miércoles, 22 de diciembre de 2021

Crónica del #plegramenet de diciembre. Niños, futuro.


¿Qué tiene que ver el Pleno de Santa Coloma de Gramenet con los niños? Nada. ¿Qué tiene que ver el futuro con el Pleno municipal de Santa Coloma de Gramenet? Nada. ¿Qué tiene que ver el futuro con Santa Coloma de Gramenet? Nada. Bueno. No sé. Era un recurso retórico. Un recurso retórico es aquel que se utiliza no porque venga a cuento para la historia o el texto que estés contando, sino porque te queda bien y punto. ¿Qué tiene que ver Santa Coloma con los niños? Pues nada tampoco. Y lo dices y piensas, claro que tiene que ver, pero queda bien decir que no. Decir las cosas solo porque queda bien decirlas, porque es bello el mensaje que se lanza, porque suena bien, porque es una figura que hace bonito, que enternece el oído, ablanda la mollera y reblandece el seso, pues a quién se le puede reprochar. Ya no se trata de utilizar las frases hechas que otros dijeron y repetirlas hasta la saciedad, por ejemplo, lo de las amplias alamedas que de tanto repetirlo se le quita trascendencia, solemnidad y el significado trágico del momento en el que se dijeron. De lo que hablo es de decir cosas porque están bien dichas más allá del contenido que tengan. Y eso es lo que hizo ERC el otro día en el pleno municipal. Y es que tuvimos el pleno de presupuestos y de todas las cosas me llamó la atención el discurso de ERC en nuestra ciudad por el cual daban su voto favorable a los presupuestos presentados por el PSC. Un bello discurso, acerca de la utilidad de la política, de ser conscientes, de todo eso que convierte a la política en hacer que las cosas pasen. Lo que ocurre es que no sabemos realmente qué es lo que pasará con el voto favorable y las cosas que pasarán con los presupuestos que ERC ha aprobado junto al PSC. Porque más allá de un par de compromisos puntuales de carácter muy puntual, lo demás parece más bien una declaración de intenciones sin más ataduras por parte del PSC que la buena voluntad. Pero estuvo muy bien y yo casi salí convencido de que la política debería ser eso, no ir a por los máximos, cosa con la que estoy completamente de acuerdo, pero al menos conseguir unos mínimos y aún estamos por descifrar qué es lo que realmente consiguió ERC votando que sí a estos presupuestos. Un discurso que me recordó a la actitud, modos y maneras, de una formación política de izquierdas que decidió en un momento dado apostar por la utilidad, por hacer ciudad, por construir, por estar al lado de y no de frente y que por un pelo no se va a la papelera de la historia o donde se diga. Y esa tentación es siempre tan tentadora que otros muchos se acercan al sol, a ese sol que te alumbra pero que te acaba quemando las alas. Otros lo hicieron antes. Dicho esto, el pleno. El pleno bien, hubo una concentración al comenzar el pleno de los okupantes de la calle Pedró porque había un punto relativo a la calle Pedró y a Can Pata. Yo, como muchos colomenses, salí un día buscando Can Pata y resulta que estaba ahí. Cerca. Y como muchos colomenses, conozco la ciudad que quiero más que a mi propia alma mía, pero siempre se te escapa un desto. El caso es que en estos dos espacios se van a hacer equipamientos, pero todavía estamos un poco esperando a que sepamos qué equipamientos van, pero con la voluntad del tal y con el quiero y con tu puedo vamos juntos compañero. Esas canciones que nos han acompañado toda la vida y que hoy nos llegan de nuevo a levantar el ánimo. Con tu quiero y con mi puedo vamos juntos compañero. Pero dónde vamos. Y lo que es más importante. 

¿Por qué me llamas compañero?

El caso es que este pleno municipal de Santa Coloma, que debía haber sido como más largo, fue especialmente corto. Por eso esta crónica del pleno acabará pronto también. No hay necesidad de hacer un alarde retórico para contar algo que está ya contado y descontado. Despedimos el año 2021 llenos de alegría y de buen humor, como no podía ser de otra manera. Despedimos el año 2021 con la confianza de esos niños que cantan al futuro con la mejor de sus sonrisas. Estamos convencidos de que el año que viene será infinitamente mejor. Porque evaluemos las posibilidades. Las buenas las tenemos a este lado y a las malas ya las tenemos vistas. Ganamos nosotros. Seguro. El pleno municipal del mes de diciembre de 2021 será recordado como el que quizás marca el inicio de una nueva era. Un cambio de guardia en la política municipal que durante un año y pocos meses vivirá una ilusión, cuando algo viejo comienza a morir y cuando algo nuevo comienza a nacer. Y en ese periodo de tiempo nacen los monstruos. Sé que no es así lo que dice la tal, pero no soy Gramsci ni tengo ganas tampoco de ser un referente encarcelado. Es una sensación, un feeling. Que seguro que habrá alguien que piense, que te crees tú eso, estáis más muertos que la polka, pero si te fijas, de la polka misma, nacen tantas cosas, el batería de los Flaming Lips, por ejemplo, Steve Drozd o Drodz había tocado polka y fíjate luego qué pedazo de músico. En fin, que lo dejo ya. Que no nos tomemos a mal nada. Que Ciutadans no se tome a mal lo de la moción por lo de la Escola Catalana, si hasta Dimas Gragera hizo una intervención en catalán. Si es que al final todo se convierte en tal nube de algodón y el entorno navideño nos obliga a ser tan positivos que incluso Ciudadanos, otra vez, se flipó porque no hay otra manera de decirlo, se flipó de tal manera que pidieron el Primavera Sound en Can Zam. No contentos. 

Aquí nadie está contento nunca. Ni los niños ni el futuro. Los niños sin futuro. Están pasando tantas cosas este año que el futuro debe ser la cosa tranquila esa que llevamos anhelando desde hace tanto tiempo. El año que viene será mejor únicamente porque pasarán menos cosas. Seguro. Es un reto. Que no pase nada. Y eso. 

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