viernes, 19 de noviembre de 2021

A por la Tercera. Assemblea de Catalunya en Comú.


Esta tercera asamblea de Catalunya en Comú llega en un momento trascendental para la reconfiguración, la eterna reconfiguración, del espacio de la izquierda. Y llega en un momento trascendental porque, pese a todo, Catalunya en Comú se sitúa como el elemento sobre el que puede pivotar una manera de entender la izquierda diferente, de la mano de la figura de una Yolanda Díaz que parece empeñada en romper las costuras de los espacios y los partidos y las cosas irreconciliables. Lo que es irreconciliable es convertir la izquierda a la izquierda del PSOE en un espacio resistencialista, un espacio enfadado con el mundo, bronquista, que le hable a la gente en un idioma que ya no entiende y que si lo entiende, no le interesa. Esta asamblea de Catalunya en Comú debería servir para hacer eso. Para consolidar el espacio como una izquierda que sirve para dirigirse a la gente común, cosa que no es tan fácil. Esta asamblea también debería servir para, de una vez, construir una organización. Al menos en la cabeza de quienes somos Comuns, eso ya pasa, pero no es tan común como parece. Y así todavía tenemos a quien quiere construir pensando en las proporciones, las realidades democráticas, lo que realmente se es y no lo que se querría ser. Pues ya está bien. Esta organización debería ser una organización y debería tenerse en cuenta su ideario y sus planteamientos políticos si se quiere participar en ella. Es decir, si eres Comú, es porque lo que pone en el ideario, lo compartes. Parece sencillo. Como también parece sencillo querer compartir este espacio con compañeros y compañeras. Estar obligados a compartir espacio con personas que no comparten ni el ideario, ni la manera de funcionar, ni siquiera el concepto de compañeros y compañeras, no parece la mejor forma de avanzar en ningún sentido. Quizás esa apuesta clara por lo que deberíamos ser y somos y no tanto por lo que podemos perder si clarificamos las cosas... aunque yo mismo hace años pensaba que lo mejor era ser difuso, no ser claro, ser vago para poder ser inclusivo, llega un momento en el que si hay gente que quiere remar en otra dirección, cuál es el motivo por el que debemos estar en el mismo barco. Así esta Asamblea de Catalunya en Comú puede ser un momento casi tan fundacional como todo el proceso fundacional al que nos hemos estado dedicando todos estos años. Una organización en constante proceso de fundación, de cristalización, de delimitación, y al mismo tiempo, con la mirada puesta en algo que a día de hoy no parece que vaya a ocurrir así como de momento, como es la integración con los compañeros y compañeras de Podem Catalunya. Y porqué no vamos a hablar del momento 'verde'. Porque será un momento interesante. La petición de entrada en el grupo de los verdes europeos es algo que parece que puede ser definitorio del camino que tomen los Comuns, que tomemos como Comuns. Ser de los verdes o al menos pedir entrar en los verdes parecería que restringue nuestra pertenencia a otros grupos, como el de la izquierda, pero no debería ser así. Está claro que lo de los verdes es lo que ahora peta en muchos sitios, pero no peta en todos y no todo el mundo se define tan claramente como verde. Eso habrá que pulirlo. ¿Qué opino yo? Que la gente no está para rojos que vayan super de rojos porque hace ya muchos años que lo rojo clásico no funciona, pero lo de lo verde solo por serlo no significa demasiado y habrá que vestirlo de más cosas y más colores. De rojo también. Y ese parece ser el tema fundamental de la Asamblea, porque el resto de cosas bien pudieran asimilarse a una asamblea de los socialistas y sus cosas de todo está ya bien y para qué vamos a ir más allá si esto es fabuloso y son cuatro los que lo quieren romper. Otras cosas no merece ni siquiera la pena comentarlas. Y luego están los que pretenden hacer de Catalunya en Comú una cárcel turca, esa gente que pretende que la militancia o el activismo consista en leer unos estatutos como el que lee una torah y en querer hacer que convivan en un mismo espacio gentes que ya hace tiempo que no se pueden mirar a los ojos. Bueno, poder pueden, pero lo que ven... Y entonces qué quedará de la Asamblea que comienza mañana. Pues supongo que un nuevo día. Espero que un nuevo día y que demos un golpe de timón importante al calor de lo que estamos viviendo en los últimos tiempos, la esperanza de ser pieza capital del reordenamiento de una izquierda que está por el objetivo de siempre, pero de otra manera. Nosotros somos los de la Ada Colau. Nosotros somos los de la Yolanda Díaz. Yo creo que ya me quedaría satisfecho con eso. Y creo que ya es mucho. Y que lo tenga claro todo el mundo, de dentro y de fuera.   

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