De 'Espantosas escenas en la vida de Quirino Barrantes', de Benito Repojo Ostiz, continuamos:
'Las miradas escrutadoras no afectaban demasiado a Quirino Barrantes. Estaba acostumbrado a que en la ciudad, por unas cosas o por otras, la gente lo mirase de arriba abajo en más de una ocasión. Saliendo de la supuesta casa de su prima Poli, se dispuso a preguntar a ver dónde podía vivir su prima Poli. En una esquina de Villastanza de Llorera encontrábamos a un típico grupo de lugareños que comentaban todas y cada una de las vicisitudes que acontecían en el pueblo, en la comarca, en la provincia, en el Estado, en el Universo en su conjunto. Apoyados en las barandas, en los portales, sentados en escalones, veían a la gente pasar y comentaban. Quirino Barrantes se dirigió a ellos, a sabiendas de que su gesto iba a ser igualmente comentado. Todo se comenta. En cualquier parte. Quirino se dirigió a un mozo que llevaba puesto un mono de trabajo y le preguntó por la casa de Poli, Apolonia, de los... 'Si, hombre, vive en la calle del Doctor Curie, un poco más pallá, en una casa que hay pintada de verde'. Carambanos, era la casa de al lado de donde él había visto al señor mayor. Bueno, pues nada. A volver sobre sus pasos. Pasó de nuevo frente a la casa del señor mayor y se lo volvió a encontrar todavía con la puerta medio abierta.
La casa de su prima Poli destacaba entre las otras. ¡Cómo se le podía haber escapado a Quirino que aquella era la casa de su prima Poli! Tocó el timbre y salió a abrirle un niño rubito, muy pálido, que sólo abrió un pelín la puerta para ver quién podía ser. 'Quién..'. 'Hola, soy tu tío Quirino, que vengo a ver a tu abuela y a comer'. 'Ah, vale, pase'. 'Eres Jonás'. 'Si'.
La prima Poli le dijo desde la cocina que pasara. Entró. La casa era casi como la de todo el mundo en el pueblo, salvo por un detalle, no había fotos de nadie. Cuadros, algún dibujo, pósters con cuadros, láminas, pero ninguna foto de la familia. '¿Y tu hija, no viene a comer?' 'Uy mi hija... mi hija vive en la ciudad... estoy criando yo a Jonás...' 'Pero si me has dicho que iba a conocer a tu hija Boreal...'. El niño Jonás dijo entonces 'Abuela ¿quién es Boreal?'. 'Pues no sé qué te habré dicho yo de Boreal... no sé ¿Boreal te he dicho? Si mi hija se llama Vera... te habrás confundido. Vera... Boreal...'. 'Pues me habré confundido', pensó Quirino Barrantes. Pero no se había confundido, lo sabía, había escuchado Boreal. '¿Y Vera? No vive aquí entonces...'. 'Pues no, está en la ciudad..., venga, vamos a comer'.
Pues yo también creo que había escuchado correctamente. Hay que estar muy sordo para una confusión así. Me parece que están disimulando, y que ahí hay gato encerrado.
ResponderEliminarBuenas noches, monsieur
Bisous