martes, 31 de octubre de 2023

Crónica del #PleGramenet de Octubre. Zona de Bajas Condecoraciones


Hay un momento en el pleno municipal de ayer que me parece una obra de arte de la política colomense entendida como la asunción por parte de todos los partidos políticos presentes en el consistorio de que todo está bien y que nos tenemos que poner de acuerdo en que no debemos tocar nada porque es así como son las cosas y como mucho, para hacer algo, mejor nos enmerdamos todos y vamos todos a una con cualquier cosa que parezca algo complicado y así no nos hacemos daño. Lo importante es no hacerse daño. En las pasadas elecciones municipales, el PSC, Núria Parlon no solo consiguió repetir 17 regidores de un total de 27, una cifra que es una absoluta barbaridad, sino que consiguió que, salvo con intervenciones histriónicas, salidas de tono, bufonadas, provocaciones o momentos de discursito épico mirando a cámara esperando el aplauso que a veces llega y a veces no, consiguió que todos quisieran ser como el PSC, todos quisieran estar ahí, nadie quiera desmarcarse. Ese momento de gloria del pleno municipal de ayer llegó cuando el portavoz del PP, el señor Jurado, anunció que habían retirado una moción para pedir una prórroga en la aplicación por parte del Ayuntamiento de la Zona de Bajas Emisiones en Santa Coloma ya que la alcaldesa había preferido que todos los partidos tomasen una determinación sobre este asunto para evitar perjuicios para los ciudadanos colomenses. Es decir, el PSC local se apunta, como el señor Albiol en Badalona, a considerar la Zona de Bajas Emisiones como un problema. Un problema, una molestia, algo que fastidia y que a ver cómo lo hacemos para que los colomenses y las colomenses con automóvil no lo sientan como algo que ha llegado para hacerles la púa. El consistorio en pleno, en pleno, ojo, no solo la derecha, también el principal partido de la oposición y primera fuerza de izquierdas, compra el relato de que esto es un problema y se tiene que estudiar para que no fastidie a los y las colomenses. La instauración de la Zona de Bajas Emisiones, que tiene como objeto mejorar la calidad del aire que respiramos en nuestras ciudades, no se hace para causar daños a los trabajadores, se hace para mejorar su calidad de vida. Mejorar los indicadores de salubridad del aire, mejorar nuestra esperanza de vida, mejorar la salud de nuestros hijos. Pero parece que el populismo de vuelo gallináceo ha anidado en el corazón del pleno municipal y el miedo a, el terror a, la posibilidad de que el colomense no entienda, echa el freno de mano. El resto del pleno, sobre los pasos conocidos y ya citados en textos recientes, no me extenderé más. Las mociones sobre lo que está pasando en Gaza, que está pasando una masacre por parte del Estado israelí sobre la población palestina, pusieron de manifiesto que una cosa es estar en el gobierno municipal y tener una retórica impermeable y otra es patinar y no meter el dedo en la bañera por miedo. Plantear una moción sobre el tema centrándolo todo en la acción sanguinaria de Hamas, ignorando las décadas de abusos por parte israelí, ya dice mucho. Leer una respuesta a las críticas y a la acertadísima intervención de Sumud y Paula su portavoz, leer una respuesta, insisto, leerla, que no te salga de las tripas, la tienes que leer porque así aseguras que la asepsia continúa siendo la manera de hacer y de ver las cosas y que total, ya se manda ayuda humanitaria... es de una falta de ganas de complicarnos la vida en esto de la política local, nacional, internacional, mensual, semanal, como le llames, que tira de espaldas. Por lo demás, muy bien la Fabiana con la propuesta del minuto de silencio que tendría que haber partido de la propia alcaldesa o del consistorio, y qui ple passa any empeny. 

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