viernes, 4 de julio de 2025

Lo que pesa el corazón


¿Necesitaba el Barça gastarse 20 o 25 millones en Joan García, portero del Espanyol? No, posiblemente hubiera podido contar con un portero de garantías para ser suplente del adorado polaco que les ha robado el corazón y deshacerse de Ter Stegen por un precio mucho más ajustado. Pero necesitaban decirle al Espanyol y a su afición que no son nada y que su símbolo, su nuevo ídolo, tenía un precio. En este caso 20 millones, asumible. ¿Necesitaba el Barça fichar a Nico Williams? Hace unas semanas, un día, caminando por el río, escuché que el Barça desechaba el fichaje de Nico Williams este año. No recuerdo los motivos. Al día siguiente, en Rac1, la misma emisora, decían que sí, que Nico Williams volvía a interesar a la dirección deportiva sobre todo 'por su valor comercial', es decir, importaba poco si Nico es un buen extremo o si tiene gol o su regularidad, sino la capacidad de generar ingresos a través de su imagen y del tandem con Lamine Yamal. El fútbol importaría poco en este caso, sino sobre todo la posibilidad de crear una marca Barça con dos jugadores jóvenes, frescos, que son amigos y pueden generar una imagen que da dinero. A partir de ahí se puso en marcha la maquinaria por la cual Nico Williams, un jugador de fútbol con bastante calidad, de solo 22 años, se convirtió en un preso político, en un disidente atrapado en un régimen dictatorial, en un luchador por la libertad que había que rescatar. El Athletic Club, mi Athletic Club, volvía a ser de nuevo una dictadura, un ogro amenazante, una mafia que extorsiona a sus jugadores para que se queden en Bilbao y no puedan ser felices. El jugador navarro (se hace mucho énfasis en que no es vasco sino navarro y así quitarle pedigree para jugar en el Athletic Club) habría accedido así a renovar un año por el Athletic Club la temporada pasada a condición de que este año le facilitaran su salida. Y el Athletic Club, malvado, ahora estaría poniendo dificultades por odio hacia el FC. Barcelona. Un odio que se debe a nosequé y a nosecuantos y a que el Madrid nos cae mejor. La televisión pública amplificaba este mensaje de Nico prisionero y el Athletic Club obtuso y las entrevistas a presidente, director deportivo, etc., pintaban la cosa como que el jugador quiere pero el club es malvado y no le deja ser feliz. Así iban pasando los días y ya que el Athletic no daba su brazo a torcer y se remitía a la clausula y a que se pagara del tirón y no poco a poco ni a plazos ni con oropeles o cristalitos de colores o con acciones en alguna empresa de catering o con seis palcos en un partido en Qatar, la cosa se iba poniendo tensa. Las aficiones han cambiado muchísimo y las redes sociales nos empujan a reaccionar inmediatamente y con contundencia, con vistosidad, en caso de que algo nos altere. Así una parte de la afición del Athletic Club cayó en la trampa tendida por los medios barcelonistas y consideraron a Nico un traidor, un vendido, un niñato sin sentimientos. Todo el asunto del mural pintado y repintado ha sido esperpéntico. Tanto, que en un alarde de 'la verdad es que sois todos unos gilipollas', el propio Nico y el Athletic Club han utilizado el propio mural como escenario y protagonista del acto de renovación. Al final Nico se queda. Posiblemente todo haya sido una mascarada y el representante tenga mucho que decir en toda esta jugada, posiblemente para atar al jugador franquicia del equipo y conseguir el contrato que buscaba se necesitaba una polvareda grande. A saber porqué se ha quedado finalmente, habrá pesado la familia, habrá pesado el taco que le darán, incluso puede que pese que es realmente del Athletic Club. Pero el papel de los medios y la sobreactuación de estos en su apoyo cerrado al Barça para sacar de Bilbao a un prisionero, a un Sajarov navarro, víctima de la tiranía vasca, ha sido vomitivo. Y ahora, una vez que el plan ha fallado, vienen las recogidas de cable. De repente, Nico no interesaba. Nico no es tan buen jugador. De repente, han esquivado una bala. De repente, le achacan a Nico falta de cojones (sic) para asumir el reto de jugar en el Barça. Personas con altavoz constante en los medios de comunicación públicos catalanes nos han llamado 'esclavistas'. De repente, se acuerdan de Julen Guerrero y de cómo 'jodió su carrera' quedándose a jugar en Bilbao sin entender que Julen Guerrero es un dios, un ídolo, un referente, para todos los aficionados del Athletic Club, algo que no podrán llegar a ser jamás ni Fernando Llorente, ni siquiera Rafa Alkorta. Julen es dios porque se quedó y no ganó nada. Nico no sabremos lo que será pero, ya ganando algo, ha decidido quedarse. Y el Barça no ha pagado la cláusula por motivos que desconocemos, quizás porque no tenían la pasta, quizás porque sabían que no podrían inscribirlo, porque no era deportivamente lo que necesitaban, porque si en lugar de los 60 millones hubieran tenido que pagar 35 la cosa hubiera cambiado. El caso es que los Athleticzales estamos contentos, nos quedamos con un jugador que creemos que nos puede dar mucho rendimiento, que es también imagen de un Athletic diferente, nuevo, del siglo XXI, que también tiene mucho valor comercial. Y el Barça ya vende otros nombres para ir engordando la prensa veraniega. Y yo espero que la próxima vez que vea al Tito de la Penya Johan de Santa Coloma, hablemos de esto echándonos unas risas. Hemos ganado un título antes de comenzar a jugar. Aupa Athletic siempre!

miércoles, 2 de julio de 2025

Crónica del #PleGramenet de junio. Nazis sin nueces.


Cueces o enriqueces. Los plenos de Santa Coloma de Gramenet antes eran igual de largos. Antes eran extensos, tensos, a veces intensos, los plenos de Santa Coloma de Gramenet antes se te podían hacer eternos, pero eran igual de largos que los de ahora y los de ahora no sé porqué pero no puedo definirlos siguiendo un baremo temporal claro. Es decir, son largos, pero no se hacen largos, pero tampoco se hacen amenos, porque tampoco se hacen tensos aunque haya intervenciones que rayen el insulto o la ofensa o la descalificación y sin que rayen, es que son ofensivas, insultantes y descalificatorias, pero jiji ji jaja y entonces parece que el pleno no es tan largo, sino ligero, liviano y si dura cinco horas y pico la verdad es que solo tiene un par o tres de momentos de puritico bajón, porque luego todo es como un entretenimiento a veces picantón, a veces jocoso, a veces tan tonto que uno no sabe. Si las cámaras se dedicasen exclusivamente a seguir las reacciones infantiloides de los regidores de Vox ante sus propias intervenciones, es posible que las perspectivas electorales del partido de la extrema derecha bajasen en picado. Risas como nerviosas, gracietas provocadoras de cuñado en la barra del bar, exabruptos de 'uala cómo se ha quemado'. Idioteces como decir que los franquistas trajeron la democracia. Idioteces como decir que el movimiento vecinal y el movimiento obrero fueron un adorno. Cosas nazis respecto a las entidades lgtbiq+ de la ciudad. Nazis con nueces y nazis sin nueces. Vean una nuez, la nuez tiene forma como de cerebro y dicen que es buena para el desto, pues no. Pues nada de nueces en estos nazis. El pleno de Santa Coloma no es únicamente el escaparate de los monstruos, es también escenario para hablar de otras cosas. La Defensora de la Ciutadania, la Pepa, presentó su informe después de... años de no hacerlo. Cuando no era una cosa era la otra. Pocas personas concitan tanto consenso en torno a su valía y a su buen hacer en esta ciudad que la Pepa. Por eso es la Defensora de la Ciutadania. Lejos quedan los tiempos en los que el informe de la Pepa se recibía con desagrado por parte del equipo de gobierno municipal, mejores tiempos estos, clarísimamente. Por lo que respecta al resto del pleno, que solo son cinco horas y pico, hablemos de la Fira d'Entitats y de la habilidad pasmosa del Equipo de Gobierno de dar gato por liebre sin despeinarse y sin despeinarse nos dicen que esto de hacer una propuesta ahora sobre la Fira d'Entitats cuando se lleva ya tiempo trabajando si que se haya hecho una propuesta... propuesta que se envió en enero por lo menos y que se trabajó y se consensuó y se envió y no se recibió ni una respuesta pues es como que pero qué me estás contando. ¿Habrá Fira d'Entitats? Habrá. ¿Qué Fira d'Entitats? A saber. La Fira d'Entitats del año pasado no fue. Lo que la regidora de Cultura calificó en una reunión de evaluación como 'un modelo cultural' bueno, la verdad es que no. Pero para los socialistas puede ser suficiente con eso. Ocio juvenil sin más y palante. Veremos. Volvemos con el tema de las tasas de residuos y de los reciclajes, y, respuestas vagas que no sirven para aclarar ni para salir delante de una ciudadanía que no sabe qué está pasando. Qué pasa, campaña de comunicación a lo bestia y asunto arreglado. Pero no, parece que con unas fotocopias en los tablones de anuncios de los centros cívicos convocando a sesiones informativas, la cosa se apaña. No puedo dejar de comentar que sulfuré de tal manera al regidor del PP, señor Jurado, que se vio forzado a votar a favor de la propuesta de no volver a colgar la bandera republicana. Qué dije. En qué momento. El caso es que el hombre tuvo que votar a favor de que no se vuelva a colocar la bandera republicana, él, epítome de la moderación y tal. No sé. Qué pude decir. Antes de que comenzara el pleno, una nueva protesta de trabajadores públicos, en este caso de Grameimpuls que se quejan de lo mismo que se quejaron en su momento los y las trabajadoras de Serveis socials. A pleno sol. Sea como sea el pleno del pasado lunes, cinco horas y pico, no dejó una conclusión clara sobre el momento político que se vive en Santa Coloma en el supuesto de que el pleno municipal sirviera como un termómetro o como una fotografías del instante. Este instante. Así, cuando se va a cumplir casi un año del mandato de Mireia González como alcaldesa, lo que se preveía como un desaguisado por el vaciado de la institución camino de la Generalitat, parece haber sido resuelto nuevamente con más comunicación, más alaracas y sobre todo, la inestimable ayuda de un Rock Fest que sirve de bálsamo para miles y miles de colomenses que esperan la llegada del festival como el momento Santa Coloma más Santa Coloma de todos, aunque nos cueste un año de erial y secarral en Can Zam. El Rock Fest se convierte en el 'bueno, al final no está tan mal esto' y así te encuentras en las fotos a una especie del todo Santa Coloma que en comunión y concordia celebran el momento realmente sonado de nuestra ciudad. Con un par o tres de eventos de estas características, de carácter más o menos familiar, la ciudad se resarce de una cierta atonía y con noticias fantasbulosas como la que nos sitúa como la ciudad más verde de Catalunya o la ciudad que más invierte en vivienda, pues balón palante y a esperar el próximo sarao en el que dibujar una sincera sonrisa en nuestro rostro. Y por cierto, me entran unas ganas terribles de irme a vivir a Badajoz o Jaén, receptores de población ingente que va allí a vivir porque todo es tan barato y tan chiripitifláutico, verdad. Qué cosas se tienen que oír a veces. Venga, a la sombra. A Can Zam en bloque a disfrutar del desto!

martes, 1 de julio de 2025

McCartney 3, 2, 1


Paul McCartney es una pieza fundamental para entender la música que nos mola. Saber qué música nos gusta no es fácil pero podríamos decir que The Beatles nos gustan y nos gustan mucho y nos gustan tanto porque con los Beatles podemos entender muchas cosas. Te gustan The Beatles como te gustan las cosas básicas. No es discutible que te gusten los Beatles, es que si la música te interesa algo, The Beatles tienen que ser tenidos en cuenta al menos. Es lo que es. Son lo que son. The Beatles eran cuatro. John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr. De estos cuatro, dos de ellos eran los principales compositores, John Lennon y Paul McCartney. De estos dos, solo uno de ellos está vivo, Paul McCartney. Escuchar a Paul McCartney hablando de música y hablando principalmente de The Beatles, es una auténtica maravilla. Porque no podemos escuchar ya a John Lennon hablando de The Beatles, de la música, de porqué, de a qué se debió, de cual era su ética del trabajo, de cómo contribuían unos y otros a la música. Ringo Starr es el otro beatle que sigue vivo, pero Ringo no habla demasiado o, que yo sepa, no le convocan o no se convoca para hablar de estas cosas. George Harrison también murió. A Harrison darle muchas vueltas a esto de The Beatles tampoco le iba demasiado. ¿Han visto el documental del Scorsese sobre Harrison? Uno acaba pensando que a George Harrison acaba dándole un poco lo mismo esto de la música y que él vivía ya en otra cosa. Aunque de vez en cuando, picaba, claro. El caso es que este documental de seis episodios nos coloca frente a la versión de los hechos de McCartney y es una versión buena y es una versión correcta pero Paul McCartney tiene algo que uno no sabe lo que es pero que en dosis altas puede resultar empalagoso. Embafa. Empacha. Es bueno, sabe mucho, fue responsable, estuvo ahí, lo ideó, lo inventó, lo hizo, nos regaló esa música, pero tiene algo que no sabemos lo que es que a veces nos parece que vale ya Paul McCartney y buscamos las aristas o las desganas o los destellos de los otros tres y nos inventamos lo que quiera que sea de los otros tres para compensar la omnipresencia de Paul McCartney y su excelencia. Son seis episodios cortos, de media hora más o menos, en los que Macca repasa junto a Rick Rubin... un momento, detengámonos para hablar de Rick Rubin. Rick Rubin es el productor que se inventó el rap para blancos. Es el personaje que se encargó de hacer de los Beastie Boys los introductores de ese género callejero afroamericano desde una perspectiva blanca y quien hizo que los grupos como RUN DMC pusieran algo en su música que los hiciera aceptables para esos blanquitos amantes de lo exótico: el rock. Rick Rubin puso guitarras eléctricas al hip hop y lo hizo mainstream. Desde entonces ha sido una especie de mago de la producción que se ganó la respetabilidad colectiva cuando se inventó las American Recordings y rescató a Johnny Cash cantando Personal Jesus o Hurt. Rick Rubin y su aura junto a Paul McCartney puede parecer una combinación explosiva, pero se queda simplemente en un diálogo entre un entregado Rubin y un McCartney que se va creciendo y agrandando con cada canción, con cada pista, con cada ritmo de bajo, con cada piano, con cada guitarra acústica, con solos que no sabías que eran suyos, con coros, con lo que sea. Él. Él repartiendo juego, claro, agrandándose hablando de los otros tres, siendo generoso con los demás, pero él. Mención especial para el bajonazo que supone pasar de sus canciones con Beatles a sus temas en solitario (salvo el impagable primer disco donde Él se sale). Para los beatlemaníacos se trata de un documental que aporta cosas, que no nos enseña demasiadas novedades, que sirve para refrescar la devoción y que nos plantea una pregunta que debe martillear al propio McCartney. ¿Alguien se imagina un documental parecido con John Lennon? Se me ponen los pelos de punta. 

viernes, 27 de junio de 2025

Echo Valley - Michael Pearce



Cuesta una enfermedad ver una película. Últimamente elegir un film es una cuestión bastante ardua. Algo en lo que concentrarte durante dos horas a tope, que tienes que empezar y acabar, sin la dinámica de ver un episodio, luego a ver si el siguiente, no me engancha, me engancha, la dejo a la mitad y la retomo, una suerte de dilatación en el tiempo, estamos viendo nosequé, estamos viendo nosecual, hemos empezado tal, llevo tres episodios y bueno, a ver. En cambio, la película es otra cosa, porque si eres un clásico, un antiguo, lo que pretenderás es empezar y acabar la película de una sola sentada, cosa que cuesta, porque, y si no me engancha, la tengo que dejar, la paro y sigo, al final esto es una chusta que flipas, es que tres horas y pico a ver cuándo me voy yo a la cama, qué cosa más cutre, me esperaba otra cosa. Si una serie no te mola, la dejas y ya, pero el sacrilegio de no terminar una película qué tal. Es que el mundo está cambiando tanto y la forma de consumir productos culturales, verdad. Yo que sé, cuánto tiempo voy a tardar en decir 'antes tal'. ¿No? Echo Valley está en Apple y en el cartel no eres capaz de discernir quiénes son las protagonistas aunque su nombre esté escrito en ellas. ¿Se ha operado Julianne Moore? ¿Se ha operado muchísimo Julianne Moore? ¿Y la otra chica no es la chica aquella de la serie aquella que ahora no me acuerdo del nombre pero salía la Zendaya? Vamos a ver el trailer. Ver el trailer es una movida también porque el trailer puede que te condicione todo y a lo mejor ya ves por dónde va a ir la película y lo mismo el trailer engaña. Puede ser, todo puede ser. Yo solo digo que con esta peli tuvimos que ver el trailer primero para comprobar que no, que Julianne Moore no se ha operado y que sí, la protagonista es la misma chica aquella. Pero bueno. La película. Pues la película es un torrente de desgracias así a cascoporro y mucha mala ostia y joder la niña y todo mal y pobre mujer y no ves que la cosa vaya a remontar. No va a ser la película del año, pero es una buena película para pasar el rato siempre y cuando estés dispuesto a soportar un buen rato de desasosiego y de mal rollo. Luego se pasa. Y ya has visto una peli y puedes decir que has visto una peli, porque a ver, es que no hay tantas pelis, que tienes como millones de películas y entre unas que ya las ves venir que son malas de denunciar y otras que no vas a entender o otras que es que no son para ti, pues no te creas. Al final, series que si fallas pues no pasa nada o docus musicales que aunque el grupo no te guste pues aprendes tus cosas. 

miércoles, 25 de junio de 2025

Marcos Gendre. Blues de la Frontera. Anarquía y libertad de los Amador.


Por si tenéis alguna duda para la próxima vez, cuando llegue mi cumpleaños regalarme libros. Aquí alguien tuvo a bien considerar que este libro quizás me podría gustar y acertó. Probar suerte vosotros también. Cuando quité el papel de regalo y vi que libro era rápidamente pensé, este libro me va a gustar. Porque me gusta Pata Negra aunque sea precisamente el disco del Blues de la Frontera el que menos he escuchado como disco. Canciones sueltas, cómo no vas a haber escuchado nunca Me quedo en Sevilla, o Camarón, o Lunático, o la inmensa Pasa la Vida o la canónica Blues de la Frontera. Porque uno es más del gamberro Guitarras Callejeras o del rockero extraño Rock Gitano. Pero claro, este disco... Pues bien, el autor Marcos Gendre, periodista musical, nos cuenta la gestación no solo de este disco emblemático, sino también de todo un sonido, de la historia de la fusión (oh no, maldita sea, lo he tenido que decir) de la conjunción, de los caminos que llevaron a dos gitanos de Sevilla, de las Tres Mil Viviendas, a hacer una música que no era más que el producto de años y años escuchando las músicas de su tiempo y las músicas de sus ancestros. No sólo escuchándolas, sino formando parte de una industria musical rudimentaria, oculta, a veces obtusa, casi siempre reacia, no solo con lo que suponga un avance, sino con lo que provenga de lo popular. La música de Pata Negra no es más, ni nada menos, que un paso más de un camino largo por el cual la música, en este caso un apéndice del flamenco, le sirve al propio flamenco para seguir vivo y sobre todo, para acercarse a mucha gente que tiene por el flamenco, por lo jondo, por la guitarra la bailaora el palmero el cantaor, una aversión atávica, visceral. No escuchar flamenco por ideología, por considerarlo ajeno, por creerlo cañí, españoleante, señorito, tópico, rancio. Y el flamenco es mucho más que eso, es tanto que no lo sabría definir, así que lo dejo ahí. El libro está construído a partir de las declaraciones y entrevistas con protagonistas del tema, desde los tiempos de Sabicas hasta los omnipresentes Smash y el inefable Kiko Veneno. La familia Amador y allegados como el ketamínico Antonio Carmona, la omnipresente y oculta a la vez Cathy Claret, van dando su opinión (a veces un poco redundante, porque da la impresión de que hay mensajes que se quiere que se tengan claros y se repiten) y su versión de la cosa, del surgimiento de una pareja artística, la de los hermanos Rafael y Raimundo Amador que, tras muchos años de briega, justo cuando parecía que habían dado con la tecla de lo comercial, separan sus caminos. Y en esto el libro es muy pulcro. Así como se remarca y se recalca mucho algún que otro aspecto de su biografía y de su formación, se es muy respetuoso con los motivos de la separación y con los devenires posteriores, como si no se quisiera hacer sangre sobre el declive de Rafael y el éxito mainstream de Raimundo. Especialmente recomendables son las disecciones de cada canción del disco, que nos llevan a otros mundos que también están en este y que nos obligan a escuchar el Blues de la frontera una vez más, porque se nos había escapado algo. Gracias, una vez más. 

Disculpas sinceras


La verdad es que llevo unos días que válgame la virgen. Aquí resulta que lo que yo esperaba que fuese el desencadenante de una espiral de violencia y final del régimen de los Ayatollahs debido a una intervención a lo bestia de los Estados Unidos, pues parece que yo que sé. Porque al final la conclusión a la que llega uno es que yo que sé. Es decir, Estados Unidos bombardea Irán, pero resulta que lo hace telegrafiando el ataque por lo que Irán sabe, y el efecto del bombardeo no es tan espectacular sino que parece estar pactado para hacer ver que y así contentar a Netanyahu que pide bombardear y lo hacen pero de aquella manera y entonces Irán responde y ataca bases pero ya estaba hablado también y entonces parece que es todo una tomadura de pelo y Trump acaba diciendo que qué mierdas hace Israel y uno ya no entiende nada, ni se cree nada ni se atreve ya a decir que esto o que lo otro. Porque nada es lo que parece o nada parece que es lo que ha sido antes y lo que pasa ni siquiera sabes que está pasando. Esa sensación misma de la guerra en Ucrania donde no sabes qué ni porqué. Que es una guerra y que se están lanzando cosas y que esas cosas causan daños y causan muertes. Esto es lo único que uno tiene claro, que se está matando gente. Gente que no cuenta. Porque lo que cuenta es otra cosa. Así que mis más sinceras disculpas. Disculpas sinceras. Sigue matándose gente. 

domingo, 22 de junio de 2025

Trump contra nosotros


Trump ha decidido bombardear Irán hace unas horas. Las bombas tochas que se necesitaban para acabar con la presunta amenaza nuclear de Irán las ha puesto él, ya que Israel no disponía de ellas. Israel hasta ahora se limitaba a ir asesinando selectivamente a gente y a aterrorizar a la población. A cambio estaba recibiendo misiles que causan bajas, claro, pero en un número significativamente inferior al que causa Israel, ahora no voy a poner la relación pero ya sabemos que un muerto blanco es mucho más que un muerto negro, por lo que no se puede consentir que Irán ose a responder. No creo que mucha gente llore por el régimen de los Ayatollahs. Más allá de nuestro antiamericanismo feraz y de ver en Irán o cualquiera que queme banderas yankis un aliado, el régimen iraní no es un modelo de nada. Nadie va a llorar por él. Nadie va a salir en su ayuda. Aunque Irán no fuera un régimen teocrático y fuera otra cosa, tampoco cambiaría nada. Nadie va a llorar por ellos. Toda aquella milonga de la decadencia norteamericana, de la caída del imperio romano, del emperador loco que da palos de ciego, del presidente que iba a concentrarse en lo propio y dejar de lado el intervencionismo, Trump era igual o mejor que los demócratas que siempre querían meter la cabeza en todo, el poder disuasorio de Rusia y de China, todo aquello. Toda esa patraña. Finalmente Israel ha decidido lanzarse toda vez que ha comprobado que la impunidad de la que goza es ilimitada y que cuenta con el entusiasta apoyo de la administración USA, sea esta la que sea, y en este caso una administración que no cree en nada que no sea sus santos cojonazos. Que gane Trump, decían algunas mentes preclaras de la izquierda real que venían a contarnos que los demócratas no son fiables, que mienten, que con palabras bonitas engañan, y que Trump iba de frente y había dicho nosequé. Que la clase trabajadora le había votado y eso significaba algo. Decían. Que gane Trump. Llegará a un acuerdo con Rusia y se acabará la guerra de Ucrania. Preparémonos. En las últimas horas Pedro Sánchez ha dicho que eso del 5% en armamento, no. Y el presidente estadounidense, el mismo Trump, ha dicho que a ver qué pasa con España que no se anden con gilipolleces. Pero Trump. Pero la progresía. Que Rusia. Del orden de 200 muertos al día en Irán y toda la carnicería de Gaza. Matar por matar. Matar por la diversión de animalizar al enemigo, de verlo correr por un saco de arroz medio abierto y tirotearlo. La UE dice que quizás son indicios de crímenes de guerra o de algo. No sabemos qué. Todo borrado ante la imagen de un israelí ante un edificio derruido diciendo algo que no queremos escuchar porque nos da asco. Ya son víctimas también y hay que entender el derecho de Israel de asesinar a 200 personas al día en Irán por la seguridad de todos, como dijo Netanyahu. Cosas que no creíamos están pasando. Cosas, fenómenos, políticas que pensábamos que eran de película distópica que jamás ocurriría. Masacres a cielo abierto, incipientes dictaduras en nombre de la democracia y de la libertad, indicios de que hemo vivido un tiempo y que ahora vamos a vivir otro y no queremos verlo o no sabemos cómo afrontarlo. No, pero todavía Irán puede. Irán no puede hacer nada, no tiene nada que hacer. Ni Rusia, ni China. Solo nosotros podemos aún intentar articular algo que sirva para seguir resistiendo. Ni Rusia ni China me pueden servir como referencia, como aliado, como nada. Solo nosotros, la gente que todavía crea que se puede vivir en libertad, en democracia, con derechos, con sanidad, con educación, con servicios públicos, con empleos dignos. Esa gente. Nosotros somos los únicos que podemos resistir toda esta mierda. Porque Trump y quienes están en su bando van contra nosotros, que no se nos olvide.