martes, 23 de septiembre de 2014
Lenin acaricia
Qué quietecito que estás. Con lo que a ti te gusta jugar y no parar quieto ni un segundo. Qué calladito y qué bueno eres. Anda. Así. Así, aquí quietecito. Te gusta que te toque la cabecita así, verdad, canalla. Eh. Te gusta que te rasque así la cabecita un poquito sólo, verdad. Claro. Claro que te gusta, que eres tú un perrito más bueno. Pero bueno cuando quieres tú nada más, que das mucha guerra. Que eres bueno, pero cuando quieres algo. Que eres bueno nada más que cuando quieres algo, piratilla. Qué bueno eres, eh. Anda que no. Que no le gusta que le acaricien la cabecita así, eh. Mira que carilla que pones, qué carilla de gustete. ¿Verdad que te gusta? Claro, como tonto. Eh. Claro. Claro que te gusta. A todo el mundo nos gusta que nos acaricien la cabecita así. Claro que te gusta. Que has estado dando saltos todo el día y ahora estás cansado. Claro. Que eres un perro muy listo tú, que te gusta que te toqueteen y que te acaricien. Así la cabecita un poco. Claro que sí. Sin apretar ni nada, la cabecita. Que has estado persiguiendo al gatejo todo el rato y no le has dejado vivir. Que te he visto. Si, que te he visto. Que has estado dando por saco con el gato toda la mañana y no has parado. Venga a dar saltos y venga a correr detrás de él. Que a mi me gusta mucho el gatillo también. Que me gusta mucho, pero mira qué carita pones tú. Mira qué carita que me pones que parece que te vas a quedar dormido. Qué guapo eres. Que guapísimo eres, eh. Claro que eres muy guapo y muy bueno. Muy guapo y muy bueno y te gusta que te toquen la cabecita así. Que te acaricien. Y el lomete también, a que sí. Claro. El lomo, que te acaricien el lomo. Es que la gente se cree que eres tonto y tú eres muy listo, que te gusta que te hagan mimos. Qué se creen, que tú no eres también... anda que no. Míralo qué carilla que me pone. Que se me duerme el animalico. Ay, qué guapo es. Ahora me voy a levantar y voy a ver al gato que me lo habrás dejado al pobrete asustaíco vivo. Pobrecito. Que eres un perro muy juguetón y con el gato no puedes jugar que me lo asustas. Anda que no. Venga, déjame que me levanto que lo voy a buscar a ver si lo encuentro. No, no vengas conmigo. No vengas. No vengas, quédate, va. Quédate aquí, así, sentadito. Qué guapo que es. Si es que es muy bueno. Anda, así. Muy bien.
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Fantástica descripción de las conversaciones que todos tenemos con nuestros perros, jaja. Bueno, yo a la mía también le digo que está muy gorda.
ResponderEliminar...Y va y le arranca la mano de un mordisco.
ResponderEliminarFíjese, era bizarro el título, pero ya, ya caigo.
ResponderEliminarQué tal, monsieur?
Feliz tarde
Bisous