viernes, 20 de junio de 2025
Curso de Padres
El planteamiento es bastante sencillo. Siete semanas, dos horas a la semana, nos juntamos un grupo de futuros padres junto con un psicólogo y una matrona, que lo hacen fantástico, para hablar del tema. El tema es ser padres. Con todo lo que conlleva. Conlleva por ejemplo que te pregunten a la entrada 'qué haces aquí' y tú respondas que vienes a un Curso de preparación a la Paternidad y que te pregunten a su vez que si eso se tiene que preparar. Que si vamos a un cole para padres. Que vaya. Es significativo que la incomprensión con el hecho de venir a un curso de estas características venga indistintamente de todos los lados posibles del tablero. Un curso de padres. En el grupo somos 12, aunque regularmente hemos ido yendo 10. Todos son más jóvenes que yo menos uno, que es de mi misma edad y claro, ya va por la segunda hija. Le llamamos repetidor porque ya desde la primera clase se encarga de bajar el balón al suelo y decirnos que todo parece más sencillo de lo que nos imaginamos, sobre todo en el momento del parto. Sencillo nuestro papel: hacer lo que nos digan, no estorbar, ya nos dicen ellos. Hay un futuro padre que nos dice el primer día que no se encuentra cómodo con las metáforas futbolísticas. Y paradójicamente, le hacemos caso y no utilizamos símiles balompédicos durante siete semanas. Aunque nos lo hacemos encima, me lo hago encima. El curso se imparte en el Cap del Carrer Major, en el Ambulatorio de toda la vida. Cuando dices 'de toda la vida' estás oliendo a tierra. En la cuarta planta. Nos vamos encontrando a medida que vamos subiendo. Es curioso porque no hablamos mucho, claro, los primeros días, los primeros encuentros, en las sillas de fuera, pero dentro la cosa cambia y la gente habla y nos escuchamos decir esas cosas que son sencillas y son tremebundas al mismo tiempo. Quiénes somos, de dónde venimos, a dónde vamos. Qué es lo que pensamos que va a pasar, qué va a pasar, cómo lo vamos a llevar, qué esperamos de nosotros, qué se espera de nosotros. Qué se espera de nosotros. ¿Estamos preparados? ¿Daremos la talla? Dar la talla se convierte en un tema recurrente aunque a ninguno nos preocupe o estemos pensando que haya un canon, pero lo hay y no sabemos si vamos a hacerlo bien, si tenemos claro qué es hacerlo bien, estoy hablando por mí. Todos tenemos algo, todos tenemos alguna cosa que nos causa desazón, pero también estamos contentos. Joder, estamos tan contentos que hemos venido a un curso a ver de qué manera podemos hacerlo. Bien, normal o regular. Uno se fija en los que ya están siendo padres y se abruma. Qué bien todo. Tú no eres capaz de hacerlo tan bien. No has hecho nada del todo bien nunca, siempre de aquella manera, a tu manera, un poco así en plan venga, lo que te gusta incluso lo haces pero no sabes si lo estás haciendo todo lo bien, imagínate esto. Todo esto. Que ya no es hacer algo, es ser otra persona. Ser tú y otra persona. Y así todos los jueves por la tarde, durante dos horas. Y hablamos de todo, sorprendentemente de todo, y da igual si somos o estamos o las edades o los curros porque todos estamos en el mismo paquete. Con diferentes lenguajes, con maneras distintas de acercarnos a la cosa, con bagajes previos. Hacemos cosas, apuntamos con rotuladores en papel marrón, en posits, y al final de cada sesión hacemos un círculo y nos decimos qué. Un día hicimos mindfullness, mi primera vez con el mindfullness. Pasé buena parte del momento pensando en Brian Eno y tuve que enviar al grupo de wasap el jueves por la tarde de Brian Eno. Y ya tuve que enviar casi cada semana una canción. Sobre el tema. Sobre nuestro tema. El pesado de la música. Siempre hay uno. Nunca pensé que iba a serlo yo pero debería haberlo sospechado. La última semana nos dan un huevo y tenemos que tener presente al huevo, no se trata únicamente de cuidar al huevo, sino de tenerlo presente. De llevarlo a los sitios, de que nos acompañe. Enseñárselo a la peña. ¿Lo del huevo qué es? Lo explicas, no lo entienden. Es igual, es nuestro huevo. La gente me pregunta por el huevo incluso sin haberlo visto. Explicamos lo del huevo, explicamos lo difícil que es. No encuentro canción para el huevo. Una de Gong quizás. Ella es la madre de todo y tu eres su huevo. Han sido siete semanas, no nos hemos tomado ni una sola cerveza post reuniones. Posiblemente nos saludemos por las calles. Pero todos sabemos que nos hemos dicho cosas. No hace falta mucho más. Ahora, al menos, sabemos que no estamos ni peor, ni mejor, pero que al menos lo estamos intentando. No lo puedo evitar: se juega como se entrena.
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