miércoles, 31 de marzo de 2021

Nussbaum y Platek


Escribes la palabra Oostende en Google Images y eliges. Una imagen te llama la atención. Una señora mayor vendiendo pescado seco, parece. Te gusta y ya no buscas más. Ves que el autor se llama Nussbaum. Un pintor que no conoces y, por el estilo, parece que pertenece a esa época de la pintura que tanto te gusta. Investigas un poco. Felix Nussbaum. Murió en Auschwitz en 1944. No murió en Auschwitz en 1944, de su muerte, se murió porque se tenía que morir. Tenía 40 años. Alemán, judío, en 1933 tuvo que pirarse de Alemania porque los nazis llegaron al poder. Cuando los nazis llegaban al poder si no eras de los suyos tenías que largarte. O te mataban. Se refugió en varios países hasta que en 1940 el gobierno colaboracionista de Vichy, colaboracionista con los nazis, lo interna en un campo de concentración. En los campos de concentración vivían y mayormente morían aquellos que los nazis y los fascistas consideraban sobrantes para sus gloriosos proyectos. Judíos, comunistas, socialistas, anarquistas, homosexuales, discapacitados, enfermos mentales, gitanos, y todo aquel colectivo que usted piense que podría ir a un campo de concentración en caso de que mandasen los nazis. Imagine por ejemplo que usted no es nada de lo anterior pero simplemente no es nazi, no sale a la calle a pasear con los nazis y hacer cosas de nazis o decir que los nazis y sus cosas de nazis son buenas, normales, no están mal. Imagine que simplemente no muestra apego por las cosas nazis. Usted podría ir a un campo de concentración si es que le queda algo de utilidad que aportar para la maquinaria nazi y pueden exprimirle o bien si no es muy útil se le mata y ya está. Si usted es de esos que ni de izquierdas ni de derechas y que no se mete en política y que le da igual que manden unos que otros y que lo mismo son los comunistas y los nazis, tampoco se quede tranquilo. 

Felix Nussbaum, que en 1937 se había casado con la también pintora polaca Felka Platek, se escapa del campo de concentración y se va a Bélgica a Bruselas a casa de otro amigo pintor. Según la Wikipedia, ambos, Nussbaum y Platek fueron descubiertos en 1944 e internados en Auschwitz, un campo de concentración nazi ubicado en lo que ahora es Polonia. Ambos murieron en el campo de concentración de Auschwitz en 1944. Se mueren los dos. En los campos de concentración los nazis mataban en masa a la gente. Idearon un sistema por el que les salía más barato, que al final todo son números, matar a la gente de una determinada manera que de otra. Cámaras de gas, etc. 

Cosas de nazis.

Hoy, en nuestro país, España, estamos fascinados porque vemos nazis por las calles, haciendo el saludo nazi, haciendo discursos nazis, manifestaciones nazis, movidas de nazis, caras de nazis, nazis en las páginas de moda, nazis en programas de humor, nazis en horario infantil. Los nazis como algo que en este país puede ser normal. ¿Acaso no hay comunistas en el gobierno? 

Yo solo quería recordar que como Nussbaum y Platek hubo millones de personas que murieron porque los nazis y los fascistas los mataron. Y que es nuestro deber como lo que queramos ser, demócratas, comunistas, liberales, socialistas, anarquistas, socialcristianos, demócratacristianos, verdes, lo que sea, no situar la cosas en un extremo o el otro. Todos los extremos son malos. 

Y una mierda. Los nazis son la mierda. 

martes, 30 de marzo de 2021

Waterloo


Waterloo es una población belga en la que Napoleón Bonaparte libró la última batalla antes de ser depuesto como Emperador y ser desterrado a la isla de Santa Elena, donde murió. Yo tenía y creo que todavía tengo, un juego de mesa, uno de esos juegos de estrategia, que recrea la batalla y donde puedes intentar arreglar lo que Napoleón no pudo ganar o bien reproducir lo que hicieron prusianos, anglo aliados y demás... el juego era verdaderamente complicado. Las reglas estaban escritas en inglés y yo tenía entonces, ni me acuerdo. En el Baricentro, donde lo compramos, nos dieron unas reglas en castellano pero eran de otro juego. Así que tuve que medio imaginarme las reglas del juego para jugar yo solo, porque mi hermano todavía era pequeño y creo que no jugué con el más que unas muy poquísimas veces. El juego está en una caja y creo que debo conservar todas las fichitas con los nombres de cada general o mariscal y el tipo de cuerpo de ejército que comandaba. 

Hoy se ha llevado a cabo la segunda jornada de investidura de Pere Aragonés como candidata a la presidencia o como President de la Generalitat. Como el viernes, la abstención de Junts per Catalunya impide que tengamos un Govern ya constituido y listo para comenzar a gobernar. O algo. Poco más se puede añadir a todo lo que se ha dicho ya en los últimos días y no voy a poder sumar ningún concepto de calidad a lo que ya dicen otros con más títulos que yo. O con los mismos, por lo menos. 

No tenemos gobierno pero no es de ahora. Tenemos una pelea por una hegemonía dentro de un bando, una hegemonía discutida porque un partido hasta ahora subalterno ha conseguido ponerse por delante del partido 'pal de paller' y ahora toca un reajuste que va a ser duro. Puede que ese reajuste no llegue a darse nunca. Puede que todo lo que estamos viendo sea el canto del cisne de la antigua Convergència y la puerta de entra de un nuevo mundo que ya se dibujaba en la anterior legislatura. Como otros lo cuentan también mejor, solo se me ocurre contar alguna anécdota personal para completar el texto y poco más. 

Como ya he contado la anécdota personal con lo del juego de Waterloo y tampoco estoy muy fino a la hora de intentar trazar algún paralelismo o hacer metáforas o analogías, pues no sé cómo terminar el texto. 

Pero que vamos, que esto que está pasando en la política catalana es cuando menos interesante y anima a participar de alguna manera para que esto no se convierta (ahora lo enlazo todo) en eso que hacía yo con las reglas del juego que, como no las sabía comprender o no me venía bien, me las inventaba, pues eso. 

lunes, 29 de marzo de 2021

Oostende


Cada tarde, cuando dejaba de hacer ese frío espantoso que no te dejaba ni salir a la calle, nos acercábamos al muelle y deambulábamos por entre las casitas bajas, los talleres, los puestos de pescado, escuchábamos a la gente y nos metíamos en alguna tabernucha que ni siquiera anunciaba su nombre. Abrías alguna puerta y entrabas en algún tugurio donde la barra apenas era perceptible y se despachaban bebidas increíblemente fuertes. Allí, pedíamos algo de beber e incluso nos atrevíamos con algo de comer y nos quedábamos callados escuchando las conversaciones de la gente del puerto. Conversaciones en voz alta cuando querían impresionarnos y en voz alta cuando lo que se decía era más importante que las ganas de alardear. Eran gente ruda, muy curtida, que habían estado en todas partes. Nosotros volvíamos por la noche a nuestras casas ya cenados y nuestras familias nos parecían al llegar como muñecos de cera, seres inertes, adocenados. 

Nos encantaba hablar como ellos. Nos encantaba llegar a nuestras casas y dirigirnos a nuestros hermanos pequeños con esa rudeza, o con esa gracia especial que tenían al decir las cosas las gentes del puerto, con acentos que denotaban haber viajado, haber visto otros mundos, vidas errantes, miserables, de un lado a otro, sin asiento, dependiendo de la fortuna. Cada tarde, hasta que llegaba el verano, nos gustaba estar entre esa gente y comer, hablar, beber como ellos. 

Una de esas tardes, Basil empezó a hablar con un muchacho que parecía de nuestra edad, aunque supongo que era más joven y éste le empezó a contar que hacía poco que había llegado a Oostende, que su padre había vivido mucho tiempo en el Congo y que él se había criado con su madre en Suecia. Su madre era sueca y al regresar su padre de África estaban buscando trabajo en el puerto. El joven le contó a Basil que él había empezado a ayudar al secretario de una oficina de traspasos, llevando papeles de un lado a otro y que en realidad quería empezar a estudiar para poder acabar trabajando en la propia oficina. Basil le dijo que si quería podía preguntarle a su padre por la posibilidad...

Antes de darnos cuenta nos habían dado una paliza en un callejón donde ni siquiera sabíamos cómo habíamos ido a parar. Yo perdí mi dinero y los objetos de valor que llevaba. Basil igual y además acabó con su cabeza en una letrina. A mí me llenaron la boca de pescado podrido y...

Mi padre me contó al llegar a casa que a él le había sucedido algo parecido. Y al abuelo. Y que viene bien. Ya tendría tiempo de devolver la paliza. Toda la vida. 

domingo, 28 de marzo de 2021

Al fin, Torre Baró.


Ir a Torre Baró se había convertido en uno de mis temas recurrentes. Un día tenemos que ir a Torre Baró. Salgo todas las mañanas, o casi todas a caminar por la vía que lleva a Montcada y al otro lado de la autopista, Torre Baró y la Ciutat Meridiana, me lo recuerdan. No has ido a Torre Baró. Con los amigos, con mi compañera, siempre lo sugiero, un día, iremos a Torre Baró. Para quien no lo sepa, Torre Baró está en Barcelona, pero no parece Barcelona porque de hecho no está en lo que mentalmente asociamos con Barcelona, al otro lado de la montaña, casi otro mundo, barrio construido y autoconstruído, con la Ciutat Meridiana debajo, otro monumento a la barbarie urbanística, gente humilde, currantes, el otro lado de la ciudad, pero aquí sí, el otro lado del otro lado. 

El otro día, caminando con el Edu, lo volví a proponer. Se puede ir a Torre Baró pero hay que dar mucha vuelta. Ayer quedamos a las nueve y el Edu, mucho más resolutivo, me dijo que se podía ir a Torre Baró sin dar tanto rodeo, mira, me dijo, en el google maps te lleva por el camino al otro lado del río Besòs. Se puede ir, ¿vamos? Vamos. 

En Torre Baró vivía mi tita Filomena. La tita Filomena era hermana de mi abuelo Quico, el padre de mi madre. La tita Filomena vivía en Torre Baró y cuando yo era pequeño íbamos a visitarla de vez en cuando. Recuerdo aquellas visitas a Torre Baró como un sueño. Recuerdo que la tita Filomena me daba muchos besos y que se parecía muchísimo a mi abuelo Quico o al menos eso me lo parecía. Grandota, gruesa, con la nariz grande... luego con el tiempo descubrí a más parientes de mi abuelo Quico y todos compartimos el mismo patrón. No por lo grande y grueso pero sí por esa marca de nariz gordota, bocas finas, carazas, pocos pelos. Mi tita Filomena vivía en Torre Baró cuando Torre Baró no era lo que ví ayer. Mi tita Filomena vivía con un hijo, el primo Manolín, que tenía síndrome de Down. Yo era un niño muy pequeño, muy asustadizo, muy corto, todo me daba miedo. La tita tenía un perrillo que me ladraba sin ton ni son. Cada visita a Torre Baró era para mí algo incómodo. Torre Baró no era lo que es hoy o lo que vi ayer. Me pareció un barrio más o menos homologable a lo que vemos hoy en los barrios que suben por encima de Singuerlin. Con casas chulas, otras no tanto, gente trabajadora, como la que había antes, todo ha cambiado, supongo que a mejor. Cuando yo iba a Torre Baró entrábamos por la meridiana, no nos parábamos nunca en la Ciutat Meridiana, creo que no recuerdo haber ido allí nunca aunque tenía primas allí, una hija o un hijo de la tita Filomena vivían allí, no lo recuerdo bien. Solo nos veíamos en casa de la tita Filomena. Cuando íbamos allí recuerdo que veía jugar a unos chavalitos en la calle y me decían, Toni, dale un beso a los primos y yo pensaba... ¿esos son mis primos? Tenía una prima que se llamaba Maika que me caía bien. Recuerdo una vez, creo que fue la última vez que fui a Torre Baró, que fuimos a dar un paseo y llegamos a un sitio donde había una fuente, con una especie de ruina de algo, no me acuerdo de nada concreto, y me lo pasé bien. Tiempo, mucho mucho tiempo después fuimos a un entierro, no en Torre Baró, en Cerdanyola. Un primo de mi madre, creo que el padre de la Maika, hijo de mi tita Filomena, se había muerto en el aire. El primo era aficionado a los vuelos sin motor y al parecer se murió en el aire. Esto ya lo viví yo mayor. Cuando esto pasó hacía años que mi tita Filomena se había muerto. También se había muerto el primo Manolín. Mi tita Filomena, que era del Porrosillo como mi abuelo, había vivido en León mucho tiempo, mi abuelo Quico también había estado en León. No sé si mis primas del pueblo o mis primos tendrán algún recuerdo de mi tita Filomena. Los nombres se me cruzan. Francisco, Bibiano, José... Mi padre contaba alguna anécdota que, como siempre, te hacía reír, sobre uno de estos hijos de la tita Filomena... 

Ayer por fin fuimos a Torre Baró. Obsesivamente intentaba recordar mientras subíamos las empinadas rampas de Torre Baró dónde podía vivir la tita Filomena. Creo que vi una calle, con un bar en una esquina, que se llamaba La Maña, que podría ser. Podría ser cualquier calle. No la recuerdo en absoluto. Pero ya he ido y ya sé cómo se puede ir. Seguro que si hubiera ido con mi madre, ella se hubiera parado a preguntarle a alguien por si sabía dónde vivía mi tita Filomena o hubiera intentado localizar a su prima para saber...

Subimos hasta la Torre del Baró, me tuve que parar en el bar El Descanso para tomarme la pastilla para la tensión. Se me saltaban los puntos de todo. Al llegar arriba, no vi demasiado, porque me dejo las gafas en casa para andar y que no se me empañen. Las vistas, con un día un poco turbio, no eran muy allá. Al regresar, decidimos no volver por Torre Baró y enfilar camino de la Trinitat, por el otro lado. Supongo que inconscientemente no quería machacar Torre Baró. Habrá que volver. 

viernes, 26 de marzo de 2021

Se hace largo esperar


Pues no sé cómo ha quedado todo al final, pero más o menos, ¿no? Más o menos como uno podía esperar. Uno puede esperar por ejemplo a que venga el autobús, que se acaben los cuatro segundos entre episodio y episodio de una serie, a que llegue un salto de página en el libro que te estás leyendo si es que en los libros hay salto de página o sepa dios lo que habrá ya en los libros. Uno espera y espera, y como dice la canción se hace largo esperar, se hace triste esperar. Es una canción de Pau Riba que sirve como metáfora para lo que pasa. Se hace triste esperar cada día. Se hace largo esperar y se hace tedioso esperar. Se hace increíble esperar. No sé qué esperamos. Esperamos que un día, quienes han decidido que son los únicos detentadores de la voluntad popular se peleen entre ellos de tal manera que se rompa el bloque de los únicos que han sido designados para gobernar este pequeño país que es como Dinamarca o Finlandia y que tiene unos valores y tal. Esperamos a que un día ese bloque de partidos, de organizaciones que se pasan la vida hablando de cosas como el Frente Amplio y de cosas aún más alternativas y antisistema, dejen de mirar embelesados a quienes se encuentran en el mismo bloque pero con distinta condición y se sitúen en otro escenario. Un gobierno de izquierdas. 

No he visto nada. He visto poco, he visto quizás lo más importante que era el discurso de investidura de Pere Aragonés. Un discurso que si lo hubiera hecho nuestra candidata, por ejemplo, hubiéramos dicho, qué ilusión que nos despierta, pero si lo dice el candidato de ERC que lleva en el gobierno con la derecha no sé cuántos años suena un poco como a 'tú te estás flipando un rato largo, porque todo esto que estás diciendo primero no lo has hecho y segundo con el socio que anhelas no lo vas a a hacer tampoco'. Suena un poco a eso. Y solo he podido ver también la respuesta a la CUP, que no he escuchado lo que ha dicho la Dolors Sabater. El caso es que si el primer discurso parecía increíble, el discurso de respuesta era directamente fantasía. Una fantasía donde todo iba a ser prácticamente yo que sé qué cosa de magia izquierdista que no se lo puede uno de creer. 

¿Dónde está el problema? Pues que Junts no quiere ser el actor secundario del reparto. Me huelo a que no es tanto un problema de Puigdemont como un problema de visibilización del poder. Creo que a Junts y su mundo le cuesta un horror aceptar que no van a ser ellos quienes 'salgan' por la tele detentando el discurso, el relato, la imagen de poder. Y estarán queriendo arañar todo y más. Estarán intentando que esa conselleria de Presidència que han perdido se transforme en otra cosa, en una superconselleria de algo que esté solo un pequeñísimo peldaño por debajo del president de la Generalitat y que este no sea el único representante del poder. 

Es decir. ERC ha ganado, pero no se debe notar. Y van a apretar todo y más para que no se note. Y para que no vuelva a pasar. Y mientras tanto, se hace largo esperar. 

Se hace largo no tener gobierno en Catalunya desde hace años. Ellos pueden esperar, pero la gente no.

Pero claro, hay gente y gente. 

jueves, 25 de marzo de 2021

Años de hotel - Joseph Roth


Este libro está confeccionado a través de artículos que el escritor Joseph Roth fue escribiendo en diversos diarios en el conocido como periodo de entreguerras. Joseph Roth fue un escritor austriaco, nacido en la Galitzia mítica a caballo entre Polonia, Ucrania, Rusia, Austria, Hungría, Bohemia, Eslovaquia... que vivió añorando, un poco como el propio Stefan Zweig, un tiempo en el que los pueblos eran capaces de convivir bajo un mismo signo aunque fuera de una manera un poco artificial como ocurría con el imperio Austrohúngaro. En estos artículos, Joseph Roth va haciendo pequeños retratos, no muy extensos, dos o tres páginas por artículo, de la situación que se iba encontrando en diversos puntos de Europa. Desde Alemania, Albania, la propia Galitzia, Rusia, todos ellos con querencia a explicar lo que es el viaje, lo que es estar en otro país y con un apartado especial para los personajes que viven y trabajan en un hotel. 

El libro tiene, al ser una recopilación, una selección de artículos, algunos más interesantes que otros y de lo que dan ganas a veces es de buscar la información que se apunta en estos textos en otros lugares, en otros libros, ya que en los artículos solo asoma. Sí que, como bien dice la información de la contratapa del libro, lo que vamos viendo a lo largo de los años es cómo el nazismo va tomando forma, cómo el escritor asocia la aparición de los nacionalismos que él no sabe que van a venir pero que ya sufrirá en sus propias carnes. Él mismo morirá en el exilio en Francia, en París, ya que era judío y aunque hoy los nazis nos parezcan caballerosos soldados patriotas que luchaban porque amaban a su país, en realidad eran unos mamones de tomo y lomo y a los judíos como que no los trataban bien, de tal manera que los intentaron exterminar. Como los fascistas o los nacionalsindicalistas o como queramos llamarles. Siempre lo han sido y, aunque no esté de moda decirlo, siempre lo serán. 

Aparece en este libro un artículo especialmente bestia como es La filial del infierno en la tierra, que Roth escribió en 1934 y en el que habla de la Alemania nazi que daba sus primeros pasos y que ya mostraba claramente de qué iba la cosa. Matar, eliminar con impunidad, se acabó el juego. Roth murió en 1939, en París, alcoholizado y hecho polvo. 

Un libro que es irregular, como digo, pero que me permito calificar de irregular desde la ignorancia del que jamás logrará escribir ni ver nada como lo hizo él. 

miércoles, 24 de marzo de 2021

Crónica del #Plegramenet de Marzo. No se te oye.


No se te escucha bien. No se te oye. Mira a ver si tienes encendido el audio. Hazte Oír. La pandemia está teniendo un efecto demoledor en el debate y en el intercambio de posiciones. Ya no hay interrupciones, ya no hay aspavientos, no puedes dedicar el más absoluto de tus desprecios de manera presencial para con quien está diciendo algo que te está tocando lo que no suena, ya no es lo mismo. Sí que ocurre que hay verdaderos y verdaderas artistas de este tipo de desplantes y de argucias en el debate que se crecen ante la dificultad y ofrecen lo mejor de sí mismos incluso ante una conexión por Jitsi. Da igual cómo y de qué manera pero consiguen que esa supuesta frialdad de los medios telemáticos quede anulada por su propio talante y su manera de ser. Te transmiten eso mismo que te transmiten cuando hablan presencialmente y creo que esta frase ya es redundante. El pasado lunes hubo pleno municipal y no me entretendré esta vez en comentar prácticamente nada del pleno, a diferencia de otras ocasiones donde se me ha acusado de ser excesivamente minucioso en el detalle de los puntos y decretos y demás vicisitudes que acontecen durante la sesión plenaria para centrarme única y exclusivamente en las vaguedades, en la inconcreción, en algún punto que a mí me parezca que mereciera la pena, en lo que yo considere. 

Y considero que, sin lugar a dudas, las dos intervenciones de las representantes de las posturas contrarias a la moción conjunta presentada por ECP y ERC con el apoyo de Ciudadanos en torno a la futura Ley Trans, merecen la pena ser señaladas como un monumento a la nosequé. A la realidad, podríamos llamar. Así como la contramoción del PSC sobre un tema que le es incómodo y en cuyo texto mostraron una de queer y otra de arena, era un canto al si pudiera te iba a poner bien clarito lo que pienso pero mejor no me mojo y prefiero que estas dos representantes de un cierto pensamiento sean las que lo hagan por mí, las exposiciones de ambas representantes, una más directa, contundente, sin tapujos y la otra recurriendo al vocabulario y las formas de alguien con las dotes y los conocimientos para una expresión más compleja, fueron delirantes. Porque delirante es desde el principio de las intervenciones de estas dos representantes hasta el final lo que se escuchó durante unos cuantos minutos que fueron bastantes porque allí nadie cortó a nadie porque esto es una democracia y se pueden decir las cosas más abracadabrantes sin que se mueva un músculo de mi cara porque, así es, este es un país libre. Y si tienes que hacerte oír, tanto vale la palabra suave como el verbo contundente. Las personas trans, te pongas como te pongas, no son mujeres. Quedó perfectamente claro, incluso recurriendo a analogías o metáforas o diademas o paráfrasis o dios sabe qué fue aquello, sobre la era Victoriana y es que el poti poti fue tal y tan variado, sobre los hombres trans como fomentadores de la prostitución, la prostitución siempre en la cabeza porque siempre hay que asomar el pensamiento único y trino, el peligro sobre la infancia que se cierne si la ley Trans se aprueba y entonces solo dios sabe o la reina Victoria lo que puede pasar si se deja a alguien, madre mía de mi vida y de mi alma, expresar lo que es, por no hablar de lo más sagrado de la condición femenina que yo no sé si es que lo entendí bien y así o si bien es que los problemas de audio que normalmente se dan en estos trances afectaron a mi comprensión escuchante. Yo solo sé que esas dos intervenciones, seguidas con gestos de aprobación por parte de las y los miembros del equipo de gobierno municipal, no pueden o no deben ser, al menos la única manera que tiene el feminismo de expresarse en la ciudad. En mi ciudad. Con mis impuestos, como buen ciudadano de los Estados Unidos que soy, con mis impuestos no todo vale. Y si en mi Santa Coloma de mi alma hay quien no piensa como esas dos representantes cuyas opiniones tienen el respaldo enfervorecido de mi señora alcaldesa y de su grupo municipal y se nos considera poco menos que cínicos, qué narices, que nos llamó cínicos una de las representantes, considero que me devuelvan el dinero y que los espacios municipales no se llamen como tal y que sean considerados locales del partido. De su partido. Porque del de los demás no es. Del de las demás no es.

¿Y tan importante es esto de la ley trans como para dedicarle tanto tiemo? tTiene la importancia que tiene si es que conoces a alguien que haya sufrido por no poder ser quien es o por ser quien es y que encima le andemos culpabilizando de la muerte del feminismo. Así de sencillo. Y tiene que ver con cómo se concibe el gobierno municipal y las caras y los gestos desencajados cuando se pone en cuestión que quizás no es todo como tú piensas. Y no pasa nada. Tienes 17 regidores para votar y hacer valer tu posición, sin necesidad de llamar a filas a lo más granado del pensamiento que está dividiendo el feminismo o queriéndolo devolver al lugar institucionalizado y domesticado de donde lo han sacado quienes ven que más allá de la Ciba hay un río. Y otras visiones. 

Hubo más cosas en el pleno y no iba a hablar de nada más, podría hablar por ejemplo de la lección de historia republicana que nos dio el compañero Sam haciendo elegantes florituras para no llamarnos republicanos o al menos no republicanos suficientes como para llegar a su nivel de perfección. En 90 años parece que han ido hacia atrás, manteniendo la llama, pero hacia atrás. Pero qué más dará, que es tiempo de primavera y flores y no nos vamos a estar enfadando por cosas que simbólicamente está bien desear y que son tan difíciles de comprender como un Ditirambo. Un Ditirambo hubiera estado bien para dar el argumento por el cual puedes apoyar una moción sobre la república o el 14 de abril o vete a saber y luego ya si eso lo vamos dejando para cuando se diga si es que se dice porque total... 

esto ya es como una república. 

No me extiendo más sobre los comentarios del pleno municipal porque no me siento capacitado para evaluar el resto de mociones. El tema de los suicidios, donde Ciudadanos creo que ha conseguido que se le vote una moción por unanimidad por primera vez en... y es que nos vamos discutiendo por cosas para demostrar que no todo es como el PSC nos dice que tiene que ser pero... 

¿Porqué no hice una crónica del Consell Municipal de Serveis Socials? Porque ahí si que se tocaban cosas que duelen y que hacen pensar. Pensar en números, en cifras, en que algo hay que hacer. Me parece la reflexión más acertada de todas, algo hay que hacer. Yo ahora mismo no sé cómo funciona eso pero algo habrá que hacer. Porque hay auténticos cuadros humanos pasando no fatigas, no, pasando vidas absolutamente dantescas que no se solucionan con unas cifras y una exposición de remedios infalibles basados en la buena voluntad y en unos porcentajes de acierto y maravilla del mundo civilizado. 

Y encima, es que ya estoy, se atreven a cuestionar al Ajuntament de Barcelona junto al Albiol del PP porque no se dedican recursos a Serveis Socials. Es tal el nivel de delirio al que se está llegando que uno no sabe si tiene que enfadarse o tiene que poner cara de lo estoy entendiendo, te escucho, lo comprendo. Es que hay que buscar un sitio bajo el sol. Sea donde sea. Y si el sol te da en la cara mucho tiempo y no puedes huir a ningún sitio, pues te quemas. Y si te quemas tú, pues te quemas. Pero no nos quemes a los demás. 

lunes, 22 de marzo de 2021

El día después del Día Mundial de la Poesía


Supongo que el día mundial de la poesía se ha hecho coincidir con el primer día de la Primavera por algún motivo. Ahora mismo, desconozco si este día mundial de la poesía siempre es el mismo o cambia según la época. No me puedo creer que alguien haya asociado la primavera con la poesía así porque sí. Porque hay muy poca primavera en la poesía. Si por primavera entendemos florecimiento, renacimiento, el comienzo de un nuevo ciclo, esperanza, ilusión, no podemos decir que la poesía, o al menos la poesía que está en contacto conmigo, tenga nada que ver con eso.

La poesía es un arma cargada de futuro, decía creo que Celaya. La poesía como un conjunto de imágenes ya dichas por Celaya o por otro u otra, al gusto. Para los poetas parece que nunca es primavera. Los poetas parecen estar sumergidos en angustias que tienen que ver con el crecimiento, con los cambios, con un mundo que parece difícil de entender, con cambios en el mundo que parecen difícil de entenderse, con el crecimiento en un mundo que no cambia como a nosotros nos gustaría y no nos damos cuenta ninguno salvo esos poetas que como profetas se esmeran en señalarnos el camino. ¿No lo veis? ¿Es que no os estáis dando cuenta de que somos simples marionetas, números, que hemos perdido nuestra alma, alma que solo conservan los poetas que dándose cuenta de su privilegio se quedan extasiados en la amargura que les provoca que no todo el mundo sea como ellos? ¿Es que no sabes escribir? ¿Es que no tenemos memoria de lo que nos han hecho? ¿Es que nadie es capaz de hacer una poesía sobre las flores? ¿Se hizo alguna vez algún poema interesante sobre la floración?

Los poetas están cargados de futuro. Conozco a algunos poetas. He escuchado a algunas poetas. No hay primavera en sus voces. Es un largo octubre y noviembre su existencia, pendientes de un mañana que intuyen tenebroso y recordando un pasado horrible. Amores que no son, temores, hambres, recuerdos, familias a las que rendir tributo y de las que siempre esperamos ser dignos, personas que se fueron, sábanas que huelen a nosequé, el humo del cigarro, juventudes que fueron algo que no fueron, juventudes que son la imitación de otras juvendutes. 

Un día, quizás ese día no llegue nunca, yo también me atreveré y contaré mi versión de los hechos. Y seré grande. Y mi obra no habrá manera de interpretarla. Las flores. 

domingo, 21 de marzo de 2021

No - Pablo Larraín


En el año 1988 tiene lugar en Chile un plebiscito por el cual el general Augusto Pinochet Ugarte, después de 15 años en el poder después de haber dado un golpe de Estado contra el gobierno democrático del presidente Salvador Allende, pretende legitimar su dictadura preguntando a la población, tras muchas presiones internacionales, si aplicar una serie de disposiciones por las cuales se prolongaría su estancia en el poder.

Teniendo en cuenta la ferocísima represión ejercida sobre la oposición desde 1973, el poder absoluto, el control de los medios, ya he dicho lo de la represión y la dictadura y muchos más condicionantes, el hecho de que Pinochet se aventurase a un plebiscito no era más que una estratagema para blanquear su poder. Sin embargo, se concedió, por las presiones internacionales, un espacio televisivo a los partidarios del NO para que pudieran hacer diariamente durante 27 días campaña por su posición. 

Y la película No, de Pablo Larraín, habla de las vicisitudes del creativo publicitario en que los partidarios del NO confiaron para llevar a cabo la campaña. Un creativo publicitario, interpretado por Gael García Bernal, que pondrá patas arriba los conceptos con los que se moverán los opositores al régimen asesino de Pinochet y que les llevará a la victoria. 

La película nos cuenta cómo este creativo publicitario tiene que hacer frente a una campaña en absoluta inferioridad de condiciones pero sabiendo que su mensaje es el correcto y que no se puede hacer una campaña basándose únicamente al menos, en la violencia, en la tristeza, en el dolor, en la crueldad, en el agravio, en algo que puede ser utilizado en contra por parte de los propios partidarios del SI, para atemorizar a la gente. Es decir, como nos ocurre muchas veces con la reivindicación de una República, no podemos pasarnos la vida añorando una Segunda República y lo que sucedió, el Golpe de Estado, la Guerra Civil, la muerte, la tragedia, y proponer algo diferente, nuevo, con alegría. Sin olvidar lo que pasó, pero apostando por algo nuevo.

Así, el creativo arma una serie de conceptos, desde la bandera y el logo de la campaña hasta una línea de anuncios que presentan una imagen de los partidarios del NO que se aleja de lo que los partidarios del SI esperan. Y así, sin olvidar y sin dejar atrás el dolor, se consigue una campaña que va sumando gente y adeptos, también críticas e incomprensiones para ir poco a poco poniendo nerviosos a los partidarios del SI. El propio jefe del creativo publicitario se pondrá al mando de la campaña del SI, para frenar lo que ya ve que es una sangría. 

La película nos cuenta esto, nos cuenta cómo el creativo tiene que enfrentarse al régimen, por lo bajini, tiene que enfrentarse al hecho de tener a una pareja o ex pareja, activista contra la dictadura, que le sirve de inspiración y de contrapunto, a unos políticos de la oposición que no entienden por dónde va la cosa y que consideran a veces una traición al pasado toda esa gente riendo y bailando. Es una película que, aunque presenta dificultades tremendas para seguir su transcurso porque la forma en la que está rodada no permite escuchar los diálogos de una manera correcta, el castellano chileno no es cosa fácil si además no se escucha correctamente, con todo esto, resulta una idea genial. 

Para los que nos dedicamos a intentar compaginar comunicación y política, todo un reto. Compaginar el mensaje con el contenido. La publicidad en política. Cómo no olvidar el mensaje y el pasado, el legado, y avanzar hacia el futuro. Otros lo hacen de narices y les sale solo. A otros aunque tengamos la idea en la cabeza, nos cuesta. 

Vemos como avanza la campaña, cómo va aprendiéndose de aquí y de allí, cómo la dictadura es implacable, pero se tambalea. Y cómo llega el fin con la victoria. Una victoria que nunca es completa. 

miércoles, 17 de marzo de 2021

Algo


El tercer vector de todo este asunto y quizás el principal. Deberían hacer algo. Pero qué esperamos de ese algo. Durante décadas hemos esperado algo. Incluso cuando sabemos perfectamente que no hay nada que esperar. Algún disgusto. Disgustos gordos. Esperamos y nos disgustamos. Como norma. Con ninguna otra organización nos pasa tan a menudo como con los socialistas. Ya lo he dicho. El PSOE. 

Con otros partidos y organizaciones de la izquierda, la relación siempre es más virulenta, mucho más visceral o apasionada. Si es que no, es que no, y si es que sí, es que sí. Si es que no, nos esmeramos en teorizar sobre el porqué no son ni serán nunca. Y si es que sí, nos volvemos locos buscando puntos en común. Pero con el PSOE, siempre estamos esperando. Tenerlos al lado, algo. 

Para ilustrar la sensación voy a contar algo que vi en un documental sobre Bob Dylan, el que rodó Martin Scorsese sobre sus primeros años. El documental es el No Direction Home. En este documental, sale Joan Baez y habla de la faceta política de Bob Dylan. Y cuenta cómo, todavía a día de hoy, hay gente que cuenta con Bob Dylan para que participe en festivales, concentraciones, manifestaciones, movilizaciones, que preste su imagen, canciones, que aparezca para leer algo, cantar con su guitarra... y Joan Baez lo dice de una manera clara. 'No va a venir, Bob ya no va a venir, nunca más'. Quizás lo hizo alguna vez, hace mucho tiempo, pero como dice el propio Dylan en una de sus canciones o no sé dónde, I'm not there. No estoy ahí.

El PSOE no está ahí. No lo ha estado desde hace décadas y no lo va a estar ahora. Nos hacemos a la idea de que estamos en un gobierno con ellos porque hemos decidido inmolarnos en pos de un presente algo más digno para la gente ante la perspectiva de que la bestia de la extrema derecha avance o de que la tentación de una gran coalición entre conservadores y PSOE se haga carne. O algo así.

Pero hoy, como ya hemos ido intuyendo con otras cosas, nos damos cuenta de que el PSOE no está ahí. La regulación del alquiler, no solo no es no, es que aumentan los beneficios para los propietarios. Es darte en la cara. No van a venir, no van a estar. 

Y les seguiremos esperando y valorando que nosequé. 

¿Y qué alternativa hay?

martes, 16 de marzo de 2021

Pongamos que no hablo de Madrid


¿Cuánto ha durado la broma? ¿Un día? ¿Entero? Ni un día. Ayer, cuando todos y todas nos dábamos la mano y nos mirábamos a los ojos envueltos en una ola de alegría, de hermandad, de esperanza, de sobrecogedor alborozo por una decisión que significaba que alguien ponía por delante el deber del militante sobre cualquier otra cosa, el compromiso ante la amenaza de la barbarie por encima del ego, ¿Quién no pensó que esto podía pasar? Yo, pecador, en el fondo de mi negro corazón, tenía una nubecilla negra que ensombrecía un día tan esplendoroso. Yo, oscuro y retorcido, pensaba para mí, sobre todo viendo la mitad de la entrevista a Pablo Iglesias en el Intermedio y leyendo alguna, una sobre todo, reacción en twitter sobre el tema, pensaba digo, ya verás como esto no sale bien. 

Puede ser que finalmente salga bien y que el optimismo que nos invade no lo trunque la decisión de Más Madrid de no concurrir en una lista conjunta a las elecciones de Madrid el 4 de mayo y que tengan razón todos esos calculadores y personas de razón que nos dicen que 'a ver, es que con el 5% asegurado ahora lo que cuenta es lo que te dije'. Léase donde 'lo que te dije', que cada uno sume a los suyos y así, sumando cada uno a los suyos por separado se logre lo que no se logró la vez anterior en la que también, con el pretexto de que uno más uno no suman dos, se fue por separado. Porque es bueno tener nuestras propias organizaciones, nuestros propios espacios, nuestras propias maneras de ver el mundo que, lógicamente, pueden ir en paralelo pero no es necesario que vayan junto a otras maneras de ver el mundo que no sean estrictamente las que nosotros proponemos. Es buenísimo tener nuestras propias esferas de pequeño o amplio poder desde las cuales poder hacer y deshacer mientras el tiempo pasa y la vida sigue y el cerebro de la bestia no se entretiene en todas estas mierdas y va tirando para delante, sin preguntar, sin hacer distinciones entre las distintas maneras de ver el mundo alternativo. 

Es necesario que todos tengamos nuestra propia manera de ver las cosas y que, llegados al punto en que sea necesario, no antes, sumemos lo que tengamos que sumar pero cada uno por su lado. Porque es necesario que todos sintamos como propio algo, algo que sea nuestro al final, algo que esté nada más que reservado a gente como nosotros y que tengamos la potestad luego, o ahora mismo, de decidir si tú estás o no estás dentro de ese espacio de visión compartida. Un espacio sobre el que ya no se puede volver atrás y dejar de lado los sueños utópicos de una visión compartida que no vaya más allá de lo meramente instrumental. Lo que nos une es sumar tus siete y mis quince, no sin antes habernos peleado dentro del mismo espacio para delimitar quién se lleva esos siete y esos quince, quien ofrece lo mejor, y ya luego veremos de qué manera encaramos al otro enemigo. 

Aprendemos poco. Entendiendo que la opción que presentaba ayer Pablo Iglesias pudiera parecer una agresión para quien considera que tiene la vara de mando de la izquierda no socialista madrileña, el entusiasmo despertado parecía esperar otra respuesta. 

Entusiasmo, alegría, cierta sensación de que algo ilusionante podía pasar. 

A la mierda. 

Porque seamos sinceros. Ese sueño de unidad está muy bien, pero la realidad es otra y en la realidad es en la que nos movemos y a la que tenemos que acomodarnos y actuar a partir de ella. Palabras que suenan a viejo, pero que son de una actualidad desesperante. No hay un proyecto común, no le vemos las orejas al lobo, seguimos pensando en una solución parcial que solo en caso de que den los números, será común. 

Dos listas separadas finalmente, no sé si habrá alguna otra que decida también dar el paso y sumar una muesca más en el desánimo de un electorado, de la gente de izquierdas que se mueve a veces únicamente por que se le ha despertado algún tipo de ilusión.

Esa ilusión ha recibido hoy un primer golpe. Que espero que no sea definitivo y que en todo caso a alguien que pensaba no ir a votar le haya sacado de la desesperanza y que advierta el peligro que se cierne sobre todos y todas. 

Pero que esto es una piedra de toque, también. 

lunes, 15 de marzo de 2021

Pablo Iglesias, fundador


Desde luego, el que tenga alguna idea de esto que lo explique y empiece a ganar dinero. Después de todo lo que ha ido pasando estos días, cuando parecía que se entraba en una vía muerta con la convocatoria de elecciones y los eternos dilemas y cálculos dentro de la izquierda madrileña, más la sensación de abandonismo del PSOE poniendo de nuevo a Gabilondo como candidato, y Ayuso despedazando a Ciudadanos y mostrando su perfil más trumpista, qué narices, más lepenista de la vida, va y pasa lo de hoy. 

A lo de hoy no estamos acostumbrados. Aquí no pasa eso. No suceden esas cosas. Como mucho, podemos entender un caso como el de Illa, por ejemplo. Deja un ministerio en un gobierno socialista para pasar a encabezar una candidatura que todo el mundo da con buenas perspectivas y que ya se encargará todo el mundo de decir 'que es un perfil técnico de político que gestiona y bla bla bla' y que representa el orden y 'lo correcto'. O de cualquier otro candidato que, de ministro o ministra, pasa a una candidatura semejante. Pero que de vicepresidente del gobierno, digo más, de ser el líder, la cabeza visible, el fundador, el artífice del cambio político más importante en el país más importante de los últimos (pongan aquí la cifra que les parezca) años, dejar el puesto de vicepresidente (ese 'no se aferra al cargo' me parece casi injusto para alguien que solo hace un año que es vicepresidente) para encabezar o pretender encabezar una candidatura que confronte con el PP de Isabel Díaz Ayuso que parece destinada a arrasar con todo. No a arrasar tanto en cuanto a resultados sino a arrasar con una manera de entender la política que sí que nos va a parecer flipante en los próximos años. Y una manera de hacer política para la que no va a dudar en contar con la extrema derecha.

Si a Pablo Iglesias, fundador de Podemos, que ha llegado a ser vicepresidente del gobierno en un gobierno de coalición por primera vez en democracia, le parece que este es el momento para embarcarse en la aventura de intentar frenar a una derecha populista de esas que vemos en TV3 o en las televisiones europeas, sobre todo italianas, y para ello renuncia a la gestión o a recoger los réditos de haber ido salvando la pandemia de una manera bien digna, es porque la cosa es grave. Si alguien se arriesga incluso a inmolarse sin tener ligada la candidatura, sin saber si los compañeros de Más Madrid tienen algo pensado para el ofrecimiento, sin asegurarse qué va a pasar, simplemente ofrecer su prestigio entre los votantes de izquierdas para intentar frenar lo que parece el comienzo de algo oscuro y profundo, es al menos digno de elogio.

Porque bien pudiera parecer que lo correcto hubiera sido calcular, manejar los tiempos, considerar que hay tiempo, que no es una elección en la cual haya que dar la cara, como ha dicho Enric Juliana sobre el PSOE y su rollo de colocar a Gabilondo al frente. Seguir cada uno en su rincón, hacer oídos sordos a los llamamientos a la unidad que hacen (hacemos) los votantes de izquierdas, echarle la culpa a nosequé y seguir con unas posiciones similares mientras la bestia crece. Pero no. La situación la deben pintar chunga. Y no hay más que escuchar lo que ha dicho hoy Ayuso (y da igual cuando sea ese hoy) para que te hierva la sangre y pienses que algo hay que hacer. 

Con la decisión de Iglesias, además se da el relevo en Unidas Podemos. Y así, Yolanda Díaz pasará a ocupar la vicepresidencia que deja libre Iglesias y con ello se convierte en digamos 'la sucesora' de éste como posible candidata para las próximas generales. Siendo Yolanda Díaz una pedazo de ministra de Trabajo que está haciendo lo que se puede y más por torcer el brazo de lo políticamente posible para intentar no dejar a nadie atrás y cubrir las necesidades de la gente a la que le ha jodido la pandemia, siendo Yolanda Díaz todo eso, Yolanda Díaz es además mucho más que eso. Porque ha sido una política que ha sabido ver, desde muy al principio de todo esto que se dio en llamar 'la nueva política' o las consecuencias del 15M, que según que miradas y según que formas de ver las cosas ya no podían ser como antes. Y esa mirada abierta, premonitoria de lo que había de venir, es la que rige y la que debe funcionar. 

Sea como sea, no estamos acostumbrados. Pero es que a lo mejor es que nos tenemos que acostumbrar a decisiones drásticas en momentos drásticos y este lo es. 

¿Saldrá bien?

Yo espero que salga bien. Que los angelitos mofletudos disparen sus flechas de buena voluntad sobre quien tenga que hacerlo y que se urda, se teja, algún tipo de hilazón por la cual el caudal de carisma de Pablo Iglesias, la estructura de Izquierda Unida y el trabajo de la gente de Más País, consigan trabar y darse cuenta de las dificultades del momento y de lo que puede significar un gobierno del PP y VOX en la capital. 

Pablo Iglesias. Qué tiempos cuando lo mirábamos con escepticismo, cuando pensábamos que esos romanos estaban locos y que todo era un bluf. Pues en esta como en otras, reculada. 

Hablo como un viejo.

Saldrá bien.  

sábado, 13 de marzo de 2021

Tal día hace un año


Aquella mañana del 13 de marzo ya fuimos a trabajar sin tener que ir a trabajar. De tal manera que a media mañana fuimos a comernos el último bocadillo en la Cantina do Magín y para casa. Estando allí, vi pasar a mi madre, por la Sant Carles, qué tendremos en esta familia con la calle Sant Carles, y le pregunté que dónde iba, que si no se había enterado que la cosa estaba chunga y que era mejor empezar a quedarse en casa. Iba a comprar un pijamilla para los nietos de una amiga. Unos cuantos días después, comenzó una estancia en el Espíritu Santo de unas tres semanas más unos cuantos días en el Sociosanitari. El puto virus. Esperando las llamadas de teléfono del doctor o la enfermera. Paciencia. Siempre paciencia. Irá bien. Fue bien. Ahora está como una rosa y ha comenzado una prometedora carrera como senderista para la cual va perfectamente acompañada y equipada. Como una reina. 

Hoy hace un año que empezó uno de los periodos más extraños de nuestras vidas. Por suerte, a mí no me ha ido particularmente mal. Mi madre estuvo malucha, pero salió bien. Algunas personas conocidas sí que han perdido a personas queridas y a nivel general todo ha sido una mierda. Una mierda que nos enseña cosas buenas de nosotros mismos, también nos enseña cosas que ya sabíamos sobre nosotros mismos. Recuerdo aquel 8 de marzo. Recuerdo los días previos en los que no sabíamos lo que nos venía encima. Ese 8 de marzo hicimos una calçotada en la Font de l'Alzina. Bromeamos, nos reíamos, comimos, bebimos. Quizás ha sido la última vez que nos hemos juntado ese grupo de personas para hacer eso.

Un año desde que comenzaron las videollamadas, las reuniones con el zoom y el jitsi, la no presencialidad, las mascarillas (cuántas mascarillas habrá hecho mi madre), toda la movida. Las historias con el papel de váter y con la levadura y la harina. Hice pizzas. Salí al balcón a aplaudir. Conciertos con mi hermano y los Johnson & Johnson, de mucho reír. Me aficioné a caminar cuando empezaron a dejar salir a hacer algo. No echo de menos el ritmo de vida de antes. Me gustaría tener la posibilidad de viajar al pueblo cuanto antes. Contradicciones miles. No me gustó que se volviera a apelar al buen corazón de la gente. Participé en una Xarxa Solidaria. Mascarilla, gel, distancia. Lo hemos hecho lo mejor que hemos podido. Ayer, una poetisa nos manifestó su disconformidad con las cosas que hacemos o nos obligan a hacer, con la nueva situación, con la nueva normalidad. La antigua normalidad no era mejor, en la antigua normalidad no éramos más libres. Pero ya nada se puede hacer. Las restricciones, los diarios de confinamiento, la rayita en los supermercados, póngase la mascarilla el otro día, hace nada, en la Cantina de nuevo, a un joven que en su libertad no se puso la mascarilla para comprar tabaco. 

Un año tremendo. Un año en el que apreciamos más lo que es tener colegas, amigos, en el que apreciamos también lo que es saber hacer cosas por uno mismo, sin depender del grupo. Un año en el que deberíamos haber aprendido algo. Un año del que no sé si vamos a salir mejores. Un año de cierre, de apagón, de otra vida. Al final ha sido eso. Un año de otra vida. Se nos ha ido bastante gente. me acuerdo del Benju. O del tito Fernando. Ninguno de los dos tuvo que ver con el Covid. 

Y también hace dos años de cuando a mi padre le dio el segundo pirfo. De cuando le encontraron en mitad de la calle, desplomado y yo lo vi ya con la ambulancia, de casualidad. Y aún tuvo la fuerza de seguir adelante unos cuantos meses más. Esos minutos en el ambulancia hasta el Espíritu Santo. Lo que lo echamos de menos y lo que nos preguntamos cómo lo hubiera llevado él, estando bien o ya jodido, no poder salir a la calle para nada. 

Un año más de vida extraña. Un año de telenoticias, de podcast, de series de televisión, de reuniones cuando nos dejan, de comidas cuando podemos, de botellas de vino en casa, de botellas de cerveza, de pedir a domicilio, de no vernos las caras. 

Somos duros como peñones. 

viernes, 12 de marzo de 2021

La Catalunya eterna


¿Y en Catalunya qué? En Catalunya nada. En Catalunya todo igual. Hoy, por ejemplo, de manera absolutamente sorprendente, Laura Borràs, candidata de Junts per Catalunya, ha sido proclamada Presidenta del Parlament. Casi nada. La segunda institución del país o la tercera o la primera, no lo sé, estará presidida por una persona que está acusada de fraccionar contratos. Podemos entrar a discutir si detrás de la acusación hay motivaciones políticas. Si entramos a discutir ya no hace falta que sigamos. No discutamos. Miremos hacia delante y pongamos claro cuál es el objetivo real de todo esto. El objetivo real del pueblo de Catalunya parece ser que no es otro que el que interpretan los tres partidos independentistas en la cámara. No es cierto, se diga lo que se diga y se mire por donde se mire, que haya una clara y nítida mayoría en el Parlament. Lo que hay es una mayoría de diputados y diputadas independentistas o que dicen tener el objetivo de la República Catalana como único o principal motivo por el cual desarrollan su actividad política. Lo demás, retóricas aparte y elementos simbólicos a un lado, no sirve para nada.

Hoy, durante la toma de posesión de Laura Borràs, hemos vuelto a escuchar todos los agravios por los que es imposible que la legislatura y el gobierno que surja de las negociaciones entre los tres partidos sirva para otra cosa que para seguir con la misma NO política que hemos visto y sufrido durante los últimos años. No habrá ningún cambio en ningún sentido, no habrá ninguna preocupación por nada que no sea el asunto. Un asunto que tiene combustible infinito en la presencia de presos políticos, de personas que están fuera del Estado, exiliadas, y una anormalidad democrática más que evidente. Esa gasolina sirve para alimentar una forma de hacer política consistente en no considerar otra política que la que tiene que recordar continuamente que esto ocurre, que no hay solución, que solo la llegada de un futuro Estado propio solucionará. Como bien apuntan los compañeros de ERC en los plenos municipales de Santa Coloma, todo, cualquier asunto por pequeño o intrascendente que a usted le parezca, se arreglará cuando llegue una República Catalana en la que ya se está trabajando. 

¿Cómo se está trabajando? Supongo que preparando una especie de caldo de cultivo por el cual, cuando llegue el momento, la parte no independentista, no procesista de la población catalana, esté tan aburrida del tema que se den cuenta de que ya no se les tiene en cuenta para nada, si es que se les tiene en cuenta para algo. Por cansancio, por aburrimiento. Por ignorancia. Una parte del país ya ha decidido ignorar desde hace tiempo que hay otra parte del país. Y ambas no se cruzan o si se cruzan, como es mi caso, obvian el tema. Es un tema que está ahí, que tienes que ver cuando ves TV3 y aprecias que esa forma de contar las noticias, de encarar la realidad, no es para alguien como yo o que piense al menos un poco como yo. Es otra realidad. Una realidad donde hay una gente y luego hay otra gente que como mucho, es susceptible de sumarse a la idea de pensamiento 'bueno'. El de la buena gente. 

Hace dos días la comparecencia del portavoz de la CUP, Carles Riera, lo dejó claro. La prioridad es un todo independentista. Ya no habló de izquierdas ni lo vistió con retórica antirrepresiva. Directamente era independentista y dentro de ese marco da igual si Junts es muy de derechas o poco de derechas. Los ascos que se hacen desde ese espacio a partidos como el mío, los comunes, con gente que es capaz de alcanzar el techo vital de su lucha activista y teórica yendo a manifestarse a la puerta de Bcn en Comú con los pensionistas como gran hecho de combate en su larga historia, no los tienen ni con Junts ni con un partido como mucho tibiamente socialdemócrata, tan socialdemócrata como el PSC como es ERC. La prioridad está clara, lo primero es antes. Una presidencia de Junts porque Junts es de los nuestros. Y los demás no lo son. 

Hace tres días o dos días, ya no recuerdo, escuché el debate entre Joan Tardà, Marta Ribas, Laia Bonet y David Fernández. Los argumentos de Tardà podrían ser más o menos discutibles, pero van a lo que van. Si hay que mantener y mantenerse en una idea, se mantiene, aunque esa idea no sirva para nada más que para justificar lo que es claro. Hay que gobernar y si quieres gobernar y vivir tranquilo, la única opción es Junts. ERC lo tiene claro y aunque intente vendernos alguna moto, lo que es, es. Es mejor estar gobernando con Junts que no estar, y lo que no haga Junts ya lo haremos nosotros. Es fantástico. Gobernar pensando en que es mejor que estés tú con el otro que el otro porque el otro... ni un proyecto común, ni alguna idea. La hay. Lo de la autodeterminación y toda la movida. Pero el que más me espeluznaba es David Fernàndez, porque con toda la retórica y todas las citas y toda la mala baba hacia la izquierda 'del sistema', por mucho Diego Cañamero, por mucho SAT, por mucho todo, al final, al final de todo, no hay destrucción y no hay caos y no hay frases que te hacen llorar, no hay otra cosa que abstenerte en la votación de Laura Borràs y lo haces porque es Laura Borràs, si fuera otro u otra candidata, ojo cuidado que no te voten a favor. Al final, al final de todo el rollo y toda la movida, al final queda eso. 

Hay un bloque y estás con ese bloque o no estás. Y los demás.

Los demás qué. En ese debate, Laia Bonet no dijo absolutamente nada que conmoviese a nadie, tampoco que le aburriera. Apeló a una suerte de mensaje técnico, de gestión, de hacer cosas, de política de suelo, de al final las cosas se hacen porque tienen que hacerse. Ya les va bien así. Al PSC parece que ya le quiere ir bien sin mover mucho esto. Así se asegura que en Madrid la cosa vaya correctamente y todos nos respetamos el chiringuito. Municipales. Ahí les dolerá. Ahí nos dolerá.

Nosotros. Nos quedamos fuera de la mesa, de la visibilidad así institucional que al final qué quieres que te diga. Nosotros. Nosotros entre dos fuegos. No queremos ser tan anti que parezca que estamos en el lado perverso. Un lado perverso que hoy ha aparecido en el Parlament, qué malos son. Nosotros no podemos ser así, no podemos ser comparsas de nadie, tenemos que tener perfil propio. Son cosas que se dicen y que se hacen, pero, ay, qué recorrido pueden tener sin acciones efectistas, sin hacer cosas de la nueva nueva nueva política que nos lleven o a estrellarnos del todo o a erupcionar como el Vesubio. Nosotros. Se supone que estamos en el camino correcto. Pero van a ser cuatro años más de leña, leña y retórica, y debates donde tendremos que mojarnos una y otra vez y tensionarnos y buscarnos y encontrarnos. No va a ser fácil

No va a ser fácil y no sabemos cómo va a ser. Laura Borràs de presidenta del Parlament, con un pollo judicial detrás que presume que habrá movida y pollo y agravio y más de lo de siempre. Y una presidenta del Parlament de un partido cuyos ultras incluso se han bufado en la Meritxell Serret porque nosequé que se ha entregado. Este es el nivel. No sé. Una movida. 

Solución a todo esto. Nosotros estamos ya en segundo de la no política. Más allá de lo que ahora están viviendo en Madrid. Al menos no nos compran a gente. 

Mejor no digo nada. 

 

jueves, 11 de marzo de 2021

¡Ayuso! (revisited)


 ¡Ayuso! En un texto de hace 9 años recordaba una anécdota que contaba mi padre sobre el vino Ayuso. El vino Ayuso es de cuando el vino malo era el vino y el vino bueno sabías que existía porque alguien lo había visto. El vino Ayuso era el vino de batalla, el vino para mezclar, el vino de guerra. Mi padre contaba que había uno en el pueblo que cuando le llevaban a algún sitio y le colaban vino pretendidamente bueno, al probarlo gritaba ¡Ayuso!, para desenmascarar el timo. El grito de ¡Ayuso! ya pasó a ser una marca de la casa. Decir ¡Ayuso! era decir poco menos que estafa. 

La presidenta de la Comunidad de Madrid, como pasa con los políticos y especialmente con las políticas que nos caen mal, que no están en nuestras coordenadas ideológicas, o lo están pero que no y que no, nos parece ridícula, fuera de juego, que no está en sus cabales, que no rige, que está como una cafetera, que es tonta, que no sabe, que dice gilipolleces, que está IDA. Nos gusta pensar, y este es un tema que me asalta siempre, que los demás, los que no piensan como nosotros, son tontos. Nadie en su sano juicio puede pensar así, no puede ser. Y es. 

Decimos que está loca, que no sabe, que se le ha ido la pinza, que ha metido la pata. ¿Cuántos gobernantes llevamos ya que nos parece que les falta un bull? Aznar nos parecía gracioso porque era así como raro con el bigote y porque hablaba así con el mireusté. Rajoy nos hacía mucha risa porque no sabía o parecía que no se enteraba. Franco por ejemplo, también era muy cómico con esa voz de pito. Esperanza Aguirre era el hazmerreír de los programas de televisión. Nos parecen graciosos, cómicos, no son tan listos y tan bien puestos como los nuestros. O las nuestras. Si encima son mujeres...

Sea como sea, nos viene una temporada con mucho Ayuso. Mucha Ayuso. Y si nos pasamos el rato diciendo lo tonta que es, lo poco que sabe, que no se entera, que fíjate, nos la volverán a colar y no sabremos entender de qué va todo esto. 

Esto va de que o dejamos de creernos más listos que nadie, dejamos de hablar como si estuviéramos ante el XXIII congreso del PCUS, o nos la volverán a clavar por toda la escuadra. Y seguiremos riéndonos de sus cosas, sus tweets, sus declaraciones que no nos explicamos cómo las puede hacer sin que se nos caiga la cara de vergüenza... pero a mucha gente no se le cae. 

Ahí la tenemos, con María Teresa Campos, paseando por Madrid y soltando mensajes absolutamente contrarios a cualquier idea de progresismo, mientras nosotros nos creemos que suelta tonterías. 

Lo que está diciendo no son tonterías. Son ideas reaccionarias, ya no conservadoras, ideas que atacan lo que creemos que ya está conquistado. No es ninguna tontería. 

Es Ayuso. 

miércoles, 10 de marzo de 2021

Esto está muy bien pensado


La política española es política de la buena. Si los italianos llevan un par de semanas intentando pasarnos por la nosecuantas con un nuevo gobierno técnico y con el Partido Demócrata implosionando por enésima vez, aquí nos hemos levantado hoy revueltos. Ciudadanos, se acuerdan, ha decidido romper el pacto de gobierno en Murcia con el PP y va a presentar una moción de censura junto al PSOE y con el apoyo de Podemos, para echar al PP. ¿Los motivos? Los motivos deben ser tan profundos como los que llevaron a Ciudadanos a ser parte no tan solo de ese gobierno de Murcia, sino también el de Andalucía primero y el de Madrid después. 

Todo viene, y aquí me voy a poner estupendo y politólogamente bla bla bla, del giro a la derecha que Albert Rivera dio a su partido con la intención de dar el sorpasso al PP. Un giro a la derecha que le llevó a ser tan de derechas que, aquello que parecía prometer Ciudadanos, una suerte de centro liberal, una cosa moderada, antinacionalista (de otros nacionalismos...), pero moderna, europea, con idiomas y gente así como joven y bien, que se torna en algo más español que todo y que con eso ya cree que basta para... pero se mete en un jardín y ya hemos contado esta historia más veces con anterioridad y ya saben el desenlace. Tortazo en las generales, tortazos sucesivos en autonómicas y la gran torta casi final en Catalunya el pasado 14f perdiendo ni saben ellos los votos que perdieron. Y algo hay que hacer.

Y el runrún desde hace unas semanas es que el PSOE está jugando a ver cómo puede hacer su jueguecito para no depender tanto de 'la izquierda'. Y esta mañana, catapum. El PSOE y Ciudadanos le hacen el lío al PP. Y el PP... una cosa. ¿Existen los partidos? Es decir, en Ciudadanos esto lo tenían mirado ya de antes o se les ha escapado la cosa de las manos... porque lanzarse al abismo... o quizás hay que lanzarse ya al abismo y que de ahí surja algo nuevo. Quitarse lastre de derechas, volver a moderar el discurso, recoger voto perdido y a ver si de ahí... aunque de primeras les vayan a caer sartenazos pero de los grandes. 

Porque en Madrid, la presidenta, nuestra querida presidenta de todos los madrileños y de todos los españoles de bien, porque Madrid es España y la España buena y decente es Madrid y todo eso, Isabel Díaz Ayuso lo ha visto claro y ha decidido muy española y madrileñamente tirar por la calle de en medio o qué y romper ella sola con Ciudadanos y convocar unas elecciones así a lo vivo para zamparse ya el pastel de Ciudadanos antes de que venga otro a por él. Porque hay otro. Ese otro del que nadie habla, es VOX.

En Catalunya ya hemos visto que PP y CS han visto cómo VOX, esa fuerza marginal que tanta risa nos da con sus mascarillas fachas y sus cosas de fachas, les ha comido el espacio. ¿Qué puede pasar en el resto del Estado? La cosa no da tanta risa. Uno ve como la presidenta de Madrid se esfuerza en un discurso de frikadas que nos parecen sin sentido, locas, absurdas, pero que la mantienen como un foco de algo. Algo que emite un discurso que llama la atención. La Ayuso contra lo correcto, contra lo normal. Así somos aquí. Con dos cojones, hacemos lo que tenemos que hacer. Y con esos dos dedos de frente parece que se ha pasado de frenada. Y ha hecho toda la operación creo que sin encomendarse a dios ni al diablo y... de verdad. ¿existen los partidos políticos?

Pues claro que existen los partidos políticos. Y hacen sus estrategias y se reúnen y van a bloque. Y no te creas que esto de ahora es una frikada de unos o de otros. Esto tiene un sentido. El sentido es complicado, pero lo tiene. El PP ahora la lía. Lía a Ciudadanos que se ha liado para salvar su culo, no ahora, sino en un futuro, pero igual ya es tarde. Lía a todo el mundo porque o se convocan elecciones y a tumba abierta y verás que campaña más chula con un PSOE que no quiere mojarse una vez más y una izquierda que a ver si tiene esos dos dedos de frente y se une de una santa vez en torno a algo tan sencillo como LOS FASCISTAS ESTÁN AHÍ YA. O bien se concreta la moción de censura y entonces preparan un Vietnam en la calle o una movida chunga como el tamayazo o las dos cosas o todas a la vez con peña intentando entrar en el parlamento y esas cosas que todo el mundo dice del Capitolio a la española. A la madrileña. Con franceses bolingas sacando fotos. 

De qué va todo esto. Iba a poner de que va todo eto, justo en el cumpleaños de Eto'o. De recomposición de espacios. Espacios que estorban. Ciudadanos era un espacio necesario pero ya no lo es. Y los siguientes seremos nosotros si es que no nos ha quedado claro ya que no somos necesarios y que posiblemente haya quien piense que somos innecesarios dentro de nosotros mismos. El PP de Madrid tira por la calle de en medio y se reinventa como un partido diferente del PP nacional, que no sabe ni por dónde le vienen, o al menos lo hace ver. En Andalucía, donde empezó todo, el PP por ahora no ha pulsado el botón de detonación y parece que el tal Marín de Ciudadanos está pidiendo clemencia. Y los de VOX, ay los de VOX, huelen la sangre y quieren sangre. En Castilla y León Ciudadanos también se apunta a la fiesta por otra parte. 

Todo muy loco. Pero todo muy pensado. Todo parece muy atribulado. Todo está estudiado. 

En qué quedará la cosa. Por lo pronto lo de Madrid tiene una pinta horrible. Ahora nos podemos seguir riendo de la Ayuso, con lo torpe que es, con que no sabe. Una  pinta que nos suena por aquí. Ni gobernar ni dejar de gobernar. Y el resto de comunidades puede apuntarse a la fiesta. Ya no hace falta gobierno, solo hacen falta partidos, partidos que ocupen gobiernos para estar allí y enfadarse mucho. Y no hacer nada. Madrid toma ahora mismo la delantera de todo. 

¿Y nosotros? ¿Y la izquierda? Pues esto va a sonar a disparate, pero sería conveniente organizarse mejor. Más unitariamente, menos fraccionalmente, menos grupuscularmente, menos identitariamente y un poco más antifascistamente. Porque lo que viene, más allá de lo risible que es todo el fachismo fachoso que nos parece tan cutre y tal, es terrorífico. Que quieren prohibir el 8m coño. Que no va de broma. Y mientras los socialistas aprovechan la jugada para consolidar poder, nosotros qué podemos hacer sino atisbar que ese humo que se ve a lo lejos no son las casas de otros que se queman, sino que son las teas que vienen a por nosotros. 

Una cascada de acontecimientos que han convertido el día de hoy en algo loco. Y mientras, la bestia va creciendo y engordando. 

martes, 9 de marzo de 2021

Califato 3/4 - La contraçeña


Ese grupo que te gusta a ti empieza a gustarle a más gente. Ese grupo que creías que habías descubierto porque eres un investigador de la hostia y no se te escapa nada de las nuevas tendencias, ya sale en La Resistencia de Movistar haciendo lo que hacen los grupos que van a hacer promoción donde pueden hacerla. Ese grupo que tú identificabas con nosequé movida cultural de nosecuantos que mola porque tienen un rollo que tal le pone música a un anuncio de Cruzcampo. Ese grupo que había sacado su primer disco ahora saca su segundo disco y ha perdido el factor sorpresa. Los Califato 3/4, con los que he dado la paliza todo y más. Este segundo disco se llama La Contraçeña y durante unas cuantas semanas previas al lanzamiento ya habíamos podido escuchar algunas cancionoes, como la del Fandango de Carmen Porter (bien) y la de la Çambra der Huebe Çanto (bien también). Habíamos escuchado también otra, la de la Bia en Roça (meh). Y llega el disco, donde están estas tres canciones y algunas más, 13 canciones en total. 

Vamos a ver. Como digo, se pierde el factor sorpresa. La mezcla entre el rollo andaluz y la cosa electrónica de tal manera que a los cuarentones perdidos para la cosa cotemporánea nos pueda llegar un poco la cosa a la patata. Y como ya digo, los Califato te abren la puerta a cosas de la misma gente en otros proyectos como The Gardener, SKLT SLKT y más. Hasta los Space Surimi descubre uno nada más que por chafardear. Esa mezcla se repite, como no podía ser de otra manera, mucho más digerible que en esos proyectos en paralelo, como ya pasaba con el primer disco de los Califato. ¿Qué pasa con este disco?

¿Por qué un grupo hace dos canciones, una con una base de Los Sobraos y otra con una base de The Clash y una no te gusta nada y otra te gusta? No está muy bien expresado esto, lo diré de otra manera. Si un grupo elige hacer una canción con una base de Los Sobraos, la de Quiero verte, el riesgo es máximo. Y puede ser que ese riesgo haga descarrilar el resto del disco, porque el recuerdo imborrable de esa canción, Te quiero y lo çabê. te acompaña durante buena parte del disco. Si encima cometes el error de escuchar por ejemplo cuatro canciones y pirarte y una de esas canciones es la de Te quiero y lo çabê, igual le coges incluso un poco de tirria al disco entero. Menos mal que uno es duro y cuando le tiene confianza a algo... así, se avanza en el disco y aunque el peso de esa canción es tremendo, tremendo para mal porque es que no te explicas qué pinta recuperar a Los Sobraos en un disco que, por mucho que el proyecto vaya de recuperar la música y la cultura andaluza sea eso lo que sea, coño, Los Sobraos... Hostia... Así, pese a que suene justo después la Çambra der Huebê Çanto, ay, algo se ha roto en tu corazón. Porque sí.

Porque el otro disco, el primero, también tenía sus canciones que ay, que entraban un poco con el gancho, pero esta canción es que es tremenda. Como también me cuesta de digerir la de La Bia en Roça y la pastillas y todo eso. Puritano que es uno. ¿Se cae ya el disco con eso?

Pues no. El disco, pese a ese rollo que no acabas de entender de los Sobraos, remonta. Y consigue que medio perdones (el botón de palante pasar canciones está ahí muy bien pensao), lo del Te quiero y lo çabê. Así, la de la Çambra, aunque el recurso de las cornetas de Semana Santa ya lo habíamos visto, se te mete en el desto y acabas diciendo lo de 'su nombre es Andalucía' con la voz así Andalucía. Y a partir de ahí, si no contamos la cancioncita de las pastillas, (son 13 canciones y son los dos las que no), la cosa se pone estupenda. 

Desde Er carrito de lô muertô, al Fandango, (palante con la bia en roça), Er camión de lô elàô.... detengámonos en esta. Porque si con la de la del te quiero la patinada es del copón, con la de Er camión de lô elàô la cosa ojito. Porque aquí meten el Rebel Waltz de los Clash como base y amigo, amigo, amigo, aquí el acierto es completo. Y es una canción bonita y cortita y que tiene su mensaje, un mensaje extraído creo que de cortes de entrevistas que hacía el Quintero. Y ahí la cosa estupenda. Bien. Y todo lo que se dice en esta canción lo firmo yo. Y para mí llega el cancionón del disco, que la voy a poner hasta que me la sepa, la de Pascual Márquez 33. Una sevillana electro que mola más que todo. O al menos me mola a mí. Porque todo va de lo que me mola a mí que tendré tanta idea de esto... ya ves tú la idea que tengo yo de lo andaluz y de música andaluza y mucho menos de sevillanas. Eres más bonita que cuatro millones de euros. Me dijiste que me pasara y al final no me pasé. Meter esta frase en una canción es como de premio grande de verdad. Me dijiste que me pasara pero al final me najé.  

Detrás de la de Pascual Márquez, que ya digo que es bonita porque sí, viene la Guahira Playera que pese a su letra un tanto chorra, tiene también mucho punto. De hecho, también me gusta bastante. Aquí canta la chica que va con ellos en directo, Rosana Pappalardo y se nota también una cosa diferente. El rollito de los guiris haciendo el guiri en todas partes, pues claro que sí. Habrá que reírse. 

Y llegamos al abertzalismo colomense. La Queralt Lahoz colabora en una canción, canta en la de Tó ba a çalih bien mamá. Cuando alguien que conoces (lo poco que yo conozco a la Queralt que le entrevistado una vez y ya nos saludamos cuando nos cruzamos en algún sitio, ya ves tú), canta con una banda que te mola dices... ay, cómo irá esto. Oye, pues va bien. La canción está bien, el toque de la guitarra eléctrica es como de canción seria y aunque el estribillo sea del rollo happy y a uno el rollo happy que ya viene con el título de la canción siempre le ahuyenta un poco... qué narices, que me gusta la canción. 

Qué es lo que pasa entonces. Que las dos que quedan pues como que ya no les prestas atención porque la sucesión de pepinos ha sido tal que la de Camelamo Naquerah y la última de todas donde el tono de voz es el mismo que en la gloriosa Hambre de Çangre, pues como que ya van cayendo sin más. 

En definitiva, que si ibas con la escopeta cargada esperando el consabido 'ya verás tú estos tanto pelotazo y tanta cosa a ver si no se les ha ido de las manos', pues mierda para ti. Un disco con unas canciones muy apañadas, que no todas te van a molar pero eso ya pasaba con el disco anterior, pero que te cogen tonto y mira, te apañan el día si se te meten en la cabeza. 

Los andaluces somos la primera potencia de inteligencia extraterreste. Y sale Silvio dibujado en la portada. Yo creo que con eso ya. 

 

lunes, 8 de marzo de 2021

Feminismo 1936


El feminismo nos está agrediendo. Lleva bastante tiempo ya haciéndonos daño. Pero es que estos últimos años está siendo una amenaza a la que es necesario poner freno. El feminismo no es ya únicamente un movimiento encerrado en espacios concretos dedicado a la reflexión y a lo que quiera que hicieran en esos espacios concretos que ni lo sé ni me interesa. El feminismo se ha convertido en otra cosa mucho más peligrosa. El feminismo es ahora mismo la mayor amenaza que tenemos si queremos conservar, de manera real, la voz cantante. El feminismo, la alegría que desprenden las feministas y ya no las feministas, las mujeres como conjunto, por vislumbrar en su trabajo de divulgación y activismo, un cambio real y tangible, subvertir el mundo tal y conocemos, merece que nos detengamos en las maneras sobre cómo podemos frenar este movimiento de cambio real. 

Sin duda, no todo el feminismo es incómodo a nuestras pretensiones de seguir manteniendo la preeminencia. Es indudable que reconocer al feminismo como una parte más, sin especificar en qué ni de qué manera, de los ismos que hay que asimilar como parte del sistema, nos sirve para asegurar nuestra posición por encima de todas las cosas y asegurarnos además que quienes se suman a nuestra visión no van a hacer nada más de lo que ya existe y está estipulado, por hacer avanzar este movimiento. Así pues, hay feministas que defendiendo su posición de poder adquirido durante largos años y largas décadas ostentando institucionalmente la portavocía de las mujeres, se muestran como una muy capaz primera muralla de contención contra esa desmedida y repugnante alegría que se siente en las calles los últimos 8 de marzo. 

Contener esa alegría, ese ansia por sustituir la institucionalización del movimiento por algo más callejero, se ha convertido en una poderosa herramienta a su vez para contener la pujanza del movimiento. Nada más beneficioso para terminar con una amenaza que una pelea entre las amenazantes, antes que una derrota clara de sus postulados. Es mejor crear la división y la cizaña, la teorización de diferencias, los puntos de fricción, las diferentes maneras de ver un movimiento que, en su conjunto, es peligroso. Para nosotros. 

Porque el verdadero enemigo somos nosotros y no lo acaban de ver. El verdadero enemigo amenazado, por más manos en la espalda, abrazos fraternales, adhesiones inquebrantables, que digamos manifestar, somos nosotros. Nosotros, finalmente, nunca veremos y nunca acabaremos de ver que se nos discutan preeminencias, posiciones, cargos, rutinas, etc. Por más que la sociedad cambie y que parezca que, en definitiva, ya nada es como antes, lo que subyace es que hemos hecho creer que se ha ganado, cuando lo que ocurre es que la victoria está en nuestras manos, pero de otra manera. 

El verdadero enemigo somos nosotros. Manteniendo prejuicios, miedos, reticencias, contribuyendo a la división, a la supervisión, a la ofensa permanente, al bueno pero a ver tampoco es para tanto. O directamente agrediendo, cuando la cosa ya no tiene otra manera de frenarse. Directamente quitando la voz de una manera drástica a todas esas mujeres o cosas peores, que quieren expresarse como si diéramos por sentado que eso es así y que ya han ganado. No han ganado. No pueden ganar. Es necesario ser contundentes, aprovechar los resquicios y las grietas, aprovechar las dudas y las divisiones y no cejar en el empeño.

Nos estamos jugando mucho, nos estamos jugando una manera de ser y un orden que ha de prevalecer. Un orden y una manera de ser y de sentir que es natural y que se quiere desvirtuar por la fuerza de la alegría. Si no actuamos... en fin. 

jueves, 4 de marzo de 2021

Polvo rápido


A qué velocidad va el polvo. Llevamos días instalados en un clima zorruno, gris, tristón. No hace frío. No hace calor. Los días parecen repetirse excesivamente. Los días empiezan a ser demasiado iguales. Nos estamos acostumbrando a no hacer nada y a estar todo el día haciendo de todo. A hacer demasiadas cosas. A estar pendientes de los cacharritos y de hacer vida dentro de ellos. Yo también tengo mis momentos de reflexión. Mis momentos de mirarme un poquito así dentro y de pensar. Polvo rápido que llegas del Sáhara y que te has metido en nuestras vidas desde que el mundo es mundo, qué velocidad coges para llegar hasta aquí. A qué vienes. Polvo del Sáhara que nos llegas desde el norte de África y que nos estás empañando estos días de marzo. El polvo que nos enseñan en los informativos que está empercudiendo las terrazas y los cubos de la gente que deja los cubos fuera. El polvo que llena de polvo los parabrisas de los coches. El polvo que al parecer nos nubla el sol y nos deja como en esas películas en las que parece que va a llover todo el rato y no acaba de arrancar. Dicen que va a llover este sábado y este domingo. Y las actividades que tenemos previstas para este fin de semana, que nos informan que son muchas, van a quedar seriamente afectadas. Tan afectadas como para tener que suspenderlas. Este clima empieza a ser ya el que sí y que no. Un clima afectado por el rollo del polvo sahariano y que no te esperabas, Antonio. Antonio que tú ya estabas pensando en la primavera y en empezar a dejar de lado los suéters y todo eso. Polvo rápido del Sáhara que me hace sentir viejo. Esto no lo estaba yo notando y lo noto ahora. Olvidemos ahora lo del polvo rápido y el juego nefasto de palabras. Un reclamo como otro cualquiera. Estos días grises y la sensación de vejez. De cansancio. Una sensación como de tren pasado. No sé si el tren ha pasado tan rápido como el polvo sahariano que tiene que ir muy deprisa para venir desde el Sáhara hasta aquí sin caerse al mar. Tiene que viajar muy pero que muy deprisa, volar sin pararse, sin detenerse ni un segundo porque como se lo piense se cae al mar. ¿Cuánta arena del Sáhara tiene que haber en el mar? ¿Cuánta arena tiene que tener el Sáhara para que haya arena en el Sáhara de sobra para que quede arena allí y para que además haya arena en el mar de la que se cae porque no aguanta y la arena que luego llega hasta aquí? El polvo del Sáhara tiene que volar muy rápido. Un polvo rápido. 

miércoles, 3 de marzo de 2021

La remontada


Hay equipos especializados en remontadas. Equipos que empiezan mal, equipos que te ilusionan porque van a perder y que finalmente, a la desesperada, consiguen darle la vuelta al partido. Hay vidas planteadas como una remontada. Hay una especie de sentido de la vida en según que personas que consiste en plantear el ciclo vital como una remontada constante, como si se hubiera perdido algo en algún momento y se tuviera que estar peleando por recuperar lo que se perdió, por devolver el agravio que una vez se hizo, por restablecer algo que en algún momento fue. Hay quien necesita vivir en una remontada permanente, aferrarse al espíritu de las grandes noches que han devuelto la esperanza a tanta gente con que era posible, con que se podía conseguir, con que todos los esfuerzos, sinsabores, soledades, malas sangres, momentos oscuros, pérdidas, todo ello, ha merecido la pena, porque se ve cerca, porque la remontada se intuye. Hay quien considera que la remontada debe conseguirse y también quien cree, como en todo, ya saben que todo es un poco como todo, que lo importante es el camino de la remontada, esa excitación que produce el proceso de remontar, llegar al final, quizás, no es lo mejor. Conseguir remontar o la remontada. Conseguir el último gol o la expectativa de conseguirlo. Quedarse a las puertas de la remontada, no pudo ser, estuvimos ahí, pero todavía queda tiempo para conseguirlo. La vida como una remontada que siempre estás a punto de completar. En los partidos de baloncesto equipos que van perdiendo de mucho y que se ponen a cuatro o cinco puntos y que no alcanzan a ponerse un punto por delante y que no completan la remontada. Psicológicamente están ahí. Psicológicamente, qué cosas tengo. Qué cosas se me ocurren. Psicológicamente nada, amigo. Estás a punto de conseguir la remontada, no te has puesto por delante, estás todavía pendiente de ese tiro de dos que te va a poner por delante pero tiras un triple y fallas. Y no completas la remontada, pero esperas que en el próximo partido, qué digo, en la próxima jugada, el otro falle, y vuelvas a tener la oportunidad. Completando la remontada. Una vida entera a completar una remontada, a darle la vuelta a un resultado adverso, a algo que pasó y que está ahí, guardado, heredándose de padres a hijos, de abuelos a nietos, completando jugadas, combinaciones, lanzamientos de falta, córners, penaltis, centros a la olla, multitud de balones arriba. Arriba, vamos. Mirando la hora. Siempre mirando la hora, queda tiempo, estamos ahí, vamos. Completando una remontada. Una vida yendo a remolque, una vida yendo a rueda, haciendo la goma, no parece que vayas nunca a alcanzar a los escapados, parece que estás alcanzando a la cabeza de la carrera, tete de la course, y los tienes a la vista. Ya los tiene a la vista, porque ya están ahí las motos. Completando la remontada, has ido a por ellos y estás alcanzándoles, los tienes a punto, pero no acabas de cogerles. Un último córner. Me acuerdo de una final de la Champions del Atlético de Madrid y el Real Madrid. No habíamos ido al lavabo en todo el partido y mi amigo Abel decidió ir al lavabo cuando el Real Madrid iba a sacar un córner en el minuto noventa y algo. Gol de Sergio Ramos. Era de cajón. Evidente. El Real Madrid como ejemplo. Vamos Real hasta el final. Una vida esperando ese córner. Que nadie se vaya al lavabo. 

martes, 2 de marzo de 2021

The Endless - Aaron Moorhead y Justin Benson


Vemos las películas para algo, se supone. Vemos las películas porque queremos pasarlo bien, o porque queremos pasarlo mal, o porque nos queremos olvidar de algo. Vemos la película con alguna intención. Pasar la tarde. Una tarde de domingo. Ver una película, de ciencia ficción, por ejemplo. Algo así que contenga elementos que no vamos a comprender y que nos van a explicar mal o demasiado bien, pero que no llegamos comprender del todo y aún así, las vemos. Y sacamos algo de todo ello. De todas las experiencias culturales debemos extraer alguna conclusión. Incluso de la más banal. De toda experiencia vital debemos aprender algo, para bien o para mal. Es de lo que trata todo. Todo está ahí y alguien lo hace con la intención de causar una impresión sobre alguien. Incluso cosas, acciones, que todos hacemos de manera casual, involuntaria, irracional, dejan en otro algún tipo de secuela o le proporcionan algún tipo de beneficio. Incluso cuando no pasa nada, cuando lo que hacemos con alguna intención deja frío al otro u otra, eso es algo. Todo es algo. Vivir tiene un sentido, no para uno mismo, que suele tener siempre una impresión cerrada de lo que uno es y piensa, vivir tiene sentido para los demás. Lo quieras o no, nos guste o no. Todo esto que escribo, lo que escribo e incluso los días que no escribo, significan alguna cosa. Significar es el objetivo de casi todo. Significar, tener un significado. La comunicación. Cada vez lo tengo más claro y cada vez me vuelco más a ello. Por ejemplo, diciendo que cada vez me vuelco más a ello, a comunicar, estoy comunicando algo. Algo que deja una idea en vosotros, lectores. Y también lo deja en mí. Yo mismo, al decir alguna cosa sobre mí, me quiero causar una impresión. Quiero creerme lo que digo, o lo digo para espolearme, lo digo para hacerme caso. O para engañar. O para lo que sea. Pero claro, y continúo con la idea, para comunicar algo debemos manejar algún tipo de código que deje claro qué es lo que tenemos que entender. Algo que resulta totalmente inútil cuando quien recibe el mensaje, quien lo interpreta o no entiende el código o tiene su propio código para descifrar mensajes. Yo escribo esto, o hago una película por ejemplo, y la llevo a cabo o escribo o corro los mil quinientos metros lisos por que quiero algo. Ese algo lo interpreto yo y lo quiero comunicar pero quizás otro interprete todo lo que estoy haciendo de otra manera. Y da igual que corra los mil quinientos metros lisos con la intención de bajar mi marca personal, dar a conocer mi afán de superarme, todo eso. Puede ser que otro interprete que corro los mil quinientos metros porque soy gilipollas. 

Y aquí quisiera ya hablar un poco de la película The Endless, El Infinito, dirigida por Aaron Moorhead y Justin Benson, que además son los protagonistas de la película. Al parecer, cosa que no sabía, hay una película previa que en cierto modo funciona como precuela, que se llama Resolución. No lo sabía, como digo. Qué quiere decir esta película. Unos hermanos que salieron hace años de una secta, deciden volver. Allí vuelven a encontrarse con la gente con la que convivieron cuando eran unos críos, ellos han crecido pero la gente de allí no. En realidad no parece una secta. En realidad lo que ocurre es que dentro de ese entorno delimitado por unas figuras raras causadas por una erupción volcánica, hay una suerte de fenómeno por el que se vive en un bucle. Y hay un monstruo que parece ser que está relacionado.

Todo esto está muy bien y a mí la película me quiso gustar todo el rato. Pero es muy difícil.

A veces, vivir, dotar de significado a las cosas, es increíblemente difícil.