que fuera así.
Únicamente habiendo terminado el libro, descubrí que lo de los acrósticos era por que eran... acrósticos. Este el nivel, insisto. Así es el crítico.
Lo dejo así.
El libro de Joan de la Vega se llama Bare Nostrum, como uno de los bares más legendarios de la ciudad. Era un bar y era sala de baile, por llamarlo de la forma más rancia posible. Se llamó Kaos, se llamó Bare Nostrum, se llamó Blue Monk, y se sigue llamando así aunque ya no tiene nada que ver. Allí me lo he pasado bien y me lo he pasado mal. De los 50 bares que retrata Joan de la Vega, creo haber estado en más de la mitad. De algunos de ellos tengo un recuerdo muy agradable, de otros tengo el recuerdo de haber ido siempre buscando algo que no estaba allí, que otros encontraban y que y no veía, no estaba. De haber vuelto de esos bares preguntándome porqué y pretendiendo hacer propósito de enmienda. No lo volveré a hacer más. Y volver. Y regresar a casa otra vez pensando qué hago yo allí, qué se me ha perdido, quiénes son esos con los que hablo, cuándo va a ser viernes otra vez.
Muchos de los bares de los que habla Joan de la Vega son bares de día, que también podían alargar la broma hasta ser bares de noche. Otros son pubs, otros son bares sólo nocturnos de ambiente patibulario, otros bares selectos, otros bares míticos que unos pocos recordaos como en sueños (el Pato), otros lugares que abandonamos hace tiempo jurando no volver y a los que regresamos con el rabo entre las piernas, otros, sitios que no hemos pisado en la vida (¿Noelia?). Digo hemos porque yo a los bares todavía no voy solo. De vez en cuando piso las Taninas en solitario, cierto, pero eso es muy ahora y no me gusta. A los bares se va con gente. Si vas solo, malas cartas. Solo, claro, si no tienes habilidades sociales que te permitan acoplarte con este y con aquel...
El otro día fui al Yesterday con el Edu. Antes era el Trece. No me gusta mucho ir al Yesterday. En la puerta, mientras estábamos fumando (salgo a fumar con la gente desde siempre), un hombre algo puesto ya nos preguntó cuánto valía una birra mientras se rascaba los bolsillos. Dos o tres euros, entró, y cuando llegamos de nuevo había pegado la hebra con un parroquiano sin mala pinta ni nada que bebía solo. Se abrazaron al cabo de un cuarto de hora. Le había pagado una cerveza.
La noche de Nochebuena, pasé por el Moreira, a eso de las nueve. Había gente en la barra. Tristeza infinita. A la mañana siguiente el Moreira abrió. Estaban los mismos. Por la noche tampoco se habían ido. Ir solo a los bares. Estar solo en cualquier parte.
El libro de Joan de la Vega recoge 50 acrósticos referentes a 50 bares de Santa Coloma. No tengo sensibilidad para la poesía, no la entiendo, me pierdo, no capto muchas de las referencias, de las metáforas. Creo que son cosas tan personales que el que la lleva la entiende. Me puede gustar cómo suena, alguna imagen, algo. Me gustan muchos de los 'poemas' que recoge el libro. Menuda crítica. Me gusta y no lo entiendo. No entiendo nada, pero me gusta algo. Este es el nivel.
Joan de la Vega habla desde la perspectiva, creo, del que va a los bares también buscando algo. A esos bares, donde hay gente, gente interesante, gente peligrosa, gente vaga, gente basta, gente enorme, gente atractiva, gente a la que te comerías viva si te dejaran, gente a la que te gustaría chupar y lamer hasta el último poro, gente que te aburre. El ser humano. No son los bares, es la gente. Joan de la Vega quiere querer a la gente, pero algo falla. En esos bares intentamos arreglar lo que no somos capaces de atacar en la vida real. Lo que pasa en los bares, se queda en los bares. Lo que pasa en el Línea, quizás se quede en el Línea también. Lo que pasaba en el Templo, igual.
Bares en los que nos sentimos como en casa (malas cartas), bares a los que nos llevan para ver si..., bares para conocer gente, bares para jugar a los dados, para jugar a los chinos, para beber y beber y beber, para volver a ver a la chica aquella que se parecía a alanis morrisette, para ver a aquellas chicas del insti que nunca te hablaban y que allí de repente, parecían simpáticas, seres humanos. Bares y gente a los que Joan de la Vega enmarca, ambientes, gentes y vidas en diez, ocho, cuatro versos. Eso no es fácil. Ir a los bares buscando algo que no vas a encontrar nunca, no es fácil.
Joan de la Vega tiene muchos libros escritos. Hay quien dice que es el mejor poeta de Santaco y quizás uno de los mejores poetas nacionales de ahora mismo. Tiene mi edad. Lo conozco, de vista, de hace tiempo. Jugaba a basket en la Manent, como algunos de mis colegas. Le entró una ventolera guevarista, decían, y se piró por ahí. Nunca he leído nada de él. De casi ningún poeta local. Desde hace un tiempo hablo algo más con él. O al menos hablo con él. Pero me ha quitado de amigo en el Facebook. No hago preguntas.
Solo me gustaría decir que, si yo tuviera la gracia suficiente para escribir rimando libremente o con imágenes que fueran más allá de la gracieta y el chascarrillo, me gustaría que fuera así.
Únicamente habiendo terminado el libro, descubrí que lo de los acrósticos era por que eran... acrósticos. Este el nivel, insisto. Así es el crítico.
Lo dejo así.
miércoles, 23 de diciembre de 2015
Plena del Crónico de Diciembre. Queimada
Es un momento muy especial el que estamos viviendo. Quisiera haber tenido otro fondo para ir contando lo que sucedió ayer en el Pleno de ayer, quisiera tener no sé a Richard Clyderman tocando el piano, o a Andrés Segovia tocando la guitarra, (y con esto no sitúo a los dos personajes en el mismo plano, y no quiero herir sensibilidades), pero me quedo con las gaitas que, de manera sorprendente, amenizaron durante unos minutos la plaça de la Vila. Esta primera oración ya es muy larga, prepárense para lo que venga.
El Pleno de ayer empezó a su hora, a las siete, por lo que servidor no pudo presenciar el seguro que emotívisimo discurso de entrada de Alexandra Sevilla en el que se congratulaba por el magnífico resultado obtenido por la candidatura En Comú Podem, de la cual forma parte ICV, EUiA, BCN en Comú, Equo y (no me lo dejo) Podemos, en Santa Coloma. Nos felicitábamos encima. Me lo perdí. Pero llegué a tiempo para ver cómo nuestra alcaldesa, pasaba completamente de nosotros nuevamente para felicitar a Jesús 'el de Podemos', nuestro querido Jesús, el hombre del año. Simplemente porque le apetecía más. Considerar a Jesús Sánchez el representante de En Comú Podem en Santa Coloma, puede parecerme más o menos justo. Al fin y al cabo, el grueso de los votantes, creo que lo hacían pensando mucho en Podemos, también mucho en Ada Colau y otro poco en nosotros. Pero ese poco, cuenta. Es igual. Por mucho que insista uno en el concepto, si es que no, pues es que no. Así que lo que no va a hacer uno es... me he perdido. Dentro gaita.
Como llegué tarde pensaba yo que no me iba a poder sentar ni nada, de tanta gente como iba a ir a celebrar... pero qué va, al final somos los mismos y siempre hay sitio. Me senté junto a dos iceibers old school y un ciutadà con una congestión nasal de impresión y me dispuse a disfrutar de un pleno sin batería en el móvil, con todos mis sentidos puestos en el tema. Los primeros puntos del orden del día me pillaron descolocado, y tras el comentario de nuestra alcaldesa sobre Jesús 'el de Podemos', noté que los efectos del invierno llegaban a mi garganta, afectándome de manera grave. Eso sin comentar los agradables efectos del frío/calor que se viven en la sala de Plenos. Ora te asas, ora te hielas. Sin solución de continuidad, podíamos ver gente con suéter de cuello alto (feísimos) y esbeltos jóvenes con camiseta reivindicando una y mil cosas como si estuviéramos en las fiestas de mi pueblo. Mi pueblo es Santa Coloma. Ojo. Mi patria, la humanidad. Puedo seguir dando asco durante unas cuántas líneas más.
Bien. Puntos del orden del día... ordenanzas fiscales. El PP, con David Zambrana al frente, hace una exposición muy técnica, como siempre del porqué dicen que no. Nosotros decimos también que no. Ciudadanos, también que no. Som, después de mucho darle vueltas, que no. Así que sale adelante con el único voto del PSC, pero es un voto único que son 14. El presupuesto saldrá adelante prácticamente con la misma dinámica. Que si no dialogas, que si no has venido ni a interesarte, para qué voy a ir si no haces caso, si no vas a votar a favor para qué te voy a escuchar, pues dialoga, pues ven tú, pues de todo lo que te hemos dicho no has hecho ni caso, pues si te estoy diciendo que es que no, que no me has dicho nada, que sí, que te mires el mail, que no, que no tengo nada, que mira en spam, que yo el spam no lo miro, que a ver si no tienes bien la dirección, que da igual la dirección, porque me habría venido devuelto, entonces qué pasa, pues pasa que no te da la gana de atender, pues anda que tú que vienes ya con la escopeta cargada, yo, si tú, yo, si hombre, será que tú tienes muchas ganas de atender, pero si no tienes nada qué decir para qué me voy a matar, pues al menos haber atendido a esto, pero si esto es de cuando tú estabas, qué dices, que si, qué va si eso no es lo mismo, que sí, que tú siempre igual, pues anda que tú, pues lugo... Lugo. Lugo. Galicia.
En fin. Eso. Que todo es maravilloso mientras no lleves la contraria. Todo es jiji jajá, mientras digas cosas así como que... pero como se te vaya la mano con la crítica, saltamos como un cepo. Todo es divino y maravilloso, economía social, prullectas, echecutant... pero como le pongas una coma a algo, la Hidra de Lerna. Y con los días tan hermosos que deben haber pasado en Can PSC pues no estaban para muchas bromas. Así es. Diálogo, talking about revolution, pero hablamos con quién queremos y si nos pones malas caras, zasca.
La vida es así. Injusta a veces, innecesaria las más. Vida innecesaria. Ir al pleno, aguantar hasta las once, el típico pique dialéctico entre Alexandra Sevilla y la alcaldesa, el sofoco de la alcaldesa con Ciudadanos, la trifulca entre la alcaldesa y el dandy Zambrana (qué ganas de llamarle Aranzana ya y dejarme de tonterías), en fin. Alcaldesa para todos. Dicho esto, decir que es una alegría ver a Esteve Serrano ya disponible, aunque ayer se reservó para el tema de la moneda local porque Pedro Cano, el encargado de defender la propuesta, estaba a base de frenadoles y aquello era un CAP pero sin tanda.
Lo de la moneda local. Moneda social. Pedro Cano comenzó a hablar y de repente, de fondo... gaitas. No sabré nunca porqué. Gaitas. De fondo... creciendo, hasta que pusieron ritmo defintivo a una intervención que leída perdía y que seguro que interiorizada, era más. Un problema esto de leer, porque cuando luego Pedro Cano, regidor de Comercio que no lo he dicho, hizo réplicas, estuvo mucho mejor. Pero ya no le dejaron hablar más. Y se fue.
El tema de la moneda social suscitó un entusiasmo variado. Si los propios regidores no lo tenían claro, un humilde periodista no debería creerse con la potestad de poder explicar algo que otros con más luces no ven. Yo no lo entendí. Pero me pasa con casi todos los puntos. Ordenanzas, presupuestos, los vados, etc. Yo escucho y pongo cara de que estoy en el ajo, pero no filtro. No se me queda, desengancho y voy a lo mío. Que puede que lo mío sea cualquier cosa. Y lo es. El tema es que lo de la moneda social, en plan, pagar una parte del sueldo de los trabajadores públicos en una moneda que se gaste en Santa Coloma (no es así, pero por simplificar algo el concepto, creo), no lo vio claro casi nadie. Unos esperan a que se concrete y se explique mejor (nosotros) y otros directamente hacen cantos a la libre empresa y a las entidades financieras que hacen llorar a Adam Smith. Ciudadanos, la alternativa naranja, es más liberal que la Thatcher y Reagan juntos. Estamos a favor de la nosequé pública, pero... donde se ponga una entidad financiera para que gestione esto... ole.
Galicia. Tierra soñada por mi. Mi cantar se vuelve gitano cuando es para ti. Yo ya no canto nada. Ni pinto nada. Los que leen esto esperando que esto parezca que representa a algo o a alguien, se equivocan, esto ya no es nada. Son líneas que van sucediéndose y que llegarán al final y pensarán que esto es... y ya no. Ya nada. Pero bueno, por hacer algo.
Lo de la moneda tira hacia delante y poco a poco lo iremos viendo.
Mociones. Antes de eso, lo de los trabajadores del IME, que bien. Que todo se va arreglando. Que van a cambiar lo del IME y que a ver los trabajadores cómo quedan, pues subrogación. Y ya está. Mociones. Una por las listas de espera en el Esperit Sant. Que son las más largas en cuanto pruebas diagnósticas se refierere. Y entonces la culpa es tuya, todos estamos a favor, pero el clima es tenso. Mal asunto. Que si tú, que si yo. Mal. Nosotros ayer bien. Más escuetos que otras veces, pero es que hemos estado de campaña electoral. Quizás si hubiéramos utilizado al ejército de reserva... pero bueno. Segunda moción, contra el 3+2. Se nos funden la Universidad. Momento 'complejo de clase'. Mal Laura Rodera. Yo soy fan de ella, pero mal. Porque estuvo mal, leyó mal, todo mal. Me aturdes, le dijo a Oriol Corral. Oriol Corral, ayer, no sé. Mal también. Moción aprobada. Que a la Universidad tendríamos que ir todos y todas, sin que nos cueste un ojo. Moción sobre las bajas médicas. Más o menos, y ya lo dijo Joan Pastor, todo iba de lo msimo. De privatizar y hacer negocio con lo público. Y da un poco de cosa ver al PSC tan así en estas mociones cuando todos sabemos que a la hora de la verdad... oye. Al lío.
Moción para que el Rocío venga a Santa Coloma. Ojo. Imprescindible las dos mil vueltas que dio Petry Jiménez para decir que se oponían. Esas imágenes de rocieros vandálicos cavando letrinas y trincheras en el suelo para hacer sus necesidades. Esas imágenes de hordas vertiendo yoquesé en el Besós. Un horror. Claro que no puede venir el Rocío a Santa Coloma. Alguien debe pensar en proteger a nuestras mujeres, supongo.
Qué tarde se está haciendo. Me tengo que ir yendo. Se acaba el pleno y nos deseamos todos felices nosequé y escuchamos a Joan Pastor leer todas sus preguntas sólo para que no le digan que no hace nada. Y las lee y todos nos miramos pensando... qué mundo este. Qué vida tan así. Qué bonita es Galicia cuando Galicia llega a ti.
No hay que cien años dure ni cuerpo que lo resista.
Hasta el año que viene. Mary quismas.
El Pleno de ayer empezó a su hora, a las siete, por lo que servidor no pudo presenciar el seguro que emotívisimo discurso de entrada de Alexandra Sevilla en el que se congratulaba por el magnífico resultado obtenido por la candidatura En Comú Podem, de la cual forma parte ICV, EUiA, BCN en Comú, Equo y (no me lo dejo) Podemos, en Santa Coloma. Nos felicitábamos encima. Me lo perdí. Pero llegué a tiempo para ver cómo nuestra alcaldesa, pasaba completamente de nosotros nuevamente para felicitar a Jesús 'el de Podemos', nuestro querido Jesús, el hombre del año. Simplemente porque le apetecía más. Considerar a Jesús Sánchez el representante de En Comú Podem en Santa Coloma, puede parecerme más o menos justo. Al fin y al cabo, el grueso de los votantes, creo que lo hacían pensando mucho en Podemos, también mucho en Ada Colau y otro poco en nosotros. Pero ese poco, cuenta. Es igual. Por mucho que insista uno en el concepto, si es que no, pues es que no. Así que lo que no va a hacer uno es... me he perdido. Dentro gaita.
Como llegué tarde pensaba yo que no me iba a poder sentar ni nada, de tanta gente como iba a ir a celebrar... pero qué va, al final somos los mismos y siempre hay sitio. Me senté junto a dos iceibers old school y un ciutadà con una congestión nasal de impresión y me dispuse a disfrutar de un pleno sin batería en el móvil, con todos mis sentidos puestos en el tema. Los primeros puntos del orden del día me pillaron descolocado, y tras el comentario de nuestra alcaldesa sobre Jesús 'el de Podemos', noté que los efectos del invierno llegaban a mi garganta, afectándome de manera grave. Eso sin comentar los agradables efectos del frío/calor que se viven en la sala de Plenos. Ora te asas, ora te hielas. Sin solución de continuidad, podíamos ver gente con suéter de cuello alto (feísimos) y esbeltos jóvenes con camiseta reivindicando una y mil cosas como si estuviéramos en las fiestas de mi pueblo. Mi pueblo es Santa Coloma. Ojo. Mi patria, la humanidad. Puedo seguir dando asco durante unas cuántas líneas más.
Bien. Puntos del orden del día... ordenanzas fiscales. El PP, con David Zambrana al frente, hace una exposición muy técnica, como siempre del porqué dicen que no. Nosotros decimos también que no. Ciudadanos, también que no. Som, después de mucho darle vueltas, que no. Así que sale adelante con el único voto del PSC, pero es un voto único que son 14. El presupuesto saldrá adelante prácticamente con la misma dinámica. Que si no dialogas, que si no has venido ni a interesarte, para qué voy a ir si no haces caso, si no vas a votar a favor para qué te voy a escuchar, pues dialoga, pues ven tú, pues de todo lo que te hemos dicho no has hecho ni caso, pues si te estoy diciendo que es que no, que no me has dicho nada, que sí, que te mires el mail, que no, que no tengo nada, que mira en spam, que yo el spam no lo miro, que a ver si no tienes bien la dirección, que da igual la dirección, porque me habría venido devuelto, entonces qué pasa, pues pasa que no te da la gana de atender, pues anda que tú que vienes ya con la escopeta cargada, yo, si tú, yo, si hombre, será que tú tienes muchas ganas de atender, pero si no tienes nada qué decir para qué me voy a matar, pues al menos haber atendido a esto, pero si esto es de cuando tú estabas, qué dices, que si, qué va si eso no es lo mismo, que sí, que tú siempre igual, pues anda que tú, pues lugo... Lugo. Lugo. Galicia.
En fin. Eso. Que todo es maravilloso mientras no lleves la contraria. Todo es jiji jajá, mientras digas cosas así como que... pero como se te vaya la mano con la crítica, saltamos como un cepo. Todo es divino y maravilloso, economía social, prullectas, echecutant... pero como le pongas una coma a algo, la Hidra de Lerna. Y con los días tan hermosos que deben haber pasado en Can PSC pues no estaban para muchas bromas. Así es. Diálogo, talking about revolution, pero hablamos con quién queremos y si nos pones malas caras, zasca.
La vida es así. Injusta a veces, innecesaria las más. Vida innecesaria. Ir al pleno, aguantar hasta las once, el típico pique dialéctico entre Alexandra Sevilla y la alcaldesa, el sofoco de la alcaldesa con Ciudadanos, la trifulca entre la alcaldesa y el dandy Zambrana (qué ganas de llamarle Aranzana ya y dejarme de tonterías), en fin. Alcaldesa para todos. Dicho esto, decir que es una alegría ver a Esteve Serrano ya disponible, aunque ayer se reservó para el tema de la moneda local porque Pedro Cano, el encargado de defender la propuesta, estaba a base de frenadoles y aquello era un CAP pero sin tanda.
Lo de la moneda local. Moneda social. Pedro Cano comenzó a hablar y de repente, de fondo... gaitas. No sabré nunca porqué. Gaitas. De fondo... creciendo, hasta que pusieron ritmo defintivo a una intervención que leída perdía y que seguro que interiorizada, era más. Un problema esto de leer, porque cuando luego Pedro Cano, regidor de Comercio que no lo he dicho, hizo réplicas, estuvo mucho mejor. Pero ya no le dejaron hablar más. Y se fue.
El tema de la moneda social suscitó un entusiasmo variado. Si los propios regidores no lo tenían claro, un humilde periodista no debería creerse con la potestad de poder explicar algo que otros con más luces no ven. Yo no lo entendí. Pero me pasa con casi todos los puntos. Ordenanzas, presupuestos, los vados, etc. Yo escucho y pongo cara de que estoy en el ajo, pero no filtro. No se me queda, desengancho y voy a lo mío. Que puede que lo mío sea cualquier cosa. Y lo es. El tema es que lo de la moneda social, en plan, pagar una parte del sueldo de los trabajadores públicos en una moneda que se gaste en Santa Coloma (no es así, pero por simplificar algo el concepto, creo), no lo vio claro casi nadie. Unos esperan a que se concrete y se explique mejor (nosotros) y otros directamente hacen cantos a la libre empresa y a las entidades financieras que hacen llorar a Adam Smith. Ciudadanos, la alternativa naranja, es más liberal que la Thatcher y Reagan juntos. Estamos a favor de la nosequé pública, pero... donde se ponga una entidad financiera para que gestione esto... ole.
Galicia. Tierra soñada por mi. Mi cantar se vuelve gitano cuando es para ti. Yo ya no canto nada. Ni pinto nada. Los que leen esto esperando que esto parezca que representa a algo o a alguien, se equivocan, esto ya no es nada. Son líneas que van sucediéndose y que llegarán al final y pensarán que esto es... y ya no. Ya nada. Pero bueno, por hacer algo.
Lo de la moneda tira hacia delante y poco a poco lo iremos viendo.
Mociones. Antes de eso, lo de los trabajadores del IME, que bien. Que todo se va arreglando. Que van a cambiar lo del IME y que a ver los trabajadores cómo quedan, pues subrogación. Y ya está. Mociones. Una por las listas de espera en el Esperit Sant. Que son las más largas en cuanto pruebas diagnósticas se refierere. Y entonces la culpa es tuya, todos estamos a favor, pero el clima es tenso. Mal asunto. Que si tú, que si yo. Mal. Nosotros ayer bien. Más escuetos que otras veces, pero es que hemos estado de campaña electoral. Quizás si hubiéramos utilizado al ejército de reserva... pero bueno. Segunda moción, contra el 3+2. Se nos funden la Universidad. Momento 'complejo de clase'. Mal Laura Rodera. Yo soy fan de ella, pero mal. Porque estuvo mal, leyó mal, todo mal. Me aturdes, le dijo a Oriol Corral. Oriol Corral, ayer, no sé. Mal también. Moción aprobada. Que a la Universidad tendríamos que ir todos y todas, sin que nos cueste un ojo. Moción sobre las bajas médicas. Más o menos, y ya lo dijo Joan Pastor, todo iba de lo msimo. De privatizar y hacer negocio con lo público. Y da un poco de cosa ver al PSC tan así en estas mociones cuando todos sabemos que a la hora de la verdad... oye. Al lío.
Moción para que el Rocío venga a Santa Coloma. Ojo. Imprescindible las dos mil vueltas que dio Petry Jiménez para decir que se oponían. Esas imágenes de rocieros vandálicos cavando letrinas y trincheras en el suelo para hacer sus necesidades. Esas imágenes de hordas vertiendo yoquesé en el Besós. Un horror. Claro que no puede venir el Rocío a Santa Coloma. Alguien debe pensar en proteger a nuestras mujeres, supongo.
Qué tarde se está haciendo. Me tengo que ir yendo. Se acaba el pleno y nos deseamos todos felices nosequé y escuchamos a Joan Pastor leer todas sus preguntas sólo para que no le digan que no hace nada. Y las lee y todos nos miramos pensando... qué mundo este. Qué vida tan así. Qué bonita es Galicia cuando Galicia llega a ti.
No hay que cien años dure ni cuerpo que lo resista.
Hasta el año que viene. Mary quismas.
martes, 22 de diciembre de 2015
Destrucción del Universo #3
He estado ocupado durante un tiempo, pero en el día de ayer recuperé la misión por la que recuperé la ilusión de vivir, recuperando una idea que muchos han tenido y que en su recuperación misma implica un recononocimiento de su imposibilidad. Muchos han sido los que han querido destruir el universo y pocos los que lo han conseguido. Tan pocos que, siendo realistas, estamos aquí todavía. Así que podría decir que, sin miedo a equivocarme, nadie ha destruído el Universo todavía. Eso es así. Recuperado como he hallo de un periodo de cierta inactividad en lo que a este asunto se refiere, ayer mismo, como digo, recuperé el tono. Mi plan para destruir de una manera total y absoluta el Universo se quedó ahí ahí, medio medio, casi en un limbo. El Universo, si es que personificamos al Universo como si fuera uno de nosotros mismos, no se queda en nada, porque el Universo no tiene conciencia. Es un todo. Es un intangible, un algo, no lo abarcas. Yo me entiendo y espero que los demás pongamos un poco de nuestra parte también para llegar donde quiero llegar. Digo que, tras un par de intentos, de asaltos, de golpes, notaba yo que el Universo se tambaleaba. Si todo el tiempo que ha pasado el Universo ha parecido no notar el golpe, quizás no tengan la misma sensibilidad que tengo yo, pero a mí me parece que el Universo no es el mismo. Que ha ido mal. Lo que pasa es que no he estado por este tema y no he podido al menos ir haciendo algo. Así que ayer me puse en serio y no sé si se me fue la mano algo.
En la calle del tal, esquina del cual, y tras un pequeño problema con la entrada del establecimiento, ya que en ocasiones uno no sabe en según qué lugares cómo se entra, cuál es la puerta, si estás dentro o estás saliendo, etc., pude entrar a una herboristería y lugar donde se expeden productos de origen naturalmente natural y solo hasta que no sentí una campanita que hizo tin tín en el momento en el que ya se me consideró dentro del establecimiento, como digo, no me sentí realmente en situación de actuar. El chico que regentaba el lugar era un mozo de unos 45 años, aún joven y gallardo, sin duda debido haberse aplicado en su propio ser muchos o algunos al menos de los tratamientos, pociones y lociones que allí se ofrecían. Horacio, así se llamaba el muchacho, atendía a sus clientes con agradosidad extrema, sin levantar la voz, acompañado por unas músicas relajantes y melosas que hacían que su público, muy heterogéneo dentro de lo que cabe, se sintiera ya en la misma tienda, como si el mismo nirvana ofreciese una muestra de su brillo mientras se vendían pastillas de Soria Natural.
Dentro ya de la tienda, y cuando el último cliente tuvo metida en una preciosa bolsa de cartoné unos botecitos con flores de bach, me dirigí al mostrador. Horacio me preguntó que qué cosa deseaba y yo simplemente alargué mi mano para tocar el foulard con el que protegía su cuello de se supone algún tipo de dolencia o simplemente por estética, aprecié el tacto de la tela, sedosa, suave, también relajante, y mientras unas tamburas intentaban hacerme creer que mis pies se mojaban en el Ganges, empecé a llorar, lentamente. Primero con un sollozo sentido, y luego con un puchero que ahogaba la música y nublaba el espacio y nuestra comunión con la entidad suprema que todo lo rige, sea esta cual sea. Mi llanto era profundo. Hondo.
Durante todo este tiempo he tenido tiempo de aprender a llorar, de una manera oscura, negrísima, un lloro que prácticamente golpea a quien lo recibe. El llanto que se envía. Un concepto nuevo. Horacio, aturdido, no sabía que hacer. Una mujer, de pelo coloreado y edad indefinible, olía un tarro de especias y un tarro de crema de... dejó el tarro en un rincón y miró hacia donde estabamos Horacio y yo para abrir la puerta e irse. Horacio me miraba, pero no le salían las palabras de la boca. Yo lloraba y lloraba. Sentí que el Universo en ese instante, padecía.
Sufría y sufría mucho. El Universo, creo, no esperaba que volviera a atacarle de esa manera. Pero ahí estoy.
En la calle del tal, esquina del cual, y tras un pequeño problema con la entrada del establecimiento, ya que en ocasiones uno no sabe en según qué lugares cómo se entra, cuál es la puerta, si estás dentro o estás saliendo, etc., pude entrar a una herboristería y lugar donde se expeden productos de origen naturalmente natural y solo hasta que no sentí una campanita que hizo tin tín en el momento en el que ya se me consideró dentro del establecimiento, como digo, no me sentí realmente en situación de actuar. El chico que regentaba el lugar era un mozo de unos 45 años, aún joven y gallardo, sin duda debido haberse aplicado en su propio ser muchos o algunos al menos de los tratamientos, pociones y lociones que allí se ofrecían. Horacio, así se llamaba el muchacho, atendía a sus clientes con agradosidad extrema, sin levantar la voz, acompañado por unas músicas relajantes y melosas que hacían que su público, muy heterogéneo dentro de lo que cabe, se sintiera ya en la misma tienda, como si el mismo nirvana ofreciese una muestra de su brillo mientras se vendían pastillas de Soria Natural.
Dentro ya de la tienda, y cuando el último cliente tuvo metida en una preciosa bolsa de cartoné unos botecitos con flores de bach, me dirigí al mostrador. Horacio me preguntó que qué cosa deseaba y yo simplemente alargué mi mano para tocar el foulard con el que protegía su cuello de se supone algún tipo de dolencia o simplemente por estética, aprecié el tacto de la tela, sedosa, suave, también relajante, y mientras unas tamburas intentaban hacerme creer que mis pies se mojaban en el Ganges, empecé a llorar, lentamente. Primero con un sollozo sentido, y luego con un puchero que ahogaba la música y nublaba el espacio y nuestra comunión con la entidad suprema que todo lo rige, sea esta cual sea. Mi llanto era profundo. Hondo.
Durante todo este tiempo he tenido tiempo de aprender a llorar, de una manera oscura, negrísima, un lloro que prácticamente golpea a quien lo recibe. El llanto que se envía. Un concepto nuevo. Horacio, aturdido, no sabía que hacer. Una mujer, de pelo coloreado y edad indefinible, olía un tarro de especias y un tarro de crema de... dejó el tarro en un rincón y miró hacia donde estabamos Horacio y yo para abrir la puerta e irse. Horacio me miraba, pero no le salían las palabras de la boca. Yo lloraba y lloraba. Sentí que el Universo en ese instante, padecía.
Sufría y sufría mucho. El Universo, creo, no esperaba que volviera a atacarle de esa manera. Pero ahí estoy.
lunes, 21 de diciembre de 2015
Elecciones Generales. El caballo ganador
Ya hemos hablado
de esto. La mística de la derrota, la simpatía que despierta el eterno
perdedor. Se escribe, se vive también a veces, mejor a la contra. Pero qué
bonito es ganar. Ayer, por una vez, apuntándonos al caballo ganador, el trabajo
realizado tuvo recompensa. No sabré nunca si el trabajo realizado por la gente
de En Comú Podem en Santa Coloma fue el artífice o fue la tele la que hizo
buena parte de la campaña, pero oye, yo soy un humilde licenciado en Periodismo
por la Autònoma y no me la llego mucho más lejos. Ayer, sea como sea, En Comú
Podem ganó las elecciones en Catalunya y, oh, ganó la elecciones en Santa
Coloma de Gramenet. Como bien se encargaron de apuntar los medios locales,
desde 1977 nadie que no fuera el PSC había ganado las elecciones aquí. Al lío.
La jornada
electoral comienza en la Biblioteca Central (rima consonante). El plan es el
siguiente, un rato en la Biblioteca Central y a dar vueltas por Santa Coloma
viendo y hablando con los compañeros que estén en cada colegio al que dé tiempo
a ir. Vamos viendo a la gente que va llegando, hablamos con los compañeros de
Esquerra Republicana con los que nos echamos las primeras risas del día.
Estamos tontos. Reírnos con otra gente de otros partidos en la jornada
electoral. El club de la comedia. Nos dicen que nos va a ir bien. El diputado
socialista nos dice que nos va a ir bien. Nosotros… Hola. Soy el Toni. Milito
en EUiA. Nunca nos ha ido bien. Yo no lo recuerdo. Yo soy de los que siempre se
han llevado la gran torta. De los que se generan expectativas y acaban
palmando. De los que ya no esperaban nada. De los que recuerdan la rueda de
prensa de Arsenio Iglesias justo después de que Djukic fallara el penalti. No
me vengan con que nos va a ir bien. Jamás nos ha ido bien. Pero es que ya no
somos nosotros. Date cuenta de esto, Antonio. Que ya no somos nosotros.
Atiende, nos vamos a tomar un cortado y unos chavalitos que están al lado
preguntan por lo de Podemos. Se lo preguntan entre ellos. Vlado, el mítico Vlado
del Seimar, también habla de lo de Podemos y de que hubiera molado votar al
Garzón ese, pero bueno, mejor así también. Flipo. Flipo porque todos esos
chavalitos nos van a votar. Van a votar En Comú Podem. Nos van a votar a
nosotros. Porque esto es una puta mierda, hermano.
Vamos. Iniciamos
una ruta que nos llevará por el Sant Just, por el Fray Luis, por el Segarra,
por Can Peixauet y por el Banús para acabar la tanda de la mañana. Desde el primer
colegio, empezamos a ver cosas extrañas. Los montones nuestros están casi tan
abajo como los del PSC. Vemos a gente coger sistemáticamente nuestra papeleta. La
gente a veces nos mira y nos dice ‘sí se puede’ o ‘vamos a ganar’, o ‘claro que
podemos’… o ‘podemos’ directamente. Cuando da tiempo, me esmero en decir que yo
soy de… pero no le interesa a nadie. Estamos flipando. Somos la Alexandra, la
Conchi y yo. El Sebas se une luego también. Vamos hablando con los compañeros,
como digo, que están en los colegios. Están flipando. La gente no para de
pillar el voto. Entran chavalitos y chicas jóvenes muy decididas que no tienen
que preguntar nada, otras veces, hay gente que dice que quiere votar a IU y
preguntan y nosotros somos IU, que yo soy de EUiA… a casi nadie le interesa,
pero ahí estamos. Siempre hay alguno que pregunta. Y todos los votos cuentan. ‘A
ver si todos juntos de una vez…’. Ese es el plan. A ver si todos juntos de una
vez.
Y nos vamos
viniendo arriba, vamos trazando planes para la noche por lo bajini, porque
sabemos que todo puede torcerse, que nunca ganamos, que el caballo ganador
puede ser de cartón. Los de Podemos viven en su propia nube, se hacen sus
fotos, están convencidos. Nosotros… nos puede el pasado. Un pasado de mucho
bregar mucha gente sin que hubiera nada más que mucho trabajo y ganas de seguir
trabajando, o de tirar la toalla porque no se ve la utilidad del esfuerzo, que
se plasme en alguna parte, que entre los propios compañeros haya… compañerismo
y ganas de que no se pierda nadie por el camino. Pero se pierden y se han
perdido muchos. Es igual ese trabajo nunca es en balde. Nada ha sido en balde.
No vemos a mucha
gente de otros partidos por los colegios. Nos vamos a comer. Vemos algo de
desánimo en otros partidos. Nos vamos a comer. Comemos. La gente está muy
animada. Se masca la tragedia. Ya verás como después de tanta risa, al final
nos la pegamos.
No se me olvida
el día de las municipales, la visita al Cap de Singuerlín, la sensación de
derrota absoluta de aquel día, de aquella comida. Si podemos, tenemos que
volver al Cap de Singuerlín a ver cómo va. Después de comer, vamos a seguir con
la ronda. Empezamos en el Mercé Rodoreda, seguimos en el Salvat Papasseit,
vamos al Beethoven, de ahí servidor a votar en el Balldovina y al Salvatella.
Las mismas sensaciones. En algunos colegios estamos ahí ahí, en otros… joder,
cuando vemos lo del Salvatella la idea de que ‘igual ganamos en Santa Coloma y
todo…’, cuaja. Y la gente, gente que no para de coger la papeleta, gente que
por la plaza del reloj de dice ‘claro que podemos’ y ‘vamos a ganar’. Flipante.
Nos lo están diciendo a nosotros. Somos cuatro, tres de icv y uno de euia.
Vamos a ganar! Nosotros. Supongo que habrá quien piense que ganar ‘sin valores’,
es una mierda. Pero si acaso ya veremos qué valores ‘no están’ con nosotros. Otro
día. El caballo ganador. Relincha.
En un colegio, en
el Mercé Rodoreda, creo, o en el… se me escapa uno de los nombres (ahora el que
no llega al nivel diputada soy yo, la mejor flor sin regar), tenemos que irnos
porque repetimos que ‘no somos el club de la comedia’. Donde vamos triunfamos.
Ya está aquí la banda de En Comú Podem trayendo su número de chistes, risas,
diálogos hilarantes, análisis de me sopla el viento por aquí y sorpresa
mayúscula ante todo lo que pasa. Maldita sea, que esto se lo esté perdiendo… vamos.
Adelante. Sin batería en el móvil desde la hora de comer. Ni una foto, ni un
nada. Me hago la foto votando, porque ahora es moda. Carlitos está en la mesa
de al lado. Hago el número de saludarle como si hubiera cámaras. Ni una oportunidad
de dejar de hacer el tonto. Lenin decía que eso de votar, con unas elecciones
no se consigue nada, pero mientras vamos preparando la revolución y los trenes
que repartan las tropas desde Kamtchatka hasta Kiev, nos conformaremos con
votar. Esto parece que lo ha entendido mucha gente. En el Balldovina hay una
cola a las siete de la tarde que te cagas. En el Salvatella… se nos va mucho la
castaña.
Es la hora del
recuento. Santa Coloma es de Podemos. Pero es que yo no soy de Podemos, yo soy…
como si le importara. Santa Coloma es de Podemos, no te preocupes. ¿Qué dice
este pavo? Por dios, qué dice. Si, nen, Santa Coloma es de Podemos. Sea de lo
que sea, en el Fray Luis Jesús me dice que con el 50% vamos ganando. Atiende,
Antonio. Los de Ciudadanos están así así. Al señor del PSC le digo que ganar
aquí es la ostia, que estoy flipando, que esta ciudad es muy dura. El hombre no
sabe qué decirme. Echo de menos a la concejal del PP, porque siempre te echas
unas risas con ella. De CDC tampoco hay nadie. Miento, hay un señor con gafas.
Lo que viene
después es ir al local, decirle a los compas de nacional que hemos ganado en
Santaco, abrazarnos (20 segundos de media) con los y las compañeras que han
estado toda la campaña haciendo el mico por esos campos del demonio pegando
carteles, con el frío de la carpa, preparando los actos, haciendo los carteles,
preparando los discursos, las intervenciones, viendo cómo y de qué manera y
riéndonos mucho. Y algunos llorando como malvas, incluso géminis de mi mismo
día, que no tendrían por qué, porque los géminis de mi mismo día no lloran.
Otros sí, y pueden llorar a gusto. Porque ya era hora joder.
Y habrá que
reconocer que hemos ganado pero ha sido porque hemos ido juntos. Todos. Y se ha
sumado. Todos. Los del entusiasmo voraz, los que repiten frases que a uno no le
sale decir ni de broma, los que pegaban cartas del Pablo, carteles del Pablo,
revistas del Pablo, y los que no. Los que nos acordábamos de todos los que han estado
mucho tiempo colgando carteles sin ganar, sin esperanza de ganar, haciendo
cosas no por ganar sino porque hay que hacerlas, porque alguien tiene que
hacerlas, con buena y con mala cara, con premio y sin premio. Porque antes del
entusiasmo y de los perfiles mediáticos, hubo un tiempo en el que se construyó
un camino que era estrecho y se ha vuelto ancho. Esta es la parte lírica.
La parte
contratante de la primera parte viene ahora. Se acaba la noche. Llega la
mañana. El Xavi Domènech en la radio. Hemos ganado. Ha vuelto a ganar el PP
pero no puede formar Gobierno. IU no tiene grupo propio pero seguro que lo tendrá
y el trabajo de los compañeros tendrá recompensa. Ha vuelto a ganar el PP
porque somos así. Somos Rajoy. Somos gente conservadora. Somos personas que ni
esto ni lo otro. Que ya les está bien. Que nos hemos hecho mayores. Que nos
bebemos dos cervezas y una copa de cava y ya nos vamos a casa. Mañana tengo que
trabajar. Somos un país así, de aparcar en el primer sitio sin mirar más allá.
Ya nos está bien. No me compliques demasiado. Somos así. Ya va todo bien. Ya
irá mejor. No hay que preocuparse demasiado. Esto es como todo. Es lo que es.
Este país es así. El PP es así. El PSOE es así. Gente de orden. Ya está bien
así. Y no está mal que así sea, porque la civilización se construye a partir de
gente de orden, que haga cosas, que se levante temprano y que piense en
trabajar y trabajar y trabajar. Que ya está bien de tanto pensar. Pero no
pueden formar gobierno. No se lo vamos a poner fácil. Hay mucha gente muy
cansada de que todo sea como tiene que ser y se ha acabado la noche. Hay que seguir proponiendo algo nuevo. Aquí en
Catalunya hemos puesto ya el primer huevo de la serpiente. Es el final de la
noche.
Y aquí a seguir
currando. Porque no se trata de ganar. El caballo ganador llega a la meta y
cuando se muestra estupendo ante las cámaras, un pavo, quizás el mismo pavo que
dijo que Santa Coloma es de Podemos, le pega un fustazo para que siga
corriendo. El caballo ganador no se puede parar. Necesita ser cada vez más
grande.
Me cago en la
puta, qué sensación más rara. Me voy a la plaça de la Vila, que tiene que estar
por empezar la conga de la victoria.
viernes, 18 de diciembre de 2015
Campaña electoral. De la Unión Soviética a En Comú Podem, pasando por el Parc Europa.
Nos centraremos en el último día. En el día de ayer, que no es el último día porque el viernes es el último día, pero no puedo escribir sobre todo el día de hoy si son las once de la mañana. No puedo. Podemos. En Comú Podem. Encuentren las siete diferencias. Las cuatro diferencias. El día de ayer como referencia de lo que ha sido la campaña electoral. Una mañana en el Parc Europa, cerca del mercadillo de Singuerlín. Repartiendo folletos con papeletas.
Llegamos. Los que han ido al acto del día anterior en Nou Barris, lo hacen eufóricos. 4000 personas, no, más, 11000 personas. Las que haga falta. Que si la tal habló muy bien, que si lo de Ismael Serrano no se hizo pesado (¿?), que si el este estuvo peor que otras veces... todo era comentar. Llegamos al Parc Europa porque el jueves hay mercadillo en Singuerlín y hay que poner la carpa. Es una idea que no tenemos nosotros únicamente. El lunes ya hicimos lo mismo en el mercado de... en el mercadillo, en los encantes... y allí estaban los socialistas. El jueves, vislumbramos claramente la mesa de Ciutadans, a los amigos de la Biblia y al PSC, que ha puesto la carpa justo al pie del mercadillo. Nos queda ponernos en medio. Veo mucha prensa, veo prensa local, algo pasa. Veo a Javier Pérez Andújar, escritor que hace crónicas para El País. Algo pasa. Están hasta los regidores de Ciutadans. Tiene que pasar algo, porque no he visto ni una mesa, ni un nada de Ciutadans en toda la campaña. Carteles pegados con celo y poca cosa más. Montamos la carpa, con los globitos de Podemos y las chapas de Podemos y las nuevas chapas que han llegado de En Comú Podem y nos olvidamos unos nuevos carteles que han llegado que prefiero que no... en fin. Meto sobres con papeleta entre los folletos con la cara de la Colau y el Domènech. Escribiré poco Domènech porque se me hace complicado teclear. En fin. Estando allí, me atrevo a hablarle a Pérez Andújar. Me gustó un libro que leí de fotografías del Joan Guerrero y me dicen que el de Catalanes todos es muy bueno. Sus crónicas molan mucho. Es de Sant Adrià además. Hago ademán de saludarle y hace como que me saluda también... debe haberse confundido. Le pregunto, bueno, le digo, hola, qué tal, has venido a cubrir algo... sí, que vienen el Girauta y la Arrimadas. Oh. A Santa Coloma.
En Santa Coloma tenemos una bonita coyuntura. En las autonómicas, Ciudadanos estuvo a punto de zumbarse al PSC. En el PSC debe haber cierto nosequé. En su carpa no se ve mucho movimiento. Hay regidores repartiendo propaganda, pero no se ve... gentío, no como otras veces. Pero esto es autoconvencimiento. No se ve gente, van para abajo... ya nos lo conocemos. Ciudadanos lleva sus globos y sus rosas naranjas. La gente coge cosas naranjas. Lleva el globo naranja para los niños, los abuelos cogen blobos, digo globos, de todos los partidos, creo. Lo importante es que el niño no llore. Nosotros tenemos unos globos de Podemos que me niego a inflar, porque soy torpísimo inflando globos también y unos verdes y rojos que de vez en cuando pintamos a rotulador. En fin. Ahí estamos. Hay que sumar, hay que sumar.
Me vuelvo a ir un día antes. Con el concepto de sumar y de estar en un sitio. Le digo a un compa de Podemos que a ver, que uno, a ver, que uno en su fuero interno lo que querría es un modelo tipo Unión Soviética de Brezhnev. Así. Pero que yo solo, no lo voy a conseguir. Si puedo juntarme con gente que piense en un modelo no digo igual, sino semejante (y ya veré yo hasta dónde pongo la línea) pues casi mejor que no andar muy enfadado porque no se sovietiza lo suficiente. Muy enfadado. Gracias a Dios en el blogger no hay emoticonos.
Llegan los artistas, hacen un discurso que ya no vemos y se van de paseo. Hablamos con gente, con periodistas, hablamos de la situación, de que cómo lo llevamos, de que la Cup... de que Ciudadanos... bueno. Lo llevamos bien.
Me doy cuenta de que la gente pide cosas de Podemos. Habla de Podemos, si es de Podemos lo que les damos, les vale. Solo una señora dice que ella es de IU y que esto... ese es mi miedo, que la gente que no sea de Podemos o de la Colau, eche el culo fuera. No molaría nada. Pero visto como está el tema, todo puede pasar. Y cuando digo todo es todo. Como lo de votar nulo favoreciendo al partido mayoritario, que parece que podríamos ser nosotros, con lo que entonces, votando nulo por jodernos, lo que haces es favorecernos. Think about it. Cierra el círculo.
Es difícil hacer campaña así. Como si estuvieras pasando un examen. De los tuyos de aquí, de los que no son tuyos de aquí. Pasan las horas y tengo los pies helados. La Lidia Guinart reparte octavillas sola en un corner. Es la número cinco, creo, del PSC y está ahí... como si fuera la de la Biblia. Si viniera el cinco nuestro...
Nos vamos. Recogemos la carpa. Hay material para una metrada. Esta mañana nos hemos ido de metrada, a las siete de la mañana. Con ese frío. Con las revistas con la cara de Pablo. Yo, ya te lo digo ahora por si me has visto, repartía de esos folletios con la cara de la Colau y de Xavi. Domènech. A preparar material por la tarde para la metrada.
Y por la noche un debate en el que el nuestro, el Xavi, Domènech, es el único que parece que dice cosas con cara y ojos. Análisis del debate pormenorizado:
- Oms, pasa de todo.
- Durán i Lleida, sabe mucho pero lo que dice no le interesa a nadie.
- Fernández Díaz, tiene su momentazo cuando pone de modelo a Borrell, que casualmente está esa tarde en Santa Coloma. Enorme. Hago un Tweet. Nuestra alcaldesa me contesta ampliamente y se sorprende de que yo 'no vaya con Garzón'. Es que voy con Garzón. Quizás requiere una explicación. Para mí, y hasta el propio Garzón lo ha llegado a decir en alguna entrevista, En Comú Podem, es la candidatura de IU en Catalunya. Que salga la foto del Pableras no significa que... se entiende? yo creo que se entiende, otra cosa es que se comparta. En Comú Podem es IU en Catalunya. Si se quiere entender, se entiende. Y va gente de EUiA en las listas. Es así. Si se quiere entender, se entiende. Estoy muy a gusto, gracias.
- Gabriel Rufián. Castellanohablante de ERC que hace que todo el mundo acabe hablando en castellano en un debate de TV3. Sus intervenciones, que son de una simpleza que adorna con estilo Bucay, pueden empezar aquí y, debido a esas pausas intencionadas que hace, terminan a veces en otro sitio, distinto, no mejor.
- Girauta. Es el de Ciutadans, el de la barba, el que parece que huela a tabaco. A venir de un bar con mala ventilación. De comer alcachofas en vinagre. Algo así. Dice cosas de derechas y ya está.
- Chacón, Carme. Alarmante. El proceso de 'nosotros somos izquierda alternativa' del PSC es impactante. Habla Xavi, nuestro Xavi Domènech, y ella asiente, dice que claro, que si, y luego en su intervención, lo repite. Ole. Pero hay un pero. Es Carme Chacón. Y por mucho que reivindique su gestión y pierda los papeles diciendo que no y que no, es Carme Chacón. Y es la ministra de los Desahucios Express, por muy temprano que se levante. Y se saca de la mano nosequé de Defensa. Y hasta Oms le saca a colación la reforma del 135. Pensabas que no nos íbamos a dar cuenta y eras tú. Todo el rato eras tú. Sois los mismos de siempre. El primer día de campaña (me extiendo un poco) dijo que bueno, que las encuestas eran malas, pero que bueno, que si la gente quería que no gobernase el PP ya sabía que la única alternativa eran ellos. Ese voto ilusionante y bueno, claro que sí. Socialismo es amor. Socialismo es ya si eso.
- Xavi Domènech. Tiene que decir varias veces que no es Podemos, que es más gente. La Terribas pone la mano delante de la cámara cuando habla él para hacer gestos y le tapa. Qué voy a decir, pues que es el único que cuando habla de algo, parece que se lo sabe. Y aún más grave, que se lo cree.
Termina el debate. Creo que hemos ganado.
Pero esto es siempre lo mismo.
El domingo hay que votar. Elecciones generales. Llevamos cuatro años preguntándonos... pero cómo es posible que gobierne el PP. Porque la gente les vota. Si la gente votara otra cosa, y no se conformara con votar al PSOE, que es tirar el voto, o a Ciutadans, que es quemar el voto, la cosa iría de otra manera.
Si alguien de izquierdas, de los que nos hemos pasado los años diciendo que esto es una ful y que se podría hacer de otra manera, no lo tiene claro, yo no sé. En Catalunya, la opción para, que de una vez, gente de izquierdas haga cosas de izquierdas (incluso aunque ellos no lo sepan), es En Comú Podem. Y si queremos que Garzón sea presidente, que IU tenga más fuerza, hay que votar también a En Comú Podem. Porque lo demás tiene poca utilidad. Y ya sé que lo de la utilidad nos la bufa, pero para mucha gene, ser útiles, tiene también un qué. Para mucha gente.
Esta mañana, un frío del demonio en el metro. Gente que te coge el papel, que no.
El domingo tenemos que ganar. Nos toca ya. No es que nos toque. Es que nos lo hemos currado.
jueves, 17 de diciembre de 2015
Arigato final
De las memorias
del general Tatsumo Yishida extraemos un párrafo nada más, uno pequeñito, que
aparece casi al final. Las memorias se llaman ‘Memorias’ y por eso no hemos
dicho el nombre del libro.
‘Sois todos una
mierda de tropa. Ahora os lo digo, ahora que ya hemos perdido y que hemos sido
barridos por unos inútiles que no tenían más que buenos fusiles y unas buenas
botas. ¿Cómo hemos podido caer tan bajo? ¿Cómo hemos podido ser derrotados en
una batalla que teníamos ganada por número, por posición, por valores, por ser
mejores que ellos? Sólo porque tenían mejor material. Valiente mierda. Estaba
viéndolo y no me lo creía. Veía cómo nuestras tropas, vosotros, inútiles,
basura, iban poco a poco siendo diezmados por unos petimetres que lo único que
hacían era disparar, simplemente disparar. No gritaban, no lanzaban arengas, no
se entretenían con formaciones estrafalarias, o sencillas, o discutían las
formaciones, no se paraban. Disparaban. Sois una vergüenza y yo me siento
asimismo avergonzado de ser vuestro general. Hemos sido vencidos y los pocos
que quedamos estamos condenados al exterminio. No somos nada, no valemos para
nada. Y yo el primero. Yo he sido el primero en no darme cuenta de que estas
arengas, estas mismas arengas que no valen para más que perder el tiempo, no
nos han llevado a nada más que a un desastre sin paliativos. A una derrota de
la que ya no nos recuperaremos nunca. Solo había que disparar. Solo había que
sentarse en un sitio y disparar. No nos acordamos de los rifles, de las balas,
simplemente íbamos a ganar esta batalla porque éramos más, porque llevamos más
gente en nuestras filas, porque estamos ahí. Porque sabemos hablar y arengar.
Porque tenemos generales como yo mismo que hablan muy bien y que declaman y que
ponen el rostro serio de general que arenga a las tropas antes y después de la
batalla. Ellos no tienen nada de eso. Ellos disparan. Disparan, tienen buenos
rifles, saben usarlos. Un oficial sin mayor mérito les dice: disparen, y ellos
disparan y nos van matando. Poco a poco. Mucho a mucho. Nos van matando y solo
sabemos ir arengándonos unos a otros, lanzándonos proclamas que no valen nada,
porque ellos tienen buenos rifles y disparan. Tengo la sensación profunda de
que me he estado equivocando todo el tiempo. Que he instruido mal a mis
soldados, a mi tropa. Pero mi tropa estaba contenta. El deber de un soldado es
sacrificar sin dudar a su general si este no se dedica a procurar el bien de la
causa. ¿Acaso nadie se ha dado cuenta? ¿Acaso nadie veía que todo lo que decía
era nada? No sois nada. Os condeno a ser tratados como basura toda la vida.
Toda la culpa es vuestra. Qué equivocado he estado’.
miércoles, 16 de diciembre de 2015
Y así un día y otro día
Tengo un tipo de vida que siento que se queda obsoleta. Vivo muy al límite, pero no porque corra muchos riesgos, más bien es que cualquier cosa que haga me parece tan difícil que todo se me complica, se me tuerce, no sale bien. El otro día fui a mirarme un equipo de música. Equipo de música de perfil bajo, algo para salir del paso, no pretendía buscar el gran equipo de música. Estaba mirando en la sección de equipos de música, en el gran centro comercial y el dependiente se acercó a preguntar si necesitaba ayuda. No, estoy mirando. El dependiente me insistió si tenía alguna preferencia. Le dije que precisamente, esos dos equipos de los más baratos, el LG y el Philips, me parecían bien. Porque la marca LG la tiene mi hermano y suena muy bien y bueno, qué decir de la marca Philips, si es la marca de escuchar música de toda la vida. El dependiente me miró y me dijo que bueno... que LG es una marca de electrodomésticos, que lo mismo te hace una nevera, que una lavadora, que un equipo de música... no es un fabricante de música y lo mismo se puede decir de la marca Philips, que hace también de todo... que las marcas buenas son... dejé de escuchar. No me interesa que me saquen los colores en público. No es que no me interese, se entenderá que no me guste. Al fin y al cabo iba solo, solo, solo, por matar el tiempo. Pero imaginen qué hubiera pasado si hubiera ido con alguien y me hubiera querido hacer el interesante... estas marcas son buenas marcas... fracaso absoluto.
Soy una persona conservadora. Las mismas marcas, la misma ropa, el mismo corte de pelo. El otro día recordábamos lo que me costó ponerme el pelo de punta, por ejemplo. Barraquerones, berrinches, disgustos, mucho pensar porqué la gente quería que yo llevase el pelo de punta si iba a estar igual de feo, pensar si lo que querían era verme más feo todavía. No quería llevar el pelo de punta. Cuando me puse el pelo de punta me lo puse tan de punta que hasta las sienes las llevaba llenas de gomina. O chato o narigudo. Pero conservador. Muy conservador. No es la imagen que proyecto, más bien como persona que hace cosas raras, pero ay, en mi fuero interno, si por mi fuera, sería un habitante eterno de un sofá que jamás, jamás, jamás me dejase ir. La misma calle, la misma ciudad, la misma gente. Me resulta curioso que gente que no conozco demasiado se interese por mi. Esta discusión ya la hemos tenido en alguna ocasión. Gente con la que no has compartido más que unos meses de relación esporádica, se convierten en amigos que se preocupan por uno, que le buscan, que le estiman. Yo como persona conservadora, una especie de Rajoy de la vida, desconfiada y terrible, lo veo todo con distancia y pienso... no te muevas demasiado, esto no es real, algo pasará.
Me gusta hacer siempre lo mismo. Levantarme a la misma hora, no levantarme nunca. Me gusta proponer siempre más o menos las mismas iniciativas. Vamos a este bar. Volvamos a este bar. Hablar de lo de siempre. Ayer encontré a unos chavales del Seimar y estuvimos hablando del Seimar. Hace tiempo que no hablábamos del Seimar. Nos inventamos nuestro propio Seimar. Un Seimar que forma personas que no valen para nada y que se sorprenden de que a uno de nosotros nos vaya bien. Trabajo los fines de semana. Eres un dios del Olimpo. Vamos a celebrarlo en el mismo bar en el que nos vemos siempre y tomémonos un algo para recordar al profe aquel, cuando pasó aquello, las mismas anécdotas, siempre.
Me gusta que me pregunten, pero no me acuerdo de lo que respondo de una vez para otra. Sé que soy una persona conservadora, que no innova, que no progresa, pero no sé en cada caso qué motivo doy para argumentar una cosa y la misma. Me gustaría tenerlo claro. Saber qué soy, pero saber porqué soy como soy siempre. No consigo encontrar la respuesta tipo.
No me gusta tomar cortados. Muy pocas veces me apetece realmente un cortado. Creo que lo pido por pedir algo, porque es pequeño y aunque esté malo como un demonio, me lo tomo. Hay cortados que son lamentables. Sales del paso.
Ayer, estábamos pegando carteles y en una plaza de Santa Rosa, vi a dos señores que estaban sentados en un tranco. Yo estaba dentro del coche. Los dos hombres, de unos cincuenta tacos o más, estaban sentados y no sé si hablaban. Uno de ellos llevaba barba. En un momento, uno de ellos se levantó y fue a apoyarse en una barandilla que estaba dos metros delante de él. Era barba de no arreglarse la barba. El otro se quedó sentado pero al cabo de un rato se levantó también. El de la barba no le hacía caso y miraba hacia delante apoyado en la barandilla. Unos segundos después ambos se fueron.
Cuando queráis paro.
Soy una persona conservadora. Las mismas marcas, la misma ropa, el mismo corte de pelo. El otro día recordábamos lo que me costó ponerme el pelo de punta, por ejemplo. Barraquerones, berrinches, disgustos, mucho pensar porqué la gente quería que yo llevase el pelo de punta si iba a estar igual de feo, pensar si lo que querían era verme más feo todavía. No quería llevar el pelo de punta. Cuando me puse el pelo de punta me lo puse tan de punta que hasta las sienes las llevaba llenas de gomina. O chato o narigudo. Pero conservador. Muy conservador. No es la imagen que proyecto, más bien como persona que hace cosas raras, pero ay, en mi fuero interno, si por mi fuera, sería un habitante eterno de un sofá que jamás, jamás, jamás me dejase ir. La misma calle, la misma ciudad, la misma gente. Me resulta curioso que gente que no conozco demasiado se interese por mi. Esta discusión ya la hemos tenido en alguna ocasión. Gente con la que no has compartido más que unos meses de relación esporádica, se convierten en amigos que se preocupan por uno, que le buscan, que le estiman. Yo como persona conservadora, una especie de Rajoy de la vida, desconfiada y terrible, lo veo todo con distancia y pienso... no te muevas demasiado, esto no es real, algo pasará.
Me gusta hacer siempre lo mismo. Levantarme a la misma hora, no levantarme nunca. Me gusta proponer siempre más o menos las mismas iniciativas. Vamos a este bar. Volvamos a este bar. Hablar de lo de siempre. Ayer encontré a unos chavales del Seimar y estuvimos hablando del Seimar. Hace tiempo que no hablábamos del Seimar. Nos inventamos nuestro propio Seimar. Un Seimar que forma personas que no valen para nada y que se sorprenden de que a uno de nosotros nos vaya bien. Trabajo los fines de semana. Eres un dios del Olimpo. Vamos a celebrarlo en el mismo bar en el que nos vemos siempre y tomémonos un algo para recordar al profe aquel, cuando pasó aquello, las mismas anécdotas, siempre.
Me gusta que me pregunten, pero no me acuerdo de lo que respondo de una vez para otra. Sé que soy una persona conservadora, que no innova, que no progresa, pero no sé en cada caso qué motivo doy para argumentar una cosa y la misma. Me gustaría tenerlo claro. Saber qué soy, pero saber porqué soy como soy siempre. No consigo encontrar la respuesta tipo.
No me gusta tomar cortados. Muy pocas veces me apetece realmente un cortado. Creo que lo pido por pedir algo, porque es pequeño y aunque esté malo como un demonio, me lo tomo. Hay cortados que son lamentables. Sales del paso.
Ayer, estábamos pegando carteles y en una plaza de Santa Rosa, vi a dos señores que estaban sentados en un tranco. Yo estaba dentro del coche. Los dos hombres, de unos cincuenta tacos o más, estaban sentados y no sé si hablaban. Uno de ellos llevaba barba. En un momento, uno de ellos se levantó y fue a apoyarse en una barandilla que estaba dos metros delante de él. Era barba de no arreglarse la barba. El otro se quedó sentado pero al cabo de un rato se levantó también. El de la barba no le hacía caso y miraba hacia delante apoyado en la barandilla. Unos segundos después ambos se fueron.
Cuando queráis paro.
martes, 15 de diciembre de 2015
Memorias de Neil Young. El sueño de un hippie
A Neil Young le gustan los coches, le gustan los trenes, le gusta que la música suene bien, le gusta el Surf de remo y le gusta la música. A Neil Young le gustaba fumar marihuana, beber, ponerse bien en el momento en el que menos lo necesitaba, pero por motivos de salud, tuvo que dejar de ponerse. No le sale ni una canción, pero escribe. Y escribe para decir que le gustan los coches, que está liado con una historia de unos trenes, que tiene mucho interés en crear un sistema para escuchar música en los coches con una calidad que se cague la perra. Que eso de que la música por streaming suene como suene y a todo el mundo le de igual, le molesta. Que es su legado, que es su arte y le jode que se oiga mal.
Leer un libro de memorias supone que uno, el lector, empieza a leer un libro y se lo acaba. Este proceso puede durar más o menos, y puede uno leer más o menos continuadamente y cuando se acaba, se acaba. Pero puede que uno empiece a leer, deje de leer, continúe leyendo, de un apretón y vuelva a dejarlo colgado. El libro de memorias de Neil Young está escrito de manera que tú lo puedas leer de una manera sincopada y no pase nada. Porque el libro no tiene un principio, no empieza con Neil Young de pequeño y de ahí vamos caminando. Va la cosa a trompicones, empieza con los trenes, con el Lincvolt, con el sistema Puretone y de vez en cuando se acuerda de cuando era pequeño, de su infancia en Canadá, pero luego se acuerda, puede que en el mismo capítulo, de una cosa que hizo una vez en nosedónde y de la gente a la que echa de menos.
¿Quién es Neil Young? Neil Young, para los que nos gusta la música, es un dios. Ver a Neil Young en directo, preferiblemente con los Crazy Horse para mi gusto, significa ver eso que uno busca. Una persona que pasen los años que pasen, no sabe hacer otra cosa que vivir para sentir lo que hace. Voy a repetir de otra manera la definición. Alguien que se cree lo que está haciendo. Que lo vive. Que puede tocar mil veces Cinnamon Girl y parecer siempre la primera. Que se acuerda de la gente que le acompañó, de quién tocó con él, de los amigos que se le han ido. Escuchar a Neil Young le abre a uno un universo de música que puede parecer siempre el mismo: música rock, folk, country, pero es mucho más. Puede que te quedes con su parte folk, intimista, que llores escuchando el After the goldrush, o el Harvest, o puede que te quedes con la tralla salvaje de discos como el Ragged Glory, con canciones como My My Hey Hey o Hey Hey My My, según seas. Una persona que tuvo un grupo, los Buffalo Springfield, con un amigo que se echó que se llamaba Stephen Stills y que era muy bueno, pero el grupo no cuajó y se separaron y él echa de menos tocar con ellos. Que tuvo otro grupo, los Stills, Crosby, Nash and Young, que a mí no me gustan mucho. Que tocó con unos colegas que conoció que tenían un grupo que no era muy conocido, que se llamaban Crazy Horse y que...
Neil Young es muy grande. Cuenta las cosas según le van viniendo. Se acuerda de su compañera, Pegi (de la que se divorcia ya acabado el libro, dato que acabo de ver). de sus hijos Zeke y Ben. Lo de sus hijos es caso a parte. Tiene un primer hijo, Zeke con una primera esposa Carrie, con la que te va diciendo que la cosa no iba muy bien, y le diagnosticaron un pequeño caso de parálisis cerebral. Tuvo un segundo hijo, Ben, tiene tetraplejia y parálisis cerebral con Pegi. Tiene una tercera hija, Amber.
Pues ahí lo tienes. Es un rockero. Está con sus hijos, pero está de fiesta. De farra con sus colegas.
Sus colegas. Danny Whitten, David Briggs, Larry Johnson. Neil Young no olvida a esos amigos que se fueron. Danny Whitten era un músico de los Crazy Horse, que murió de sobredosis. David Briggs era su productor y un colega. Larry Johnson otro coleguita con quien hace una peli, Human Highway que Dios sepa de qué va, aunque él pasa páginas y páginas recordándola y diciendo que la van a acabar o la van a rehacer.
De Neil Young me gusta el After the goldrush, el Harvest, el Zuma, el Rust Never Sleeps, canciones del Re-Ac-Tor, del Freedom, todo el Ragged Glory, canciones de los últimos discos. Me dejo algún disco seguro. El On the beach, el Tonight's the night... tiene muchos, muchos discos. El disco con Pearl Jam. Lo vi en directo en el Primavera y flipé tantísimo. Canciones del Everybody knows this is nowhere. Me chifla verle tocar la guitarra eléctica, hacer punteos, machacar el suelo con sus zapatones.
En sus memorias habla de discos, de canciones, no por orden, sino por que le viene en gana. Habla de esto y de aquello, de grupos que está escuchando y que le molan. De músicos. De Bob Dylan. De cuando dijo que Ronald Reagan también era una persona. De cuando... habla de todo. Sin cortarse demasiado. De sus ataques, de sus hijos, de chicas con las que se lió, de la música, de cosas técnicas de la música, de sus amigos.
De los amigos que se fueron. De la gente a la que quiere. De que se hace mayor y que le cuesta hacer música sin estar colocado. Que con los Crazy Horse siempre salía colocado a tocar. De lo que significa tocar con los Crazy Horse, dejarse llevar, encanarse. Ese concepto. Encanarse, cabalgar con el sonido, dejarse ir.
De la música. Así, sin orden. Y mola.
PD. Mil gracias a la San por este regalo. Mil disculpas a la San por haber tardado seis meses en leer el libro.
Leer un libro de memorias supone que uno, el lector, empieza a leer un libro y se lo acaba. Este proceso puede durar más o menos, y puede uno leer más o menos continuadamente y cuando se acaba, se acaba. Pero puede que uno empiece a leer, deje de leer, continúe leyendo, de un apretón y vuelva a dejarlo colgado. El libro de memorias de Neil Young está escrito de manera que tú lo puedas leer de una manera sincopada y no pase nada. Porque el libro no tiene un principio, no empieza con Neil Young de pequeño y de ahí vamos caminando. Va la cosa a trompicones, empieza con los trenes, con el Lincvolt, con el sistema Puretone y de vez en cuando se acuerda de cuando era pequeño, de su infancia en Canadá, pero luego se acuerda, puede que en el mismo capítulo, de una cosa que hizo una vez en nosedónde y de la gente a la que echa de menos.
¿Quién es Neil Young? Neil Young, para los que nos gusta la música, es un dios. Ver a Neil Young en directo, preferiblemente con los Crazy Horse para mi gusto, significa ver eso que uno busca. Una persona que pasen los años que pasen, no sabe hacer otra cosa que vivir para sentir lo que hace. Voy a repetir de otra manera la definición. Alguien que se cree lo que está haciendo. Que lo vive. Que puede tocar mil veces Cinnamon Girl y parecer siempre la primera. Que se acuerda de la gente que le acompañó, de quién tocó con él, de los amigos que se le han ido. Escuchar a Neil Young le abre a uno un universo de música que puede parecer siempre el mismo: música rock, folk, country, pero es mucho más. Puede que te quedes con su parte folk, intimista, que llores escuchando el After the goldrush, o el Harvest, o puede que te quedes con la tralla salvaje de discos como el Ragged Glory, con canciones como My My Hey Hey o Hey Hey My My, según seas. Una persona que tuvo un grupo, los Buffalo Springfield, con un amigo que se echó que se llamaba Stephen Stills y que era muy bueno, pero el grupo no cuajó y se separaron y él echa de menos tocar con ellos. Que tuvo otro grupo, los Stills, Crosby, Nash and Young, que a mí no me gustan mucho. Que tocó con unos colegas que conoció que tenían un grupo que no era muy conocido, que se llamaban Crazy Horse y que...
Neil Young es muy grande. Cuenta las cosas según le van viniendo. Se acuerda de su compañera, Pegi (de la que se divorcia ya acabado el libro, dato que acabo de ver). de sus hijos Zeke y Ben. Lo de sus hijos es caso a parte. Tiene un primer hijo, Zeke con una primera esposa Carrie, con la que te va diciendo que la cosa no iba muy bien, y le diagnosticaron un pequeño caso de parálisis cerebral. Tuvo un segundo hijo, Ben, tiene tetraplejia y parálisis cerebral con Pegi. Tiene una tercera hija, Amber.
Pues ahí lo tienes. Es un rockero. Está con sus hijos, pero está de fiesta. De farra con sus colegas.
Sus colegas. Danny Whitten, David Briggs, Larry Johnson. Neil Young no olvida a esos amigos que se fueron. Danny Whitten era un músico de los Crazy Horse, que murió de sobredosis. David Briggs era su productor y un colega. Larry Johnson otro coleguita con quien hace una peli, Human Highway que Dios sepa de qué va, aunque él pasa páginas y páginas recordándola y diciendo que la van a acabar o la van a rehacer.
De Neil Young me gusta el After the goldrush, el Harvest, el Zuma, el Rust Never Sleeps, canciones del Re-Ac-Tor, del Freedom, todo el Ragged Glory, canciones de los últimos discos. Me dejo algún disco seguro. El On the beach, el Tonight's the night... tiene muchos, muchos discos. El disco con Pearl Jam. Lo vi en directo en el Primavera y flipé tantísimo. Canciones del Everybody knows this is nowhere. Me chifla verle tocar la guitarra eléctica, hacer punteos, machacar el suelo con sus zapatones.
En sus memorias habla de discos, de canciones, no por orden, sino por que le viene en gana. Habla de esto y de aquello, de grupos que está escuchando y que le molan. De músicos. De Bob Dylan. De cuando dijo que Ronald Reagan también era una persona. De cuando... habla de todo. Sin cortarse demasiado. De sus ataques, de sus hijos, de chicas con las que se lió, de la música, de cosas técnicas de la música, de sus amigos.
De los amigos que se fueron. De la gente a la que quiere. De que se hace mayor y que le cuesta hacer música sin estar colocado. Que con los Crazy Horse siempre salía colocado a tocar. De lo que significa tocar con los Crazy Horse, dejarse llevar, encanarse. Ese concepto. Encanarse, cabalgar con el sonido, dejarse ir.
De la música. Así, sin orden. Y mola.
PD. Mil gracias a la San por este regalo. Mil disculpas a la San por haber tardado seis meses en leer el libro.
viernes, 11 de diciembre de 2015
Miscelánea
El ego por las nubes. Me he comprado una chaqueta. Esta chaqueta. La semana pasada, aprovechando una cosa y la otra, entré en La Tienda y ya con todo hecho, pregunté si esas chaquetas eran buenas chaquetas. No tuvieron que convencerme mucho, ya me la había comprado. Llevaba una chaqueta, una buena chaqueta, pero tenía ya muchos tiros pegados. Yo creo que no me había salido muy buena, pero cuando le dije a la Reme el tiempo que hacía que me la había comprado, le pareció mucho. No recuerdo cuántos años le dije. Más de cuatro. Más de cinco. Seguro. Era una chaqueta muy buena, un chaquetón con el que iba uno como un pimpollo. Calentito. Tan a gusto. Recuerdo que fuimos a comprar ropa a Olot y que yo me había mirado una chaqueta verde, muy guapa. Pero ví esta otra y la quise para mí. No recuerdo si yo ví la verde y el Chispa vio la negra y me gustó más la negra y las cambiamos. Compré más ropa. Todavía llevo esa ropa. No me compro un suéter desde hace mil siglos. El otro día, no aguanté más, porque se me salían los pañuelos del bolsillo y por fín me compré algo para pasar el invierno de una manera algo más decente. Era un día de diciembre. Otro día de diciembre. Otra chaqueta. Me la probé. Envié fotos. Me la compré. No tiene cremallera. Al principio me hizo gracia. Luego me ha molestado un poco. Hoy, por ejemplo, no me ha molestad. Una canción de Leonard Cohen que habla sobre un abrigo. En realidad no habla sobre un abrigo. Habla de Janis Joplin. De que la quiso. Querer es maravilloso.
https://www.youtube.com/watch?v=tAmQgI_Mun4
Si se fijan en la imagen, tengo la barba muy blanca. Yo no me había dado cuenta, pero tengo la barba muy blanca ya. Ya no es así como pelirroja o medio rubia. Ahora es casi más blanca que otra cosa. También me dijeron que se me está poniendo el pelo cada vez más claro. Más blanco. O que tenía más canas. No recuerdo. Muchas veces me hablan y me conformo con que me hablen. Tengo el pelo cada vez más blanco. Más canas en la barba. También, y esto lo he visto yo solo, tengo cada vez menos pelo en la cabeza. En cantidad. Volumen. He cortado la foto para que no se me vea mucha frente, aunque la foto ya venía cortada. En fin. El paso del tiempo. Un tema universal que nos llevaría a realizar diversas consideraciones sobre si merece la pena detener el tiempo o no. Yo no soy muy partidario de detener el paso del tiempo. Si tuviera, que no sé si lo tengo, el poder de decidir si el tiempo debe detenerse o no, no sé lo que haría. Pero no lo haría. Porque a uno igual le está bien lo qu está, o está tan mal que no tiene esperanza en un futuro mejor, pero... ¿y el qué espera? ¿Y el que espera que algo cambie para bien? Es jodido hacer que alguien que espera no vea cumplida su esperanza. Yo creo que es mejor que, si uno tiene el poder, que el tiempo no pase. Digo, que pase. ¿Qué había dicho antes?
https://www.youtube.com/watch?v=OddHP8_Em7s
Tengo la impresión de que las canciones de hoy son un poco chof. Dos ya y son un poco... eso. Es viernes. Hoy tenemos concierto. Hemos organizado, los de En Comú Podem, un concierto en el Línea. Bueno. Yo he organizado poco. No valgo para organizar. No valgo para un orden, para un hacer. Yo soy más de voy si eso, y hago cosas, pero no tengo talento organizativo. No me sé administrar. Ya sé que esto no da confianza, pero es lo que es. Hoy tenemos concierto, digo. La Mula y la Pa, blues del bueno, oiga. Blues auténtico, blues mestizo, blues y no blues. Yo que sé. Fiesta de la metáfora. También Valentín Wallace. El rockero vicentín. Rockero al fin y al cabo. Rockero que hace lo que se supone que es el rock. Lo que te gusta, lo haces. Sin más. Como sea. Pero hacerlo. Y ya está. Estaremos por ahí sobre las diez o así. No sé si habrán visto muchos carteles por las calles, o el evento en el facebook. Pero es hoy. A las diez, en el Línea. Podemos ir y tomarnos unas birras y me discuten qué van a votar, si van a votar, si están haciendo campaña, que cómo lo ven, y todo eso que tanto se lleva en estos días. Y si quieren hablar de otra cosa, pues no pasa nada. La noche es joven. Escuchen esto.
https://www.youtube.com/watch?v=MB4hdcNUS9Y
No estoy muy al tanto de lo que ha ido pasando últimamente. Así a nivel general. Pero luego, cuando la gente habla, tengo algo que decir. Soy del Seimar. No esperen de mí frases categóricas, un criterio definido, o valoraciones de peso. Pero siempre tengo algo que decir. Porque soy del Seimar. Una escuela de valores basada en decir cosas, rellenar páginas, soltar lo que sea pero que no te pillen callado, escribir mucho y que haga bulto, hacer las cosas al peso, no por la calidad de la reflexión, sino por la cantidad. Ese es mi estilo. De todo ese caudal de sandeces, saldrá alguna cosa buena. Y si no, siempre habrá quien pase tiempo investigando qué ha querido decir o cuándo y cómo le engancho para que... este es el sistema. Es que soy del Seimar. Lo del debate del Iglesias, lo del debate del Garzón, no los he visto. Vi uno el otro día del Domènech y bueno. Ahí estuvo. Me pasé más rato tuiteando que pendiente. Es una mierda vivir así. Vivir pendiente del puto movil, de decir algo con el movil en un foro, en el twitter y en su puta madre. Pero bueno. Es la vida. La vida, y esta es otra reflexión así con la que quisiera abrir un debate, es una puta mierda. Que no digo que siempre sea así, ni para todo el mundo. Pero a nivel global, como un todo, es una puta mierda.
https://www.youtube.com/watch?v=3aq66E7aX2w
Zona de carga y descarga. Zona de aparcamiento libre. He ido esta mañana a Barberà del Vallés. No tiene ningún misterio, no es ninguna odisea, no tiene ninguna complicación. Pues me he perdido. Por el Vallés, dando vueltas, metiéndome por carreteras que llevan a Palau, a Santa Perpètua de la Moguda y finalmente cayendo sin darme cuenta en la autopista correcta y en el sitio adecuado. He dejado el coche una manzana más allá de donde debía, porque soy una persona conservadora. Pudiendo dejar el coche ya aquí, que no es zona de carga y descarga ni nada, porqué dejarlo delante justo en la puerta que luego me fijo que está todo libre. Todo esto se lo he explicado también al señor de la empresa de la entrevista. Porque soy del Seimar y hablo. Y lo más curioso de todo es que no tengo yo la conciencia de ser una persona habladora. Hablo poco. No me gusta dar la brasa, no me gusta hablar con gente que no conozco, hay mucha gente a la que no le quiero hablar. Y aun así, hablo y hablo. Y escribo y escribo que es lo mismo que hablar, por incontinencia. Y habrá quien piense que es porque creo que tengo algo que decir. No. Es por hablar. Por escuchar lo que digo a ver si me acuerdo. Seguro que leo lo de ayer y no me creo que lo dijera yo. Ojo.
https://www.youtube.com/watch?v=LsfXFz7-VbQ
En un mundo nuevo, iríamos cogidos de la mano por los caminos y veredas. Y veríamos amanecer aunque no siempre hiciera buen día para levantarse y ver amanecer. En un mundo diferente, correríamos por la playa hasta encontrarnos en un punto y darnos un abrazaco bien fuerte. En otra dimensión, alargaría la mano y tocaría alguna parte de tu cuerpo, porque no sabría cómo estás situada y a saber, porque si estoy en otra dimensión igual mi mano se alarga o se contrae y estaríamos formando un lío terrible. En una nueva realidad nos volveríamos todos hacia tí y te diríamos 'uh', y no te asustarías, porque en esa nueva realidad ya no te asustaría nada. En un nuevo espacio delimitado, podríamos sentarnos juntos y hablar de lo que nos intersa, si es que tenemos algún interés común. En una situación que nos inventáramos, yo vendría de trabajar de la fábrica, tú serías una emprendedora y quién sabe qué aventuras correríamos en un país donde no hiciera tantos días de sol. Es por decir cosas que podrían pasar. Más que nada, por ir comentando temas. En un mundo posiblemente mucho mejor que este, iríamos cogidos de la mano por caminos y veredas. Qué bonito.
https://www.youtube.com/watch?v=TmRUiVz7nxY
Y así, con la boca llena de dientes y la satisfacción de haber hecho todo lo posible por Andalucía y por la humanidad, espero que tengan ustedes un buen fin de semana. Así a nivel global también.
https://www.youtube.com/watch?v=tAmQgI_Mun4
Si se fijan en la imagen, tengo la barba muy blanca. Yo no me había dado cuenta, pero tengo la barba muy blanca ya. Ya no es así como pelirroja o medio rubia. Ahora es casi más blanca que otra cosa. También me dijeron que se me está poniendo el pelo cada vez más claro. Más blanco. O que tenía más canas. No recuerdo. Muchas veces me hablan y me conformo con que me hablen. Tengo el pelo cada vez más blanco. Más canas en la barba. También, y esto lo he visto yo solo, tengo cada vez menos pelo en la cabeza. En cantidad. Volumen. He cortado la foto para que no se me vea mucha frente, aunque la foto ya venía cortada. En fin. El paso del tiempo. Un tema universal que nos llevaría a realizar diversas consideraciones sobre si merece la pena detener el tiempo o no. Yo no soy muy partidario de detener el paso del tiempo. Si tuviera, que no sé si lo tengo, el poder de decidir si el tiempo debe detenerse o no, no sé lo que haría. Pero no lo haría. Porque a uno igual le está bien lo qu está, o está tan mal que no tiene esperanza en un futuro mejor, pero... ¿y el qué espera? ¿Y el que espera que algo cambie para bien? Es jodido hacer que alguien que espera no vea cumplida su esperanza. Yo creo que es mejor que, si uno tiene el poder, que el tiempo no pase. Digo, que pase. ¿Qué había dicho antes?
https://www.youtube.com/watch?v=OddHP8_Em7s
Tengo la impresión de que las canciones de hoy son un poco chof. Dos ya y son un poco... eso. Es viernes. Hoy tenemos concierto. Hemos organizado, los de En Comú Podem, un concierto en el Línea. Bueno. Yo he organizado poco. No valgo para organizar. No valgo para un orden, para un hacer. Yo soy más de voy si eso, y hago cosas, pero no tengo talento organizativo. No me sé administrar. Ya sé que esto no da confianza, pero es lo que es. Hoy tenemos concierto, digo. La Mula y la Pa, blues del bueno, oiga. Blues auténtico, blues mestizo, blues y no blues. Yo que sé. Fiesta de la metáfora. También Valentín Wallace. El rockero vicentín. Rockero al fin y al cabo. Rockero que hace lo que se supone que es el rock. Lo que te gusta, lo haces. Sin más. Como sea. Pero hacerlo. Y ya está. Estaremos por ahí sobre las diez o así. No sé si habrán visto muchos carteles por las calles, o el evento en el facebook. Pero es hoy. A las diez, en el Línea. Podemos ir y tomarnos unas birras y me discuten qué van a votar, si van a votar, si están haciendo campaña, que cómo lo ven, y todo eso que tanto se lleva en estos días. Y si quieren hablar de otra cosa, pues no pasa nada. La noche es joven. Escuchen esto.
https://www.youtube.com/watch?v=MB4hdcNUS9Y
No estoy muy al tanto de lo que ha ido pasando últimamente. Así a nivel general. Pero luego, cuando la gente habla, tengo algo que decir. Soy del Seimar. No esperen de mí frases categóricas, un criterio definido, o valoraciones de peso. Pero siempre tengo algo que decir. Porque soy del Seimar. Una escuela de valores basada en decir cosas, rellenar páginas, soltar lo que sea pero que no te pillen callado, escribir mucho y que haga bulto, hacer las cosas al peso, no por la calidad de la reflexión, sino por la cantidad. Ese es mi estilo. De todo ese caudal de sandeces, saldrá alguna cosa buena. Y si no, siempre habrá quien pase tiempo investigando qué ha querido decir o cuándo y cómo le engancho para que... este es el sistema. Es que soy del Seimar. Lo del debate del Iglesias, lo del debate del Garzón, no los he visto. Vi uno el otro día del Domènech y bueno. Ahí estuvo. Me pasé más rato tuiteando que pendiente. Es una mierda vivir así. Vivir pendiente del puto movil, de decir algo con el movil en un foro, en el twitter y en su puta madre. Pero bueno. Es la vida. La vida, y esta es otra reflexión así con la que quisiera abrir un debate, es una puta mierda. Que no digo que siempre sea así, ni para todo el mundo. Pero a nivel global, como un todo, es una puta mierda.
https://www.youtube.com/watch?v=3aq66E7aX2w
Zona de carga y descarga. Zona de aparcamiento libre. He ido esta mañana a Barberà del Vallés. No tiene ningún misterio, no es ninguna odisea, no tiene ninguna complicación. Pues me he perdido. Por el Vallés, dando vueltas, metiéndome por carreteras que llevan a Palau, a Santa Perpètua de la Moguda y finalmente cayendo sin darme cuenta en la autopista correcta y en el sitio adecuado. He dejado el coche una manzana más allá de donde debía, porque soy una persona conservadora. Pudiendo dejar el coche ya aquí, que no es zona de carga y descarga ni nada, porqué dejarlo delante justo en la puerta que luego me fijo que está todo libre. Todo esto se lo he explicado también al señor de la empresa de la entrevista. Porque soy del Seimar y hablo. Y lo más curioso de todo es que no tengo yo la conciencia de ser una persona habladora. Hablo poco. No me gusta dar la brasa, no me gusta hablar con gente que no conozco, hay mucha gente a la que no le quiero hablar. Y aun así, hablo y hablo. Y escribo y escribo que es lo mismo que hablar, por incontinencia. Y habrá quien piense que es porque creo que tengo algo que decir. No. Es por hablar. Por escuchar lo que digo a ver si me acuerdo. Seguro que leo lo de ayer y no me creo que lo dijera yo. Ojo.
https://www.youtube.com/watch?v=LsfXFz7-VbQ
En un mundo nuevo, iríamos cogidos de la mano por los caminos y veredas. Y veríamos amanecer aunque no siempre hiciera buen día para levantarse y ver amanecer. En un mundo diferente, correríamos por la playa hasta encontrarnos en un punto y darnos un abrazaco bien fuerte. En otra dimensión, alargaría la mano y tocaría alguna parte de tu cuerpo, porque no sabría cómo estás situada y a saber, porque si estoy en otra dimensión igual mi mano se alarga o se contrae y estaríamos formando un lío terrible. En una nueva realidad nos volveríamos todos hacia tí y te diríamos 'uh', y no te asustarías, porque en esa nueva realidad ya no te asustaría nada. En un nuevo espacio delimitado, podríamos sentarnos juntos y hablar de lo que nos intersa, si es que tenemos algún interés común. En una situación que nos inventáramos, yo vendría de trabajar de la fábrica, tú serías una emprendedora y quién sabe qué aventuras correríamos en un país donde no hiciera tantos días de sol. Es por decir cosas que podrían pasar. Más que nada, por ir comentando temas. En un mundo posiblemente mucho mejor que este, iríamos cogidos de la mano por caminos y veredas. Qué bonito.
https://www.youtube.com/watch?v=TmRUiVz7nxY
Y así, con la boca llena de dientes y la satisfacción de haber hecho todo lo posible por Andalucía y por la humanidad, espero que tengan ustedes un buen fin de semana. Así a nivel global también.
jueves, 10 de diciembre de 2015
Memorias de un payaso
Del libro de Eutache Demetrian 'Pompom', 'Memorias de un payaso', extraemos el episodio con el que el famoso payaso recuerda cómo empezó todo.
'Tendría yo siete años, cuando mi madre me encargó, un día frío como el mismo lugar más frío que podamos imaginar, que fuera a la tienda de la señora Florembaum a que comprara unas patatas, algo para comer. Era yo entonces un muchacho muy guapo. Rubio y con ojos azules como el cielo. Con una sonrisa angelical. Todo el mundo me quería y me llamaba 'guapo', por la calle. En mi casa, era el querubín. En la escuela, el niño más querido. En el barrio, había gente que venía a casa de mi madre, incluso cuando estaba mi padre presente, simplemente a dar conversación por verme. Era un ángel.
Ese día, mi madre me envió a por patatas. Saliendo de casa, de camino a la tienda de la señora Florembaum, me crucé con una mujer mayor que nunca había visto por el barrio. La saludé, porque educado y amable era yo más que nadie y me ofrecí a ayudarla porque la mujer iba cargada.
Ella, parecía muy mayor. La ví sufriendo, era corpulenta y caminaba balanceándose por la acera con muchas bolsas. Me dio mucha pena. Iba mal vestida, con el frío que hacía. Le cogí una de las bolsas y ella hizo ademán de no dármela soltando un gruñido. Entre el tira y afloja, se le cayó una de las bolsas, precisamente con patatas. Gruñó algo más. Le pedí que me perdonara, que le recogería las patatas, que me permitiese ayudarla. Todo ello con mi mejor sonrisa.
A la bolsa de las patatas caída, se le unió una bolsa con verdura. La mujer no era de nuestro pueblo, hablaba un lenguaje extraño. Se puso a gruñir, a gritar, a echarme la culpa, supongo, de todo lo que le pasaba. Yo estaba detrás de ella, Se agachó ella también para recoger cosas del suelo.
Puso su culo cerca de mi cara y se iró un pedo que me despeinó. La gente, comenzó a reírse. Ahí empezó todo.'
'Tendría yo siete años, cuando mi madre me encargó, un día frío como el mismo lugar más frío que podamos imaginar, que fuera a la tienda de la señora Florembaum a que comprara unas patatas, algo para comer. Era yo entonces un muchacho muy guapo. Rubio y con ojos azules como el cielo. Con una sonrisa angelical. Todo el mundo me quería y me llamaba 'guapo', por la calle. En mi casa, era el querubín. En la escuela, el niño más querido. En el barrio, había gente que venía a casa de mi madre, incluso cuando estaba mi padre presente, simplemente a dar conversación por verme. Era un ángel.
Ese día, mi madre me envió a por patatas. Saliendo de casa, de camino a la tienda de la señora Florembaum, me crucé con una mujer mayor que nunca había visto por el barrio. La saludé, porque educado y amable era yo más que nadie y me ofrecí a ayudarla porque la mujer iba cargada.
Ella, parecía muy mayor. La ví sufriendo, era corpulenta y caminaba balanceándose por la acera con muchas bolsas. Me dio mucha pena. Iba mal vestida, con el frío que hacía. Le cogí una de las bolsas y ella hizo ademán de no dármela soltando un gruñido. Entre el tira y afloja, se le cayó una de las bolsas, precisamente con patatas. Gruñó algo más. Le pedí que me perdonara, que le recogería las patatas, que me permitiese ayudarla. Todo ello con mi mejor sonrisa.
A la bolsa de las patatas caída, se le unió una bolsa con verdura. La mujer no era de nuestro pueblo, hablaba un lenguaje extraño. Se puso a gruñir, a gritar, a echarme la culpa, supongo, de todo lo que le pasaba. Yo estaba detrás de ella, Se agachó ella también para recoger cosas del suelo.
Puso su culo cerca de mi cara y se iró un pedo que me despeinó. La gente, comenzó a reírse. Ahí empezó todo.'
miércoles, 9 de diciembre de 2015
¿Por qué es mejor hacer campaña por En Comú Podem y votar En Comú Podem que 'que no que no y que no'?
Ayer domingo, digo, ayer martes, íbamos pegando carteles y pensaba... qué estoy haciendo. Era martes, festivo, día de la Inmaculada Concepción, no había casi nadie por la calle y un pelotón de gente con muy pocas cosas que hacer, nos empeñábamos en llenar pirulís y pirulís con carteles de color vino tinto, o rojo fuerte, o burdeos o cualesquiera otro color que no nos obligue a decir morado, porque el morado está prohibido... o no, no sé. Carteles que han de colocarse según una manera pensada para que el que los mire vea acercarse la imagen hacia el candidato cabeza de lista, compañero Xavier Domènech. De arriba abajo, de abajo arriba. Pero no nos queda claro y los pegamos como buenamente nos sale.
Hola. Soy un militante de Esquerra Unida i Alternativa de Santa Coloma que hace campaña por En Comú Podem. En los carteles han puesto un nombre para el que lo quiera mirar. Abajo, ahí donde ya no se fija nadie, se ven los logos. En los logos sale nuestro logo. En las papeletas electorales, nada hace pensar que ahí, tras ese logo de En Comú y ese logo de Podem, estamos nosotros. Pero si se fijan en los nombres que aparecen, está el Joan Mena, o la Lorena Vicioso, por ejemplo. Si salen esos nombres, ahí estamos nosotros. Es muy comprensible que haya quien hubiera preferido que las cosas fueran de otra manera. Una manera muy digna, muy al servicio de una siglas y una organización, pero no al servicio de lo que realmente nos interesa.
¿Qué nos interesa? Todo aquello de un nuevo modelo de sociedad. O un modelo de sociedad que se parezca a ese socialismo que leemos en los libros o que se ha aplicado en algunos países que nos sirven de referencia. No tanto al folklore, a las grandes banderas con grandes símbolos que nos hacen sentir bien, ligados a una tradición muy gloriosa y muy reivindicable, pero que poco tiene que ver con lo que la gran mayoría de los que lo estamos pasando mal, nos llama a movernos. No voy a teorizar demasiado sobre el nuevo modelo de sociedad. En realidad, el nuevo modelo lo tendremos que ir haciendo, con gente que a lo mejor piensa muy diferente a nosotros, pero eso es lo que nos creemos. Que pensamos diferentes, que no somos iguales, que se ríen de nuestros símbolos. No nos conocen. No les conocemos.
Llevamos menos de una semana de campaña electoral en Santa Coloma. El primer día tuvimos un mitin en el que hablaron dos representantes locales y dos candidatos. Entre ellos el cabeza de lista, el número uno, compañero Xavier Domènech. El acto estuvo muy bien. A las siete todavía no habíamos llenado la Torre Balldovina, pero luego se puso bien de gente. El que no conociera a los candidatos, se quedaría encantado. Vino mucha gente. Faltaste tú.
Tú que piensas que tu opción no está representada. Tú que piensas que se ha cedido demasiado a una gente que no ha hecho nada durante toda su vida y que ahora se permiten el lujo de dictar las normas, de poner los candidatos, de marcar quién habla y quién no. ¿Dónde están los míos? ¿Quién habla aquí de Iniciativa? ¿Los de Esquerra Unida no están? Tú, que te permites el lujo de no participar, de no votar, de decir bien a las claras que no vas a votar, que concedes cuatro años más de plazo, de vida, a los que nos joden la vida de verdad. Tú, que apuestas por la Unidad Popular haciendo ver que la Unidad Popular somos unos pocos y los otros no. Tú, que te permites el lujo de no hacer camapaña conscientemente, pagando una cuota, teniendo un cargo con responsabilidad en una organización que hace campaña. Tú, que piensas que 'todo esto es hacerle el caldo gordo a Podemos', sin pensar que nos estamos pegando un tiro en el pie si no asomamos la cabeza ahí y demostramos que nosotros, los de Esquerra Unida i Alternativa, sabemos estar en cualquier parte. No en otra parte, en tu ciudad, en tu pueblo, aquí.
Seguro que hay mucha gente que está cansada, confundida, que no tiene ganas de nada. Que piensa que se están riendo (peor, que nos estamos riendo) de la lucha de tantas personas que se han dejado la vida por una organización, por una idea, por un partido. Que no les tomen el pelo. Los que estamos participando en esto no estamos dejando a un lado nada. Preferimos sumar. Preferimos hacer cosas y que sea con gente, a demostrarle a otros que nosotros somos y ellos no.
Sumar, pegar carteles, llevar el cubo, subirme a la escalera no, que es mejor no forzar a la suerte. Ir, hablar, hacer el tonto, echar unas risas, ayudar, hablar con la gente.
Hablar con la gente. Conocer a la gente con la que se hace campaña. A los podemitas y su entusiasmo que a veces parece cándido e inocente y se pregunta uno qué les ha de pasar para que pierdan ese entusiasmo. A los de Iniciativa y su 'esto ya lo hemos visto', 'esto ya lo hemos hecho', 'esto sabemos como va', que ven cómo se tienen que adaptar a gente que hace lo mismo, pero de otra manera. A los de Esquerra Unida que lo miramos todo con lupa, que miramos las chapas, los logos, las pulseritas, como antes mirábamos el verde, el verde aquel, aquel verde, igual. Pero ahi estamos. De los de Bcn en comú no diré nada, porque no conozco a nadie. Tendrán lo suyo, supongo. De Equo me imagino lo mismo.
Ahí estamos todos. Los que somos. Los que estamos.
Los que pensamos que están puteando al compañero Alberto Garzón cosa mala con el ninguneo y no dejarlo participar en los debates, cuando podría darles una tunda guapa a los paniaguados que salen diciendo nada. Los que pensamos que IU es nuestra organización de referencia y que el puteo de no haber ido juntos con Podemos nos lo tenemos que comer y hacer aquí que mañana, el 21-D, podamos ir juntos de una santa vez y sumar nuestras cabezas y nuestras manos con su entusiasmo. Los que piensan que les han secuestrado el voto, ¿qué hacen? Esperamos otros cuatro años... ¿cómo explicamos que no hacemos nada? ¿Pedimos el voto para más allá del Ebro pero no aquí? ¿Eso cómo se explica?
Yo no me lo quiero perder. Yo no quiero dejar de participar en algo que puede darles un susto. En algo donde además está mi organización. La tuya también, compañero.
La campaña está yendo bien. Con más vidilla que en las autonómicas, con la gente algo más dispuesta a entender de qué va esto que entonces. Yo lo veo muy bien.
Este texto igual es muy de consumo interno. Seguro que no caerá bien a nadie, pero otro día, cuando quedemos para pegar carteles, o hacer la cuña, o llamar a peña para que venga al concierto del viernes, me molaría ver a más gente todavía. Seguro que me dirán que ya está el listo, el que todo lo sabe, el que no ha hecho nunca nada y da lecciones. Yo que sé. Tienen razón.
Solo sé que si somos muchos, si vamos con todo, vamos a poder hacer algo de una santa vez.
Y si no es tu opción, y si no va a ser tu opción, pues no pasa nada. A construir un espacio propio.
Y el 21-D, hablamos.
Hola. Soy un militante de Esquerra Unida i Alternativa de Santa Coloma que hace campaña por En Comú Podem. En los carteles han puesto un nombre para el que lo quiera mirar. Abajo, ahí donde ya no se fija nadie, se ven los logos. En los logos sale nuestro logo. En las papeletas electorales, nada hace pensar que ahí, tras ese logo de En Comú y ese logo de Podem, estamos nosotros. Pero si se fijan en los nombres que aparecen, está el Joan Mena, o la Lorena Vicioso, por ejemplo. Si salen esos nombres, ahí estamos nosotros. Es muy comprensible que haya quien hubiera preferido que las cosas fueran de otra manera. Una manera muy digna, muy al servicio de una siglas y una organización, pero no al servicio de lo que realmente nos interesa.
¿Qué nos interesa? Todo aquello de un nuevo modelo de sociedad. O un modelo de sociedad que se parezca a ese socialismo que leemos en los libros o que se ha aplicado en algunos países que nos sirven de referencia. No tanto al folklore, a las grandes banderas con grandes símbolos que nos hacen sentir bien, ligados a una tradición muy gloriosa y muy reivindicable, pero que poco tiene que ver con lo que la gran mayoría de los que lo estamos pasando mal, nos llama a movernos. No voy a teorizar demasiado sobre el nuevo modelo de sociedad. En realidad, el nuevo modelo lo tendremos que ir haciendo, con gente que a lo mejor piensa muy diferente a nosotros, pero eso es lo que nos creemos. Que pensamos diferentes, que no somos iguales, que se ríen de nuestros símbolos. No nos conocen. No les conocemos.
Llevamos menos de una semana de campaña electoral en Santa Coloma. El primer día tuvimos un mitin en el que hablaron dos representantes locales y dos candidatos. Entre ellos el cabeza de lista, el número uno, compañero Xavier Domènech. El acto estuvo muy bien. A las siete todavía no habíamos llenado la Torre Balldovina, pero luego se puso bien de gente. El que no conociera a los candidatos, se quedaría encantado. Vino mucha gente. Faltaste tú.
Tú que piensas que tu opción no está representada. Tú que piensas que se ha cedido demasiado a una gente que no ha hecho nada durante toda su vida y que ahora se permiten el lujo de dictar las normas, de poner los candidatos, de marcar quién habla y quién no. ¿Dónde están los míos? ¿Quién habla aquí de Iniciativa? ¿Los de Esquerra Unida no están? Tú, que te permites el lujo de no participar, de no votar, de decir bien a las claras que no vas a votar, que concedes cuatro años más de plazo, de vida, a los que nos joden la vida de verdad. Tú, que apuestas por la Unidad Popular haciendo ver que la Unidad Popular somos unos pocos y los otros no. Tú, que te permites el lujo de no hacer camapaña conscientemente, pagando una cuota, teniendo un cargo con responsabilidad en una organización que hace campaña. Tú, que piensas que 'todo esto es hacerle el caldo gordo a Podemos', sin pensar que nos estamos pegando un tiro en el pie si no asomamos la cabeza ahí y demostramos que nosotros, los de Esquerra Unida i Alternativa, sabemos estar en cualquier parte. No en otra parte, en tu ciudad, en tu pueblo, aquí.
Seguro que hay mucha gente que está cansada, confundida, que no tiene ganas de nada. Que piensa que se están riendo (peor, que nos estamos riendo) de la lucha de tantas personas que se han dejado la vida por una organización, por una idea, por un partido. Que no les tomen el pelo. Los que estamos participando en esto no estamos dejando a un lado nada. Preferimos sumar. Preferimos hacer cosas y que sea con gente, a demostrarle a otros que nosotros somos y ellos no.
Sumar, pegar carteles, llevar el cubo, subirme a la escalera no, que es mejor no forzar a la suerte. Ir, hablar, hacer el tonto, echar unas risas, ayudar, hablar con la gente.
Hablar con la gente. Conocer a la gente con la que se hace campaña. A los podemitas y su entusiasmo que a veces parece cándido e inocente y se pregunta uno qué les ha de pasar para que pierdan ese entusiasmo. A los de Iniciativa y su 'esto ya lo hemos visto', 'esto ya lo hemos hecho', 'esto sabemos como va', que ven cómo se tienen que adaptar a gente que hace lo mismo, pero de otra manera. A los de Esquerra Unida que lo miramos todo con lupa, que miramos las chapas, los logos, las pulseritas, como antes mirábamos el verde, el verde aquel, aquel verde, igual. Pero ahi estamos. De los de Bcn en comú no diré nada, porque no conozco a nadie. Tendrán lo suyo, supongo. De Equo me imagino lo mismo.
Ahí estamos todos. Los que somos. Los que estamos.
Los que pensamos que están puteando al compañero Alberto Garzón cosa mala con el ninguneo y no dejarlo participar en los debates, cuando podría darles una tunda guapa a los paniaguados que salen diciendo nada. Los que pensamos que IU es nuestra organización de referencia y que el puteo de no haber ido juntos con Podemos nos lo tenemos que comer y hacer aquí que mañana, el 21-D, podamos ir juntos de una santa vez y sumar nuestras cabezas y nuestras manos con su entusiasmo. Los que piensan que les han secuestrado el voto, ¿qué hacen? Esperamos otros cuatro años... ¿cómo explicamos que no hacemos nada? ¿Pedimos el voto para más allá del Ebro pero no aquí? ¿Eso cómo se explica?
Yo no me lo quiero perder. Yo no quiero dejar de participar en algo que puede darles un susto. En algo donde además está mi organización. La tuya también, compañero.
La campaña está yendo bien. Con más vidilla que en las autonómicas, con la gente algo más dispuesta a entender de qué va esto que entonces. Yo lo veo muy bien.
Este texto igual es muy de consumo interno. Seguro que no caerá bien a nadie, pero otro día, cuando quedemos para pegar carteles, o hacer la cuña, o llamar a peña para que venga al concierto del viernes, me molaría ver a más gente todavía. Seguro que me dirán que ya está el listo, el que todo lo sabe, el que no ha hecho nunca nada y da lecciones. Yo que sé. Tienen razón.
Solo sé que si somos muchos, si vamos con todo, vamos a poder hacer algo de una santa vez.
Y si no es tu opción, y si no va a ser tu opción, pues no pasa nada. A construir un espacio propio.
Y el 21-D, hablamos.