lunes, 10 de febrero de 2020

Parasite - Bong Joon-Ho

Que le iban a dar el Oscar a mejor película internacional parecía claro. Que le dieran el Oscar a mejor película y a mejor director, ni por asomo. Así que he esperado hasta este momento para hacer el alarde de oportunismo habitual y hablar de esta película coreana que lo peta y a base de bien.
La primera vez que intenté verla fui arrastrado por un ataque inopinado de sueño hacia un limbo que me dejó frito en el sofá y yo no me duermo o dormía tan fácilmente si estaba viendo algo, pero los años no pasan en balde. Como quiera que mi partenaire sí que terminó el visionado y la calificó como que estaba bien, me decidí a verla yo también en serio. Y merece la pena aunque la haya tenido que ver en el sofá de casa, en la habitación de un hospital y de nuevo en casa en tres partes porque hay que sacar tiempo de debajo de las piedras.
Todos los prejuicios que tengan por las películas coreanas, destiérrenlos. Si es que hay prejuicios por el cine de este país. Si vieron Old Boy, no sé a qué vienen las prevenciones. Si es que vieron In the mood for love*, entonces les puedo llegar a entender. Pero ya.
Una película que habla de la supervivencia. Cuando ya no hay esperanza en el cambio, entonces hay que actuar por otras vías. El sabotaje y la ratonería. Hoy mismo, me ha sorprendido una entrevista con un señor que se presenta como sociólogo marxista que anuncia lo siguiente: el capitalismo solo terminará con una revolución de masas. Si tenemos que estar esperando a ese momento, lo llevamos clarinete. Así que en la película lo que se propone es actuar desde la precariedad aprovechando las rendijas que dejan los confiados burgueses y hacer lo que se pueda.
Puede que esto les parezca a muchos poco menos que apología de lo delincuencial pero hasta que no vean la película, mejor no hacer valoraciones por hacerlas.
De qué va la película. Una familia que vive como puede encuentra en una sobrevenida oportunidad laboral un poco fulaña por parte del hijo la oportunidad para salir de ese sótano donde corres riesgo de ser fumigado, meado o ahogado. Y a partir de ahí, a jugar. Y ahí juega todo el mundo.
Posiblemente haya películas con mayor presupuesto, espectacularidad en las imágenes, actores e interpretaciones carismáticas y retratos de un tiempo y un lugar más vistosos, pero de lo que se habla en esta película, Parasites (que en coreano es Gisaenchung), es de la supervivencia cuando todo ha ido mal. Y de que no hay plan.
Detalle este último que me llega a la patata totalmente porque cuadra con la filosofía de Hannibal del Equipo A, el plan es que no hay plan y con contradecir esa idea de que si lo piensas pasa y todo ese rollo cuántico de los mengues que no y que no. Y para preguntarnos quién es el parásito aquí.
Gran película y mejor persona.

*Fe de erratas. Cateto a babor. Me comunican que In the mood for love no es coreana sino Taiwanesa. Peor aún porque yo tengo el dvd en casa que me lo regalaron, oiga. fatal.

3 comentarios:

  1. Solo he leído la introducción porque no he visto esta peli todavía. ¡In the mood for love es de Hong Kong! ¡¡Y es una de mis películas favoritas!! ¿Se supone que es un ejemplo de película aburrida? ¡Jaja! Hay gente pa tó :P

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    1. cateto a babor. tengo el dvd en casa y todo. me lo regalaron. ahora viene la catetada de verdad: como me sonaba que el director tenía una k en el apellido no sé qué conexión mental me llevó a pensar que era coreano, sin hacerme más preguntas. Kar. y tengo un blog y escribo. disculpe.

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    2. Bueno, catetada tampoco, es verdad que los nombres coreanos suelen tener k, jaja.
      Kar Wai es el nombre, Wong es el apellido. En chino (y en coreano también) escriben primero el apellido y luego el nombre. Ahora ya no porque es muy famoso, pero antes pasaba mucho que en los periódicos españoles llamaran al presidente chino por su nombre de pila, jajaja.

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