viernes, 31 de julio de 2020
La entrada 2002
La fuga
La fuga
En Santa Coloma,
verano significa huir. En Santa Coloma la gente huye o piensa en la fuga. Santa
Coloma, lugar de acogida, ciudad diversa y amalgama de formas de ver el mundo y
pensamiento diferente, que unifica su psique colectiva en cuanto comenzamos a
sudar. Un solo pensamiento para, ahora sí, un solo pueblo. Queremos irnos.
Hemos nacido para irnos, como decía la canción de Hawkwind de cuando todavía
tocaba Lemmy con ellos. Hemos nacido también para llegar, como tanta y tanta
gente que es colomense y que tiene la cabeza o el corazón en otra parte. Y que
no olvida que allí no vuelve ni loco. Pero aquí estamos hablando de huir,
escapar y planear el plan de fuga.
Santa Coloma en
verano es un hervidero de planes. Viajes modestos, aventuras exóticas, regreso
al pueblo, tengo unos días, nos vamos a ir. Nos falta espacio vital, decía otra
canción de los colomenses Pisando Fuerte y quizás por eso no pensamos en otra
cosa que en irnos. Las terrazas de los bares, las calles siempre llenas de
gente, colomenses aquí y allí con un solo pensamiento. Hay que irse. Pero cómo,
si este año no sabemos, no podemos, no nos vamos, a qué nos vamos, ¿nos
podremos ir? Santa Coloma y su gente este verano y sus planes de fuga
imaginarios. A dónde nos vamos, si nos vamos. A dónde iríamos si pudiéramos
irnos. Alguien manda una foto al móvil, está en otra parte. Y nosotros estamos
aquí, pensando en irnos.
¿Cuándo te vas?
He vuelto. Este año. Este año va a ser difícil. Este año no está la cosa. Este
año a ver qué va a pasar. Este año. Cuántas conversaciones van a comenzar este
año con ‘este año’. Este año la fuga va a ser imaginaria. Este año en Santa
Coloma no va a haber verano. Este año Santa Coloma se queda. No encontramos la
rendija. No podemos. No debemos. Pero he mirado y creo que nos vamos con unos
amigos. Por ahí. Al pueblo primero, claro. Luego al norte. Porque hemos nacido
para irnos. A Santa Coloma hemos ido lle
Artículo publicado en El Periódico de Catalunya el 30 de Julio de 2020
miércoles, 29 de julio de 2020
Crónica del #Plegramenet Extraordinario de Julio. Pacto de servicio.
El primer tema a tratar es el de un Pacto por la Reconstrucción social, económica y cultural de Santa Coloma que se firma un miércoles o un martes, que ya no recuerdo, y que pasa por el pleno un lunes para su discusión o aprobación definitiva y los tiempos, eso tan importante en política y en la vida, en Santa Coloma no se consideran de la misma manera. Los tiempos los marca quien los tiene que marcar y las cosas de hacen de la manera que se hacen y yo ahora puedo hacer aquí alardes y pirotecnia verbal y lo que tú quieras que haga que me miras con cara de 'no haces nada' y tienes razón. Tienes tanta razón que me gustaría dártela, pero ya he dicho en el párrafo anterior que no. Así que no. Un pacto por la reconstrucción que se basa en un trabajo previo de meses, meses haciendo propuestas y viendo que, de hecho, si están al frente del tema los mismos que llevamos criticando años que están afectados por el virus de la parálisis, pocas esperanzas podemos tener de que esto cambie. Es decir, que como decía mi padre, en mi huerto te criaste y los frutos nunca te vi. Pero hay que ser propositivos y positivos y nos lanzamos de cabeza a la piscina de la propuesta y del trabajo por el bien colectivo. Y nos encontramos que nuestro esfuerzo es más bien desatendido y no pasa nada porque nos conformamos con tan poco que todo nos parece una pequeña victoria. Hay a quien le parece incluso su victoria. Hay quien toma por victorias que los pájaros trinen o que el sol salga o que ocurran cosas que de tan sobadas ya no se sabe si son lo que son, pero las técnicas de venta te dicen que todo tiene que ser bueno y positivo y así es mejor.
Es mejor.
Ya hace tiempo que no recordaba esto. Es mejor. Siempre. Es mejor. Lo suyo, cómo lo hacen, cómo lo venden, cómo están, cómo han llegado, cómo lo maquetan, es mejor. El PSC decide que el pacto es como tiene que ser y salvo algunos goles realmente flagrantes se hace y se dice lo que el PSC permite. Y es como tiene que ser y si no te gusta en las próximas no te dejes cegar por el cielo. Y nosotros estamos ahí, conseguimos algunas cosas, tengo ganas cómo se va a acabar Can Zam sin acabarlo o cómo se va a acabar Can Zam sin que se note y de cómo se va a hacer una reforma en servicios sociales que requeriría unas ganas y una valentía que no se puede discutir, porque no se puede discutir que todo poco más o menos, ya se está haciendo. Las bromas que hago me hacen gracia cuando las cuento yo. Como lo de dar razón. No tengo demasiado criterio y tampoco una norma básica de comportamiento. Pero yo me entiendo.
Las intervenciones se reducen a las de los portavoces y las de algún especialista en los temas. El clima es el siguiente: el pacto vale, pero colarnos goles porque sí, tampoco.
Y el segundo punto del orden es un gol. Una modificación en los cargos directivos del Ajuntament que me van a permitir que no entren en el detalle, porque para el detalle ya están otros y yo no soy el indicado para ese menester. Una modificación que ya venía prefigurada en el Cartapacio municipal que ya se nos presentó hace justo un añito con esas calores. Y que ya venía a decir que esto era lo que había. Ya dijimos de qué iba la cosa y la seguimos diciendo.
Ya no le damos importancia a las cosas. Antes parece que esto hubiera tenido otro cariz. Por nuestra parte y por la de los demás. Supongo que con esto de la Covid nos hemos vuelto todos un poco no sé, como que lo situamos todo en otro nivel. Qué se yo. El caso es que lo que se aprobó es como raro. Como raro y como que reafirma lo que uno ya viene diciendo.
Yo ya lo dije. Qué viejo y qué casposo que estoy. Ya lo advertí, yo ya lo sabía, nadie me escucha, si me hubiéseis hecho caso. Dónde lleva la tilde hubiéseis.
Qué pena. No voy a comentar nada más. No voy a decir lo de los sueldos ni nada de eso además. No lo voy a decir porque bajo mi humilde opinió no es criticable. Que se suban los sueldos de estos responsables que se dice que van a subirse las retribuciones me parece normal.
Hacen su trabajo.
Y no hay mucho más que decir. Y si no lo hacen porque todavía no lo están haciendo, lo harán. Y lo harán bien. Y Santa Coloma será lo que es y seguirá siendo, porque aquí se hace el trabajo. Y dará igual si el cielo está diseñado bien o mal, al final la estructura es la que es. Y me resulta conmovedor, en directo me pareció otra cosa, el afán del portavoz de Esquerra de ser el látigo de los socialistas. Ha hecho usted una intervención muy bonita. Está aprobado.
Antes, hace tiempo, también entraban a dar la patada en la puerta, a limpiar la institución, a levantar alfombras. Antes. Pero estos lo maquetan mejor.
El PSC así las cosas supera otro pleno que parece ser la única esfera de cierta discordia que hay en la ciudad. El Pleno, alguna discusión, palabras que se malinterpretan, ánimos que se encienden, y poco más.
Pactar pegados. Acabo de recordar cómo quería titular la crónica. Ahora ya da igual. Pacto de servicio, pactar pegados no es pactar. Pactar pegados y eso.
Que venga otro más joven y lo haga mejor.
viernes, 24 de julio de 2020
Literatura fantástica
'Pues yo llegué a Gomaschino justo cuando ya había dejado de helar y la primavera empezaba a asomarse y nunca escuché hablar de todas esas cosas que me cuentas, amigo Hublev. Yo os escucho y os comprendo y me sabe muy mal tener que ser siempre la persona que os diga según qué cosas, pero es evidente que dedicáis mucho tiempo a adornar historias que son sencillas con argumentos que son inventados. Hublev, amigo, dices que en casa de la señora Nadiezhda Filipovna había al menos seis sirvientes y que cada uno de ellos se encargaba de uno de los perros de la casa. En casa de la señora Nadiezhda Filipovna no había ningún perro por la sencilla razón de que yo estuve a punto de matar a la señora Nadiezhda Filipovna por accidente en su casa y nunca vinieron a atacarme seis perros, ni tres ni ninguno. Y tú también, querido Marinov, has querido referir que al final de la calle del Zar Alejandro se encontraba una taberna donde os reuníais los solteros del pueblo e imaginabais historias de amor que jamás ocurrieron ni ocurrirán. Y yo os digo que eso no es así, porque en la taberna trabajaba la bella Sonja Tereschnina y ésta tenía dos hermanas también muy hermosas, la más mayor Natalia y la pequeña Olga y el padre de todas ellas siempre estaba sentado en la barra del bar vigilándolas y allí no iban solteros de ningún tipo sino respetables ancianos que no podían enfrentarse al señor Tereschnin de nombre Pavel y que había sido soldado y todo el mundo decía y sabía que manejaba el sable con tal destreza que cualquiera que se acercase a sus hijas podría salir sin ojos de la taberna. Yo entiendo que Gomaschino no sea precisamente el lugar más divertido del mundo, pero no merece la pena inventar nada. Ahora, cuando vuelve otra vez el frío, me gusta largarme de aquí y buscar fortuna en tierras más cálidas. Me gusta la isla de Mallorca, en el mediterráneo. Un lugar tranquilo donde ya he estado alguna vez y allí conocí hace dos años a una chica de cabello negro y piel blanquísima que se llamaba Margalida y que dice que me espera este año y que si de verdad voy se vendrá conmigo y vivirá aquí en Gomaschino, cuando vuelva a venir el deshielo. Y os podéis reír si queréis'.
jueves, 23 de julio de 2020
Yo tenía un llavero del PSUC
El aniversario del PSUC. Como bien dice el taoismo, cuanto más aprendes, cuanto más ves, menos sabes. Saber mucho, interesarte por las cosas, aprender las dinámicas, estudiar el porqué, en muchas ocasiones nos hace sentirnos mejor, más completos, pero también nos causa desazón. Saber mucho de política, estar metido en ella, pasar días, horas, semanas, hablando, conociendo, compartiendo, nos proporciona momentos de mucha alegría. Pero saber mucho provoca desazón y tristeza. O desapego.
La historia del PSUC es muy bonita, llena de personas sacrificadas y tenaces que luchan contra la adversidad. La historia del PSUC también tiene sus momentos de criba, de purga, de escisión, de debate interno que no conduce a nada, de pérdida de pie. La historia del PSUC tampoco se entiende sin sus enemigos. Que han sido muchos, numerosos, variados y que siguen teniendo a cualquiera que se reclame como su heredero como el adversario a aniquilar.
Existe un partido que se llamó PSUC y que, como todas las cosas que ya no son, son una y muchas en el recuerdo de la gente. Una y cada una distinta. Una y nunca la misma. Y lo que fue para ti no lo es para mí, porque por eso ya no está. Y eso se contagia y se sigue manteniendo en las formaciones que son como si, como si no hubiera sido, corazón mío no llores ni te sientas afligido. Es que estoy escuchando una canción de Morente y me he ido un poco. Suspiros de mi corazón salen de mi pecho ardiendo y se van a descansar donde los amores tengo. Yo sembré una esperanza y salió un cariño floreció, un desengaño y cogí uno y salió un olivo. Yo sembré una esperanza y salió un olivo.
¿No os pasa que estáis escribiendo de algo o pensando en algo y de repente las canciones parecen que hablan de las cosas? ¿Cómo si hubiera un algoritmo o algo?
En mi casa tengo un póster del PSUC. El de Tàpies. Precisamente. Me gusta casi más el de Brossa. Intelectuales. El partido de la intelectualidad creadora. Tete.
El PSUC en su fundación recogía el legado de diversos partidos. Dentro del PSUC había comunistas, claro, pero también militantes que no eran comunistas. Ser comunista ya hemos dicho alguna vez que es muy difícil
Hoy en día, prácticamente imposible. Desconfío de quien lo dice tantas veces. Los comunistas. Hoy. El PSUC debería haber seguido existiendo. Eso lo sabe hoy cualquiera. Las siglas, eso lo sabe cualquiera, la marca, eso lo sabe todo el mundo con un poco de entendimiento, esas siglas, podrían haber sido un salvavidas. Un seguro de vida. ERC. PSOE. Da igual lo que digas con esas siglas. Ya eres tú.
Qué somos ahora. Qué canción va a salir ahora. Pongo la que me da la gana y acabo antes.
¿Deberíamos refundar el PSUC? Ya hay gente, compañeros y compañeras, que militan en un PSUC. Un PSUC.
¿Qué espera la gente de nosotros y nosotras?
Desde que me dejaste, las azucenas han perdido su color.
miércoles, 22 de julio de 2020
Vista cansada
'Alderiga Ambouk se ha personado ante la comisaría de policía de Kleschmark para comunicar que su esposo, Vebo Farrah, se ha atrincherado en la habitación dormitorio que ambos comparten situada en la calle 21 de Julio de Kleschmark. Alderiga Ambouk ha relatado que su marido se despertó hace unos cuantos días, cinco concretamente, con cierta sensación de cansancio, agotamiento, pese a llevar ya varios años jubilado y no desempeñar ninguna tarea específica ni en su domicilio ni fuera. Alderiga Ambouk nos cuenta que su marido había desempeñado la muy noble tarea de quiosquero en esta nuestra localidad y que nunca había tenido más instrucción que las reglas básicas, leer y escribir. Sin embargo, Alderiga nos dice que atesoraba una gran cultura y que era capaz de hablar de los lugares más insospechados, incluso pueblos perdidos de las montañas, como si los hubiera frecuentado desde la niñez. Alderiga nos dice que su mayor afición era sentarse cada día en la silla del quiosco y orientarla hacia un punto cardenal, a veces movía la silla imperceptiblemente, otras daba algún giro, y se quedaba allí absorto durante horas ya que no había demasiado movimiento en el quiosco salvo las primeras horas de la mañana y por las tardes cuando los niños reclamaban chucherías. Alderiga nos dice que su marido, Vebo, hablaba solo, se reía, a veces lloraba, otras cantaba canciones en lenguas extrañas, sin levantarse del quiosco. Alderiga nos dice que, una vez, al cabo de los años de estar casado, su marido le confesó que podía verlo todo. Que si se sentaba en la silla del quiosco y estaba tranquilo, progresivamente su campo de visión se ensanchaba y el mundo, que parece finito a la visión por culpa de la línea del horizonte, se le presentaba sin fin y podía a la vez centrar la mirada en cualquier lugar que quisiera, fuera este elevado, llano, separado por murallas, incluso dentro de domicilios. Podía verlo.
Alderiga siempre pensó que, en sus ratos muertos, su esposo leía novelas de baratillo y que como Dn Quijote se había trastornado. Alderiga, que trabajaba de carnicera en el establecimiento municipal del mercado de Kleschmark, nos cuenta que una vez, al llegar a a casa, encontró a Vebo sentado en la habitación dormitorio que compartían y, al borde de la cama, recitar un canto en idioma indígena que no supo ella descifrar pero que no le pareció europeo, al menos que ella, con sus pocos conocimientos sobre el tema supiera. (Posteriormente hemos sabido que es una invocación aymara).
Alderiga y Vebo supieron así que desde casa también podía disfrutar de los beneficios de ese don de la vista.
Sin embargo, hace cinco días, Vebo la miró con otros ojos, justo después de comunicar que se encontraba cansado. Alderiga nos cuenta que Vebo siempre había sido una persona afectuosa y que la había tratado con amor, pese a no tener hijos, pero que no tenía detalles especiales con ella o jamás se había fijado en su aspecto ni para alabarlo ni para reprochar cualquier cosa.
- Estás guapa. - Dice Alderiga que le dijo Vebo aquella mañana justo después de comunicar su cansancio. Se detuvo un rato ante ella y la miró como nunca.
Acto seguido se encerró en su habitación y allí sigue desde entonces. Alderiga está preocupada.'
martes, 21 de julio de 2020
Kim - Rudyard Kipling
Este libro, Kim, escrito por el inglés Rudyard Kipling contiene en esta edición de Pinguin Clásicos un prólogo de Edward Said, crítico y teórico palestino-estadounidense que te chafa la guitarra y te condiciona la lectura y lo hace con razón. El libro de Kipling, el viaje de Kim y el lama por la India, nos dice Said, no es más que la legitimación de la presencia británica en la India, la justificación de porqué tienen que estar los británicos en la India y la India vista desde esa óptica. Con todos los prejuicios y todas las consideraciones de superioridad cultural que tiene un escritor como Kipling que siempre justificó el imperialismo británico como algo natural y bueno. Él mismo era hijo de ese sistema, ya que su padre era funcionario del sistema en la India y así se crió. Todo, pues, los personajes, su comportamiento, su pintoresquismo, lo bueno y lo malo que hacen, está puesto bajo el filtro de esa mirada imperialista de Kipling. Una vez sabido esto, el libro.
El libro es fascinante. Una cosa no quita la otra y el mismo Said lo dice. El libro es una obra maestra. Y sabiendo de dónde te viene la hostia, todo es de otra manera. Kim es un niño que vive en Lahore. Es hijo de un soldado irlandés que muere de su muerte y su borrachera y deja al crío a la buena de dios por esas calles donde el chaval se mueve como pez en el agua. Como si fuera de allí. Pero no es de allí. Ese es el concepto. Parece de allí, habla como los de allí, incluso puede hacerse pasar por alguien de allí, pero no lo es. Es un sahib. Es un blanco. Y quien lo sabe y cuando lo sepa él, le cambia la vida.
Así, parte con un lama, un monje tibetano de quien se convierte en sirviente, en un viaje hacia un lugar que el lama ha soñado. Pero Kim va con otro propósito ya que está participando, como un juego, en el Gran Juego. En la pugna que llevaron (y llevan) Rusia y Gran Bretaña por dominar Asia Central y la India.
El libro nos habla de ese viaje y de las misiones que tiene que llevar a cabo Kim. Y de la gente que se encuentran, de los personajes, las religiones, las creencias, y te atrapa.
Y no es fácil de leer. No es un libro sencillo, no es un libro para niños. Utiliza palabras y da por sentadas cosas que un lector que no quiera mirar la guía del final o incluso mirándola, pueden hacerle perder las ganas de seguir. Pero sigues. Y sigues caminando con el lama y con Kim y con el vendedor de caballos y con el babu y con Lurgan. Y no sé.
Y yo posiblemente nunca vaya a la India, pero... no sé. Quizás tendría que leerme algo de alguien que contara la India sin ese barniz imperialista. Lo tendría que hacer.
Pero el libro entretiene, te pica la curiosidad, te da ganas de saber más y ya por eso, merece la pena.
Lástima que ya no me vaya a influenciar en nada.
lunes, 20 de julio de 2020
Crónica de un concierto de Califato 3/4 o de otra cosa
Los Califato 3/4 son como un all star de componentes de proyectos sevillanos reunidos en uno solo. Escuchen por favor a los Sklt Slkt o The Gardener o las cosas que saca Breaking Bass. A pesar de que es el enésimo intento de reformular el bagaje de la música andaluza (flamenco y más) que se nos vende como la pera limonera, tienen rollo. Me explico. Cada cierto tiempo aparece una 'actualización' de la música andaluza. Desde los tiempos de Smash o Triana como poco. Flamenco mezclado con. Y no siempre lo que se vende es bueno o es un avance. Y se queda en 'comercializar' o hacer 'vendible' algo cayendo en todos los tópicos posibles.
Esto de los Califato a mí me gusta. Me gustan algunas canciones mucho. Algunas incluso me gustan muchísimo de ponerlas en esos cds que te haces para el verano. O más allá. Arpexín, L'ambocca, por ejemplo, me gustan pero mucho, La bulería del aire acondicionado comienza de una manera que me atonta ya para todo el día. Muchas canciones y muchas pruebas. La del Mono de atracciones. La de la sevillana de la Puetta de la Canne. Me encanta que recuperen a Carlos Cano en Clabo y Canela. Todas las tocaron. Y con todas se me iban las manos.
Quienes me conocen saben que no soy de palmas ni sevillanas. Porque los hijos de la diáspora jiennense no tenemos esa gracia, tendremos otras, pero esa no. Pero yo que sé. Igual es que llevo mucho tiempo sin bajar al pueblo, igual lo de mi padre hace que me acuerde más, yo que sé. Que me gustan y ya. Y si además son 'modernos' como yo y tienen su puntito de mensaje, redondo todo.
Cuando salieron las entradas a la venta me dispuse a comprarlas. No sé cómo miré, no quedaban. Cinco días antes del concierto me dispuse a mirar otra vez, había entradas. Compré tres. La Alba, el Pako y yo. Justo entonces empezaron a arreciar las noticias de que la cosa se ponía fea en L'Hospitalet y que no pintaba nada bien para Barcelona tampoco. Que sí, que no... el jueves o el viernes se decreta que se recomienda no salir de casa. Y los conciertos qué. Incluso envié un mail al Cruïlla. Preocupado.
Cómo vamos a ir de concierto si se nos dice que salir de casa es fatal. Cómo puede ser. Y si nos dicen que los conciertos, tal y como se plantean no son un problema, qué. Vamos, pero como con aprensión. Como si no tuviéramos que ir. Vamos en coche y dejamos el coche lejos y podríamos haber aparcado en la puerta. Caminata para ir. Calor de mil demonios. Vemos que hay gente como nosotros, aproximadamente con nuestro mismo aspecto. O más jóvenes. Que yo.
Entramos y hay que lavarse las manos y una chica que hace de acomodadora nos indica donde están nuestra mesa y nuestras sillas. Hay una mesa y dos sillas atadas con bridas. Y una suelta para mi hermano. Vemos el concierto los tres sentados. Aunque una de los tres finalmente se levante y baile porque es que ya no se puede aguantar.
El concierto comienza con las que son más electrónicas, las que no tienen cante, las que no requieren a la banda. Me gusta que empiecen con el mensaje del profeta Antonio Manuel y las canciones que siguen. Arpexin cae. Todas caen. Hasta el Camino de Armagh, y ya salen luego todos los componentes y una chica que les acompaña y que no sale en los vídeos, creo que en la de la sevillana sí, pero no en los otros. Y es bien que salga porque le da poso a todo. Canta y baila. Una de las gracias del grupo consiste en que uno de los cantantes, el Chaparro, va interpelando, comentando, etc., durante todo el concierto.
Todo suena de narices, el ambiente es genial, se está de muerte.
Y nada más sentarme, me parece estar sentado en La Sartén, en Vilches. Ya digo que la tengo llorona con el pueblo. Sentado en la explanada de la Sartén, sentado en una mesa, esperando a que venga alguien con la tapa y las cervezas, con la música de las atracciones detrás a todo meter, pero en vez de anocheciendo en la Sartén entramos ya cuando...
La gente baila y la verdad es que tiene uno ganas de bailar, de moverse, de hacer algo, pero al mismo tiempo mira a la gente que baila delante, al que se ha levantado a los dos segundos de comenzar el concierto... mal. Y no tiene que ser así. Hay unas chicas al lado que se han puesto a bailar como si lo hubieran estado esperando desde el 13 de marzo. Flamencas. Ya casi al final me levanto yo también, pero no salgo del perímetro de la mesa, como si me hubieran atado también con la brida.
Me ha encantado el concierto. Lo puedo decir. Me lo he pasado bien. Han tocado las canciones que me gustan y me pregunto que hubiera pasado si hubiéramos podido bailar y hacer el indio.
No sabemos si habrá más conciertos. La gente pregunta si sabemos algo. Si habrá conciertos la semana que viene, ésta. Al día siguiente sale la Colau en un concierto de Delafé,, también del Cruïlla. Mira que no venir a los Califato que le dan mil vueltas al flojo del Delafé.
Cuando volvemos a la gente que nos pregunta le decimos que hemos ido a un concierto con la boca chica, como si hubiéramos ido obligados. Cómo te lo vas a pasar bien.
Pero volvemos cantando Arpexín y L'amboccá a cada rato.
Porque la alegría no se para. Ole.
domingo, 19 de julio de 2020
Si te dicen que leí a Juan Marsé
Una Barcelona de clases. Todos recuerdan sus libros sobre la postguerra, las películas, las adaptaciones de Vicente Aranda. Yo, no por ser más rarito que nadie, me acuerdo de un libro con un título fascinante: 'La oscura historia de la prima Montse'. Una historia que tenía que ver con la de las Ultimas tardes con Teresa, pero como ya presagiaba el título, más oscura. Una historia que venía a contar lo mismo. Las clases. Los proletarios, los charnegos, los pijoaparte y su relación con la burguesía, con la gente bien, con la gente bien que quería hacerse la guay, que 'se mezclaba' con la gente del pueblo, de la calle, los obreros. Y la cosa salía mal. Mal porque dónde se ha visto. Mal porque no era normal.
Cuando leías a Juan Marsé, leías las historias de alguien que tenía su propia historia. Leías a alguien que sabía de lo que estaba hablando, que sabía lo que era inventar, lo que era fingir, lo que era escabullirse, sobrevivir, cambiar pero no renunciar. Leías las historias de quienes habían perdido, de quienes habían sido vencidos, de quienes ya no podían decidir ni decir ni ser. Pero que aún te la podían jugar, simplemente con el recuerdo, simplemente apareciendo como fantasmas llegados de otro tiempo para que tuvieran en cuenta que ellos deberían seguir teniendo miedo, porque nosotros ya no tenemos nada.
Malos que fueron buenos y que no quieren acordarse, gente que se hace la buena para jugártela porque llevan siendo puteados toda la vida y ahora no vamos a tener escrúpulos con los misioneros y las misioneras que vienen a salvarnos, gente que se fue y que ya no volvió o que sigue aquí y por eso hay que seguir teniendo miedo.
Juan Marsé es cultura catalana. Es esa cultura catalana que cuesta tanto asumir como catalana, como la catalana real, como la catalana de pie de obra, de pie de calle, una cultura catalana que cuesta digerir como propia porque sería como asumir que la cultura catalana no es lo que se nos dice y se nos vende. La cultura catalana es como Juan Marsé, como Vázquez Montalbán, como Mendoza, como el gran Casavella, y como todos los que no cito y que tienen otra forma de ver y de pensar, claro, pero no son menos catalanes que estos. En fin. (Yo confieso, que no he leído a Ruiz Zafón y quizás este sea el momento). Con Juan Marsé no ha habido apropiaciones, no había resquicios, no había dudas. Con Juan Marsé no colaba.
Se va Juan Marsé y con él una forma de contarnos. Una forma de vernos. Y de reivindicarnos. Como dice una compañera, uno de los nuestros, gente del barrio.
Si te dicen que leí a Juan Marsé, tienen razón. Y sería un orgullo que se me notase.
viernes, 17 de julio de 2020
Confinamiento #51!
Y como ocurriera hace unos meses, quienes entonces se mostraron tan decididos, tan sabios, tan resolutivos con la pólvora del rey, hoy resulta que van a tientas, que no toman las medidas que deberían haber tomado, que aquí nada es culpa de nadie, que estas cosas pasan porque el virus va muy deprisa o ya la sideral respuesta de Buch hoy, de nuestro gran conseller Buch que tanto denostaba al 'Estado Español', es que ojo: el virus va con las personas y aunque la Generalitat haga cosas, no vale de nada, porque las personas son las responsables. Ha sido tan así que no tengo palabras ni expresión. Entonces la Generalitat ¿qué? Tanto ruido con que las competencias, con que la recentralización (la recentralización, amigo, el 155 sanitario, fora l'exèrcit dels nostres carrers), todo aquello en realidad era humo. Y uno piensa que dónde están las ruedas de prensa del president Torra que no sale a decir algo ante lo que se viene. Con lo que decía.
Y no estamos confinados pero mejor quedarse en casa, así que a recuperar la sana afición por la lectura, a ver las series que tienes medio colgadas y a ver qué. Y las vacaciones qué.
Ahora no estamos con eso.
Cada mañana, o casi cada mañana, salgo a pasear hasta el primer puente de Montcada. Nunca me queda claro cuántos quilómetros son. Pero me viene bien. El otro día me fijé que, en el suelo, ya cerc del puente de Montcada, alguien había pintado algo. Creí que era una pintada tipo 'Te quiero', '3 metros sobre el suelo' o el nombre del amado o amada. No. Uno de esos días que uno recuerda las cosas, recordé pararme y vi que ponía eso. Tusmuerto. Y hoy ya me he decidido a hacer la foto.
¿Cómo escribes eso en mitad de un camino, de una vía, transitada por gente mayormente de orden que va allí a intentar frenar los estragos de la edad y el estilo de vida sedentario? ¿Por qué? ¿Qué te empuja a eso? ¿Qué ha pasado para que te dirijas a los muertos de alguien en mitad de un camino que la gente utiliza para ponerse un poco a tono?
Pues yo que sé. La juventud, las cosas, la vida.
Todo es tan inexplicable que damos por sentado que vamos a estar con estos vaivenes durante meses, que los estados de excepcionalidad van a ser habituales, que las medidas que se tomaron hace meses y que nos parecieron draconianas, hoy las echaremos de menos.
Si encontramos a alguien por la calle o camino de la segunda residencia, tampoco lo mandaremos para casa, ha dicho Buch. Qué anuncio es ese. Qué quieren decir. Que sí pero que no. Y los turistas no entran dentro de este sistema, los que ya estén aquí, a disponer.
La verdad es que encaramos el fin de semana de una forma cuando menos extraña, sin saber si podemos o no podemos, mucho más complicado aún. ¿Debemos?
La responsabilidad individual está muy bien, pero si directamente me dices las cosas, pues en estas circunstancias casi mejor. Lo que pasa es que no tienen la capacidad para.
Acabáramos.
Uno es que ya no sabe.
jueves, 16 de julio de 2020
Silla vacía
miércoles, 15 de julio de 2020
Crónica del #Plegramenet de Julio. El ciervo enfermo.
En Santa Coloma de Gramenet, por apuntar algún dato que quizás resulte interesante a alguien en algún sitio, el Partit Socialista de Catalunya tiene 17 regidores. Ganados a pulso a lo largo de los años, con arduo esfuerzo. Otro dato, nosotros, En Comú Podem, tenemos tres regidores. Nuestra aspiración es, sin duda, conseguir más representación para poder, al menos como primer paso, terminar con la mayoría absoluta del PSC y ver qué pasa. Un ver qué pasa que creemos firmemente que debe ir a favor de la ciudad. En definitiva, nosotros trabajamos por la ciudad, y no de ahora, desde siempre, desde los lejanos tiempos del PSUC o de otras fuerzas que ahora se reúnen en esta santa casa. Trabajamos y peleamos y nos peleamos contra el gigante que es el PSC con nuestras herramientas. Muy pocas veces lo hemos hecho en solitario. Recuerdo, cómo no, las épocas en las que nos repartíamos el espacio de la izquierda con Gent de Gramenet o SOM Gramenet. Las relaciones no eran sencillas, ni fáciles, y cada uno sabía cuál era su espacio. Pero siempre encontrábamos algún espacio de colaboración. Algún espacio de entendimiento. Quizás el hecho de compartir muchos más espacios que el meramente institucional nos hacía llegar a pequeños entendimientos, alguna que otra colaboración, mociones que podían llegar a trabajarse conjuntamente. El objetivo, cada uno por su lado era el mismo. Resistir y dar trabajo al PSC para quitarle la mayoría. ¿Qué nos ocurre ahora? La llegada de ERC al consistorio qué ha significado. Durante un año hemos presenciado una actividad más bien dedicada a la defensa de su gestión no aquí, sino en la Generalitat. Ellos gobiernan, aunque no lo quieran asumir, gobiernan y hacen cosas y gestionan. Junto con un partido de derechas que es quien realmente marca el ritmo. Y no les gusta que se lo recuerden. Más o menos ha ido así durante un año.
Pero el lunes, después de los telegrams y la alegría y los twitters celebrando en euskera y galego, llegó el momento de aplicar otra estrategia. Al ERC no le interesa el PSC. Le interesamos nosotros. Los Comunes. ERC se retira de la pelea y prefiere pelear con nosotros. Nosotros hemos tenido rivales muy poderosos y estamos acostumbrados a esto y a más. Y nos da un poco igual que haya nivel o buena redacción y mejor letra. Nosotros vamos de frente y la gente sabe quiénes somos. Y si nos va bien o nos va mal, pues será con nuestra idea. Nosotros queremos una Santa Coloma que no es como la que tenemos ahora y sabemos qué es lo que necesitamos. Necesitamos más gente. Y sabemos que solos no lo podemos hacer. Y a todas las organizaciones les gusta crecer y hacerse con más gente, y ocupar espacios y captar a personas de otras organizaciones. Eso es así y se ha hecho siempre. Y nosotros hemos sido, digamos, víctimas propiciatorias. Hemos sido el ciervo enfermo antes. Y aquí estamos. Y estamos viendo cosas. Cosas que me atrevería a calificar como repugnantes. Políticamente repugnantes. Cosas que no recuerdo haber visto antes de quien, solo en un sentido figurado, hemos considerado posibles aliados. De nada sirve darnos luego golpes en el pecho anunciando una amistad y una colaboración que durará for ever si se hacen jugadas como las del lunes.
El lunes comenzó a las seis pero comenzó antes. Antes de. No comenzó a las seis propiamente dicho el pleno sino que siempre comienza antes, con las negociaciones sobre las mociones, las enmiendas, etc. Y ya entonces lo vimos venir. Los resultados de Galicia y Euskadi. Verás qué risa. Y empieza el pleno. Y ya en el primer punto nosotros vamos con lo de siempre, con las deficiencias de un Ajuntament, mejor, de un Equipo de Gobierno socialista que sigue funcionando con el piloto automático, parcheando, a trancas y barrancas, con las mismas soluciones de siempre para asuntos que ya vienen de lejos y que no se arreglan pero que les sirven y les funcionan para seguir así por tiempo indefinido sin que uno sepa realmente cómo y porqué. Y se les insta a que resuelvan, a que lo miren, a que eleven un poco la mirada y... pero eso requeriría cambios estructurales y esos cambios estructurales, ay, no se van a dar. Cambios constantes en el personal, bajas, pleno tras pleno y las soluciones no llegan. Y en un tiempo en el que el Ajuntament debe funcionar como un reloj y como un reloj contento de funcionar además como un reloj, nos encontramos con un trasiego mensual de altas y de bajas. Y nosotros, en nuestro papel de oposición, le exigimos al gobierno local que... y entonces llega ERC y... y desde el primer minuto comienza con el mantra. 'Estais en el Gobierno del Estado, sois responsables'. ¿Perdón? Un mantra que comenzó a las seis y poco y llegó hasta cerca de las diez y media de la noche.
Cuatro horas y media escuchando a un partido que lleva gobernando en la Generalitat ya bastantes años, reprochar a un partido como el nuestro que 'somos cómplices, pieza necesaria, responsables...', de todo y más. Una actitud francamente inquietante. En principio y hasta ahí, hasta llegar al capítulo de mociones donde ya se disparó la cosa. Los diferentes puntos de los que constó el pleno estuvieron trufados de los consiguientes reproches a la administración central, culpable de todo y de más. Así, si se hablaba de Grameimpuls salta la sorpresa en las Gaunas y 'sois responsables de los ERTES, mientras que el Departament de Treball de la Generalitat lo hace estupendamente'. En serio, cuál es el plan. El plan parece sencillo. Darnos estopa, pasar ya de cabrear a los socialistas que ya sabes que te van a poner a caldo y no estamos acostumbrados y a ver qué dicen estos de los Comunes que no van a querer responder a 'sus aliados'. Pero todo tiene un límite.
Puntos interesantes del Pleno en cuanto a política colomense. Pedro Cano intervino en el punto del mercat de Singuerlin. No es baladí ese dato. Porque Pedro Cano es el regidor del ramo y tiene que hablar. Más sangrante es cuando hay regidores y regidoras que son competentes en sus respectivos lo que te dije y que no abren la boca en los plenos y son los pesos pesados los que dicen lo que se tiene que decir. Es bonito ser regidor o regidora, mucho más del equipo de gobierno porque 'puedes aplicar tu proyecto desde dentro'. Pero dentro de qué. Porque no se ve. Pedro Cano interviene en el pleno para contar que antes el Mercat, pero que ya no el Mercat y que algo hay que hacer. Y la solución pasa por dar más cancha al Consum. No parece que sea la idea más complicada, la más sencilla sí. ¿Pero es eso lo que se quiere para un mercado? ¿Más supermercado? En un momento en el que el concepto de proximidad parece ser lo que debería estar petándolo. Pues parece que no. Nos abstuvimos porque algo hay que hacer, pero no estamos muy de acuerdo con lo propuesto. Veremos cómo sale.
Puntos sobre modificaciones presupuestarias, puntos sobre las fiestas colomenses. Las fiestas colomenses que nosotros queremos que sean colomenses y que nunca son colomenses. Santako no es BCN. Pero sí. Lo es. Y se aprobó, como todos los años. Claro.
Por si el pleno fuera denso en ocasiones y como muestra de vuelta de tuerca, siendo el pleno telemático, por lo que no hacía excesiva falta alargarse ni explayarse sobre ningún particular porque uno en su casa diciendo nosequé no es lo mismo que delante del interpelado, ni es necesario leer lo que ya los que estamos... nos sabemos. Y lo leemos y nos quedamos a gusto y no es necesario. Todos. Pero hay momentos, algunos momentos, en los que la planicie metalizada vuelve a acosarme. Hay momentos del pleno en los que mi mente se convierte en el interior de una lata, en el interior de un camión refrigerado, en el interior de una sala congeladora de carne, en que mi mente se convierte en algo metálico y que no avanza. Se enfría, se congela, se paraliza, se ralentiza, no sale de ahí. Y siempre ocurre en el mismo momento. En ese momento.
¿Hablamos ya de las mociones? ¿Merece la pena después de todo lo dicho hablar de las mociones? Pues claro.
Si se presenta una moción sobre el estado de las residencias y un modelo público de residencias y demás, es que vas buscando pelea. Y la presentamos. Y los socialistas se unen. Y es que estáis buscando pelea. Y no es buscando culpables como se soluciona la cosa. Pero cada uno tiene que asumir sus responsabilidades. Y no es buscando culpables como se soluciona el tema. Es que cada uno tiene que asumir sus responsabilidades. Y esas responsabilidades, no se lo van a creer, son de Madrid. Como siempre, al final la responsabilidad es de otro. Siempre. Nosotros podemos asumir que hay momentos cagada importantes. Pero intentar siempre esparcir hacia otro lado lo que huele mal y echarle siempre la culpa de todo a lo de siempre, llega un momento en que es cansino.
Llega un momento en que es cansino. ¿lo han leído o ya no han llegado aquí? Llega un momento en que es cansino. Menuda mierda de frase. Qué poco contenido y qué poco todo. Qué poco esfuerzo a la hora de buscar alguna figura literaria o algo, o lo que sea. Ya venimos comentando desde hace tiempo que el nivel estaba bajando considerablemente. Incluso he tenido que recurrir al recurso fácil del cambio de fondo y de color porque así, quizás, la gente encima no se cabree por que ni siquiera se puede leer semejante mojón de texto. Llega un momento en que es cansino.
Antes, siempre antes, este espacio servía para comentar cosas de la política local. Ahora la política local es como un páramo. La seguridad. Dos mociones para tratar del tema de la temporada. La inseguridad ciudadana, los robos, las ocupaciones, aquí ya no se puede vivir, cómo está Santa Coloma, la alcaldesa que venga a la manifestación. Por cierto, el instigador de todo esto, o al menos uno de los voceros más importantes qué hizo. ¿Fue? Dos mociones sobre seguridad. Una para pedir más leña y la otra para decir que no se puede dar más leña porque no pueden y que ya han creado un cuerpo y fuerza de seguridad a la altura de... Los hombres de Harrelson, voy a cobrar derechos de autor. La seguridad y la inseguridad de los colomenses. Los puestos de trabajo ful, la juventud sin alternativas, el presente confuso y el futuro de mierda. Pero no es ese el problema. No se puede vivir en Santa Coloma y Ciudadanos y PSC se enzarzan en una carrera por llamar demagogo al otro y a ver quién da más. Y la discusión entre el Salva de Ciutadans y el teniente de alcaldesa Serrano llega a diferentes cotas de tensión. Y nosotros por medio intentando proponer una alternativa a todo eso y de fondo llega otra vez la canción del déficit como cosa que todo lo explica y se produce una pérdida de papeles que, mira, pues eso que nos llevamos. Santa Coloma, ciudad a la que quiero más que a mi vida y mi alma sumadas y puestas encima una de la otra, necesita que alguien la mire y la interprete, claro, pero sobre todo que tenga ganas de transformarla de alguna manera que no sea simplemente la de proteger el poder conseguido.
Se aprueba la moción del PSC que nos dice que todo va fetén y que ahora con las Coe que buscan bolsas de patatas ful nos vamos a sentir más seguros todos. Me siento seguro.
Y llegan mociones como la de la regularización de los migrantes y me tengo que poner ya sirio. Es decir. ¿Por qué? ¿Qué clase de partido político te presenta una contramoción a una moción de regularización y empadronamiento? ERC. Ni siquiera el PSC, especialista en desvirtuar las mociones más así con sus propias contramociones había llegado tan lejos. Una moción para discutir una moción sobre regularización. Muy necesaria para decir que... estamos en el Gobierno y cómo nos atrevemos. Madrid, etc. Y yo me pregunto. ¿De verdad importa la regularización? ¿De verdad importa el empadronamiento? Digo más. ¿Importan un huevo lo de los derechos de la gente? No. Importaban esos dos minutos de intervención del regidor para decir que 'somos madrid y que...'. ¿Y eso no nos lo podrían haber comunicado, haber negociado, haber presentado algo conjunto? No. Importaban esos dos minutitos de gloria. 'Sois Madrid'.
'Sois Madrid' de nuevo en la moción sobre porqué los podemitas no echamos al rey. De nuevo el contenido de la moción importaba un huevo y llegar a acuerdos también, incluso nombrar la República. El grueso de la argumentación es: sois Madrid. Sois Madrid. Por cierto, el PSC pasó de puntillas sobre el tema y no se llevó un rasguño. Votó en contra. Nosotros a favor de una moción con la que quisimos colaborar y no pudo ser. Es que somos Madrid. Somos España.
Una moción para reverdizar la ciudad. Reverdizar mismo. Claro que la vamos a votar a favor. El PSC ya la votará en contra. Una moción nuevamente para demostrar que los que saben han llegado a la ciudad y que los demás hemos estado haciendo un trabajo inútil. Absurdo. La ecología en Santa Coloma se puso en marcha el día que ERC llegó al consistorio. Y así seguimos, sin avanzar ni un milímetro.
Hay una canción de La polla records que decía 'luchamos entre nosotros, mientras ellos se ríen'. Yo creo que ni se reían.
Y yo creo que no sabemos quiénes somos nosotros.
Nosotros somos el ciervo enfermo. Nosotros estamos prácticamente muertos.
Pero lo que está muerto no puede morir.
lunes, 13 de julio de 2020
El esperado análisis de los resultados electorales en Galicia y Euskadi
El sistema no lo vamos a cambiar. Punto uno. El sistema, eso que pretendemos cambiar a cada momento, el sistema así no lo vamos a cambiar. Y no hay otra forma, así que el sistema, tal y como nosotros pensamos que se cambia el sistema, no lo vamos a cambiar. Y empiezan las dudas. Si no vamos a cambiar el sistema, entonces qué. Entonces cambiemos otra cosa. Cambiemos un país por otro. Consideremos que el país debe ser otro y en ese cambio rompemos algo. Con ese cambio, con ese sueño de 'otro estado', lo tenemos más a mano todo. Más fácil. Es más sencillo creer que puedes cambiar de país que de sistema. Mi país, mi nación, mi espacio, sería diferente si fuera diferente, pero el sistema no lo voy a poder cambiar.
Qué estamos cambiando nosotros. Qué pedíamos antes. Antes pedíamos muchas cosas, muchas, algunas realmente increíbles. Y a la gente le gustaba eso. Le gustaba que pidiéramos, que dijéramos cosas, estrambóticas, irrealizables, el sueño, el cielo, todo. Ahora no sé. Lo que éramos y lo que somos. Creemos que somos lo mismo y no somos lo mismo. Y se nos va la vida por la parte que pide alguna cosa, pero muy llamativa y nosotros no sabemos si tirar para delante con ellos o volvernos para atrás.
Habrá quien quiera volver a más atrás aún. A ser como éramos. Antes, mucho antes. Con eso ya nos bastaría y estaríamos bien. Dejarnos de cuentos.
Habrá quien quiera volver a ser como antes, cuando ganábamos alguna vez. Eso va a ser difícil. Porque lo que se fue no vuelve.
Qué tenemos. Tenemos que no sabemos qué tenemos. Qué tenemos. Tenemos que es más atractivo pedir lo mismo que nosotros con un aroma de proximidad. Que es más moderno, más digerible, más cool, más joven, más rompedor, decir lo mismo que nosotros sin aplicarlo prometiendo cercanía y apego a lo local. Y nosotros nos hemos liado. No sabemos si tenemos que ir hacia delante, criticar los nacionalismos, los soberanismos, los independentismos, a lo bruto, o bien tenemos que alegrarnos por que otros digan lo mismo que nosotros y nos quiten los votos y sonriamos pensando que ganan ellos pero también ganan nosotros.
Contento, contento no estoy. No soy de EH Bildu ni de BNG, aunque ahora todo el mundo sea de Eh Bildu y del BNG. Yo soy de los míos y me alegran los míos.
Y ya sabemos que luego tendremos lo de aquí.
Si lo tenemos.
¿Lo tendremos? ¿De verdad van a haber elecciones con lo de Lleida, con lo de Hospitalet, y con lo que venga? ¿De verdad se va a arriesgar JXC a unas elecciones en las que ERC puede 'recoger' ese impulso de nacionalismo de izquierdas que no va a romper nada pero que ilusiona más que otra cosa?
No lo sabemos.
¿Qué tenemos que hacer nosotros?
A ti te lo voy a contar.
viernes, 10 de julio de 2020
Mad Max 3. Más allá de la cúpula del trueno - George Miller
Esta es otra película de Mad Max y creo que aunque sea la sencilla, es la buena. Aunque salga Tina Turner y ya pienses que es una peli vendida y que ya no merece la pena, pero no es así, porque el espíritu es el mismo. Un mundo de mierda, donde todo está ya perdido, y en el que hay que sobrevivir. Y se construyen los cimientos de un mundo nuevo en el que nos da la impresión que se van a repetir todos los errores del antiguo.
Mad Max es el ínclito Mel Gibson, que ahora a todos nos cae fatal Mel Gibson porque descubrimos que era cuando menos un tanto conservador y excéntrico a la hora de proponer sus ideas, pero entonces era un actor en vísperas de convertirse en una auténtica super estrella. El hombre llevaba ya dos películas rodando fugas por el desierto, búsquedas de gasolina y demás y ahí lo tenemos ahora, yendo a Negociudad a buscar a un hombre.
Y allí gobierna Tina Turner.
Y en el submundo donde verdaderamente se cuece todo gobierna el Maestro Golpeador. Y ya la tenemos montada, como la nata o la policía del Canadá.
Y no explicaremos nada más.
Tan solo decir que en esta película aparece una de esas frases que te marcan de pequeño, que repites con los amigos en el colegio y que ya no se te van a ir nunca de la cabeza. Dos hombres entran, uno sale. Una de las normas. La norma de la Cúpula del trueno. Dos hombres entran, uno sale.
Y todo lo que encierra esa frase. Que repetirás supongo hasta el día que te mueras.
Y muy interesante la historia de los niños perdidos y todo eso.
Pero lo de la cúpula del trueno es lo que define una película y casi una infancia. Diez añitos tenía yo. Repitiendo dos hombres entran, uno sale.
Y no repetiremos que sale Tina Turner otra vez y que cuando tenía diez años a mí Tina Turner es que no podía ni soportarla. Y ahora la miras con otros ojos, con simpatía.
En fin, como todo.
jueves, 9 de julio de 2020
A vueltas con la seguridad y la inseguridad en Santa Coloma
miércoles, 8 de julio de 2020
Familia y amigos
Una República no soluciona por sí sola las cosas. Una monarquía es una vergüenza. Esta monarquía, además, es un cúmulo de despropósitos y hay que ser muy timorato para ser republicano el 14 de abril y apuntarte a todos los bailes y ceremonias para luego considerar que no es el momento de cuestionar el orden de lo que existe aunque estemos viendo cómo la monarquía no deja de ser una empresa privada que se nutre de lo público para alimentar un entramado que a nosotros, la gente, nos importa una mierda.
Una monarquía, esta monarquía mayormente, no sirve absolutamente para nada. Sirve para recordarnos que ellos están ahí y nosotros estamos viéndolo todo y no podemos hacer nada. Sirve para hacer negocios y para que una élite mantenga su posición. Sirve para que sigamos pensando que, en realidad, todo está bajo control. Sirve para contentarnos con la golosina de que, de cerca, son como nosotros. Y no lo son. Los reyes, las reinas, las princesas, los príncipes, los herederos, no son como nosotros, porque van a vivir siempre gracia a ser quien son. Ser quienes han decidido que han de ser para nosotros otros que no se atreven a soltar amarras.
En estos días estamos viendo el enésimo capítulo de 'esta vez sí que lo tienen chungo', pero no nos podemos hacer ilusiones. Pese a que sea evidente que hay millones y millones de euros que se han ido ante la vista de todos, que la figura de los reyes es absolutamente aborrecible, que no aportan nada más que un espantajo, una reliquia del pasado, un obstáculo para el presente.
Una República no sería mejor. No sería de por sí un sistema justo. Pero sería una forma de gobierno más justa. Sin una familia y sus amigos que se lo llevaran muerto por figurar. Por estar simplemente.
No necesitamos para nada una monarquía. Necesitamos una República para construir nuestros propios errores, para equivocarnos, para saber que si este es un tocho poner a otro u a otra y a correr. Y no dar por sentado que todo es como tiene que ser. Una República no nos asegura nada, una República te la tienes que trabajar todos los días.
La monarquía sirve para mantener el sueño de que todo es como tiene que ser. Que en sus hombros descansa la paz de un país. Sobre sus hombros, un pueblo. Esa ficción. La monarquía nos sirve para mantenernos dormidos, pensando que los malos pueden ser buenos, que nos quieren, que se acercan a nosotros, nos dan la mano, nos reconocen como algo. Y no es verdad. No nos quieren, nos utilizan, nos usan, nos mandan a morir, a matarnos, a la pelea, al precipicio, en su santo nombre. La monarquía nos demuestra todos los días que estamos por debajo. Que nunca lo conseguiremos.
La República no sería mejor. Pero nos da más juego. Si somos republicanos deberíamos saber que la República no es la meta, es el punto de partida. Carnaval de la frase hecha. Fiesta del ripio. La República es la esperanza en un mundo mejor, pero no es el mundo mejor. La monarquía no es lo que tiene que ser y la garantía de estabilidad, paz y armonía entre las gentes.
La monarquía no vale para nada. La familia real no sirve para nada. La realeza y sus batallas no nos han aportado nunca nada. El Rey, el otro Rey, la Reina, las infantas, el Príncipe de Asturias, son personajes que garantizan que todo esté siempre como tiene que estar.
¿Y tú? ¿Y yo? ¿Qué hacemos por que la República llegue?
No vivimos 'casi' en una República. No vivimos 'prácticamente' en un estado federal. La República como objetivo, como forma de gobierno con la que adquirir una responsabilidad.
No más familia y amigos. Seamos ya nosotros los que decidamos el qué y el cómo.
martes, 7 de julio de 2020
Encuesta
lunes, 6 de julio de 2020
Schrieben
'No era ni muy pronto ni muy tarde. Era una reunión convocada por el Consejo de Periodistas de Berlín en la cual se iban a decidir algunas cosas como consecuencia de otras cosas. El tema que se decidía era muy importante. Me dijeron que debería acudir aunque no fuera berlinesa, pero trabajaba en Berlín y me conocía bastante gente. Fui. La reunión tenía lugar en uno de esos grandes pabellones deportivos que acogen algunas finales de la liga o la copa de balonmano. Estaba todo a reventar. El asunto que se decidía era ciertamente importante. Debíamos decidir si nos disolvíamos o continuábamos adelante. Cosa que ya se había discutido bastantes veces, pero que en esta ocasión se temía que se llevara adelante. Yo era partidaria de llevarlo adelante.
Había turno de palabras y pedí intervenir. Creo que hice una intervención brillante pero siempre me queda el regusto de saber que sé hablar mejor. De que puedo hacerlo mejor, pero que con las prisas y por que creo que estoy dando la paliza, no me acabo de...
Es igual. A todo el mundo le gustó lo que dije. Al acabar, se votó. Se consideró desmantelar el Consejo de Periodistas de Berlín y crear otro organismo que lo supliese. Mis compañeros y compañeras se reunían en pequeños corros comentando la jugada. Me uní a ellos. En todos los grupos tenía conocidos. En ningún grupo estuve demasiado tiempo.
Volví a casa y al día siguiente al trabajo. Fui a la redacción de Schrieben y me encontré con compañeros que estaban el día anterior en contra de mi postura. Ahora estaban contentos y reclamaban para sí que todo había ido bien. El director de la revista envió un mail diciendo, incluso, que todo aquello serviría seguro para colocar al gremio de la prensa berlinesa en una nueva posición. Sin olvidar el pasado.
Escribí un esbozo en torno a unas notas. Me volví a casa. Por primera vez en mucho tiempo nadie me había dicho nada al salir del trabajo, tomar una cerveza, algo.'
jueves, 2 de julio de 2020
Schrieben
'El oficio de periodista me permitía conocer a personas de lo más variopintas. Sin embargo, escribir ficción me permitía sumergirme en mundos que desconocía por completo. Una de mis novelas preferidas siempre había sido '20 mil leguas de viaje submarino.' En general, me gustaba mucho todo lo de Julio Verne y de pequeña devoraba sus libros con fruición. Cuando escribí mi primera novela, no pude evitar tener como referencia aquellas novelas y a partir de ahí, mucha de mi producción novelística tiene que ver con los homenajes a las novelas de aventuras y de ciencia ficción que poblaron mi infancia. Lo curioso es que casi todas esas novelas no eran demasiado exitosas, aunque en ellas ponía yo lo mejor de mi sabiduría. Eran otras novelas, las que tenían que ver precisamente con hechos cotidianos novelados, las novelas que aprovechaban mi trabajo periodístico, las que me daban fama.
Una vez, la revista Schrieben me envió a Indonesia a realizar un reportaje sobre una monja berlinesa que había fundado una misión a 300 kilómetros de Yakarta, la hermana Maria. Sobre lo que viví allí hice un reportaje y me inspiró para una novela. Pensé que la ambientación indonesia, lo exótico y lo lejano, combinarían de manera excelente con el carácter de reportaje. A veces me imaginaba que era como esos periodistas con chalecos con muchos bolsillos que viajaban por el mundo y contaban en sus libros qué pasaba ahí fuera. Escribí el libro, protagonizado por la hermana Maria a la que cambié el nombre y llamé Maya y algo ocurrió. Durante un tiempo me volví loca.
Algo había pasado que no paraba de pensar en aquellas tierras, llené mi casa con motivos de aquel país, solo seis meses después estaba escribiendo otro libro ambientado en Indonesia. En esta ocasión, metía a mi protagonista, la hermana Maya, en toda una serie de aventuras en las que ella se enfrentaba con malvados potentados y multinacinales. La hermana Maya terminó protagonizando siete libros, que se vendieron estupendamente y a mí me consumieron. Durante unos años, viví como una nativa indonesia. Durante unos años, solo pensaba en esa lluvia que parece abarcarlo todo, en esas caras sonrientes, en el horror que podía desancadenarse en el momento más inesperado. Indonesia se metió en mi corazón y en mi cabeza. La hermana Maya protagonizó el último libro en el cual encontraba el amor en la persona de un antiguo alumno de su escuela que, ya adulto, se declaraba ante ella y ella no se podía resistir.
Fue un final absurdo, manido, tonto. Impropio de mi forma de pensar y de vivir. Yo, que me creía una mujer libre, ponía punto final a una historia palpitante de la manera más simple.
Pero también me sirvió para olvidarme de Indonesia. Indonesia, tan verde, tan linda.
miércoles, 1 de julio de 2020
No se entiende
El contenido suele ser forzado. El contenido es forzado e improvisado. El contenido suele partir de un punto concreto para perderse por la inmensidad como se pierden las palabras que dices cuando estás hablando con esa vehemencia que parece querer imponerse al silencio y solo hace que engordar aún más la sensación de inutilidad. Las palabras y los contenidos que se enmascaran debajo de historias de un cierto interés, las palabras y los contenidos que no casan con lo que uno espera que sea lo que hay que leer en un blog local. Local como vinculado al territorio. Soy una persona, y ahora quiero hablar también un poco de mí, vinculada paradójicamente a mi tierra. Digo que paradójicamente porque la verdad es que uno no tiene una relación evidente con la tierra. No me gusta la tierra. La tierra que uno pisa, el mundo en el que uno vive. El aire que respiro cada día. Esa es mi tierra y ese es mi mundo. Y estas con mis cosas. Cosas que colgando parecen bolsas. Hoy es un día como otro cualquiera para hablar del fondo y de la forma. Del contenido especialmente. Qué es lo que no se entiende, qué es lo que tendría que decir, qué es lo que se espera de mí, Señor, si me pones estas pruebas tan difíciles. Si ahora me tengo que complicar la vida con el siginificado y el significante, entonces qué. Si en este preciso momento de mi producción literaria he de replantear desde el principio lo relativo a la forma y el contenido y sobre todo al contenido entonces qué. Y ese es el planteamiento que me gustaría dejar más o menos claro, que es lo que es. Es lo que uno dice y cómo lo dice lo que le imprime carácter y condición a todos y cada uno de los escritos y pienso, me lo creo realmente, que todos los textos se entienden de la misma manera, todos quieren decir exactamente lo mismo y absolutamente todos tienen la misma intención. La intención, creo que esto ya ha quedado claro en otras ocasiones, no es otra que la de rellenar, la de ir completando cada día una tarea que no es titánica ni deja de serlo pero que sí que es lo suficientemente apasionante como para cualquier otra cosa. La tarea es titánica. Titánica. Ustedes no me conocen, ustedes físicamente no me conocen, si me conocen saben que la palabra titánica no se corresponde en absoluto con mi propia imagen. Propia imagen. Y de qué sirve escribir tanto, tan seguido, si no te entienden. De qué sirve la propia imagen de persona que escribe tanto si todo consiste en que no te entiendan. Qué es lo que podemos decir. Qué oscura satisfacción debe encontrar uno dentro de sí mismo a la hora de escribir cuando le dicen que no se entiende. No se entiende. Se entiende. Se entiende perfectamente, se entiende de una manera clara, prístina. Se entiende como se entienden todas las cosas, que están delante de uno y que no tienen otro camino que el de seguir las normas de la comunicación.
Siempre. Emisor, receptor, mensaje. El mensaje creo que es ciertamente evidente, claro, totalmente inteligible. El mensaje está compuesto por un código, el mensaje y el significado y el significante. No sé porqué he puesto lo del código.
Y ahora hemos tocado con la línea de fondo del problema. 'El mensaje está compuesto por el código'. Qué querrá decir eso exactamente.