Hay gente que tiene su pedrada. Hay gente que cree que tiene una pedrada. Hay gente que juega a que tiene una pedrada y va por ahí diciendo que es que está muy loco y que le disculpes porque joder, tío, es que estoy muy loco. Hay gente que sufre por los que están locos. Hay gente que no sabe que está loca. Hay quien se cree que alguien está loco o loca y lo que hace es quedar como un gilipollas. Las variables son infinitas. Las posibilidades son variables. Mi vocabulario es el que es. Mi capacidad de expresión, más o menos sabemos dónde llega.
El libro de de Pierre Lemaitre, Vestido de novia, nos cuenta la historia de una persona que se vuelve loca, de una persona está loca y en definitiva, de gente que está como unas maracas, de otros a los que se les supone que están peor y que en realidad no lo están y de peña que se pone por medio y acaba recibiendo el palo. Un libro muy entretenido, aquí viene el comentario de calidad, un libro muy entretenido, de esos que se leen con ganas, que no los sueltas. Y no porque a cada página las sopresas se vayan sucediendo y en cada capítulo haya una vuelta de tuerca. Pues no, es que la sucesión de acontecimientos se van disparando y alcanzan la dimensión de un torrente de desgracias infinitas que van alcanzando a la protagonista,
Una chica que trabaja de ñiñera no anda muy fina de la maceta. Ella lo sabe pero no es del todo consciente de hasta donde le puede llegar la pedrada. A su marido se lo ha ido cargando poco a poco a disgustos y de repente un día se encuentra con un pifostio en la casa y con el niño que está cuidadando y ella supone que se le ha vuelto a ir la castaña. Que la ha liado parda. Tiene que huir y escapar. A medida que va escapando la va liando y se va liando. Pero escapa y la poli no consigue encontrarla. Se construye una falsa identidad y considera que su plan tendrá el éxito definitivo si se casa, y qué mejor que un soldado que puede ser destinado a ultramar para conseguirlo.
Ole con ole. El libro, como digo, se lee casi de un tirón. En principio, se vende como un libro 'contestación' a la fiebre de novelas escandinavas de intriga, esta vez, por la parte francesa, y a fe que consigue tenerte ahí con el corazón en un puñillo hasta el final.
No he leído nada antes de Pierre Lemaitre, que al parecer tiene varios libros muy vendidos. Me regalaron el libro y de la misma manera, yo recomiendo el libro tanto como regalo, como para el autoconsumo. Ya saben, eso de ir a una librería y comprarse un libro. Para leérselo uno. Esa cosa.
Lo dicho, que si queremos volvernos locos, tranquilos que no dejan de presentársenos oportunidades para pensar que estamos locos. Si queremos volver loco a alguien, con tiempo y dinero y estando nosotros al mismo tiempo como unas devanaderas, se puede conseguir. Si estamos locos y tal, pues nos vamos viendo y lo comentamos.
Seguimos para bingo.
No zé, no conozco.
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