martes, 31 de mayo de 2022

Crónica del #PleGramenet de Mayo. Detente.

Caballo blanco fogoso entonces y hoy perdido. Perdido entre la gente, resollando y resoplando, erguiéndote enhiesto y nadie te vio. Caballo blanco perdido entre la gente, caballo blanco que correteas impetuoso por campiñas inventadas, que te crees el objeto de deseo de tantos y al que ya nadie importa, caballo blanco que entraste por la puerta y que saliste por la misma puerta y caballo blanco con la luna al fondo y la luna a tus espaldas y caballo blanco caballo blanco que relinchas ante la gente que está a otra cosa y que piensa que tu tiempo se fue si es que alguna vez supieron quién eras caballo blanco que majestuoso te erguías sobre los demás caballos blancos pero tú más caballo blanco que ninguno de ellos y qué envidia dabas con aquel porte y aquel genio y aquella planta de caballo blanco que ahora sigues teniendo porque eso no se va porque caballo blanco siempre serás caballo blanco pero hay algo que ya no tienes y ese algo te ha vuelto invisible, te ha vuelto intocable, te ha vuelto intrascendente, caballo blanco qué pena, tanto esfuerzo en ser caballo blanco relinchando, levantándote con las patas traseras, atrayendo las miradas que ya no van hacia ti sino que se pierden ensoñadoras hacia otros lugares, quizás hacia la vida misma, esa vida que ya no vives, que ya no es una vida, porque caballo blanco, esa vida que ofrecías caballo blanco, esa vida es tan dolorosa, caballo blanco, es tan torturada, caballo blanco, caballo blanco te fuiste caballo blanco y volverás caballo blanco porque tu tiempo sigue y continúa en tu cabeza caballo blanco. 
Y digo yo que en algún momento nos hemos perdido a la hora de hacer política o qué pasa. Nos hemos perdido. Ayer tuvo lugar un interesante debate político, de alto calado, como pocas veces se ha visto en, bueno, que se ha visto en otras ocasiones, pero lo de ayer fue muy interesante. Ayer el equipo de gobierno socialista decidió, no ayer, pero es que fue ayer cuando se votó, decidió digo resolver el tema de las trabajadoras del SAD por la vía directa, una vía que satisface a bote pronto las aspiraciones de quien necesita una subida de sueldo que ayude a paliar las condiciones pésimas salariales en las que se mueven, unas condiciones que son indignas, precarias, a todas luces mejorables, pero que deberían ser solucionadas dentro de una gestión pública. Apelar a la gestión privada como medio más rápido para que esas trabajadoras puedan cobrar ese aumento de sueldo es pan para hoy y hambre para mañana. De todos es sabido que las empresas del sector son precisamente auténticas pirañas de los derechos laborales, pero parece que eso al equipo de gobierno le da igual. O no le da igual. Básicamente lo que quiere es dejar de tener el follón de las trabajadoras quejándose en la puerta y ofrecer, ellos sí, una solución fácil a un problema que es complejo y donde, oh cielos, ellos tienen la competencia en el ministerio de Hacienda socialista para poder hacer el cambio que permitiría a las trabajadoras poder cobrar ese aumento de sueldo que por estar bajo gestiòn pública no pueden acceder. Las preguntas del portavoz socialista Esteve Serrano a las trabajadoras si querían ser municipalizadas son directamente una falta de respeto y jugar con la necesidad de las personas. Si les aseguras que vas a subir el sueldo, con esas condiciones, podrían haber dicho que sí a cualquier cosa que aquel que te asegura que te va a subir el sueldo les hubiera propuesto. Pero así es la política en esta ciudad. No valen los pactos, los acuerdos, o las gestiones compartidas porque a la primera ocasión, la solución fácil, la solución que evita el conflicto, la solución que supone la patada para delante, la fotografía y el titular, es la que va a primar y la que va a salir adelante. Una lástima. Las trabajadoras tienen todo el derecho de acogerse a la solución que más les convenga y a la que antes les solucione el problema que tienen, solo faltaría, pero nuestra opción es la de trabajar por que esa solución sea integral y defienda, de todas todas, los derechos de las trabajadoras. Todos los derechos. Y ahí no estamos todos, al parecer. 
Resto de temas. Plan de Civismo que seguramente ya todos conoceréis porque se ha hecho un proceso de participación, de escucha, en el cual... el cual qué. El cual pues que Santa Coloma es una ciudad en la que el tema de la convivencia, el civismo, entender qué es la ciudad y de quién es y qué es de todos, supone un desafío fascinante, importantísimo, tan importante como darle sentido completo a una ciudad como esta donde la diversidad y el sentimiento de pertenencia quizás debería impulsarnos a... pero para qué, si se puede resolver así y así y lanzar un plan de Civismo y a otra cosa mariposa. El ejemplo de las infaustas cacas rosas como foto de portada para recordar ese plan de civismo en el que se trabajaba, ya dice mucho. Las cacas rosas. Qué ciudad esta tan grande y con tantas cosas y con tanta gente y qué poquito nos gusta hacer de esta ciudad esa ciudad. Una ciudad que podría ser como una dinamo que diera luz a buena parte del territorio. Y no. 
Resto de temas. Caballo blanco que lanzas el resuello sin entender nada de lo que pasa a tu alrededor, dónde está tu tiempo, dónde está el motivo, qué es lo que viniste a hacer, quién, cómo, caballo blanco, tus resoplidos no se escuchan, no los atienden, nadie te lanza un poquito de hierba que mascar para sentirte saciado, ni una mano joven y grácil que te acaricie el lomo para que te sientas querido, necesitado, amado, importante, caballo blanco importante, blanco generoso, blanco terrible caballo. 
Resto de temas. Una moción de la PAhv de Santa Coloma que presentamos y con un texto demoledor expone que lo que hay no basta. Y las intervenciones desde el público oscilan entre lo formal o la versión desatada de Juan Pastor. Y podemos decir que arrugamos el morro y que ya está bien de montar esos números en los plenos y que ya está bien, que ya está bien, o podemos incluso reírnos como si fuéramos hooligans de instituto de los exabruptos o de las salidas de tono de quién lleva repitiendo ese discurso años y años y al que la impotencia le hace salirse de madre mientras tú, sin haber movido ni una pestaña en décadas, ahora lanzas guiños, risas, megustas, complicidades interesadas cuando tus mossos son los que estaban el otro día en la puerta de aquella casa donde le quitaron a esa misma persona a la que miras con ese paternalismo de quien piensa y calcula en todas y cada una de las personas que hay en la sala de qué manera pueden contribuir a engordar esas cuentas que están en tu cabeza, porque todo va de eso. Y a nosotros no nos importa que nos digan que somos incoherentes, que somos poco formales, poco rigurosos, no lo somos, somos parte de esas personas que un día se pueden quedar en la puta calle y que no están para pensar si están a este lado o ese otro lado. Estamos siempre.
Tú ya no, caballo blanco. 

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