lunes, 31 de diciembre de 2018

Enjoy Yourself

Es más tarde de lo que crees. Una canción como si fuera un credo. Enjoy yourself, it's later than you think. Una versión de The Specials de una canción más antigua. Todos los años me pongo el More Specials mientras me apaño para ir a cenar con mi hermano. Es más tarde de lo que crees. Una forma de recordar para qué estamos aquí, muchas veces parece superficial, frases hechas, feliz año nuevo, bon any, que tengas una buena entrada de año, todas esas mierdas. Este año han pasado muchas cosas pero voy a centrarme en una que son dos cosas. Una persona a la que quiero hasta la luna y volver ha sido inmensamente feliz y luego ha vivido lo más terrible que le puede pasar a un ser vivo. Así, sin casi transición entre una cosa y otra. Lo más y lo peor. Y qué nos enseña todo esto, si es que estamos dispuestos con los móviles que tenemos y con la cantidad de gente que te asesora, te ayuda y te estimula para que seas mejor persona y lo que te pase te afecte menos. Pues nos enseña a seguir estrictamente lo que dice la canción. Enjoy yourself, porque es más tarde de lo que crees. No sabes lo que va a pasar mañana, dentro de un mes, dentro de un año. Sin ponernos tontos, sin hacernos los cursis, sigamos al pie de la letra la letra. Es bueno ir de listo cuando eres un crío, pero no puedes ser joven siempre. Los años pasan en un abrir y cerrar de ojos y cuando te quieras dar cuenta no puedes hacer la mitad de cosas que quieres. O no puedes contar con quienes creías que iban a estar ahí para siempre. Eso es chungo. Eso es muy chungo. Pensar que todos estamos aquí siempre. Abres la puerta del bar en el que te reúnes con los colegas y están ahí siempre. El gracioso, el listo, la tal, el cual. Vas a ver a la familia y están el este la otra, etc. Y crees que siempre es así porque así será y por los siglos de los siglos. Escribiendo estas cosas a veces me da la impresión que hago textos de autoayuda o algo así. Pues no. Una mierda para la autoayuda. La autoayuda solo nos vale para encarar esta mierda de mundo competitivo como una especie de libro de instrucciones. Sé fuerte, sé tal, sé su puta madre. No. Enjoy yourself. Ve, aprende, escucha, pásatelo bien con la peña, haz lo que te parezca, como dice la canción de Vainica Doble 'haz bien y no mires a quien'. Enjoy yourself. Porque es más tarde de lo que crees. Otro año más. El año pasado no sabíamos que iba a pasar todo esto que ha pasado este año. No lo podíamos ni imaginar. Y ha pasado. Y qué podemos decir. Qué aportamos a todo esto. En qué podemos ayudar cuando pasa algo así. Oye mira lo siento mucho... Medio año más contento que un pepito y medio año de mierda. Y qué conclusión podemos sacar. Los años pasan como un suspiro y cuando te das cuenta, qué. Estamos aquí porque quizás nuestros padres pensaban que les hacía gracia que estuviéramos aquí, así de simple, a veces por nada más. Y no les podemos defraudar. Tocar la batería, pintar un cuadro, cantar en una coral, estar enfadado con la vida, afiliarte a un partido como Catalunya en Comú por ejemplo, cabrearte, estar un poco en el mundo, no pensar que aquí estamos para... uy uy, para qué. Qué estamos diciendo. Estábamos diciendo que estábamos aquí para aprovechar el tiempo. Y si esto ya lo han leído antes, pues bien. Aprovechar el tiempo, disfrutar, aprender, conocer, hablar con la gente, con toda la gente, incluso con la buena gente. Y echar unas risas y demostrar que a nosotros nos importa un pimiento, que nosotros sabemos de qué va esto. O que nos importa una mierda de lo que va. Yo solo digo que este año ha servido mucho más para todo, para encarar las cosas, para ponerlas en valor, para saber de qué te tienes que preocupar y de qué no. Que hay que estar ahí con la peña. Que un día, no estarán. O que necesitarán que estés ahí, aunque solo sea para dar la paliza. Y agradecer que haya alguien contigo que te siga la broma. Y dar por el ñaca todo lo que se pueda y más. Hola, me llamo Toni y voy a disfrutar del año que viene también. Feliz año huevo. 

domingo, 30 de diciembre de 2018

Los libros de 2018

Saber mucho leyendo libros que te enseñan mucho. Pero te pierdes libros que quizás enseñan tanto o más pero que están pensados de otra manera. Ensayo y error. Demasiados ensayos y demasiada poca ficción. Este año yo tenía la intención de leer más. De hecho, creo haber leído bastante más. Pero no sé si he leído mejor. Un libro especialmente me ha tenido ahí encallado, con sus 800 o 900 páginas, de tema farragoso y con una utilidad muy cogida por los pelos, el de la Revolución inglesa. Demasiado tiempo leyendo cosas sobre gente de otros tiempos. No sé, el año que viene habrá que darle un giro. El reto siempre es el mismo, el de los 50 libros al año que La Página Definitiva ponía como cifra a alcanzar. Otro año que ni de broma. Fracaso otra vez. Rotundo.

1. Dan Simmons - Hyperion Este libro es el primero de una saga de varios libros ambientados en un futuro muy muy lejano. Si fueran menos libros y no lo supieras, lo lees con atención porque la historia está bastante bien. Pero la perspectiva de tener que dedicar prácticamente lo que te queda de vida a leer el resto de libros de la saga me da cangui. No podré leer nada más según el ritmo lento y pesado que tengo de lectura. Unos personajes variopintos se dirigen a un planeta lejanísimo en busca de una especie de Dios o Demonio llamado Alcaudón que les va uniendo. Lo bueno es que todo el mundo te dice que la segunda parte es mejor que la primera y que la segunda no es mejor que la tercera. Así que tengo tarea por los siglos de los siglos, amén.

2. Stefan Zweig – Montaigne Este año la lectura austrohúngara ha sido más bien escasa. Y de Stefan Zweig solo he leído este libro, una biografía sobre Montaigne que tampoco está completa del todo. Montaigne es un filósofo francés del siglo XVI que descubrió sus dotes para el pensamiento ya con una edad avanzada. Madura, mejor dicho. Filósofo, pensador, alguien con tiempo para viajar y pararse a comentar cómo lo ve. Un libro de dimensiones reducidas porque al parecer a Zweig no le dio tiempo a acabarlo. Porque se suicidó al ver que la Segunda Guerra Mundial iba mal y el buen hombre pensaba que realmente los nazis podían ganar.

3. Anabel Vélez – Rockeras Libro de una compañera perodista colomense dedicado a las mujeres en el rock, a las mujeres que hacen rock y no a las mujeres como tema en el rock. Una amplia recopilación de mujeres a través del tiempo que empieza con las blueseras y acaba con artistas como la inefable Angel Olsen. Se nota que a la autora le mola el rock más cafre y se detiene especialmente en grupos de punk que me son absolutamente desconocidos. Como todos los libros de música, funciona como una puerta de entrada y para perder el miedo a escuchar músicas que si no te lo dice otro jamás escucharías.

4. Joan de la Vega – Medio mundo en luz Si soy capaz de leerme libros muy tochos que hablan de vidas de tiempos remotos cuyas enseñanzas son de difícil aplicación en los días contemporáneos (autoestima alta), no soy en cambio capaz de tener la sensibilidad necesaria para la poesía. Este libro de Joan de la Vega, como el Tajabone de Angel Pla que no he llegado a leer entero, son buenas puertas de entrada para un tipo de lectura para el que no hay que tener prisa ni el móvil todo el día en la mano.

5. Steven Pincus – 1688. La primera revolución moderna A este libro le echo la culpa de haber perdido el año. En fin. Hay países o gentes diversas que creen estar haciendo una revolución cuando lo único que hacen es perpetuar lo mismo de siempre en el poder. Hay países o gentes diversas que hacen una revolución y se pasan el resto de su existencia negando la misma. Los ingleses hacen una revolución para derribar el gobierno de Jacobo II. Una vez que consiguen establecer un nuevo sistema de gobierno, niegan haber hecho nada, no sea que el resto de países copien su ejemplo. Este libro es un análisis pormenorizado, pero pormenorizado de verdad, sobre lo que es una revolución, porqué una revolución es una revolución y porqué cuando no lo es se dice y no pasa nada. Una revolución que nace como respuesta a otra revolución, que queda incompleta y que es aprovechada para sustituir lo que hay por otra cosa. No sé qué ocurrió ese maldito día en el que entré en la biblioteca del Fondo, vi el libro y se me fueron las manos hacia él. Qué me importa a mí la Revolución inglesa y qué le importará a nadie si ni ellos mismos la celebran. Pues habré dedicado al menos cuatro o cinco meses de mi vida al librito de marras.

6. Javier Reverte – Un otoño romano Que me han gustado mucho más otros libros de Javier Reverte, pues claro que me han gustado más. Que cualquier libro de viajes de Javier Reverte es entretenido y te puede servir, pues también. Como fui a Roma y no me había mirado nada sobre Roma, atrapé este libro y como siempre, acaba uno yendo a cenar donde le dice el libro, se toma el café de rigor en el sitio en el que sabe que le van a atracar y se ahorra visitar cosas que de otra manera visitaría. No está al nivel del libro sobre Grecia, por ejemplo, ni del mágico libro sobre Pedro Páez, pero ahí está.

7. Jaume Fuster – Les Claus de vidre Un pequeño libro de relatos policíacos que me pillé en Sant Jordi y que gustó bastante. Unos relatos que aparecieron en un diario, que ahora no recuerdo si era el Avui u otro. Jaume Fuster fue un escritor relacionado con la izquierda independentista, que murió no demasiado mayor. Dan ganas de leer más libros suyos si son así de entretenidos. Al final del libro se encuentra la solución de cada uno de los relatos. Con lo que a mí me gustan los libros policíacos, este año ha sido especialmente escaso. Este y ya. Ni un libro de Simenon, ni nada. Un desastre.

8. Jorge Semprún – Autobiografía de Federico Sánchez Este libro lo pillé también en Sant Jordi. No me hacía ninguna gracia leerme un libro de Jorge Semprún, ex militante del PCE que acabó como ministro del gobierno socialista aunque sin afiliarse al PSOE. Pero el libro me pareció muy interesante. Aunque escrito desde un rencor profundo, sobre todo a la figura de Santiago Carrillo, propone una visión sobre lo que son las cosas de la militancia, la clarividencia de los líderes y cómo lo que hoy es blanco, mañana es negro, y tú tienes la culpa de no haber entendido nada. Casualmente, quienes expulsan a Jorge Semprún del partido, acabarán abrazando con alegría sus mismas tesis años más tarde. Y donde dije digo, digo Diego. Este libro ganó el premio Planeta en 197... y siete, creo. Genial iniciativa darle el premio a este libro el año en que se legaliza el PCE. Como queriendo decir...

9. Javier Varela – Eugenio d’Ors 1881 – 1954 El otro día leí una entrevista a un historiador que le ha hecho una biografía a Eugenio d'Ors que contradice lo que dice este libro que como aquel que dice, me acababa de leer. En la entrevista, el autor dice que Eugenio d'Ors era un fascista. En esta biografía que me he leído, Javier Varela asegura que no. Lo que no significa que para el autor, Eugenio d'Ors sea un personaje que no te puede caer bien en la vida y sin negar que fue un reaccionario. Pero fascista, no. Porque para ser fascista debías ser algo que d'Ors no era, activo, violento, amante de la fuerza, pretendidamente vanguardista y contemporáneo... y d'Ors era un cursi. Pero qué sabré yo. Este libro nos cuenta la vida de un personaje que sienta las bases del catalanismo radical basado en la superioridad cultural de Catalunya sobre el resto de España y que es descabalgado por sus propios compañeros porque se pasa de listo. Y acaba aportando el grueso de las ideas que luego utilizará la Falange, a la que acaba afiliándose y siendo parte de los intelectuales orgánicos del franquismo. Un libro apasionante que enseña muchas cosas y que abre la puerta, este libro sí, a comparaciones con la época actual y con lo que uno hace cada día con esto de escribir. 

10. Joseph Roth – El peso falso Ya dije en su momento que este libro, en sus dos primeras líneas, ya enamora. Austria-Hungría, la frontera con Rusia, Galitzia, pueblo pequeño, soldados, contrabandistas, gitanas, judíos, una historia de amor, un despecho muy grande, frío, mucho alcohol y ese saber que no va acabar bien la cosa ni de lejos. Joseph Roth es 'el otro'. Están Zweig y luego ya viene él. Libros sobre una época pasada que él tenía fresca en la cabeza y de la que se reclamaba heredero y continuador. Aunque solo fuera por dar por saco ante tanto cafre. Un oficial al que su mujer obliga a salir del Ejército, llega a un pueblecito llamado Zlotogrod para ser el inspector de pesos y medidas. La mujer lo engaña. Tiene un hijo con otro. El oficial entra en barrena sin perder el aplomo. Lo hace bebiendo y enamorándose de una gitana que vive en una taberna. Y de ahí ya todo es cuesta abajo.

11. Josep Ramon Aragó – A llarg termini A Josep Ramon Aragó lo verán en la plaza de la Vila los lunes colaborando en las manifestaciones de los pensionistas. También lo verán acompañando a la incansable Isabel Crehuet en sus múltiples aventuras. Pues bien, Josep Ramon Aragó me regaló este libro hace cosa de un mes y poco. Son catorce textos breves sobre temas diversos. Temas relacionados sobre todo con el medio ambiente, pero no solo eso. Y, efectivamente, uno acaba siendo Aragonesista cerrado.


viernes, 28 de diciembre de 2018

En solitario

Hay momentos en los que hay que dar el paso. Madurar y recorrer tu camino. Crecer y aspirar a otra cosa, más digna. Comunico pues que hoy doy el paso que llevo madurando desde hace un tiempo. Dejo eltoni, elpako & elchristian. Es una decisión con la que quiero dar carpetazo a un proyecto que durante unos años ha significado mucho para mí, pero que es el momento de dejar atrás. Creo que nos hemos encasillado. El típico grupo que gusta por el rollito de los camisones. Mira, toni, esto te lo podías poner en tu grupo. Mira, toni, eso para un concierto. Mira, toni, podríais ir vestidos así. La gente no se ha fijado en nuestra música. No se ha fijado en mi música.
Llevo mucho tiempo pensando en cómo poder dar mayor relevancia a mi música, a mis letras. Creo que soy un compositor minusvalorado hoy en día como miembro de una banda que ya solo tiene que ofrecer cucamona y chufla y es el momento de volar en solitario. Con sus limitaciones y falta de perspectivas, mis compañeros han cumplido una misión, una misión que ya ha demostrado su agotamiento. Es el momento del adiós. Y del hola.
El hola a un futuro y un presente que quiero bañar de canciones íntimas. Canciones que expresen lo que llevo dentro, toda la ternura y todo el amor que creo que está tapado entre vestiditos y mierdas. Quiero que el público sienta al escuchar mis nuevas canciones todo aquello que de bueno y de positivo tiene la vida. Una vida en la que el amor, la familia, el respeto a un entorno, a unas tradiciones y una forma de ser que nos ha definido durante siglos, a darle valor a lo nuestro, sin imitar fórmulas extranjeras. Canciones que acompañen a un público diverso, que ofrezcan luz a la juventud y descanso a los mayores. Que acompañen en el trabajo, en la oración y en el hogar. Canciones que llenen el corazón de sueños. Canciones que broten como hojas verdes y flores de mayo en un mundo gris en el que solo importa el sexo y el dinero.
Canciones que desplieguen sus alas como gaviotas y vuelen libres. Canciones inspiradas en el duro trabajo de quienes todos los día deben levantar su persiana y enfrentarse al mañana sin coraza, sin más protección que su duro esfuerzo. Canciones que sean un bálsamo de pureza en un mar de corrupción.
Canciones que sirvan como una herramienta para los que buscan la división, el conflicto y la pelea. Mi música quiere ayudar a hombres y mujeres al entendimiento. A la asunción de la convivencia respetando las diferencias y los diferentes roles que nos hemos dado entre todos. Mi música va a ser eso que llevo tiempo soñando, un pegamento para la sociedad.
Una sociedad que necesita de personas como yo, que afronten el futuro con un sí. Un futuro a favor. Sincero. De corazón. Una música que ayude a alcanzar sueños. Tus sueños.
El tiempo de los desmanes ha terminado. Es la hora de la libertad y de la música. Es la hora de Antonio Molina. Porque parecía feo que llamándome Antonio Molina no aprovechase... ¿no?

jueves, 27 de diciembre de 2018

El peso falso - Joseph Roth

'Había una vez en el distrito de Zlotogrod un inspector llamado Anselm Eibenschütz'.
Si hace falta decir algo más sobre este libro para entender si es bueno o no, yo no sé si merece la pena todo el trabajo de estos años...

miércoles, 26 de diciembre de 2018

Yo soy compañero de Pepi Sánchez.

El primer recuerdo que yo tengo de la Pepi, la Pepi Sánchez, es de cuando ella era concejal en el Ajuntament y yo iba a los plenos creo que en la época de Santa Coloma Radio. Entonces teníamos creo que cinco regidores y una de ellas era la Pepi. Yo entonces no hablaba con nadie y supongo que con ella tampoco. La recuerdo como un pollico. Con los pelos siempre de colores, cortitos, con coletita a veces, pero siempre con los pelos de algún color. Y así sigue. Si la ven caminando por la calle, la verdad es que es así, como un pollico, con el pelo hoy lila, mañana rojo, luego amarillo y el próximo verde. Verde igual no lo ha llevado nunca. Y eso que la compañera es de los verdes.
Ahora que ICV ha conseguido el dominio mundial y todos podemos decir ya que sí, que efectivamente, todos queremos ser de ICV y todos somos de ICV menos unos cuantos que todavía viven en el error, la Pepi ya estaba allí. La Pepi, junto con la Loli, la Marga y todo ese grupo de mujeres que están en la plaça protestando por lo que hay que protestar. Hoy violencia de género, mañana pensiones, pasado sanidad, hoy otra vez por la plataforma en defensa de la serra de marina, mañana friendo patatas en la caseta, o haciendo una paella para la campaña electoral, al otro será otra cosa. Y que siga, como el mítico cartel de Lluís Hernàndez. Que siga.
Hoy que se supone que ya nos tenemos que tratar a todos y a todas como compañeros y compañeras, antes de que me lo digan otros, ya lo digo yo. La Pepi es mi compañera. Y es un orgullo poder decir que en los últimos años ha sido mi compañera. Yendo juntos por ejemplo a las reuniones de la Plataforma, siempre yendo por la vía directa y poniendo esa cabecita de pollito donde los demás solo ponemos discurso y poco más. Uno, que no suele tener ni puñetera idea de las cosas y se le nota, agradece infinito poder estar acompañado de personas como ella, que avanzan. Personas que ya podrían estar en su casa, viviendo la vida, pasando la vida, sin quemarse la sangre, sin comerse el tarro, y ahí siguen. Dándole. Y no sabemos lo que los echamos en falta hasta que un día te dicen que hoy no va a poder venir y ponen mala cara y dices, me cago en la puta de oros. Qué hacemos.
La Pepi haciendo como que canta en la Coral. La Pepi haciendo de actriz en las obras de teatro que programa y construye la Isabel, otra que tal. La Pepi disfrazándose de algo inverosímil para Carnaval. La Pepi paseando con los nietos por la plaza de la Vila. Como una gallina con los pollitos de verdad. La Pepi mandándonos a todos a la mierda. Anda y que se vayan a la mierda.
La Pepi teniendo claro dónde estamos nosotros y dónde están los demás. La Pepi hablando con todo el mundo, pero sin cortarse ni esto. La Pepi ahora ya no lleva el pelo de colores, todavía, y lo que hace es que se pinta los labios con el color más cantoso que encuentre. La Pepi con la coraza esa como la de ironside.
La Pepi escuchando cuando estás jodido.
La Pepi peleando contra la adversidad que este año nos ha venido a ver en muchos frentes. Contra la adversidad, la Pepi. No os tatuéis frases de películas, canciones, proverbios árabes o chinos. No os hagáis camisetas con frases de autoayuda. Tatuarse a la Pepi. Anda y que se vayan a la mierda.
Hoy es su cumpleaños. Si la ven, se lo dicen.

sábado, 22 de diciembre de 2018

Cançó de Nadal - L'Excèntrica

Paparruchas. No lo han dicho en toda la obra, pero Paparruchas sobrevuela constantemente durante la representación de la Cançó de Nadal de Dickens esta tarde en el Teatre Sagarra. Se me ha hecho corta. La Cançó de Nadal, el Cuento de Navidad de Charles Dickens es un clásico recurrente de estas fechas, salvo para una porción de gente que no conoce este referente. Los tres fantasmas de la navidad, el Sr. Scrooge, Paparruchas, el fantasma de las navidades del Futuro. Esas veces que uno, el día de Nochebuena, camina hacia su casa para ducharse y ponerse medianamente presentable para ir a cenar a casa de sus padres y ve a esa gente tomando una cerveza o un cubata, solos, en el bar. El fantasma de las navidades del futuro.
Teatro lleno, muchos niños y una espectacular puesta en escena inicial de l’Excèntrica haciendo alarde de fuerzas. Un primer número en el que Juanjo Marín y los suyos (que son muchos) ponen sobre la mesa toda su potencia y sus credenciales como centro de creación cultural y donde no falta el baile con la alcaldesa porque porque porque, no sé. Estaba allí. Y a partir de ahí, la obra. El clásico de Dickens.
El Sr. Scrooge es un avaro jefe de una oficina en la que tiene esclavizados a sus empleados. No le gusta la Navidad. La Navidad es una pérdida de tiempo y sobre todo de dinero. No es como nosotros, que no nos gusta la navidad porque no somos consumistas (aunque compramos), no somos cristianos practicantes (aunque la celebramos). El Sr. Scrooge es un cenizo, un agrio, un triste, un resentido. Como es tan así, ni hace caso de su familia, de sus empleados ni de los niños que lo pasan fatal, y se va a la cama sin creer en la navidad y eso que estamos ya a 22 de diciembre y  quién más quién menos ya tiene comprados regalos, ha comprado lotería, ha participado en el amigo invisible, etc.
Como es tan maloso, la figura de su ex socio Marley se le aparece para decirle que se le aparecerán tres fantasmas, el del pasado, el del presente y el del futuro. El del pasado para que recuerde cómo era de joven. El del presente para que vea el mal que causa. Y el del futuro para que asista a lo que será su final.
La obra es efectivamente moralizante, la navidad como tal igual es una bufa, pero si nos sirve para tener, durante unos días, algo de humanidad y que dure en el tiempo… no vamos a poder ser buenos siempre, nadie puede serlo, quizás sí, no lo sabemos, intentémoslo. Ser buenos. Qué cursi. Paparruchas. Los tres fantasmas se aparecen y van atormentando a Scrooge, un siempre estimulante David Anguera, que lo mismo te hace de duelista que de Scrooge o de maestro de ceremonias y pianista.
Un despliegue de medios de l’Excèntrica para una obra que se hace corta y breve, porque lo que cuenta finalmente es el tema benéfico y un sorteo final al que ya no me quedo porque tanto corazón no tengo yo en el pecho.
Cuento de Navidad, los fantasmas atacan al jefe, ¿se acuerdan? Bill Murray… ¿no? Bueno. Pues no. Es posible que no lo recuerden. Casi nadie recuerda nada ya.
Qué corta se me ha hecho. En fin. Y no han dicho ni una vez paparruchas. Paparruchas.

viernes, 21 de diciembre de 2018

Pico de tensión

Que nadie se lo tome a mal, pero lo de hoy, no sé. Un día más. Un día menos. Ayer pasaron muchas cosas, hoy pasan otras. Todo va pasando. Una vez que te das cuenta de que todo esto no va contigo, aunque te afecta directamente, no sé, como que lo ves así desde fuera. Ves el miedo de unos a que esto sea una revolución y las ganas de otros de que esto parezca una revolución. Y en realidad, es como nada. Aunque no son nada las cargas policiales, ni el mantecado que se ha llevado el reportero de Intereconomía. Son cosas que pasan. Pero así, en general, ¿esto qué es?
Esto es algo. Algo como que se necesitan picos de tensión. Se necesita la patada adelante, como la que da ese policía de la fotografía. Arriba con ella. Un día. Se necesitan días como este para que todo siga igual, aunque ya nada sea como se figuraban las cosas hace un año justamente. Hace un año, un año y alguna semana, todo parecía posible. Todo por hacer, todo posible. Y no. Al final todo es un poco como idéntico a lo autóctono.
Todo el mundo va ganando. Pero todo el mundo parece darse cuenta de que está perdiendo. O no. No soy Lakoff. No soy Pinkerton. No soy Guillem Martínez, solo un vulgar imitador. Todo el mundo está haciendo algo. Algo a favor de sí mismo. No entendemos nada. No sabemos de nada. Necesitamos que nos lo expliquen muy clarito. Sin metáforas, sin cosas complicadas.
¿Esto de hoy qué es? ¿Estamos tumbando al régimen? Los gobiernos se reúnen, pactan cosas, algunas no y otras sí, hacen política. Hace un año no hacían estas cosas. O igual sí. Antes ya las habían hecho.
Ayer fui a comer a un bareto, de menú, con unos ex compañeros de trabajo. Algún lacito amarillo. Una voz dijo lo siguiente: por culpa de uno de los que está en la cárcel, que debería estar libre, mi mujer fue despedida del curro, y al poco tiempo este señor (yo) y yo nos vimos también en la calle. Por la cara. Por votar la reforma laboral.
Son cosas de antes. De cuando se hacía política. Ahora pareciera que volverán a hacer política, pero no le gusta a la gente. La gente quiere que sea ya otra vez, como antes. Aquellos tiempos de efervescencia.
Los neofascistas italianos tenían un poster que rezaba, en los años 60, Nostalgia del porvenir. Nostalgia de cuando el fascismo era peligro y se planteaba un futuro de riesgo. Nostalgia del peor fascismo, si es que hay peor, el que tuvo lugar del 43 hasta el final de la guerra.
Para muchos hay nostalgia de esos días de hace un año. De un lado y del otro, de cuando todo parecía posible. La ruptura y la reacción. Cuando no se iba a romper nada, ni había nada ni nadie que estuviera preparado para romper nada. Pero lo parecía. Y en el otro lado tanques en la calle, ostias, peña a la cárcel. La metieron, eso sí.
No sé. Hoy estaremos todo el día pendientes de que no pase nada. Está pasando. Como ha pasado muchas veces.
Algunas noticias: se aprueba limitar el precio de los alquileres en Barcelona. Se retira el juicio a Companys. Eso no importa nada.
Porque después de hoy, vendrá mañana. Y la derecha de allí y la de aquí seguirá con el cuento. Y con la matraca. Calentando. Calentando y recalentando.
¿Y entonces? ¿Damos vivas a la constitución y pedimos que todo sea como antes? ¿Qué somos?
¿Qué es lo que queremos?
Yo que sé. Escribo estos textos porque de algo hay que escribir. Y poca cosa más. Ya no tengo nada que decir. Otros lo dicen por mí y yo solo sé reproducir textos. Un poco como todos.
Hay detenidos. Bastantes detenidos.
Mañana sol y buen tiempo.

miércoles, 19 de diciembre de 2018

Cocotevá es popular

Creo que es una imagen recurrente, una imagen que ya he utilizado alguna vez, pero que me viene a la memoria siempre que veo una obra de Cocotevá, especialmente la adaptación que hacen del Cómeme el Coco de la Cubana. Es una escena de la película Amadeus, en la que a Mozart le contratan para hacer la adaptación 'popular' de sus obras. El público ya no es el que está en los grandes teatros reales, los obispos, los militares, los petimetres. La gente en ese otro teatro, come, comenta con los asientos de atrás, radia la obra, charla de sus cosas, envía mensajes en el watsap, contesta al teléfono en mitad de la representación, interpela al artista... en resumen, se libera.
Otro año más, y van ocho, Cocotevá llevó al escenario del Teatre Sagarra el Coco, como siempre con el objeto de recaudar fondos para La Marató de Tv3. Como si fuera un Albano Dante-Fachín cualquiera, yo también critico y critiqué esto de La Marató y soy bastante reacio, refractario, contrario a esto de las obras benéficas. A la beneficencia en general. Pero voy. Por lo menos a esto. Y este año además, la causa era la investigación contra el cáncer. Unas cuantas horas antes, estábamos despidiendo al Maurito. Llorar y reír. Es lo que tiene estar vivo. Y vivir.
Una obra que para servidor, y como llevo al menos tres o cuatro años escribiendo sobre esto, tiene momentos gloriosos como son las intervenciones de Remedios, la coplera en chandal de Ponxi Dávila, que me parece el personaje. Tremendo. Y cada vez más, las intervenciones de Vicente, Àlex Mas, con ese tono como de pasotismo y desgana... pero que es de mentira.
Porque todo es de mentira. En el teatro todo es mentira, porque todo está ensayado y super masticado... o no. Porque con Cocotevá uno tiene la sensación de que lo que está viendo no es tan mentira, quizás porque no parece masticado y mascado y por eso quizás la gente piensa que lo que está viendo no es tanto teatro como a un grupo de cómicos desbarrando.
Parte fundamental del despiporre es precisamente la participación del público. Así, la gente no tiene esa sensación de que está viendo algo. Está participando en algo. Bailando, comiendo, recogiendo cajas, saliendo a escena, pidiendo el bocadillo correspondiente, haciendo y deshaciendo. El público.
Un público heterogéneo. Un público de gente mayor que quiere sentarse junta y que acapara filas de asientos porque no vaya a ser que la xxx llegue y la pobre se siente sola, que es lo que pasa, pero a la xxxx le da igual porque tiene el móvil y lo va mirando. Y uno se ríe de cosas y no sabe si está haciendo gracia a quien es la primera vez que viene y quizás ese humor poco correcto... Y ese matrimonio compuesto por él y la persona que está ahí pero que no sabemos si está allí. Y esa pareja que no puede quitar las bolsas de patatas del suelo porque oiga son mis bolsas de patatas y con todo el papo no dejan que una pareja mayor pueda sentarse. Y esto es lo que hay.
Y la hija de la Xesca que ya está tardando en subir al escenario, porque a ella esto de estar de público ya se le queda pequeño.
Y son tres horas, sí, tres horas de disparate, de interrupciones, de números musicales, de la broma del megáfono, de la violetera, del paseo de la violetera, de la argentina histérica, de la americana histérica, de la pavorosa interpretación del Soy Minero de Antonio Molina, de hacer la típica foto patética y oscura de un espectáculo que es luminoso porque sí, y Xavi Villena al final reivindicando el valor que tiene lo que se hace y porqué se hace, porque es popular, porque no tiene norma y porque de lo que se trata es de lo que se trata, tanto rollo ya.
Y así hasta el año que viene.
Y el año que viene será mejor. Y estaremos de mejor ánimo. Esperemos.

martes, 18 de diciembre de 2018

Crónica del #plegramenet de diciembre. A Belén pastores.

Verán la foto oscura del Belén de la Plaza de la Vila y pensarán que ya estamos con la crítica y la chanza a cuestas. Pero es que si giramos 180º la cámara y la ponemos frente al edificio consistorial, el relumbre, el brillo y el esplendor es tal que no hay cámara capaz de registrar tanta luminaria. No es Vigo, es Santa Coloma.
Santa Coloma de Gramenet. Pleno Municipal de despedida y cierre de un año, 2018, que deja paso, atención, al 2019. Y en el 2019 hay elecciones municipales. Unas elecciones en las que veremos caras nuevas, caras viejas, caras que regularmente aparecen, otras que ya teníamos olvidadas. Unas elecciones que ya se notan, desde hace semanas, en el ambiente. ¿Quién será? ¿Quién estará? ¿Quién marcará ese gol en forma de 'persona que pensabas que iba a ir en esas listas y ahora va en otras? ¿Quién hará como Raúl, aquel delantero del Madrid, marcando goles debajo de la portería, arrastrando para sí a personas con las que no comparte ni ideario ni programa ni trayectoria ni siquiera el mismo proyecto, pero que arrastra votos y...? ¿Quién lo hará? ¿Seré yo, maestro? Qué pechá de reír.
Nosotros ya hemos hecho nuestro proceso y será el Jonatan el que encabece la lista. Una lista con más gente. Que ya irán conociendo. Aunque a muchos ya les conocen. Y para bien.
Santa Coloma de Gramenet. Siete de la tarde del día 17 de diciembre. Hemos vivido en la ciudad, el pasado fin de semana, el sábado concretamente, una manifestación por los derechos sociales. Recuerden. Aquellos que aman la unidad de España y la anhelada independencia. Derechos sociales. Aquella cosa. Una marcha por las calles con lemas improvisados, que terminó en lectura de manifiesto. Una marcha embutida en medio de un festival de baile que también tenía su sitio en la plaza de la Vila. Porque somos así. Baile, reivindicación, jóvenes en mallas de color fucsia esperando a que acabe la chapa esa. Generando simpatía.
Adoración de Jesús. Un pleno municipal en el que se trataban asuntos de mucha importancia y que fue resuelto de la manera en la que se llevan resolviendo estos temas desde hace unos cuantos meses, rutinariamente, de forma displicente, sin aspavientos. A mayor nivel de los contendientes, menos capacidad de hacer de los plenos algo interesante. Me explico. La presencia en los grupos municipales de personas con alta capacitación expositiva, con datos que nos abruman, con elementos estudiados, con informes presentados, con una amplia gama de recursos, convierten el debate en algo denso, obtuso, unos minutos en los que el espectador no iniciado, desconecta y se sumerge en sus propios marasmos personales. El pleno como terapia. El pleno municipal como espacio para la reflexión interna mientras Zambrana o Anna Pèrez disertan. El pleno municipal como espacio para el mindfullness mientras Diego Arroyo y Teresa Franco... ah, no. Que Teresa Franco no habló. A no ser que hablara al final. Es que no estuve en el final. Luego me explico.
Ah. No. Leer textos con interjecciones. Ah. Oh. Eh, un momento. Oh, qué sorpresa. Leído, en voz alta, si no eres Núria Espert o nuestro Jonatan Fornés, queda de aquella manera. Vayamos al pleno. Por ir. El pleno. Estábamos hablando del pleno.
A ustedes les está interesando esto tanto como a mí. Un pleno. Entra un hombre. Ese hombre avanza por la sala. Ese hombre se sienta. No es el de Vox. Llega el de Vox. El de Vox.
Vox. La palabra. El concepto. Llega el de Vox, acompañado por una compañera de Vox, guiña el ojo a la bancada popular y continúa hacia los bancos. Escenas de contraste. Cuando la PAHV Gramenet haga su ya tradicional entrada en el Pleno, se sentarán junto a ellos. La Pahv comparte espacio junto a Vox y, como en los programas esos de bodas sorpresa... no se conocen. Ay, si se conocieran. El de Vox entra en el pleno y parece que se hace un silencio. Un protagonista inesperado. Blanqueando la extrema derecha. ¿Es esto blanquear a la extrema derecha? Y yo que sé. Yo cada vez sé menos.
El pleno comienza con un recuerdo para el pequeño Maurete chico y para la Alexandra Sevilla. Pero también para recordar que la Mireia está allí y que como dijo Màrius Sampere y tanto le gustaba citar a la Sevilla 'viure es provar-ho infinites vegades'.
Camiseta de alcaldesa. Debate. Una camiseta con el Rebel Rebel bowieano y con una cara... ¿Es Rosa Luxemburgo? El periodista pregunta y acaba siendo la sufragista Pankhurst, como no podía ser de otra manera. Con la cara de la Luxemburgo hubiera molado más. Vamos.
Un primer punto que se vota, referente a la creación de lugares de trabajo en el área de tesorería. Tu proyecto, mi proyecto, la ley Rsal, cosas que ustedes ya se imaginan y ya conocen.
Vayamos a la cosas del comer. La movida de las aguas termales. El año pasado, ya saben, las obras del metro, ya saben, encuentran aguas... ya saben. Punto relativo a la tramitación de un expediente para el ejercicio de la actividad económica de explotación en régimen de concurrencia... PP y nosotros votamos a favor y Ciutadans y Som se abstienen. Ya iremos viendo.
Ordenanzas y presupuestos. Si alguna vez han padecido la lectura de estos textos sabrán que el tema económico, junto a toda una suerte de temas surtidos y variados (suerte, surtidos... ), no es mi fuerte. Es por eso que. Y por tanto. Así que no pregunten más. De qué va esto. Ordenanzas. Hace unos meses se presentaron los precios de las cosas, lo que cuesta a los ciudadanos el acceso a. Y se hacen propuestas que el equipo de gobierno puede aceptar o no. Suele no aceptar. Y es que es así. Así que con argumentos parecidos pero similares, todos los grupos votan en contra menos los propios socialistas que a ellos mismos no se van a hacer... pues eso. Y con los presupuestos, pues pizca más o menos. Todos los grupos los votan en contra.
Ni alegaciones, ni reclamaciones, ni esmenas, ni enmiendas, ni nada. Esfuerzo inútil ese de querer convencer al equipo de gobierno que, quizás, alguna cosa podrían... no. No puede ser. Los debates en esta materia son interesantes, porque nos indican por donde irán los tiros en el gasto consistorial. Pero les sugiero que si quieren saber más del tema, consulten con su regidor de confianza, vayan al ajuntament, o por las calles de la ciudad deténganlos y pregunten sin miedo. De esta ciudad, de Montcada o de donde resida cada uno, oiga. No nos pongamos así.
Los presupuestos. En el año previo a las elecciones, el gasto municipal se utiliza como argumento recurrente. Vais a gastar más ahora que vienen elecciones... pero es la última vez que pasa, porque cuando lleguemos nosotros... uy cuando lleguemos nosotros. El hombre se levanta, se va. Al cabo de un rato vuelve. Nadie le mira, pero yo me fijo. Entra. Luego sale. Los patanes sin gracia como yo, envidiamos eso. Entrar. Salir.
Ha sido durante el punto de presupuestos cuando la PAHV ha vuelto a irrumpir en el pleno. Es el derecho de cualquier colectivo realizar las protestas que considere necesario, más cuando son personas con temas tan chungos como que te dejen en la calle. Y, sin menoscabo de alabar el tesón y la perseverancia de las personas que integran la Pahv... ¿es necesario en cada pleno generar unas expectativas de resolución de un conflicto en mitad del pleno a unas personas que están desesperadas? ¿es necesario que una chica tenga que exponer su terrible situación personal ante una gente que NO va a poder hacer nada en ese momento? ¿es ese el cauce de resolución de los problemas? ¿hay que poner a la gente en ese trance? No es la primera vez que me asalta esa duda, no sé si esa contradicción. Pero que no lo veo.
Sigamos adelante. Temas de presupuestos y temas de ordenanzas ya clarificados y consensuados. De ahí en adelante, se tratarán una serie de puntos relativos a asuntos como la propuesta de aprobación del convenio de colaboración en materia catastral, la propuesta de aprobación del plan anual de contratación del ejercicio presupuestario, la propuesta de aprobación de la creación de la comisión de Contratación responsable. Ay. Ah. Oh.
¿Recuerdan? Aquellos tiempos en que Som Gramenet colaboró en la redacción de unos.. para la contratación... ¿Si? Pues ahora han descubierto que, vaya, que no es como ellos... y votaron en contra. Nosotros y el resto de grupos, como son cosas así de aprobaciones iniciales y demás, lo argumentamos de manera somera. Pero Som no es somero. Y se explaya. Y hace alarde de conocimiento. Y entran en debate. Pero el debate es estéril. Porque debatir con Esteve Serrano es estéril. Y siempre acabarás quedando como que o no sabes, o no entiendes o 'si entiendo lo que quieres decir, pero... es que no'. Y así se queda todo en nada.
Atención. Propuesta para la aprobación inicial del proyecto ejecutivo de la remodelación del Paseo Alameda. Tachán. Un año y algo después del famoso referendum #yovotola2, comienza... se acuerdan, aquell que iniciamos los zumbados de ic-euia y ciudadanos dando una rueda de prensa conjunta (oigs, quin fàstic, una roda de premsa amb ciutadans... quina absència de diagnóstic i de principis...) pues bien, las obras van a comenzar cuando desto y con el proyecto que esperemos que sea el que se aprobó. Ara sí, un reconeixement a la gent de la Plataforma que... Ara. Ara mateix.
Y del paseo a la ciutat vella. Proyecto de tal para el parking de debajo del edificio del Portal de la Vila. No sé. Vi poca chicha en ese punto. Ciutat Vella, la plataforma, etc. Ni pidieron la palabra ni nada. Ese tema ya está muerto o estuvo muerto o es que ya... no sé.
Y nos vamos a por las mociones, amigos y amigas. De hecho, la moción.
Moción de Som Gramenet, Nosotros los de ICV EUiA que seremos En Comú Podem ya ahora mismo, y Ciudadanos. Moción para asegurar un recurso habitacional durante la próxima operación frío. Gente que duerme en la calle. Qué hacemos con ellos. Habla la PRESIDENTA de Ningú Sense Llar, Alba Calvo. Habla, interviene, lee los puntos. Correcto. Los grupos hacen sus aportaciones, Diego Arroyo nos traslada a una dimensión... su dimensión. Para decirte que bueno que aprueban la moción pero que... madre mía qué vueltas. En fin. A lo que vamos. Ningú sense Llar, entidad o plataforma que reúne a gente de diversos colectivos para trabajar o tratar de solucionar la situación de las personas sin techo. Supongo, digo, que consensúan quién habla. La presidenta. Pero como siempre, y esta costumbre es fea, una vez que habla la presidenta, entra el 'experto' de turno, a completar la información. Como si la 'presidenta' o la 'portavoz' no fuera capaz de. No es la primera vez que pasa. Habla una, reafirma el otro. Consensuadamente o no. Queda feo. Quita autoridad. Por decirlo de una manera moderna: no empodera, compañero.
Y ahí me fui al fútbol.
Las otras mociones eran referentes al tema. Pero quisiera hacer un comentario:
Moción para denunciar el bloqueo jurídico del TC y de apoyo a los presos políticos que hacen huelga de hambre. Moción que presenta Som Gramenet. Elecciones municipales. Voto indepe. Som, Erc y Junts per Cat, disputándose un espacio. Se presenta una moción por parte de Som, en favor de los presos políticos de Junts per Cat que hacen huelga de hambre. ¿Dónde está Junts per Cat en Santa Coloma? ¿Cómo es que no toman la palabra? Pide la palabra ANC Gramenet. ¿Significa que ANC es de Som? ¿Habla Som también por JXCat? ¿Hay tema ahí? Hay tema ahí.
Y ya está.
Fuera, en la calle, las calles... etc. Al parecer hay otra moción sobre... se retira.
Y nos vamos. Y no me he despedido de nadie. Del público, de los regidores y regidoras. El fútbol. La vida. La lotería. Los millones.
El año que viene será todo mejor. Si no nos vemos por ahí, Félix Rodríguez de la Fuente.

jueves, 13 de diciembre de 2018

La Politique Est Morte

Lo pongo en francés y así parece un artículo más así. Más culto. Inútil, como todos los textos. Inútil como hacer política. Porque la política, la política tal y como la conocíamos o como estábamos acostumbrados a hacerla, ha muerto. Mientras nosotros nos empeñamos en comunicar que unos presupuestos del Estado son la herramienta necesaria para, al menos, paliar años y años de desastres e introducir algunas medidas... ya estoy hablando y no me entienden, ¿verdad? A nadie le interesa.
Las últimas elecciones en Andalucía nos han enseñado una cosa. Las próximas elecciones que veremos estarán enmarcadas en el conflicto sentimental. Pero tú qué eres, un buen español o un mal español. Un mal catalán o un español nacido en Catalunya. Un cómplice con los indepes o un cómplice con los del 155.
Mientras que intentamos hacer propuestas en las que los derechos sociales deben ocupar el centro del debate, todo el mundo intenta colar su mensaje identitario, nacional, para arrimar el ascua a su sardina. Sí, te apoyo la movilización, pero no te olvides de... claro, pongo carteles de la mani del sábado, pero entre medias coloco los de la unitat per la... y así todo vuelve a la casilla primera. Pero tú qué eres. Tú qué te sientes.
Así cuando los fascistas de Falange, falangistas, pintan las sedes de BCN en Comú, tienes que apartar las miradas de los comentarios y de las reacciones. Os lo merecéis por equidistantes. La única solución es la independencia. Y no hay tregua. No hay salida.
Y así es aquí y así parece ser en todas partes. No, no, que en Francia las protestas son, por una vez sociales. Pero qué sabemos realmente de lo de Francia. Qué se cuece en Francia. Protestas sociales, gente en la calle a mansalva. Pero quién gana las elecciones. Y, glups, quién queda segundo.
¿Dónde está la izquierda? ¿Debemos seguir haciendo política? ¿La política propositiva, de plantear soluciones sensatas, justas, correctas? ¿O nos debemos lanzar a la toma de posición en uno de los dos campos para que se nos tenga en cuenta? No lo sé. Siempre pienso que la primera es la buena. Y no hacer caso de los frikis que te queman la sangre. Pero para qué.
¿Estamos en esto para que todo se quede igual? ¿Para volver a un punto de partida en el que todo era paz y amor y gobiernos de alternancia? ¿Hay solución para todo esto?
Pintadas en las sedes, en las puertas de Ateneus, banderas españolas en las persianas. ¿Y? ¿Cómo vamos a contestar a eso? ¿Con otras banderas?
Aquí estamos para lo que haga falta, Solidaridad con los compañeros y compañeras que no quieren ser ni mis compañeros ni mis compañeras. Pero solidaridad. Adelante. Estamos ahí. Pero estamos para hacer qué.
Corremos el riesgo de encerrarnos en un mensaje hueco, que a nadie le interese. O corremos el riesgo de seguir el mantra de moda y hacernos los simpáticos con los que tengan alguna bandera que nos interese.
Nunca pensé que viviría los años veinte o treinta.
Siempre pensé, en mi ignorancia, que todo sería como siempre, como antes. Estático, aburrido, de derrota en derrota hasta la marginalidad. Pero no. Hubo uns meses en los que estuvimos ahí, dando terror a los que mandaban. Y todo se acaba. Porque nos cambian la agenda y nos vuelven locos.
Y qué hacer. No voy a leer a Lenin ahora. Si alguien tiene tiempo, que lo explique de forma clara, que traiga desde las montañas las sagradas palabras. Que seguro que no decían ir de la mano de los social liberales.
¿Qué hacer?
La política está muerta. Aprueben una partida para... mientras que un tío que hace un vídeo a caballo consigue doce diputados. Con un mensaje de odio. De autodefensa de 'lo suyo'. Y como siempre, está feo extrapolar, pero extrapola uno y busca símiles.
La política, pongan medios para la ley de igualdad de género. Sí, ya...
Nos hemos acostumbrado a vivir sin Gobiernos. Sin gobierno en Catalunya que se preocupe de algo material y tangible. Sin gobierno en el Estado que gobierne porque ni quiere ni... ni quiere. Sin gobierno Europeo porque Europa ha muerto. Con superpotencias en manos de zumbados del quince.
La política se muere.
Y solo la podemos hacer revivir nosotros.
- Pero cómo, ¿listo?

miércoles, 12 de diciembre de 2018

Eugenio D'Ors. 1881 - 1954 - Javier Varela

No sé cómo empezar este texto. La biografía de Eugenio D'Ors me ha impactado. Creo que desde el Instituto, la figura de este escritor, pensador, periodista, personaje en sí mismo, me había llamado la atención. Alguien que pasó de defender un catalanismo muy personal, (iba a poner 'radical', pero no me gusta lo de radical, radical como si fuera malo, radical, violento, enfermizo, en contraposición con un adjetivo más benévolo como moderado o... no sé), un catalanismo inspirado en las ideologías reaccionarias de la Acción Francesa, que chocan con los catalanistas tradicionalistas de la Lliga, pero que no deja de tener sus cuotas de poder cuando se crea la Mancomunitat que, tras diversas vicisitudes que ahora contaremos, pasa a entrar en Falange y convertirse en un autodenominado como 'inventor' de lo que el régimen franquista propugna. Así. Y sin desdecirse ni un momento de sus postulados.
Me interesan desde siempre los 'malos'. Los que transitan desde una posición hacia la opuesta. Los que pasan a ser muy de izquierdas a muy de derechas. Los contactos entre quienes más se dan los golpes en el pecho y más valientes son de un lado, con los del otro. Los que al final dicen no haberse movido de su sitio, siendo los otros los malos.
También, me doy cuenta tarde, los que creen que tienen la razón, una razón, una idea, la idea buena, la idea de verdad, la capacidad de estar ahí delante, que finalmente nunca están delante, siempre acaban quedándose fuera de juego. A D'Ors no le pasa eso, realmente, no se queda solo, no se queda fuera de juego, tendrá su legión de admiradores y de detractores, pero no recibirá ese reconocimiento que cree esperar.
D'Ors, la biografía de D'Ors también me ha interesado por lo que escribe. Una persona que decide escribir todos los días (puede publicar también en los diarios, que eso es mucho), que escribe sobre lo que ve, a los sitios a los que va, pero de manera breve, sin extenderse. Escribe Glosas, y publica Glosarios. En catalán y en castellano. Mejor por lo que parece en catalán que en castellano. Pero escribe, sobre todo, de sí mismo. No escribe solo de lo que ve, sino de lo que le parece lo que ve y cómo debería ser. Lo que es bueno y lo que es malo. Lo que debe ser y lo que es. Hace categorías, establece reglas, lo barroco y lo clásico. Lo barroco, lo emocional, lo pintoresco, lo romántico, es malo. Lo clásico, lo sereno, es bueno.
Eugenio D'Ors y su biografía, su primera biografía, sus primeros años, hasta los años 20, nos enseña algo que quizás hoy se ha olvidado. Existe un catalanismo popular, un catalanismo progresista, un catalanismo hoy casi olvidado a la fuerza. Pero también un catalanismo reaccionario, conservador, tradicionalista, tremendamente clasista, olvidado por muchos voluntariamente. Hoy solo existe un catalanismo exaltado, simbólico, con muchos tics de ese catalanismo reaccionario, pero con vocabulario 'republicano'. La biografía de D'Ors habla de cosas, de sistemas, de formas de pensar, de ideas como la de Imperio, la superioridad cultural, el supremacismo, el clasismo, en su etapa catalanista, su desprecio por el tradicionalismo, por el pintoresquismo, por lo rural, su predilección por la cultura, cultura desde arriba, el orden, la clase, la distinción, que traspasadas de un lado al otro, se aplican de la misma manera.
D'Ors no se pasa al lado oscuro. El lado oscuro se lo inventó él.
Y del despecho. Del no asumir que no. De no saber perder. De no saber enfrentarse a enemigos más poderosos. De 'venderte' a quien hace poco era tu enemigo, por despecho, por rencor.
D'Ors es un chico bien, con cultura, con buena pluma, que es acogido por los mandamases del catalanismo como una joven promesa. Y se lo cree. Y se infla. Y se engorda. Y su ideología no es la misma de las que los que mandan. Cree que va por delante. Y acaba estrellándose. Y se estrella. Y cae. Y no se encuentra. Y son los tiempos de revolución de 1917 y los catalanistas de derecha como Cambó salen a la calle fusil al hombro para mantener el Orden. Y D'Ors se mezcla incluso en aventuras sindicalistas, con gente como Seguí o Layret, pero ese no es su mundo, cree que lo es, porque es un reaccionario maurrasiano y también un seguidor de Sorel y cree que aquí lo puede aplicar con los sindicalistas anarquistas. Pero no. Y se acaba yendo a Madrid. Y allí dice seguir siendo el mismo. Y apuesta por el orden. El orden sobre todo. La mano fuerte. La mano firme. El orden. Y parece que es un avanzado del Fascismo. Y no es un fascista. Es otra cosa. Es un reaccionario.
El que manda. El que dirige. El que manda tiene que estar sentado, trabajando, ordenando, pensando qué se hace y haciéndolo. No le gustan los que gritan y hacen discursos y se mueven. No le gusta Mussolini y Hitler. Le gusta Salazar y Prat de la Riba. Gente de orden, que en todo momento sabe qué pasa, qué hay que hacer, qué se cuece. Y actúa. El fascismo.
El fascismo. El falangismo. Y sus ideas, sus fórmulas, sus reglas, son adoptadas por gente muy reaccionaria, muy de derechas, que acaba formando Falange. Y cuando estalla la Guerra Civil él ya es de ellos, y se reivindica como su padre, y su propio hijo es uno de los creadores de Falange. Y las imágenes evocadas, las figuras, las reglas, los ritos, las normas, son las mismas. Las mismas de antes. Y acaba la guerra y espera recoger el premio de tanto trabajo. Y lo hay, claro que lo hay. Pero dura poco.
Y él sigue escribiendo, pontificando, clasificando, despreciando, siendo él el orden y el ordenador. El padre de muchos intelectuales. De muchos periodistas. De muchos políticos.
Y se creerá filósofo y no llega. Pero sus ideas las ves en muchos sitios. En muchos discursos. En muchas partes. El clasismo. El orden. La cultura como un arma. La disciplina. Disciplinar España. Disciplinar Catalunya. Limpiar. Limpiar. Ordenar. Quitar lo enfermo y lo oscuro. Darle Luz y ser un Imperio. Imperio intelectual, de pensamiento, colonizar con el pensamiento.
Páginas y páginas aterrorizado.
Páginas y páginas con ejemplos que mejor no reconocer hoy día. Pero que reconoces hoy día.
Y vuelve a Catalunya. Y la persona ya hace años que no reconoce al personaje.
Y sigue escribiendo, todos los días. Incluso de cosas que despreciaba. Luego le verá el qué.
Y se muere.
Y es una biografía impactante. Hay gente así. Gente que nos influye. Que dicta las normas. Que inspira a los que tienen el puño cerrado. Que inspira pero que parece olvidada.
Que no interesa recordar.
Pero están ahí. En un lado y en el otro. Los mismos perros, diferente collar.

martes, 11 de diciembre de 2018

Arde Madrid - Paco León

La primera información recibida, antes de ver la serie o proponérmelo siquiera, fue que bueno, que bien, pero que tampoco era para tanto. Había escuchado una entrevista a Paco León y a Anna R. Costa, productores y directores de la serie, que me había llamado la atención. Pero como te llaman la atención tantas y tantas cosas que luego no... pues bueno. El caso es que un día llegó mi hermano a casa y 'puso' a mis padres a verla. Y tenía su cosa.
El problema genético. El caso es que algo en la protagonista enganchaba. Efectivamente, Inma Cuesta es de Arquillos, Jaén. El pueblo de mi madre. Ver a Inma Cuesta, interpretando a una falangista cabreada con la vida, con esa cara y ese acento... no lo voy a negar, me recordaba todo el rato a mi prima Elena. Arquillos, mi madre, mi prima Elena... ya qué más da de lo que fuera la serie o lo fallos de guión o si el anacronismo o si la historia estaba hilada o no. Arquillos. No hay más preguntas.
La serie. La serie va sobre una anécdota concreta. El paso de Ava Gardner por Madrid durante los años cincuenta y sus conocidas correrías nocturnas, así como su vecindad con el general Perón y su esposa Isabelita, sirven como conexión para una historia en la que el retrato de época se mezcla con una pequeña intriga y una historia de enamoramiento que a veces mezclan y otras poco importa.
Importan más los gestos, las situaciones, las palabras, los comentarios, a veces incluso la propia estética de la serie, que si la historia tiene sustancia o no. No te cansas de ver, de escuchar... y te ríes. Con el salvajismo de los personajes. Con ese Paco León que nada más ver a Inma Cuesta, la Ana Mari, que avanza hacia él cojeando le suelta un 'Eres coja?', así, al fresco. Con las reacciones de Ana Mari, con el sobradismo infeliz de Paco León, con el numerazo que se te va la pinza de las cuatro o cinco intervenciones de Miren 'Aída', que cuando hace de esposa despechada monta el pollo, el pollaco, el super pollo de la vida y de la muerte..., brutal.
Y la Sitcom particular de los Perón. Isabelita Perón. Que ahí da risa pero que unos años más tarde, al frente de la Argentina, dio paso al horror.
Y es una serie de música. Con mucha música. Música incidental que le llaman, con aire moderno, como la que utiliza Paco León en sus pelis con su madre. Música de la época, aunque se ve que hay gente que dice que no es de la época. Las fiestas, los bailes, el flamenqueo, el bautizo de Antonio Flores...
Que no pasará a la historia como el historión, pero que es la serie de la que todo el mundo habla. Y mal que bien, a todo el mundo le gusta. Y mantiene esa línea de Paco León que comenzó con Carmina o Revienta. Lo importante no es la historia en sí, sino cómo se dice, cómo se cuenta y con qué se cuenta.
El retrato de una época, de falangistas diciendo que si te pega el marido, pregúntate a ver qué haces mal. De una mujer que en el alegato final dice que ella no quiere estar al servicio de un hombre. De ricos y pobres. En fin.
Que si la pueden ver, no se priven. Y si son de Arquillos, ya para qué.

lunes, 10 de diciembre de 2018

Todo eso


Es viernes por la tarde. Quizás sales de trabajar, o no tienes trabajo y estás en casa muerto de asco y alguien te dice de ir a tomar algo. Quieres ir y no puedes ir. Quieres echarte unas risas con alguien y olvidarte. O no tienes nada que olvidar, al contrario, tienes mucho que contar, que compartir, que hacer. Quieres ver a los colegas porque estás harto del grupito del wasap y los chistes del wasap y quieres contarle a alguien que vaya mierda de semana, o qué semana más buena, o que el Athletic este año las va a pasar putas. O que tus padres están bien. O quieres ir a ver a tus padres. Quieres ir a ver a tus padres. Ya mañana. Otro día. Ahora no. Todos los días no. O tu hermano. Quieres ir a ver a tu hermano. Qué pasa nen. El libro que te estás leyendo, aquel, lo acabaste ya o qué. A ver si me lo pasas. Quieres ir a ver el fútbol. El partido del Athletic. O la final de la copa libertadores. Y te dicen de venir a casa y te lo piensas. O rascar una pared en un caserón en casa de los colegas de tu pareja, que ni te gustan los caserones, ni te gusta rascar una pared en un caserón en mitad de la nada. Quizás quieres tener amigos. Vas al colegio desde los tres años, te ha dado tiempo para hacer amigos en el colegio, en el parvulito, en la egb, en el instituto, en la universidad si es que has ido a la universidad y has conocido a gente de otros mundos. Los amigos, los familiares, unas risas, no me apetece ir. No tengo ganas. Prefiero quedarme en casa. Quedarte en casa, calentito, calentito, viendo una peli, solo, con unas palomitas, en tu casa, o compartiendo una casa, con alguien que puede ser tu amiga, o tu nada, pero está en tu casa y ahí estás. Y todas esas cosas que haces cuando tienes amigos y te peleas con tus amigos. El partido, los camaradas, los compañeros, que te recriminan lo del lenguaje inclusivo cada vez que escribes. O el grupo de música, cuándo has pensado tú en tener un grupo de música, una banda de rock. Igual quieres tener una banda de rock. Un grupo de música y no quieres aprender a tocar un instrumento. Y da igual porque a la gente le da igual. O quieres ir a correr y no te apetece ir a correr. Ir a correr. Levantarte por la mañana, salir a por churros para llevarlos a casa. Ir a por churros. Hacer cosas, tener amigos, no tenerlos, estar peleado, entrar en una página de esas de tener amigos. Aislarte en tu mundo sin amigos. Abrirte a conocer gente. La gente, los amigos, las amigas, enamorarse, desenamorarse, esto y lo otro. Preferir la cerveza al vino o el vino a la cerveza. Salir a dar una vuelta a ver unas bambas. Jugar a la pelota. Ya nunca podré ver igual a los niños que juegan a la pelota en la Plaça de la Vila. Ayer lo volví a hacer, remolonear hasta que me llegara la pelota. Jugar a la pelota, no gustarte jugar a la pelota. Pensar que jugar a la pelota no tiene sentido. Devolver el Risk a la persona a la que le pertenece. Ir. Simplemente. Ir. Decir que vas a ir, que a qué hora es. Vamos. Venga. Vamos. Tampoco hay que ir a todo. Pelearte, disgustarte, estar contento, alegrarte. Escribir en un blog la de cosas que hacemos, que nos aburrimos de hacer, que quisiéramos hacer, que nos hemos propuesto no hacer nunca ni que nos aten y nos droguen y nos lleven a rastras. Dejarnos rastas. Imagina que es viernes por la tarde y quieres ir y no puedes ir. O quieres ir y vas a ir. Imagínate la cantidad de cosas que me he dejado de escribir en este texto. Imagínate todas esas cosas que puedes hacer. Todas las cosas. Todas. Y ya sé que suena cursi. Imagina que no puedes hacerlas. Que no te da tiempo. Que no has tenido tiempo ni de negarte. Esa mierda es.

viernes, 7 de diciembre de 2018

¿El PCE?

Pues que eso, en pleno marasmo por la irrupción de la extrema derecha en nuestras apacibles y civilizadas existencias va y llega el 40º aniversario de la Constitución española. Y pasa así como de puntillas. Con el rey dando su discurso olvidando lo que pasaba en aquellos años, no olvidando, reescribiendo lo que pasaba en aquellos años y tocando una música cielestal. Hoy en día, parece que eso de ser constitucionalista ha sido apropiado por personajes y partidos que no tenían precisamente cuerpo de constitución. Efectivamente. Eso de las vueltas de la historia.
En medio de este ciclón ultraderechista, en un momento en el que se clama por algún tipo de acción, actividad, frente, lo que se pueda contra la extrema derecha, un nuevo ejemplo de cretinismo político. No sé si personal. No entremos en lo personal. Antonio Baños, ex cabeza de lista de la CUP, que se presentó y se borró a la primera de cambio porque consideró que no había un resultado suficiente para tirar adelante con... pues este mismo personaje que va vagando por las tertulias con ánimo de parecer el niño travieso que hace reír a los fachillas de pdecat y que atormenta a la 'izquierda' por no ser suficientemente revolucionaria y lo mismo reivindica a los anarquistas que a los 'verdaderos comunistas' ayer tuvo uno de esos momentos a los que nos hemos acostumbrados pero ante los que hay que decir algo.
Algo como que te pires.
Resulta que en un tweet Alberto Garzón criticó el discurso del Rey por olvidar el movimiento obrero y el papel del PCE y los luchadores antifranquistas en la llegada de la democracia. Automáticamente, Antonio Baños, haciéndose el gracioso, queriendo ser gracioso, queriendo se hiriente, queriendo apuntarse a la movida de la izquierda que quedó fuera del parlamentarismo después del 77 y que guarda un rencor obsesivo con el PCE y por ende en Catalunya al PSUC y ahora anda haciendo actos revolucionarios como por ejemplo votar presupuestos de derechas o directamente nada, resulta que este portavoz de la izquierda subversiva se permite el lujo de dudar del papel del PCE poniendo una foto de Carrillo con Fraga riéndose y preguntándose '¿El pce?.
En fin. Años sesenta y años setenta. El PCE y sus múltiples contradicciones. Hace poco leí el libro del Jorge Semprún sobre su militancia en el PCE. Contradicciones, errores, cagadas, política sectaria, la que quieras y más. Pero... ¿dudar del PCE? Ya no el PCE o el PSUC sino de todos los militantes, allegados, simpatizantes que se la jugaron en aquellos años... es tan basura. Todo el trabajo de la gente del PCE, del PSUC, del PTE, la ORT, LCR... clandestino, abnegado, tirado por el suelo, porque hay que hacer gracia.
Un frente contra la ultra derecha.
Justo en el momento en el que es necesario un repensamiento de qué es el fascismo hoy y cómo se combate, el señor Antonio Baños se permite el lujo de dudar de. El antifascismo entendido como qué. Españoles fascistas, sean de donde sean, militen donde militen, ya no hay salida, VOX ha descubierto la verdadera cara de España, llena de fascistas. Menudo pensamiento más cretino. Cretinismo.
Lo vi ayer. Un tweet de Baños normalmente tiene una claca considerable. Todos los tuiteros indepes se ayudan y se hacen piña. El tweet de ayer de Baños, afortunadamente tiene pocos retuits. Semejante tontería.
Pero es una tontería que cala. Nada es suficientemente revolucionario. Menos el procés. Nada es suficientemente rompedor. Supongo que menos los mossos dando palos a diestro y siniestro. El dudoso papel del PCE puesto en duda por peñuqui que aplaude mossos que luego les muelen a palos.
Y así andamos. Mientras la bestia ya está en casa, nos permitimos el lujo de poner en duda a todo el mundo. Todo el mundo es un fascista. Todo el mundo es blando. Nadie hizo nada. Todos traidores.
La constitución.
Después de 40 años y de todo lo que está cayendo, parece necesario cambiar. Y no perder la esperanza en que se debe cambiar. Y no caer en el terror.
Pero lo que no es ni medianamente soportable es atender a una colección de gilipollas jugando a ser revolucionarios, poniendo en duda lo que no se puede poner, y al mismo tiempo fortaleciendo una idea que nos está llevando al arroyo.
Pero qué más da.
El daño ya está hecho. 

miércoles, 5 de diciembre de 2018

Patatas y odio.



Un momento. Solo un momento. Paremos un momento. Contemplemos las flores. Contemplemos el cielo azul. Deleitémonos con las pequeñas cosas. Por un instante. Dejémonos de líos, de calentaderos de cabeza, de discusiones, de análisis, de rimbombantes declaraciones, de golpes en el pecho, de alardes de erudición, de símiles, de analogías, de perífrasis, de paráfrasis, de ósmosis, dejémonos de todo eso y por un instante, miremos al cielo, miremos las flores. Apreciemos los pequeños detalles. Disfrutemos con las pequeñas cosas. Volvamos la cara a lo sencillo. A lo común. A lo próximo.
Las pequeñas cosas de la vida. Esas tonterías que dan sentido a nuestro quehacer diario. Esas pequeñas costumbres. Esos pequeños momentos que nos reconcilian con el mundo. El olor del café, la hierba recién cortada en nuestro jardín, una bolsa de patatas fritas recién abierta, pasar por delante de los pollos a l’ast de delante del Olimpo, darte la vuelta en la cama porque queda todavía media hora para levantarte de la piltra.
Hoy, por ser hoy, tenía previsto yo consumir una pechuga de pollo que tenía en la nevera y que pensaba que pudiera o pudiese estar ya pidiendo explicaciones sobre su vida, perspectivas y demás. Una pechuga de pollo en solitario no es un manjar como para andar radiante por la vida. Una pechuga de pollo a secas, si no hay otra cosa, pues no hay otra cosa, pero si se puede, pues se adorna. Y hoy he decidido hacerme unas patatas fritas. Unas patatas que no fuesen congeladas por lo que he retomado la muy santa y muy decente tradición de comprar patatas. Y he ido a comprar patatas. Una o dos patatas, tres o cuatro patatas, nada que se acumule demasiado tiempo. Luego voy viendo patatas por toda la casa. Unas cuantas patatas. Pocas patatas. Casi para hacerme el plato de patatas hoy y ya. Pero eso ya es difícil, porque las patatas ya las venden agrupadas, embolsadas, empaquetadas. Y será bueno. O será plástico.
He ido a mi tienda de confianza. No diré qué tienda es. Es mi tienda de confianza cuando quiero comprar ese puerro, esa cebolla, ese pimiento verde, ese pimiento rojo, esos plátanos, esa media sandía que irá poniéndose pocha porque yo la sandía… pero la compro igual. No compro casi nunca verdura, fruta, esas cosas. En mi tienda de confianza no me conocen demasiado. Suelo ir después de currar, justo antes de hacer la comida.
He ido a mi tienda de confianza. Sin mirar. Sin preocuparme. Pensando en lo mío. Quizás con el móvil en la mano. Quizás atendiendo a cosas importante. Arreglando un mundo que requiere de mis servicios urgentes aunque el mundo sabe perfectamente que mis servicios son prescindibles. Iba yo distraído, atolondrado, pensando en comer y seguir con la lucha diaria. El mundo, la sociedad, los pueblos de España, caballo cuatralbo. El caso es que he entrado en la tienda.
El suelo estaba recién fregado. La chica encargada de la tienda acababa de fregar. No la he visto con el mocho en la mano.
El odio. Cada vez que pele patatas. Esos ojos de odio.
Detengámonos en esos pequeños momentos. Contemplemos el cielo. Parémonos a oler las flores. Mira el suelo por si lo acaban de fregar. Respeta.

lunes, 3 de diciembre de 2018

Viva Andalucía Liebre

Qué es lo primero que se te ocurre cuando ves los resultados de Andalucía. Pues bailar. O la sevillana de whatsap. Bailar. Qué es lo primero que te dicen cuando eres de izquierdas después de los resultados de las elecciones de Andalucía. Pues que te hagas más indepe porque es la única manera de cambiar las cosas. Qué es lo primero que se te ocurre cuando escuchas las valoraciones y empieza el ametrallamiento propio de 'qué mal lo hacemos, hemos perdido la autenticidad, no somos claros, debemos no atomizarnos, aquí lo que pasa es que...', reír. Y reír bastante.
Como para mañana es tarde, a ver qué se me ocurre. Andalucía, 40 años gobernada por el PSOE. La mayor empresa de Andalucía es la Junta. Los jefes de la empresa son socialistas. Ganan siempre las elecciones. Tu puestecito en el Isuja, el boceja, el iznaja, el fusija, la diputación, el ayuntamiento, el enchufito, el carnet en la boca, el puesto de técnico porque vale mucho y además es del partido. Soy de Santa Coloma. De Gramenet, por eso lo de la sevillana. Porqué no. Fiesta de los tópicos. Esos andaluces votando a señoritos a caballo. Esos andaluces que eligen la miseria. Esos andaluces.
No conozco mucho Andalucía. Soy catalán y tampoco conozco mucho Catalunya. No conozco nada. Cada vez menos. Viajar es caro.
Por lo poco que conozco deduzco que la edad nos pasa factura a todos. A los votantes socialistas sobre todo. Envejecen, mueren, no se renuevan. Es así de triste. Mi abuelo, mi padre no pero esa generación de socialistas de Felipe, de la Transición, de niño tú no sabes lo que esto era antes. Van desapareciendo. Los jóvenes ya no. No hay relevo. Desciende el voto. Un PSOE que en Andalucía habrá hecho cosas y cosas pero que no ha tocado culturalmente nada. Ni la estructura del trabajo, ni las tradiciones, ni nada. Ahí seguimos con la tradición, con el amarre, con la caspa infinita. Lo nuestro. Ahí están.  No como en otras partes del país, más avanzadas, donde la iglesia no pinta nada. Andalucía. La comunidad más atrasada que encima vota a la derecha.
Como habitante de una comunidad que lleva gobernada por la derecha desde que nací, amigos y amigas andaluces, os diré que se acaba uno acostumbrando. Incluso gobernando con ellos. Y yendo a sus manis, y sus convos, y sus historias. Mola. Con sus banderas. Pasando el examen. Lo que tienes que hacer es darte cuenta, te dirán, de que ya no queda más alternativa que este proceso de ruptura para... tu España, qué mierda de país. Mi Catalunya.
En mi Catalunya no sé si gobierna VoX pero el vispresident del Govern o portaveu de Junts per Catalunya, la derecha nacionalista local, dijo eso de que la gente se manifiesta por cosas... que distraen del objetivo principal. No le hizo falta montarse a caballo, subir una montaña con voces de fondo ooooooooo, no le hizo falta tener cara de legionario pasado de quilos. No.
Cuáles son tus prioridades. La República dels drets o els drets. La clase o la bandera. Si piensas que con la bandera primero conseguiremos después que la clase mejore, entonces no te tienes que preocupar por estos resultados andaluces. Ni por que Ciudadanos y Junts per Catalunya ganasen en Catalunya. Dónde está la alarma.
Dónde está el miedo. No hay que tener miedo. Va todo bien.
Si te preocupan los derechos sociales habrá que preguntarse qué hacemos.
La izquierda. Pues yo, contrariamente a todo el mundo, pienso que lo estamos haciendo bastante bien. En otros países, no hay izquierda. Ha desaparecido. Ni siquiera una opción socioliberal. En otros países no hay nada. Aquí, nuestra opción, la de Adelante Andalucía, ha conseguido 17 diputados en una fiebre nacionalista que válgame. Aquí conseguimos... mejor no recordarlo. Bandera, Clase. Patria.
Yo creo que lo hacemos bien. Un apunte. Ni Podemos ni Izquierda Unida. Como me conozco al personal, supongo que Podemos habrá tenido problemas con sus mil quinientas corrientes. Que Izquierda Unida habrá tenido los suyos con los comunistas más puros que el mismísimo Lenin y que muchos no habrán ido a votar a esa podemita que no tiene ni idea. Es que los de Podemos no tienen ni idea. Y así todos los días. Los comunistas toda la vida haciendo la cosas igual y así les va. Y así todos los días. Yo creo que lo estábamos haciendo bastante bien. Que hay mucho margen de mejora. Pero sujeto político propio ya y el que no le guste ya sabe, organización propia, hoces y martillos a cascoporro, pactar con el PSOE como toda la puta vida y venga. O lo mismo pero de morado. La vuelta  la casa común y esas cosas.
La izquierda. Lo que toca es ofrecer propuestas. No preguntarnos qué pasa con VOX, porqué Vox es tan malo, el PP, Ciudadanos. Lo que toca es preguntarnos qué ofrecemos nosotros y cómo lo hacemos llegar. Preguntarnos si conocemos el país, a la gente, al territorio. Y seguir abriendo brecha. Volver a ser mucho más simples, más sencillos, no liarnos. Cómo articular un discurso que aglutine... aglutinar, ya estoy diciendo cosas que no se entienden. Cómo unir a la peña no en torno a la bandera, sino en torno al cambio social.
Por pequeño que sea.
Por lo demás, comunico que no me interesan los wasaps, los facebooks, los twitters que me enseñen lo malos que son en VOX. No me interesan. Mientras que nosotros no nos ocupemos de decir lo cojonudos que somos nosotros, no me interesa.
Ya, pero ¿Cómo ha podido ser? Mi padre, el maestro, decía que algo sobre el Real Madrid y las derechas. Adaptado sería, no todos los del PP son fascistas, pero todos los fascistas estaban en el PP. Pues ya no. Mira, parecía que no íbamos a ser nunca un país moderno y ya lo somos. Ya tenemos tres tipos de derecha. La conservadora que quiere volverse fiera guerrera sin complejos del PP, la centrista, liberal, moderna, europea, moderada, pero que, construída con los mismos mimbres que da la mata, acaba siendo una derecha de entrega de la vara de nuestra señora de las marismas como toda la puta vida oiga de Ciudadanos y finalmente Vox que ha conseguido articular a todo el voto de extrema derecha en unas elecciones autonómicas. Pues nada. Que ya está. No han sacado más votos, hay que ver los datos. No han sacado más votos. Tan solo se los han repartido de otra manera.
¿Hay que estar triste? no. Ni mucho menos. Una prueba más para demostrar lo mucho que tenemos que aportar. Mucho que ofrecer y mucho que mejorar. Pero tristes, ni de broma. Con miedo, porqué.
Pero tomárnoslo en serio, también.
Porque a partir de ahora todas las elecciones van a ser así. Los nacionalistas de banderita dando la turra, que si los indepes, que si España se rompe, que si los pueblos, que si la soberanía, que se la historia milenaria, que si la reescritura de nuestro legado, que si la unidad... y mientras los indicadores económicos diciéndonos que viene la ola. Y viene la ola.
Hemos visto la ola venir desde Polonia, Hungría. La extrema derecha en Alemania, frenada por el mensaje alegre y cordial de Los Verdes, fíjate tú qué ejemplo. En Italia, en Francia. En Inglaterra. Hemos visto venir la ola desde hace tiempo. Y lo único que se nos ha ocurrido hacer es memes. Y convertirlos en el centro de atención. Pasando. Y combatiendo.
Y todos los días, en todas partes, riéndonos, decir que somos antifascistas, antirracistas, anticapitalistas y antitodo lo que... y sobre todo muy pro. Muy pro a avanzar. Pero a avanzar por nuestra vía. Y dejarnos de mensajes tópicos, de ridiculizaciones idiotas, de cánticos a la gente, a abroncar a la gente, de culpar a nadie. Todo va según lo previsto. Y si no va, sal a la calle, mira a la gente, qué pide la gente y qué respuesta damos. Y arriba la pestaña.
Viva Andalucía Liebre. Visca Catalunya Sánchez Llibre.

sábado, 1 de diciembre de 2018

The Beatles - It's all too much

La canción comienza con una voz, supongo que la del propio Harrison, avisando o llamando la atención y acto seguido la guitarra pega el primer trallazo para avisar de que el viaje va a comenzar. Un viaje a través del amor. La canción aparece en el Yellow Submarine y aunque está grabada en el año psicodélico de 1967, como parte de la banda sonora de la película, el disco no aparece hasta el 69. Desde la primera vez que escuché esta canción hace muchos años ya, me atrapó. Por el viaje, por lo que dice, por lo que descubro que dice cada vez que la escuchas, por cómo nos lo dice. Un viaje en una sola nota que va pasando durante casi siete minutos en los que una batería con unas palmas y un bajo que solo golpea una cuerda, sirve de guía a todo un sinfín de ruidos, de guitarras, de trompetas. De todo.
Nunca sabré de qué va del todo la canción. El amor que tienes es demasiado. El amor que fulge en torno a ti, es demasiado. Intenta captar todo lo que hay en el mundo, todo lo que brilla, todo lo que es bueno, coge un trozo, pero no demasiado. Desde la primera frase. Cuando te miro a los ojos, tu amor está ahí, y cuanto más viajo dentro, más hay que ver. Hoy me contaban una vez más algo parecido. Cuando ve que estamos tristes abre los ojos. Hay gente que tiene un amor que resplandece, que tiene mucho amor, un amor que no tiene que ser una cosa de violines y romanticismo, de amor convencional, de amor de san Valentín, es algo que no sé definir. Pero que la canción lo dice y lo dice bien. Aunque esté en inglés y no lo entiendas, no sepas qué es, pero sabes que lo está diciendo. El amor que desprendes en torno a ti. El amor que está ahí. Es demasiado. El amor que desprendes es demasiado.
Gente buena hay mucha. Personas que hacen cosas buenas. Que tienen buenos pensamientos. Que se esfuerzan en hacer cosas buenas. En trabajar por los demás. En hacer por los demás. En pensar en los demás. Pero hay gente que desprende amor. Y que lo hace sin saber. Sin querer. Y que por eso, a veces, dan demasiado. Y no hace falta contarlo o cantarla de manera delicada, bonita, perfecta. Puede ser que le quede mejor una cosa desproporcionada, distorsionada, sin fin, sin final, con las palmas todo el rato diciéndonos que ese amor es demasiado, demasiado amor, demasiado brillo. Cada vez que empieza la canción es un punto y aparte y una celebración de las personas que uno sabe que tienen ese brillo. Un brillo que es demasiado.
Cuanto más te metes dentro, cuanto más conoces a alguien así más quieres saber. No hay mucha gente así. Todo el mundo parece un pastel, coge un trozo, pero no demasiado. Gente que te lleva de viaje por lugares que no están aquí, para los que no necesitas mirar en páginas web, en directorios, en guías, te llevan fuera de otra manera y vuelves a casa. De otra manera. Qué pobreza de vocabulario o qué miedo a parecer cursi. La trompeta que suena no parece cursi y es cursi. Porque de fondo hay un mar de distorsión. Un mar de música contundente que va fluyendo y que sirve de fondo perfecto para recordar a quien quieres. En el caso de Harrison cantaba un trozo de otra canción, with your long blonde hair and your eyes of blue… cuanto más aprendes menos sabes. Cuanto más te esfuerzas en tenerlo todo controlado, más pretendes cuadrar las cosas, más has intentado hacer las cosas de manera organizada, menos sabes. Cuando intentas saber, menos entiendes.
En un mar de ruido. Un mar controlado de ruido que va fluyendo y que te va diciendo que todo lo que haces es demasiado. Demasiado. El amor que resplandece, el amor que le das a alguien porque no sabes hacerlo de otra manera, el amor que alguien te pide y te reclama y que te solicita con solo mirar. Una mirada. Es demasiado. Alguien te pide amor desde el primer momento, porque necesita de ese amor. Porque sin ese amor no es posible. Todo es peor. Todo siempre es mucho peor. Un amor incondicional. Demasiado. Demasiado. Como si estuviéramos desfilando vestidos de payasos. Demasiado. Demasiado. Seguro que se ríe. Demasiado. Demasiado. Y la música gorda, gruesa, con el bajo gordo, la batería sencilla, el coro que quiere ser oriental a veces y que dice lo que tiene que decir. Yo no soy así. No soy de esas personas que tienen tanto amor ni que brillan ni que nada. No cumplo con casi nada de lo que dice esa canción. Solo con esas primeras frases. Cuando te miro, el amor está ahí. Y cuanto más me meto dentro, más hay que ver. Es demasiado.
Es demasiado. Incluso la sensación de no escribir más sobre la canción. Como la propia canción, que acaba y no tiene fin. Es demasiado. El amor que brilla en torno a ti. Si dejo de escribir es como si el influjo de la canción desapareciera también. Eso es un problema. Un problema. Pero también lo dice la canción. Coge un trozo, pero no demasiado. Deja algo para otro día. Entiende la canción otro poquito cada vez que la escuches. Está ahí, es de los Beatles, no es difícil de encontrar. Es demasiado. Enséñame que estoy por todas partes y llévame a casa, aunque el viaje no acabe nunca. Aunque el viaje se acabe. El amor que das es demasiado.

jueves, 29 de noviembre de 2018

Crónica del #Plegramenet de noviembre. Uno que llega y dice...

Uno que se va de la plaça de la Vila, de la casa de todos los colomenses, del lugar donde se cuece todo. Porque es periodista y quiere hacer una prueba. No estar. De vez en cuando es saludable no estar, no ser, cesar de existir. Desaparecer. Durante un rato volar fuera del mundo, escapar de lo conocido y embarcarse en una aventura nueva, en una aventura desconocida, en lo desconocido, en lo que no conoce. Conocer es peor. Conocer no sirve de nada. Conocer, saber, aprender, leer, documentarse, la comprensión de conceptos, el desarrollo de argumentos, la sabiduría, no sirve de nada. Nada sirve y por lo tanto, lo que sirve es susceptible de ser nada. Y qué es la nada. La nada es un concepto. Un concepto es nada. Nada es todo. Es decir. Es un decir. Un periodista abandona l'Ajuntament justo cuando entra un nutrido grupo de personas, pertenecientes al honrado gremio de trabajadoras y trabajadores de Serveis Socials. Como la clave ahora es desaprender, no pregunta nada. El nuevo periodismo, ya lo saben, es no preguntar, no saber, hablar por hablar, no conocer. El nuevo periodismo es ignorar. La nueva política consiste, de la misma manera, en no hacer política. Esto es un concepto que ahora no vamos a calibrar en toda su dimensión. En Santa Coloma de Gramenet. Hola, soy una señora de Santa Coloma de Gramenet de toda la vida, de las de alumbrado y tienda con paja de la buena en el escaparate por Navidad. No voy a opinar de política, pero sí que voy a hablar de antes. Antes. La Santa Coloma de Antes. Imágenes de Santa Coloma de Antes. Nadie sabe quién es quién, quién es imágenes, quién es antes, quién es viñas, quién es alguno de los muchos apellidos de rancio abolengo de la ciudad que han dado lustre y poso a una ciudad que antes era de antes.
Black Friday. Un concepto, una luz, un color. Pasemos a hablar de moda. Uno que llega al pleno de Santa Coloma cuando se está leyendo el enésimo, el cuadragésimo, el quincuagésimo llamamiento a los poderes públicos para que la Sanidad sea... cuando uno llega y dice, cuando uno llega y se sienta en un asiento reservado a las personas de los grupos municipales. Es usted, usted, una persona, una persona que hace crónicas de los plenos, como mérito, como característica, como lo que es, como persona que hace los plenos. Deja a mi pueblo marchar. Deja a mi pueblo marchar por el desierto, abrir el mar Rojo. Mira qué concepto más molón. Abrir el mar Rojo.
Vamos a cambiar por completo las cosas. Vamos a cambiar todo lo que teníamos conceptuado, vamos a tratar las cosas de la manera en la que tú las tratas. Mar Rojo. Vamos a abrir el mar Rojo a lomos de un caballo blanco. Y ahora, querido lector, si has llegado hasta aquí, quizás sea el momento en el que abandones la página, porque a lomos de un caballo blanco vamos a zarpar aunque un caballo blanco no zarpe sino que galope, pero el caballo blanco puede hacer lo que quiera. Porque son muchos los que hablan sobre los unicornios y las imágenes unicorniales como un concepto. Los conceptos no valen nada. Los conceptos son inútiles. No sirven. No me escuchas cuando hablo porque a lomos del caballo blanco, hace tiempo que deberías saber que el caballo blanco lo tenía todo medido y calculado. Desde lejos. Desde un mundo que no es de fantasía, no es de dibujos animados, el caballo blanco, el que salía en los anuncios de bebidas fuertes, el caballo blanco que briosamente recorre las arenas de una playa sin fin, con las crines largas como largo es el tedio que produce entre los mortales tenerse que dedicar a aplastar el suelo de manera briosa, haciendo ruido, siempre omnipresente, caballo blanco de imagen fuerte y pecho grande. Y mientras, en un rincón oscuro, una cueva que se encuentra más cerca de lo real que de lo imaginario, en una cueva, las cabezas trabajan y tejen mundos nuevos, superiores a este, quizás el propio caballo blanco no sea sino una imagen de lo que esas cabezas grandes, superiores, extensas, de inteligencia homérica, proyectan. Caballo blanco que te da la vuelta por el mar Rojo y que te tira al suelo porque tú solo no puedes montar al caballo blanco y tú solo no puedes abrir el mar Rojo. Deja a mi pueblo libre. Set my people free. Lector, has desconectado hace tiempo. Hace rato que no entiendes porqué la crónica del pleno importa tan poco. Porque poco importa en el mar Rojo la política del pleno. Poco importan los nombres y los conceptos. Poco importan los puntos y las mociones.
Mociones. Emociones. Unas bambas guapas, rosas, adidas, rosas como las que yo tuve rosas, pero las mías eran munich. Centrémonos de nuevo. Querido lector. Y porqué no decirlo querida lectora. Un pleno municipal más. Bambas adidas rosas guapas. Bien molonas, con las tres rayas en dorado brillante. Laura Rodera del PP con unas bambas muy guapas. Hasta que se levanta Álvaro Rodilla y enseña unas bambas verdes, unas munich verdes, brillantes, espléndidas, las bambas que ganan y vencen y se imponen. Verdiblancas. Su color. Black Friday. Yo me he comprado unas bambas Dunlop.
Caballo blanco le dan sabana porque está viejo y cansado. Pero no se dan cuenta de que es caballo ¿deslomao?
Bambas Dunlop que me hacen daño en el pie.
Una moción por el buen funcionamiento del área de Serveis Socials, presentada por Som, una moción que no se aprueba. Una moción que te recuerda que antes hubo una concentración de trabajadores de Serveis Socials que se manifestaban por... la seguridad, stop violencia. Condiciones de trabajo. Una moción contra la directiva Bolkenstein. Una moción para que voten los europeos y los ciudadanos de países con convenio. Una moción. Una emoción. Son días extraños.
Son días en los que uno no sabe si alguien que llegase de nuevo al Pleno sabría distinguir qué pasa. Qué se decide. Qué se discute. Aquí y ahora, aurgi está de moda. Moda, relumbrón, una app que te indica que el PSC ya sabe lo que vas a hacer antes de que lo vayas a hacer. De toda la vida. De siempre. Novela de anticipación.
Estoy a punto de acabar el texto de hoy. Es un texto corto sobre el pleno de Santa Coloma en el mes de diciembre. Se aprueba una moción para pedir el Nobel para Lorca. García Lorca. Nana del caballo grande.
No hay sentimiento más terrible que tener la esperanza muerta. La esperanza muerta. Meses y meses y días y días con la esperanza, con la esperanza. Esperanza, esperanza, tú si sabes bailar cha cha chá. No lo dejemos. No dejemos de pensar en que esto se arregla con una fuga. Una huida hacia delante.
Una huida hacia delante como la del derechista Zambrana que en medio de una vorágine de derechismo de derechas se marca unos calcetines a topos que te hace pensar que la verdadera extravagancia no está en manos de los pobres, ni de los ricos.
La esperanza muerta.
La risa siempre puesta. Cómo la echamos de menos.
Bebe agua caballo blanco. Descansa. Tu trabajo ya está hecho.