lunes, 30 de abril de 2018

Déjame salir - Jordan Peele

Hay películas que son entretenidas, otras que te hacen reír, algunas te hacen pensar, otras te dan miedo, algunas de aburren, otras te intrigan, unas te molestan, otras que son muy buenas. Déjame salir, película de Jordan Peele del año pasado, 2017, es un peliculón que te intriga, te molesta, te da miedo y te hace pensar. Es un peliculón.
Una pareja. Él es Chris, un fotógrafo. Ella es Rose. Él es negro. Ella es blanca. Tienen que ir a ver a los padres de ella. Como en esa película de Spencer Tracy, Katherin Hepburn y Spencer Tracy, Adivina quién viene a cenar esta noche. Él le pregunta a ella si sus padres saben que él es... y qué van a pensar. Ella le quita los miedos, le dice que no pasa nada, que sus padres son liberales, que su padre hubiera votado a Obama una tercera vez. Bueno. Van. Por el camino, mientras viajan en coche, atropellan a un animal. Luego sabremos que él perdió a su madre atropellada por un coche. Bien. Llegan a la casa, los padres parecen un encanto aunque el padre no cae bien. La madre cae bien y más, porque ella es Catherine Keener y por mucho que pasen los años, no hay palabras. Bueno. El hermano parece un poco gilipollas. Bueno. Tienen un chico que trabaja en el jardín que parece un poco no sé. Es negro. Y una sirvienta que parece no sé. Es negra. Raros. Y hasta aquí.
Vaya peliculón y vaya mensaje. El mensaje. Los negros. Los blancos. Una sociedad que se aprovecha de los negros. Una sociedad que saca todo lo que puede de los negros. De una manera muy basta en la película, de una manera mucho más basta en la vida real. Los negros, su cultura, su música, su fuerza, su talento, su creatividad, su imagen, sus ideas, su ingenio, su todo. Todo lo de los negros mola. Todo lo de los negros está bien. Todo lo de los negros es mejor. Pero hay un problema.
Los negros.
Un mundo en el que nos movemos en torno a cosas que han creado otros, pero del que nos aprovechamos los demás. Los blancos. Sobre todo los blancos ricos. Un mundo al que le gustan las cosas de los negros, cómo bailan, cómo cantan, cómo componen, cómo se mueven, cómo corren, cómo follan, cómo se ríen, cómo compiten, cómo corren, cómo... todo es mejor. Sólo hay un asuntillo que falla. Los propios negros. Si no estuvieran los negros sería mejor. O si estuvieran de otra manera. Si hubiera alguna manera de que no estuvieran, pero que estén, son necesarios, porque alguien tiene que hacer todas esas cosas que nosotros no somos capaces de hacer, de inventar, de cantar. Siempre se aprovecha alguien de tu trabajo, de tu esfuerzo, de tu creatividad, de tu fuerza, eres genial, eres muy bueno, pero es mejor que no estés tú.
La película creo que va de eso. Igual es simplemente una película de terror. De la típica casa donde pasan cosas espantosas. Pero ya sabemos que todo acaba teniendo siempre un significado oculto. Y ese significado es que somos un poco negros todos. O bien, nos aprovechamos todos de otros negros. El sistema. El capitalismo. Nos aprovechamos del talento, la fuerza, las ganas, el empuje de otros. Vivimos de otros. Les chupamos la energía, la sangre, y queremos que no estén. Que sean como nosotros queremos. Creo que después de repetir la idea cuatro o cinco veces, puede que haya quedado clara.
Ahí lo dejo. Peliculón.

domingo, 29 de abril de 2018

Fira d'Abril. Los catalanes hacen cosas.

Como cada mes de abril, como cada vez que abril se va despidiendo y abre la puerta al florido mes de mayo, llega la Feria de Abril que, como ya se sabe, tiene más de mayo que de abril. Como colomense, tengo una relación ambivalente con la feria de Abril. Cuando estaba en Santa Coloma fui alguna vez. Cuando estaba en Barberá no fui nunca. Como no se trata de contar batallas, contaré lo que he visto hoy, que se parece un poco a lo que vi la última vez que fui, pero no tanto.
La Feria de Abril. Sevillanas. Rumba asevillanada en plan Siempre Así. Reggetón. Pero sobre todo sevillanas. El trayecto de Santa Coloma a la Feria, en el Forum, incluye innumerables transbordos en metro. Casi se llega antes andando. Línea 9. Línea 10. Línea 2. Línea 4. Es más sencillo ir de Santa Coloma a Urquinaona y allí pillar el Tram. En fin. Ir a la Feria de Abril, solo. Expedición. Ir a buscar las casetas de los partidos políticos a ver si hay alguna afín. Este año no hay ninguna. Sí que están la del PSC, la de Ciudadanos y una Bodega Republicana, que es la de ERC a la que no le han puesto las siglas. Lean el hilo de tweets en el que ERC de Santa Coloma explica porqué ponen caseta en la Feria de Abril. Un ‘nos hacemos los andaluces’ en toda regla. ‘Todo lo que tiene que tener una bodega andaluza’. Andaluza. Lo mismo da que sea de Almería que de Cádiz. De Jaén que de Huelva. Andaluza. Como los calamares a la andaluza. Conocimiento del medio. Uniformización cultural. Un curso acelerado de Andalucía en una semana.
La Feria de Abril me es ajena. Y propia. Ajena porque mis padres son andaluces, pero no de la Andalucía de sevillanas y Feria. Son de Jaén del norte. Hoy, con 30 años de Canal Sur, la uniformización cultural de Andalucía tampoco es para dar palmas de alegría y, efectivamente, pareciera que toda Andalucía son las afueras de Sevilla. La Feria de Abril me es ajena. Y es propia. Es propia porque en mi calle estaba la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío y mis padres iban mucho, aunque a mi padre lo rociero no le iba pero nada y no ha bailado sevillanas jamás. Pero a mi madre sí le va lo de bailar sevillanas. Y punto. Y se va. Y por eso, cuando estaba en Santa Coloma, iba. A ver. A curiosear. Y a la caseta afín. Y luego, con los años, siempre he intentado ir. Casi siempre a dar una vuelta, por ir. Por ver. Veo una caseta donde hay bailando gente, me fijo. Miro como asan la carne. Los platos enormes de patatas a lo pobre. El olor a carnaca.
Nada más entrar por la cuesta del Fòrum ya vemos a la gente volver con los moñetes con los floripondios agarrados. También se ven mujeres vestidas con los trajes y los faralaes, y pocos vestidos de campero. He visto dos, quizás tres, patillones. Chicos jóvenes con los patillorros de haberse bajado del caballo. A la entrada, una tómbola. Una tómbola. A las tómbolas no les das importancia hasta que te quedas escuchando. Los puestos de patatas fritas, frankfurts, los mojitos, la música caribeña, y la tómbola. Van sonando los números, hay un bingo. Se lleva la tablet. El que lleva el micro en la tómbola canta la música de salida del Un, Dos, Tres. Las caseta se suceden. La primera es de Ibn Battuta. Música magrebí. Una caseta muy currada. Y a continuación las casetas de Hospitalet, de Sant Cugat, de Mataró… Terrassa, y dos de Santa Coloma. Disculpen si no cito todas las casetas de todas la ciudades. Las de Santa Coloma son las del Rocío y la de la PCR Rincón Andaluz. La del PCR es más recargada, la del Rocío… ¿Está abierto el Rocío? Se trasladaron a la calle Lluís Companys y paso todos los días pero no está abierta. ¿Qué ha pasado? Las músicas van sonando, rumbas que adaptan canciones de moda, sevillanas de toda la vida. Los puestos de patatas fritas tienen siempre reggeton. Es cierto que hay gente vestida al uso, pero la mayoría vestimos de calle. He ido a una hora impropia, las siete de la tarde, supongo que hay más animación a mediodía o por la noche. Hay poco movimiento en las casetas. La de la FECAC está llena y hay baile, unos niños. Pocos cuadros bailando. Hay un par de casetas llenas de gente joven. Una de ellas, Mi rebujito. En ella, unas cuantas mujeres con la bandera de Tabarnia. Un poco más abajo, está la de ERC, sin las siglas de ERC. Un chico está cantando. Hay fotos de él en la puerta y detrás de él. Parece un Jesucristo de esos de la Passió. En los carteles, digo. Qué poquita gente en las casetas de PSC y CS. Hace unos años los abanicos naranjas lo petaban. Supongo que los repartieron ayer.
Fira d’Abril. Expresión de una cultura andaluza en Catalunya. Hace unos años fui a las fiestas de La Carolina, Jaén. Las casetas eran un poco así, como las de Barcelona. Uniformización cultural. Todos bailamos al final lo mismo y si queremos ir con la corriente tenemos que ser así. Hay puestos donde venden ropa de cantero. Gorros, chalequillos de esos acolchados, sombreritos como de ir a caballo. Y camisetas de Indios y de Lobos. Quién se sigue comprando camisetas de indios…
No me gusta la Fira d’Abril. No me gusta la música. No me gusta ese andalucismo. Pero me gusta ir. Y cuando estoy allí, mal que bien, siento que la gente que está ahí es un poco como yo. Aunque no comparta nada de lo que hacen. Somos catalanes haciendo cosas que nuestros padres recuerdan haber hecho o no en su tierra. Catalanes haciendo cosas como otros catalanes que hacen cosas que recuerdan haber hecho sus padres o no. El finde que viene es la fiesta Gallega en Santa Coloma. La tradición. Como l’esmorzar ibèric en el Puig Castellar. Como todas las tradiciones que nos imponemos como propias o no.
En un tweet, una persona catalana habla de que los catalanes, cuando salen fuera de Catalunya asimilan las costumbres de fuera. Y sale Guardiola vestido de bávaro. Al mismo tiempo dice que los españoles cuando salen fuera de su país… y sale Inés Arrimadas en la Feria y la Policía repartiendo ostias el 1 de Octubre. Españoles viniendo aquí a Catalunya, que siguen bailando sevillanas, todos son Arrimadas, todos son Policías nacionales dando hostias.
Espero y deseo que Ciudadanos se hunda en las encuestas, en las votaciones, en todo. Que se desinfle el globo naranja. Que no avancen. Son una derecha cada vez más derecha. Y me han dado unas ganas de ir a la Fira tan grandes que igual mañana vuelvo otra vez. Porque los catalanes hacemos cosas. Y decimos gilipolleces como si no hubiera un mañana. Ole.

sábado, 28 de abril de 2018

Bolaño


Tú ahora imagina que estás leyendo esto a las doce del mediodía, dudando acerca de qué vas a tomar, si una cerveza o un cortado. Y dará igual. Como si lo lees a las dos de la mañana, después de venir de alguna parte. Da igual. Lo importante es que lo estás leyendo. Y que hay alguien que ha tenido que volver a casa para escribirlo. Como si te encontrases con alguien al volver una esquina, ayer se cumplieron 65 años del nacimiento de Roberto Bolaño, y has visto un vídeo de dos minutos y se te han revuelto las cosas. Y hace meses que hablas de Bolaño los miércoles y los viernes, volviendo y yendo por el puente del Potosí y del efecto que provoca. El efecto de considerar tu vida algo que no está yendo por el camino que tendría que ir. El camino de Bolaño no es bueno, es un camino que te llevará a no saber hacer otra cosa que desear llegar a casa a las dos de la mañana para ponerte a escribir, algo, lo que sea. A pasar los días pensando que no has escrito, que mañana deberías contar algo. Ya será bueno, ya será malo, ya será maño. Ya se verá lo que es. Que tienes que ir al local de ensayo porque ir a otra parte es estar muerto. Porque no hay otra cosa que hacer que dedicarse, completamente, sin duda ninguna, a contarlo. Y vuelves a acordarte de la biografía de Bolaño y de cómo todos los días de la vida, la tuya, no son así. Y si son así un escalofrío te recorre de arriba abajo. Si tus días van a ser así, no va a ser una broma. Y puede que te salga bien, que finalmente alguien lo comprenda, comprenda que de esa pulsión, de ese arrebato, de ese goce infinito que se experimenta cuando las teclas de la fila de arriba no se saltan y puedes concluir una frase, de esa pasión se puede obtener un rendimiento. Al final, todo es eso.
Ha empezado a saltarse la letra a. Y la letra a está en la segunda fila de letras. Esto se va a poner impracticable, pero llevo muchas líneas sin que el teclado se me desarme, vamos bien. Bolaño contando las cosas que le gustan, los poemas, la poesía, la importancia de algo que no entiendes hasta que te lo cuenta él y todo es claro y es así. Y estás viendo un concierto y estás pensando en Bolaño tomándose esa misma cerveza que te cuesta tragar. He dicho que no voy a beber más cerveza porque empiezo a notar que junto a la barriga, me produce mucho hipo. Las conversaciones, el regreso a casa, salir de ese sótano y ver de nuevo la calle y que la gente te parezca buena y bien. Y tapar los huecos de los días con múltiples cosas que hacer, con una agenda apretada. Y hay fútbol y hay que leer un libro y hay que pensar en sobrevivir. Y en escribir. En escribir un sábado o un domingo que no es día de labor, que es día de dejarlo, y no lo puedes dejar. Y las teclas no se levantan y no sabrás nunca escribir sobre eso que él escribía, cómo lo contaba, pero sabes que mientras leías esa historia que estaba destinada a morir en un desierto, pautada y reglamentada, te estabas condenando. A probarlo tú también, a escribir, a identificarte con ese escritor chileno que escribía mucho más sobre México que sobre Chile, que te propinó un puñetazo en la boca del estómago con el avión sobrevolando el campamento de presos escribiendo en el aire Chile es muerte, y los nazis, los falsos nazis, los intentos de ser nazi, de ser un buen nazi, o medio nazi, y no conseguirlo, porque ser un buen nazi también tiene su trabajo, y los juegos de guerra y saber de cosas que valen para ser entretenido, ameno, con una interesante charla mientras vas o vienes, pero sin un futuro ni mucho menos un presente. Y a nadie se le ocurre ya, en su sano juicio, contar estas cosas, ni contar nada, porque nadie cuenta nada, hasta que lo cuenta y queremos formar parte de su mundo y crear uno que se parezca. Y vamos dando vueltas en torno a un teclado que no deja de llamarte, de chillar que le des uso, que escribas. Que cuentes algo. Que las tropas del Ejército rojo se acercan y no tienes miedo. Que no deja de morirse gente a paletadas y no sabemos nada. Que quizás ya es tarde para la poesía. Pero había que acordarse de Bolaño y recordar porqué estamos aquí.

viernes, 27 de abril de 2018

Es necesario que vuelva ABBA

No es una pregunta, es una afirmación. Es necesario que vuelva ABBA. Y es necesario que vuelva porque la música no tiene ningún sentido ni camino ni vía ni nada que se le parezca. La música, la música rock, pop, poprock, disco, funk, rap, lo que se escuche ahora mismo, ha perdido completamente el norte. No se hace nada. La música está tan muerta como el fútbol. Las cosas que conocimos, que parecían inmutables, que nos guiaron con el gesto sereno y la mirada clara por los azares de la vida, las canciones, los grupos, las músicas, los bailes, han muerto. Y han muerto porque siguen vivos. No puede ser que sigamos escuchando Los Beatles, James Brown, Pink Floyd, Sex Pistols, Ramones, Radio Futura, Los Enemigos, la música de los sesenta, setenta y ochenta, algo de los noventa y de ahí el vacío. No hay nada. No ha habido nada. Copias de copias de refritos de copias de sucedáneos de gente que saca un disco y a duras penas es capaz de aguantar un segundo asalto y de sucedáneos que nos dan lo que esos grupos nos daban pero nunca más serán capaces de hacer. Giras mastodónticas de grupos que basan su repertorio en cosas de hace 30, 40 años. Grupos que viven de parecer jóvenes. Grupos extranjeros. Los grupos nacionales no existen. Carteles de festivales de grupos nacionales en los que sabes que esos grupos que escuchas este año el año que viene ya no existirán, o existirán copiándose irremediablemente. La cultura, el progreso de la cultura. Debe haber una cultura de élites que cada vez se nos escapa más, más escondida, más para ellos solos, más para nadie. Debe haber música nueva, en algún lado. Pero no nos la enseñan. Nos gustan las cosas que suenan como lo de antes, pero no avanzamos. No avanzo porque tengo 43 años y estoy más cerca de morir escuchando El Regreso de Siniestro Total que de intentar entender qué es La URSS. Me dijeron el otro día que existía un grupo que se llamaba así y no he tenido la iniciativa, la inquietud de buscar quiénes eran. Nos merecemos que vuelva ABBA. Es necesario que vuelva todo otra vez. Que encontremos en lo de antes el asidero de lo fijo. Que vuelva la UCD, que vuelva el confort de lo que parece nuevo y huele a rancio. Que vuelva la selección española de la garra, de la furia, el Barça de Núñez, el Madrid de Bernabéu. Que vuelva la música buena que nunca avanza y te mantiene tranquilo, seguro, confortable. Que se muera la música. Es necesario que vuelva ABBA para que remate a la música. Super Trupper. Que vuelva Boney M. Rasputin. Que vuelva todo y que muera la cultura. Que se muera cualquier forma de cultura porque ha demostrado que no sirve para nada. Exposiciones, muestras, canciones, performances, cabarets, recitales, obras de teatro, todo a la mierda. Todo está muerto. Es necesario que Agnetta se cague encima de todos nosotros porque en 36 años no hemos sido capaces de hacer olvidar a ABBA, de que vuelvan y nadie sepa quiénes son. De que miremos la foto de esos cuatro suecos y nos importe una mierda. Hemos fracasado como civilización y como todo. Siempre mirando hacia atrás, siempre añorando lo de antes. Antes. Siempre antes era mejor. Siempre lo hemos hecho así. La risa satisfecha de quien te dice que 'esto es lo de siempre, siempre se ha hecho así, no hay nada nuevo, no estás inventando nada'. Y todo es siempre lo mismo. Siempre vendiendo caras de gente de hace 60 años que recordamos cuatro, de gente de hace 140 años que recordamos tú y yo que te la compro y que no me atrevo a pegar en mi mochila porque pienso que qué coño estoy haciendo. Estoy muerto. Y no llevamos nada nuevo. Camisetas de Iron Maiden. Camisetas de Michael Jordan. Una camiseta de Beethoven. Una camiseta de Cluster. Al final siempre estamos pecando. Pecando de no querer reconocer que estábamos deseando que Agnetta volviera y se girara así con el pelo rizado cuando dice oh yeah en el vídeo de Dancing Queen, como si eso fuera... nos merecemos todo lo que nos pase y más. Quitarme el ordenador de delante que estoy aburrido ya. 

jueves, 26 de abril de 2018

El magistrado Ricardo González.

¿Cerraste los ojos? Te levantas por la mañana, o cuando te tengas que levantar, quizás desayunas un poco, te tomas un café y que sea doble. O triple. O lo que deba de tomar un hijo de puta que tenga que decir lo que tenga que decir. Ricardo González, uno de los tres magistrados que ha emitido un voto particular pidiendo la absolución de la manada.
Si les parece grave, repugnante, asqueroso y peligroso que la violación en grupo de La Manada se considere abuso y no agresión, les gustará saber que Ricardo González considera que todo eso son mariconadas y que los animales merecen quedar absueltos, porque ella no mostró resistencia alguna. Y tan ancho. Y tan pancho. Y te duchas o no te duchas porque ya te duchaste ayer y quizás eso de ducharse todos los días es muestra de afeminamiento o sepa Dios. Y coges tu coche o no sé si te llevarán al trabajo. Igual vas andando, porque vives cerca. Vivirás lejos, vivirás en otro sitio. Vas en coche. Te llevan, o no te llevan. Hoy está esperando todo el mundo que digas algo. Y lo vas a decir.
Y hay colectivos de mujeres en la calle, esperando a que se lea la sentencia y seguro que las ves, que no entras por la puerta de atrás. Entras por donde puedas verlas. Seguro que son mujeres de esas que valen menos, que son de esas que son como la basura esa que no deja de quejarse todos los días por algo. Las feas, las gordas, las sucias, las putas, las que seguro que están ahí porque no tienen un hombre que las ponga en su sitio. Las rebeldes. Las perras que se han creído que esto es jauja.
La autoridad. La autoridad dicta la sentencia a la autoridad. Porque no olvidemos que algunos de los animales que están en el banquillo son autoridad. Son Guardias Civiles. Son militares. Están ahí para protegerme a mí. A mi madre. A tu madre. A tu padre. A tu hija.
Es broma. No están ahí para protegerte a ti. Están ahí porque tienen un par de huevos y barba. Y te pueden reventar a hostias. Y cuando suene el pito, más hostias. Y punto. Un buen par de huevos.
Como los que tienes tú. Unos huevos toreros. Y una hijoputez que no debe dejarte respirar. Afloja un poco la corbata.
Has pedido que dejen en absuelvan a los de La manada. Si está todo el mundo, si estamos todos medio locos con la sentencia de abusos, que condena a nueve años a esos animales, si estamos diciendo que la justicia es una mierda. Si estamos diciendo que no es país para las mujeres, si estamos alarmados por el futuro que se abre en las próximas generaciones. Si está pasando todo eso. ¿Qué podemos decir de ti?
Una carrera no dice nada. La preparación no dice nada. Saberse las leyes, los estatutos, los reglamentos, no dice nada. Dice más lo que  uno es que lo que sabe. Saber sabrás, pero uno es lo que es. Te imagino invocando tu turno de intervención para decir 'me gustaría emitir un voto particular, un voto para pedir la absolución de estos jóvenes porque ella... ella no cerró los ojos, o los cerró, es igual. Me da igual. En tu casa estabas mejor, no zorreando por ahí'. Y punto. Y así es.
Y tenemos una autoridad que mira con ojitos melosos a la autoridad que va violando en grupo por las fiestas. Nos hemos follado un ángel. Pero es como si nos follasen a todos. En un portal. Cinco, seis, siete pavos. Arrinconándote. Riéndose. Grabando.
Si eres mujer estás bajo sospecha. Estás ahí. Ya dice mucho de ti.
Si no hacemos algo nos van a follar a todos y a todas.
Ricardo González decide por nosotros. 

martes, 24 de abril de 2018

Complot

Me preocupa y no. Me preocupa. Salgo a la calle y creo que todo el mundo lo sabe. Lo sabe y está haciendo cosas en mi contra. Lo tengo claro. Todo el mundo sabe que voy a hacerlo y me lo van a impedir. Como sea. Lo que tengo entre manos es muy bestia y puede ser que lo altere todo. Todo desde el principio. Y nadie lo sabe. Y yo lo sé. Y tú no lo sabes y tengo que contártelo. Tengo el secreto del misterio, el misterio del secreto, lo que sea. Te iba a buscar después de salir de casa, era ya tarde y no me he atrevido a pasar por tu trabajo. Me da miedo pensar que si me ven pasar por allí sospechen de mí y de ti y tengas un problema. Tengo que contártelo. Pero si quieres que te diga la verdad no sé si me vas a hacer mucho caso. Ya te he acostumbrado a todo tipo de historias y no sé si esta te la creerías. Ayer, leyendo un diario que alguien dejó abandonado en una silla de esas fijas que instalan en las aceras, me di cuenta de todo. Hay un complot.
El complot es mundial.
Y va a comenzar a actuar a partir de un momento predeterminado. Una señal que he conseguido descifrar de manera casual. Juro que esta vez no he dedicado tiempo a cálculos peregrinos, concienzudos, obsesivos. Esta vez no. esta vez ha sido al vuelo. Esta vez lo he visto como de pasada. Supongo que lo han hecho así para...
Te lo quiero contar. Y no te encuentro. Te quiero contar que lo tienen todo planeado. Y lo tienen todo. Nos tienen a todos. Es un plan perfecto, tan perfecto que no necesitan actuar para llevarlo a cabo. ¿Cuándo te puedo ver? Lo tienen todo absolutamente controlado. Te cuento ya. Te lo cuento ya. Lo he visto claro cuando he visto las fotos de una inauguración. Era un acto de inauguración de una sala de algo, una institución dedicada a algo que no conseguí entender porque me perdí mientras se me dibujaba en la cabeza el complot.
Lo tienen todo organizado y pensado. Viendo cómo estaba dispuesta la gente en las imágenes, cómo sonreían, la disposición de las sillas, los vestuarios, hacia dónde dirigían la mirada, lo vi. Clarísimo. Nos tienen a todos dominados, que es algo que ya habíamos hablado muchas veces y no te descubro nada. Lo que te quiero decir es que el plan existe y que esa dominación va a ser efectiva de manera inmediata. Solo necesitan una señal.
Y sé cual es esa señal. No es una señal cualquiera. Parece que la han elegido adrede. Parece que estamos en manos de auténticos... de verdad que necesito verte para contártelo. Mira, todo comenzará a funcionar el día en el que... no sé si estamos seguros hablando por aquí, no sé si esto lo controlan. Claro que lo controlan. El control es total. El complot es absoluto.
Y la gente por la calle lo sabe. Y la gente por la calle está a su favor. Eso es lo más terrible de todo. Todo el mundo lo sabe, menos tú y yo, claro. Tú y yo no lo sabemos, yo lo sé. Yo te lo cuento. Estamos completamente perdidos. No tenemos nada que hacer.
El día está llegando. Está a punto de pasar. Todo empezará a rodar el día en el que se inaugure una nueva sala. Una nueva sala dedicada al complot. Al complot, directamente. Una sala dedicada al conciliábulo y a la intriga para la dominación. Quieren hacerlo a las claras. Nada se lo impide. Un local, unos bajos, para la dominación completa.
Y lo harán a plena luz del día. Y nos darán globos para que paseemos por la calle con los globos, con la palabra complot. Y para reírse de nosotros nos darán unos pedazos de papeles de plata para que nos los coloquemos de sombrero. Y se reirán de nosotros. Y nos dominarán.
Y no sé si merece la pena seguir hablando de esto. Quizás deberíamos vernos y tratarlo. ¿Cuándo?

lunes, 23 de abril de 2018

Sant Jordi en Santa Coloma. Un día en el mundo.

Hay un día que sí que es un bonito día. Sant Jordi, vivido como un día de Fiesta, es el Día, así con mayúsculas. Me ahorraré todo el rollo de que es el día más bonito porque es el día del libro, de la cultura, leer es lo más y esas cosas. Me ahorraré todo el rollo de que es el día más bonito porque se regalan cosas que son un símbolo de reconocimiento, de cariño, de tal y cual. Es el día más bonito porque por mucho que lo intentes vestir de otra cosa, es lo que es. No hace falta vestirlo de una cosa o de la otra, simplemente lo que es, es. ¿Y qué es?
Al final voy a acabar diciendo que es el día más bonito porque es el día del libro, de la cultura, del regalo de la rosa que simboliza patatín y patatán. Es eso. Y mola. Mola vivir un día así en la plaça de la Vila. Desde primera hora de la mañana, pero primera hora de las ocho de la mañana, la gente se arracima en la plaza para empezar a montar. Los coches, las furgonetas, gente esperando con los cubos con las rosas, con el agua, con las cajas de libros, con las manualidades, con las camisetas, con todo aquello que hoy la entidades de la ciudad, muestran y demuestran. Semanas de trabajos, de quedar para manipular las cápsulas del café, de recortar cartulinas, de pensar, de devanarse la cabeza buscando gente para los turnos y no pegarnos la matada... y empezar a desplegar las carpas y preguntar de qué entidad sois, que vamos buscando la carpa de nosequién que vamos al lado y no la encontramos, y va desplegándose todo hasta que ya a las nueve o nueve y media comienza el trajín de gente.
Santa Coloma de Gramenet. La ciudad con más gente en la calle a la hora que quieras del mundo. De la historia. Del universo conocido. Gente a todas horas, desde que ponen las calles. Montar la carpa, atar la bandera, qué bandera. La bandera. Hay quien pone muchas, otros ponemos pocas, otros no ponen ninguna porque no tienen que poner ninguna bandera. Y falta un año para las elecciones municipales y todo el mundo está a lo que toca. A estar. Y a desplegar medios. Medios como una sábana inmensa con la cara de la alcaldesa, un díptico que supera las dimensiones del espacio conocido y que a lo mejor es solo un din-a3 y yo me estoy flipando pero válgame ver a la gente intentando desplegar semejante folletón, total para decir que todo es estupendo y poner una bandera republicana que nos demuestra que el psc es republicano y ya luego otra cosa. Nosotros hemos editado un precioso panfleto. Un panfleto en toda regla para presentarnos en la ciudad. Somos los Comunes.
Hola, Somos los Comunes. Así en mayúsculas. Y a partir de ahora nos van a conocer un poco más. Ya nos conocen. Algunos nos conocen tanto que... Globos naranja, pero más por la tarde. Rosas naranja. Cosas naranja. Cosas amarillas. Lo de las flores amarillas por aquí no se ha visto mucho. La caseta de enfrente, la de ERC recogía firmas pidiendo la libertad de los presos políticos. Por momentos he creído escuchar música. Pero no sé si la han tenido puesta todo el rato. Estos momentos sirven para hablar, saludar, ver a la gente, al de Ciudadanos que viene a ver al pequeño Mauro... dar una vuelta. Dar una vuelta viendo las casetas.
Morcilla egotrip. Una de mis principales alegrías en la diada de Sant Jordi es la de ver chapas. Ir a los puestos del PCPC, de la JSUC, de Solidaridad Obrera... y ver chapas. Alguna chapa interesante siempre cae. En esta ocasión han caído una chapa de Palestina Lliure de ninguna de las tres chapas anteriores y otra de Engels de los hermanos de la JSUC. Libros. Libros de Segunda Mano. He visto desde que hemos montado el chiringuito un libro de Manuel Puig, Boquitas pintadas, y no lo he comprado y lo he perdido. He comprado dos. Uno de Jaume Fuster y otro de Jorge Semprún. No me pregunten por el de Semprún.
Gente, mucha gente. A la una y media es un infierno. Pero sabemos que por la tarde viene aún más gente.
¿Y en el resto de la ciudad?
Los puestos de rosas por las esquinas. Es el día en el que la autoestima te sube por las nubes. Guapo, una rosa. Guapo. Una rosa. Guapo. ¿Entonces yo soy guapo? Guapo. Ha faltado música. Gente por la calles. Novedades de la ciudad. Hay una oficina nueva de la Caixa que está donde estaba la tienda de las mochilas y han cerrado la otra, la del portal de la... un momento, qué hacemos haciendo de guía de la ciudad.
Casetas, la de la pahv, la de la marea pensionista, la de sos gent gran marea pensionista. Un momento otra vez. ¿Dos casetas de la marea pensionista? ¿Estamos locos? Estamos locos.
Bueno. Hay casertas que no sé ni de lo que son. Ni idea.
Y van pasando las horas. Y la gente viene a mirar libros. Y compra libros. Y compra libros que tú has leído, y otros que te gustaría leer.
Interludio.
Camino de Barcelona, volviendo de Barcelona. Lazos amarillos, rosas amarillas. cosas amarillas.
En Santa Coloma también. Y sin colores.
Y gente en la calle y gente que quiere estar en la calle y que quiere hablar con gente y ver un librito o algo así molón para regalar. Y colaborar con esa gente que lleva semanas preparando esto. Hasta la policía local regala rosas hoy. Imagínense cómo está todo de paz y amor.
Qué ciudad.

jueves, 19 de abril de 2018

Amadeus - Milos Forman

El reciente fallecimiento de Milos Forman, director de cine checo, obliga a revisar una de sus grandes películas. Amadeus. ¿Quién no ha visto Amadeus? La vida y muerte de Wolfgang Amadeus Mozart, quizás el mayor genio de la historia de la música y al mismo tiempo, una persona. Porque acostumbramos a pensar que genios como Mozart, Beethoven, Schubert, Satie, vivieron en un pedestal, encerrados entre pianos, notas, partituras... la experiencia de ver en vivo a una persona como Mozart, que jugaba, que era un cafre, que tenía inquietudes, que vivía en la calle, que vivía con la gente, que era bueno, que era malo y que al mismo tiempo era capaz de crear una música perfecta, es algo que nunca podremos agradecer lo suficiente a Milos Forman.
Como tampoco le podremos agradecer habernos acercado también a la figura de Salieri, Antonio Salieri, el compositor italiano al que habría destronado Mozart en el favor tanto del público como en el no menos importante, de las autoridades.
Las autoridades, qué importantes. Vean la foto. Amadeus va a presentar, en una de las escenas de la película, una de sus obras al emperador de Austria. Le asesoran miembros de un gabinete en el que hay también músicos italianos, entre ellos el propio Salieri, que van a juzgar si su obra vale o no vale. Pero él no va a que le juzguen, el va a enseñarles la obra y los demás a aceptarla. El caso es que los italianos hacen fuerza y consideran que su pieza es muy... no la entienden, o no la quieren entender. Los italianos y los miembros del gabinete hacen fuerza y el emperador no se convence.
Esta es la cara que se le queda a Amadeus, Wolfgang, Mozart, cuando le dicen que no ven su obra... cómo decirlo.
Finalmente triunfa, al final fracasa. Finalmente el emperador disfruta, al final el emperador se duerme. Y le vemos consumirse mientras acaba su gran obra, que no la acaba, el Requiem.
Momentos estelares. Salieri pidiéndole a Dios que Mozart fracase. Salieri dándole gracias a Dios cuando Mozart fracasa. Salieri quemando el crucifijo cuando Mozart triunfa.
Vemos una historia de la historia, no la historia real, porque la realidad ni siquiera fue esa, porque Salieri no me lo imagino... o sí. Artistas complotando contra artistas, artistas batallando entre bambalinas para ganar el favor de la autoridad. El favor de la autoridad.
Qué mundo.
¿Cuántas veces pueden dar este peli por la tele? ¿Mil? Pocas parecen. Todas las veces que la pongan. Pelos de punta mientras un Mozart, Wolfgang Amadeus, consumido, intenta acabar el Requiem con al ayuda del propio Salieri. Confutatis. Maledictis. Confutatis. Maledictis. El fuego del infierno. Poropompompom. Poropompompom. Rex..... Rex!. Salieri apabullado por el genio de Mozart, volviéndose loco porque ve que Mozart realmente es lo que sospechaba. El genio.
Las partes en las que Mozart está dirigiendo a la orquesta mientras que la Reina de la Noche canta. O cuando hace de director en una opera popular y está hecho polvo.
Hay otras películas de Milos Forman. Alguien voló sobre el nido del cuco. La he visto pero no sé, no me gustó tanto. Man on the moon no la he visto. Valmont, que es igual que la de Las amistades peligrosas.
Sea como sea, esa foto. La del artista teniendo que pasar el examen tanto de otros artistas que ven amenazada su posición como de una autoridad que también dice saber de arte y que... bueno, qué les vamos a contar.
Y un genio. Un genio que ama, que folla, que se tira pedos, que se bufa de otros artistas, que puede interesarse por otros artistas, que se emborracha, que quiere que le quieran y quiere que todo el mundo sepa que es un genio.
Y la vería otra vez, ahora mismo.

miércoles, 18 de abril de 2018

San Ursmaro de Lobbes

¿Va el mundo a mejor? ¿Va a peor? Tanto y tanto y tanto que sabéis de todo y conocéis Bélgica como si fuerais un bombón de chocolate belga o hinchas del Brujas y se os ha pasado que hoy es San Ursmaro de Lobbes. Lobbes. Lobbes tory. Un tory, que también habrá que decirlo, es un conservador inglés. Y un Whig es un liberal, así en una definición de trazo grueso. San Ursmaro de Lobbes, hoy, dieciocho de abril. ¿Y qué hizo San Ursmaro para ser santo?
Estar ahí. Como bien dijo mi amigo Mario y es una regla no escrita en cualquier entidad, organización o grupo humano que se precie, estar ahí es la principal cualidad. No sirve de nada el talento, la gracia, los dones que Dios te ha dado. No sirven de nada las habilidades, la inteligencia, el donde gentes. Sirve estar. Ir. Seguir yendo. Y hacer que la gente vaya. ¿Cómo es posible que jueguen en el mismo equipo Kluivert y Gabi? Porque los dos iban a entrenar. Uno tenía talento, pero el otro no. Simplemente los dos completaron un periodo de formación y listo. Calixto.
En fin. Cuando Ursmaro estaba en este mundo, por el siglo VII aproximadamente, Lobbes, el cenobio de Lobbes, en el Hainaut, Bélgica no existía. Puede parecer que ha existido siempre, los países y eso, la frontera llegaba hasta aquí y tal, pero no. Bélgica es un país de constitución más o menos moderna, del 1830 y algo. Como fuere. Ursmaro no sabía que era belga. O igual ya lo sabía. No sabemos. Era Santo. Y los santos son capaces de cualquier cosa.
Qué hizo Ursmaro que mereciera la santificación y que estemos dedicándole este precioso tiempo al tema. Pues construyó unos cuantos monasterios y además expandió la fe cristiana y la regla de San Benito por Flandes. Fundó iglesias y demás. Y eso es todo. En los lugares que acostumbramos a utilizar para documentarnos sobre este y otros temas similares nos dicen que solo nos quedan sobre él frases sobre su santidad, austeridad y celo apostólico.
Y le vemos en la imagen que ilustra el texto y pienso que debe estar tomada la estampa en época veraniega, en plena canícula, porque dormir con el sayo, con la ventana abierta, a expensas de que te vea la Virgen y el Señor, en Bélgica, como que no me cuadra. Debe ser verano.
Y es todo. Hoy tenemos una fecha para festejar que San Ursmaro existió y recordar sus buenas obras. Lo sé. La Regla de San Benito. No tenéis ni idea de lo que estamos hablando. Los benedictinos. No nos suenan. Yo no sé. Estamos en el mundo rodeados de cosas, de elementos, de movidas, de las que no conocemos nada. Igual no sirve de nada conocer nada. Pero están ahí. Y sirven para poco, quizás, pero hoy a mí me han servido para dar pie a otro tema que quisiera tratar.
Por cagarte en San Ursmaro de Lobbes... ¿Cuánto?

martes, 17 de abril de 2018

¿Os acordáis de aquello?

Qué iba a decir. ¿Cómo va el tema? ¿En qué punto estamos? Desde que los expertos y las cabecitas pensantes se han pasado al tema del derecho internacional, he perdido comba. Ya no sé qué ocurre. Aquí, en Catalunya, digo. ¿Cómo iba? Ya hemos quedado que a la peña más o menos empieza a parecerle bien que todo esté así, pero ¿en serio que iba de esto la cosa? Yo ya no sé si vamos a tener president de la Generalitat, si es que ya lo tenemos, si es que no hace ni puñetera falta tenerlo, si la normalidad es antipatriótica, si ya estamos en otro estadio de la realidad, si somos todos catalanes, si Ciudadanos se lo va a llevar todo, si habrá elecciones otra vez, si no habrá elecciones... ¿y si no hay elecciones nunca más?
Ojo.
¿Y si no hay elecciones nunca más?
Total, parece ser que las elecciones, elegir gobiernos, elegir representantes, redirigir el rumbo de las políticas públicas o bien reafirmar las que ya existen, importa como una mierda. Unos porque han decidido que a lo mejor no me va a gustar lo que salga y otros porque ya dan todo esto como por perdido, pero sin establecer nada que ejerza de recambio. Total, para qué. No me vas a dejar gobernar, total para qué, ya va bien la cosa como está.
Un país sin gobierno, con un gobierno técnico, con un gobierno forzado. Sin ideología. Que va tirando. Va tirando con la ideología que ya existe y que nadie discute. Nadie discute nada. Solo importa saber si un recurso es una orden o una interlocutoria o la exposición de motivos o la declaración. Y así vamos pasando el tiempo. Y ahora propongo a este candidato y ahora al otro y ya no hay jornadas históricas y todo va quedando en nada.
Y se programan butifarradas republicanas y se tiene prisa por abandonar el acto porque toca otra cosa. Y da todo lo mismo, porque tengo otro objetivo que ahora no te puedo explicar. Y yo no digo nada, porque ya me viene bien dejar pasar el tiempo. Y a mí se me ha ocurrido esto pero nadie me hace caso.
Solo hay una cosa clara.
La Colau.
La Colau es lo peor. No sé cómo explicarlo pero cada vez me mola más haber caído en el mismo bando de la Colau. Cada vez es mejor estar en el bando de quien dice A y todo el mundo, todo el mundo, dice B. O C. Pero nunca A.
El otro día se me ocurrió que... no se me ocurrió nada. Seguro que estaba mal. Que pone una calle, está mal. Que presenta un proyecto. Esta mal. Es una independentista, es una cobarde socialdemócrata, es una ignorante, es la amiga de los separatistas, es una floja, es una inepta, no sabe hacer negocios, no, no, no, no, no. Da igual lo que diga, me encanta. Da igual lo que proponga, me encanta. Es lo único que tenemos claro de aquí a un año.
Un frente independentista, soberanista, republicano de la república de los unicornios, para cepillarse a la Colau. Un frente de personas de orden (personas de orden hay en los dos bandos) que se unan para cepillarse a la Colau. Todos. Unidos. Es lo único que tenemos claro.
Porque de lo otro... no te importa. Esto no me interesa. Los acueductos, las carreteras, las fuentes, las lámparas de gas, la propina al cochero, todo eso es nada. Las mujeres, los pensionistas, los obreros, los trabajadores, los precarios, los estudiantes, los ambulatorios, ahora no toca nada de eso. Total nada de eso cambia. Nada de eso va a cambiar. No te preocupes.
Preocúpate de la patatita. De llorar. De sufrir. Del honor mancillado de nuestros fachas. De nuestros fachas insultados. De los fachas que lo están pasando mal, con grandes problemas, háblales del mar, marinero.
Preocúpate de la patria. John Rham, o Jon Ram, o Jhon Ramh, ha ganado el master de tal. Y es español. Y hay relevo. Y por el otro lado Guardiola sigue cosechando títulos.
Y otra manifestación a la que poner buena cara. Y yo ya no me acuerdo de para qué estábamo aquí.
Va todo solo.
Alimentaria. Hostelco. Ministro de Educación. Bombardeo de Siria. Por la paz y la amistad.
No nos hace falta Hungría. Hungría somos nosotros.
Solo nos queda la Colau.

lunes, 16 de abril de 2018

Grandes Casos Mal Resueltos de la Historia

El profesor de la Universidad de Huewarts, Augustus Schacher, especialista en asuntos históricos y gran aficionado a la novela negra acaba de publicar los resultados de su minuciosa investigación sobre el asesinato que dio paso al mundo tal y como lo conocemos. Si consideramos la Primera Guerra Mundial como el punto de arranque del siglo XX y de la configuración del mundo como es, el asesinato del príncipe Francisco Fernando en Sarajevo en 1914, debería ser objeto de un estudio realmente profundo como el que lleva a cabo Schacher. Hemos querido hacer aquí una síntesis de su interesante propuesta, que puede revolucionar la historia tal y como la conocemos:
- Todo el mundo da por cierto que el autor material del asesinato fue el joven serbo bosnio Gavrilo Princip, perteneciente a una organización de carácter yugoslavista que atentó contra la vida del heredero de la corona Austro-Húngara en Sarajevo, capital de Bosnia que recientemente había sido anexionada al Imperio. Como damos por sentadas las cosas, explicaremos un poco de qué va lo del Imperio Austro-Húngaro. El Imperio Austriaco, a mediados del siglo XIX, después de las revoluciones del 1848 pasa a denominarse Austro-Húngaro para dar cabida a las aspiraciones de los diversos reinos que lo conformaban. Uno de estos territorios sería también lo que hoy son Croacia y Eslovenia. En continua lucha contra el Imperio Otomano y con el reino de Serbia recién constituido, el tema de los Balcanes era peliagudo. Rusia, el Imperio Austro-Húngaro, los Otomanos, Búlgaros, Serbios, rumanos, griegos, todos ellos y alguno más peleaban y se aliaban en una guerra larvada que ya en 1910 tuvo un primer asalto. Los Austro-Húngaros, que de facto ya controlaban Bosnia, terminan anexionándosela. Hay una corriente, desde Belgrado y también por parte de croatas y eslovenos, de crear una Yugoslavia, una federación de estados eslavos del sur. No tienen la misma religión, las culturas son a veces diferentes, pero tienen una lengua y el sentimiento de pertenencia a algo superior. Guerras, atentados, conflictos. Gavrilo Princip empuña el arma y mata a Francisco Fernando mientras pasea por Sarajevo con su esposa Sofia Chotek.
Schacher apunta una posibilidad que se ha obviado durante más de un siglo. Pese a que Princip fue considerado el autor y fue él mismo autor confeso del crimen, Schacher ha recabado toda una serie de datos y declaraciones, para los cuales incluso ha tenido que trasladarse a registrar archivos del Monte Athos, las memorias del señor que sale con la mano en la cara en la foto que ilustra este relato, confesiones del propio Gavrilo Princip antes de morir en la prisión de Terezin, papeles desclasificados del KGB, los archivos del Congreso de los Estados Unidos, el Cidob y cosas que se leen por Twitter, por las cuales el culpable material eres tú.
Porque tú siempre has dicho que no, que tú no, que la violencia no, que jamás lo harías, que no estuviste en Sarajevo, ni has estado en Belgrado, ni sabes nada de la obra de Bakunin, ni tienes ni idea de serbobosnio, ni de serbocroata, ni de nada. Pero cada vez que te hablamos de Sarajevo, te pones nervioso. Cada vez que pedimos un té te pones a contar lo de que una vez fuiste a (titubeas) Estambul y el té allí era una cosa maravillosa. Cada vez que te miramos estás mascullando apellidos serbios 'mrcic, kresic, paspalj, bogdanovic, mladenovic, milosevic', como si estuvieras repitiendo un mantra. Cada vez que te hablamos de ir a Viena, te enfadas. Cada vez que ves a mi hijo José Fernando, te pones como unas bascas. Cada vez que juega el Bayern de Munich, vas con el Madrid.
Matarías a Francisco Fernando incluso ahora mismo.
Francisco Fernando, Francisco Fernando, Francisco Fernando, Francisco Fernando......

domingo, 15 de abril de 2018

Roger Waters en el Palau Sant Jordi. Cerdos volando.

Si todo el mundo lo hace, porqué yo no. Un poco como le pasa a Roger Waters, me puede el ego. Si a Waters le ha tocado los mengues que Gilmour hiciera gira en solitario y repescase canciones de los Pink Floyd, algunas de la antiguas de verdad, versiones de Barret incluídas, Waters ha sacado pecho con la artillería. Su artillería. Sus Pink Floyd. Que son, en cierto modo, los de la mayoría. Porque somos pocos los que buceamos en el repertorio previo al Dark Side of the moon o que van más allá de The Wall. Así, que ahí estábamos, en el Sant Jordi, haciendo cola y deseando estar allí.
Allí. La eterna polémica, conciertos sentado o conciertos de pie. Las entradas eran sentadas y bien buenas que eran, pero abajo, abajo... ay. Sea como sea, el concierto empieza a las nueve y lo hace con la pantalla gigante cobrando vida, moviéndose, apareciendo la bola plateada y viajando ya hacia el espacio. Podríamos decir que el hilo conductor del concierto fue Dark Side of the moon, el primero de los discos de los Pink Floyd (no me sale llamarles los Floyd) en los que Waters coge las riendas temáticas de la banda y descarga su preocupación sobre una sociedad en la que nos vamos despersonalizando y que nos vuelve locos. Prácticamente se clava todo el disco, salvo la parte del uuuuuuuuuuuu clin clin después de Breathe. El resto, todo. Y bien, claro. Porque es imposible que el Dark Side of the moon, sea mal.
Si todo el mundo lo hace, yo también. No iba a escribir nada, por pesado. El pesado de los Pink Floyd. Pero mucha gente lo hace. Es domingo por la tarde, apetece estar tomando el sol. Pero no.
Al concierto va gente diversa. Antes del concierto, vamos a comer un frankfurt a Creu Coberta. Vamos con mi hermano, el Oscar y su hijo. El hijo tiene sino me equivoco 15 o 16 años. Y le gustan Pink Floyd. Allí mismo vemos a gente con la misma camiseta de los Pink Floyd, una chica y un señor. Una de un concierto del 72, mola mucho. Yo llevo mi camiseta de Dark Side, con la cara de Vader en lugar de la pirámide. Yo tuve, creo que en el insti o en la uni, no me acuerdo, la camiseta del Atom Heart Mother. Y en la uni, seguro, la de Syd Barrett.
Todo el mundo lo hace, opina del concierto y demás.
El concierto está muy bien. Para los que hemos pasado noches enteras con el walkman bajo las sábanas escuchando el Animals o The Wall, pensando que el mundo iba a ser parecido a eso que cantaba Waters y Gilmour... es una experiencia que golpea. Pink Floyd a todas horas. La otra rama. La rama ramonera, el rock radical vasco, los punkarrillas, pero también los Pink Floyd, y todo lo que viene relacionado. La contradicción. Como siempre. O la combinación, que es otra cosa. O buscarle l compatibilidad. Que también.
Gente criticando la megalomanía, que sea rico, que vaya de antisistema en los conciertos y que sea viejo y millonario. Viejos y millonarios. Tiene 74 años y dice que plega. ¿Dónde están nuestros artistas, rockeros, de 74 años? ¿Siguen cantando? Aparte de firmar manifiestos para ver si vuelve a gobernar el PSOE, ¿hacen algo? Waters viene también a presentar su último disco, que se parece musicalmente a lo que te dije.
Una cosa.
El batería. Es Joey Waronker, batería de Beck y de Air en algún disco. Es el batería para sonar como tiene que sonar cualquiera que quiera tocar esas canciones. Con esa pausa. No me quiero hacer pesado. Pero la pausa, ese ir arrastrado, ese parecer no tener prisa. Eso que parece fácil.
Y bueno. Van apareciendo las canciones, hace la de One of these days y se ve al fondo que hay músicos de acompañamiento. Más que nada porque Waters toca el bajo, pero lo toca poco. Se dedica principalmente a cantar. Su rollo mesiánico. Pero ya lo sabemos, no nos engaña. Y los mensajes en la pantalla y la situación del mundo.
Trump acaba de bombardear Siria.
En una de las canciones de su disco, una mujer en una nave industrial está bailando, baila flamenco, se imagina a si misma, o se recuerda bailando flamenco. No me da tiempo de hacer las fotos, pero música pinkfloydiana con una flamenca...
Ojalá estuvieras aquí. La tocan en el primer set, que se cumple con The Wall, un The Wall que toca raro, pero lo toca, y con los niños y todo eso. Y lo acaba con la de 'no necesito abrazos, no necesito drogas, he visto lo que pone en el muro y ya no necesito nada'. Somos todos parte del muro.
Unos veinte minutos de descanso. El Athletic va perdiendo, va a perder.
El público. Hemos dicho que es diverso. Hay gente joven, gente joven que la vemos a nuestro lado cantando a grito pelado. Llaman la atención de una chica que quiere bailar. Hay mucho pureta. Padres con hijos. Madres con hijas. Gente de mi edad. Puretas. Gente joven. Música sin edad, bla bla bla.
Comienza la segunda parte y toca Dogs y Pigs del Animals. Como ya he hablado mucho del tema, no repetiré lo que siento cuando tocan esas dos canciones. Para mí es lo más grande. Nunca, digo nunca, habría pensado escuchar esas canciones en directo. Y me emociona escuchar Pigs. Eres una risa, das risa, casi una puta broma. Pero das miedo. Nos reímos de los líderes, salen todos en pantalla, les silbamos. Estamos todos unidos. Roger Waters brinda con una copa de cava. Se ponen todos máscaras de cerdo. El cerdo empieza a volar. Fotos al cerdo, todos.
Pero mandan ellos. Y hacen lo que quieren con nosotros. Y lo hacen porque les damos la razón.
La segunda parte es la más espectacular, con la fábrica plantada en mitad del concierto y los mensajes escritos en ella. La segunda parte es para que venga cualquier juez y nos entrulle a todos. Le estamos faltando el respeto a todo el mundo aquí, señor juez.
¿Estos son los Pink Floyd que más nos gustan? ¿Los Pink Floyd obsesionados con la sociedad que nos corrompe, nos aplasta, nos empuja a la guerra? ¿O nos gusta también la música que nos hacía viajar, volar? Bueno, hay de todo, pero aquí nos centramos en los primeros.
El concierto va llegando a su fin. Todo es como en los discos. Aunque estamos lejos y no veos casi nada del escenario, la pantalla gigante nos muestra a un Roger Waters ya mayor, emocionado cuando a gente aplaude.
El final es con el Dark Side of the moon entero. Desde Money hacia abajo. Con canciones sueltas, pero del tirón. Y para despedir dos canciones de The Wall. Us and them suena genial, y la gente silba cuando sale el muro de Israel. Nosotros contra ellos. Y ese final con la risas del loco de fondo. Si la banda empieza a tocar cosas y tú no estás en la onda... te veo en la otra cara de la luna. Eclipse al final, es como una catarsis. Como digo, Mother y Confortably Numb.
Y nos vamos. Y esto ya no lo vamos a ver nunca.
Antes de empezar el concierto, mi hermano me pregunta que nuestros hijos, si tenemos hijos alguna vez, esto ya no lo verán. Y qué conciertos nos quedan a los que podamos llevar... Es cierto. Se van acabando las...
En fin.
Aprovechemos lo que tenemos. Más vale pájaro en mano que cerdo volando.
Redoble de batería.

viernes, 13 de abril de 2018

Pink Floyd - Animals

Aquí estamos. Con noventa años y hablando de discos. Con noventa años y escribiendo por escribir acerca de discos que nos gustan mucho. Noventa años tirados por la borda, uno detrás del otro. Aquí. Y mañana, cuando sea otro día, no tendremos otra cosa que hacer que perder el tiempo escribiendo de discos. En fin. Si tu no te preocupas de mí y yo no me preocupo de ti, iremos dando tumbos por esos campos del diablo y no tendremos a nadie que nos proteja de los cerdos. Porque en este mundo, en esta sociedad, tenemos que tener a gente al lado, tenemos que tener cuidado. Porque estamos rodeados de gente que nos quiere mal. Perros, cerdos, corderos. Todos juegan de alguna manera u otra a darnos por el ñaca. Porque son así, porque el sistema necesita que sean así. Y cuando escuchas esto, cuando además tiene una música de fondo que te sobrepasa, da igual que tengas noventa años. Posiblemente te importará una mierda tener noventa años, mil años, solo te importará... no sé. En realidad qué nos importa. Tienes que ser rápido, tienes que ser más rápido que ellos. Minuto 3.43 de la canción Dogs del disco Animals de Pink Floyd. Ya has llegado al lugar.
El disco Animals de Pink Floyd es del año 1977. Es el disco que está entre el Wish you were Here y el The Wall. Y es uno de los discos menos... bla bla bla.
Un disco para parar de tanta ensoñación, de tanto recuerdo, de tanto éter, de tanto pensar en la luna y en los lunáticos y poner los pies a tierra. Un disco en el que Roger Waters nos comienza diciendo que si no nos preocupamos los unos de los otros, estamos a su merced. Porque ellos no tienen piedad. Nunca la han tenido, nunca la tendrán. El disco del cerdo volando. El disco de la fábrica. El disco de los animales.
Un disco con cinco canciones. La primera y la última son la misma canción, pero con la letra distinta. En las dos nos advierte lo mismo. Los cerdos volando.
Las siguientes canciones, esa, la canción de los perros, larga, enorme. Comienza cantando Gilmour y sigue cantando al final Waters diciendo lo de que a veces me da la impresión de que he sido usado. En un concierto de la gira anterior a Waters se le va la pinza y escupe a un fan. Esto es un shock. Los santos Pink Floyd, los bucólicos Pink Floyd escupiendo a un fan. Se les va la olla. En qué mundo vivimos.
Quiénes somos. Nos escupimos a nosotros mismos. Nos hacemos daños, nos gusta llegar al límite a ver hasta dónde somos capaces de ir. El límite. No me lo vuelvas a hacer nunca más, porque ya no te paso ni una. Ni una más. Todo el mundo tiene un precio y nadie tiene amigos.
Todo el mundo tiene un precio y nadie tiene amigos.
La canción número 3 del disco es la que abre la segunda cara del disco y se llama Cerdos. Está dedicada a una política británica, guardián de la moralidad. Rectas costumbres. Y eres una risa. Eres una risa de verdad. Este disco estoy convencido de haberlo comentado antes. O esta canción. He dicho muchas veces que a mí me gustaría vivir dentro de esta canción. Del punteo del cerdo. Eres una risa. Eres una charada.
Quieres mantener los sentimientos lejos de las calles. Una vida tranquila, ordenada, de paseo, aquí, bien, tranquilos. Que no nos moleste. Das risa. Eres casi una risa.
Pero das miedo.
Era el año 1977 y los que daban miedo ya mandaban en muchos sitios y han mandado siempre. Pero asomaba la patita otro tipo de miedo. El miedo contra el que ya no tenemos respuesta. Eres una risa. Pero das miedo.
Esta canción es tan así que parece que la siguiente ya no existiera. La de los corderos. Y es una canción tremenda. Pero aquí le estamos viendo la patita al miedo. Y cómo va trabajando. Con la cara de Whitehouse, de Thatcher, de lo correcto, del éxito, de la calidad, de lo bueno, los buenos y los malos. Lo sonriente, lo dulce, lo modélico. Los cerdos.
Al final. Después de un panorama tan desolador, solo nos queda una cosa.
Sabes que yo me preocupo de ti y yo sé que tú te preocupas de mí. Así que no me siento solo o aplastado, porque todos necesitamos apoyo contra los cerdos.
Los cerdos que vuelan. 
Es posible que no valgamos para nada más que para advertir que los cerdos vuelan. Pero algo es algo.

jueves, 12 de abril de 2018

Baal

Un día. Un día de cuando a un lunes le sigue un martes, al martes el miércoles, tras de él un jueves y seguido el viernes, antesala de un sábado y de un domingo al que vuelve a sucederle un lunes. Un día en el que has perdido la noción de lo que eres y de tu deber en el mundo. Un día que crees pasajero, como todos los días que pasan. Un día que parece alumbrar la continuidad de una planicie completa de la existencia. Baal aparece. Oh, Baal. Oh, Baal, que brillas en cualquier cosa, porque cualquier cosa es para ti todas las cosas, porque todas las cosas eres tú y tú has sido todas las cosas y todas las cosas no están si no es porque tú estás. Oh Baal, qué rápido nos olvidamos de que eres las cosas, de que no tienes cosas, de que vives en las cosas, de que no entiendes de tiempo ni de formas, ni de lugares, ni de nombres, ni de definiciones, ni de situaciones, ni de colores, ni de días que suceden a otros días, ni de dioses ni de diosas, ni de automóviles, ni de albaricoques, ni de cestas llenas de ropa, ni de enchufes, ni de plásticos brillantes porque note hacen falta las cosas porque tú eres las cosas, Oh Baal. Y así las cosas ese día, el día en el que tú crees que puedes tener días, Baal se despereza, lentamente, como si no se desperezara y simplemente te brilla en el primer plástico de la mañana, el el plástico de la tarde, en el cristal de la tienda, en las gafas de un amigo, en el guardabarros de un Seiscientos aparcado delante de tu casa, y brilla y te advierte de que Baal es Baal. De que no te olvides de Baal, de que Baal te define a ti, que Baal no entiende de definiciones ni de defunciones ni de desfallecimientos ni de deflagraciones. No entiende pero te advierte. Y te lo advierte y no lo sabe determinar. No lo sabe determinar porque nunca le ha hecho falta. Falta a Baal. Oh Gran Baal. Qué poco sabemos de ti y nos pasamos la vida mirándote, sentándonos encima de ti, chupándote, escupiéndote, leyéndote, riéndonos de ti y contigo, palpándote, excusándote, huyéndote, pegándote, pero nunca, nunca nos dejas ignorarte. Oh Baal. El tiempo, el espacio. Qué más da. Las sensaciones, la libertad, los libros, el sofá. Qué son.

- Qué cháchara incesante. Qué ruido sin sentido. Mortal, nada. No es nada. Tranquilo. No pasa nada. No estoy haciendo nada. Y eso...

Oh Baal! Majestuoso y total! Y en la nada nos adviertes que eres Baal! Y Baal es! Y eso es!!

miércoles, 11 de abril de 2018

Eres tu padre y tu madre

Y tu hermano, que siempre, siempre nos olvidamos de tu hermano. Eres tu padre, porque no te pareces a tu padre pero hablas como tu padre, caminas como tu padre, gesticulas como tu padre, te gusta la música que le gustaba a tu padre, piensas como tu padre, pero no me parezco a mi padre, aunque haya quien piense que me parezco a mi padre, pero lo que hago es absorber el conocimiento. Absorberlo, pero no desarrollarlo. Ahí no me parezco a mi padre. Mi padre al menos tenía claras algunas cosas y las tira hacia delante. En la peor de las situaciones, cuando peor estaba todo, el tío estaba como un perrillo de las praderas esperando a que viniera la fisioterapeuta para mover las patas, hacer ejercicio, nos mandaba callar cuando oía que se movía gente en el pasillo o se abría la puerta de la habitación. Y venga, bracillo arriba, y pierna arriba. Y a salir a la calle, todos los días, en eso sí que nos parecemos. En los peores momentos, lo que nos gana es salir a la calle, dar una vuelta, dar un paseo, el concepto dar un paseo, dar una vuelta, encontrarte con alguien, tomarte una cervecita aunque sea solo en un barecillo, ver mundo. Pero no ver demasiado mundo, eso tampoco. Oiga, tampoco nos pasemos. No lo vamos a poner fácil. No nos gusta viajar, no nos gusta salir, no me gusta nada. Solo porque a ti te gusta. A mí no. Eso sí, eso sí que lo tenemos. Tampoco me parezco a mi padre en la barriga dura que se le está poniendo, porque yo soy un flojo y hasta la tripa la tengo blandurria.
Hace un año la vida nos cambió. Exactamente un año. Este es otro texto para celebrar y para recordar. No es para contar nada especial. Lo importante ya se contó en su momento. Los viajes, la estancia, las esperas, las canciones, las visitas, el pueblo, Jaén.
Este es un texto para celebrar y para recordar que hace un año la vida nos cambió bastante. Todo.
Eres como tu madre, en absoluto. Como mi madre no hay nadie. Ahora vienen unas líneas de exaltación de mi madre, así que ya se imaginarán qué vamos a decir. Poca gente hay como mi madre. Yo no soy como mi madre, ya he dicho que, aunque tengamos el mismo gesto cuando nos da el sol en la cara, por lo demás no soy como mi madre, porque ni siquiera mi padre es como mi madre. Nos parecemos en la nariz, en la boca casi sin labios. Todos los Juanes seguimos un patrón más o menos definido. Una vez, creo que ya lo he contado, fuimos mi madre y yo a un entierro en Linares. Era de un Juanes o alguien relacionado y se dieron cita todos los Juanes. Era curioso porque todos y todas se parecían. Calvetes, nariz de porra, boca fina, caraza. Los había grandes y también pequeñetes. Había Boludas y Kaiser. Y Juanes. Mi madre, es casi una tontería decirlo, es la más guapa de todos los Juanes, quizás porque tiene un punto Lozano. Tenga el punto que tenga, no me parezco a mi madre. Ya no en lo guapo, que no, es en todo lo demás. Yo no soy como mi madre, ni soy como mi padre. Mira, ahora lo estamos recordando. La fuerza de mi padre. Subiendo una lavadora y que te digan 'deja a este señor de setenta años que la coja, que tiene más fuerza que tú'. Mi padre iba a necesitar ayuda. Ni ahora, oiga!
Eres tu padre, eres tu madre. Mi hermano sí que es como mi padre y como mi madre. Él sí. Él si que tiene fuerza, él puede discutir como fuera de lo que fuera, tiene rollo, currante, queda bien en todas las fotos, talentos artísticos y sobre todo, es buena gente. De los tres, pareciéndome y pareciéndose, el cuarto elemento que soy yo, solo sabe, aunque lo puntúe todo como el ojete, escribir textos para dar gracias a quien corresponda por haber caído genéticamente aquí y no en otra parte. Que todas partes tendrán su buena parte, pero esta, es la que es.
Este texto es para recordar y celebrar. Hoy nos iremos a comer al Cruce, porque sí, todos los que estaban allí ese día, tenemos que recordar y celebrar. Y nos faltará mucha gente.
Nos faltará mucha gente que llamaba, que estaba, que venía, que se preocupaba, que gastaba bromas, que hacía de apoyo emocional, logístico y más, al personal de todos y cada uno de los centros de salud de Jaén, Linares, Vilches, Santa Coloma, Barcelona y Badalona.
A todos y todas las que me refiero, que sabrán quienes son, muchas gracias. Y si podéis, tomaros algo a la salud del Paquito Molina, el hijo del Chispico y de la Juliana la Montora. El nieto de... porque él se la va a tomar, su cervecita, como un pepe.
Salud!

Foto del 19 de abril de 2017. Matando el tiempo haciendo árboles genealógicos en el Hospital Neurotraumatológico de Jaén.

martes, 10 de abril de 2018

Sobre la marcha

Un relato con cara y ojos. Esto es lo que demanda Allister MacAllister en su nueva novela 'Péndulo y marcha', que acaba de ser editado y que muy gentilmente nos ha remitido para nuestra colección. Destacamos estas líneas.
'Eamon Cartell nació en un lugar, vivió en sus primeros años en ese mismo lugar, de joven se trasladó a otro lugar y al cabo de unos años se murió. Cornell Stevens nació en un lugar también, con los años sus padres lo llevaron a estudiar al colegio Tal y murió a los 16 años de edad, de frío. Pernilla Olsen nació en un lugar lejano, vino aquí con muy pocos años, se afincó en la ciudad, y murió hace unos días después de una larga vida dedicada a cosas. Aurelio Cimonti proviene también de un país lejano, vivió con sus padres hasta que estos murieron por una enfermedad pulmonar y pasó a depender de la beneficiencia, con el tiempo y beneficiándose de los beneficios bla bla bla, consiguió ser administrador de una hacienda elevada y plenipotenciario de la empresa Tal, y murió hace unos meses acompañado de muchos seres queridos. John Flaherty nació en un pueblo cercano, no se movió del pueblo a lo largo de toda su vida, murió de una enfermedad por determinar a la temprana edad de tantos años, solo. Johanna Flaherty, sin relación de parentesco con el anterior, no se movió de su pueblo durante toda su vida y murió hace unos años de una enfermedad sin determinar, casada y con hijos. Ebenezer Doitchs creció en el campo, en medio de una familia de amantes del campo, cuando pasó a la ciudad a completar sus estudios, se ahorcó en la residencia de estudiantes. Alondra Greimster era la más pequeña de seis hermanos, todos sus hermanos fueron muriendo a la edad de cinco años, cuando ella cumplió los seis años, sus padres la tiraron al río. Fanny Peasant creció en una familia de religiosos metodistas, cuando cumplió diecisiete años se fue a América con sus padres y murió en una calle de Boston víctima del tifus. Carl Johnson era descendiente de antiguos esclavos africanos, su familia pasó a Jamaica, de ahí emigró a Inglaterra, Carl Johnson se apuntó voluntario a una ONG de ayuda a Nigeria, y allí murió de un infarto. Bellinda Carlslile nació en un pueblo y creció en una ciudad, volvió a un pueblo, se murió en una ciudad sin haber aprendido a cantar. Carlota Mackenzie nació en una familia de alpinistas y desde pequeñita tuvo una foto del pico Mackenzie en su casa, pero se murió a los 16 años en su propia casa víctima de un incendio. Ornella Manini, nació lejos también, vivió lejos también, cantó opera, se murió a la edad de 78 años después de una vida de éxitos y de lujo. Martha Vanders era oriunda de otra isla, creció en esa isla, pero pasó a esta isla, pasó toda su vida pensando que esta isla era demasiado grande, que parecía un continente. Frederic Karlsen nació en un pueblo de la Sierra Morena, sus padres emigraron a Tal y él se dedicó a esto y lo otro. Su vida es un misterio.'

lunes, 9 de abril de 2018

Buenos momentos de fascismo

De hecho el texto se hace a base de titulares. El buen buen fascismo húngaro. El bueno y viejo fascismo húngaro. El nuevo fascismo húngaro. El país perfecto. El país del mañana. El país que nos indica el sendero. No hay vuelta atrás. Un país que marca el camino. Un país que ya existe. Un partido de derechas y otro partido de derechas. Un partido muy de derechas y un partido que hace desfiles uniformados. Un partido racista, anti izquierdista, contrario a cualquier idea de... a cualquier idea que no sea una idea húngara y otro partido que es lo mismo, pero haciendo desfiles y con uniformes. Y luego nada. Y entre los dos partidos el sesenta por ciento de los votos, más del sesenta por ciento de los votos. Entre los dos partidos toda la sociedad. Prácticamente todos. Nos congratulamos del buen resultado de los verdes que han sumado un... y los socialdemócratas que son la tercera fuerza son el 12 por ciento de los votos. Esto es el sueño dorado. El sueño húmedo. Banderas, banderas húngaras, gente blanca, húngara, gente blanca, cristiana y húngara y no toda esa chusma que viene de fuera y que no es húngara. Gente de fuera. De fuera. Que no es húngara y que será pobre y somos la primera línea de defensa contra toda esa mierda de gente que viene de fuera.
La mierda de gente que viene de fuera. La mierda de gente que viene de dentro. Gente de mierda que está dentro de tu puto país y que no siente lo que tu sientes por tu país. Gente que no siente nada por la patria, qué mierda de gente. Que no sale a defender la patria, que no tiene cojones de defender a su país, su religión, su sociedad. El sueño dorado, no hay alternativa. Solo hay dos esquemas, la puta mierda, o la puta puta mierda. Tú eliges.
No, de verdad.
Tú eliges.
Tú decides. Eres libre. Eres completamente libre para decidir. Este es el mejor de los mundos posibles. Un partido conservador, rancio, de derechas, de cantar el novio de la muerte a grito pelado como si estuvieran cantando vivir es así es morir de amor un viernes por la noche en el Yesterday, y luego un partido que va mucho más allá que analiza si estás cantando el novio de la muerte con entonación, sabiéndote la letra, sintiéndola, o eres una puta mierda de vendido socialdemócrata tibio equidistante traidor españolazo unionista federalista pesuquero de mierda que no has hecho nada por la verdadera clase trabajadora y te pones en la foto con los independentistas y siempre te pones con los independentistas porque eres un independentista y no eres suficientemente no eres suficientemente no eres no eres no eres no eres no eres.
Unos buenos momentos de fascismos, de todos a una, de todos juntos, de juntos por algo. Juntos o unidos. Juntos por el nosequé, juntos por esto, por el país, joder,  por el país, por el puto país, ostia, canta el puto himno joder. Soy el puto novio de la muerte, que va unirse en brazo fuerte con Javier Álvarez.
El buen fascismo húngaro. Hasta aquí llega Hungría. Aquí llegaron los guerreros magiares. Aquí se habla también el húngaro. El buen fascismo húngaro. El fantasma de las navidades del futuro.
El puto presente. Vente.
Yo no puedo ir. Estoy esperando que me atornillen. Vente.
No puedo ir.
Vente o te llevamos.
No.
Hungría. Buenos momentos.

domingo, 8 de abril de 2018

Passeig Llorenç Serra. El comercio y el espacio.

Hay calles en Santa Coloma que no sabes dónde empiezan y dónde acaban. Calles que crees que empiezan aquí y empiezan más allá, que terminan en un lugar y resulta que siguen más adelante. Nada nuevo bajo el sol. Pero que eso ocurra con el Passeig Llorenç Serra, lo único que demuestra es que vivo en el limbo. La Lorenzo Serra. Tenemos claro dos cosas. Una, que el nombre de la calle no es en honor del entrenador del Mallorca, Betis y Barça, sino que está dedicada a un alcalde de la ciudad de principios de siglo XX, considerado el mejor alcalde de la ciudad de los que había habido hasta entonces. Entonces.
Hablar de calles de Santa Coloma y pretender hablar de la Llorenç Serra puede que demuestre poca osadía. Pero hoy hacía un día muy malo, realmente malo, y no estaba la cosa para paseos. Así que hoy, explorador de cercanías. De cercanías mías, claro. Pero es que además, el motivo del análisis viene dado por el hecho de que se ha inaugurado un nuevo espacio de comercio, llamado Brillant, creo, dedicado a expender cacharretes y adornitos de esos que uno considera banales y carentes de sentido hasta que los tiene y entiende que, efectivamente le dan lustre a un hogar. Tazas, espejitos, toallas, paños, cajitas, botellas para el agua, cuadros, sillas, etc. Lo mismo que podemos encontrar en el Crack, ahora dos portales más abajo. ¿Quién sobrevivirá?
La Lorenzo Serra. Para marcar bien el viaje tendremos que bajar al metro y salir del metro por la escalera mecánica. A partir de ahí, Lorenzo Serra. El tramo entre Generalitat y Sant Carles es Plaça de la Vila. Vamos. Salimos de la parada del metro y como va a llover nos metemos rápido bajo los balcones. Ahí está el Fotoprix, poco money mucha foto. Hace unos años era de esos comercios esplendorosos que señoreaban las calles de cualquier ciudad, hoy parecen reliquias de otro tiempo. Cámaras de fotos. Qué cosas. Qué tiempos. En uno de los portales adyacentes se encuentra el centro al que tienes que ir para renovar el carnet de conducir. Ya saben, no te salgas de la línea de puntos, la foto, etc. En ese tramo de la acera, bajando un poco, otro negocio de otro tiempo. Un kiosco.
Un Kiosco.
Y casi en frente el Bracafé. Vamos a tomar un café en el Bracafé. He quedado para tomar un café en el Bracafé con. Yo he quedado muy pocas veces ahí. Pero alguna vez, alguna, muy alguna. Pero hay gente que lo hace. Antes. Antes qué había.
Y dos bancos, un Sabadell y un cajamadrid y esos son negocios que no sabes si están de moda o no. Si sobreviven o no. Y es un tramo de la calle curioso porque se anuncian muchos negocios en pisos, en el segundo, en el tercero. Pero no miro casi nunca hacia arriba. Y eso que me pierdo.
Antes. Antes había otros comercios, otros espacios. Control del espacio, control de la memoria. Sí, efectivamente, si sigo caminando me encontraré con las dos tiendas de ropa. La de antes del Mulaya y el Mulaya. He ido mucho al Mulaya. A la de antes del Mulaya no, casi nada, muy poco. Antes, qué había antes. Creo recordar que una panadería de aquellas en las que el pan olía desde fuera, que olía como a bollo, a panecillo de viena, o a bastón de esos duretes que estaban tan buenos. Y la puerta del Styloo. Madre mía. Antes me dicen que el Styloo se llamaba de otra manera, el Casino, creo. Ahora hay un bar, la Rambleta, que antes fue el Metropoli... o no era el Metropoli. No recuerdo.
En la otra acera está el Crack. Tienda emblemática, estoy mirando algo en el Crack, mientras vienes y no vienes del metro, estoy en el Crack. En esa acera hay negocios intercambiables. Solo recuerdo como estable el de las placas solares, perdón, el del Solarium. Vamos, al que va la gente a darse rayos y depilarse. Creo. Qué observador. Qué dotes de observación. Un poco más arriba, ayer, abrieron otro lugar como el Crack, ya lo he dicho. Qué había ahí antes. Proyectos de panaderías, proyectos de. Tiendas de muebles. Algo. Pasas por delante de esa acera mil veces al año. Mil veces sin exagerar. Todos los días y no te fijas en nada. No sabes de nada. No te enteras.
Una parada de taxis. Te acompaño a la parada de taxis. Píllate un taxi aquí mismo.
Más abajo, antes, estaba el Badosa. Badosa era la tienda de coches. Llorenç Serra i Badosa. Así era el nombre completo. Ahora hay un Burger King. O un chiquipark de esos. Un lugar para fiestas. A veces el Burger king es un chiquipark. O algo. El Burger King. Cuando lo abrieron era como 'oh, en Santa Coloma un Burger King, símbolo de progreso o pérdida de identidad'. Ahora al Burger King vas a que te salve la vida un viernes por la noche con las hamburguesas a tres euros. Gente joven quedando en el Burger King. Gente muy joven haciendo del Burger King el punto de encuentro. Aceras sucias en el Burger King. Y un poco más abajo el Telepizza, que tiene otro rollo claro, más de paso. Estamos llegando al cruce con la avenida Santa Coloma. Vamos a cruzar.
La General Optica a un lado, y a su lado una acera en la que conviven, dos o tres o cuatro todo a cien, además de un Bonarea y el bar Múnich al que nunca he entrado a pesar de estar ahí mismo. Y no he entrado hamás, perdón jamás. Y algo más arriba está el centro de rehabilitación, y ahí si que he ido muchas veces. Y tú. Y tú. Y tú. Y tú. Y una tienda de zapatos también. Y antes había una peluquería, mucho más abajo. Y ahora hay también un Cash Converters al que entras y no acabas de darle confianza. Y también hay una iglesia.
Una iglesia evangelista, o metodista, o... con las siglas de la CIA. Así, y con un águila y todo. Da que pensar.
Y llegando al final dos cosas. El edificio donde vivía el Edu, al que llamábamos de una manera hace tiempo. El edificio Dakota. Con su ascensor de hace dos mil millones de siglos. En el portal esperando a que bajase el Edu para ir a tomar algo. Y el estanco. El eterno estanco. El estanco no es como el Fotoprix. Es un negocio que nunca pasa de moda. Hablaba el otro día con alguien, no recuerdo, que los estancos son lugares para mí como las mercerías. No sé porqué pero me gustan, no fumo, pero me gusta ir. En fin, manías.
En la otra acera. Volvamos, bajando a mano derecha. La fachada del edificio donde está el Consum o Eurocity o como se llame el super grande de todo a un euro y medio. Y antes qué había ahí. Había una tienda de muebles. Y no recuerdo el nombre. Y bajamos. Y bajamos y hay pisos y la sede de Hacienda. Y por las mañanas la gente esperando a que abriera Hacienda. Y gente saliendo de Hacienda. Y la oficina de Endesa con las oficinistas fumando fuera. Y el Casa Tió, carnicería que no sabemos cómo subsiste porque cuando vas parece que estés solo, pero tiene su público, porque lleva ahí mucho tiempo ya. Y más abajo la antigua entrada del teatro Goya y más abajo el Moreira.
El Moreira era antes otro bar, pero cambió y se llamó Moreira y lo llevaba un matrimonio gallego que no hablaba casi nada pero que hizo afición. Y dejaron el bar y ahora lo llevan unos chinos y mis padres siguen yendo los viernes por la noche después de cenar. Y los que salen del Rey van allí si hay fútbol. Y luego está el piso donde vivían todos, el fernandito, el abel, el mario, la cuadra, la señorita pili, los mesías, los bassols, todos juntos todos del Seimar. Y más abajo la tienda de muebles que se llama Sayez sino me equivoco. Y la parada de autobús. Y coger el 42 y a ver cuándo llegas donde tengas que llegar.
Y el último portal, donde vivían el herminio y la rojano.
Y cruzas. Y eso también es Lorenzo Serra.
Y hasta el puente. Qué hay ahí detrás. Qué había. Hay una tiendecita pequeña de ropa. He entrado una vez, creo. Alguien compró algo. Una panadería, tres barras un euro. El Condis. Uf el Condis. El Condis de antes, el Condis de Ahora. Ahora es un Condis Express, homologable a todos los Condis del mundo Condis. Antes tenía su rollo y conocías a todo el mundo. Bueno. Qué más. En frente está el Rey, pero hablamos del Rey como perteneciente a San Joaquín, creo. Y del Rey a la Gestoría, y de la Gestoría a Serveis Socials, y de Serveis Socials al piso nuevo ese que tiene un pasaje por donde se va a la calle Lluís Companys. Y de ahí pasamos a la Ciba. Y al Parking. Al parking antes que la Ciba. Yo dejé el coche en ese parking cuando tenía coche. Y la Ciba. Ya lo he dicho. Que ahora será otra cosa. Y ya no le llamaremos la Ciba. O diremos que en la Ciba hay otra cosa. A qué insti ibas, a la ciba. La Ciba. Los juzgados, dónde están, en la Ciba. Yo quería ir a la Ciba pero fui al Berenguer y al año de estar allí no quería estar en la Ciba. Y llegas a la esquina. Y pienso ahora que una vez entré en la Ciba para hacer una entrevista con la gente de la Universidad. Una entrevista a los alumnos por no sequé tema. Y nunca más. Mi hermano estudió en la Ciba. La gente de la Ciba yendo a desayunar. Me he dejado el Churrasco. Ahí si que he ido pocas veces pero siendo pocas, son más veces de las que he ido al Múnich. Frankfurt Múnich. Churrasco.
Y en la otra acera, después del Condis, había antes una tienda de colchones. La del Manzano. El Manzano venía a veces a tomar algo al Rey. Decían que llevaba pistola. Yo trabajé con una hija. Ponía marchas militares en la oficina. Y más allá está lo que antes era un concesionario de la opel y ahora es un todo a cien enorme, el más, lo más, la madre de todos los todo a cien. Y sin embargo, siempre habrá un todo a cien más grande. Los más grandes los encontré en Jaén, pero eran ya en plan naves industriales. Y más allá, portales y llegas al Mississippi y sanseacabó.
Y has recorrido una avenida, un paseo, una calle y parece que no hay nada, porque parece que es corto, porque parece que no pasa nada, pero hay un montón de cosas en esa calle, en ese paseo y en esa avenida y pasas por ahí miles o millones de veces y sin embargo habrá tramos por los que no habrás pasado jamás. Desde que cerraron la Ciba, cuántas veces has ido por allí. ¿Sabías que existe el bar Mississipi que está mirando al río Besós?
¿Lo sabías?
No sé. No sabemos de nada. No conocemos a nadie.

Edición de texto 11 de abril: me he dejado al parecer dos establecimientos, si no más. La oficina de la Mapfre, que está ahí y que estando ahí, jamás nunca jamás la he tenido en cuenta. Pero estar, es cierto que está. Y otro error, el banco de Alimentos. Al lado del Condis, con la persiana bajada, abren solo en el momento en el que reparten. Solo un par de veces, creo, lo he visto abierto. Creo que cuando escribí el texto lo tuve en cuenta, pero pensé que al no verlo abierto con asiduidad, no funcionaría. Se ve que sí. No está la cosa como para que no funcione.

viernes, 6 de abril de 2018

Miscelánea

No tengo ni idea de leyes. Me gusta discutir de política, de música, de prácticamente todo. Solo hay algunas materias que no domino, la economía, las leyes y la ciencia. De lo demás, creo que puedo incomodar a cualquiera que me de conversa. Porque no se trata solo de opinar, se trata de que al otro le siente mal lo que dices. Si no, para qué te metes. Sea como sea, no sé de leyes, por lo que todo lo que está pasando en estos días, en estas horas, la verdad es que me supera. Cómo interpretar que a Puigdemont le hayan dejado en libertad bajo fianza. Es bueno, es malo, es bueno para él, es malo para él, es bueno para su causa, es malo para su causa, no lo sé. Digo que no sé de leyes, pero en realidad es que no sé de lo podríamos llamar la judicialización. El juez, el fiscal, la ley. No lo entiendo. La interpretación adhoc. Cosas que se me van de las manos. Puedo discutir, claro que puedo discutir, de eso y de cualquier cosa. Pero si notan que rehuyo el debate en este tema, no es por timidez, es que no sé. Y no saber te deja en una posición de indefensión grandísima. No tengo una preparación para nada. Hablo por hablar.
https://www.youtube.com/watch?v=tGYkZz8T1c8

No tengo ni idea. De cómo se compone el universo. Del color de los ojos de la persona que me mira. Del brillo de la navaja que me acecha. Del rumbo que toma el caballo blanco salvaje. De lo que dirá la providencia. Del gesto de quien mira. De hacer más de cuatro o cinco frases hechas. Me siento cómodo no explorando y viviendo en una burbuja. Sin confrontar. Me parece mejor ir a mi aire y no mezclarme con la gente. Me parece mejor no hacer alarde de ningún conocimiento ante nadie. No creo que merezca la pena hacer frases hechas. No creo que este párrafo ayude a explicar nada a nadie. No me imagino la vida explicándole la vida a nadie. No tengo muchas habilidades. Nunca pongo puntos y aparte en estos párrafos, pero ahora tocaría poner uno como giro dramático. En realidad, en verdad, sí. La verdad es que sí. Sí. Soy yo. En realidad, en verdad, puedo hacer las rimas más tristes esta noche. La verdad, la realidad, es que tengo el anillo. Tengo la medalla de honor de la Real Academia de las Ciencias. Tengo la medalla. Escondida en un bolsillo del pantalón. La acaricio y le saco brillo. A veces, sale el genio.
https://www.youtube.com/watch?v=ICN-CbWsbz4

No sé. No tengo ni idea. Lo de Cifuentes, pues no sé. Creo que debería dimitir ¿no? Pero claro, no sé. ¿no? Además es un tema que no es de aquí, es de Madrid, no sé. No sé. Lo de el Falciani ese, es que no sé ni quién es. No tengo ni idea. No sé. Yo de lo que sé es de lo del Puigdemont, ahí sí que tengo una postura clara, pero con todo eso de las leyes no sé qué decir. No tengo ni idea. Sí que tengo una ligera idea sobre la noticia del linchamiento en un pueblo de Sevilla de una figura que imitaba a Ana Julia, la protagonista del truculento caso del niño Gabriel. El pueblo entero, o parte del pueblo, linchando a un muñeco. Por fin. No nos permiten linchar a negros, pero podemos linchar a un muñeco que parezca una negra. Al fin. Lo hemos conseguido. Hemos conseguido ir hacia atrás en el tiempo hacia una era nueva y vieja a la vez. En estos momentos. Soy el novio de la muerte, un país que avanza de manera acelerada hacia atrás. De los de los lacitos amarillos no dices nada, porque eres uno de ellos, tanto criticar a... y así pasamos la vida. El tiempo. Ya es viernes. No dices nada de nada sobre lo que ocurre. La democracia. Esa mierda. No te mojas. Eres el típico tío que no se moja. No hablas claro. Estás mojando el suelo.
https://www.youtube.com/watch?v=pJ0CRM8iqgw

Llegados a este punto, yo apuesto por las cosas de siempre. Si al final no hemos sido capaces de avanzar por un camino nuevo y los falsos profetas se han mostrado inútiles, yo creo que hemos de apostar por lo que ya teníamos visto y tratado. Las mismas gentes haciendo las mismas cosas, son la manera más segura de que la gente vea en nosotros esa esencia, esa historia, esa vinculación con la memoria, con lo agradable, con lo tal, que nos llevará, seguro a alcanzar unos objetivos claros y conocidos. Sin más aventuras. Sin más movimientos azarosos. Recuperar el viejo sabor de las canciones antiguas. Recuperar las viejas costumbres, los viejos abrazos afectuosos, los viejos saludos cordiales, los viejos organigramas, los viejos. Los viejos son más. Los viejos siempre serán nuestros. Los viejos, con sus viejas cosas, opinando sobre las cosas de los jóvenes. Los jóvenes añorando aquel tiempo en el que los viejos hacían las cosas de los jóvenes y conseguían aquello que hoy disfrutamos con tanto agrado. Vivan y que vivan bien los organismos por todos respetados y constituidos. Viva la sabiduría adquirida. Viva la experiencia vivida. Viva la vida. Viva Victoria. Venceremos.
https://www.youtube.com/watch?v=koqxHvQwSsM

Estoy cansado de toda esa gente que me dice que no tengo ni idea. De verdad, quiénes sois, de dónde salís, porqué no veis mi curriculum, porqué no le preguntáis a la gente por la calle y os tropezáis alguna vez con la realidad. Estoy aburrido, aburrido de explicar siempre lo mismo, de explicar una y otra vez la misma historia y que nadie la entienda. No sé. Es que es muy cansado, de verdad. Siempre tengo que acabar de la misma manera. Siempre tengo que acabar enfadándome y yéndome a casa con la sensación de que no me comprenden. De que no me entienden. De verdad. Aburrido estoy de todos esos que piensan que no tengo ni idea. Estoy cansado de escribir. Necesito un descanso. Un interceso. Necesito saber qué es un interceso y porqué me lo marca como incorrecto el corrector. Necesito un interciso. Interciso me lo marca como correcto. Receso es lo correcto. Receso también lo marca como incorrecto. De verdad que no sé si estoy haciéndolo bien o lo estoy haciendo mal. De verdad que necesito parar, mirar a mi alrededor y buscar nueva energías. De verdad. Abrumado y aburrido. Y cansado. Muy cansado.
https://www.youtube.com/watch?v=A653J70udE4

Como no viniste a la peli, Albert, te contesto por aquí. Ayer pusimos La Vida de Brian y sí, hicimos debate. Debate sobre reírnos de la religión, sobre reírnos de nosotros mismos, sobre la risa, sobre si es necesario reírnos de nosotros ismos. Mismos. Sobre la vigencia de una película pensada hace 40 años y que se ríe de la reunionitis, de los manifiestos, de los liderazgos, de los mesías, de las masas, de los romanos, de los que combatimos a los romanos. Hicimos un debate sobre si hemos avanzado algo, sobre si vamos a avanzar. Hicimos debate también, pero poco, sobre la canción final, mira siempre el lado bueno de la vida. Demasiado optimismo pensaba yo, los ingleses, dice Idle, siempre cantan cuando la cosa va mal. Pero nosotros también hacemos lo mismo. Nosotros. Ya no sabe uno qué palabras elegir. Hicimos debate sobre la religión, sobre los católicos, sobre los comunistas de izquierda, que aseguró uno de los presentes que él conocía. Comunistas de izquierda. Yo creo que al final el resumen es ese. Hay comunistas de izquierda. Disidentes.
https://www.youtube.com/watch?v=YkWjf9DhlnA

Pues poca cosa más. Yo creo que ha quedado claro. Buen fin de semana. Ya no hace falta que saludéis ni nada.