lunes, 2 de diciembre de 2019

Karpov

Qué amigos éramos entonces. Qué banda tan maja formábamos. No me hablaba al menos con dos o tres de ellos, pero cuando nos veíamos, pues nos dábamos la mano y nos saludábamos y luego cada uno iba a lo suyo, pero teníamos cierta sensación de pertenencia. Claro, porque éramos del mismo equipo. Qué amigos éramos. O no éramos tan amigos. Me llevaba bien con el de la cara de loco. O me caía bien. El de la cara de loco que no estaba loco, que era el mejor de todos. Pero no jugaba en nuestra liga. Fuimos entonces a aquel torneo, a aquella olimpiada y la verdad es que lo hicimos de narices, naturalmente ganamos, éramos los mejores. Éramos tan amigos. Y él era tan listo y sabía tanto y ya estaba siempre detrás mío para decirme lo brillante que era, lo diferente que era de mí, lo mucho que quería parecerse al colega del mechón raruno, porque quería ser tan extravagante como él y tan excéntrico y tan original, pero quien de verdad sintonizaba con él era yo. Yo creo que tengo una conexión especial con esta gente. Yo no soy así en absoluto, pero me atrae. Me lo dijeron una vez, hace mucho tiempo. Te atrae lo bizarro, lo extraño, los personajes fuera del circuito. Y sé reconocer también al impostor en cuanto lo tengo cerca. Y siempre está tan cerca. Siempre detrás de mí. Éramos raros. Yo era como del norte y ellos eran muchos del sur y ellos eran de una manera y yo era de otra. Me imagino a veces rodeado de gente como yo y no me gusta. Prefiero estar con gente que no sea como yo. Pero no opuestos a mí, sino fuera de mí. No sé explicarme. A quien no soporto es al de detrás. Tan listo, tan original, tan mentira. No me gusta la gente que quiere hacerse querer, que busca que le necesites, que le busques, que sepas que está ahí. Ese tipo de gente. Me aburre, me cansa. Prefiero al cara de chalado. No creas que no sé cómo se llama. No se me ha olvidado. No soy tan viejo. Tal. Tal. Qué amigos éramos entonces. Creo que éramos amigos. Al menos nosotros. No sé si lo éramos tanto con los demás. Creo que lo hicimos muy bien. Y siendo tan diferentes ahí estábamos. El sentimiento de pertenencia a algo. Todo eso se ha perdido.

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