martes, 13 de febrero de 2024
Es la radio
Es esta radio. Era esta radio la que en casa nos acompañaba las largas tardes de yo que sé cuántos cientos de días, mientras mi madre cosía y mi padre pintaba y yo estaba en mis cosas sentado en el sofá y mi hermano se colaba entre los pies de mi madre. Qué bonito es todo y qué a gusto estamos con la nostalgia. Pero es que era este el aparato, era el Sanyo donde mi madre ponía Radio Salud por las tardes, o donde nos ponía a mediodía sin que supiéramos bien porqué el Lo toma o lo deja con Jordi Hurtado, o lo que era todavía más raro, al Mikimoto con sus historias de San Nicolau Pistoler o las cartas a la estimada Chelsea Clinton o las tardes escuchando Antena 3, o Radio Nacional cuando estaba el Xavier Sardà con el Senyor Casamajor, pero no he venido aquí a hablar de eso, tampoco a hablar de cuando escuchábamos en esa radio, en ese aparato de radio los programas de Radio 3 donde descubríamos músicas y no sabíamos qué eran y escuchábamos Champú, peine y brillantina y no me acuerdo ni del nombre de quién lo presentaba y creo que era el mismo que Flor de Pasión pero no era el mismo, Juan de Pablos, que a mi padre le gustaba cuando hacía el 'uhmmm', al final de las canciones que a él le tocaban de alguna manera. No, no he venido tampoco a hablar de esos fines de semana escuchando el A vivir que son dos días, lo presentara quién lo presentara y esto ya no lo escuchábamos en ese aparato, o sí, donde también escuchábamos Escápate mi amor, con Juan Pablo... Silvestre, los sábados por la tarde, o cuando con ese mismo radio casette, que se rompió y no le funcionaba el casette para grabar, yo comencé a descubrir Radio Bronka, Radio Linea 4ª, Radio Nou Barris o Radio Inoksidable, y cómo grababa programas de radio o canciones que me molaban dejando el contestador automático delante de la radio, de esa radio, de ese modelo de radio y ahí grababa canciones y programas y me grababa yo incluso diciendo gilipolleces como si estuviera presentando canciones o algo. También, en esa radio, no me voy a ocultar, escuchaba los 40 principales, esperando a que sonara otra vez Hitchicker de AC/DC o alguna de Radio Futura, o alguna de los Talking Heads, o alguna de alguien que medio me gustara, pero era tan arduo el esfuerzo que acabé quitándome y hasta ahora. Pero yo no venía a hablar de esto en este Día Mundial de la Radio, yo venía a hablar de las noches escuchando con unos auriculares y el walkman que tenía radio dos programas de Radio 3 que eran oscuros y chungos, como eran Rosa de Sanatorio y Caminando sobre la Luna. Y la oscuridad oscura de la sintonía de Rosa de Sanatorio y de cómo aquel tormento de tormentos que era con tanta música de Corcobado y una canción que no sé de quién era que repetían constantemente se pasaba a la Cindy Lauper cantando Time After Time acompañada por Miles Davis que también se repetía una y otra vez en el programa de después y ya eran las tres de la mañana o las cuatro y había que dormir. Quería hablar de eso. Pero es que es ese aparato de radio, fíjate.
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