jueves, 2 de diciembre de 2021

The Good Fight - Michelle y Robert King


Contra Trump creamos mejor. Esta serie, una muy buena serie, recoge el testigo de The Good Wife, es una secuela, un spinoff. Pero no he visto The Good Wife así que no puedo opinar. Quien la ha visto dice que es muy buena. El tema está en que yo solo he visto esta serie y esta serie está muy bien. Aunque ha sido difícil mantener el tono durante toda la serie y ha habido algún que otro altibajo... hasta la última temporada. 

La serie tiene como protagonista a una abogada que tras haber tenido que salir de su bufete recala en un prestigioso bufete de abogados afroamericano. El hecho de ser ella blanca, por muy demócrata que sea, será el leit motiv sobre el que gire la serie ya que de hecho, durante buena parte de la serie de lo que va todo es de la alianza entre ella y el resto de abogados del bufete para intentar paliar los efectos del trumpismo en la sociedad americana. También hay contrapunto. El compañero sentimental de la abogada protagonista, que no hemos dicho cómo se llama, Diane Lockhart, es de Trump. Y uno de los abogados es también trumpista. Junto a ellos, la serie comienza también con una joven abogada que hará de becaria y una investigadora o ayudante o no sé cómo llamarla que también destaca muy pronto como uno de los personajes de la serie. Las tramas, los casos que se defienden, se enmarcan en unos Estados Unidos en plena vorágine trumpista donde se utiliza la justicia para ir atornillando un sistema que atacará los derechos de... en fin. Ya saben.

Qué pasa. Que la serie está muy bien, ves quién es el rival, sabes identificar los buenos y los malos, hasta que en la última temporada... ganan los demócratas y entonces la trama se convierte en algo deslabazado, un disparate. Aunque la idea esté muy bien, la de que la justicia y la legitimidad entran en discusión, primero bajo un prisma de poder ciudadano y luego caminando hacia otra cosa, parece que la serie ha perdido el hilo y ya los protagonistas no parecen sino parte de un decorado muy desdibujado. Principalmente la protagonista, Dianel Lockhart, que progresivamente va perdiendo la sintonía con los demás miembros del bufete. 

Una serie que nos ha llevado mucho tiempo acabar. Que cogimos como de puntillas y que nos enganchó de gran manera. Y que con la última temporada hemos sufrido bastante. La salida de algunos personajes importantes además le ha ido restando fuerza hasta llegar a un final donde ya no sabía uno realmente qué serie estaba viendo. Una cosa hecha pues. 

Ahora a esperar a ver si hay algún spinoff sobre el personaje de Marissa Gold, pero visto lo visto, el disparate no da más de sí. Eso, que parece mentira, pero mientras tenemos algo que contar para denunciar a alguien, parecemos más listos, más despiertos. Y cuando ya parece que el trabajo está hecho, no sabemos qué decir. 

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