En la guerra del Chaco. Dos soldados. Uno de ellos ha vuelto de una larga travesía por el desierto, en la que se ha encontrado bastante apurado en algunos momentos. El hambre, la sed, el frío, el calor y la incertidumbre por lo que le pudiera pasar, han sido tan duros como el mismo hecho de encontrarse en una guerra y que en cualquier momento una bala, una granada, lo que fuere, pudiera haberle costado la vida. Regresa por fin y le está esperando uno de sus compañeros.
- Bueno. Cuenta. ¿Cómo ha ido?
- ¿La aventura? Bien. Bueno, bien, como van estas cosas. Pasando calamidades, pero ya estamos aquí.
- Ya te veo. Pero estás muy serio. Qué te pasa.
- Me pasa lo que me pasa.
- ¿Igual?
- Pues si.
- Desde luego, te vas, te apuntas voluntario a atravesar el desierto, las pasas peludas, y cuando vuelves, lo que tienes en la cabeza es lo mismo que tenías cuando te fuiste.
- No me tenía que haber ido.
- Pero ya has vuelto.
- No sé para qué.
Bueno, si no se hubiera ido, nunca habría descubierto que al volver tendría en la cabeza lo mismo que tenía al irse, y entonces pasaría la vida atormentado por esa duda. Porque este tipo parece de los bien dispuestos a atormentarse por lo que sea.
ResponderEliminarFeliz regreso, monsieur!
Bisous
Antes era eso, no? Lo de hacer la mili, ir a la guerra para hacerse un hombre. Qué tiempos.
ResponderEliminarOiga, al fin un vpn que funciona, gracias a Marta.
Oiga, que no sé cómo subir fotos. Antes 'examinaba' el equipo, pero ahora no me deja. No me diga que tengo que subirlas a Picassa para luego subirlas al blog?? Ud cómo hace?
ResponderEliminarSimplemente genial. Real como la vida misma. Primero actuamos y luego pensamos. Y pensamos generalmente cuando las cosas no nos salen bien.
ResponderEliminarTenia que, no tenia que.
En fin a buen entendedor pocas palabras bastan.
Un abrazo
i és que res no canvia si nosaltres no volem canviar-ho.
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