viernes, 31 de marzo de 2023
¿Pero quién ganó?
Analicemos el resultado, pero antes quisiera que nos preguntáramos cuál fue el resultado. ¿Quién ganó? Gana quien creemos que gana o al final todo el mundo gana. También nos podemos conformar con esa visión que dice que todos pierden. Analicemos el resultado. El resultado de la batalla nos dice que ganaron las fuerzas del califato abbasí y que con esto pararon la penetración del imperio chino de los Tang, pero ¿realmente eso pasó así? Claro que sí, pero podría haber sido contada de otra manera, podría haberse explicado por ejemplo que después de la batalla del Talas las fuerzas chinas infligieron tal cantidad de bajas a las fuerzas musulmanas que detuvieron también su avance por el continente asiático. Pero no fue así tampoco porque de hecho todos los pueblos túrquicos acabaron convirtiéndose al Islam. Yo que sé. La verdad es que escribir o reescribir la historia es fascinante. Es bonito pensar que las cosas no fueron como nos cuentan y que todo es de otra manera. De otra manera que nos interese a nosotros. Estamos en un mundo, el de hoy, ya no hablo de aquel otro mundo en el que todo era más o menos como el de hoy ya que uno ahora puede acceder a mucha información o bien encastillarse en un solo espacio para recibir la información que le gusta, pero en el 751, si ya es complicado saberlo ahora, imagínate tú que te vienen y te dicen que la batalla del Talas tal o cual y tú dices, pero perdone, buen hombre, qué me está usted contando si no sé ni siquiera que hay un imperio Tang. Y con toda la razón del mundo habrá gente que a día de hoy dude, y que no lo tenga claro, y que piense que estamos expuestos a que venga el primero que llegue y nos diga que esto o lo otro es lo que ha pasado y que es mejor desentenderse del asunto. Y es lo que te digo. Que al final, uno no sabe. Bueno, lo sabe, pero que empiezas y no acabas.
miércoles, 29 de marzo de 2023
Generalitat, dimisión
¿Para qué nos sirve la Generalitat en Santa Coloma de Gramenet? Este fin de semana hemos recibido la respuesta por parte precisamente del partido que gobierna la Generalitat de Catalunya y la respuesta es contundente. Para nada. De tal manera que la propuesta por parte del partido que gobierna la Generalitat de Catalunya es desposeer de competencias a la propia Generalitat de Catalunya para, en un alarde de 'al final lo voy a tener que hacer yo pero sin hacerlo yo cuando puedo hacerlo yo', asumir competencias locales si se asume el gobierno municipal. Parece confuso pero es absurdo. Parece complicado pero es fliparse. Es decir, qué mejor manera de rebajar el papel de la Generalitat de Catalunya que hacer comparecer a un Conseller de Seguretat Ciutadana para decirle en su cara que si se ganan las elecciones se va a asumir las competencias de la seguridad ciudadana. Si el partido que dice esto es un partido diferente al que gobierna la Generalitat, sería una manera de decir que la Generalitat es inútil y que tendrá que ser otro quien lo haga, como en aquel capítulo glorioso de los Simpsons. Que lo haga otro. En este caso es lo hago yo porque yo no lo estoy haciendo. Me estoy repitiendo pero es que quiero que quede claro el asunto. Es decir, el candidato del partido del gobierno de la Generalitat, le dice al gobierno de la Generalitat que él hará el trabajo que no está haciendo la Generalitat. ¿Para qué nos sirve la Generalitat? Al parecer, a Santa Coloma de Gramanet no le hace falta la Generalitat de Catalunya ya que si gobierna el partido que gobierna la Generalitat de Catalunya, este partido hará todo lo que la Generalitat de Catalunya no está haciendo. Puedo estar todo el día escribiendo frases como esta hasta que quede meridianamente claro que el partido que quiere gobernar Santa Coloma porque al parecer se ha dado cuenta de que su experiencia de gobierno en la Generalitat es tan chiripitifláutica que nos merecemos que nos gobiernen así, lo que quiere hacer es, básicamente, hacer lo que tendría que hacer la Generalitat de Catalunya y no hace. Léase la segunda residencia o el tema de la seguridad ciudadana, donde la Generalitat tiene la competencia, léase, que pongas más mossos y no nos cuentes una peli de indios. ¿Para qué sirve la Generalitat de Catalunya? Según ERC y Ciudadanos, para nada.
Pero de algo tendrán que servir, digo yo.
PD: Sobre lo de ir a hacer un acto de seguridad ciudadana al barrio del Fondo, pensábamos que solo el paracaidista de Badalona del PP tenía este concepto de nuestra ciudad, pero vemos que no, que esto se contagia. O ya venía en el equipo.
jueves, 23 de marzo de 2023
El Imperio Bizantino
Usted sabe, como yo, que el Imperio Bizantino es sinónimo de lío, de confusión, de inestabilidad y de trifulcas sin cuento. Internas. Trifulcas internas y claro, también campañas de expansión en un principio y luego campañas para intentar defender lo indefendible. Indefendible nos lo parece ahora, pero en su tiempo los bizantinos, que se consideraban a sí mismo romanos en un principio y luego fueron cada vez más griegos, los bizantinos digo, consideraban que eran ellos los que merecían un respeto y una consideración por parte de los demás pueblos ya que ellos eran los herederos del antiguo Imperio Romano, ellos eran la civilización y ellos eran el canon de algo que estaba únicamente en su cabeza pero no en la cabeza del resto de pueblos. El Imperio Bizantino es un auténtico lío. El Imperio bizantino siempre con emperadores débiles y rebeliones internas y madres del emperador malísimas que dominan a sus hijos y emperadores que recurren a pueblos extranjeros para que defiendan el imperio y el imperio se debilita porque los extranjeros no tienen consideración con el imperio y los vikingos y los almogàvers y toda la historia y todos los pueblos túrquicos acechando las fronteras y el poderío del imperio persa que dura tantísimos años que no sabe uno si fue, se extinguió, duró, pero estaba ahí y acechaba y por el norte los pueblos eslavos que se van haciendo con el rollo de los bizantinos y les copian la religión y les copian todo y hasta consideran que ellos son la nueva Roma y no esa Roma que tarde o temprano va a caer, pero que en su cabeza estará el recuperar esa Roma que se perdió y todo esto son cosas que ya habrá leído usted, que suele leer mucho y del Imperio bizantino se lo sabe todo, las batallas en el hipódromo, las luchas intestinas, los migueles, los basilios, los juan, todos ellos están ya olvidados y Justiniano y su mujer Teodora sí que han sobrevivido a la memoria con cierta dignidad y les estudiamos y escuchamos conferencias y usted cree que es necesaria una serie de Netflix para dignificar como se merece la memoria del Imperio Bizantino. Con sus luchas intestinas y sus peleas familiares y emperatrices enviadas al convento y Rávena y el poder evocador de la presencia bizantina en la península Ibérica que parece que no, pero tuvo su importancia. Todo eso usted ya lo sabe, no estoy descubriendo nada. Y ya nos hemos distraído un poco.
miércoles, 22 de marzo de 2023
Señalando el camino
martes, 21 de marzo de 2023
As Bestas - Rodrigo Sorogoyen
Recuerdo haber visto dos o tres películas japonesas hace tiempo, en los tiempos de la Filmoteca. Una de ellas era El León Rojo, de un director que no recuerdo, y luego Yojimbo y Los Siete Samurais, de Akira Kurosawa. En ellas, que luego fueron adaptadas al género del western, se nos contaba una historia pero también se nos estaba contando otra. El propósito de intentar mejorar la vida de la gente, confiar en la bondad de la gente, muchas veces te puede acabar costando la vida a manos, precisamente, de quienes estás intentando ayudar. Es posible que ese haya sido el propósito de Rodrigo Sorogoyen con As Bestas, contarnos una historia en la que una persona con unos nobles ideales, topa con la oposición de aquellos a los que quiere ayudar. Para que quede claro el tema, porque es una película y no es un documental, utiliza a actores y actores tan buenos como Luis Zahera o Diego Anido para interpretar a esa gente del campo que destila una violencia contenida e intimidatoria en cada segundo en los que se enfrentan al personaje del francés. Porque es una película y no un documental, si fuera un documental quizás la intención sería otra, pero esto es distinto. Incluso siendo un documental haces, porque haces, montajes y seleccionas qué y qué no. Por eso hay una intencionalidad. No hay nada objetivo. Rodrigo Sorogoyen quiere dejar claro que las eólicas, que no aparecen en toda la película salvo en algún plano de molino, son las verdaderas culpables de la situación que se genera, pero son los campesinos, los aldeanos, los que ejercen de carne de cañón de las empresas. La película es una buena película que te genera una tensión constante ante las interpretaciones de un Zahera colosal y el francés que maneja su corpulencia y su fuerza de una manera intimidatoria también. El choque se espera, el choque se siente, y todo eso es difícil de generar así sin más. Hay quien se ha quejado de que la película transmite una idea animalizadora del aldeano, un prejuicio de clase, un sesgo urbanita sobre el campo conservador y atrasado... y tiene razón. Pero esta visión no es nueva. Insisto en que no es un tema nuevo. Creo que hasta Un enemigo del pueblo de Ibsen tendría mucho que ver con esto. Creo que es una película que tiene una intencionalidad concreta, que manifestó el propio director a mi juicio de forma equivocada en la gala de los Goya. Y es muy buena en eso. Creo que haría falta otra película que entendiera el porqué. A veces, necesitamos entender el porqué la gente hace lo que hace, vota lo que vota, piensa lo que piensa, antes de. A veces creemos que nos caricaturizan y nos ridiculizan y nos animalizan y con eso nos convertiremos en otra cosa. Pero suele pasar que se genera el efecto contrario.
jueves, 16 de marzo de 2023
Léolo - Jean-Claude Lauzon
No sé porqué y si sé porqué esta película, especialmente una de las historias de esta película, me ha venido a la cabeza estos últimos días. Léolo es una de esas películas que tienes que ver cuando eres joven. Una película de esas que todo el mundo califica de 'poéticas' y que te abre la puerta a pensar que abandonar la infancia es un desastre, que el mundo puede estar lleno de peligros si eres alguien con un toque diferente, que porque soñamos no lo estamos. El director, Jean-Claude Lauzon, murió a los pocos años de hacer esta película y el hecho de que la familia del niño, los Lauzon, coincidieran en el mismo apellido con él mismo, etc. Leo Lauzon, que quería ser italiano y llamarse Leolo Lozone. Preciosa película que descubrí en su momento gracias a la Laura (ahora que lo pienso, Laura también empieza por L), y ahora cuento esa pequeña historia de la película que.
Léolo tiene un hermano mayor. Este hermano mayor es, contrariamente a lo que se pueda pensar respecto a los hermanos mayores, un nyicris. Un tipo delgaducho y apocado al que un día, los gamberretes del barrio le dan un puñetazo o le pegan una paliza. Este hecho trastoca al chaval y dedica el resto de su adolescencia y su juventud a convertirse en otra persona. Una persona que hace pesas, que cuida su alimentación para ponerse bien cachas. Se prepara esperando que llegue el momento de la venganza, hasta que esa venganza llega. Otro día, al cabo de los muchos años, se tropieza con uno de aquellos gamberros del barrio que le reconoce y le provoca. Está con su hermano y va a protegerle, pero el gamberrete, en lugar de recurrir a la fuerza bruta, engaña al hermano y le raja la nariz con una navaja. El hermano acaba ingresado en una institución psiquiátrica, como buena parte de su familia.
Y aquí lo dejo.
miércoles, 15 de marzo de 2023
Todo a la vez en todas partes - Daniel Kwan y Daniel Scheinert
Yo sí que sé de qué va Todo a la vez en todas partes, la película que ha sido la gran triunfadora de los Oscars de este año. Y lo sé pese a haberme perdido media película aproximadamente porque entré en lo que se llama un estado morfeico severo, pero no por causa de la película sino por mis propios motivos personales de una persona como usted y como yo. He de decir que esta película ya la intentamos ver en una sesión nocturna algún mes antes del visionado final y pese a que nos pareció ciertamente resultona, impactante, un poco una flipada y con un discurso un poco difícil de seguir, dijimos, tenemos que acabar de verla, cosa que nunca pasó. Así que tuvimos que reemprender el visionado un tiempo después desde el principio, un principio que ya habíamos visto y que me salté. Ví así el final de la película si entendemos por el final los tres cuartos de hora finales. Y puedo decir que coincido con el veredicto de David Byrne y no voy a hacer spoiler pero sí que diré que el artificio sobre el que se sustenta el relato y que hace que nos hagamos el desto un lío en más de uno y de dos y de tres ocasiones, se resuelve de una manera clásica que deja contentos a los que quieren estar contentos y que deja contentos a los que ya venían contentos de casa.
¿Voy a criticar yo una película con una constante profusión de saltos, cambios, escenas que van y que vienen, escenarios que desaparecen, fantasías varías y trucos a troche y moche? Jamás. La película es entretenida por eso y por mantenerte, si es que motivos personales te lo impiden, despierto, pero sí que me parece que para llegar a ese final no hacía falta tanto tanto. O quizás es que sabiendo que el final iba a ser ese, lo mejor era rellenarlo con toda la suerte de experiencias en el relato que uno pueda imaginar. Enhorabuena a los premiados y a las premiadas.
lunes, 13 de marzo de 2023
La Generalitat de Catalunya en Santa Coloma
La Generalitat de Catalunya en Santa Coloma. Una institución en una ciudad. Debería ser lo normal, pero la Generalitat de Catalunya en Santa Coloma no es lo normal. Lo normal es la no presencia de la Generalitat de Catalunya en Santa Coloma. No es porque no quede cerca del lugar de la fotografía, sede de la Generalitat, de la presidencia en el Palau de la Generalitat, tampoco queda lejos de del Parlament. Santa Coloma está cerca de todo esos sitios. Pero es una lejanía mental. Santa Coloma y la Generalitat de Catalunya. Tan lejos, tan cerca. Recursos públicos, inversiones en vivienda, aquellos institutos que se esperan y se desesperan y por último la pelea por la segunda residencia para la gente mayor. Ya saben, la Generalitat de Catalunya tiene unas competencias y las tiene que ejercer. Las debería ejercer. Pero la Generalitat de Catalunya tiene unos partidos en el gobierno y ahora tiene un partido en el gobierno y no hace, como tampoco lo hicieron cuando estaban coaligados con el partido aquel de la derecha de toda la vida, no hace, digo, lo que tiene que hacer. Y hoy han publicado que si son decisivos, no si ganan que ya ven que no, si son decisivos en el gobierno municipal, se supone que obligarán al PSC, al PSC obligar ojo, a hacer la residencia. Y se traen al Conseller del ramo y le hacen hacer el paripé de teatralizar una negociación en una mesa y de ahí, como si estuviéramos en una reunión de yoquesé, lo acuerdan y venga, a pasear por la ciudad y tete, si me votáis hemos acordado con la Conselleria que...
Perdona un momento. Cómo que has acordado con la Conselleria, con la Generalitat que si... Pero si esto es independiente de quien gobierne, tete, si esto es que lo tienes que hacer y gobierne quien gobierne. Pero claro, como tampoco vienen y menosprecian las concentraciones de los lunes para reclamar más y mejores recursos para la gente mayor de Santa Coloma, pues no saben cómo acaba la cosa. Gobierne quien gobierne las pensiones y los servicios públicos se defienden.
Lo de hoy, que no pasó hoy, que lo grabarían cuando el candidato pudo venir a Santa Coloma, supone un momento no sé si cumbre, pero sí uno de los excelsiors que nos va a dar esta campaña electoral. Si ya comenzaron proponiendo la concertación de plazas con un operador para las residencias, abriendo la puerta a la privatización, y recogiendo cable después, ahora utilizan al conseller para hacer política. Fijaros, si votáis a ERC tendréis el favor de la Generalitat, que hasta ahora, impuros, no os merecéis. Es todo.
Y así, entre llamadas al frente común porque los socialistas son el enemigo, que nos lo tienen que venir a explicar también, porque nosotros no lo sabemos, vamos llenando la precampaña de momentos para sentir vergüenza.
No hemos empezado y esto no tiene pinta de acabar. Y la residencia pues pendiente, porque no hay voluntad, lo que hay es un interés. Y nosotros no podemos ser así, ya más no.
viernes, 10 de marzo de 2023
Marcha
¿En qué piensas, marchador? El marchador camina manteniendo un ritmo, regulando el esfuerzo, midiendo la cadencia, calculando cuándo debe apretar y cuándo ha de descansar marchando. El marchador piensa en sus cosas cuando está marchando pero sus cosas son las cosas de la marcha, no piensa en lo que le espera cuando acabe o lo que ha hecho antes. No piensa en su gente ni piensa en ese programa de televisión que le tuvo enganchado hasta altas horas de la madrugada a sabiendas de que estaba haciéndolo mal y no debía trasnochar. Trasnochó. Se levantó temprano. El marchador entrena y se prepara para las carreras. No sale a pasear porque cuando pasea le dicen que camina raro. Él sabe que no camina raro, que camina normal, pero la gente piensa que por ser marchador ya camina de una manera diferente. Cuando está en una carrera procura no pensar, se concentra y aparta de su mente cualquier elemento que le distraiga de lo único que le importa en ese momento. Al acabar, hablando con otros compañeros marchadores, les comenta la carrera. Alguno de ellos le dice que mientras marchan les gusta pensar en otras cosas, en planes para el futuro, en recordar alguna canción que les ayuda a hacer más llevadera la marcha, que si se concentran demasiado solo en la carrera se ponen nerviosos, les da ansiedad y es entonces cuando fallan. Él no entiende cómo pueden hacer una cosa así. Desde pequeño le enseñaron que debía concentrarse, que no se podía hacer de otra manera. Otros marchadores, otras culturas, personas que viven de una manera distinta las circunstancias de una carrera. Todo esto lo estoy pensando mientras estoy en marcha. Me gusta penar en otras cosas. Es otra marcha. Cambio de marcha. En marcha.
jueves, 9 de marzo de 2023
Feminismo en campaña
El feminismo como la sanidad, la educación, la vivienda, las políticas medioambientales, la pacificación de calles o la gestión de los servicios sociales es materia de discusión política. Y cada uno de los diferentes partidos políticos tenemos nuestra opinión al respecto. Y yo no se la voy a dar. Porque no me toca a mí decidir si se ha de impulsar un grupo de mujeres o se ha de hacer lo posible por contrarrestar el poder de tal grupo u otro grupo en aras de que la opción política tal o la opción política tal tenga una mayor repercusión en el movimiento. El feminismo es, ahora mismo, la mayor fuerza movilizadora de masas. El feminismo no existe. Lo que existe, según me dicen, son feminismos. Feminismos diversos, plurales, ricos en matices y en formas de expresarse, con un hilo conductor pero con muchas maneras de ser y de sentir. Hay quien quiere... ya hablo como aquel, 'algunos'... no, no quiero ir por ahí. Los feminismos colomenses son variados, indisciplinados, porosos, o eso es lo que me gustaría a mí. Que no hubiera una manifestación mañanera y otra por la tarde porque unas y otras no pueden ir a una manifestación u otra porque si tú no fueras tan americana yo tampoco sería tan ruso. Pero no le pidamos al feminismo lo que otras movilizaciones no han conseguido. Mejor dicho, entristezcámonos porque al feminismo ha llegado la manifestación por el matiz, por la velocidad y por la primacía. Sobre todo la primacía. Sobre todo va separado. Un sobretodo es otra cosa. Para otra vez. Ya que escribimos en español para que nos entienda la masa proletaria, que se note. El feminismo como herramienta política. No comentaré lo del 7M, pero debería comentar que en el feminismo, como en la vida sindical, como en la vida política, como en la vida, si hay un nicho de negocio, se va a por él. Y si el nicho de negocio peligra, pues se defiende con uñas y dientes. Lo llevamos viendo varios años y cada año va a peor. Así nos encontramos con que esas manifestaciones multitudinarias y que le enchufaban a uno una dosis de realidad y de entusiasmo simultáneo sobre el poder movilizador de las causas con sentido común, se mantienen, pero se intentan solapar con guerras de guerrillas por las cuales todos y todas queremos nuestra mani, nuestro minuto de gloria, nuestra palmada en la espalda feminista, nuestra foto de grupo. Y así avanzamos firmes y adelante hacia la atomización del movimiento que nos mantendrá fieles en la lucha, fieles en departamento, rabiosamente dentro y fuera y mientras tanto, avanzamos. Y se avanza. No hay más que verlo. Y sí, menos princesas y más alcaldesas. Lo firmo.
martes, 7 de marzo de 2023
Kathryn Ferguson - Nothing compares
Hubo una vez hace dos mil años en que dieron por el 33 un concierto entero de Sinéad O'Connor en el festival de la Vaca, el Dr. Music Festival aquel que se hacía en el Pirineo y al que nunca fui. Salía ella con el pelo un poco más largo de lo habitual y cantaba canciones de un disco que luego encontré en la Biblioteca, el Universal Mother. Aquel concierto era demoledor. Era increíble cómo cantaba, te emocionaba, te daban ganas de que volviera a repetir la canción que había cantado por miedo a que la canción siguiente no fuera tan buena. Recuerdo también emocionarme con la versión de Nothing compares to You, la versión de Prince. Recuerdo haberle perdido la pista a Sinéad O'Connor y leer con pena las noticias que hablaban de conversiones, de ordenamientos, de intentos de suicidio, etc. Recuerdo en ese tiempo también haber escuchado el disco de Reggae clásicazo que hizo en el que salía ella en la portada de niña. Una foto que aparece en el documental.
Este documental está muy bien para saber de dónde viene Sinéad O'Connor, de dónde viene todo aquello que hizo y que en el documental simplemente nos dicen que sí, que es cierto, que la apartó de los focos mediáticos y la convirtió en una apestada pero que al mismo tiempo la hizo un icono de un feminismo combativo que hoy en día nos parece normal pero que entonces, aquellos lejanos entonces de finales de los ochenta y principios de los noventa, pues no lo era. El documental nos cuenta, por boca de la propia Sinéad, aunque sin su imagen, su infancia en una Irlanda ultracatólica, donde monjas y curas controlan a la población, las escuelas, a las familias, todo, desmitificando esa Irlanda dulce y buena y alegre y cantarina de otros documentales o películas y cómo esa religión católica y su lucha contra la Iglesia la acompañará siempre. O al menos, lo que dura el documental y el tiempo que abarca.
Porque el documental trata de explicar porqué rompió la foto del Papa, porqué se negó a que sonara el himno americano, toca de pasada qué le pasó después y qué secuelas dejó en ella todo lo que pasó. Da la impresión de que es una película dedicada a proyectar una imagen de una persona sin presente, sin pasado inmediato y a la que se quiere reconocer y pedir perdón por todo lo que se dijo de ella en un momento en el que la pudieron haber mandado a la basura, provocado cualquier cosa, hundirla del todo. No se hundió, pero su vida no ha sido precisamente dulce. O es la imagen de los medios que se ha dado de ella, Sinéad O'Connor siempre metida en líos. Y es que Sinéad O'Connor es fascinante. Verla hablar, con esa contundencia, super joven, con todo super claro, actuar, reivindicar, reivindicarse, es una maravilla.
Pero falta algo. Y es el resto de su vida.
Al final, una gloriosa interpretación contemporánea de ella, ya con la indumentaria posterior a su conversión al Islam (cosa que no se nos dice, creo), de Thank You for Hearing Me, de un disco que no se comenta como el Universal Mother, despide el documental y te hace volver a recordar todo lo que fue Sinéada O'Connor, precisamente las vísperas del 8 de marzo y ese Joe Pesci diciendo tan pancho que si hubiera tenido delante a la Sinéad le hubiera dado una ostia y yo que sé qué te recorre por el cuerpo.
viernes, 3 de marzo de 2023
Pink Floyd - The Dark Side of the Moon
Hay discos en los que te quedarías a vivir, aunque quedarte a vivir en el mundo que describe The Dark side of the Moon no es demasiado agradable, de hecho es un mundo tan poco agradable que es este mundo, aunque sea un mundo de hace 50 años. Porque este disco y lo que cuenta este disco cumplen 50 años y si los Pink Floyd hubieran tenido que hacer este disco, posiblemente hubieran hecho algo parecido, hubieran cargado las tintas más en algunas cosas, o hubieran pensado que porqué meterse en estas cosas pudiendo hacer otra música. Posiblemente hoy Pink Floyd no existiría. La música ya no tiene nada que ver con lo que se hacía hace 50 años, pero como digo, uno puede escuchar este disco y seguir reconociéndose. Aunque no sepas inglés o aunque tu inglés te haya permitido quizás 10 o 20 años después de haber empezado a engancharte a este disco, algo en este disco te dice, palabras sueltas, frases que pillas, que todo va de que la vida, el ritmo de vida, el mundo, estar en el mundo, vivir, el trabajo, el dinero, la locura de mantener el ritmo, no es la vida. Esta vida no es la vida. Y sin embargo, pese al panorama que describe, te quedarías a vivir en este disco porque tiene una, dos, tres, quizás casi todo el disco, lleno de una música que te acoge, te envuelve y se convierte en parte de tu experiencia vital para siempre. ¿Han visto ustedes alguna vez la cantidad de camisetas de Pink Floyd que siguen viéndose por la calle? Personas de toda condición, edad, tamaño, siguen llevando camisetas de esta banda británica pese a que hace mil años que ya Pink Floyd no es y que, incluso, fue de esas bandas denostadas por lo punk como un dinosaurio al que había que derribar. Y sin embargo, ahí está, millones de personas con camisetas con el prisma y el rayo. Yo tengo una camiseta que remeda esta portada. Yo soy un enamorado de esta banda y de este disco. Un disco en el que se avanza lentamente por una vía que nos hace transitar por una vida en la que necesitamos cosas, estar, ser, todo el rato y que nos cansa, nos explota, nos aliena, nos expulsa y nos vuelve a acoger. El sistema y todo eso. Y la música. Y las canciones. Breathe, Time, The Great Gig in the Sky... esta última es estremecedora y pertenece a esas canciones que tienen cantante y no sabes quién es. Sí, es Pink floyd, pero no la cantan ellos, hay alguien que la canta y es anónima. Y no lo es, la cantaba Clare Torry. Hay un documental sobre coristas en Filmin sobre cantantes que no sabes quiénes son pero que salen en las canciones que te molan. Y llega Money y money te la sabes de memoria, hasta que llegas a Us and Them y ahí podrías estar toda la vida, el instrumental Any colour you like y nos metemos en el final apoteósico de Brain Damage con ese loco que se ríe que todos sabemos que es Syd Barrett y Eclipse y ese final en el que está todo, aunque no entiendas la frase final porque nuestro inglés es el que es y por más que nos lo expliquen no lo entendemos. Todo está en sintonía, menos el sol que está eclipsado por la luna. Debe decir eso. Este disco cumple 50 años, los hizo ayer, medio siglo de un disco que parece que cada día es nuevo, que aunque te sepas absolutamente todos los giros, los rifs del teclado, el piano que se va quedando solo con la voz, aquí canta Gilmour, aquí canta el Wright, aquí canta el Waters... aquí canta Clare. Te quedarías a vivir en esos momentos en los que el piano acompaña a Clare, en ese saxo que avanza en Us and Them, en el punteo de Gilmour en Time, en lo que va diciendo Waters a medida que se acerca el final, porque todo está en este disco. Por eso no hace 50 años, porque cuando salgas a la calle, parecerá que esté sonando otra vez. Yendo y viniendo.
jueves, 2 de marzo de 2023
Premis Ciutat de Santa Coloma, una crónica
Hay un chiste de Gila en el que habla de alguien en un pueblo a quien le hacen una broma que le cuesta la vida y ante el enfado de su mujer los mozos le contestan, pues si no aguanta una broma márchese del pueblo. Ayer se hizo entrega de los Premis Ciutat de Santa Coloma y esta gala, postpuesta por los efectos de la pandemia, recuperó ese encuentro entre la Santa Coloma más diversa que uno se pueda imaginar. Ahí estábamos todos y todas. Los que estábamos allí, los que habían venido hasta allí llamados por alguien y no sabían qué hacían allí exactamente, los que no querían estar allí, los que quizás nunca más vuelvan por allí, los que no querían estar exactamente en el sitio en el que estaban y ponen cara de tendríamos que estar nosotros allí, los que están contentos y no saben porqué, los que conocen a alguien y no saben de qué, los que están porque son, los que no saben que lo son, los que no saben lo que son, y los que saben que fuera del teatre Sagarra hay tanta gente que tiene, al menos, algo que aportar y los que no lo saben también. Todos y todas estábamos allí. Desde un primer momento pensé que esas chaquetas colgadas acabarían puestas sobre los cuerpos de las bailarinas. Las chaquetas colgadas de un hilo y que representaban, digo yo, una vida cotidiana que poco a poco hemos ido recuperando en forma de una libertad que, ay, cuando la conseguimos nos hace ir a cada uno por su lado. Por una vez, la presentadora o presentador, se ciñó a un mero papel de eso, presentador y nadie pretendió adornar la cosa con nada que no fuera el recitado de premios. Unos premios que elige un jurado, ese jurado lo forma un grupo de personas, esto es Santa Coloma de Gramenet y si no te gustan las bromas vete del pueblo. Esto es Santa Coloma de Gramenet y si quieres, puedes querer a la gente de Santa Coloma de Gramenet o bien considerar que todos y cada uno de los colomenses que no piensan como tú son unos vendidos al poder o bien es el poder, omnipotente, asfixiante, enfermizo, demoledor, controlador y abyecto, quien nos tiene a todos dominados, adormecidos, atontados, bailando a su son. Puedes pensar eso, que es muy fácil, que es lo más sencillo, estáis todos vendidos y no levantáis la voz ante lo que es clamoroso, o bien pensar que todo eso que pasa finalmente se transforma a través del cariño hacia la gente y poniendo la mejor de nuestras caras y comprensión en un día que es feliz para todos los que están allí de la manera que sea. Una cara que, incluso ante quien hace un discurso que te hace recordar tanto trabajo hecho por compañeros y compañeras, tantas horas de reunión, de contacto, de apoyo, de tender la mano a quien estaba en dificultades, ha de ser buena, porque lo volveríamos a hacer. Pues claro, todos se merecen los premios alcanzados, todos merecen que sus menciones fueran premios también. Los premiados y premiadas suben a escena y lanzan sus discursos de agradecimiento. Paradójicamente hay quien incluso no sabe que ha de hacer un pequeño discurso, da igual, se improvisa y queda tan natural y tan bien que eclipsa a quien lo ha escrito y reescrito y no acabas sabiendo de qué está hablando o cuál es la actividad real que lleva a cabo el o los galardonados. Amigos y amigas que reciben premios, amigos y amigas y compañeras que reciben menciones y aprovechan para colocar discurso político ante la estupefacción de quienes no quieren escuchar nada y solo han venido a aplaudir. Los premios pasan, se acaban, la gala termina, la alcaldesa, principal galardonada de unos premios donde nadie sabe si hay un jurado o es la propia alcaldesa la que, con su sabia tal, decide y por tanto recibe los méritos de la decisión y hay una foto magnífica de conjunto donde deben ser los protagonistas precisamente los que se van a casa contentos por haber sido reconocidos de la manera que sea por su trabajo y lo demás tendremos tiempo de hablarlo. Y si no te gusta, no te vayas al pueblo, sé pueblo.