martes, 16 de abril de 2019

Crónica de la campaña electoral. Debate televisivo.

Ayer hubo un debate con los candidatos para las elecciones generales en Catalunya. Ayer hubo un debate con algunos que van de candidatos en las listas. No vinieron los cabezas de lista de PSC, Ciudadanos, PP y Esquerra Republicana de tal. Porqué. Porque no les interesa a nadie un pimiento nada. No interesa esta primera semana de campaña, no interesa un debate en la primera cadena o en la televisión pública porque el público que va a ver ese debate ya se ha considerado que no es útil o porque directamente estamos en Semana Santa y se piensa que la campaña comienza de verdad la semana que viene y no merece la pena ir.
Quién va a este debate. Nosotros, el bueno de Jaume Asens que no tiene suficiente dándose la paliza de campaña para ir a un debate a escuchar al PSC y a ERC competir en a ver quién gana el concurso de imitadores de propuestas de Comuns pero sin Comuns. Un debate en el que paradójicamente nadie, absolutamente nadie ha tenido ni tiene responsabilidades de gobierno. Un capítulo aparte para el representante de ERC, que parecía haber salido de un Ateneu Libertario en el que se debatieran y propusieran las acciones más revolucionarias, como si ellos no fueran parte del gobierno de la Generalitat y no llevasen a cabo, sin rechistar, el vaciamiento del Estado del Bienestar en Catalunya. Pues no. Parecía que eso no estaba pasando, que eso no sucedió jamás. Que ERC no ha gobernado nunca. Que jamás estuvieron allí. Y están. Con coleta, con camisa y bambicas munich. Están.
La representante del PSC es tan PSC que no se podía ser más PSC. Ese tono, ese 'nosotros llevamos gobernando tanto tiempo y ya lo estamos haciendo' esa suficiencia, ese tratar a los demás como lerdos, ese pensar que estamos todavía en los años ochenta y noventa cuando a nivel municipal lo dominaban todo y tenían el colchón del EStado y esa especie de convencimiento de que todo eso va a volver, de que está volviendo, de que vuelven a tener la sartén por el mango proponiendo absolutamente nada. Un nada con palabras como las nuestras, pero también con ese 'lo haremos porque somos...' qué son. Son nada.
Sobre el representante de Ciutadans, poco que decir. Porque iba tan sobrado, tan suelto, tan así, que parecía que el que más molesto estaba por haber tenido que ir al debate era él. Ese tonillo de listo, muy listo, sobradísimo, que no sabe qué hace allí y no está en un avión camino de Frankfurt para cerrar unas cosas. Tan sobrado que era imposible escucharle, solo pensabas, qué sobrado va este pavo ¿no? Y sí. Sobrado.
Laura Borrás, de Junts Pel Cat. El cuello para arriba que es ya una manera de ir por la vida y la mariposa amarilla. El cuello así para arriba es como una cosa que te dice 'voy muy arriba'. Y lo va. Ha cambiado el peinado un poco. Citó o nombró a Neus Català, que ahora es de todos. Pero era nuestra. Y si Nuet se ha ido, pues con su pan se lo coman, pero que yo sepa Neus Català, no. No y no. Pero como ahora en este país todos somos revolucionarios en la Spartakusbund, pues nos tenemos que callar.
Y Asens.
Asens intentando colar el mensaje y meter cuña. Asens intentando comenzar un argumento y acabarlo. Y el tiempo va pasando y se acaba el debate y solo sabes que los demás no han dicho nada. Y que el tuyo debería habérselos comido con patatas.
Y la impresión de que estamos viviendo un algo que no sé definir. Un algo como que hay una gente muy recalentada, recalentada y quemada y luego un grueso de gente que ya ha decidido no pensar más. Y nosotros queremos que la gente piense y reflexione. Y parece que no es  ese el rollo.
Seguimos para bingo. Quedan menos de dos semanas.

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