lunes, 29 de noviembre de 2021

Es todo mucho


No tengo Disney+ y solo me guío por lo que he ido leyendo aquí y allí sobre el documental monumental y tal que ha dirigido Peter Jackson sobre las jornadas de grabación que se dieron allá por el año del señor de 1969 y que desembocaron en la grabación de un disco, la medio confección del siguiente y la posterior disolución de la banda de rock más importante de todos los tiempos, The Beatles. Hoy, que es el 20 aniversario de la muerte de George Harrison, puede ser un día como otro cualquiera para comentar un documental, una serie, lo que sea, que no he llegado a ver. La banda más importante de todos los tiempos, nuevamente en el candelero por un documental que recoge las grabaciones de una banda ensayando y relacionándose entre sí, algo que en teoría no debería interesar demasiado más allá de la música de la banda, pero que en nuestros días, en los que estamos expuestos todo el día en las redes sociales y tenemos ganas de saber qué hacen los demás y nos morimos por que los demás sepan qué hacemos, parece que es absolutamente necesario saber cómo eran los Beatles, qué decían, qué se decían, quién era quién, más allá de la imagen beatífica que tenemos de cada uno de ellos. Y de Yoko Ono. Yo ví, hace muchos años, junto con mi joven hermano, el Let it Be, el documental o película que recogía precisamente las mismas imágenes, o un extracto de esas imágenes, con el famoso concierto en el terrado de Abbey Road y las escenas de la grabación de un disco primero en un espacio diseñado para ser filmada toda la grabación y en el propio Abbey Road. Lo que ahora se ve en Disney es el conjunto de todo lo que se grabó y se grabó muchísimo y lo que salió en Let it Be solo es una pequeña parte. Aquel documental, aquella película, dejaba un regusto amargo, porque ya sabías que después de aquello no habría más Beatles y cuando sabes el final de algo pierde gracia. Lo que pasaba en aquella película te dejaba un mal sabor de boca, les veías trabajar, les veías componer, pero veías que el único que parecía tener ganas de algo era Paul McCartney y George Harrison ya parecía un poco de mala sombra y el Lennon pues a su rollo con Yoko y Ringo pues allí porque estaba allí y si no allí pues en otra parte. Y sin embargo de esas sesiones salen dos discamentales tremendos y si eso lo hacían con esas ganas... dicen que la nueva serie le quiere dar otro color a lo que fueron esas sesiones, que no fueron tan agrias, que no fueron tan sombrías, y se esmeran en trasladarnos cortes con ellos riendo y haciendo el memo todo el rato. Yo, la verdad, es que me muero de ganas de verlo. Y creo que con eso ya está casi todo dicho. No tanto por quitarme aquel mal sabor del Let It Be como simplemente por poder ver a los cuatro trabajando en algo durante rato largo. Si se puede, porqué no verlo. Aunque ya sepamos mucho y hayamos visto de todo y nos sepamos la vida de pe a pa de todos, pero... con the Beatles es todo mucho. 

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