Cuando acabó el pleno del lunes, lo estuvimos comentando. ¿Por qué?
miércoles, 30 de junio de 2021
Crónica del #plegramenet de Junio. Orgullo y perjuicio.
Cuando acabó el pleno del lunes, lo estuvimos comentando. ¿Por qué?
martes, 22 de junio de 2021
No, pero.
Un poco sería eso. Un poco sería como que da igual lo que hagas, lo que digas y cómo lo digas, que no estarán de acuerdo. Los indultos han sido concedidos. El mero hecho de ser concedidos ya implica el hecho de una concesión por parte de alguien que está por encima y eso ya es malo. Eso ya quiere decir algo. Nos está diciendo que está por encima. Y no podemos tolerar que esté por encima. Que la gente que está en la cárcel se quede en la cárcel, dónde ya llevan tres años o más cumpliendo una condena que está dictada por los 'ya, pero' del otro lado. Un lado y el otro lado retroalimentándose en una carrera que, poco a poco, solo interesa a una parte muy reducida de lo que ellos creen que es 'la gente'. El pueblo.
Hay que ver las noticias hoy en Tv3 para entender lo que cuesta digerir esto cuando has estado contando que en el otro lado no hay absolutamente nada y que todo era un erial democrático. Hoy las noticias se esforzaban en vender esto como algo menor y, en todo caso, como el efecto de la lucha del exilio según algún conseller, o como la respuesta ante un dictamen del Consejo de Europa. Porque Europa, como todo el mundo sabe, nos mira. O ese portavoz de la CUP ayer diciendo que no es que ellos estén en contra de los indultos, sino que el Gobierno con los indultos quiere... Todo un esfuerzo por mandar mensajes de calma a su público. tranquilos, esto no significa nada, esto en realidad no es lo que parece. Pero pasa.
La noticia de los indultos significa mucho y significa sobre todo un primer paso para ir hacia otro sitio. Si esto es un paso hacia alguna parte que merezca la pena y no es simplemente una tregua para recomponer los espacios, lo sabremos si efectivamente no pasa nada. Pero que esto debería servir para empezar a replantearnos las cosas sobre el modelo territorial, sobre la mierda de la justicia y sobre cómo estamos por aquí. Por que por aquí estábamos hasta hace poco on fire y ahora qué. Ahora parece que ya nada, que ya todo normal, que ya es todo como si tal. Pero me parece que habría que hacer un esfuerzo por recomponer algo. Una cierta cultura popular, una cierta Catalunya popular que entendiese que no hay una única manera de hacer y de ser. Escuchar hoy en Rac1 a uno de los comentaristas de cabecera de la casa decir que el acto de ayer le pareció colonialista, pues es como que eso. Solo es nativo lo que es tal y cual. Y qué interés habrá con ser nativo.
Sea como sea, es un avance. Sin peros que valgan. Esa gente saldrá del talego y creo que solo el que no ha estado en el talego puede ponerse tiquismiquis con el tema.
Y, de nuevo, mis dieses para los y las compañeras de Comuns. Porque cuando nadie daba un duro, ahí estábamos.
Ahora a currar.
lunes, 21 de junio de 2021
Nihilismo
Vanka y yo conocíamos a Andrei Konoplatski de antes. De antes de todo esto. Cuando éramos diferentes. Cuando éramos otros. Andrei Konoplatski conoció a la Princesa Manakova durante una estancia de esta en un sanatorio cerca de Kazán. Al aprecer a Konoplatski le habían desterrado allí por actividades fuera de lo permitido por nuestro querido padre el Zar. Konoplatski era una persona divertida, locuaz, siempre tenía una broma que gastar, siempre tenía algún comentario jocoso sobre alguna situación. Era rápido. Era talentoso. Estaba malgastando los mejores años de su vida dedicándose a cambiar el mundo sin saber que el mundo estaba a punto de cambiarlo a él. Allí desterrado conoció a la princesa Manakova pero tambéién conoció a la princesa Halinskaya.
La princesa Halinskaya era una muchacha que se había criado entre los campesinos de la colonia que su padre tenía en la tierra de los Buriatos. Era una chica esplendorosa, impulsiva, genial. En cuanto se encontró con Konoplatski conectaron. Paseaban juntos, discutían, se reían, volvían a discutir acaloradamente. La princesa Halinskaya era radicalmente reaccionaria y conservadora. Su padre, el príncipe Halinski, era uno de esos defensores de la Fe que consideran que nadie está a su altura y se lo había trasladado a su hija, esa pasión, por la cual ella debía evangelizar también a tantos malos cristianos. Incluso el propio Zar era un pecador. Konoplatski se enamoró perdidamente de la Halinskaya. La Halinskaya también se enamoró de él. Se enamoraron.
Cuando terminó el destierro de Konoplatski, éste le propuso a la princesa Halinskaya que se fuera con él. Cuando terminó el destierro de Konoplatski, la princesa Halinskaya le propuso a Kononplatski que se fuera con ella al territorio de los Buriatos.
Ambos se separaron.
La princesa Halinskaya perdió algo de su temperamento impulsivo. Con los años siguió siendo una reaccionaria intransigente, pero menos chispeante. Konoplatski por su parte, se convirtió el brasas que ahora conocemos.
viernes, 18 de junio de 2021
Cosmismo
Amigos y amigas que me leéis buscando alguna luz, os contaré aquella vez que nos encontramos con un delegado sueco del ministerio de Industria, llamado Henrik Linde. Eran buenos tiempos, aquellos. Eran días de felicidad y de confianza en el mañana. Los últimos avances tecnológicos nos habían puesto en situación de abordar la conquista del cosmos y el hombre, al fin, parecía haber conseguido aplicar su inteligencia en algo provechoso. Fue en la Feria de los Pueblos en la que conocimos a Linde. Su país había decidido participar pese a diversos impedimentos, y él era el encargado de vigilar el stand de su país. Suecia presentaba algunos vehículos industriales, aparatos reproductores de imagen, maquinaria agraria. Suecia. Vanka y yo visitamos aquella Feria en calidad de Comisarios del complejo aeroespacial y conocíamos a casi todo el mundo. A Linde, no. Linde era la primera vez que salía de Suecia para un evento de este tipo y supusimos que lo habían elegido precisamente porque no tenía experiencia y no querían dar imagen de que para ellos aquella Feria de los Pueblos era importante.
El primer día no pasó nada, visitamos el stand y poco más. El segundo día, vimos al señor Henrik Linde mirando al cielo. Pasamos al cabo de un rato y allí seguía, mirando al cielo. El tercer día seguía en el mismo lugar mirando al cielo. Le preguntamos. No nos contestó. Le volvimos a preguntar. Llamamos a un policía para que intentara razonar con él. Nos tenía que responder, éramos parte de la organización, qué estaba pasando. El señor Linde reaccionó a las indicaciones del policía, se había formado un pequeño grupo de curiosos, le volvimos a preguntar qué le pasaba.
El señor Henrik Linde aguantó los cinco días de la Feria de los Pueblos mirando al cielo. Sin cesar. El embajador sueco se personó en la Feria, se reunió con Linde. Linde volvió a Suecia. Y no sabemos nada más sobre Henrik Linde.
jueves, 17 de junio de 2021
Constructivismo
Desde que conocemos al doctor Kumanov. Desde el preciso momento en el que nos lo presentaron, Vanka y yo pensamos lo mismo. 'El doctor morirá pronto'. El doctor Kumanov participó en una celebración en casa de los señores Hebner. Se celebraba que el señor Boris Hebner había recibido un nombramiento imperial que le destinaba a una ciudad tártara como supervisor general y, para disimular el tremendo fastidio que causó en la familia dicho nombramiento que bien sonaba a un destierro, habían decidido montar una fiesta para que nadie pudiera sospechar su enfado. Vanka y yo sabíamos la verdad pero asistimos de todas maneras. La vida se nos había vuelto muy aburrida y tanto Vanka como yo procurábamos no perder comba social para poder estar entretenidos. Y allí estábamos. Conversábamos con los hijos y las hijas de los Hebner. A mí me resultaba especialmente simpático el hijo mediano, Vitali Borisovich, que decía tener aspiraciones en el ejército. Me gustaba espolearle y alentar sus sueños bélicos contándole hazañas inventadas de nuestros gloriosos generales en alguna guerra perdida y le decía que allá en la Tartaria podría comenzar una meteórica carrera participando en el Gran Juego. Al joven Vitali se le iluminaban los ojos. Pobre desgraciado. Por su parte, Vanka hablaba con la princesa Manakova sobre su recientemente superada enfermedad. La princesa había sufrido al parecer una crisis nerviosa y se había recuperado gracias a la influencia de un doctor, que no era un doctor, sino una suerte de hechicero que decía ser cosaco pero que a todas luces parecía venido del extremo oriente. El hechicero estaba en la fiesta y no participaba en las conversaciones. Estaba sentado en una sala, mirando a la pared, y repetía unos extraños cánticos en voz baja. La princesa Manakova parecía francamente mejorada, e incluso se reía con alguno de los comentarios de Vanka. La princesa Manakova comentó de hecho una novela que había logrado leer después de su recuperación. Hablaba de un pintor que imaginaba obras en las que las figuras eran sustituídas por bloques de color, por formas, por elementos que no tenían que ver con... Vanka asentía ante las ocurrencias de la princesa Manakova y yo seguía exacerbando los sentimientos bélicos del joven Vitali confesándole que en mi juventud participé en campañas contra los turcos en la frontera y las atrocidades que había cometido. Todo inventado. En un momento en el que volvimos a coincidir para comentar la fiesta, bastante aburrida, reparamos en el doctor Kumanov. Y comentamos al unísono su mal aspecto, su mirada perdida. 'El doctor morirá pronto. Y efectivamente, al cabo de unos días, recibimos una carta del señor Hebner diciéndonos que el doctor había muerto.
miércoles, 16 de junio de 2021
Fatalismo
La Princesa Manakova llevaba un tiempo enferma. Una crisis nerviosa la había dejado destrozada y pasaba los días tumbada en la cama, abroncando a los criados, llorando, sin apenas dormir, comiendo poquísimo, recordando lo que había pasado entre su hermana y el señor Garashenko. Yuliya, la hermana de la Princesa Ekaterina Manakova, dos años menor que ésta, se había enamorado del señor Garashenko, que trabajaba como contador para el Conde Valakov, y que había llegado a las tierras del Príncipe Manakov para hacer unas consultas. Durante su estancia, de algunos días, el señor Garashenko se había mostrado como un hombre de mundo, con contactos en la capital, tranquilo ante las adversidades y con ganas de impresionar a las princesas. Yuliya, la más joven, contaba entonces con 19 años y, al contrario que su hermana Ekaterina, era una muchacha a la que le gustaba leer, mantenía correspondencia con algunos poetas de la capital, había formado un grupo de mujeres que se reunían en uno de sus salones para comentar los asuntos de la actualidad. Ekaterina, por su parte, se dedicaba a las labores de administración junto a su padre y gustaba de pasear por el campo, entre los animales, hablar con los campesinos y no meterse en asuntos que consideraba 'vicios de la capital'.
Así que cuando el señor Garashenko llegó a aquella casa, la princesa Yuliya creyó encontrar un interlocutor, una persona con la que compartir conocimiento. La princesa Ekaterina por su parte, vio en el señor Garashenko a alguien que podía compartir con ella los problemas de la administración de la tierra. El señor Garashenko solo quería impresionar y, si acaso, flirtear con alguna de ellas o con las dos, sin más compromiso que este. Viudo y ya entrado en la cuarentena, el señor Garashenko se había casado una vez y su esposa había fallecido durante el parto de su único hijo, que también murió. Desde entonces, no había querido comprometerse de nuevo y llevaba una vida de seductor que en realidad nunca llegaba a consumar sus aventuras.
Con el pasar de los días Yuliya y el señor Garashenko encontraban momentos para entablar conversaciones y el señor Garashenko muchas veces se veía abrumado por los conocimientos de la princesa. De hecho, comenzó a sentirse incómodo por no estar a la altura de lo que la princesa parecía esperar de él. Así que de vez en cuando procuraba hacerse el esquivo. Y eso impresionaba más a Yuliya, que interpretaba que el señor Garashenko no se dedicaba únicamente a adularla, sino que se mostraba esquivo para no abrumarla. La princesa Yuliya, sin proponérselo, se estaba enamorando del señor Garashenko, a quien veía cada vez más interesante. El señor Garashenko en cambio, veía con temor la posibilidad de empezar a comprometerse. El señor Garashenko también se estaba enamorando.
Y la princesa Ekaterina Manakova pues entró en barrena por esto pero podría haber sido por cualquier otra cosa. Porque hay gente que es así. Que antes o después entra en combustión y qué podemos decir ante eso. Una pena terrible, una crisis que no sabes solucionar, fatalismo ruso.
Y unos años más tarde, cuando la princesa Yuliya y el señor Garashenko hacía años que ya no se veían y la princesa Yuliya era madre de seis hijos después de casarse con el barón Lazarovich y el señor Garashenko había muerto alcoholizado porque lo de la princesa Yuliya lo había dejado más tocado de lo que quería creer, años más tarde, digo, la princesa Ekaterina Manakova seguía en crisis, en la cama, llorando, gritando. Lo de la princesa Ekaterina Manakova es materia para un cuento que iba a escribir, pero al final me he liado.
martes, 15 de junio de 2021
Mierda todo.
Una persona se ha suicidado en Barcelona ante la perspectiva de su desahucio. Llevaba al parecer un año en el paro y no pagaba el alquiler desde hacía bastantes meses también. Servicios Sociales del Ajuntament de Barcelona habían hecho un informe sobre su situación de extrema vulnerabilidad para que se desestimara su desahucio. Pero el juzgado desestimó el informe y tiró adelante con el desahucio. ¿Qué le importamos a nadie? ¿Qué se ha perdido? Total, es solo una persona que ha decidido quitarse de en medio y que probablemente no estaría bien. No habrá tenido nada que ver la situación, sino que ya era así. Una persona se ha suicidado en Barcelona porque la iban a echar de su casa. No está pasando nada tampoco que nos haga replantearnos qué estamos haciendo en esta sociedad de mierda y cómo estamos trabajando para ver cómo se cambia. Al final, es simplemente una persona que se ha suicidado y si se ha suicidado, es porque tampoco andaría muy fino. Esta sociedad es para persona con recursos, con creatividad, capaces de reinventarse cada día. Y si la vida te ha dado un golpe, tienes que levantarte, cada día puede ser una oportunidad para seguir creciendo.
No quiero hacerme la pregunta pero me la tengo que hacer. ¿De qué sirve apostar por la presencia institucional, por gobernar, por estar ahí, por incidir, si no somos capaces de evitar estas cosas? ¿De qué sirve todo si al final una persona desesperada decide quitarse de en medio porque no ve esperanza? ¿Para qué tantas reuniones, asambleas, ejecutivas, coordinadoras? ¿Para qué teorizar y para qué la práctica? ¿Para qué una coalición o la otra? Al final estas cosas pasan, alguien se queda en el paro, alguien no remonta, alguien va metiéndose y le van metiendo en el pozo. El sistema está ahí para destrozarte, para hundirte, para que te cagues vivo, para que finalmente no veas otra salida que humillarte cada vez más o bien para meterte en el puto agujero en el que ves que lo más fácil es acabar. Acabar porque no has sabido continuar. Porque no has sabido. Porque deberías saber. Y un juzgado te dice que no das pena, que tendrías que estar buscándote la vida, que te la busques, que te jodas.
Que se jodan. Un sistema que busca jodernos por todos los medios. Leo artículos sobre cómo nos hemos convertido en víctimas que ya no interesan a nadie. Que ya estamos descontados. Leo artículos sobre cómo todo esto da igual. Que lo que importa no es cómo se soluciona, lo que importa es no caer. Leo artículos sobre cómo antes todo era mejor, estas cosas no pasaban. Antes, cuando había un orden. Antes, cuando la gente no se suicidaba por ser pobre.
Yo soy de los que aprecia todo lo que se está haciendo. Desde lo poco que podemos hacer, poco no porque seamos de los que quieren hacer poco, sino porque poco se puede hacer con absolutamente todo en contra. Incluso en contra a los que nos dicen que hacemos poco. Que la institución hizo lo que tenía que hacer pero un juzgado se lo llevó por delante. Una puta mierda. Soy de los que piensan que hacemos lo que podemos. Pero al mismo tiempo, la duda y la culpa cuando lees o cuando escuchas las noticias, es muy grande. Una persona se ha suicidado en Barcelona cuando la iban a desahuciar.
Esa persona que se queda en el paro, que pasa el tiempo, que no remonta, que no puede. Que no llega, que se ahoga.
Es un terror profundo. A no responder ante el sistema. A no poder. A no ver salida. A que te den una patada más en la cabeza. El sistema de mierda que no está a punto de caer, que ahora es aún más inhumano si alguna vez fue menos inhumano.
Mierda todo.
lunes, 14 de junio de 2021
Si tuviéramos suerte
Tendría que ser así. Que las manifestaciones ultranacionalistas acabaran reduciéndose a esto. Un friki que considera que poniéndose una cabeza de toro en la cabeza representa el espíritu nacional. Esto debería ser lo normal. Que solo la frikada tuviese estas ideas y que estas manifestaciones patrióticas o lo que sea, se quedasen en eso. Colecciones de frikis que hacen cosas de frikis y que nos sirven para rellenar programas de televisión con imágenes que mueven a la risa, al ridículo, al espantajo.
Tendría que ser esto. Espacios que regularmente nos proporcionan motivos para la risa, para la befa, para que nos sintamos un poco por encima de esa gente que va con banderas por la vida, las banderas de los otros, que nosotros jamás empuñaremos. Todos hemos empuñado alguna vez alguna bandera, la hemos colgado en un balcón, la vamos a colgar próximamente. Como la bandera trans, por ejemplo, para que se apruebe esa ley que parece que va a ocasionar un cataclismo en las identidades y en las personas que, no olvidemos nunca, son personas.
Tendría que ser así. Que estas manifestaciones fueran convocadas y que fueran seguidas únicamente por ese grupo de personas que sienten que ellos, y únicamente ellos, son los detentadores de las esencias. De lo que es ser un buen algo. En realidad, estas tendrían que ser las únicas muestras de patriotismo que deberían darse. Las excéntricas, las surrealistas, las ridículas. Todo lo demás, cualquier otro intento de crear patriotismos de otro tipo, para qué. Qué sentido tiene. Ser patriotas hoy, patriotas ayer incluso, patriotas en cualquier momento. La patria. Piénsalo fríamente. Dilo muchas veces seguidas. Delante de un espejo. Soy un patriota. Mucho, poco, Nadal, o nivel pro. Da igual. Dilo delante del espejo. Soy un patriota. Dilo en diferentes idiomas.
Patriotas en diferentes idiomas. Patriotas del mundo. Una manifestación contra los indultos. Una manifestación contra lo que sea. Contra los patriotas de otra patria. Una manifestación de todos los patriotas de España. De diferente signo. Un Onze de Setembre universal. Una manifestación para reclamar los derechos patrióticos de todos los pueblos. Pero no los del Sáhara, o los de Palestina, sino manifestaciones de pueblos y naciones de esas que pueden salir a manifestarse con cabezas de toro, con banderas fascistas, con coreografías televisadas desde los helicópteros. Manifestaciones donde se vayan desgranando agravios, o derrotas históricas, o victorias sin apelativos, banderas imperiales, canciones heroicas. Vivas a la muerte. Donec perficiam.
No me extenderé más. Decir que entre las muestras de frikismo me sigue sorprendiendo que se utilice todavía 'El imperio contraataca' de los Nikis como himno lorolo para corear en estas manifestaciones de la frikada ultra.
Es todo así.
jueves, 10 de junio de 2021
La fortaleza escondida - Akira Kurosawa
Gente que se habla a gritos, gente que incluso para decirse 'está usted muy apuesto Rokurota', pone una voz que parece que le esté pegando una bulla de mil siglos. Gente que se pasa la película entre llorando, gritando, gruñendo, quejándose, riéndose, quejándose otra vez, riñéndose, pasando muchas fatigas, luego parece que no, luego más fatigas, más gritos, más peleas, otra vez rodando por el suelo, otra vez de barro hasta los ojos, ahora se me cae el arroz por el barranco, más piedras, ahora llueve y parece que no va a parar de llover nunca... es una película mítica, una obra cumbre del cine japonés y mundial, una obra nada menos que de Akira Kurosawa y uno la pretende ver con la mejor intención pero... pero algo falla. Y es que soy mayor y hay un momento de la noche en el que ya no me aguanto los pedos y me duermo. Me duermo irremediablemente. Me duermo de manera total y completa. Nada, cerrar los ojos, al principio no te enteras, pero lo sabes. Y de repente te despiertas y no sabes cuánto tiempo ha pasado. Y esto no me pasaba antes. Antes. Un tiempo que ya no sabría concretar. Antes de antes. Antes de algo. Ahora llego agotado a muchos tramos del día. Y me quedo roque. Rokurota.
Esta película de Kurosawa, antes de nada, al parecer y sin el parecer, ha servido de inspiración a George Lucas para La Guerra de Las Galaxias. Tanto para copiar algunas escenas, o al menos, inspirarse, como para algunos personajes, como para algunos recursos técnicos. No se puede decir, porque ves la peli y ves que no, que la peli sea un remake, como sí que lo es Los siete magníficos de Los siete samurais, o Por un puñado de dólares de Yojimbo, pero las similitudes están. La princesa Yuki puede pasar por la princesa Leia, bueno, no sé. Pero que el personaje de la princesa Yuki te deja con la boca abierta todo el rato, pues también. Y que Toshiro Mifune es Toshiro Mifune te pongas como te pongas pues más.
Y que hablan a gritos, y que la sensación de esos soldados con esas canillas y ese porte y ese aire que tienen que llega uno con una lanza y se abren todos y no se le enfrentan en la escena final es que dices, pero bueno esto qué es y estás todo el rato pendiente de esas caras de pena, de estar haciéndose la púa unos a otros todo el rato, de ahora te voy a tangar y ahora madre mía perdóname que ya no lo voy a volver a hacer y que somos amigos y Matashichi amigo mío que te quiero más que todo eres un ladrón y te voy a matar y dame mi oro y me dijiste que era a medias y no es a medias y la princesa mirando con cara como de esta peña qué hace y son dos horas y pico atravesando reinos y cantando y peleándose y con barro hasta los ojos y cavando y ahora arriba y ahora abajo.
Y que me dormí, vale. Pero llegué para ver la canción de la fiesta del fuego. Vive la vida plenamente. Después de todo, ese es el mensaje. Gracias Filmin.
miércoles, 9 de junio de 2021
Crónica del #Plegramenet extraordinario de Junio. Lo contrario.
Hay un cierto tipo de gente. Una gente que tiene una habilidad muy concreta. En los grupos humanos hay personas que compartimos una cierta idea del mundo. No diré una idea concreta, una misma ideología, un pensamiento único. Hay un grupo de personas que, con el trazo grueso, compartimos un algo. A veces ese algo es mínimo. A veces ese algo es tan pequeño que no existe. A veces no compartimos nada. Ni siquiera compartimos la necesidad de pertenecer al mismo grupo humano. A veces no compartimos el mismo grupo humano. Pero creemos que sí. En un margen. En un aparte. El caso es que hay gente que tiene la habilidad de ponerte en contra. Es algo que no tiene que ver con la lógica, con lo racional. Tiene que ver con algo que no sé explicar. Tiene que ver con las maneras. Con las palabras, con los gestos, con las expresiones, con la forma de decir, con la forma de ser, con algo que no tiene que ver con el contenido. Lo que dices es lo que es, pero lo que dices no me gusta. Porque lo dices tú. Y como lo dices tú, yo ya no puedo. No puedo y no puedo y no puedo y no puedo y no puedo y no puedo. Y a veces, hay personas que, diciendo las cosas, exponiéndolas, argumentándolas, razonándolas, son capaces de convencerte de lo contrario a lo que piensas. O al menos, son capaces de hacerlo tolerable. Esas personas. Son también personas. Pero las otras personas, esas que te ponen en contra, son capaces de ponerte en contra ya no de lo que piensas. Son capaces de ponerte incluso en contra de cosas que no piensas. Son capaces de ponerte en contra de todo. De lo contrario, de lo a favor, de lo intermedio. Si te lo dicen, si te lo explican, no concibes cómo has podido tener un pensamiento transigente hacia alguna propuesta suya. Te lo explican, te lo argumentan, y no entiendes porqué has podido en algún momento que, quizás, no estaría mal darle la razón. Y lo hacen. Y ponen en riesgo tu capacidad de transigir.
El pleno extraordinario de hoy tenía únicamente un punto. Modificación puntual del PGM para la obtención de vivienda asequible. Oiga, pues uno se lo lee, uno lo valora y aunque ya entiende y asume que las cosas, viniendo de donde vienen, tienen una fiabilidad más o menos pues la que es y no nos vamos a sorprender ahora si decimos que bueno, que ya no con lupa, es que con el copón santo y no te lo acabas de tal. Pero dices, va, parece que bueno, que al menos parece que están haciendo el esfuerzo, parece que están intentando hacer algo que más o menos se puede parecer a lo que hacen en la otra orilla del Besòs. Lo parece. Va, venga.
Hasta que llega el momento de argumentar el qué y entonces te dan ganas de decir, sabes qué, que no. Que no porque no. Porque no y porque no, porque esto que nos está contando el Tinent d'Alcaldessa del tema de la vivienda en Santa Coloma y ya lleva algún pleno más con el mismo 'taranná', pues es que no hay manera de que pueda convencer a nadie de que lo que está diciendo tenga la más mínima posibilidad de resultar al menos digerible por parte de la oposición. Es que ya ni siquiera escuchas las cifras, los datos, las medidas. Estás escuchando algo que parece que te están lanzando a la cara, que te lo están enseñando para que lo veas, que veas que es suyo, que no es tuyo, que tú no eres, que tú no sabes, que tú qué vas a decir de todo esto si no tienes ni idea. Y así hemos estado media hora, con el voto a favor ya decidido pero con esas ganitas que tiene uno de decir, dame el botón que la lío. Y así estamos. Que hemos votado a favor pero que uno no está ya, y nos queda media legislatura, para que le sigan ahí metiendo la cuñita de que nosotros sabemos y vosotros pues bueno, estáis aquí porque tiene que haber de todo.
Y eso. Que poca cosa más. Que el pleno ha sido a las dos menos cuarto y te coge con un poco de desconsuelo en el estómago y a poco que la cosa se pone pesada pues sacas un poco lo peor de ti mismo. Y es que hay gente, pues que si se me pone a explicar el Capital mismo, pues qué quieres que te diga. Viva el mal, viva el capital.
martes, 8 de junio de 2021
Nosotros ya lo decíamos
La noticia ayer parece que era una noticia más. Pero es la noticia. Después de 7 años, si no recuerdo mal y seguro que recuerdo mal porque ando últimamente bastante flojo con los fachas, digo con las fechas, la carta que ayer se publicó escrita por Oriol Junqueras, parece que marca un antes y un después en lo que ha sido la historia del Procés. De reclamar la amnistía como única vía posible para solucionar el tema de los presos políticos y no dar otra posibilidad que la vía unilateral y la independencia por que sí como único camino posible para el tema nacional, ayer el líder de ERC reconocía que los indultos y la vía del diálogo y referéndum, es una solución, al menos, que es posible y puede ser esa solución.
Han sido siete años en los que los que pensábamos que eso era lo que iba a pasar porque ni se podía andar mirando para otro lado ni se podía vender motos que no son, nos han calificado de absolutamente cualquier cosa. Cómplices de VOX, franquistas, vendidos, IBEX, Franco, España irreformable, cómo era aquello que decían de crossa del régimen... todo eso. Ahora, una parte del independentismo, parece aterrizar y apuntarse a una vía que garantiza, al menos, la normalización de la vida política. Pero ¿es eso el fin?
El clima político en la Catalunya indepe ha vivido durante muchos años pensando que esto de la independencia era cuestión de tiempo, estaba al caer, era lo natural, ya estaba. Incluso que, de facto, había zonas en las que ya no se 'era España'. Si uno sigue únicamente una serie de medios y ve Tv3 de manera regular, puede llegar a creer que, efectivamente, hay una Catalunya que ya está fuera y que vive en otra dimensión, cultural, política, sentimental. España es una cosa que queda lejos. Ajena. Pero que está ahí porque tiene que estar para tener un adversario, una némesis. Pero no puede ser, llevar tan lejos el paroxismo. En algún momento es necesario parar el balón y mirar un poco. ¿No?
En una campaña, creo que fue de las generales del 2019, fuimos a un acto en Barcelona en el que se hablaba de los indultos como la única vía. Nos lo explicaban y pensaba yo para mí, estamos flipando si lo de los indultos tira para delante con la tropica que hay por ahí. Y fíjate. El Assens, la Rosa Lluch, la Vicky Rosell y el hombre este sevillano que ahora se me ha ido. Fantástico.
Pues nada. Este es otro texto más para decir que eso, que los Comuns ya lo dijimos. Que lo dijimos y todo el mundo miraba a otro lado. Bueno, o nos miraban muy fijamente con cara así de amigos del régimen. Pero sabíamos que tarde o temprano, como en otras tantas cosas, las cosas irían cayendo a su amor.
Ahora, pues nada. Esperar a que se concedan los indultos lo antes posible, salgan del talego los que están allí y se pongan a hacer política de nuevo. Y que otros piensen que los indultos han sido cosa suya.
lunes, 7 de junio de 2021
Delacroix demodé
Pocos días despues de presentarse el cuadro 'La libertad guiando al pueblo', nos fuimos un grupo de amigos a tomar café a un salón que regentaba uno de los principales poetas de aquella generación. Su nombre, lo he olvidado. En aquel salón estábamos hablando del impacto que nos había causado el hecho de que Delacroix hubiera pintado un cuadro esencialmente revolucionario. Un cuadro que reflejaba el ímpetu de las masas, el poder emancipador de la revolución, las ansias de libertad de todo un pueblo. Y fue entonces cuando Biçanzon alzó la voz para decir lo siguiente.
'Eso es lo que nos parece ahora, quizás en un futuro signifique otra cosa'.
¿Cómo pudo decir eso, pensamos todos? Biçanzon era una persona que ya nos tenía acostumbrados a comentarios un poco oscuros, taciturnos. No había superado cierto desengaño. No había alcanzado aquella prebenda que le hubiera solucionado la vida. Estaba enfadado con todo y con todos. Pero aquella observación sobre el arte de Delacroix, nos descolocó. ¿A qué te refieres amigo Biçanzón?
'Es evidente. En cada tiempo, cada generación ha tenido sus referentes, sus imágenes icónicas, sus ideas, sus asideros mitológicos. Y lo que ahora nos parece abrumadoramente revolucionario, mañana nos parecerá simplemente un reclamo chistoso. Y lo que hoy nos parece una burda procacidad, mañana parecerá iconoclasta y arrastrará a millones al matadero o a la gloria.'
Biçanzon había hablado mucho esa vez. Nos quedamos pensativos. Y no le hicimos mucho caso.
Tiempo después supimos que Biçanzon había muerto. Y como pasa con los muertos, lo recordamos con agrado. Hasta yo pensé que quizás tendría razón en su reflexión aquella. Delacroix me pareció entonces, antiguo. Y así sigo.
domingo, 6 de junio de 2021
Tanita Tikaram contra Tracey Chapman
Estábamos aquel día discutiendo quién era más aburrida, si Tanita Tikaram o Tracey Chapman. Era una conversación agitadísima. Yo, que era el que había introducido el tema, había expuesto que las dos eran un plomo, cantautoras que una por ser excesivamente floja y la otra porque era demasiado sentida, no conseguían provocar el efecto en mí de interesarme por lo que cantaban y que, incluso, en el caso de Tracey Chapman, me hacía incluso desear que la Revolución fracasara. Y fue entonces cuando me dijiste lo siguiente:
' A todos y todas las que estamos aquí la verdad es que nos divierten mucho tus ocurrencias. Siempre tienes la palabra, el dato, la referencia, algún chascarrillo que nos hace más divertida la conversación. He de decir que, incluso, he llegado a apreciar como importantes tus observaciones sobre la vida y sobre cómo nos enfrentamos a ella. En algún momento te he tenido por algún tipo de referente, sino vital, sí circunstancial. Siempre me gusta escucharte y creo que hablo en nombre de todos y de todas, si digo que en esta ocasión, tanto en el tono, como en las formas, como en el contenido de lo que expones, me parece que has alcanzado un altísimo nivel de soplapollez. Un nivel tan alto, una excelencia tal, que aunque solo sea porque nos resultas patéticamente útil para enfrentarnos a la condición humana, me apetece que continúes siendo parte de este grupo, porque nos aportas, sin lugar a dudas, eso que llamaríamos contrapunto. Una mirada diferente y gilipollas sobre los asuntos, los temas, las personas, las vidas, las cosas, una mirada diferente pero diferente de verdad, porque juro por todo lo que más quiero, que no le toleraría ni al mismísimo XXxX que bajase aquí mismo a decir tonterías, que soltase las mierdas que tú sueltas. Esta diatriba que has querido colocarnos hoy, no es más que un intento de mostrar tu desengaño con algo, con otra cosa, más profunda, que supongo que quieres introducir aquí de soslayo para que los demás captemos que detrás de A en realidad está B. Y para mí es suficiente. Lo hemos cogido. A la primera, prácticamente todos. Y todas. Por eso, una vez que ya has alcanzado el tope del día de hoy, me gustaría y creo que hablo en nombre de todos nuevamente, que te fueras un poquito a tomar por culo'.
Eso me dijiste. Por si se te había olvidado.
viernes, 4 de junio de 2021
Karpov
Aquí dónde me ven, con la Union Jack al fondo, no sé ni tentarlas. Hay quien las mueve mejor que yo, eso es evidente, siempre hay alguien que las mueve mejor, pero es que no sé ni cómo se empieza. Las piezas están dispuestas, tengo las negras, miro así con cara confiada, pero digo que no sé. Es que no sé. O no sé cómo hacerlo tan bien como lo haces tú. Tú si que sabes. Con la Union Jack detrás parezco inglés. Parezco otro. Me tendría que llamar Ian, por ejemplo. Tengo una cara de ruso que no engaña a nadie, pero así en un primer vistazo, paso por británico. ¿No? Esperando estoy. Esperando y ya os he dicho que sé jugar. El juego que viene de la India, posiblemente adaptación de un juego anterior que vendría de China, que los árabes llevaron a Europa y que aquí me tienes. No sé ni cómo empezar. Es mejor llevar negras para que sea el otro el que de primero. Y luego ya tú sigues. Y disimulas. Ir a remolque. Hay quien no sabe ir a remolque, que tiene que ser protagonista. Protagonista de la partida. Qué pereza. Qué hartura. Ir siempre marcando la agenda. Llevarlo todo preparado. La gente que lo tiene todo preparado, todo previsto, cómo lo harán, qué vida tan poco emocionante. Prepararse tanto para qué. Prepararse tanto implica que tienes un interés. Ir a las cosas con un interés hace que pierda la cosa interés para mí. Estar interesado, hacer las cosas con una estrategia. Yo no sé jugar a esto. Yo no sé hacerlo. Llevo las negras y voy a remolque. Llevo las negras y llevo la negra. Llevo las negras y espero. Llevo las negras y estoy expectante. Llevo las negras y apenas comprendo un poco el juego. Llevo las negras con la Union Jack de fondo. El británico. El ruso. El soviético. Pensando antes de la partida en cómo irá la partida. La partida ya está jugándose. Todo el mundo está mirando. No tengo mal aspecto. La partida es una incógnita. Las piezas todavía no se han movido. No conozco al contrincante. Si lo conociera sería diferente. Una vez jugué una partida contra alguien que conocí. Pero no hemos venido a hablar de mí. Supongo que estamos aquí por el ajedrez.
jueves, 3 de junio de 2021
Simón - Miqui Otero
Casavella. Ya está dicho. Y está dicho para bien. Este libro de Miqui Otero, el primer libro de Miqui Otero que me leo, me ha gustado muchísimo. Me ha gustado desde el principio y me ha gustado hasta el final. Y me ha gustado durante. Y me ha gustado por Casavella. Porque he visto a Casavella en muchas páginas, en muchos momentos y en muchas situaciones y en cierto imaginario compartido entre ambos autores. Y a mí Casavella me encantaba y este libro me he gustado.
Me ha gustado y también me ha provocado la siguiente reflexión. Hace un tiempo me dio por intentar escribir la gran novela de Santa Coloma. Cada cierto tiempo, me da un arrebato, me creo escritor y me propongo hacer algo. Esto me pasó a principios de año, comencé, pero no seguí. Lo achaqué al mucho trabajo, la falta de tiempo... Ha sido leyendo Simón, este libro, que me he dado cuenta del porqué no escribiré nunca un libro. Porque no sé. Simplemente. Al menos, no sé escribir igual de bien que Miqui Otero ha escrito un libro que es un libro que, más o menos, me hubiera gustado escribir a mí.
Simón es la historia de dos primos, dos primohermanos, que crecen en un bareto, el típico bareto barcelonés en toda su extensión del espacio barcelonés, regentado por una familia gallega, con una clientela habitual, y con mil cosas que contar. Una historia con un bar, la fuerza del bar, del bareto, del lugar donde personas comunes pero singulares, van a dar para escabullirse de la vida, para olvidarse de la vida, para vivir otra vida en contacto con otros seres de bar. Todo eso que he querido contar mil veces y que no me saldrá así jamás. Simón es la historia del mito, del personaje que se fue y al que recordamos de una manera mítica, pero es también la historia de personas que se creen que esto, la vida, va a ir de una cosa y en realidad va de otra cosa, a veces peor, pero a veces también mejor. Y no sabemos ver cuál es la mejor y cuál es la peor.
Simón es una buena historia con muchas historias alrededor, con personas que esperas que sean dramáticamente una cosa y que realmente son personas. Personas a las que les pasan cosas, pero no esas cosas truculentas que tú estás pensando que van a pasar. Simón es una historia de un tiempo y de un tipo de personas. Esas personas que ya se comieron un par de crisis y que encaran casi la cuarentena con muy pocas expectativas, aunque no dejen de tenerlas y de pelearlas. También es la historia de esas personas que creen en los libros, que creen en el saber aprendido, que creen en la fuerza de las palabras aprendidas, de leer la Larousse, de memorizarla, de leer y leer novelas, de leer y leer ensayos, de aprender. De esas personas que fracasan sistemáticamente porque vivir es una mierda donde no tiene nada que ver lo que sepas o lo que enseñes.
Simón es un librazo. Lo tengo en casa para el que lo quiera leer. Un libro que yo nunca podré ni acercarme a copiar. Un libro para leer como si te estuvieran contando una historia que ya conoces. Y por eso la devoras. Poca cosa más. Casi nada. Casavella otra vez, siempre.
martes, 1 de junio de 2021
Crónica del #plegramenet de mayo. Caballo le dan sabana.
El caballo blanco relinchando en la plaza de la Vila no augura nada bueno. Ni nada nuevo. El caballo blanco bebiendo en el río, poderoso, capaz, enfrentándose a la luna blanca y grande. El caballo blanco sopla y relincha y se encabrita y se sube por todas partes y todo lo toca y todo lo hace polvo. El caballo blanco que sube por las escaleras del Ajuntament y va a buscar la sala de plenos y la encuentra vacía porque ya no vamos a la sala de plenos y se pone furioso, más furioso, porque el caballo blanco es furioso y mueve las crines al viento de la sala vacía, que no es ya viento ni es nada. El caballo blanco va buscando y lo encuentra. El caballo blanco no ha necesitado encontrarte en la sala de plenos vacía, porque es listo y es como una persona y sabe.
No me gustan las personas sensibles. No me gusta estar rodeado por personas sensibles. Las personas sensibles son una lacra para la sociedad. Una persona sensible, por ejemplo, no da más que problemas. Problemas de todo tipo, problemas de orden social, problemas a nivel cultural, qué menos que de problemas así una persona sensible, las personas sensibles se preocupan, las personas sensibles están con las antenas puestas ante el mal ajeno, las personas sensibles son las primeras en caer. Una persona sensible muere la primera en la película. Una persona sensible cae en las redes de una secta que la engatusa con malas artes, apelando a su condición de persona sensible. Una persona sensible no vale absolutamente para nada. Imagínense en la política una persona sensible. Piénsenlo. Una persona sensible es un auténtico lastre. Un peso muerto para la condición de la política. Un muerto al peso. Una persona sensible en el fragor de un debate dialéctico. Una persona sensible planificando o urdiendo un plan. Una persona sensible mirando por la ventana cómo cae la lluvia, mientras a su lado suceden cosas que a la persona sensible no le interesan, porque esa lágrima cayó en la arena y porque al caballo blanco le dan sabana porque está viejo y cansado. Está viejo y cansado lo que yo te diga.
El pleno de ayer fue un pleno muy especial, quizás fue el pleno más especial de todos los plenos a los que he asistido o que he contemplado. Ahora solo contemplo plenos. Estoy deseando volver a los plenos presenciales, para poder abrazaros, saludaros como parte de un gremio. El gremio de las personas que van a los plenos, insensibles, que se saludan, chocan sus manos, se dan golpecitos en la espalda, se abrazan por la espalda, te pasan la mano por la espalda, cómo estás, pues aquí, todo eso. Ese gremio, el de las personas insensibles que nos vemos en los plenos. El de esas personas que ya damos por descontadas todas esas cosas que pasan en los plenos y que tenemos callo de ver tantas cosas que no nos sorprende absolutamente nada. El pleno de ayer fue un pleno ciertamente especial, una categoría premium de pleno, un pleno digno de anuncio de caballo blanco corriendo por la arena triunfante, un pleno envuelto en papel dorado, un pleno de colonia buena, un pleno de caja de bombones con nombre alemán. El pleno de ayer fue el pleno más tremendamente especial que yo recuerdo haber vivido. Y, siéntate aquí conmigo, amigo lector, que te pasaré la mano por la espalda para contarte, yo he vivido muchos plenos. Y te lo cuento mientras entorno los ojos y te susurro viejos discursos, intervenciones memorables, decretos que pasaron desapercibidos, comentarios a pie de página, improvisaciones en las réplicas, mensajes en los watsapps, micrófonos que no funcionaron, botellitas de agua que jamás aparecieron. El aire acondicionado, el meta pleno, la vida pasar. Ayer todo eso pasó y todo eso fue y todo eso más. Todo lo que usted puede imaginar en un pleno que fue un regalo para los sentidos, para la inteligencia y para el espíritu. Earth, wind and fire. Fire. Fuego a tope. El caballo blanco galopando brioso apareciendo entre las llamas, como una banda de heavy metal en Can Zam. El pleno de ayer no lo voy a olvidar en la vida, como sí que he olvidado la mayoría de los plenos municipales. Este de ayer, sin duda, quedará para el resto de mi existencia, como el pleno especial, el Special, el Premium, el Gold, el Extra Pleno, el Pleno con mayúsculas, el Clásico de los plenos.
Qué pasó en el pleno de ayer que no sepas que pasó, querido lector. Si estas buscando, o lectora, si estás buscando insisto alguna referencia concreta abandona toda esperanza porque no las hallarás más que en mi corazón. Un corazón negro y podrido que ya es incapaz, nunca lo había sido, capaz de mostrar sensibilidad hacia el sufrimiento humano. Ya no. Antes, y déjame que te pase de nuevo la mano por la espalda y que entorne los ojos para contarme, antes, digo, me hubiera estremecido con la intervención de la Defensora de la Ciudadanía, por ejemplo. Antes, y sigo cogiéndote entre mis brazos como solo tú sabes que yo te puedo coger aunque tengo los brazos cortos y llego donde llego, antes, me hubiera quedado arrasado por la respuesta del teniente de alcaldesa Esteve Serrano. Antes, hubiera quedado transido de felicidad ante el estallido pasional de nuestra alcaldesa para afirmar y reafirmar que en este pleno ni en ningún otro pleno que haya conocido colomense alguno, jamás se faltó el respeto a nadie. Antes, era antes, ahora, mi espíritu ha cambiado y como un viejo galápago de pozo, te digo que solo puedo sentir... no puedo sentir, mi vida, vista ahora en perspectiva, y perdona que nuevamente te vuelva a pasar la mano por la espalda hasta posarla en tu propio hombro tuyo, te digo, mi vida, ya no es más que una sombra. Mi vida se reduce ahora mismo a la contemplación y el análisis, frío, estadístico, sin interpretación posible, sin nada que sumar ni restar. Mi vida se encuentra escondida porque temo al caballo blanco que me encuentre y me lleve con él. Que se encabrite y me coceé, que con un bufido me estampe contra esa columna. Esa.
El pleno municipal de ayer fue una obra de arte, y lo tengo escrito y ya sé que es una imagen patosa. Una imagen que no puede aportar ni un ápice de realidad de lo que ahí se vio, se vivió y se escuchó. Y se dijo. Y se dijeron cosas durante cinco horas y media y pocas parecieron porque se aceleró en la parte final y todo parecía que se conjuraba para que ese momento, tan hermoso, de cinco horas y media, no se detuviera jamás. Te cuento, amiga lectora, mi vivencia, te cuento, amigo lector, lo que sé.
Un pleno municipal donde se dilucidaron asuntos de vital importancia para nuestra Santa Coloma ciudad mejor del mundo y cuando se pueda volver a lo que te dije verás que esto va a ser un no parar y al que no le guste que se largue del pueblo. O lo echará el caballo blanco o lo echará la propia Santa Coloma misma que desde su infinita sabiduría sabe elegir a quienes mantiene o a quienes les hace retroceder. Caballo le dan sabana porque está viejo y cansado. Asuntos que se trataron ayer. Más espacio para las terrazas donde tomarnos unos algo y planificar el asalto a esa colina que jamás fue tomada. La revancha histórica. El gol de Señor. Coplas a la muerte de su padre. Actores encasillados en anuncios de cervezas. Canciones patrióticas a precio de coste. Asuntos que se trataron ayer. Un parque para Can Zam, un espacio para los negocios, un hub colomense en el que poder compartir experiencias de emprendeduría y un cluster para la aventura y las buenas noticias. Fue el regidor de Ciudadanos, Miguel Padilla, quien hizo la más acertada, minuciosa, precisa, descripción de lo que ha de ser Can Zam y una ciudad en general. Generadora de buenas noticias.
Eso es.
Yo lo dejaría aquí mismo, porque lo demás que se trató en el pleno municipal lo pueden ver ustedes en Youtube y yo no hago más que confundirles y no ser nada discreto en mis valoraciones. Una ciudad para cantar en el Sagarra a la vida y sus misterios. Una ciudad que ya va bien y que podría ir mejor si nos fuéramos unos cuantos a la mierda. Una ciudad no apta para gente sensible. Una ciudad que merece que a los sensibles los encerremos en el parking ese que parece que están haciendo en Can Zam. Una ciudad en la que dejemos de hacer el ridículo y nos hagamos a la idea de que pasar la mano por la espalda cuenta tanto o más que tú. Caballo blanco o borriquito como tú. Eso es.
Generemos buenas noticias. El mejor pleno de la historia. No encontraréis en este texto ni una sola palabra de reconocimiento, de mención, de la tuna en tu balcón. A las personas sensibles no hay que darles alas.