martes, 9 de abril de 2024

Crónica del #PleGramenet de marzo. Pululan.


Si contemplan la pampa y sus rincones, verán las sequedades del silencio. Si vieron el pleno municipal de Santa Coloma de hace dos semanas, comprenderán que se hace difícil escribir algo que no genere una inmensa bola de. Así que no lo haré. No haré la crónica de un pleno en el que se tuvo un recuerdo para una persona muerta en la calle y se hizo una intervención acertada y centrada en el tema que nos ocupa sobre el tema de la gente que duerme en la calle. Que nos gustará más o menos reconocer que el problema existe y que el problema no es sencillo y que no todo es tan claro y tan cierto como que la primavera es una estación inestable, pero no parece tan complicado asumir que una intervención en un pleno municipal puede servir para mucho y puede colocar un tema y luego si sale bien bien, y si no, pues también. Se escoge la persona que va a intervenir, se prepara un texto, se escoge el formato de la intervención, es todo un proceso que merece la pena seguir. Si lo que quieres es buscar amigos para cagarte en los socialistas, naturalmente el proceso es otro y también en el pleno municipal tuvimos una prueba palmaria de esto. La crónica del pleno no merece la pena. Porque hacer la crónica del pleno sería reconocerle un mérito a alguien que quiere que le enseñes la herida, que sangres y no estoy sangrando, estoy contemplando cómo la política es exactamente lo contrario que uno tiene en la cabeza. Por lo que parece. Si nos damos una vuelta por ese otro mundo que manejamos entre las manos, nos convertimos en decorado. Decorado de quienes nos dan un abrazo, nos rodean con sus brazos tiernos, se ríen mientras caminan, señalan hacia algún sitio dirigiendo algo que no imaginamos su importancia pero la tiene porque se ostenta un cargo que te lo voy a volver a repetir para que te des cuenta de que tengo un cargo y con ese cargo dime qué te hace falta, me tomo un café y te escucho, te aplaudo y te envío a los mossos para que no pases de ahí, de ahí no te muevas, de ahí te he dicho que no te muevas, no pases de ahí, no me toques, no me toques, le he dicho que no me toque, no te muevas, venga, vamos a calmarnos y no vamos a montar más follón o lo vamos a tener que hacer de otra manera, y ahora un aplauso y estamos con vuestra lucha y tal. La memoria es frágil. Y me gustaría saber en qué momento, bueno, me imagino cual es el momento, en el que nosotros hemos pasado a ser el gobierno más progresista de la historia utilizado como un insulto y te has buscado otros aliados porque aquí no venimos a otra cosa que a cagarnos unos en los otros y poca cosa más. Qué pena de política local. Qué pena de oposición. Qué lástima de situación de emergencia habitacional resuelta con tan pocos escrúpulos. Qué absoluta falta de escrúpulos. Y a todo esto, mientras unos y otros juegan a ponerse una camiseta ajena, el pleno estalla en aplausos cuando el lobo con piel de cordero hace una broma sobre los micrófonos, porque estamos deseando, en realidad, llevarnos todos bien y estar encantados de habernos conocido y lo que nos da rabia es no poder ser más amigos. Todo el pleno aplaudiendo la broma de los micrófonos. Siempre da con la tecla para hacernos reír, para rebajar la tensión, para desviar el tiro. Él no es como el otro, es evidente. Claro, es que el otro. El verbo pulular. Aísla el verbo pulular. Pulular. En tu cabeza, tú solo, di pulular. Dilo otra vez. Repítelo insistentemente. Pulular. Deja la palabra suelta, flotando en tu cabeza. Recuerda aquellas intervenciones en espiral de Diego Arroyo y deja tu mente en blanco. Introduce únicamente el concepto. Pulular. La palabra misma, sin significado. Solo signos. Pulular. Las dos u. Las dos l. Utilizar el verbo pulular no es inocente. Una persona está. Una persona pulula. Casi no es una persona. Y nos va diseminando en cada pleno conceptos, ideas, expresiones, que no nos esforzamos en rebatir, pero que merecen una respuesta contundente. Lejos de mí la intención de decir 'pues si estuviera yo', porque nunca se sabe. Da igual. Él, ellos, continúan. Pululan. Está sonando en el piso de al lado Felicità, de Romina y Al Bano. Creo que lo dejo aquí, en seco. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario