Una cosa son las canciones sueltas y otra son los discos completos. Led Zeppelin tiene discos muy buenos, pero no todas las canciones me gustan. Del primero y del segundo yo haría uno. No es que me sobren canciones, pero hay canciones como Dazed and Confused, la parte que sobra de Whole lotta love, Babe i'm gonna leave you, y alguna más que se me olvida ahora, que me provocan un poco de pereza a la hora de ponerme. Me pasa igual con el IV, que tiene canciones bestiales pero incluye la de Starway to Heaven, que no hay manera de que yo entienda cuál es la gracia de esa canción y me hace polvo casi todo lo que queda del disco. El Physical Graffiti es muy bueno, pero es doble. Y ya es otra cosa. Hay otro entre medias, el Houses of the Holy, que creo que también tiene alguna canción de esas que no hay manera. Sobre los dos últimos, no tengo mucha opinión porque creo que jamás he escuchado más canciones que las que aparecen en los recopilaorios.
Así que nos queda el III. Se considera el III como el disco acústico, o el disco folk de Led Zeppelin. Si los dos primeros eran muy eléctricos, en este hay muchas canciones en las que la acústica manda, pero no manda siempre. Empecemos. El disco comienza con una chorrada, para mí, como Immigrant Song. El gritito de Robert Plant, que supongo que a muchos les hará gracia, a mí me parece un poco ridículo y le quita peso a la canción. Igual ya iba de eso, de quitarle algo de peso a todo. Sea como sea, esta primera canción, que rítmicamente no está mal, a mí me sobra para empezar. Pero como no es muy larga, aún estás ahí. La segunda es Friends. Aquí aparece ya la guitarra acústica y todo va encajando.
Es un disco extraño, porque siendo acústico, no es hasta muy al final cuando lo que uno entiende como un disco reposado, o un disco para poner y estar ahí tranquilito escuchando, aparece. Frases largas, construcciones mal hechas, cada vez escribo peor.
Friends es una canción que te mete ya en un rollo raro. No sé explicarlo. Para ellos debe ser fácil, para mí no. Vamos con Celebration Day. Una canción simpática y juguetona. ¿De verdad estoy escribiendo esto?
Celebration Day tiene al Jimmy Page haciendo un punteíllo simple que hace de... en realidad lo que quiero decir es que las tres primeras canciones son un pasatiempo. No molestan, son tres canciones que van metiéndote de manera simple en lo que es la pieza central del disco. Pese a ser acústico, quizás la canción más conocida sea Since i've been lovin' you, un blues. Un blues que está a puntito de cruzar la línea de lo Santanesco, pero no, se queda ahí. Es un blues largo, profundo, que en tiempos a mí me encantaba, una canción durilla, eso de que desde que te quiero... uf, duele. Este disco es que me gustaba mucho, era de esos discos recurrentes que escuchas cuando estás bien y quieres escuchar algo distendido mientras haces algo. Limpiar, por ejemplo. O en una reunión de colegas. Siempre hace el apaño. Este blues, lo pones y te deja seco. Pero si te lo pones mucho, me parece que pierde algo de efecto.
Out on the tiles es otra canción que no tiene mucha historia, al menos para mí. Comienza como comenzará en el disco siguiente creo que Black Dog, y luego tiene esos riffs así como marca de la casa, una canción muy eléctrica, que viene a decir eso de que todo lo que necesita de ti es todo tu amor y todo lo que necesitas de mí es todo mi amor. Y eso.
A parir de aquí, viene la parte que de verdad mola del disco. Gallows Pole es una canción que va creciendo. Típica canción tradicional que va subiendo con el bombo y eso. ¿Han escuchado a Fairport Convention? Tienen dos o tres discos muy buenos. Muy así. Pero sin Robert Plant cantando. O Pentangle, por ejemplo. Gallows Pole abre la puerta al sombrero de paja y a ponerte en la sombrita a tocar la guitarra. De ahí pasamos a Tangerine, que es una balada que de bonita que es, no sabe uno si es acústica, si es folk, si es eléctrica, si es cualquier cosa. Da igual, es tan bonita Tangerine, que casi vale todo el disco. Tangerine se queda cuando Since i've been lovin' you se va. Con su falso inicio, en fin. Todo. Y deja paso a That's the way, que corre el riesgo de parecerse a esas canciones que a uno le cansan de Led Zeppelin, pero no, esta no, esta es suave y te dejas acariciar por las guitarritas y te dan ganas de no levantarte del sofá.
Pocas cosas dan ganas de levantarse del sofá. Bron-y-aur-stomp es otra canción de esas de bombo que pueden inspirar a quienes no tienen ni idea de hacer folk y se ven obligados por las circunstancias a hacer algo que no saben. Una canción tremenda. De las que más me gustan del disco. Y no sé qué más puedo decir de este disco. Finaliza con Hats off (for Roy Harper) que es un poco una flipada y se acaba.
Un disco que cumple, tiene su poquito de todo y te deja un buen sabor de boca. Un disco que hace que veas a Led Zeppelin de otra manera. Eviten a toda costa el directo de The song remains the same, sáltense las canciones coñazo y tengan siempre a mano el III. Y escuchen a todas horas Bron-y-aur-stomp si quieren que la cosa funcione.
Y lean alguna crítica por ahí mejor que esta.
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