miércoles, 2 de septiembre de 2020

Volver sin fiestas

Cuando era pequeño y volvíamos de las vacaciones en el pueblo, en Jaén, bajábamos los

cristales del coche al entrar a Santa Coloma y recibíamos esa bocanada de aire caliente y

húmedo que nos decía que sí, que estábamos en casa. Y no me gustaba. Afortunadamente, la

Festa Major d’Estiu servía y sirve aún hoy como espacio de reencuentro para los colomenses

que regresan de sus días de descanso y también para prolongar durante el primer fin de

semana de septiembre la ilusión de que la vida puede transcurrir todavía entre actividades

fascinantes que nos preparan para el regreso a la cotidianeidad.

La Festa Major d’Estiu no se ha llevado a cabo este año por causa de la pandemia, así que nos

quedamos sin las actividades típicas, los conciertos en la Plaça de la Vila, los bocatas en la Fira

d’Entitats, las atracciones en Can Zam, las habaneras, las jotas o los fuegos artificiales que se

quedan en nuestra retina como último chispazo de un verano que, aunque falte un mes para

que sea científicamente así, se acaba.

Una Festa Major d’Estiu que en sus orígenes surgió como una manera de despedir a los

visitantes barceloneses que pasaban sus días de vacación en las segundas residencias y que

amortigua el golpe del regreso. Tengo un amigo que no volvía para las fiestas. Prolongaba su

estancia en el pueblo todo lo que podía y más y no le importaba lo más mínimo reencontrarse

con nosotros durante esos días. Pesaba más el pánico a volver a la realidad que las ganas de

vernos y disfrutar de la alegría y frenesí de las fiestas locales. La ciudad en la calle, la juventud

divirtiéndose en el Sintonizza, los mayores haciendo cola para el ron cremat, los niños en lo

que quiera que hagan los niños y toda Santa Coloma tirándose agua en los corretapas, todo

eso, todo estupendo.

De qué iba este artículo que me pierdo. Esa bocan
ada de aire caliente y húmedo entrando por

el Parque Europa, volver a Santa Coloma, la Festa Major d’Estiu. Aquella sensación agridulce.

Pues este año sin dulce.


Artículo publicado el 1 de septiembre en El Periódico de Catalunya

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