martes, 21 de marzo de 2023
As Bestas - Rodrigo Sorogoyen
Recuerdo haber visto dos o tres películas japonesas hace tiempo, en los tiempos de la Filmoteca. Una de ellas era El León Rojo, de un director que no recuerdo, y luego Yojimbo y Los Siete Samurais, de Akira Kurosawa. En ellas, que luego fueron adaptadas al género del western, se nos contaba una historia pero también se nos estaba contando otra. El propósito de intentar mejorar la vida de la gente, confiar en la bondad de la gente, muchas veces te puede acabar costando la vida a manos, precisamente, de quienes estás intentando ayudar. Es posible que ese haya sido el propósito de Rodrigo Sorogoyen con As Bestas, contarnos una historia en la que una persona con unos nobles ideales, topa con la oposición de aquellos a los que quiere ayudar. Para que quede claro el tema, porque es una película y no es un documental, utiliza a actores y actores tan buenos como Luis Zahera o Diego Anido para interpretar a esa gente del campo que destila una violencia contenida e intimidatoria en cada segundo en los que se enfrentan al personaje del francés. Porque es una película y no un documental, si fuera un documental quizás la intención sería otra, pero esto es distinto. Incluso siendo un documental haces, porque haces, montajes y seleccionas qué y qué no. Por eso hay una intencionalidad. No hay nada objetivo. Rodrigo Sorogoyen quiere dejar claro que las eólicas, que no aparecen en toda la película salvo en algún plano de molino, son las verdaderas culpables de la situación que se genera, pero son los campesinos, los aldeanos, los que ejercen de carne de cañón de las empresas. La película es una buena película que te genera una tensión constante ante las interpretaciones de un Zahera colosal y el francés que maneja su corpulencia y su fuerza de una manera intimidatoria también. El choque se espera, el choque se siente, y todo eso es difícil de generar así sin más. Hay quien se ha quejado de que la película transmite una idea animalizadora del aldeano, un prejuicio de clase, un sesgo urbanita sobre el campo conservador y atrasado... y tiene razón. Pero esta visión no es nueva. Insisto en que no es un tema nuevo. Creo que hasta Un enemigo del pueblo de Ibsen tendría mucho que ver con esto. Creo que es una película que tiene una intencionalidad concreta, que manifestó el propio director a mi juicio de forma equivocada en la gala de los Goya. Y es muy buena en eso. Creo que haría falta otra película que entendiera el porqué. A veces, necesitamos entender el porqué la gente hace lo que hace, vota lo que vota, piensa lo que piensa, antes de. A veces creemos que nos caricaturizan y nos ridiculizan y nos animalizan y con eso nos convertiremos en otra cosa. Pero suele pasar que se genera el efecto contrario.
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