viernes, 28 de julio de 2023
Qué pena
Yo no sé si tú te acuerdas, yo me acuerdo un poco vagamente. Las vacaciones aquellas no sabíamos dónde ir y nos encontramos con que llegaba julio y no teníamos nada. No tener nada nos tuvo preocupados durante bastantes días. Procuramos no salir mucho a la calle, dejamos de quedar con los amigos, cambiábamos inmediatamente de canal cada vez que aparecía algún programa de viajes, escondí las revistas y hasta nos daba apuro mirar las fotos del móvil. Hicimos lo imposible por encontrar algún destino que nos emocionara de alguna manera, pero que también emocionara a los demás, a la gente, pensábamos tanto en nosotros como en los demás, claro, porque un viaje es también el relato del viaje y lo que a los demás les inspira. Y los demás importan, están, los demás son también parte del viaje. No lo conseguimos. Ya no te acuerdas porque lo quieres mantener ahí oculto en la memoria, al final no fuimos a ningún sitio. Qué pesadilla. No ir a ningún sitio. No estar en ningún sitio mientras todo el mundo está en todas partes y tú no vas. Ni siquiera optas a no estar porque eliges irte en otra fecha, otra fecha es un doble incentivo, otra fecha en otro sitio es un doble viaje, porque es un viaje cuando ya nadie viaje y a un lugar al que ya no va a ir nadie y donde no corres el riesgo de compartir con nadie. No te acuerdas, pero lo pasamos mal. Yo me levantaba por las mañanas y me iba al lavabo y allí me quedaba horas. Meando, cagando, duchándome, lavándome las manos, los dientes, comencé incluso a peinarme que era algo que no hacía desde hacía años. Tú aprovechabas los momentos en los que no estaba en el lavabo también, pero la mayor parte del tiempo lo pasabas en la cama, mirando el móvil, no lo pudiste resistir, sintiéndote mal viendo cómo los demás. Llorabas. Yo salía a buscar el pan, iba a comprar cosas sueltas para poder tener algo que hacer. Teníamos tres semanas, se nos iba a hacer larguísimo. Poco a poco iban llegando algunos de los que se habían ido y ya volvían y les evitábamos. Teníamos muchas cosas que hacer. Un día te convencí para dar un paseo por el parque. Estaba recién acabado y tenía curiosidad por saber. Te convencí un poco porque empezabas a tener mala cara. Yo te cogí de la mano y fuimos avanzando, nos alejamos un poco, nada, de la ciudad, entramos en el parque. Te pusiste a llorar. Nos sentamos en un banco. El calor había bajado un poco. Había un chiringuito, fui a pedir dos cervezas. Estaban fresquitas. Quise sacarle unas fotos a los vasos de cerveza, tan fríos. El parque al fondo. Tú estabas guapa, aunque llorosa. Publiqué la foto. Pensé en localizarla en algún lugar exótico para hacer ver que estábamos pero no estábamos. Pensé en decir que estábamos orgullosamente en casa. No te acuerdas. Solo escribí 'Qué fresquitas'. Y alguien, alguien, nos contestó 'Qué pena'.
miércoles, 26 de julio de 2023
Crónica del #PleGramenet de Julio. Os escucho.
No estaba allí y no es un medalla que me cuelgue, no es algo que me convierta en especial, porque no había mucha gente. Sí que veo que hay mucha gente en los bancos del público, pero no tanta en los bancos de los y las regidoras. No están los de VOX por motivos que se me escapan y no está el único y verdadero protagonista de todo lo que ha pasado durante este último año, al menos, en Santa Coloma, que ha aducido problemas de agenda. No abundaré más en el asunto. El pleno se reduce pues a un debate de un perfil bajo entre Sam y los diferentes regidores del PSC que este año parece, parece al menos, que tendrán algo más de cancha para hacer las intervenciones. El portavoz del PP también interviene, es cierto. Sus intervenciones oscilan entre la confusión, la ternura, el espanto y la sensación de que está interpretando un papel por el que aparece como un señor amable, entrañable, pero que esconde detrás de eso la zarpa de una ideología que es, sin duda, ¿os molestan las comas? ¿Os molesta el tener que ir volviendo atrás para saber de qué iba esto y porqué en mitad de una frase, las cosas se entorpecen, se convierten en farragosas, no hay forma de seguir una frase? ¿Os molesta? Es un recurso, hoy me ha dado por esto, quizás ya me ha dado mucho antes, pero hoy creo que es muy obvio. Comas, comas, interrupciones. El Pleno municipal de julio consiste básicamente en cosas de cuentas, asuntos de números y algunos otros temas menores. Tan menores que las intervenciones de alguna regidora suenan a risa. Puede hablar de la represión, de la Ciba o de lo que sea, que parece que se lo tome a risa. Pero no, para nada. Todo va en serio, una seriedad a prueba de bombas. Va de cuentas, va de transparencia y va del ya conocido ten con ten entre las virtudes excelsas del Govern de la Generalitat y su benéfica acción en Santa Coloma, que solo perciben los regidores de ERC y por su parte un Equipo de Gobierno que parece la CNT reclamando a un Estado opresor hacia los colomenses demandas que se prolongan a lo largo del tiempo y ni unos ni otros. Pero qué más da. Finalmente todo parece que, sin la presencia del gran ausente, y de los bárbaros que por lo que parece no podían ese martes estar en el pleno, todo parece una reedición de los plenos de la legislatura pasada. Y ya conocemos qué resultados se han obtenido con esa táctica. La Festa Major, la festa major y la proverbial capacidad del equipo de gobierno socialista de hacer las cosas de aquella manera en la que se hacen y que van saliendo pero tú n no sabes y son esas cosas como hacer el sorteo de los chiringuitos con unos papelitos y tal y tú piensas que estamos en 2023 y que debe haber otra manera, o bien no saber la cerveza que se va a servir o bien yo que sé. Muchas cosas. Se presenta una moción con el objeto de controlar un poco esto de la Festa Major en la que ERC y PP se ponen de acuerdo, porque claro, el control del gasto. Este tema del control del gasto, de ajustar las cuentas, de reducir costos. Uno piensa que el Estado y el Ajuntament en este caso no está para reducir castos, digo costos. Pero lo pienso porque claro, yo no he mandado nunca. Los que mandan saben que lo principal es ajustarse. Y los que no son de izquierdas, también. No ser de izquierdas no es ningún problema. Por ejemplo, los de Ciudadanos están en el Gobierno municipal y no lo son, pero tampoco nos sorprendería saber que quizás en tres meses acaben superando por la izquierda a cualquier regidor socialista con carnet. Bueno, pleno de julio. Yo no estaba y esta mañana lo he escuchado y he pensado que ya sí, que el próximo no tengo excusa, que tengo que ir. Al menos, yo.
lunes, 24 de julio de 2023
Crónica de la campaña electoral de las generales. Resultado cierto.
¿Dónde teníais todos esos votos? Esta ha sido la pregunta hoy y la respuesta era impepinable. Esos votos. Siempre. Esos votos. Somos segunda fuerza una vez más en Santa Coloma después de una campaña electoral incansable que ya elogié en el post anterior pero que no por ello voy a dejar de insistir en el tema. Un resultado como este después de lo que nos ha pasado en mayo solo es atribuible a muchos factores y a ninguno en concreto y a todos a la vez pero yo quiero pensar que sin un grupo humano que ha decidido que apostar por el proyecto de Sumar En Comú Podem y que se siente a gusto, cómodo, contento, feliz, rodeados de personas que nos reconocemos como partícipes de algo que es superior y por lo que merece la pena estar, sin eso, no hubiera sido posible. Porque poner carpas todos los días, encartelar y que Santa Coloma solo haya tenido la carita de Yolanda y la carita de Aina por todos los plafones y pirulís, ante la mirada atónita de los transeúntes que nos miran como si fuéramos de una secta, pero que ay, tiene luego su fruto, porque qué bonita estaba Santa Coloma el domingo con las dos caritas por todas partes y qué satisfacción saber que el trabajo, esta vez sí, ha tenido recompensa. Pero no todo pudo haber salido tan bien. O bien, no lo vi yo tan claro todo el tiempo.
La jornada electoral comenzó con el tradicional paseo por los colegios, visitando a los compañeros y dando ánimos. Pero esos ánimos. Ay. Los colegios de la mañana no parecían sernos demasiado propicios, y solo veía coger votos del PP y de Vox. ¿Qué está pasando con la chavalada? Muchos jóvenes que tenían pinta de votar por primera vez han apostado por la papeleta ultra. ¿Qué pasa? No me contéis que los soportes mediáticos, que los grupos mediáticos, que Ana Rosa o que el Ferreras, porque esa gente no ve la tele de la misma manera que no utilizan molinillos de café. El tema debe estar en otro sitio, en los móviles, en las apps, en el tiktok en el youtube en el instagram, en el copón. Pero no me hables de la tele, de las radios y los tertulianos, de los periódicos que no lee nadie, porque esa gente ya no está ahí, están en otro sitio. Iba yo pensando en eso visitando colegios, hablando con gente, cuando llegó la comida y llegó la tarde y pese al calor insano, todo cambió. Calor insano, pero no para quien trabaja de forestal, claro, para quien trabaja de forestal eso es una minucia y los que se quejan son unos quejicas y perdón por no utilizar otro palabro porque es que tengo prisa, que me esperan para cenar.
Y resulta que llega el recuento y voy al Raval, y en el Raval empiezo a ver la luz, y empiezo a ver que hay mucha, mucha gente que ha confiado en Sumar y que es cierto, que vamos a ser la segunda fuerza política otra vez. Y los resultados van saliendo y ahora no voy a teorizar sobre lo que ha pasado porque otros lo hacen mejor que yo y porque ahora tengo prisa y mañana si eso ya cuento qué me parece a mí. Pero me parece que sí, que en este país hay mucha gente de derechas y muy de derechas, pero el número de gente a la que le produce aversíón cierta todo eso, es también enorme. La cantidad de gente que considera que todos son iguales y que da lo mismo da todo y que votar para que cambie algo es inútil, es grande, vale, pero qué quieres, cada vez es más incomprensible que alguien mínimamente progresista, de izquierdas, justifique que no se vota porque yoquesé, porque ahora mismo, en situaciones como las de ayer, da risa. Una risa además tonta. No hablaré de lo que me parecen los votantes de Vox, los más jóvenes sobre todo, pero hablaré y diré que es por esa gente, precisamente, por los que votamos y trabajamos y nos organizamos. Justo por ellos. Ellos no lo saben y posiblemente no lo sepan nunca, pero es por ellos, por su futuro, por los que estamos aquí. Y el que no entienda que eso es lo que hay que hacer, pues nada. Risas.
Acaba la jornada electoral, se confirman los resultados, otra vez hemos vuelto a hacerlo, segunda fuerza conseguida a puro huevo. No ha sido fácil y no ha sido general, así que estamos contentos. Muy contentos. Y personalmente muy orgulloso de esa gente que se desvive porque esto funcione. Porque pese a todo y pese a todos sigue ahí, pensando, organizando, trabajando, colaborando, dejándose horas y horas y horas y demostrando que, a veces de manera infructuosa, tenemos la mejor organización de Santa Coloma. La que trabaja por la gente y no por conseguir algo o contra alguien. La que lo hace por la gente. Y lo hemos conseguido. Pese al tío del bigote ese que siempre sale.
viernes, 21 de julio de 2023
Crónica de la campaña electoral de las generales. Motomamis y gyales
Lo dijo ayer Ada Colau en el acto de cierre de campaña en La Farga de l'Hospitalet. Las motomamis y las gyales están con Yolanda Díaz. Último día de campaña, última carpa y últimas horas para pedir el voto para unas elecciones que van a marcar un antes y quizás no haya después. Es así de grave la cosa. Tan grave que el tren de la derecha parece que descarrila. Que los últimos días, entre los dolores de espalda, los dolores del narco, las mentiras, los olvidos y las fascistadas de sus socios de Vox, el tren de la derecha pierde fuelle. Y crece la opción de Yolanda Díaz como la verdadera opción de la izquierda para frenar a la derecha. El debate a tres supuso un golpe de efecto para la campaña y ha relanzado a una izquierda que se encontraba deseosa de tener algo que la ilusione. Pues esto es. Una izquierda que no quiere esperar a que los vándalos invadan el territorio para plantear la resistencia, sino que quiere salir a campo abierto a ganar y así asegurarnos que podemos seguir avanzando nosotros. Estos últimos días de carpa están siendo fabulosos. La gente se acerca a la carpa, viene a la carpa, porque nos reconoce como los que están ahí, los de la Yolanda, los de Sumar, y lo hacen para decirnos que la Yolanda, que la Yolanda, que la Yolanda, y nosotros estamos alucinados ante una acogida tan buena por parte de un electorado, sobre todo femenino, pero no solo, que ya ha puesto a la candidata de Sumar muy por encima de las expectativas creadas. Si antes de empezar todo parecía cuesta arriba y solo unos pocos ilusos tenían la buena onda de decir que esto no está perdido, ahora las cosas han cambiado. Quizás vivamos en una burbuja colomense, y lo que pasa aquí no sea extrapolable a lo que pasa fuera, pero si las clases populares, si las ciudades de mayoría de clase trabajadora, se movilizan, la derecha no va a ganar ni de broma. Este es el mensaje, pues, que hay que movilizarse y hay que votar. Que no todos son lo mismo y que las estrategias de equiparar a todos los partidos no son ahora mismo lo que va a ayudar a frenar algo que, si no se frena y se tapona lo antes posible, nos va a costar muchas décadas solucionar, por no decir que puede ser que no haya tiempo ya para remediarlo. Ayer, en el acto central, algo que quizás pasa desapercibido o ya se da por natural, pero fue un acto en el que todas las intervinientes fueron mujeres. Parecerá una cosa que ya se da por asumida, pero sigue llamando la atención porque el tono del acto fue uno muy especial. Un acto en el que sí, hubo emoción, pero también hubo visceralidad, mala ostia, rabia, genio, pero sobre todo, cariño hacia los tuyos. Eso es lo que, creo, más se está notando en esta campaña, en la que el mensaje es que tenemos que querernos, todos, todas, porque lo que viene es atroz. Cualquier otra cosa, es jugar a favor del enemigo, que no descansa.
Quedan tres días contados para votar, dos días ya prácticamente, no hay tiempo para exquisiteces, no hay tiempo para andar haciendo bromas, no hay tiempo para especular con apocalipsis que despertarán a la gente que saldrá a las calles... no, no pasará. Hay que hacerlo ahora. Y hay que hacerlo bien. Votemos por que no nos está quedando otra.
Y así termina una campaña en la que las motomamis y las gyales de Santa Coloma, las de siempre y las que se suman a la propuesta, han sido las verdaderas protagonistas. Montando las carpas, organizando los coches, organizando a los apoderados, poniéndolo todo para que esta campaña sea, pese al calor, una campaña donde no aparezcamos quemados, sino vivos. Estamos vivos y queremos seguirlo estando. El 23 de julio, a votar.
miércoles, 19 de julio de 2023
Crónica de la campaña electoral de las generales. Yo lo veo.
No puedo sino comentar algo del debate de ayer en TV3. Un debate distorsionado completamente por la presencia del candidato de VOX, que condiciona absolutamente todo lo que pasa, porque lo que pasa pierde interés, lo que se dice parece poco importante, comparado con el gigante bárbaro que se presenta cada vez que el candidato abre la boca y da su opinión sobre cualquier tema. Apostando siempre por la línea más dura y sabiendo que lo que dice va a provocar, provoca, lanza lo más retrógrado, fuera de órbita y es cuestión de los demás si deciden responder o no. Si no responden, incluso si advierten que no van a responder, se exponen a que se les acuse de que no responden. Si responden, se exponen a que todo su tiempo se vaya en decir que el fascista es un fascista, cosa que él ya sabe y conoce y reconoce. Está ahí para eso. Está ahí para darnos miedo. Y hay quien ha decidido que ese miedo es algo a lo que agarrarse. Cuando ya no tienes nada que ofrecer, pensar que la presencia de la bestia va a servir para que la gente 'se vuelva a poner las pilas', me parece (insisto) una auténtica irresponsabilidad. Dar esto por perdido y apelar, como se hizo ya ayer, a mensajes de resistencia cuando todavía no está perdido y, es más (insisto) esto está yendo bien, es o bien una táctica para la propia supervivencia o que en un mundo burbujil donde todo está asegurado, lo que pase no tiene importancia porque crees que a ti no te va a tocar. Y nos va a tocar. Pero lo vamos a evitar. En el debate de ayer la candidata socialista únicamente estaba allí para decir Pedro Sánchez. Todo le podía parecer regular o mal pero ella solo estaba allí para decir que al final, Pedro Sánchez. Aïna Vidal, me está mal decirlo, actuó como debería haber actuado la candidata Batet, ilusionando y plantando cara, ella sí. El candidato de ERC desde los tres metros del pedestal desde el que dirigía el debate, distorsionaba lo que quedaba por distorsionar. La candidata de Junts demostrando que no es absolutamente nada. El candidato del PP intentando que no se le viera. El candidato de Espai Ciu intentando llamar la atención sabiendo que sus minutos de televisión nunca volverán. Y el candidato de la CUP con un momento de gloria cuando quiso hablar de la lengua y no le dejaron y fue un momento en el que hizo pasar mal rato. Al final, la sensación de que este debate político, esta campaña, hay quien la vive ya como si fuera lunes y quien todavía cree que esto está por ganar. Los primeros, la derecha.
Nosotros por nuestra parte seguimos en campaña y seguimos con las carpas, ayer con el calor endemoniado y con el fuego a tope, pero seguimos. Y seguimos con buena onda. Y seguimos con esa buena onda porque es lo que estamos recogiendo en las carpas. Buena onda. Una buena onda que conecta mucho con la figura de la Yolanda, la ministra, la rubia, que parece que ha caído de pie entre una población colomense que ve en ella algo en lo que confiar. Y eso se detecta, se siente. Y por eso no se entiende el derrotismo de algunos. Si esto está yendo fantásticamente. Al menos por nuestra parte. Que está siendo jodidamente caluroso, lo está siendo. Pero estamos recibiendo cada día un chute de conexión con algo que no habíamos detectado. Y es que Yolanda, engancha.
Quedan tres días de campaña que ya son dos. Hoy otro debate descafeinado ya que el Feijoo no va a debatir. Feijoo, el mentiroso, el amigo de los narcos, está viendo como cada vez que aparece en pantalla, se mete en un charco del que es imposible salir. Y ahí va naufragando. Cada día un poco más. Y llegará el 23 de julio. Yo lo veo.
martes, 18 de julio de 2023
Karpov
Uno se siente a veces así como pequeño. Coincide que es la silla, que es la chaqueta, que es el otro que es más corpulento, que uno se encoge o yo que sé. Pero uno a veces se siente así como pequeño, encogido. Hoy coincide todo, la chaqueta, el asiento y que este es enorme. A veces coincide que ya llegas al tablero empequeñecido, como si todo se te hiciera gigantesco, como si el reto de la partid fuera tan grande que tú mismo menguas de tamaño y así te das la razón de que todo es enorme y que todo es mayúsculo y que todo va a ser imposible y no sabes si lo haces para protegerte o para que el otro se confíe y le des pena y entonces resurjas como lo que eres y aplastes al que se cree gigantón pero en realidad no lo es tanto porque no ha sido capaz de ver que tú no eres ese pequeño e insignificante rival que duda ante los movimientos más elementales, que no es capaz de mirar a los ojos, que ya ves tú, pero mira, me voy a transformar y lo voy a hacer ahora mismo y mira ahora, mírame ahora, mira, ahora ya no soy tan pequeño, ¿ves? ahora soy tan grande como tú, no, ahora soy más grande porque te has quedado atontado mirando y no sabes cómo reaccionar y es ahora cuando llega mi momento, ahora viene cuando ya no dudo y cuando tú no sales de tu perplejidad y de tu asombro y de tu cagalera porque no sabes si voy a digievolucionar otra vez y voy a transformarme otra vez y voy a convertirme en alguien totalmente sobrehumano y no te fías y tienes razón en no fiarte porque toma, otra vez, otra vez lo he hecho y otra vez te quedas absolutamente aluciando, sin capacidad de reacción, qué pasa ahora que no dices nada, ahora ya no miras desde arriba sino que estás mirando tú desde abajo, completamente perdido y desnortado porque soy yo el que ahora te saca dos cabezas. ¿Qué pasa ahora contigo? Tienes problemas con la salida, se te ha quedado la dama bloqueada, no dominas los carriles centrales, tus peones no sirven para una puta mierda y además eres tú ahora el que eres pequeño, qué pasa ahora. Muevo yo.
lunes, 17 de julio de 2023
Crónica de la campaña electoral de las generales. El calor o el horror.
Con este calor. Cuando encaramos los últimos días de la campaña electoral, toca hacer un pequeño repaso de qué nos está pasando y porqué nos está pasando. La campaña electoral en Santa Coloma nos llega en un momento complejo. No complejo por complejo sino complejo por su complejidad. Después de un resultado electoral que nos deja fuera del consistorio, no parece el mejor momento para nada, pero resulta que el buen ambiente creado durante la campaña y el entusiasmo que nos genera lo que, por fin, se ha construido en torno a la figura de la Yolanda Díaz, nos empuja a demostrar que aquí hay un compromiso, una disposición y sobre todo, conciencia de que aquí nos estamos jugando mucho. Nos jugamos mucho porque una victoria de la derecha, en una ciudad como la nuestra, podría ser devastadora. Una política de recortes, de pérdida de derechos, de democracia menguante, a nosotros y nosotras, trabajadores y trabajadoras, nos iba a venir medio regular. Y que esta derecha, la del PP y Vox juntos, la del PP por separado, la de Vox, es absolutamente dañina para un país de progreso. Ya estamos utilizando palabras y expresiones que no. Un gobierno de derechas jode a los trabajadores. Jode a todo el mundo. Jode incluso a quienes les votan. Y tenemos que salir a la calle, estar en las plazas, en las Ramblas, donde toque cada día, repartiendo, hablando, ilusionando a la gente, porque hay que seguir ganando. Porque llevamos unos pocos años ganando y no podemos parar ahora. Y no sería parar lo que nos pasaría si gana la derecha, es que iríamos muy para atrás. Así que con este calor, con este clima endemoniado que sí que en julio siempre ha hecho mucho calor hulio pero este calor es que quema y quemar el solo aquí no ha quemado hulio, con este calor mismo, salimos a la calle. Y repartimos publicidad. Y repartimos unos abanicos absolutamente geniales que son glamour y son mensaje. Y seguimos pegando carteles porque hay que dejar claro que en esta ciudad, en Santa Coloma, seguimos estando aquí y seguimos siendo la fuerza y el espacio político que más se preocupa por lo que pueda pasar. Porque hay quien piensa en su poder, en su cuota de poder, en su espacio ya garantizado, o quizás piensa que lo que pueda venir sea una oportunidad para algo. Y no es una oportunidad para nada ni para nadie y si lo piensas es que poco tienes que perder o que ya lo tienes todo garantizado y te va a dar igual. Y no da igual. No da para nada igual. Y Catalunya no será un oasis frente a nada, porque nada nos asegura que esta derecha, esta barbarie que viene, no acometa los problemas y los asuntos de una manera mucho más brutal y atroz a lo que ya nos tiene acostumbrados. Y entonces qué quedará. Claro, es bonito apelar a la épica y al relato de que aquí estaremos, pero quiénes estaremos y a qué precio. Es mucho mejor aplicarse ahora, ya, no mañana, y hacer que este 23 de Julio, hagamos entre todos y todas que el país en el que vivimos, siga siendo mejor.
Están siendo días de mucho calor. Montar la carpa todos los días no es sencillo, esquivar las horas de mayor calor, buscar las sombras, pero hay algo que está sirviendo de combustible. Y es la gente. Estamos viendo cosas. Siempre vemos cosas, porque somos de natural optimista, pero en esta ocasión, estamos viendo cosas. Cosas con gente y cosas con la gente. Estamos viendo una conexión que no habíamos visto. Estamos viendo que hay quien ilusiona y a quien se le reconoce el trabajo hecho por el bien común y que eso se respira y se contagia. Estamos viendo también que la amenaza está ahí y estamos viendo que no hay nada como hablar con la gente para que al final todo se clarifique. Estamos viendo que pese al calor, en Santa Coloma la vida no se detiene. Y que no se detiene y que la toma de conciencia política se vive en cada conversación, en las terrazas de los bares, en los mercadillos, en los grupos de gente que avanzan discutiendo sobre lo último que han escuchado y los que te recriminan y los que te animan y los que no entienden qué pasa y los que lo saben y están asustados pero saben que entre todos lo vamos a parar. No es que lo vayamos a parar, es que lo vamos a conseguir.
Está haciendo todo el calor de Julio y más. Está siendo una lucha contra el calor y contra el horror. Pero en las condiciones más adversas, es donde se demuestra. Y aquí estamos. Nos quedan cuatro días más de campaña. Seguimos sumando.
sábado, 15 de julio de 2023
Todos somos hijos de Francisco Ibáñez
¿Cuántas veces habremos escuchado eso de 'si fuera francés tendría ya...'? Pocas veces eso es tan cierto como lo que pasa y lo que ha pasado con la figura de Francisco Ibáñez. Si hubiera sido francés, o belga, o suizo, el dibujante, historietista, habría sido reconocido con las más altas distinciones, ya tendría alguna calle, alguna plaza, alguna estación de metro, lo que fuere, tendría los premios más distinguidos, pero aquí, en este rincón del mundo, alguien como Francisco Ibáñez, no dejará de ser alguien pintoresco, extraño, entrañable y poco más. Y sin embargo, muy poca gente habrá tenido la influencia y nos habrá enseñado tanto sobre cómo enfrentarnos a los problemas del mundo, distinguir quiénes son los buenos y quiénes son los malos, a reírnos de los poderosos, a buscar cómo hacerles la púa siempre de la manera más elaborada o más involuntaria, que Ibáñez y sus personajes. Hoy se ha muerto y seguro que muchos, todos, recordaremos sus historias, los tebeos en casa, los quioscos con sus revistas, los regalos que nos hicieron... yo mismo, uno de los últimos regalos que me hizo mi hermano fue la integral del 13 Rue del Percebe.
Yo ya había leído tebeos del Mortadelo, claro, pero siendo yo chaval, mediante mi tito Basilio si no recuerdo mal, mi padre y él hicieron contacto con alguien que trabajaba en la Bruguera y tenían muchos cómics que me podían traer. Así aparecieron en mi casa de golpe y porrazo un montón de Super Mortadelos que fueron maná, un tesoro. Super Mortadelos que no solo tenían historiazas de Mortadelo, tenían historias de Eric Castel y de dibujantes que explicaban el golpe de Estado de Irak al general Kassem. Los Super Mortadelos siempre comenzaban con historias largas de Mortadelo y Filemón y a lo largo de cada tebeo iban apareciendo cosas. Siempre fui más de Mortadelo y Filemón que de otros personajes. Pero he de reconocer que los del 13 Rue del Percebe, eran una fantasía. Recuerdo esperar a que saliesen los Espaciales de los mundiales de fútbol, que eran la risión. O cuando me rgalaron un Super Mortadelo de los de tapa dura, que le di tantas vueltas y mi hermano también que se le salió la tapa o yo que sé qué pasó.
Recuerdo haber ido ya de chaval punkarrilla a la Fira del Comic en Barcelona a buscar cosas de Pedro Pico y Pico Vena y efectivamente comprar uno de los recopilatorios que editaba el Jueves. Y de repente, en la Fira, descubrir que estaba firmando Ibáñez. Y ni corto ni perezoso ir a que me firmara un volumen del Azagra, porque no tenía dinero para comprar nada más. Y el hombre firmarlo porque mira. Creo que lo volví a ver alguna vez más en una Fira.
Ahora que se va, todos convendremos en que hemos aprendido tanto. Aquellas películas, pero principalmente la del Fésser... Lo dicho, se va otro referente, de los que de verdad han dejado huella y un representante de una manera de hacer cómics, de haber vivido una profesión en condiciones casi de esclavismo y siempre colándolas por aquí o por allí. Un maestro. Ahora podemos empezar a aplaudir todos.
jueves, 13 de julio de 2023
Jean et Julienne
Se habían visto dos o tres veces en una librería de viejo. Ella iba buscando a un amigo que trabajaba allí, pero no sabía que se había despedido hacía unas semanas porque había encontrado a un chico que pensaba viajar a Tomboctou y se quiso ir con él, así que cuando Julienne llegó a la librería preguntó por él, pero no le supieron decir qué había pasado. Allí, una de aquellas veces, se encontró con Jean, que estaba recopilando unos textos para un ensayo que estaba escribiendo para la revista de la Universidad. Él la confundió con alguien que trabajaba allí y la abordó para hacerle una consulta, ella, nerviosa porque no encontraba a su amigo, le respondió mal. Se arrepintió de su respuesta y fue a buscarle para pedirle perdón, resulta que Jean también conocía a su amigo. Quedaron para tomar un café y hablar del desaparecido y cuando se vieron ambos notaron que allí pasaba algo. Charlaron y charlaron durante horas y fueron a bailar a una de las discotecas de la zona. Esa primera noche se fueron cada uno a su casa y la segunda también y la tercera él le preguntó si querría ir a tomar la última a su casa. Ella le dijo que no. Volvieron a quedar para tomar algo y ella le pidió perdón por lo de la otra noche, no te preocupes, pero es que, no pasa nada. Se besaron. Tomaron un café y se fueron a casa de ella. Ella vivía en un piso de las afueras, no demasiado bonito, que compartía con una amiga del pueblo de sus padres. La casa olía a comida fuerte. Pasaron el día juntos en su habitación. Jean estaba contento porque había podido publicar un artículo en una revista de literatura y Julienne le pasó el informe a la policía en cuanto Jean se fue a su casa.
miércoles, 12 de julio de 2023
Nessun Dorma - Eu Manzanares
¿Podemos decir que una expresión artística es una venganza? ¿O que a través del arte podemos hacer que las cosas cambien? ¿Es el arte un arma a través de la que canalizar la rabia? ¿Sirve de algo estar en contra del estado de las cosas si no haces nada más que tener conciencia y poco más? Algunos de estos temas ya han estado presentes en la obra de Eu Manzanares, pero es aquí, en Nessun Dorma, la obra que presenta en la Sala Beckett de Barcelona donde todo esto es más explícito. El conflicto de la autora con su obra y con lo que hay fuera de la obra. Nessun Dorma es una obra donde ves a Eu en muchos de los gestos, de las expresiones, de las maneras, de los giros de algunas de las actrices de la obra, en la autora teatral y última representante de la familia compuesta por la yaya que dona sangre para conseguir comida en la postguerra y la madre que limpia pisos de gente bien, y también en la activista exacerbada que quiere bum bum fuego ostia. Es una obra en la que, si conoces a Eu, conoces a la Marga, no puedes permanecer como si lo que te contaran fuera algo ajeno. Es una obra en la que comparas. Comparas a esa madre con tu madre y piensas que tu madre es todavía peor que lo que quiere decir Eu sobre ese sentimiento de condescendencia hacia los 'amos' que muchas veces se tiene... mi madre no tiene condescendencia, o permisividad, o síndrome de Estocolmo, mi madre es que no sabe ser de otra manera y por eso, quizás, la quiere tantísima gente. A lo que vamos, que no es esto. La obra de Eu va sobre la venganza, sí, sobre la venganza que quiere tomarse la autora mediante esta obra con todo un sistema que ha puteado, nos ha puteado, a todos y todas y lo sigue haciendo cada santo día de nuestra vida, o bien, también va sobre el valor de la venganza, el amor, la inutilidad de la venganza, la rabia, la frustración por vivir en un mundo que no cambia o sobre el que no tenemos ninguna capacidad de cambio. Nessun Dorma es el nombre de una de las canciones, no sé si un aria, de Turandot, una obra de Puccini en la que la venganza, el amor y los finales que no son los finales previstos, planean sobre lo que acontece en la representación que prepara Eu a partir de las visitas de su madre a los laboratorios a los que va a donar sangre, o las conversaciones con su madre sobre su trabajo y las señoras a las que va a limpiar. ¿Es la venganza la herramienta? ¿Es esa rabia primaria que parece destilarse en los discursos de la hija lo que triunfa en la obra? Hay un momento, dos, que me parecen muy interesantes y aparecen cuando ese grupo activista que va a hacer una 'performance' y leer un 'manifiesto' se pone a discutir sobre qué están haciendo cuando van a dinamitar una representación precisamente de Turandot y la cosa se pone seria. Ese debate es interesantísimo. Y ahí uno se puede situar con quien le parezca, pero yo me coloco con el personaje que abandona. Y el momento en el que alguien discute con la autora, la hija de la limpiadora, cuando pone en cuestión qué quiere la autora con la obra que está representando. Donde también me coloco al lado de la antagonista. Y luego resulta que la antagonista... ahí pareciera que la cosa podría hacer variar el sentido de la obra. Que esas contradicciones en las que se entran, que esa argumentación podría hacer que todo saltase por los aires, que quizás el amor, o poner más en valor el amor hacia las personas que quieres que el hecho de tomarte la venganza a través de una obra de teatro que, como se dice en la obra, no van a ver precisamente los que han de ser vengados. Pero vayan a ver cómo acaba la obra y así salen de dudas sobre lo que pasa y qué es lo que pasa realmente. Ayer la sala estaba llena y seguro que lo estará y que dará mucho que hablar. ´
Las actrices y actor están enormes. Me encantaron Queralt Casasayas haciendo de yaya y de activista sin solución de continuidad y Júlia Truyol siendo capaz de dar unas réplicas tremendas en esos debates con Queralt Casasayas y con Tai Fati, poniendo en jaque toda la obra y todo el entramado sobre el que se supone que se iba a sustentar. No citaré a Anna Barrachina porque ya se da por sentado que es monumental. Y Pep Blasco sabe hacer perfectamente creíble al que ya lo tiene todo controlado o al que no tiene nada claro.
Este mundo es una mierda, esta vida es una mierda, hay quien se pasa la vida repitiéndolo y repitiéndolo y esperando que todo el mundo se de cuenta de que esto es una mierda, injusto, cruel, malo, salvaje, para iniciar un algo, llámalo revolución, llámalo lo que quieras, que de paso a otra cosa. O simplemente que se haga justicia puntual aquí y ahora sobre lo que se tiene que hacer y no se hizo en su tiempo. Y nos llama a todos para que nos demos cuenta. Hay quien lo hace a través del arte, otros a través de otras herramientas. Una obra de teatro puede valer. También una obra de teatro puede valer para darnos cuenta de que no todo consiste en la venganza y que puede que la mayor venganza sea querer a quien se lo merece, comprenderlo aunque no se entienda y que la rabia, el odio, no gana nunca. No puede ganar nunca.
martes, 11 de julio de 2023
La política
La política es algo interpretable. La opinión que tenemos previamente de las cosas nos condiciona y nos obliga a ajustar a nuestro prisma todo lo que pasa. Si políticamente nos conviene, podremos aceptar cosas que en otro ámbito no haríamos. La política nos obliga a mantener la mirada cuando lo que nos pide el cuerpo es salir por piernas. La política hoy es sencilla, no hagamos caso de quien nos diga que es algo que necesita intérpretes. La política está chupada. Esto de la política es fácil, pero necesitas una escalera y gente que se suba a una escalera. La política muchas veces puede prescindir de gente que se suba a la escalera, casi siempre. La política hoy es fácil, mañana será más fácil todavía, pero no esperemos a mañana. Hagámoslo ahora mismo. Hagamos la política inmediatamente. La política es comunicar siempre que estás vivo, que no te has ido, que has ido y que has venido, que le he dado la mano y que le he dicho, que lo tenemos y que lo vamos a hacer, que lo estamos pensando y que si quieres venir a tomar un café. Muchas veces he pensado que la política era difícil. Luego me he dado cuenta de que era mucho más fácil todo de lo que parecía. Me gusta mucho la política, desde pequeño, que quería ser político y futbolista. Futbolista y político ya lo he sido. Futbolista y político nunca dejas de serlo. La política es algo que interpretamos. Como soy así, pasará por encima mío todo el ejército ruso antes de convenir que tal o cual tiene razón. Jamás. La política es tener estómago. Yo tengo barriga. La política es una asamblea, una comisión política, un bar lleno de gente, un campo de fútbol, el vagón del metro, la plaça Catalunya, la avenida Santa Rosa, un tipo cantando rumbas con una camiseta de Lenin. La política es aguantar una conversación con alguien que sabes perfectamente que te quiere mal, que te quiere mal, que te quiere muy mal. Es bonita la política cuando alguien te reconoce y no te reconoce, alguien que te dice lo que todo el mundo te dice y que te hace pensar que te lo dice demasiada gente. La política es leer lo que dice y pensar, qué cosas para mantener el puesto. Qué manera de mentir, qué manera de faltar a la verdad, qué manera de tener estómago. La política es sencilla. Escuchando el otro día a Lilián de Celis diciendo que cuando la gente de diga 'pobrecita, cómo está', es el momento de retirarse, pero cuando escuches, qué rata de mierda... hay que seguir. En la política se entiende todo.
jueves, 6 de julio de 2023
James Joyce - Dublineses
Al contrario que casi todo el mundo, a mí no me apetece sobremanera ir a Dublin. Es decir, que Dublin me parece un sitio fenomenal y seguro que me lo acabaría pasando bien, pero cuando me preguntan por sitios a los que viajar, Dublin no está el primero. Ni el segundo. Puede que tampoco esté el tercero. Pero Dublin e Irlanda en general tienen algo, un atractivo romántico, un halo de autenticidad, un nosequé diferente que hace que todo lo relacionado con ello, con Eire, con su historia más o menos desconocida y mítica, nos parezca simpático. Ah, Irlanda, simpatizo. Lo que no nos podemos imaginar es que, a lo mejor, los propios irlandeses están hartos de todo eso. Hartos de Irlanda. Hartos de Dublin. Y esto es lo que, un poco, a mi modo de ver, es lo que deja ver este libro, esta obra maestra del relato, que es Dublineses, de James Joyce, que ya en 1914 (y antes) parecía estar un poco hasta el gorro de todo. O al menos no lo pintaba de una manera en la que buenos y malos se enfrentaran y... no, no esperen eso. Son relatos que, desde la infancia hasta la madurez, nos van contando historias personales, a veces con tintes políticos, casi siempre no, que nos van diciendo cosas ya no solo sobre los irlandeses o sobre los dublineses en particular, sino sobre las mierdas que las personas llevamos encima y cómo esas mierdas nos van conduciendo por caminos insospechados. Relatos oscuros, algunos parece que no te estén contando nada, otros guardan la sorpresa para el final como el último 'Los Muertos', que llevó al cine John Husto y que no he visto y que ahora me muero de ganas de ver. Un libro de relatos sobre la vida, sobre los miedos, sobre las frustraciones, sobre las imposiciones, sobre los carriles establecidos, sobre la envidia, la codicia y la miseria, sobre el amor, sobre muchas clases de amor y relación, como es el caso de uno de los que más me ha impactado 'Un triste caso'. Quizás no sea la crítica más extensa que vaya a hacer, quizás no haya mucho más que decir o para qué tendría que decir más. He leído este libro por iniciativa propia, por explicar, ya que nunca he leído nada de este autor y pensé, porqué no empezar por aquí y a ver qué tal resultaría animarse con otras cosas luego... quizás el Ulysses el año que viene si estoy en condiciones, ya veremos. Lo mejor que puede decirse de este libro, al menos para mí, como casi de cualquier libro, es que no solo disfrutas leyéndolo sino que también lo haces imaginando que tienes dedos, y manos, y una cabeza para intentarlo.
miércoles, 5 de julio de 2023
Amigo
La voz de Roberto Carlos se nos mete en la cabeza e invade nuestro mundo confortable de flema anglosajona, modos de bestir vritish y de ser como si fuéramos de aquí mucho pero pareciendo de fuera para mandarnos mensajes dulces, sencillos, populares. Roberto Carlos nos canta desde muchos ángulos diferentes y nos deja claro que las cosas más lindas son aquellas que se expresan con sencillez. Si necesitas demasiado para explicarte cuando todos saben lo que quieres decir, es que no lo estás haciendo bien. Otra cosa es que no quieras que nadie sepa realmente, aunque al final todo el mundo lo hace. Roberto Carlos tiene canciones que inevitablemente nos asaltan la fortaleza. Nostalgia. El gato que está triste y azul, Lady Laura y tiene otra y tiene muchas, algunas de ellas con su inseparable Erasmo Carlos, otras ya el solo cuando era Roberto Carlos y salía en nuestras televisiones y era el ídolo y tú lo veías en la tele y pensabas que a quién en su sano juicio le podía gustar Roberto Carlos y ahora tienes a Roberto Carlos en la cabeza. Amigo, mi querido, mi viejo, mi amigo. De esta solo me sé el estribillo, no me sé nada más. Pero es de esos estribillos que te vienen a la cabeza cuando la palabra amigo sale a la palestra. Amigo, amigo, amigo. Mi querido, mi viejo, mi amigo. Viejos amigos no se tienen tantos, porque los viejos amigos son difíciles de conservar. Ya sé que vosotros lo hacéis porque sois gente excepcional y tenéis un corazón que no os cabe en el pecho, pero el resto de mortales, es difícil. Vosotros ya sé. De toda la vida. Yo tengo muy pocos viejos amigos. ¿Dónde ponemos la frontera? Da igual, que el sentido de este texto no es ese. El sentido del texto es otro. Uno que yo me sé y que tú te sabes también. Amigo. Había una canción de los Golpes Bajos que decía algo como que no me trates de amigo si me vas a dejar dolido... mi amigo. Amigo. Roberto Carlos decía otra cosa pero no me acuerdo de la canción y no quiero escucharla para que se me quede ya metida dentro todo lo que queda de día. Solo quería decir hoy que, amigo.
martes, 4 de julio de 2023
Crónica del #PleGramenet de cartapacio municipal. Tiempo de Dimas.
Es tiempo de Dimas en Santa Coloma. Ocho años después, el ínclito y eterno opositor Dimas Gragera, se convierte en protagonista de la política colomense. Olvídense del poder omnímodo de la alcaldesa Núria Parlon, olvídense del omnímodo Gabriel Rufián, olvídense de lo que quiera que haga Vox además de ser un partido nostálgico del franquismo por no llamarles fascistas directamente. Olvídense de todo eso. El protagonista de la política en Santa Coloma es Dimas y lo que ha pasado con Dimas y con su compañero Salva Tovar. El PSC ha captado el trabajo de calle que ha hecho durante cuatro años Ciudadanos y su gente para aprovecharlo en beneficio propio. Lo que pasa es que el trabajo de calle de Ciudadanos se ha basado en un mensaje vomitivo para cualquier persona de izquierdas. Un mensaje basado en el miedo. Básicamente en el miedo. Miedo a la calle, miedo a la noche, miedo a la vida, miedo a una ciudad que crece y cambia a cada momento. Eso también lo ha captado Nuria Parlon, aunque en el pleno de ayer dijera que había comprado el trabajo de Ciudadanos. El trabajo únicamente, nada más. Pero había un mensaje detrás. No sé si se me entiende. Ver a la regidora de Educación, presuntamente defensora de los servicios públicos y de calidad, dándole palmaditas en la espalda a Dimas Gragera, es quizás la imagen de estos cuatro años. Cuatro años de Dimas en el gobierno municipal. Cuatro años de un mensaje que se moderará, que cambiará, que ayer ya dejó claro que están ahí para enriquecer el guiso, pero no para cambiar el menú. Pero cuatro años con ese mensaje, que no pensamos que varíe mucho, ahí incrustado en el equipo de Gobierno municipal. Lo votado por los colomenses estaba claro, lo decidido después no sé si está tan claro. Pero en esta ciudad todo hay que digerirlo con el tiempo y no dejarse llevar. Seguro que acabaremos asimilando todos, los de izquierdas, los de muy de izquierdas, los que no votan nunca pero solo votan a Núria porque es diferente, los que organizan, los que montan, los de esto y los de lo otro, lo asimilarán y nos explicarán que esto, en realidad, no significa nada. Ayer no fui al pleno. No pensé. No pensé que tendría sustancia o tanta sustancia la presentación de Dimas y Salva en la bancada gubernamental. No pensé que en este primer pleno se marcara ya el terreno a quien seguramente le costará digerir que Santa Coloma es algo más que un cortijo, es una forma de hacer política donde tienes que estar dispuesto a dar, pero también a recibir, sin que se te olvide dar. Y dar cosas de Santa Coloma, porque el congreso, madrid, lloreda, nos queda lejísimos. No pensé que el pleno fuera tan así como al final fue. Lo escuché y vi por el Youtube y eso le resta a esta crónica, ya lo habrán notado, cierta dosis de tangibilidad. Pero el ambiente debió ser el siguiente. Correligionarios de Dimas y Salva (ya no diré más Ciudadanos), familiares de regidores y regidoras, y poco más. Unas cincuenta personas conectadas on line. Primeras intervenciones de VOX y debería quedar claro que no tendría que dejarse pasar ni una de las barbaridades que, a lo tonto, van soltando. No, los sublevados asesinos del 1936, los fascistas que reventaron el Gobierno de la República, no estaban legitimados para hacerlo. Eso no se puede decir, y la alcaldesa no puede hacer como que no ha pasado nada. Solo el portavoz de ERC lo hizo. Vox a lo suyo. El PP, para qué negarlo, con un puntito de envidia de lo que ha hecho Dimas. ERC con las dos caras, la del protagonista y la del político local. El político local siempre correcto y formal, el protagonista pensando que está en otro sitio. El político local advirtiendo que el PSC les ha tomado la medida y que va a escarbar en la herida. Tú eres bueno, tú eres un faltón. ¿Y Santa Coloma? ¿Y nosotros?
Efectivamente nosotros no estamos en el consistorio. Por si no ha quedado claro, no hemos conseguido representación en el consistorio, en el pleno municipal. Será raro, difícil, complicado, habrá momentos en los que pienses pero qué coño haces escribiendo con el tonito ese de saber tanto si ni siquiera has conseguido mantener la representación o cualquier participación, pero más raro sería desaparecer, no estar, no pensar que necesito ejercitar los dedos para hacer una crónica o simplemente seguir diciendo lo que me parezca y empleando mi tiempo en lo que me de la gana y esa gana me permite además decir o no decir absolutamente nada. Así que las crónicas continúan porque el objetivo es el mismo y aunque no estemos, estamos. Y volveremos a estar.
Dicho esto, ayer se aprobó el cartapacio y se aprobó también el tema espinoso y poco caballeresco de la pasta. Se sube la pasta que recibirán los grupos y los regidores y se pone al día la cifra. Siempre hemos dicho lo mismo, los políticos deben cobrar y se debe hacer política pero los sueldos deberían estar acordes al nivel adquisitivo de los colomenses. Hay quien considera que los políticos o que la política debería atraer a los técnicos, a los preparados, a los mejores, a los que ya cobran bien y que se pudieran dedicar a esto. No cualquiera. Nosotros siempre hemos dicho que la política es un trabajo y se tiene que pagar. Hay quien piensa que todo es despilfarro y que todo es un horror y que el dinero en el bolsillo de los contribuyentes. Por cierto, esto mismo, lo del dinero en el bolsillo de los contribuyentes lo decían regidores de Ciudadanos en tiempos, ahora están en un gobierno con mayoría socialista. Supongo que olvidarán unos y otros el exabrupto liberal para ir tirando.
Se conforma pues un equipo de gobierno en el que hay a quien le han colocado marrones, a quien le han puesto un cargo para que siga haciendo lo que mejor sabe hacer, parece que cambia la cosa pero no cambia. No cambia tanto. Cambian cosas y se compra una manera de hacer. El control de la calle, de las plazas, de los bares, de la gente, en primera línea. Me da igual el mensaje, lo que importa es que sepas quien manda y que el que manda puede decirte mañana deja de hacer el Gigante o me gustan tus ruegos y preguntas y tú dirás que sí, porque el liderazgo y todo eso.
La porra. Yo también pienso que se queda. Pero después de lo de ayer, si esto va a ser así siempre, no lo va a pasar bien. Veremos. A ver el 23 de julio cómo va, que tiene que ir bien, porque si va mal entonces nos va a ir mal a todos y todas y todas estas gracietas y jijijaja no tendrán más sentido.
Tiempo de Dimas, tiempo de discurso variable, tiempo de Suárez, no de Toni Suárez, mira por aquí también habría hilo, hemos pasado de Toni Suárez como posible a Dimas como lo único real. Cuatro años de Dimas, así, delante tuyo, palmadas en la espalda, no salimos de nuestro asombro.
lunes, 3 de julio de 2023
Crónica de un viaje al Maestrazgo. Existe, Teruel.
La fotografía que ilustra esta pequeña crónica de un viaje al Maestrazgo turolense es de una de las cascadas que siembran de frescor tobillero y más el camino que lleva de Pitarque al nacimiento del río Pitarque. Una auténtica maravilla de camino sin cuestas y sin bajadas que se hace tranquilamente (en la ida no nos cruzamos con nadie) y que bordeando el río te lleva a un espacio en el que estás deseando meter los piececitos aunque sabes que se te pueden quedar en el sitio. Frescor, tranquilidad, Teruel.
No sabíamos dónde ir, pensábamos que lo suyo sería Huesca, pero no estaba disponible, así que en un alarde y porque servidor es un poco friki del tema histórico y el Maestrazgo me sonaba de mis tardes siesteras viendo la Enciclopedia Larousse y leyendo sobre las guerras carlistas y sobre el general Cabrera que se hizo fuerte en Morella y al que llamaban el León del Maestrazgo, hizo que me decidiera a proponer esta zona desconocida como destino para pasar unos cuantos días. Y la propuesta fue bien acogida y allá que nos dirigimos. Sin duda, si lo que queríamos era tranquilidad, escapar durante unos días, ver otra cosa y que fuera una cosa diferente, es el lugar.
Desde Santa Coloma son tres horitas y algo de camino, paramos a comer en Falset y nos adentramos en esa zona que recuerdo de mis tiempos de estudiante universitario, cuando conocía a gentes de lugares tan remotos como Tortosa y me contaban que para ellos la zona de Alcaníz, Tortosa y Vinarós era lo mismo, por vínculos familiares, lingüísticos, y que salían de fiesta por allí sin mirar fronteras. Carretera nacional, carretera comarcal, carretera local, vas transitando por montañas, valles, subidas y bajadas hasta llegar finalmente a una zona que no reconoces, que no conoces, de la que no sabes nada y en la que los pueblos van cogiendo un aire que promete. Antes de llegar a Cuevas del Cañart, donde tenemos la casa, se pasa por delante de un pueblo pequeño llamado Seno, al que no llegamos a entrar, pero que te llama la atención. Justo a la entrada del pueblo, nos recibe un rebaño de ovejas. Cuevas del Cañart pertenece a Castellote, pero tiene pinta de haber sido pueblo pueblo. No tiene más de 70 habitantes y nos dicen que en verano, ojo, llegan a los 300. Durante todos los trayectos que hemos hecho en cinco días nos habremos cruzado no más de veinte coches. Sin exagerar. Una primera vuelta de reconocimiento al pueblo y la visita a la piscina, porque el pueblo tiene piscina municipal, que usamos nosotros y la familia de los propietarios de la casa rural y se acabó. Nos vamos a dormir después de cenar y descubrimos que tenemos calor, pese a que nos hemos informado (de lo poco de lo que nos hemos informado) de que por las noches refresca. Pues no.
El primer día vamos a visitar pueblos que hemos leído y nos han dicho, que son bonitos. Mirambel y Cantavieja. Nada más dejar el coche en Mirambel vemos un panel en el que nos dicen que allí se rodó Tierra y Libertad. Pues para qué más. El pueblo parece pintado. Una cosa pequeña y bonita que, pese al calor, se recorre bien y tiene su bar y su cocacola fresquita para seguir el camino. Cantavieja está en la cima de un peñascal, desde abajo o desde lejos, impone, llegar es una pasada y el pueblo, cáspita, resulta que fue la capital del pequeño reino carlista de Cabrera, casi a la par que Morella. Visita al pueblo, callejear, comprar quesicos, el castillo, el espejo, y de repente, después de comer, lluvia torrencial mientras intentábamos hacer tiempo para visitar el museo de las guerras Carlistas. Ir de viaje conmigo no es fácil. Pero la pedregada que cayó, ayudó a llevar esta visita con más calma. Las guerras carlistas, ese conflicto entre liberales y ultramontanos, entre la modernidad pretendida y el tradicionalismo, una guerra que seguimos arrastrando, una guerra que esconde muchas aristas y no es todo tan simple y sencillo, aunque el trazo grueso puede ayudar a explicar cosas, otras no tanto. En todos estos pueblos hay siempre un panelito donde explican cosas de estas guerras. Yo he disfrutado como un cochino.
Volvemos para nuestro pueblico. Los propietarios son Merche y Jose. Merche habla muy deprisa y Jose no. Merche hace mil cosas, Jose también. Tenemos desayuno y cena incluídos, cocina casera, pero casera que cumple con lo que se espera, llenar la barriga y no andarse con hostias. Cuevas del Cañart fue grande una vez, tuvo un convento de monjes que quedó destruído, tiene una iglesia tocha como todos los pueblos y resulta que esperamos al último día para descubrir la plaza mayor del pueblo, un lugar precioso para hacer el gintonic, que pillamos tarde.
Al día siguiente, excursión a Pitarque para ver el nacimiento del río ídem. El camino de ida es muy guapo, con una carretera un poco meh y mucha cuesta y mucha curva pero está ahí al lado. Pitarque es también pequeño, lo recorremos un poco, y vamos para el camino. Es una hora de paseo, pero te vas parando en cada rierol, en cada cascada, en cada vez que te puedes acercar al río... qué fresco, qué tranquilidad, qué cosa. Uno, que no es Rodríguez de la Fuente precisamente, disfruta con estas pequeñas cosas, sin prisas, sin pretensiones, tranquilamente, y sin mucha dificultad. Llegar al final, con la chicharra que nos viene, con tanta agua, fresquito, qué bien. No nos hemos cruzado con nadie, cuando llegamos no hay nadie, al volver son tres parejas contadas las que nos tropezamos. Bocata de bacon queso escuchando conversaciones sobre la vida y sus milagros y sin poder desconectar porque se oyen cosas que le hacen a uno pensar. En realidad, uno piensa durante este viaje mucho, sobre muchas cosas, pero sobre todo sobre lo que somos y a quién le hablamos. No se me va de la cabeza.
Por la tarde nos volvemos al pueblo y vamos al Chorro de San Juan y visitamos las tumbas que, ojo, no se sabe de cuándo son. Nada. No se sabe. Unas tumbas, excavadas en piedra, que no se sabe de cuándo son, si son íberas, si son visigodas, si son medievales... nada.
No nos encontramos con muchos vestigios musulmanes. Los Templarios aquí debieron dejar esto hecho un solar. Porque esto se llama el Maestrazgo porque el rey de Aragón les cedió a los Templarios la gestión y defensa de este territorio tras su conquista. Luego se pulieron a los templarios y vinieron los hospitalarios. Esta zona está comunicada regular, en todas partes se dice que es una zona que no tiene interés agrícola, ni tiene población suficiente, pero... ay. Resulta que ya tiene interés y ya están los pueblos movilizándose para que lo poco que tienen no se pierda. Hay carteles contra las minas, porque resulta que las empresas como Pamesa, de la vecina Castellón, quieren aprovechar los yacimientos de arcillas y piedras y tal que hay para explotarlas ya que la guerra de Ucrania les ha chafaado la guitarra. Y claro, eso destrozaría el patrimonio. Pero las administraciones están de cara con las empresas y todo se pone a favor. De momento van a cerrar dos meses una carretera fundamental para la comunicación, porque así se facilitará después que los camiones... todo es así.
El sábado nos vamos a las Grutas de Cristal, una maravilla que da lástima visitar porque sabes que te lo estás cargando yendo allí. La cara del guía lo dice. Las grutas están en Molinos y Molinos mola porque hay un bareto que ponen unas tapas buenísimas. Nos lo dijo la Merche y no nos lo creímos, hasta que lo vimos. Qué rato más bueno en Molinos, sin hacer nada más que estar al fresco en la plaza, que si ahora llega una, que si ahora llega el otro, que si venís, que si vais. Niños y niñas en la piscina y bañándose en el río por mitad del pueblo, cosas que tú crees que tienes muy vistas pero no las tienes nada vistas. No sé, otro ritmo, otra cosa. Ese sábado, que nosotros preveíamos movidísimo porque nos cruzamos un coche al salir de Cuevas, pues tampoco. Damos otra vuelta por el pueblo y como digo, de chiripa nos encontramos con una plaza mayor que no teníamos controlada (de los productores de 'me perdí en el Porrosillo llega, no ví la Plaza Mayor de Cuevas de Cañart), gintonic fresquito en el fresco, con la imponente iglesia de rigor delante y a dormir, arropadito. Tan a gusto.
Al día siguiente nos despedimos del pueblo y de nuestros anfitriones y vamos a pasar la mañana a Castellote, nos comemos otro bocata en el bar del pueblo y palante de vuelta.
Vas a dos mil quilómetros buscando algo auténtico, algo que te impresione, algo que te inspire algo de calma, y resulta que existe un lugar ahí escondido, de acceso no fácil pero tampoco imposible, con el que de repente y sin pensarlo, conectas. Y eso es lo que me ha pasado a mí. Y te puede pasar a ti.