Crónica del Pleno Municipal del lunes de abril de 2021. Voy a intentar hacer algo parecido a lo que hace Pedro Vallín. Tanto tiempo intentando calcar lo que hace Guillem Martínez y ahora me propongo un paso más. Ahora el que me gusta es Pedro Vallín. Pedro Vallín esto, Pedro Vallín lo otro, porque mira lo que ha puesto Pedro Vallín, porque Pedro Vallín tal. Pedro Vallín y sus parrafadas utilizando imágenes o metáforas basadas en el cine, especialmente en la Guerra de las Galaxias. Todo puede contenerse en la Guerra de las Galaxias. El Imperio, la República, los Jedis. Pues no. No me va a salir. Al menos hoy. Tengo prisa. Pongo la foto y vamos a ir a por faena de otra manera.
El Pleno de Ayer, Ayer con mayúscula es quizás el último pleno del presente tal y como lo conocemos. La próxima vez que nos veamos, ya estaremos pensando en las municipales que vienen. Y ya está aquí. Todos, no lo disimuléis, estamos pensando ya en quién será. Cómo será. De qué irá. Quién será el que esté ahí. Van pasando cosas, van apareciendo nombres, se van destapando actitudes. Quién recibirá el testigo, quién se ceñirá la corona, a quién ungirán los dioses con la gloria de ser el próximo detentador del poder en esta ciudad. Quién será capaz de lidiar con la bestia. Quién será capaz de hacer lo que solo alguien único ha podido hacer. Con quién lo hará. Con quién contará. Cómo será. De qué manera. No digo nada y te lo digo todo.
¿Quieres saber cuál es tu verdadera fuerza? ¿Eres un verdadero Jedi o eres un Yedai? ¿Eres digno de ser un caballero de la Orden o aspiras a algo más? ¿Te vas a conformar con un papel secundario en la obra o vas a demostrar que estás preparado para enfrentarte con los rebeldes? Ayer, fue el último y quizás el primero de los plenos donde empezamos a comprobar quién está y quién se posiciona. Lo más triste de todo, ¿sabes lo que es? Que no discutimos sobre quién podrá estar o quien no manejando la posibilidad de discutir el trono, sino quién sucederá en el trono. Es lo penoso.
Ayer, no voy a hacer crónica del pleno porque es que no tengo tiempo y me tengo que ir, ayer, digo, fue uno de esos plenos que marcan un punto de inflexión. Un pleno que fue como son los plenos. Con un Equipo de Gobierno que pretende que todos seamos partícipes de sus decisiones por asentimiento, sí señor, sí señora, y nos queda nada más que admirarnos de la magnificencia y la sublime inteligencia de quienes nos gobiernan. Esto es lo fundamental de toda la gestión, que seamos capaces de levanta un poco la voz ante el brillo resplandeciente y cegador del poder. Y si somos capaces de eso, seguiremos adelante. Si nos conformamos con un lugar bajo el brillo dulce y balsámico de no saber ni entender pero qué bien se está, lo llevamos claro. Tan claro.
No voy a hacer una crónica de lo que pasó ayer, punto por punto. Cada uno juega su papel y cada uno juega sus bazas de cara a lo que ha de venir. Todo está por venir y todo es perecedero. Nada está seguro y todo puede cambiar mañana.
Qué pasó ayer que estoy diciendo sin decir. Solo tienen que ver las intervenciones en los plenos, quién habla, quién no dice nada, y quién, de repente adquiere un protagonismo que no ha tenido o a quién de repente se le va la mano con el exceso de celo. Esto pasó ayer en el pleno. En un pleno que no tiene que ver tanto con la Guerra de las Galaxias como con nosequé. Con alguna película nacional, con alguna película berlanguiana. Con alguna película de aquellas. En las que hay mucha gente, todo el mundo dice cosas, te quedas con algún apunte, acaba la película y dices, es que el cine coral... pero no es coral, es Berlanga.
Ayer fue el último pleno de esta temporada, así como te lo estoy contando. Un pleno con mociones y con declaraciones institucionales que dices, y esto, y esta declaración, y esto... y es cierto, y algunas mociones y todas las mociones digamos, son interesantes y necesarias, pero estas mociones, digo mociones por decir declaraciones institucionales, a ver, que yo no digo nada.
Pero es así. Se me está arrugando la cara, se me está agriando el carácter y ya solo veo señales, cosas, signos, movidas. A veces he publicado cosas en el Mirall. Incluso en Canal 150. Creo recordar que también en el Diari de Santa Coloma. Se me está pasando el tiempo y no voy a llegar a ser jamás Emperador, ni cónsul ni nada. Es así.
El tiempo va pasando, tan deprisa. Y veo señales, discursos, broncas, gestos. Y no lo puedo evitar.
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