jueves, 9 de octubre de 2025

Crónica del #PleGramenet de septiembre. Humo.


Permítanme que robe esta foto de la web de l'Ajuntament de Santa Coloma de Gramenet. Permítanme que vaya por una línea más técnica. Esto último lo dijo el joven regidor de Vox horas después de haber dicho que, atención, si quitamos los carriles bici habría más carriles para coches, por lo que la circulación sería más fluída y habría menos contaminación. Técnicamente no se puede más. Y este es el nivel de los plenos de Santa Coloma de Gramenet. Una espesa y contaminante nube de humo tóxico que sobrevuela durante todo el pleno, que en este caso fueron nada menos que cinco horas y cinco minutos de humo, donde tiene más importancia lo que se suelta que lo que es, lo que se lanza al aire que lo que va pasando. Cinco horas en las que el otro regidor de Vox, se permite el lujo de decir que en el Barcelonés no hay contaminación, sin despeinarse. Cinco horas en el que un 'espontáneo' de Vox, se lanza al ruedo para hablar de la clase trabajadora como si fuera o fuese él en algún momento portavox, perdón, portavoz, de otra cosa que no sea un mensaje criminal contra la clase trabajadora. Humo, tóxico, contundente. Humo con mensajes racistas, clasistas, discriminatorios, a veces tan zafios y groseros que hacen reír, otras veces tan estúpidos que no sabes a qué obedecen, otras simplemente mentiras sin más pretensión que alargar debates que no tienen pies ni cabeza. Pero permítanme que le demos el premio en esta ocasión al otro regidor del PP, no al emérito señor Jurado, sino al otro, que como respuesta a la espectacular intervención del joven portavoz de Tajdid respondiendo a su vez a una aberrante moción de Vox sobre la enseñanza de árabe en Santa Coloma finalizó su absurda absurdidad diciendo 'ja s'ho faran'. Viva España con todas las letras de su santo nombre, sí señor. Esto es lo que le parece al otro regidor del PP todo esto de lo que se estaba hablando, ja s'ho faran. Pues este es el nivel de los agitadores de opinión de nuestra amadísima ciudad de Santa Coloma de Gramenet que es lo que más quiero yo en este mundo y que es más bonita que el mismo cielo azul que no se ve en la foto por el humo de mierda que desprenden las mierdas que dice Vox. PP y Vox se van turnando como oposición agitadora de las masas colomenses mediante todo un reguero de humo tóxico en el que se mezcla el populismo derechista, las mentiras, los bulos, la falsedad y el miedo. Saber qué piensa el PSC de ese troleo constante a una acción de gobierno que sigue el trantran de los anuncios de un optimismo un poco unicornial sobre la construcción de una segunda residencia o unos fondos europeos que así anunciados parece que mucho y luego se quedan en que no sabemos en qué se están gastando, es un misterio. A veces da la sensación de que los socialistas quieren imprimir algo más de izquierdismo a su discurso, a veces simplemente parece que responden a las tontunas de la derecha con respuestas en las que afirman que eso que dice la derecha no pasa porque ya lo estamos haciendo, como toda la vida, vamos. Esta serie de textos sobre los plenos siempre ha tenido un especial interés en lo méramente estético y no haré aquí un repaso de mis particulares manías sobre el tema de vestuarios, ropajes, peinados, etc. Sí que comentaré que el joven regidor de Vox, ataviado con su particular barba perillesca afilada abascalina, ha debido de quedar consternado por esa delirante intervención de su congénere señor Hegseth, secretario de Defensa o de Ataque de los Estados Unidos haciendo un alegato contra las barbas y demás chorradas que llevan los soldados varoniles y machotunos de los USA. Esa barba ya no es kosher, joven regidor de Vox. Y así vamos avanzando pleno tras pleno, dándole vueltas a temas como la taxa de residus, volviendo a enmarañar con el tema de la zona de bajas emisiones, con mociones que lo único que buscan es un espacio de exabrupto fácil y poco más. Cinco horas de pleno y una cierta sensación de patada hacia delante, un mes menos y ya en el pleno próximo veremos que pasa, cuál será la próxima concentración convocada por Vox bajo camuflaje, qué nuevo anuncio aparecerá de la chistera para evitar un debate incómodo, qué nueva artimaña buscará el señor del PP para no verse solapado por su extrema derecha. La situación política de Santa Coloma parece que no se sacude una cierta sensación de provisionalidad que revolotea en el ambiente. Hay quien piensa que el tiempo hasta el 2027 se le va a hacer largo, a otros corto, que lo que disfrutan ahora será poco con el reino de los cielos que vendrá o que deben creer que su situación será así porque así debe ser y será. Se inicia la cuenta atrás hasta las próximas elecciones municipales y hay que echar ya toda la carne en el asador para evitar que la izquierda en Santa Coloma se quede de nuevo sin voz y voto en el ayuntamiento. Responder desde las peticiones de palabra, como hacemos en Comuns, es una tarea fundamental, pero lo realmente importante es que se note que hay una posición de izquierdas en la política colomense. El pleno dura cinco horas y solo la primera hora y media tiene contenido ejecutivo, el resto son declaraciones, mociones, tomas de posición y desmentir humo. Que el humo deje paso a la luz, ahí nos vemos. 

viernes, 3 de octubre de 2025

Berlinguer. La gran ambición - Andrea Segre


Esta película es interesantísima por muchas cosas. Es dolorosa por muchas cosas. Esta película está hecha no sé con qué intención. No sé si es la de elevar la moral de la tropa o si es la de ponernos frente a un espejo. Esta película hiere. Esta película también nos muestra cuan difícil es todo lo que intentamos, los enemigos a los que nos enfrentamos incluso cuando todos somos uno, cuando estamos unidos, cuando vamos a una. Incluso ahí, lo tenemos todo en contra. Lo hemos tenido incluso cuando hemos aprendido de nuestros propios errores. Incluso cuando no hemos cometido errores y hemos intentado aprender de nuestras fantasías idealistas. Incluso sin tener fantasías idealistas, sin tener nada más que esa gran ambición de la que se habla y por esa gran ambición someterse a sacrificios que dejan atrás dogmas y sumisiones a gentes o símbolos o rincones confortables o memorias que son anclas, incluso ahí, incluso teniéndolo todo, incluso ahí, lo tenemos todo en contra. Incluso siendo el PCI, teniendo una historia de la que aprender, teniendo una organización modélica, teniendo cuadros que piensan, teniendo dirigentes que actúan con sentido y con rigor, teniendo intelectuales y teniendo una base que está en contacto con la vida de la calle porque ellos son la vida de la calle. Todo eso nos lo enseña una película que retrata unos años cruciales en la historia de Italia pero también en la historia de lo que podríamos llamar movimiento comunista. Así sin mucho lío. Enrico Berlinguer, después de la experiencia truncada del socialismo en Chile, truncada y asesinada por los fascistas que ni consienten ni permiten una vía democrática al socialismo, Berlinguer como digo, secretario general del PCI llega a la conclusión de que en lugar de enfrentarse con la Democracia Cristiana como en Chile, perdón, en lugar de considerar a la Democracia Cristiana parte del bloque antidemocrático o dejarles en ese rincón, es mejor atraerlos, convencerlos de que hay dos bandos: los demócratas y los antidemócratas. Y los comunistas, incluso contraviniendo las directrices soviéticas, son demócratas. Este sería el plan. Convencer a los propios y a los ajenos, de eso trata el hilo de la película. Esa pretensión de abandonar el dogmatismo revolucionario o falsamente contrario a la democracia liberal, no será fácil y los propios se convencen y los extraños se extrañan. Pero se asume, se consigue, se trabaja, se explica y se convence. El problema son los otros, claro. Y todo queda meridianamente claro en unas declaraciones de un Agnelli, uno de esos cavalieres, de esos señores tan elegantes, con tanta clase, tan aplaudidos en las revistas por su estilo, su sobriedad, su... pero que dice que hará todo lo posible para que Italia no sea comunista ni eurocomunista. Todo lo posible. 
Todo lo posible. 
Y así, efectivamente todo lo posible se termina haciendo y pese a que el PCI mantendrá un apoyo electoral considerable que obligará a fórmulas de gobierno rocambolescas para no permitir su entrada en el gobierno durante los ochenta, la táctica funciona. Comunistas o eurocomunistas, donde mejor estamos es en nuestro rincón. 
Y si esta lección es sangrante o dolorosa, mucho más lo es contemplar esas imágenes de archivo en las que se muestra en todo su esplendor lo que era el mayor partido comunista de Europa occidental. El poder de convocatoria, de identificación, de implicación. Lo que es un modelo de organización y de compromiso. Son imágenes de manifestaciones, de fiestas del partido, de funerales, de fábricas, de la calle. El orgullo de ser comunista y de saber que perteneces a algo que nos hace mejores, a todos y todas. 
Y la tristeza inmensa que te asalta cada vez que piensas que esas imágenes de muchedumbres, de rostros orgullosos, tan solo quince o veinte años después, se quedan en nada. En nada, sin referentes, sin continuidad, sin memoria, sin hilo conductor, en el vacío. Hoy qué queda en Italia de todo eso. Queda quizás algo como el Partido Demócrata, pensarás, querido lector. Piénsalo y si es eso lo que queda, qué pasó. Qué pudo pasar. Cómo pudo pasar.
Ver esta película con orgullo y con la ambición de querer un futuro mejor en tiempos de tanta zozobra y oscuridad. Ver esta película como la eterna vindicación de algo que se fue y que se ha ido. Antes. Pero es hoy. Para hoy. 
Lo tenemos todo en contra. Hasta la memoria.