Me vestí, comí, me dolió la rodilla un rato y cuando dieron las cinco de la tarde llegó mi prima Aurora de nuevo para sacarme a pasear. Esto es lo que me contó mi prima Aurora sin que yo le preguntara ni a cómo se vendían: 'Hace algún tiempo, en este pueblo, sucedió algo extraño. Este pueblo siempre ha sido bastante extraño. Hay quien dice que todo empezó cuando vinieron los alemanes y de eso hace mucho mucho tiempo, pero yo he investigado un poco y creo que todo viene de bastante antes. No puede ser que una persona concreta convierta a todo un pueblo en una especie de parque temático de lo raro y sobrenatural sin que aquí se den unas condiciones a priori necesarias para eso. Es decir, que el alemán que vino, un tal Kohlthenberg que no te sonará de nada y que se hizo con medio pueblo, por no decir con todo el pueblo, ya traía quizás algo extraño pero sin duda este pueblo ya es extraño de por sí. Es mi teoría, otra gente tiene otras. Pero esa otra gente no está aquí, porque nadie se ha preguntado nunca en este pueblo porqué pasan cosas que aquí ya nos parecen normales y en otros sitios podrían dar para... por ejemplo, hace unos años, uno de esos Kohlthenberg murió. Asesinado. Faculdo Kohlthenberg, se llamaba. La historia del asesinato y de lo que le ocurrió a uno que vino, que decía que era de la familia de los Barrantes, le sirvió a un tal Benito Repojo para escribir una novelita que ganó un premio o algo así en un concurso literario. Ese Benito Repojo no sabemos de dónde salió, ni quién era, ni le hemos encontrado por ninguna parte. Yo siempre he pensado que fue el propio Barrantes el que lo escribió todo. O incluso otra persona. Benito Repojo. Repojo no es ningún apellido. Yo al menos no he conocido jamás a ningún Repojo, pero es que yo no he salido nunca de Villastanza y tampoco te puedes fiar de mí. Al menos en esto. En el libro sale una tal Poli que dicen que soy yo. No sé, igual tiene algo de parecido conmigo, pero yo no sé de donde sale ese personaje porque en la historia real... no sé. Yo no sé, igual pasó y yo no me acuerdo. Tengo lagunas. A veces pienso que estamos aquí y otras veces pienso, hace rato que no me acuerdo de si estoy aquí o me he ido. Igual es cuando me he ido cuando pasan cosas aún más extrañas. Ahora vamos a pasar por delante de la casa de los Kohlthenberg. Alguna gente del pueblo dice que si pasas tres veces por delante de la casa de los Kohlthenberg, alguien de tu familia se muere. Pero no muere si vive en Villastanza de Llorera. Muere si está fuera. Por eso hay poca gente que se haya ido de este pueblo a vivir fuera. Tu madre se fue, se casó con uno de fuera y tú no se sabe si eres de aquí o no. Por eso vamos a hacer la prueba. Yo no me creo que pase eso, que se te muera alguien de fuera. Pero vamos a hacer la prueba de todas maneras. Sin que lo sepas hemos pasado ya dos veces por delante de la casa y vamos a pasar la tercera ahora mismo. Ya veremos si no tienes una llamada de teléfono o algo. Sí que es verdad que hay una cosa extraña y segura que pasa siempre en la casa de los alemanes. Muchas noches, en verano, la gente sale a tomar el fresco. Los que viven en la misma calle de los alemanes dicen que, si te quedas medio traspuesto al lado de la casa, cerca de la casa, sueñas con cosas que luego pasan. Cosas con gente que se muere. Siempre tiene que morir alguien. Luego están los que dicen que si te quedas dormido en casa de los Kohlthenberg matas a alguien. Luego está lo de que las mujeres que nos llamamos Aurora somos brujas. Aquí ya no sé qué pensar. Desde siempre, no sé si desde que vino el alemán que decían que su madre se llamaba Aurea, o Aura, luego todas las mujeres que se han llamado Aurora o Aura, hasta los chicos a los que les ponían Áureo, todos tenían una pedrada. Todos veían cosas. Lo que pasa es que no se cumple con todo el mundo. Hay quien no se llama así y también tiene su cosa. Hace unos meses que tuvimos otra movida en el pueblo con un tal Gorteza que también estaba listo de la cabeza. Se enamoró de él una policía que vino a investigar otro asesinato, un peluquero que se encontraron con la... bueno, no te cuento mucho. Este también veía cosas cuando se quedaba traspuesto y vivía como a seis calles de donde los alemanes. Ya te digo que esto es todo muy extraño. Te está sonando el teléfono'.
Hacía como mil años que no hablaba con mi hermana Aurora. Después de hablar con ella me dieron unas ganas espantosas de ir al lavabo. Tuve que entrar en el primer bar para...
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