El documental acaba quizás con uno de los momentos más auténticos y que representan mejor lo que eran esos primeros Led Zeppelin, pero nos hurta las imágenes para dejarnos únicamente con el sonido. Se trata del concierto en el Royal Albert Hall de Londres en 1970, un concierto que significa la consagración oficial de la banda en su tierra natal después de haber conquistado los Estados Unidos. Este concierto se proyectó íntegramente en el In-Edit hace algunos años ya, en una de esas noches de Halloween en las que se programaba una maratón de conciertos clásicos y este fue uno de ellos. El concierto es un repaso de los primeros clásicos de Led Zeppelin, con todas sus idas de olla presentes, con un Jimmy Page ataviado con un suetercillo de rombos que me robó el corazón y con un final que me dejó turulato. El final es que, cuando ya han acabado y se han metido en el backstage, al menos Robert Plant, Jimmy Page y John Bonham comienzan a tocar C'mon Everybody, un clásico del rock and roll, y Robert Plant pone cara como de 'pero qué es esto' y sale a cantar esta y Something Else. Son dos canciones de un punkismo total, que suenan en los títulos de crédito y que, lamentablemente, no podemos ver. Están en Youtube. Y es una lástima porque son dos canciones, dos interpretaciones, que ilustran perfectamente lo que el propio documental quiere enseñarnos. Este documental nos habla, tal y como quieren los propios miembros de Led Zeppelin vivos, supongo, de la formación y conjunción de una banda que tiene una historia que en nada se diferencia a la historia de otras bandas británicas de los 60's y 70's. Chavales nacidos en la guerra o en la postguerra mundial, que crecen con la música y la cultura de los Estados Unidos y que a poco que les da la vida, intentan meterse en el mundo de la música. La diferencia con otras bandas es que, en el caso de Jimmy Page y John Paul Jones, su andadura musical no será la de estar delante sino la de estar detrás o muy al fondo, como músicos de sesión para grandes figuras, por lo que adquirirán durante esos años sesenta una formación y destreza musical al alcance de muy pocos. En el caso de Robert Plant, su camino será el de buscarse la vida como cantante, como frontman, hasta que encuentra su sitio. Y el de John Bonham, un tanto similar, a unos y otros, un valor seguro esperando encontrar su banda. Es Jimmy Page el que lo tiene todo en la cabeza y el que sabe qué quiere hacer, qué música es la que quiere desarrollar y qué es lo que quiere que la gente reciba cuando grabe su primer disco, también qué es lo que quiere mostrar en sus actuacions en directo. Para ello, un frontman resultón y de voz particular, un batería auténticamente salvaje y un todoterreno en la instrumentación. No aparece en este documental ni una pizca de mal rollo, de ningún reproche, de ninguna desavenencia, se trata de unos primeros años felices en los que todo viene de cara y que se saldan con un éxito rotundo tanto del primer como del segundo disco. Hay grabaciones brutales, como uno de esos primeros conciertos en los que el cámara se entretiene enfocando a niños que se tapan los oídos del follón que se arma cuando tocan Communication Breakdown, también los clásicos momentos que hacen que a veces odies a Led Zeppelin como los insoportables solos de batería de Bonham. Todos hablan, todos nos cuentan sus vidas, sus inquietudes, sus habilidades, su amor por el rock and roll y el blues y el rythm and blues y cómo ese amor será el que tamizado y empaquetado será el que les dará de comer a base de bien. El documental está pensado para que te quedes con un buen sabor de boca que te invite a recuperar esos dos primeros discos de Led Zeppelin. Cómo conquistaron el oeste. Cómo volvieron a casa a petarlo y a divertirse tocando Something Else más punkamente que los propios Sex Pistols. Soy perro viejo y ya sé que los dos primeros discos así de golpe no, sáltate Dazed and Confused, por ejemplo, sáltate todas las pajaradas y vete a lo concreto. Pero nunca reniegues de Led Zeppelin. Pero qué sabré yo.
Civilización o Barbarie
lunes, 13 de octubre de 2025
domingo, 12 de octubre de 2025
Tu amigo Edu
Yo al Edu lo conozco desde siempre. Recordarás al Edu saliendo de su casa, con la hora justa como nosotros, con un carterón que casi no podía con él, con el pelo largo, muy largo, bamboleándole de lado a lado. Conozco a mucha gente desde siempre, tampoco significa nada. Con la edad, qué cosas, hablo con gente que conozco desde siempre y a la que pensé que ya no iba a hablar, que ya no me iban a hablar. Con el Edu hablo desde siempre, pero creo que puedo datar exactamente el momento en el que el Edu y yo nos hicimos amigos. Queridos amigos, antes, mucho antes, escuchábamos también los 40 Principales con la esperanza de que sonara alguna vez un temita de AC/DC o Siniestro Total. Entonces no sabíamos porqué esperábamos eso, quizás lo entendimos justo ese día. Ese día, sonó en la radio una canción de Radio Futura. Estoy convencido de que fue a mediodía. Yo salía del colegio, iba a casa, comía y mientras comía con mi madre y mi hermanillo, ponía la radio. Y sonó 37 grados. El disco es del año 1987, por lo que teníamos 12 años. Volví al colegio y no dejaba de tararear esa canción. Yo me sentaba delante o detrás del Edu. Como quiera que me escuchó canturrearla, se giró y la cantó conmigo, qué si esto que si lo otro. Hasta hoy. Antes, ya antes, cuando jugábamos en el famoso C, el C, el equipo de los que no habían entrado en el A ni en el B y que solo entrenábamos en el corralito del Seimar sin salir a jugar fuera de lo malos que éramos, o se creyó alguien que éramos. El Edu jugaba de 9 y cuando marcaba un gol cantaba el Pavo Real de José Luis Rodríguez, El Puma, y se tiraba al suelo de rodillas y hacía todas las payasadas posibles. Éramos el equipo de los payasos. Y así hemos seguido. Quizás fue ahí que de alguna manera conectamos. La música y cierto sentido de la tontuna. Ha habido muchos momentos en los que me he preguntado porqué el Edu era mi amigo. Qué había hecho yo. Quién era yo. Qué les aportaba. La música, la perra, el dvd. Ir a casa del Edu, no sé si todavía en octavo o cuando íbamos al insti, a poner la maqueta de Tijuana in Blue que nos sabíamos como si la hubiéramos hecho nosotros y la madre del Edu pensar que realmente éramos nosotros los que cantábamos Sugar baby love a grito pelao en la habitación donde había colgada una guitarra eléctrica, una Gibson parecía, sin cuerdas o con cuerdas que le faltaban, todo un presagio. El Ramón me ha grabado el It's Alive de los Ramones, vamos a tu casa y te grabas la cinta. La música, la perra, el dvd. Al salir de colegio el Edu, el Abel y el Mario se fueron a estudiar a Barcelona y esperaba a que llegara el viernes para reencontrarlos, en el Casti. Éramos cuatro, todavía somos cuatro. Nos encontrábamos con otros chavales del cole, el Maño, el Merchán, el Javi. Pero éramos los cuatro, aunque el Mario se fuera pronto a Barcelona. Éramos cuatro aunque el Edu se fuera luego a Madrid. Cuando el Edu se fue a Madrid y nos quedamos solos el Abel y yo. El Edu es mi amigo, pero es tu amigo. Es tu amigo porque es muy buena gente, es muy buena gente porque no es otra cosa que el Edu. Eduardo Checa Martínez. Eduardo Checa y Checa y dos mil millones de veces Checa. Eduardo Checa Martínez Martínez Checa. El Edu puede ser tu amigo perfectamente. El Edu siempre tiene un momento para tomarse algo, para escucharte, para quitarle hierro a las cosas, para ofrecer ese punto de vista de persona que está en el mundo y que no está para mucho filosofar. Juega al espacio, como debe ser. Si la bola está aquí, ponla allí. El Edu hace poco confesó que les había jodido la vida con la música. Que les había prohibido grupos, estilos. Por eso, en cuanto se fue a Madrid y desde entonces, no para de ir a festivales, conciertos, lo que sea. Se ha librado del yugo acusador. El Edu ha cumplido 50 años el otro día, el 8 de octubre. No le felicitamos, felicitamos al Abel. Debería haberle llamado. Llegamos a los 50 años con la mirada todavía clara y las esperanzas intactas. Llegamos a los 50 años echando la vista atrás y, satisfechos con los retos conseguidos, levantamos la vista para afrontar nuevas metas. Llegamos a los 50 años en nuestro mejor momento. Llegamos a los 50 años siempre planteándonos dónde está el siguiente objetivo. No os juntéis con nosotros, no vengáis con nosotros, no es necesario. Los cuatro estábamos bien, los cuatro nos entendíamos y nos morimos de risa repasando mil millones de veces anécdotas del cole, las cosas del Puro, el Vega entrando marcha atrás en clase, el día que el Pepe se ponía las gafas y el Franki se las quitaba, muchas mierdas, la música, la perra, el dvd. Nos vamos a ir y nos vamos a meter lo mejor, el Toni, el Edu, el Abel, la música, la perra, tu madre, el Dvd. Fuego a tope, muerte a los falsos okupas. El Edu es tu amigo porque se sabe todas las historias, estuvo en todas. El Edu era un genio de las matemáticas, un auténtico cabecita. El Edu es un auténtico cabecita, otro ideólogo. Nos hicimos unas camisetas para el concierto de despedida de Siniestro: 'para no llegar, mejor no comenzar, es más fácil así'. El Edu es mi amigo. El Edu es tu amigo. 50 años tiene el pájaro.
jueves, 9 de octubre de 2025
Crónica del #PleGramenet de septiembre. Humo.
Permítanme que robe esta foto de la web de l'Ajuntament de Santa Coloma de Gramenet. Permítanme que vaya por una línea más técnica. Esto último lo dijo el joven regidor de Vox horas después de haber dicho que, atención, si quitamos los carriles bici habría más carriles para coches, por lo que la circulación sería más fluída y habría menos contaminación. Técnicamente no se puede más. Y este es el nivel de los plenos de Santa Coloma de Gramenet. Una espesa y contaminante nube de humo tóxico que sobrevuela durante todo el pleno, que en este caso fueron nada menos que cinco horas y cinco minutos de humo, donde tiene más importancia lo que se suelta que lo que es, lo que se lanza al aire que lo que va pasando. Cinco horas en las que el otro regidor de Vox, se permite el lujo de decir que en el Barcelonés no hay contaminación, sin despeinarse. Cinco horas en el que un 'espontáneo' de Vox, se lanza al ruedo para hablar de la clase trabajadora como si fuera o fuese él en algún momento portavox, perdón, portavoz, de otra cosa que no sea un mensaje criminal contra la clase trabajadora. Humo, tóxico, contundente. Humo con mensajes racistas, clasistas, discriminatorios, a veces tan zafios y groseros que hacen reír, otras veces tan estúpidos que no sabes a qué obedecen, otras simplemente mentiras sin más pretensión que alargar debates que no tienen pies ni cabeza. Pero permítanme que le demos el premio en esta ocasión al otro regidor del PP, no al emérito señor Jurado, sino al otro, que como respuesta a la espectacular intervención del joven portavoz de Tajdid respondiendo a su vez a una aberrante moción de Vox sobre la enseñanza de árabe en Santa Coloma finalizó su absurda absurdidad diciendo 'ja s'ho faran'. Viva España con todas las letras de su santo nombre, sí señor. Esto es lo que le parece al otro regidor del PP todo esto de lo que se estaba hablando, ja s'ho faran. Pues este es el nivel de los agitadores de opinión de nuestra amadísima ciudad de Santa Coloma de Gramenet que es lo que más quiero yo en este mundo y que es más bonita que el mismo cielo azul que no se ve en la foto por el humo de mierda que desprenden las mierdas que dice Vox. PP y Vox se van turnando como oposición agitadora de las masas colomenses mediante todo un reguero de humo tóxico en el que se mezcla el populismo derechista, las mentiras, los bulos, la falsedad y el miedo. Saber qué piensa el PSC de ese troleo constante a una acción de gobierno que sigue el trantran de los anuncios de un optimismo un poco unicornial sobre la construcción de una segunda residencia o unos fondos europeos que así anunciados parece que mucho y luego se quedan en que no sabemos en qué se están gastando, es un misterio. A veces da la sensación de que los socialistas quieren imprimir algo más de izquierdismo a su discurso, a veces simplemente parece que responden a las tontunas de la derecha con respuestas en las que afirman que eso que dice la derecha no pasa porque ya lo estamos haciendo, como toda la vida, vamos. Esta serie de textos sobre los plenos siempre ha tenido un especial interés en lo méramente estético y no haré aquí un repaso de mis particulares manías sobre el tema de vestuarios, ropajes, peinados, etc. Sí que comentaré que el joven regidor de Vox, ataviado con su particular barba perillesca afilada abascalina, ha debido de quedar consternado por esa delirante intervención de su congénere señor Hegseth, secretario de Defensa o de Ataque de los Estados Unidos haciendo un alegato contra las barbas y demás chorradas que llevan los soldados varoniles y machotunos de los USA. Esa barba ya no es kosher, joven regidor de Vox. Y así vamos avanzando pleno tras pleno, dándole vueltas a temas como la taxa de residus, volviendo a enmarañar con el tema de la zona de bajas emisiones, con mociones que lo único que buscan es un espacio de exabrupto fácil y poco más. Cinco horas de pleno y una cierta sensación de patada hacia delante, un mes menos y ya en el pleno próximo veremos que pasa, cuál será la próxima concentración convocada por Vox bajo camuflaje, qué nuevo anuncio aparecerá de la chistera para evitar un debate incómodo, qué nueva artimaña buscará el señor del PP para no verse solapado por su extrema derecha. La situación política de Santa Coloma parece que no se sacude una cierta sensación de provisionalidad que revolotea en el ambiente. Hay quien piensa que el tiempo hasta el 2027 se le va a hacer largo, a otros corto, que lo que disfrutan ahora será poco con el reino de los cielos que vendrá o que deben creer que su situación será así porque así debe ser y será. Se inicia la cuenta atrás hasta las próximas elecciones municipales y hay que echar ya toda la carne en el asador para evitar que la izquierda en Santa Coloma se quede de nuevo sin voz y voto en el ayuntamiento. Responder desde las peticiones de palabra, como hacemos en Comuns, es una tarea fundamental, pero lo realmente importante es que se note que hay una posición de izquierdas en la política colomense. El pleno dura cinco horas y solo la primera hora y media tiene contenido ejecutivo, el resto son declaraciones, mociones, tomas de posición y desmentir humo. Que el humo deje paso a la luz, ahí nos vemos.
viernes, 3 de octubre de 2025
Berlinguer. La gran ambición - Andrea Segre
Esta película es interesantísima por muchas cosas. Es dolorosa por muchas cosas. Esta película está hecha no sé con qué intención. No sé si es la de elevar la moral de la tropa o si es la de ponernos frente a un espejo. Esta película hiere. Esta película también nos muestra cuan difícil es todo lo que intentamos, los enemigos a los que nos enfrentamos incluso cuando todos somos uno, cuando estamos unidos, cuando vamos a una. Incluso ahí, lo tenemos todo en contra. Lo hemos tenido incluso cuando hemos aprendido de nuestros propios errores. Incluso cuando no hemos cometido errores y hemos intentado aprender de nuestras fantasías idealistas. Incluso sin tener fantasías idealistas, sin tener nada más que esa gran ambición de la que se habla y por esa gran ambición someterse a sacrificios que dejan atrás dogmas y sumisiones a gentes o símbolos o rincones confortables o memorias que son anclas, incluso ahí, incluso teniéndolo todo, incluso ahí, lo tenemos todo en contra. Incluso siendo el PCI, teniendo una historia de la que aprender, teniendo una organización modélica, teniendo cuadros que piensan, teniendo dirigentes que actúan con sentido y con rigor, teniendo intelectuales y teniendo una base que está en contacto con la vida de la calle porque ellos son la vida de la calle. Todo eso nos lo enseña una película que retrata unos años cruciales en la historia de Italia pero también en la historia de lo que podríamos llamar movimiento comunista. Así sin mucho lío. Enrico Berlinguer, después de la experiencia truncada del socialismo en Chile, truncada y asesinada por los fascistas que ni consienten ni permiten una vía democrática al socialismo, Berlinguer como digo, secretario general del PCI llega a la conclusión de que en lugar de enfrentarse con la Democracia Cristiana como en Chile, perdón, en lugar de considerar a la Democracia Cristiana parte del bloque antidemocrático o dejarles en ese rincón, es mejor atraerlos, convencerlos de que hay dos bandos: los demócratas y los antidemócratas. Y los comunistas, incluso contraviniendo las directrices soviéticas, son demócratas. Este sería el plan. Convencer a los propios y a los ajenos, de eso trata el hilo de la película. Esa pretensión de abandonar el dogmatismo revolucionario o falsamente contrario a la democracia liberal, no será fácil y los propios se convencen y los extraños se extrañan. Pero se asume, se consigue, se trabaja, se explica y se convence. El problema son los otros, claro. Y todo queda meridianamente claro en unas declaraciones de un Agnelli, uno de esos cavalieres, de esos señores tan elegantes, con tanta clase, tan aplaudidos en las revistas por su estilo, su sobriedad, su... pero que dice que hará todo lo posible para que Italia no sea comunista ni eurocomunista. Todo lo posible.
Todo lo posible.
Y así, efectivamente todo lo posible se termina haciendo y pese a que el PCI mantendrá un apoyo electoral considerable que obligará a fórmulas de gobierno rocambolescas para no permitir su entrada en el gobierno durante los ochenta, la táctica funciona. Comunistas o eurocomunistas, donde mejor estamos es en nuestro rincón.
Y si esta lección es sangrante o dolorosa, mucho más lo es contemplar esas imágenes de archivo en las que se muestra en todo su esplendor lo que era el mayor partido comunista de Europa occidental. El poder de convocatoria, de identificación, de implicación. Lo que es un modelo de organización y de compromiso. Son imágenes de manifestaciones, de fiestas del partido, de funerales, de fábricas, de la calle. El orgullo de ser comunista y de saber que perteneces a algo que nos hace mejores, a todos y todas.
Y la tristeza inmensa que te asalta cada vez que piensas que esas imágenes de muchedumbres, de rostros orgullosos, tan solo quince o veinte años después, se quedan en nada. En nada, sin referentes, sin continuidad, sin memoria, sin hilo conductor, en el vacío. Hoy qué queda en Italia de todo eso. Queda quizás algo como el Partido Demócrata, pensarás, querido lector. Piénsalo y si es eso lo que queda, qué pasó. Qué pudo pasar. Cómo pudo pasar.
Ver esta película con orgullo y con la ambición de querer un futuro mejor en tiempos de tanta zozobra y oscuridad. Ver esta película como la eterna vindicación de algo que se fue y que se ha ido. Antes. Pero es hoy. Para hoy.
Lo tenemos todo en contra. Hasta la memoria.
lunes, 29 de septiembre de 2025
La península de las casas vacías - David Uclés
Una amiga a la que no conozco me recomendó este libro hace unos meses, algunos meses. Me lo recomendó argumentando algo que me tocó la patata y que no voy a reproducir. Cuando esto pasó, yo no había leído nada sobre este libro que ya era todo un bombazo editorial y al informarme sobre él, me enteré de que el autor es de Jaén y que la novela se ambientaba en un trasunto de Quesada, llamado Jándula. Naturalmente que he pasado por Quesada, de chavalín, yendo a Baza a ver al tito Basilio, vomitando religiosamente en el puerto de Tíscar. Crees que te has hecho mayor cuando ya no vomitas en Tíscar. Que la historia se ambientara en Jaén, naturalmente era un gancho para mí. No pasan muchas cosas en Jaén, aunque es cierto que hay mucha obra y obra importante que se ha ambientado en pueblos de, como por ejemplo El Jinete Polaco de Muñoz Molina. En definitiva, este reclamo era para mí más importante que lo que me tiraba para atrás: la guerra civil. Una novela sobre la guerra civil y las declaraciones o entrevistas del autor sobre la misma. Hace unos años, uno de los booms editoriales de nuestro tiempo se dio con la novela de Javier Cercas, Soldados de Salamina. Yo leí esta novela con avidez y cuando la acabé me dejó un regusto extraño. Estaba claro que la novela estaba escrita desde un punto de vista digamos amable con el bando republicano, pero la voluntad no era la de escribir un panfleto, sino la de apostar por una nueva revisión del conflicto y de sus consecuencias y abrir la puerta a una España nueva que no volviese a repetir aquello. Las entrevistas a David Uclés, que llevo medio texto y no he dicho que es el autor, me olieron un poco a eso. Y el libro, la historia que cuenta, creo que me ha llevado un poco a eso al final. El libro nos cuenta la historia de una familia de Jándula, el trasunto de Quesada y que toma el nombre del río que pasa por la zona. Yo una vez conocí a un Toni Jándula, un Dj de aquellos años finales de los noventa principios de los dosmiles, que colaboraba en Santa Coloma Radio y que en realidad no se llamaba así, ya se avanzó a su tiempo. Sigamos. La historia de la familia, una familia numerosa, que comienza en los días previos al golpe de Estado del 18 de julio, nos lleva hasta el final de la guerra de la mano de las vidas de los diversos miembros de la familia, que irán recorriendo los escenarios más importantes de la guerra desde los dos puntos de vista y desde un tercero. El nacional, el republicano y el de los que están en medio. El autor insiste mucho en aquello que dijo Unamuno de Los Hunos y Los Hotros y. si bien queda claro, meridianamente claro, que los sublevados, los nacionales, no son los buenos de la historia, también se insiste en los abusos e iniquidades cometidas en el bando republicano, algunas de ellas tienen trascendencia en el devenir de las vidas de los propios protagonistas de la historia. Así las cosas, si bien la historia se lee de manera ágil, es entretenida y los tintes de realismo mágico le dan un aire menos trágico a una etapa de nuestra línea temporal común que no puede sino llamar al drama, la novela me parece que, en los tiempos que corren, tiene un mensaje que se me queda corto. Sé que el autor ha escrito otras cosas, como por ejemplo, un texto sobre la matanza de Badajoz a cargo del ejército nacional del general Varela donde no deja dudas sobre su posición y alineamiento, pero el tono del libro y las cosas que hacen unos y las que hacen otros y cómo lo pagan los que 'están en medio aunque sentimentalmente estén con la República', me lleva a que durante todo el libro no pueda sino estar un poco incómodo por cómo acaba contándose todo. Porque no creo que estemos en tiempo de decir que 'todos cometieron barbaridades' o que 'en mayor o menor medida hubo excesos en ambos bandos', cosas que no se dicen explícitamente en el libro, pero que sí que se relatan. Es como si en el cómputo general de barbaridades, los nacionales ganasen por goleada, naturalmente, pero el 'pero', ya puede servir de asidero a quien piense que al final, todos somos lo mismo. Y no. Quizás este sectarismo mío o no querer dar ni un ápice de argumento a favor a quien piense que la República bien tenía que acabar, me ha llevado a no acabar de ser especialmente benévolo con una historia original, contada de manera amena, cruel y áspera cuando es necesario, pero que para servidor, hubiera debido tener otro tono. Pero no la escribo yo. Y entiendo que esta falta de maniqueísmo del libro la haga más legible y aceptable, aunque ya sabemos que para los fascistas ya no hay componendas. No las ha habido y no las habrá. El realismo mágico, los recursos narrativos en los que el autor se convierte en personaje, como narrador se permite licencias de tiempo y espacio, la aparición de personajes reales encarnados en la historia, los diálogos con Franco, las visiones de Eva y las citas de personas y personajes, se reciben a lo largo de la historia como bálsamos que ayudan a digerir la historia que como diría Gil de Biedma: de todas las historias de la historia, la más triste sin duda... En el catálogo de ñiñiñi, decir que en un momento de la novela se califica como estalinista a Largo Caballero y a ver, pues como que no es la manera exacta de definir a un político socialista que, aunque calificado como el Lenin español, no nos pasemos tampoco. Yo lo veo como un error importante. Y Jaén, claro, palabras, expresiones y la aparición casi al final de Vilches de manera simplemente como complemento indirecto, hacen que todo tenga otro color para mí. Y con mi abuelo Antonio en la cabeza todo el libro, claro, que se chupó Guadalajara, Teruel, el Ebro... Y cómo lo contaba. De todas las historias de la historia, la más triste sin duda la de España, porque termina mal como si el hombre, harto ya de luchar con sus demonios, quisiera terminar con esa historia, de ese país de todos los demonios. Tenemos mucho que discutir sobre este libro.
sábado, 27 de septiembre de 2025
El feixisme s'independentitza
L'enquesta de diumenge a La Vanguardia que dona 19 diputats a Aliança Catalana a encès les llums d'alarma. O no. 19 diputats d'una força independentista d'extrema dreta, amb postulats xenòfobs obertament, islamòfobs particularment, sionista en temps en que qualificar-te així és voler situar-te deliberadament al costat d'assassins sense ànima, racista i essencialista, ha vingut a confirmar que ja estem en un temps acorde al de la resta d'Europa. Hem posat el rellotge en hora i el feixisme s'ha independitzat. Fa temps, no gaire temps, en temps del Procés i de les manifestacions i referendums, a aquells que no mostraven adhesió al moviment se'ns qualificaba d'equidistants, covards o còmplices de l'espanyolisme. A qui pensàvem que una Catalunya independent podria desembocar en una Catalunya que mirés els origens i els colors i les adhesions particulars, en definitiva, una Catalunya més semblant a una Croàcia o Hongria que a una Dinamarca (com si...), ens deien de tot. Doncs bé. Anys de preparació d`un ambient en el que una meitat de la població catalana únicament rep missatges de despreci, d'odi, de por, de rencor, de perill sobre la seva identitat, sobre la seva llengua, sobre tot lo que significa una determinada manera de ser català, ha vingut a parar en això: una enquesta diu que en aquest país on tothom era d'esquerres o progressista menys els espanyolistes del PP o Vox, resulta que hi ha una aposta d'extrema dreta nacionalista catalana que té un recolzament prou significant com per disputar-li el lloc a les opcions 'mainstream' com ERC i Junts, així com deixar en la marginalitat als independentistes d'esquerra de la CUP. Això en el camp 'nacionalista'. En el camp espanyolista, VOX no deixa de crèixer, sense arribar a les xifres de Aliança Catalana. Quina ha estat la resposta davant aquesta enquesta i aquest moviment tectònic? Junts, partit de dretes de tota la vida malgrat que va haver qui es va empassar que Junts era més d'esquerres que nosaltres perquè patatas, ha reaccionat a la pèrdua de diputats com han reaccionat gairebé tots els partits de dretes europeus davant situacions similars: ser més de dretes. I en una setmana hem vist reblar el clau de la immigració i les fines paraules de Turull acusant als andalusos de viure com volen. I lo que ens queda per veuere. Hi han hagut visionaris, com els de la Cup de Girona que en aquests mesos havien captat que alguna cosa estava pasant i llançaven missatges i vídeos on el relat era que estàvem perdent la identitat pel turisme, millor dit, pel model turisme. És a dir, venen a treballar gents que no parlen i tal. Això ha derivat en el debat sobre els 10 milions, en el que una bona part de l'esquerra indepe ha vist la oportunitat de matisar els seus discuros i posar-se en la onda roigparda de la BSW alemanya. Arriben migrants amb poc nivell, guanyen sous baixos, fan insostenible el sistema, no estem preparats. La Cup de Girona ho diu més clar: ens minoritzen. A qui? ERC de Barceloa fa vídeos carregant contra el model econòmic espanyol i apel·la a un mític model català en que erem tots feliços. L'escanyapobres va ser escrit en el segle XIX. L'aparició d'un fortíssim moviment anarquista no va ser fruït d'una iluminació bendita, sinò perquè les condicions de vida a Catalunya eren una merda. De sobte, ser 10 milions és un risc. De sobte, no volem acollir. La resposta des de l'independentisme i nacionalisme a l'aparició d'Aliança és que... són espanyols. Són un producte de l'Estat Espanyol, un partit fantasma, que serveix a l'estratègia espanyola. És a dir, lo pitjor que se'ls ocorreix és continuar dient que si és dolent, és que és espanyol. AC pinta com a primera força a Girona (temps enrera recordo aquells comentaris que em deien joiosament que a Girona ja s'havien independitzat), a Lleida... Temps ençà, es deia que no hi havia extrema dreta a Espanya perquè ja hi heren tots al PP. Fins que es van independitzar i van formar Vox. L'esquema no cal que el reproduïm aquí. Però s'assembla. Mirem la reacció als mitjans públics, mirem per exemple el Polònia: qui se n'alegra de que Aliança pugi? Illa i Albiach. Així es viu això. Els feixistes s'han independitzat i han perdut la vergonya. Ahir mateix, en ple carrer, un parell d'homenots insultaven a una parella jove que estava demanant limosna a un carrer de Santa Coloma. En ser recriminats, no van abaixar el cap, van envalentonar-se. Quan els hi vaig dir feixistes, em van dir 'y a mucha honra'. Així estem. El món ha canviat moltíssim i veiem coses tremendes com el discurs de Trump, un discurs repugnant, feixista, d'una hora de merda, davant l'ONU. Sílvia Orriols, es permet dir que li fa fàstic la flotilla cap a Gaza. Però al Polònia... riuen de la Flotilla a Gaza tot perquè va Ada Colau i hi ha barra lliure. Personatges mediàtics amb poltrona constant a la tele pública o la ràdio pública, han posat de moda el Puta Espanya com a manera de resumir tot lo que ha quedat del procés, fugida cap endavant, no aconseguirem res, però ho cremarem tot. Tot no, que no volem que vingui gent de fora, no pot ser, seria insostenible. Puta Espanya, sou molt bona gent. En resum. Estem en problemes. Una vegada més.
PD: En el marasme de reaccions des d'una suposada esquerra de pet i rot sofisticat, m'agradaria assenyalar també un article al Octuvre, no te digo nada y te lo digo todo, en el que s'arriba a carregar contra Arcadi Oliveras, nada más y nada menos, com una rèmora del passat, infantilisme polític, etc. Arcadi Oliveras tampoc els hi val ja. I si Gabriela Serra, la mítica Gabriela Serra, cap dubte ni del seu compromís ni amb l'independentisme, surt a defensar al traspassat Arcadi Oliveras, no vulguis saber quines coses li arriben a dir. Amb clamorosos silencis, también te digo.
lunes, 22 de septiembre de 2025
Sirat - Óliver Laxe
Disculparme, pero es que la película merece un comentario. Han merecido un comentario cosas mucho mejores y cosas mucho peores, merecerán comentarios muchas cosas y cada uno tendrá su opinión y una experiencia que le hará conectar con algo que se me escapa. Pero a los que me dijisteis en su día que viera la película, que no me dejase influenciar por las declaraciones más o menos parguelas de su director, os tengo que decir que ha sido peor el remedio que la enfermedad. Porque una vez vista la película, las declaraciones y reflexiones del director sobre heridas y baile y demás historias que no vienen al caso, o quizás sí, si nos quedamos con el elenco protagónico y sus diversas heridas visibles o invisibles, pero que yo que sé. Llevo tiempo sin escribir y sin reflexionar así sobre cosas y a lo mejor queda todo un poco así como colganderas, pero vamos a ver. Entiendo que la película va sobre gente que está al margen, que vive al margen, en otro mundo, en otra dimensión, con una realidad basada en la búsqueda de algo, la siguiente fiesta siendo la fiesta una metáfora de otra vida o de esas dos o tres o cuatro o cinco o tres días seguidos en los que no eres tú. Pero esa realidad te alcanza. Al final te alcanza. Por mucho que quieras desconectar la radio cuando se está hablando de la guerra mundial, porque a ti no te va o no te interesa o vete a saber porque todo es mucho lío y los políticos y la política y todo eso. Pero fíjate tú que, de manera involuntaria quizás, pasa un poco como pasa con la película de María Antonieta de la Coppola cuando ellos, la reina y sus colegas, viven en un mundo de fantasía, mientras que a lo lejos, la peña está gritando. Es una sensación que tuve. Tuve otras. Como que hay un momento clave en la película que está más cerca de un sketch de la Monty Python Flying Circus que de otra cosa y no sabes si ha sido voluntaria o involuntariamente. Es una sensación que tengo durante toda la película. ¿Nos la ha colado tras esas reflexiones un poco naives el director y nos ha metido en una cruel metáfora del mundo actual? Antes de ver la película, gracias al Bluesky y Twitter sobre todo, me enteré de que se obviaba el tema del conflicto saharauí, la ocupación marroquí de los territorios del Sahara Occidental y se criticaba eso, se criticaba que no se citara en ningún momento, que no se diera contexto. Pero es que creo que de manera involuntaria está intencionado. ¿Os dais cuenta de que no estoy fino? Esos personajes al margen, que no quieren saber, que buscan una fiesta, que pueden parecernos frívolos porque no están al tanto ni quieren estarlo. Ah, sí, el reclamo. El reclamo es el del padre que busca a su hija junto a su hijo pequeño, que se ha perdido en una rave. El gancho. Es eso, un gancho. Y protagonizan el momento más duro de la película. Un gancho. Y naturalmente que la película vista en casa no es lo mismo que verla en pantalla grande. Y naturalmente que verla a un volumen bajísimo porque molestas al bebé que duerme no es lo mismo. Pero oiga, una peli no es un documental de la 2. Y la peli se cae por tantos sitios que al final, ese puente que une el paraíso con tal pues es más bien un tiro por la culata en el que por momentos lo involuntariamente paródico parece ganar a lo voluntariamente profundo. Un fail. Y un final. Un final que, si lo miras bien, pues a lo mejor tiene sentido. Pero ya da un poco igual.