lunes, 8 de noviembre de 2021
Agotados de esperar. 104 años de la Revolución Rusa
La Krupskaia nos mira desde el 1890 y ya lo hace con cara de entonces qué. 104 años de la Revolución Rusa y muchos nos encontramos en ese momento en el que no sabes porqué eres tan menchevique y qué te ha pasado. Cómo ha podido pasar que nos hayamos conformado con tan poquito. Qué hemos hecho mal o dónde está el truco. Me hablan de un grupo de revolucionarios perdidos en las islas de Filipinas que están controlando el país y te preguntas en tu fuero interno para hacer qué. No sabemos qué es. No sabemos dónde están. La Krupskaia nos mira con los brazos cruzados y ya desde 1890 es capaz de aventurar con la mirada que algo no va a ir bien. O fue bien. Fue bien. Escucho un podcast por casualidad de unos chavales que hablan de Trotsky, mal, y de Stalin, bien. La Revolución salió bien pero pudo salir mal. El pasado es pasado y por él nada hay que hacer. Cómo puede ser que dediquemos nuestra vida a mencheviquizarnos y a evitar que otros nos mencheviquicen todavía más o peor aún, en qué momento hemos creído que lo mejor que nos podría pasar es ser unos mencheviques de tomo y lomo, tirando a mucho, tirando a muchísimo, y que mejor eso que algo peor. Qué es lo peor, me preguntas mientras me señalas con el dedito mientras hablas sobre cosas que huelen ya a pescado en mal estado, a bolsa de basura que abres y salen mosquitas, qué es lo peor. Tu mirada se clava en nosotros, Krupskaia, y nos invitas a que reflexionemos, que hagamos autocrítica, que seamos vanguardia o yo que sé. Cuántos conceptos clásicos más puedo aportar en esta conversación, Krupskaia, cuántos cliches más puedo introducir en la charla, cuántas veces más me voy a tener que reír de los impíos que no saben dibujar hoces y martillos en los márgenes de la libreta. Hoces y martillos, hoces y martillos, hoces y martillos. 104 años y un día desde que el crucero Aurora disparara la salva con la que se anunció en Petrogrado, la ciudad de Pedro, que comenzaba la insurrección. La Aurora, la revolución rusa, la guerra civil, la nep, lenin, trotsky, kamenev, zinoviev, stalin, kollontai, krupskaia, zasulich. Zasulich no. Plejanov tampoco. Martov tampoco. Tsereteli tampoco. Unos con mayúscula y otros con minúscula porqué. Krupskaia nos mira así ya desde el 1890 y lo hace con cara de cabreo con toda la razón. Porque estos detalles cabrean. 104 años y un día desde que dio comienzo un proceso histórico que todavía no hemos acabado de resolver. La revolución se hace así o se hace de otra manera. Hay un esquema o es tema libre. Volverá a hacerse o lo dejamos. Nos conformamos con ir poco a poco o ya vamos mirando otros temas. La Krupskaia no debe entender nada de lo que digo. La Krupskaia piensa también que me meta la lengua en el culo.
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