El final del libro, la última página de La corte del Diablo de Montserrat Suáñez nos sugiere que, si la protagonista lo hubiera tenido claro desde el principio... claro, si lo tuviéramos todo claro nada más verlo, no seríamos seres humanos, quizás seríamos otra cosa. Especies súper asombrosas que decidieran en el momento qué es lo que hay que hacer y qué solución a los asuntos que nos conciernen, tanto a nivel personal como social, económico y político, es la correcta. O no. Simplemente decidir.
Montserrat Suáñez es una escritora conocida y reconocida por mantener dos blogs imprescindibles. De Reyes, Dioses y Héroes es un blog histórico en el que nos ilustra sobre usos, costumbres, personajes, y momentos de la historia de la humanidad, con una gracia que ya la quisieran unos pocos para sí. Cierto Sabor a Veneno es un blog también histórico aunque con trazas novelescas en el que se nos cuenta la historia de la corte versallesca. Los reyes, las reinas, las amantes, los cortesanos, los hermanos del rey... intrigas, venenos, cuernos, infidelidades, hijos legítimos... también mostrados con gusto, siempre con gracia y con una documentación inapelable. Montserrat Suáñez es Madame Diana de Méridor, La Dame Masqueé, y hasta hace muy pocos meses, con la presentación de su libro, muchos no conocimos su verdadero nombre. Este libro hace justicia a todo el trabajo anterior y augura muchas cosas buenas para el futuro.
La Corte del Diablo es un libro que podría haber firmado Alejandro Dumas. Así, sin anestesia ni nada. Libro ambientado en la corte francesa de mediados del siglo XVI, cuando Francia se debate en guerras intestinas de sucesión, con una serie de odios larvados en la misma familia real, y un complicado juego de alianzas internas y externas, basadas en matrimonios, componendas y juegos de interés. El rey, Carlos IX, está como unas devanaderas. Tiene momentos de lucidez y de calma, pero está como unas maracas y por menos de nada monta unos pollos de asustar. Su hermano Enrique, Monsieur, no está tan zumbado como el hermano, pero tiene su punto y es mala gente. La hermana Margot, está enamorada. Y los enamorados pierden el sentido de lo que es y lo que no tiene que ser con mucha facilidad. La madre, Catalina de Médicis, es retorcida y maneja a sus hijos de tal manera que en el reino se hace lo que ella dispone. Lo cual no es ni bueno ni malo. Es.
A este escenario llega un joven Mathieu Du Laun, un joven llegado de Polonia pero de origen francés que se verá envuelto en toda una serie de intrigas que mezclan lo político, lo sentimental y lo... ¿qué más? ¿Qué más cosas pueden mezclarse? Lo político y lo sentimental, como si no fuera suficiente. Mathieu se enamora en la primera página de Nicole, Madame de Sergot, una protestante en una corte católica, de complicado pasado, enamorada de Monsieur, pero consciente que Monsieur no es trigo limpio. A Mathieu le acompañará en sus andanzas su primo André y seguidamente la hermana de Mathieu, Rosanna, se unirá al grupo llegada desde Polonia.
Mathieu es un joven algo basto al principio, pero que deja con las bragas al jerez a las cortesanas de palacio, que se quedan locas con él. Y claro, esa no es manera de conquistar a una puritana protestante como Nicole, que, además, está envuelta en tejemanejes de la Margot con el duque de Guisa, católico y gallardo, que la tiene loca a la princesa y al mismo tiempo, protagonista de una turbia relación con su hermano Enrique. Como ven, esto no es fácil.
En una corte como esa, hay que andar con pies de plomo. Enemistarse con uno puede ser tan malo como caerle en gracia a otros, hacer lo que te dice Carlos, puede servir para que Enrique te quiera matar, servir a Margot, puede hacer que Catalina te odie para siempre. No está uno a salvo y navegar en ese escenario es peligroso. Y todo esto lo cuenta Montserrat Suáñez de manera sencilla, amena, muy divertida. Especialmente los momentos en los que aparece Isabel, reina de Inglaterra. Sus apariciones, en virtud de una misión que cumplen Mathieu y André y los diálogos que mantiene tanto con ellos como con sus ministros y en especial con el despechado Dudley, son hilarantes.
Nuestros protagonistas vivirán aventuras y se verán envueltos en enredos que, al final, tendrán consecuencias en las vidas de mucha gente, pero eso se verá más adelante. Ellos vivirán su vida y que le vayan dando a la concurrencia.
Una novela de entretenida lectura, que no fácil. Fácil es aquella que no exige nada, aquí se nos exige que entendamos que entre protestantes y católicos no todo es tan sencillo, que las alianzas entre unos y otros pueden variar, que lo que para ti es blanco para mí es gris, que no te puedes fiar de nadie. Un libro divertido, con momentos para el análisis histórico, con magníficos retratos de personaje como ese imponente Monsieur que repugna y fascina...
Una novela histórica en la que se mezcla la ficción con los hechos reales, en la que los personajes ficticios se enfrentan a los caprichos de unos personajes reales que les pueden costar la vida, una novela histórica bien documentada, en la que se nota que la autora estima lo que escribe, que no es un simple pasatiempo, que ama una época y unos personajes. No es fácil escribir así.
Ay, Montse. Qué ganas tenía por fín de decir que el libro me ha gustado mucho y que menos mal que lo que ocurre en la primera página no es ya lo definitivo, porque entonces no hubiéramos tenido la oportunidad de entrar en un mundo fascinante en el que unos pocos deciden la vida de muchos con tal de salvar su propio culo. Menos mal que el amor triunfa, que los buenos reciben su recompensa y que hay esperanza para la gente de buen corazón.
Alejandro Dumas estaría orgulloso, habría firmado el libro sin dudarlo. Pero sus lectores esperamos que saque tiempo de donde sea para escribir más. Gracia ya tiene, a raudales.
No se pierdan este libro, que merece la pena. Y quien se quede con ganas de más, tiene los dos blogs para seguir los pasos de esta escritora, que merece la pena.
Y peticiones del oyente, un libro sobre la corte de la reina Isabel, pero ya.
Y para terminar, es todo un orgullo para mí aparecer en los agradecimientos, madame. De las cosas más bonitas que me han pasado en la vida. Gracias a usted por escribir.
Caramba, ha echado usted el resto! Pocos autores podrán vanagloriarse de contar con críticas como la que usted me hace, tanto por la forma como por el fondo. Es un lujo que me ha resultado muy hermoso vivir hoy. Mil gracias, Tolya.
ResponderEliminarBisous
Lo felicito, lo escrito por usted rebasa la categoría de la reseña, para ser una crítica literaria, como Dios manda, género literario que parece dominar a la perfección. Si acaso, añadir que con una novela tan inspirada como la Corte del Diablo lo más fácil es hacer una crítica bien escrita y escribir una buena crítica sobre la novela. Ambas cosas las ha hecho usted a las mil maravillas.
ResponderEliminarYo este es un libro que leeré proximamente. A la autora le doy las gracias por regalarnos esa fantástica novela sobre las guerras de religión en Francia. Llevaba tiempo queriendo leer de Dumas "La Reina Margot" y cada vez que la empiezo me armo un taco con los personajes y en general con la corte francesa del XVII. Así que me leeré esta y si no me pierdo leeré después la otra. A la autora decirle que estaría muy bien que escribiera más novelas de este tipo y que nos narre como Dumas por lo menos hasta la muerte del último de los hermanos guisa a manos de Enrique III. Gracias Montserrat por haber escrito esto
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