Dicen que lo importante es participar, el espíritu olímpico. Nosotros habíamos empezado esto diciendo que pese a todo, estábamos aquí. Estamos aquí, como la canción de Feria. Hace un tiempo, nosotros también, nos conjuramos para poner en marcha un proyecto que diese continuidad a una larga historia de izquierda transformadora y útil en Santa Coloma de Gramenet, pero sobre todo, poniendo en marcha un espacio en el que eliminásemos las desconfianzas, los conflictos, las toxicidades, las reuniones en la cumbre, las reuniones en tu casa, las cuotas, las reglas de medir logos, las ruinas, los ruidos, los golpes encima de la mesa y todo lo que nos sonara a otros tiempos. Queríamos aprovechar lo que somos, la gran familia de la izquierda colomense, para construir un espacio abierto, abierto a quien quisiera aportar, a quien conectase con políticas diferentes, con políticas útiles, con una manera de ver la ciudad que quisiera a la ciudad, que quisiera a su gente, pero no estuviera conforme con lo que había. Queríamos y nos conjuramos para ello y tenemos que decir, con mucho orgullo, que ese espacio está ahí, está creado y ahora nos queda un camino que no es duro ni es difícil, al contrario, es maravilloso. Ahora queda lo más bonito, que es ampliar ese espacio y volver. Volver a la institución municipal y también volver a la calle. La calle ha sido fundamental. Han habido otras cosas fundamentales, pero la calle y la ausencia de ella, ha sido fundamental. Porque no hemos llegado. Todo este caudal de buena onda, de buena gente, de esas sonrisas que tanto disgustan a quien nos quiere enfermos como ellos, de entusiasmo, de implicación, de alegría por hacer algo distinto y bueno, todo eso, no nos ha servido para al menos, mantener nuestra presencia en el consistorio. 1910 votos no nos sirven, pero nos dan la vida. Porque aquí se trataba de mantener con vida un espacio que había sido condenado a muerte. Y nos hemos dejado la piel para que esto siga vivo, sano y fresco. Y ahí está. 1910 colomenses han mantenido la confianza en nosotros y si siempre se hace este cartelito de agradecimiento como si fuera una rutina sin importancia, en esta ocasión, el cartelito es más sincero que nunca. Porque durante un año y medio hemos estado metidos en una vorágine de actividad como organización para demostrar que sí, que estamos aquí, y que tenemos algo que decir y aportar en la política colomense. No ha sido suficiente. Seguiremos haciéndolo y seguiremos aprendiendo a hacerlo mejor.
La ciudad ha votado y ha decidido otorgar de nuevo su confianza al PSC de Núria Parlon que, por muy pocos votos, repite sus 17 regidores, cosa que ya parecía increíble hace cuatro años y ha vuelto a repetir de manera muy meritoria. Porque enfrente se le había querido situar un candidato mediático, que podía apelar a un voto muy diverso, desde el socialista al nuestro, como Gabriel Rufián, además de su voto independentista o nacionalista y que se pretendía situar como la única alternativa al parlonato. Como se ha visto, al único voto que ha apelado realmente ha sido al nuestro gracias a una calculada asimilación del personaje al espacio de Podemos, con actuaciones a falta de una semana para empezar la campaña que ya tendremos tiempo de analizar. Los resultados de ERC nos dicen que ha sido esta la única localidad de nuestro entorno donde ha aumentado en votos. Ni Badalona, ni Sant Adrià, ni Hospitalet, ni Barcelona. Solo ha crecido aquí con un candidato que, para muchos de los nuestros era más de los nuestros que nosotros mismos. El hecho de ver a gente de otras candidaturas haciéndose fotos con el candidato de ERC a pocos días de las elecciones, decía mucho sobre a qué se estaba aspirando. Sin embargo, eso no ha sido suficiente ni siquiera para un resultado que hiciera arquear una ceja al PSC. Un PSC que ha basado su discurso en ofrecer una imagen de ciudad atractiva, bonita, joven y risueña. Moderna y amable, como su candidata, la campaña del PSC ha vuelto a conectar con la gente de Santa Coloma, con la conectada y con la que solo se conecta en política con estos comicios. Y que vuelve a demostrarnos, que esta ciudad hay que entenderla, quererla, tratarla bien, con respeto hacia su gente, porque todo lo demás no suma. Nosotros, desde la candidatura de En Comú Podem lo hemos intentado, hemos tenido un discurso y una campaña en el que, proponiendo políticas diferentes no entrásemos en conflicto con la 'colomensidad'. Porque nos lo creemos. Pero no hemos llegado al lugar que pretendíamos, que era el de obtener representación suficiente como para poder romper con una manera de gobernar que nos parece antigua. Y no hemos llegado.
Tampoco hemos llegado a detectar como se merecía la presencia de un voto de derecha en nuestra ciudad. Sabiendo que mucha de la gente de Ciudadanos no se considera de derechas, pero que el discurso al que se han agarrado en estas elecciones sí que lo es, podemos decir que hay 6 regidores en este consistorio de derechas y extrema derecha. El discurso contra la Ciba, el discurso contra la inmigración, cargar las tintas con el discurso de la seguridad, los ocupas, las ayudas a los extranjeros, el amplísimo consenso respecto a los temas de movilidad a favor de los coches y contra 'la Colau' como adalid de un sistema de vida que atenta contra la propiedad privada, el miedo a lo desconocido, y que las organizaciones de izquierda alternativa parece que tengamos todo el día a las clases populares en la boca pero las clases populares nos ven casi como una amenaza antes que como una solución. Seis regidores de derecha y extrema derecha. No ha sido solo aquí, ha pasado en todas partes. En Badalona Albiol ha sacado 18 regidores y muchos de sus votantes, muchos, no votarían al PP jamás en otras elecciones, pero aquí sí. No lo hemos sabido detectar, no lo hemos sabido contrarrestar, no sabemos dar con la tecla. Quizás la alcaldesa y su discurso por la seguridad ha conseguido que la cosa no vaya a más y quien vota socialista siga haciéndolo y no le pase como en Badalona. Pero ahora con Vox en el consistorio qué puede pasar. Hasta dónde se va a llegar. Somos una ciudad plural, diversa, lo decimos y lo repetimos, pero hay mucha gente en esta ciudad que no entiende esto, que no lo asume como una riqueza, que se siente amenazada, y lo tomamos como algo pintoresco, gente muy facha, pensamos, gente muy rara, muy estrafalaria, no es algo que haya que magnificar. Pero ahí lo tenemos. Y tendremos que ver, muy mucho, qué pasa con esa ciudad diversa, plural y mestiza que no está representada en las listas de los partidos. Y tendremos otro consistorio donde una buena parte de la población de Santa Coloma no verá caras que se parezcan a las suyas. Y es culpa también nuestra.
Toca ir acabando este texto dando una vez más las gracias a todo el mundo. Gracias también a quienes nos han forzado a un sobreesfuerzo, que nos han acicateado, que nos han impulsado, que nos han activado para demostrarles que somos y estamos y estamos bien, contentos, satisfechos, porque todo esto lo hemos hecho sin ellos. Gracias incluso al PACMA, que con sus 600 votos nos señala que hay colomenses que ponen en el centro algo que nosotros seguimos pensando como un ámbito secundario y que no lo es. Y puede resultar decisivo.
Ahora sí, gracias a todos los que han puesto su confianza en nosotros, a los de siempre y a los que por primera vez han puesto nuestra papeleta en la urna por los motivos más diversos. El dolor que ahora siento por no haberlo podido hacer mejor y llegar a más gente hay que transformarlo en fuerza positiva. Ya sabemos cómo hacerlo, llevamos tiempo con ello. No volveremos, seguimos estando aquí.
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