jueves, 18 de enero de 2024

Jorge Amado - Cacao


En los folletos promocionales, en las tiendas con artículos para llevar, el mejor chocolate, la costa del Cacao, visite una hacienda, la casa del Coronel, aquí dormían. Explicado así nos parece que los arbolitos estaban allí, llegaban unas personas y cogían el cacao y otras personas, muchas menos claro, estaban en unas casas grandes y preciosas mirando cómo trabajaban y les entregaban el cacao y luego ellos ya lo vendían y así cíclicamente hasta que pasa alguna otra cosa y ya el cacao no y no pasa nada. Jorge Amado fue un escritor brasileño, de militancia comunista durante un tiempo, que describió desde Salvador de Bahía la situación que se vivía en su país en diversos ámbitos. Uno de ellos, el mundo de los trabajadores y trabajadoras del mundo del cacao, como en este libro Cacao. El libro sorprende desde un principio porque está escrito de una manera rara y es que el escritor se esfuerza en escribir como si él mismo fuera el trabajador protagonista de la obra, una persona que viene de una familia que ha tenido dinero, su padre tenía una fábrica, pero entre malas suertes, malas artes y demás desgracias dentro de un sistema de semi explotación donde no cabe otra cosa que o machetear el patrón o largarte del pueblo, se ve abocado a trabajar en una plantación de cacao donde se encuentra con que la esclavitud en Brasil se había acabado hacía ya algunas décadas pero las condiciones de trabajo y de vida eran lamentables. Un coronel sin ningún tipo de escrúpulos explota a todo el mundo y todo el mundo lo sabe pero no sabe qué hacer. Y las mujeres trabajan y son explotadas doblemente porque no están solo para trabajar sino para que el señorito de turno las viole y aquí no ha pasado nada y si pasa es que tu vida se ha ido a la mierda. Y todo es estar siempre en el filo de la navaja, al límite y sin saber qué respuesta dar. Y la única respuesta es la instrucción y la formación, pero allí no hay espacio y solo las situaciones límite te llevan a largarte, a la ciudad, a otra ciudad y finalmente adquirir algo que saben lo que es pero no lo saben expresar y es la conciencia de clase. Cómo se adquiere conciencia de clase incluso no sabiendo que lo que estás haciendo habitualmente es tenerla. En muchas ocasiones, el mensaje es casi aplicable al día de hoy, cuando tanta y tanta gente sabe que algo está pasando y que habrá que darle una respuesta y esa respuesta tiene nombre. Y luego paseas bajo el cacao, compras bolsitas de nibs, pruebas el postre y te preguntas todo eso. 

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