martes, 28 de octubre de 2025
Crónica del #PleGramenet de octubre. El día que aplaudimos a Dimas Gragera.
Este es un día que parecía que no iba a llegar nunca. Un día que no se daría. Una situación, una ocasión, un momento que todos y todas dábamos ya por perdido. Olvidados los tiempos en los que Dimas era azote de las cosas de Dimas y convertido ahora en otro Dimas, un Dimas que donde dijo digo ahora dice Dimas y poco más, ayer Dimas, como en un chispazo que nos hace pensar que con este Dimas puede que se esté perdiendo otro Dimas y no sabemos si este Dimas de ayer, de ese momento, tendrá continuidad o si simplemente es un Dimas que se desperezó y asomó un algo que, vete tú a saber, puede que no volvamos a ver nunca. Pero ayer lo vimos. Ayer, todos aplaudimos a Dimas Gragera y pocos pensábamos que alguna vez nos íbamos a ver en la tesitura de aplaudir a Dimas Gragera. Porque ayer Dimas Gragera, sin recurrir a ironías, ni aspavientos, ni gesticulaciones, ni llamadas de atención, se llevó por delante otra intervención o propuesta o moción o nosequé mierdas dijo ayer el regidor viejo de Vox, sí, lo recuerdo, se rio de la representante de la Asociación por la Muerte Digna, que ya hay que tener un bagaje ético y moral escaso para llamar analfabeta a la representante de una asociación por la Muerte Digna, y como uno ya no sabe qué hacer para responder a semejante falta de escrúpulos, tuvo que ser nada menos que Dimas Gragera, nuestro Dimas Ciudadano de toda la vida, el Dimas, quien tuviera la paciencia de explicar de manera clara y sencilla algo que parece evidente, que el Derecho a una Muerte Digna, como muchos otros derechos, no le obliga a él, sino que permite a quien quiera acogerse a este derecho a hacer uso de él. Algo tan simple. Pero pese al aplauso, sabemos que al regidor viejo de Vox no le va a hacer mella. No sabemos si le hizo mella. Como no sabemos si le hizo mella al regidor joven de Vox que buena parte del pleno hiciera chufla continua sobre su figura y discurso y concurso y que ante su conato de exabrupto, se suavizara rápidamente cuando se le amenazó con la expulsión del pleno. Como no sabemos a qué vienen esas risas provocadoras hacia la bancada socialista. Lo sabemos. Provocar es lo único que les queda. Antes, minutos antes, media hora antes, la Santa Coloma movilizada se concentró en la plaça de la Vila para señalar la situación de las personas que viven en la calle. Una concentración con un valor simbólico alto. Porque ocupó el espacio que últimamente estaba copando y de manera cada vez más decadente, esa Acción Vecinal que actúa bajo el paraguas voxista. Qué clase de gente habrá en ese entorno, qué clase de cabezas se mueven por ahí, que cuando se inició el discurso clamando por instalaciones para las personas que viven en la calle, recursos en definitiva para gente que no tiene absolutamente nada, se escucharon silbidos por parte del reducto que fracasaba estrepitosamente por ser protagonistas de nada. Éxito de Ningú Sense llar y éxito por haber conseguido taponar la plaça como espacio de reivindicación de la extrema derecha que comienza a pinchar a la hora de movilizar en la calle. Y es que, salvo las excentricidades y patochadas del grupo de extrema derecha, el pleno poco más dio de sí. Un poco más a veces un tanto alarmante y un poco más que, no me van a sacar de ahí, delata que en este consistorio falta algo. Ya saben qué. A Santa Coloma, si me preguntas a mí, le falta algo. Eso. Pero vayamos a lo importante, para acabar, y es que aplaudimos a Dimas Gragera. Piénsenlo. Es que casi aplaudo también a Gemma Espanyol. Una tarde de locos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario