lunes, 25 de septiembre de 2023

Syd Barrett y el origen de Pink Floyd - Roddy Bogawa y Storm Thorgerson


El enigma de Syd Barrett sigue fascinando y estando presente en los corazones y cabezas de quienes alguna vez hemos sentido algo por la música de Pink Floyd. Y no somos pocos, al menos, los que seguimos teniendo la música de Pink Floyd en la cabeza o en el subconsciente aunque haga tiempo que no la escuchamos. Desde jóvenes que descubren a un grupo diferente que les coloca en un estadio diferente de las etiquetas a las que debemos enfrentarnos en esta sociedad donde todo ha de ser reconocible, hasta puretas que todavía sienten que esa música no está caducada y pueden lucir con orgullo sus gustos musicales, la imagen de Pink Floyd sigue presente en camisetas, muchas camisetas, y demás adminículos que nos sirven para demostrar que nosotros sí que lo hemos pillado. Este documental, Have you got it yet? pero que en Movistar han decidido llamar Syd Barrett y el origen de Pink Floyd, es el enésimo, pero con voluntad de ser el definitivo, intento de contar esa historia que todos nos sabemos y que todos queremos interpretar a nuestra manera. Syd Barrett fue el primer impulsor creativo de la banda que él mismo bautizó, creando un mundo, una música, algo, que fue tan diferente y efímero que en solo dos años sirvió para dar gasolina a toda una trayectoria del resto de la banda, a la creación de un oscuro culto a Syd Barrett como artista maldito víctima de los excesos de las drogas, a la emulación, a la parodia, al aprovechamiento económico de un legado inconexo y frágil, a todo un compendio de asuntos, especulaciones, imágenes y canciones que ya ven, en 2023 todavía nos tienen dando vueltas sobre el tema. Qué le pasó a Syd Barrett. ¿Le pasó realmente algo? ¿Se quedó pajarito? ¿Quería Syd Barrett ser Syd Barrett? ¿El negocio musical es compatible con una creatividad discontinua o con una creatividad que se agota o con una creatividad que se anula? La historia está contada en este documental con el cariño hacia el personaje de todo un grupo de amigos y amigas, familia y conocidos, compañeros de banda y bandas, que hablan con veneración del personaje, pero que siguen sin ponerse de acuerdo en el porqué y en el cuándo y en quién tuvo la culpa. Y está bien que así sea, porque no puede haber una versión definitiva, aunque este documental lo pretenda ser y quizás lo sea, definitivo en que lo deja abierto. La nostalgia, el preguntarse qué pudo haber sido, si a Syd Barrett le gustarían los Pink Floyd, qué vida llevaba realmente, el legendario encuentro mientras la banda grababa Wish you were here, la desvinculación con la música, o quizás... ese es el encanto que todavía arrastra la figura de Syd Barrett. Por eso, viendo el documental, lo primero que he pensado es que quiero tener aquella camiseta que me compré en la calle Tallers y que nadie la tenía porque casi nadie sabía quién era Syd Barrett y todavía hoy, cuando queremos comenzar un concierto tocamos Interstellar Overdrive porque no hay manera mejor de comenzar un viaje sonoro que yéndote de viaje sonoro e invocando de alguna manera al viejo Syd, que quiso dejar de ser Syd, pero que para nosotros sigue siendo Syd y sus canciones, presentes en todo el documental (hay algunos fallos incomprensibles como ilustrar con canciones del Barrett el disco The Madcap Laughs y viceversa) y no te podría destacar ninguna pero siempre estás a tiempo de ponerte el primero de Pink Floyd, los dos de Barrett en solitario, bucear entre las canciones no publicadas pero ahora ya disponibles en buena calidad que salen en la caja aquella que sacaron hace unos pocos años (Scream thy last scream y Vegetable Man) o escuchar su testamento cantado muchísimo antes de que dejara de grabar, el Jugband Blues. Syd Barrett cantaba aquí que agradecía que le dejásemos claro que no estaba aquí. Pero sí que está.  

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