martes, 4 de agosto de 2020

¡A por la Tercera!



Los acontecimientos se precipitan a ojos de quienes estamos fuera, pero deben cocerse a fuego lento para los que están dentro. El rey emérito se va y nos parece una decisión precipitada. Luego, al cabo de unas horas entendemos que todo ha sido fruto de un proceso de negociación en el que el PSOE ha actuado como siempre con responsabilidad y sentido de Estado y aquí no ha pasado nada. El rey emérito se va y en la Televisión pública, en TVE, le dedican un pequeño reportaje retratando su actividad como monarca y te tienes que reír. Una de esas periodistas que ha cubierto desde siempre las cosas de la Casa Real nos dice que no se puede destruir el legado del Rey.
Es comprensible que haya monárquicos. Es entendible que haya gente de derechas. 
Lo que no se entiende es dónde están los republicanos. Los republicanos decimos ser muchos y tener un vínculo sentimental fuerte con la Segunda República, machacada por un golpe militar y una intervención armada internacional. Los republicanos, me repito mucho con esto pero es lo que hay, no vivimos ya en una república. Esto no es una República. Esto no se acerca a una República, por mucho que nos conformemos con que es una democracia liberal. 
No puede ser que, con la que está cayendo, todavía no se de el paso desde un partido supuestamente republicano como el PSOE (no lo es, aunque sus cuadros de base y buena parte de la base se pueda identificar vágamnt con eso), para poner realmente en cuestión porqué esto tiene que ser una monarquía. 
¿Porqué tiene que ser inamovible la monarquía? ¿Porqué no se puede preguntar si esto puede ser de otra manera? ¿Porqué no un referéndum por la República?
En un momento en el que el padre del monarca tiene que salir pitando, protegido por la justicia y por el partido mayoritario en el Gobierno, la posición del monarca actual no puede ser más débil. Qué falta por demostrar para que ese partido que es clave para que algo se mueva, lo haga. 
Hace poco leí que un diputado socialista dijo una vez que en su casa 'eran demasiado pobres para ser comunistas'. Deben ser también demasiado pobres para ser republicanos. Deben ser demasiado pobres para poder ser cualquier cosa ya que no sea mimetizarse con el ambiente y hacer ver que ya es lo que debería ser. Cuando no lo es. En casi ningún aspecto de la vida.
Qué tenemos nosotros. Los que nos decimos republicanos de verdad y que tenemos a compañeros y compañeras en el Gobierno. ¿Hasta dónde podemos tragar? ¿Cuál es el límite? ¿Tenemos la fuerza para obligar a que las cosas se hagan de otra manera? ¿En qué se va a notar nuestra indignación y nuestra voluntad de cambiar las cosas? Estoy convencido de que el mero hecho de que el rey emérito salga pitando tiene que ver con que algo estaremos haciendo y que no es poca cosa, pero cómo vamos a aceptar que nuestro socio de Gobierno nos la cuele y lo tengamos que aceptar. 
Reflexiones en voz alta. 
Los valientes que saben hacer las cosas a la primera y que tienen eso que hay que tener para hacerlo todo, que se abstengan de dar lecciones de nada, unos desde su republicanismo excluyente y otros desde la conversión al españolismo por españolismo mediante españolismo. 
Los hay que no reflexionan en voz alta sobre qué hacer y porqué no lo estamos haciendo y solo emplean deseos al aire y planes magníficos para alcanzar algo que no saben ni qué es. Los hay que nos hacemos la pregunta o las preguntas que más nos duelen. 
¿Qué pasa aquí para que no se de el paso?
Lo tenemos cerca, la tenemos cerca, la Tercera, no puede ser que seamos la única generación de pueblos ibéricos que soportemos a los Borbones por tiempo indefinido. 
Que se vayan. 
Vamos que están ahí. No dejemos que se vaya el padre solo. El Rey no sirve para nada, la República (si es federal ya ni te cuento) es mejor. 
Vamos compañeros y compañeras a por la Tercera! Viva la República! 

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