No es fácil estar ahí. Te expones a muchas cosas y has de tener un cierto caparazón, o pocos escrúpulos, o una piel de lagarto, o la coraza o como le llamen a eso que has de tener para que te digan, te hagan, te jodan tantas veces que, no es que no te de igual que no te da igual, es que no te vas. Porque lo que quieren es que te vayas. Que abandones porque no toleran que haya otro que no sean ellos quienes estén ahí delante, mandando. Mandar. Niemöller. Hoy era el día de sacar a Niemöller a pasear y desde bien temprano ya en la radio, el sospechoso habitual, ha citado el famoso pastor protestante que fue el autor de aquella frase tan recurrente de 'cuando vinieron a por los comunistas no hice nada porque no era comunista, etc.'. Hoy todo el mundo tiene cuentas pendientes y momentos en los que nadie dijo nada sobre lo suyo. Todos tenemos algo, claro. Porque la política también es eso, sacar el cuchillito a pasear cuando nos interesa. En definitiva. Mediante un caso de Serie B de las grandes corrupciones de la historia de este Estado basado básicamente en la corrupción sistémica, denunciado por el clásico artefacto de Serie Z, como prácticamente todos los casos que se han dado, unos con gente muy chunga detrás, otras con los payasos de la tele, otras con esto o con lo otro. Pero los procedimientos son siempre iguales. Colocar el nombre de alguien en la palestra, un caso de corrupción, algunos tremendos, escabrosos, inverosímiles, pero que ponen tu nombre en los papeles y una vez que están en los papeles, es difícil de mantener el tipo. Lo saben. Lo conocen. Saben que lo primero que pensarás cuando pasa eso es irte, abandonar, dejar que tu cara deje de ser visible, desaparecer, preparar tu defensa. Pero a ellos les interesa poco que te defiendas, que sea un proceso que tenga un objeto concreto. A ellos lo que les interesa es que te vayas, que desaparezcas, que dejes paso. Que asumas que estás muerto. Que no estás donde tienes que estar y que ya te han cazado. Ya te han cazado. Iglesias, Colau, Oltra... El primer ministro de Portugal tuvo que dimitir de inmediato tras una denuncia de un caso que solo tres días después se demostró que era una patraña. El daño ya estaba hecho. En Portugal las últimas elecciones dieron el triunfo a la derecha. El daño ya estaba hecho. En Barcelona Colau pierde la alcaldía. En Valencia Compromís entra en crisis. Ya sabemos qué ha quedado de Podemos. Lula fue a la cárcel bajo graves acusaciones de corrupción. Hoy vuelve a ser presidente del Brasil. Cómo se cargaron a Dilma Rouseff. Entonces. Hoy toca decir que la derecha y la ultraderecha dirigen la mirilla de la escopeta de caza hacia la pieza mayor. No quieren esperar más. Cuatro años de legislatura son demasiados y no pueden esperar ciclos electorales diversos, ahora gano, ahora soy insignificante, deprisa, deprisa. Puede que todo esto quede en nada, pero puede que todo esto sea solo la primera parte, el primer aviso. Y naturalmente que Pedro Sánchez es una ardilla, pero puede que estemos hablando de algo de verdad. Que no todo sea cálculo, que sea maniobra, que sea falso. Puede que consigan que te pires. Quizás sea el momento de pensar, como ya se pensó en julio, que ahora no importa el número, el grupo, o lo que quiera que nos inventemos para no afrontar la realidad.
Estamos luchando contra hijos de puta, no seamos hijos de puta entre nosotros.
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