Uno que se va de la plaça de la Vila, de la casa de todos los colomenses, del lugar donde se cuece todo. Porque es periodista y quiere hacer una prueba. No estar. De vez en cuando es saludable no estar, no ser, cesar de existir. Desaparecer. Durante un rato volar fuera del mundo, escapar de lo conocido y embarcarse en una aventura nueva, en una aventura desconocida, en lo desconocido, en lo que no conoce. Conocer es peor. Conocer no sirve de nada. Conocer, saber, aprender, leer, documentarse, la comprensión de conceptos, el desarrollo de argumentos, la sabiduría, no sirve de nada. Nada sirve y por lo tanto, lo que sirve es susceptible de ser nada. Y qué es la nada. La nada es un concepto. Un concepto es nada. Nada es todo. Es decir. Es un decir. Un periodista abandona l'Ajuntament justo cuando entra un nutrido grupo de personas, pertenecientes al honrado gremio de trabajadoras y trabajadores de Serveis Socials. Como la clave ahora es desaprender, no pregunta nada. El nuevo periodismo, ya lo saben, es no preguntar, no saber, hablar por hablar, no conocer. El nuevo periodismo es ignorar. La nueva política consiste, de la misma manera, en no hacer política. Esto es un concepto que ahora no vamos a calibrar en toda su dimensión. En Santa Coloma de Gramenet. Hola, soy una señora de Santa Coloma de Gramenet de toda la vida, de las de alumbrado y tienda con paja de la buena en el escaparate por Navidad. No voy a opinar de política, pero sí que voy a hablar de antes. Antes. La Santa Coloma de Antes. Imágenes de Santa Coloma de Antes. Nadie sabe quién es quién, quién es imágenes, quién es antes, quién es viñas, quién es alguno de los muchos apellidos de rancio abolengo de la ciudad que han dado lustre y poso a una ciudad que antes era de antes.
Black Friday. Un concepto, una luz, un color. Pasemos a hablar de moda. Uno que llega al pleno de Santa Coloma cuando se está leyendo el enésimo, el cuadragésimo, el quincuagésimo llamamiento a los poderes públicos para que la Sanidad sea... cuando uno llega y dice, cuando uno llega y se sienta en un asiento reservado a las personas de los grupos municipales. Es usted, usted, una persona, una persona que hace crónicas de los plenos, como mérito, como característica, como lo que es, como persona que hace los plenos. Deja a mi pueblo marchar. Deja a mi pueblo marchar por el desierto, abrir el mar Rojo. Mira qué concepto más molón. Abrir el mar Rojo.
Vamos a cambiar por completo las cosas. Vamos a cambiar todo lo que teníamos conceptuado, vamos a tratar las cosas de la manera en la que tú las tratas. Mar Rojo. Vamos a abrir el mar Rojo a lomos de un caballo blanco. Y ahora, querido lector, si has llegado hasta aquí, quizás sea el momento en el que abandones la página, porque a lomos de un caballo blanco vamos a zarpar aunque un caballo blanco no zarpe sino que galope, pero el caballo blanco puede hacer lo que quiera. Porque son muchos los que hablan sobre los unicornios y las imágenes unicorniales como un concepto. Los conceptos no valen nada. Los conceptos son inútiles. No sirven. No me escuchas cuando hablo porque a lomos del caballo blanco, hace tiempo que deberías saber que el caballo blanco lo tenía todo medido y calculado. Desde lejos. Desde un mundo que no es de fantasía, no es de dibujos animados, el caballo blanco, el que salía en los anuncios de bebidas fuertes, el caballo blanco que briosamente recorre las arenas de una playa sin fin, con las crines largas como largo es el tedio que produce entre los mortales tenerse que dedicar a aplastar el suelo de manera briosa, haciendo ruido, siempre omnipresente, caballo blanco de imagen fuerte y pecho grande. Y mientras, en un rincón oscuro, una cueva que se encuentra más cerca de lo real que de lo imaginario, en una cueva, las cabezas trabajan y tejen mundos nuevos, superiores a este, quizás el propio caballo blanco no sea sino una imagen de lo que esas cabezas grandes, superiores, extensas, de inteligencia homérica, proyectan. Caballo blanco que te da la vuelta por el mar Rojo y que te tira al suelo porque tú solo no puedes montar al caballo blanco y tú solo no puedes abrir el mar Rojo. Deja a mi pueblo libre. Set my people free. Lector, has desconectado hace tiempo. Hace rato que no entiendes porqué la crónica del pleno importa tan poco. Porque poco importa en el mar Rojo la política del pleno. Poco importan los nombres y los conceptos. Poco importan los puntos y las mociones.
Mociones. Emociones. Unas bambas guapas, rosas, adidas, rosas como las que yo tuve rosas, pero las mías eran munich. Centrémonos de nuevo. Querido lector. Y porqué no decirlo querida lectora. Un pleno municipal más. Bambas adidas rosas guapas. Bien molonas, con las tres rayas en dorado brillante. Laura Rodera del PP con unas bambas muy guapas. Hasta que se levanta Álvaro Rodilla y enseña unas bambas verdes, unas munich verdes, brillantes, espléndidas, las bambas que ganan y vencen y se imponen. Verdiblancas. Su color. Black Friday. Yo me he comprado unas bambas Dunlop.
Caballo blanco le dan sabana porque está viejo y cansado. Pero no se dan cuenta de que es caballo ¿deslomao?
Bambas Dunlop que me hacen daño en el pie.
Una moción por el buen funcionamiento del área de Serveis Socials, presentada por Som, una moción que no se aprueba. Una moción que te recuerda que antes hubo una concentración de trabajadores de Serveis Socials que se manifestaban por... la seguridad, stop violencia. Condiciones de trabajo. Una moción contra la directiva Bolkenstein. Una moción para que voten los europeos y los ciudadanos de países con convenio. Una moción. Una emoción. Son días extraños.
Son días en los que uno no sabe si alguien que llegase de nuevo al Pleno sabría distinguir qué pasa. Qué se decide. Qué se discute. Aquí y ahora, aurgi está de moda. Moda, relumbrón, una app que te indica que el PSC ya sabe lo que vas a hacer antes de que lo vayas a hacer. De toda la vida. De siempre. Novela de anticipación.
Estoy a punto de acabar el texto de hoy. Es un texto corto sobre el pleno de Santa Coloma en el mes de diciembre. Se aprueba una moción para pedir el Nobel para Lorca. García Lorca. Nana del caballo grande.
No hay sentimiento más terrible que tener la esperanza muerta. La esperanza muerta. Meses y meses y días y días con la esperanza, con la esperanza. Esperanza, esperanza, tú si sabes bailar cha cha chá. No lo dejemos. No dejemos de pensar en que esto se arregla con una fuga. Una huida hacia delante.
Una huida hacia delante como la del derechista Zambrana que en medio de una vorágine de derechismo de derechas se marca unos calcetines a topos que te hace pensar que la verdadera extravagancia no está en manos de los pobres, ni de los ricos.
La esperanza muerta.
La risa siempre puesta. Cómo la echamos de menos.
Bebe agua caballo blanco. Descansa. Tu trabajo ya está hecho.
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