lunes, 12 de febrero de 2024

Pobres criaturas - Yórgos Lánthimos


Es en esta escena, pero podría haber sido en otra. En esta escena, están en Lisboa y Bella siente la música y ve gente que está bailando y ella quiere bailar y baila. Baila como le da la gana y todo el esfuerzo del personaje que interpreta Mark Ruffalo es atraparla para bailar con ella de manera convencional, pero no lo consigue y ella se escapa continuamente para bailar lo que ella siente. El intento del tipo de agarrar a Bella ya se presupone estéril y así lo será ya siempre. Esta película de Yorgos Lanthimos venía, para mí, condicionada por un comentario que quizás no existió y si existió debería ir a buscarlo al canal de Telegram donde surgió, en el cual una persona me decía que al parecer esta película de Lanthimos era más floja, convencional. Y con este prejuicio ya en la cabeza era difícil que la cosa remontara, pero tiene que haber mucho desvío o reacondicionamiento o adaptación a un mercado que pide lo sencillo para que nuestro Lanthimos produzca algo que no sea diferente. Aquí, por primera vez adapta material que no es suyo y quizás eso hace que el mensaje que nos llega sea más explícito, más claro, un mensaje que también hay que decir que ha de ser bien claro para que entre de manera directa en las cabezas de la gente. Y ese mensaje es. No lo voy a decir, porque quizás ya lo he dicho. La película, dos horas y veinte que a un servidor le parecieron cortas, tiene su corazón en la interpretación de Emma Stone, a la que ya vimos dirigida por Lanthimos en La Favorita. Aquí Emma Stone se tiene que meter en la piel de un personaje que evoluciona desde lo más primitivo hasta lo más elaborado en un camino que transita por toda la película pero donde nunca pierde algo que ya tuvo. Eso que todos pensamos que hemos perdido y que en realidad no lo perdemos, sino que ocultamos porque, como bien dice la película y los personajes que intentan 'educar' a Bella, la 'buena educación no lo permite'. Una buena educación que no se refiere solo a los modales, sino al cuestionamiento de lo que está bien y lo que está mal, a saber qué y porqué, e incluso, hacer algo para remediarlo. Así, la película deja de ser floja o convencional, sino que nos traslada un mensaje que es necesario. Y que es incómodo. Porque yo ahora estoy diciendo esto y quedo muy bien escribiendo un texto por el que puede parecer que. Pero. 

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