Era joven Baal y se sentía solo. Era joven Baal y el mundo que había creado, el mundo que había pensado, le parecía que estaba vacío. Era joven Baal y pensaba que toda la fuerza que tenía se malgastaba en asuntos vanos. Era joven Baal y lo hacía y lo rehacía todo una y otra vez, pensando en que volviendo a empezar, encontraría el camino correcto. Era joven Baal y lo borraba todo. Era joven Baal y no veía el sentido a nada. Era joven Baal y se vestía como un anciano. Era joven Baal y soñaba con asuntos de índole administrativa. Era joven Baal y tarareaba canciones que no sabía dónde había escuchado. Era joven Baal y ya se aburría de las canciones que él mismo había inspirado. Era joven Baal y soñaba que era innecesario ser Baal. Era joven Baal y no encontraba ningún motivo para ser Baal. Era joven Baal y todo corría peligro. Era joven Baal y desaparecía. Era joven Baal y pensaba en la extraña sensación de estar tan solo. Era joven Baal y quería ser viejo y ser Baal y estar al final del camino y no tener ya nada en lo que pensar. Era joven Baal y fue viejo Baal pero no le gustó a Baal y volvió a ser joven Baal. Era joven Baal y no sabía qué le pasaba. Era joven Baal y no le encontraba el gusto a ser Baal. Era joven Baal y probó de crear a otro Baal para saber qué le pasaba a Baal y no lo supo y si lo supo se lo calló o no lo quiso aceptar. Y era joven Baal y pasaba el tiempo y Baal se dio cuenta de que si estaba solo, algo debía hacer Baal. Y era joven Baal y algo pasó que encontró Baal a alguien a quien no había creado ni pensado Baal y le gustó. Y era joven Baal y no se planteó Baal que hubiera alguien más. Y ya no estaba solo Baal. Y había alguien más con Baal. Y ya Baal dejó que el mundo siguiera su curso y el mundo fue feliz como era feliz Baal. Y ya no estaba solo Baal.
- ¡Oh, Baal! Eras joven y te encontrabas triste y sin saber qué hacer y era que estabas solo y ahora ya no lo estás, ¡oh Baal! Magnífica o magnífico ha de ser quien te hace feliz, ¡oh Baal!
Mortal, lanzas tus alabanzas a sabiendas de que son molestas e inoportunas. Estaba solo y hallé consuelo. Pero soy Baal. Y, mortal, ya no soy joven. Todo puede pasar.
La espiritualidad es parte del ser humano. Y hoy en día, como que "te miran mal" si tienes inquietudes de este tipo... El dinero, el sexo, y todo "lo tangible" en general, está sobrevalorado. Y es bastante limitado. El dinero se puede contar, es determinado. La metafísica, el alma, el infinito, el arte... Los chinos condenan la religión y cualquier forma de espiritualidad; hasta el arte si habla de algo que no les convenga. A mí, la propuesta de pensar sólo en ganar dinero y gastarlo para que la máquina funcione me parece una castración de las posibilidades infinitas del ser humano.
ResponderEliminarfirmo la parte final.
EliminarMadame Yolanda también tenía un día inspiradísimo. Oh, qué belleza para añadir a un texto sobre nuestro Baal!
ResponderEliminarFeliz tarde
Bisous