Después de todo el follón de película que es Black Hawk Derribado, hay una escena final en la que los soldados americanos están comiendo y preparándose para ir otra vez a la carga. No sé a santo de qué, el personaje que interpreta Eric Bana dice algo de que cuando le pregunten porqué vuelve a la guerra o porqué van él contestará que la respuesta está en el hombre que tiene al lado.
Y así toda la película.
Black Hawk Derribado fue la primera película del fin de semana de Ridley Scott que dieron por la tele. La segunda fue Gladiator. Black Hawk Derribado es una película basada en los hechos ocurridos durante la guerra contra los señores de la guerra de Somalia que emprendió Bill Clinton. Una especie de paseo militar que al parecer no lo fue tanto. Los americanos tuvieron que salir por patas. Una derrota, debe parecer... al final de la película se nos cuenta que en la operación que se narra, murieron 19 americanos y mil y pico somalíes. 19 contra mil. Y pierden los 19, claro.
No la vi comenzar. Así que cuando me tropiezo con la película ya están en mitad del fregado. Un mogollón de soldados americanos con todo el equipo super guapo de hacer la guerra fetén, metidos en Mogadiscio, capital de Somalia, una ciudad destrozada que se supone que ellos van a limpiar. Pero los somalíes, pese a tener unas pintas de canis espantosas y ser tontísimos y no cubrirse nunca y morir como chinchs, de vez en cuando aciertan y derriban algo. Un helicóptero. Un Black Hawk.
Un follón del quince. No sabes dónde están, a dónde tienen que ir, ahora unos Humvies que son unos camionacos guapos van para allí y otros van para allá, y hay un general que se pone las manos en la cabeza y dirige la operación sabiendo que la cosa no va bien.
Uno, que a duras penas aprobó gimnasia, se vuelve loco con estas películas de tanto salto y tanto grito. Super machotes matando peña a saco y gritando cosas muy de tal y poniendo miradas de 'quiero que vengas conmigo ahí dentro, amigo' y el otro mira y dice 'debo ir, pero tengo algo de cangui, pero si me miras así, amigo y apelas a mi tal, yo voy'. Y van. Y matan somalíes casi sin mirar hacia donde disparan. Para que un americano muera han de palmar antes veinte o treinta somalíes. Un piloto americano que no se puede mover del suelo, sin protección, casi a pelo, mata a chorrocientos somalíes. Cuando al final se queda sin munición, muere a golpes por la muchedumbre mientras intenta coger la foto de su mujer e hija. La película no es parcial.
Los somalíes solo son buenos cuando aplauden a los americanos al final. Los pakistaníes que salen no son soldados, son camareros que llevan vasos de agua a los americanos después de la refriega.
Un repartazo. El marido bobo de Modern Family, Ewan Mcgregor, y un montón de actores así con caras conocidas. Guapos, muy guapos, algún latino, cero negros (sale uno pero no habla), maduros, gente que pone caras de saber mandar.
Los somalíes son tontos. Se quedan en mitad de una calle sin cubrirse disparando y cambiando las cartucheras o como se llame eso. Me da igual. Me da grima.
Alguien tiene que defender la civilización, amigo. Si no vamos a por ellos, ellos vienen a por nosotros y prefiero ser yo el primero que dispare.
Durante toda la película a los somalíes les llaman los flacuchos. Mueren y mueren y mueren y cuando un americano está herido parece que... ¿Quién va con los americanos en estas pelis? Enciendes la tele y dices... ostia, Black Hawk, la voy a ver porque los americanos se pelan a... ¿Por qué la vi yo?
Ni idea.
Vivimos tiempos de grandes palabras. De grandes días. De perderle el miedo a todo. De no medir.
A mí, si hay una guerra, que no me busquen. Porque soy negro.
¿Un repaso a Ridley Scott? Qué casualidad, yo el otro día me vi todas las de Alien, empezando por la de 1979.
ResponderEliminarNo, a mí que no me busquen tampoco, aunque no consigo ni broncearme. No apetece, gracias. Ridley Scott a veces no está mal, pero no estoy yo con el ánimo inclinado a acciones bélicas.
ResponderEliminarFeliz día
Bisous